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Afrontar la muerte La muerte y el proceso de morir

In document El desarrollo durante el envejecimiento (página 105-122)

5. Desarrollo psicosocial en la vejez

5.6. Afrontar la muerte La muerte y el proceso de morir

Afrontar la muerte es un proceso difícil y doloroso que forma parte natural de la existencia del ser humano. Tanto la propia muerte como la de nuestros seres queridos resulta ser un trayecto lleno de dificultades y sufrimiento.

Actividades de voluntariado para los mayores

Una de las actividades que son muy útiles para las personas de más edad es prestar su ayuda a los demás, participando en to- do tipo de organizaciones. Por ejemplo, SECOT es una empre- sa formada por especialistas en asesoría empresarial ya jubila- dos que ayudan a jóvenes em- presarios.

Pensar en el fin de la propia vida produce, en la mayor parte de las personas, un grado de ansiedad más o menos intenso. Como señala Malla (2005), a pesar de que cuando se pregunta a las personas de cualquier edad si tienen miedo a morir, la respuesta inmediata suele ser negativa, cuando se pide a la persona que piense sobre su propia muerte, se aprecian componentes más o menos in- tensos de ansiedad relacionados con sentimientos sobre la agonía, el proceso de morir, el dolor y sufrimiento, la dependencia, etc. Si la situación imaginada es acerca de la muerte de un ser querido, igualmente surgen reacciones nega- tivas (miedo, tristeza) que pueden ser muy intensas (Bayés et al., 1999). Las personas mayores, por haber acumulado a lo largo de su vida numerosas pérdidas de distinto grado y significado, pueden haber desarrollado recursos y estrategias de afrontamiento que les pueden facilitar la adaptación a las pérdi- das interpersonales en la vejez. Es más, contrariamente a la idea que se venía manteniendo acerca de que encontrarse relativamente bien tras la pérdida de un ser querido debería considerarse un predictor de problemas psicológicos a largo plazo, recientes estudios apoyan el hecho de que las personas mayores que muestran un malestar relativamente leve en los primeros meses de enviu- dar continúan manteniéndose bien en los años siguientes (al menos tras cua- tro años de seguimiento) (Boerner, Wortman y Bonanno, 2005). En este mis- mo estudio, se constata que entre aquellas personas mayores que mostraron un grado intenso de malestar como consecuencia de la pérdida del cónyuge, éste solo se mantuvo a largo plazo en aquellas que ya experimentaban un ele- vado malestar previo a la muerte de su pareja.

Sin embargo, también es cierto que, en esta etapa de la vida, aumenta la vul- nerabilidad de la persona que, por problemas de pérdidas de salud, de auto- nomía, aislamiento social, pérdida de estatus, declive cognitivo, etc., puede ver mermada su capacidad de adaptación a nuevas y dolorosas pérdidas. Debe tenerse en cuenta que en ocasiones las personas pueden no haber superado satisfactoriamente pérdidas anteriores, de manera que el duelo puede compli- carse de múltiples formas causando depresión, amenazas o intentos de suici- dio, adicciones o simplemente extendiéndose en el tiempo.

Particularmente, cuando la persona mayor debe cuidar a un ser querido que va experimentando un deterioro progresivo o con alguna enfermedad cróni- ca que lleva a pensar en una muerte próxima, puede producirse un duelo an- ticipatorio. De esta forma, la persona cuidadora experimenta intensos senti- mientos de ira y tristeza, así como conflictos emocionales progresivos en su camino de aceptación de la realidad. La idea de la pérdida del ser querido pue- de suponer un duelo con repercusiones más negativas que el duelo posterior al fallecimiento.

Especialmente doloroso es el hecho de perder un hijo. No parece natural que un hijo muera antes que los padres, que pueden verse desbordados por el fuer- te impacto emocional y la sensación de incredulidad que esto les causa, en especial si la pérdida se produce de manera repentina. Así como el duelo por

el cónyuge en la vejez tiene visos de probabilidad, la muerte de un hijo adulto ocasiona más ira que otros tipos de muerte, y un duelo más intenso entre los padres mayores comparados con los jóvenes. De la misma forma, el sufrimien- to de los abuelos por la pérdida de nietos es muy elevado, como constatan De Frain et al. (1992) en una investigación con abuelos que habían perdido nie- tos bebés por síndrome de muerte súbita del lactante; el 51% de ellos experi- mentaron escenas retrospectivas, el 29% mostraban culpa, y el 4% tendencias suicidas. También Roskin (1984) mostró un aumento del riesgo de mortalidad entre los abuelos de varones jóvenes que habían muerto en conflictos bélicos. Los anteriores hallazgos ponen de manifiesto cómo la pérdida de hijos y nie- tos es especialmente traumática en la vejez, y que este trauma se agrava si la muerte es repentina o inesperada

La ansiedad ante la propia muerte, el miedo a morir, es uno de los fenómenos más universales de la historia de la humanidad. También es uno de los temores más estudiados desde la psicología. Pero, ¿es mayor el miedo a la muerte en la vejez? La mayoría de nosotros nos inclinaremos de manera natural a respon- der afirmativamente, ya que la muerte aparece como un acontecimiento más próximo en esta edad. Sin embargo, también es cierto que la ansiedad ante la propia muerte pudiera ser menor en la medida en que las personas mayores podrían aceptarla como algo natural tras haber vivido toda una vida. Cuando se pregunta a personas de diferentes edades por este temor, las personas mayo- res expresan una ansiedad aparentemente menor que los otros grupos de edad, si bien esto parece ser más un efecto cohorte (menor expresión de emociones como "norma" cultural de la generación de mayores) y que, en realidad, las personas mayores tendrían el mismo miedo que personas más jóvenes. Ade- más, como señala Belsky (2001), los mayores pueden ver reducida su ansiedad ante la muerte por el hecho de haber vivido toda una vida, pero no varía ne- cesariamente su miedo al propio proceso de morir.

En una investigación en la que se realizaron tres pruebas de ansiedad ante la muerte a adultos de distinta edad, se encontraron diferentes ni- veles de temor ante la muerte. Cuando se preguntaba de manera directa, la respuesta mayoritaria era negar este miedo. Sin embargo, cuando se les pedía que imaginaran su muerte, surgieron respuestas ambivalentes y ya, en la última escala, una prueba de asociación de ideas basada en palabras con fuerte carga emocional, se encontró que las personas ma- nifestaban un claro e intenso temor. En cuanto a las diferencias entre las personas de distinta edad, se comprobó que en la primera prueba los mayores manifestaron claramente un menor temor, mientras que en la última prueba, "más profunda", la intensidad del miedo fue similar en todas las edades (Feifel y Branscomb,1973). Estos resultados indicarían que, a pesar de que expresen menos temor ante la muerte, las personas mayores, en realidad, sentirían una ansiedad similar.

Resumen

La vejez ha sido considerada tradicional y frecuentemente, con carácter de exclusividad, una época de cambios y pérdidas. Junto a la constatación del cambio que acompaña a la edad, debe prestarse atención a la adaptación crea- tiva que los individuos mayores desarrollan para modificar y actuar sobre las demandas externas. Todo ello debe contemplarse desde una perspectiva bio- psicosocial, en tanto en cuanto los cambios biológicos, psicológicos y sociales están estrechamente relacionados entre sí, sin olvidar, además, que el efecto cohorte, o experiencias comunes a una generación de personas, es esencial para entender a las personas mayores como grupo y como individuos. Los psi- cólogos que trabajan con personas mayores deben tener presentes todos los aspectos anteriores, y también mantener una perspectiva que contemple la historia del individuo, en particular los múltiples eventos vitales que ha debi- do afrontar a lo largo de su vida y, especialmente, en la vejez. Un marco con- ceptual basado en tales condiciones hará posible mantener una perspectiva libre de estereotipos de la persona de edad avanzada, a quien se contemplará tanto individualmente como en relación con un conjunto de características y experiencias comunes propias de su edad.

La psicología aplicada a la edad avanzada y sus problemas se basa en dos pre- misas básicas: a) muchos de los problemas de los mayores, al igual que ocurre con otros grupos de edad, son modificables, y b) dada la importancia de las condiciones ambientales en la adquisición, mantenimiento y eliminación de problemas, el envejecimiento psicológico se contempla como un fenómeno contextual. En otras palabras, los cambios de comportamiento que acompa- ñan al envejecimiento no constituyen un proceso fijo e inmutable, ni son un correlato o consecuencia directa de factores biológicos internos asociados al envejecimiento. Esta perspectiva implica, por tanto, una sólida creencia en la posibilidad de control, al menos parcial, del proceso de envejecimiento. Este optimismo sobre las posibilidades de cambio en la vejez es contrario a gran parte de las creencias populares sobre el envejecimiento y a determinadas ex- periencias clínicas con personas mayores.

La vejez es una etapa de la vida que no sólo se expande de forma progresiva, sino que también es cambiante entre generaciones, que plantea desafíos a los individuos que la experimentan y de los que exige nuevas respuestas y formas de afrontamiento. Es una buena oportunidad para que la psicología pueda profundizar en el conocimiento del ser humano –en todas las etapas de la vida–, ya que exigirá de la ciencia nuevos constructos y metáforas para definir, explicar y predecir al sujeto humano y, con mucha probabilidad, se también se requerirán novedosos procedimientos de intervención.

Actividades

1) Preguntad a varias personas mayores qué cambios se han producido a lo largo de su vida

(personales, sociales, psicológicos) de la manera más específica posible. Reflexionad sobre las consecuencias que ha tenido para esas personas la presencia de tales cambios. Comparad esta información con la que puedes encontrar en este módulo.

2) Reflexionad, comparad y analizad, a propósito de las diferencias y semejanzas de las per-

sonas mayores que conoces: ¿en qué se parecen?, ¿en qué se diferencian?, ¿cómo han cam- biado a lo largo de su vida?

3) Pensad en una persona que acaba de jubilarse al cumplir los 65 años de edad con un

excelente estado de salud y que, obviamente, debe ocupar el tiempo de los 20 años que previsiblemente vivirá. ¿Qué podría aconsejársele a este respecto?

4) Haced una tabla con tres columnas y anotad en cada una de ellas formas de selección,

optimización y compensación que podrían emplear las personas mayores para adaptarse a sus nuevas situaciones vitales.

5) Reflexionad, analizad y describid qué acciones podría realizar una persona a lo largo de

toda su edad adulta para tener una vejez con éxito.

6) Reflexionad y analizad respecto a personas mayores con las que tengáis contacto, qué

posibles modificaciones ambientales, físicas y sociales podrían hacerse para optimizar sus capacidades y facilitar su adaptación

7) Reflexionad y diseñad intervenciones que favorezcan la percepción de control de las per-

sonas mayores en su vida diaria.

8) Analizad las diferentes imágenes de las personas mayores que transmiten los medios de

comunicación, incluyendo la publicidad. Comparadlas con la imagen que proyecta la cultura popular (literatura, cuentos populares, etc.).

9) Leed el artículo de Julián Marías recogido en el apartado dedicado a la relación abuelos-nie-

tos. Debatid sobre la vigencia actual del texto a la luz de la propia información facilitada en ese epígrafe, y comparadlo con vuestra experiencia sobre la familia y la relación con vuestros abuelos.

Utilizad, entre otras fuentes, la web Portal de Mayores para buscar información que necesitéis para realizar estas u otras actividades relacionadas con el módulo.

Ejercicios de autoevaluación

Responded a las siguientes cuestiones según sean verdaderas o falsas (V/F):

1. La esperanza de vida en España actualmente es, aproximadamente, de 85 años. a)�V

b)�F

2. Uno de los rasgos que mejor define a las personas mayores es su variabilidad tanto interi-

ndividual como intraindividual.

a)�V b)�F

3. La teoría de la desvinculación es una crítica a la posición que mantiene que la separación

o el alejamiento social es un componente crucial para conseguir la adaptación y éxito en la vejez.

a)�V b)�F

4. Según la psicología del envejecimiento, la edad es un índice adecuado pero imperfecto

para estudiar los cambios que la persona experimenta a lo largo de su vida

a)�V b)�F

5. La tasa de la eficacia de las intervenciones psicológicas, al aplicarlas con personas mayores,

es de menor cuantía que cuando se aplican con adultos más jóvenes.

a)�V b)�F

6. El estudio de Baltimore recoge, como conclusión principal, que la mayor parte de las per-

sonas mantienen las mismas disposiciones básicas de personalidad a lo largo de su ciclo vital, a excepción de la introversión, ya que ésta es más característica de las personas mayores.

a)�V b)�F

7. Las sucesivas generaciones de personas que se han hecho mayores a lo largo del siglo XX

han ido variando su personalidad, en el sentido de que los estilos de personalidad, conductas y actitudes se han hecho más flexibles de generación en generación.

a)�V b)�F

8. Los resultados de la investigación sobre emociones y envejecimiento sugieren que existen

trayectorias similares en el curso del funcionamiento cognitivo y el emocional a lo largo de la edad avanzada.

a)�V b)�F

9. La evidencia empírica sugiere que la forma en que experimentan y expresan las emociones

las personas mayores es similar a la de las personas más jóvenes, mientras que los niveles de

arousal son algo más reducidos entre los primeros.

a)�V b)�F

10. Los estudios más recientes sobre satisfacción conyugal señalan que el momento de má-

xima felicidad se alcanza en los primeros meses tras el matrimonio, se mantiene de manera estable durante la crianza de los hijos y, después, declina progresivamente hasta alcanzar fondo en la vejez.

a)�V b)�F

11. La anticipación de la pérdida del cónyuge tiene un menor impacto entre las personas ma-

yores que entre las jóvenes.

a)�V b)�F

12. Está comprobado que, mientras que los diseños transversales tienden a sobrevalorar el

cambio intraindividual, los estudios longitudinales lo infravaloran.

a)�V b)�F

13. El aumento en la capacidad de la vejiga en la edad avanzada está estrechamente relacio-

nado con los frecuentes problemas de incontinencia que padecen las personas mayores.

a)�V b)�F

14. Separar el envejecimiento normal del patológico es difícil ya que, por ejemplo, algunos

cambios que suceden en el sistema nervioso central durante el envejecimiento son similares –aunque en distinta cuantía– en personas con un envejecimiento normal y en personas con demencia.

a)�V b)�F

15. Cualquier acción que realicen las personas mayores es, como promedio, más lenta que

si la realiza una persona joven.

a)�V b)�F

16. Los déficit visuales y auditivos en personas de edad muy avanzada determinan el rendi-

miento en pruebas de inteligencia fluida en mayor grado que el propio nivel educativo.

a)�V b)�F

17. La complejidad de la tarea es el factor que determina las diferencias que se encuentran

en el rendimiento en tareas de atención dividida en personas de edad avanzada.

a)�V b)�F

18. Una de las explicaciones a la pérdida de la memoria en la vejez sería la mayor dificultad

para discriminar entre información relevante e irrelevante en esta edad.

a)�V b)�F

19. Las investigaciones sobre rendimiento laboral en personas mayores han concluido que

la competencia del trabajador mayor es superior a la del que se inicia en el trabajo.

a)�V b)�F

20. Para la mayor parte de las personas, la adaptación económica y emocional tras la jubila-

ción suele ser insatisfactoria e implica efectos negativos sobre la salud o el estado de ánimo.

a)�V b)�F

21. A diferencia de otras épocas de la vida, en la vejez, los roles y tareas a las que se enfrentan

las personas están bien definidos y estructurados.

a)�V b)�F

22. A partir del estudio de Seattle, se puede concluir que existe estabilidad en la inteligencia

desde los 40 hasta los 55-60 años, y a partir de esta edad tienen lugar pérdidas en el rendi- miento en los test de inteligencia que comienzan a ser significativas.

a)�V b)�F

23. El estudio de Seattle ha demostrado que algunos factores, tales como la salud o la educa-

ción, características de la personalidad o del funcionamiento social, tienen menos influencia de la que anteriormente se creía en el rendimiento en las pruebas de inteligencia.

a)�V b)�F

24. La perspectiva de la inteligencia práctica señala que uno de los criterios apropiados para

evaluar la inteligencia de las personas mayores es considerar su capacidad para tomar buenas decisiones en función del contexto en el que se demandan tal toma de decisiones.

a)�V b)�F

1. Comparad las ventajas e inconvenientes de los estudios transversales, longitudinales y

secuenciales en el estudio del envejecimiento.

2. Realizad un análisis crítico de la perspectiva clásica del envejecimiento intelectual. 3. Describid el modelo de la psicología del desarrollo del ciclo vital.

4. Describid cómo afrontan las personas mayores las situaciones difíciles que acontecen

durante la vejez.

5. Realizad un análisis comparativo de la adaptación a la viudedad entre personas mayores

Solucionario

Ejercicios de autoevaluación 1.�b 2.�a 3.�b 4.�a 5.�b 6.�b 7.�a 8.�b 9.�a 10.�b 11.�b 12.�a 13.�b 14.�a 15.�a 16.�a 17.�a 18.�a 19.�a 20.�b 21.�b 22.�a 23.�b 24.�a

Glosario

cambios asociados a la edad y diferencias debidas a la edad  m pl  Un cambio aso-

ciado a la edad es la modificación que se produce en un individuo según envejece, mientras que una diferencia debida a la edad es simplemente la que se puede observar entre personas de distinta edad, sin que pueda concluirse que tales diferencias se deban al envejecimiento.

confidente  m  Persona que pertenece a la red social de una persona cuya función principal

es proporcionar apoyo emocional y mantener la autoestima; además, "amortigua" las posibles pérdidas físicas y sociales.

control pasivo  m  Actuación de las personas mayores que consiste en que, cuando las

conductas activas que realizan no son lo suficientemente efectivas para alcanzar lo deseado, modifican su ambiente social con conductas pasivas o de dependencia, para así obtener ga- nancias sociales.

edadismo  m  Visión tópica y despectiva del grupo de personas mayores sobre la base de

su avanzada edad cronológica.

efecto cohorte  m  Grupo de influencias ambientales y sociales asociadas a una generación

específica, que recoge las distintas oportunidades de todo tipo relacionadas con las condicio- nes sociohistóricas en que se desarrolla la vida de cada grupo de edad.

envejecimiento cognitivo aplicado  m  Campo de conocimiento que investiga el im-

pacto de los cambios en el funcionamiento cognitivo sobre el funcionamiento cotidiano de las personas mayores.

envejecimiento normal y envejecimiento patológico  m  El primero se refiere al pa-

trón de cambios biológicos, psicológicos y sociales que son inevitables y que ocurren como consecuencia del paso del tiempo, mientras que el segundo remite a los cambios que son consecuencia de la enfermedad y no forman parte del envejecimiento normal.

exceso de incapacidad  m  Concepto que hace referencia a que una persona funcione por

debajo de su nivel de competencia debido a terceros factores que añaden incapacidad.

generatividad  f  Encontrar satisfacción y sentido a la vida cotidiana, fomentar las relacio-

nes interpersonales y la familia, comprometerse en fomentar el desarrollo de nuestros seme- jantes antes que orientarse a buscar el éxito en el mundo exterior.

gerontología conductual  f  Aplicación de la perspectiva conductual a los problemas que

tienen lugar en la vejez, cuyo principal objetivo es ayudar a resolver problemas socialmente significativos y representativos de la vida real de las personas mayores.

modelo de optimización selectiva con compensación  m  Modelo propuesto por Bal-

tes y Bates (1990) para explicar el proceso continuo de adaptación de las personas mayores.

modelo ecológico de la competencia  m  Teoría que explica el comportamiento en la

vejez como una función de la competencia y capacidades del individuo y de la presión o demandas ambientales a la que está expuesto.

programas intergeneracionales  m pl  Nueva metodología de acción social y educación

cívica que une a varias generaciones en actividades planificadas con objeto de desarrollar nuevas relaciones.

psicología del desarrollo del ciclo vital  f  Se ocupa del estudio de la estabilidad y el

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