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ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LAS VARIABLES

5. RESULTADOS

5.1. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LAS VARIABLES

En cuanto a los datos de la anamnesis, sólo seis niños de la muestra habían sufrido algún tipo de traumatismo, dos niños habían sufrido traumatismo en la cabeza, otros dos en la cara, uno en el cuello y uno en el hombro. Un 25% de los niños tenían tendencia a respirar más por la boca que por la nariz, diez niños sufrían de alergias (seis niños y cuatro niñas) y dos tenían enfermedad en la sangre (anemia).

Se encontró problemas respiratorios (bronquitis y asma) en 14,1% de la muestra (diez varones y siete mujeres), siendo que seis habían sufrido alguna cirugía de adenoides y/o amígdalas, seis niños hacían uso de medicamentos con frecuencia, dos niñas tenían con frecuencia infección en los oídos y uno en la orina, tres sujetos tenían alteraciones cardiacas (soplo cardiaco), un niño sufría enfermedad reumática y un niño tenía antecedentes de paralización de la glotis (observación hecha por los padres).

Con relación a problemas psicológicos, según los padres, un niño de 10 años tenía problemas de hiperactividad y un niño de 8 años presentaba problemas de aprendizaje en la escuela.

Respecto a los cuestionarios que cumplimentaron los padres, se obtuvieron 120 completos, excepto en dos ocasiones en que la pregunta sobre las preferencias alimentarias de sus hijos quedó en blanco y en un cuestionario que no se respondió a la pregunta sobre si existía o no masticación unilateral.

En cuanto a las cuestiones sobre la presencia de síntomas de DCM, el 10,83% de la muestra (n=13) tenían antecedentes de dificultad en abrir la boca, siendo que un niño tenía dificultad en abrir la boca con mucha frecuencia (todos los días), dos niños sufrían está dificultad una vez a la semana y diez niños raramente. Tres niños tenían antecedentes de boca desencajada, pero ocasionalmente.

Nueve niños (7,5%) tenían antecedentes de quejarse a sus padres de dificultad al masticar, un 13,3% de quejarse de dolor en los oídos (cuatro una vez al mes y doce de frecuencia rara) y un 9,16% padecían con frecuencia de infección en los oídos.

Un 39,16% de la muestra sufrían de dolor de cabeza. De los cuarenta y cinco niños que refirieron sufrir de dolor de cabeza, un niño sufría este dolor todos los días, uno una vez a la semana, diez una vez al mes y treinta y tres lo padecían raramente. Los padres de dos niños refirieron que sus hijos presentaban ruidos al masticar o al abrir la boca.

La Tabla 4: muestra la frecuencia de síntomas de DCM referidos en el cuestionario.

SÍNTOMA VARONES MUJERES TOTAL Dificultad al abrir la boca 9,37% (n = 6) 12,5 (n = 7) 10,83% (n= 13)

Boca desencajada 3,12% (n = 2) 1,78% (n = 1) 2,5% (n=3) Dificultad al masticar 9,37% (n = 6) 5,35% (n = 3) 7,5% (n=9) Dolor en los oídos 9,37% (n = 6) 17,85% (n = 10) 13,3% (n=16) Infección en los oídos 9,37% (n = 6) 8,92% (n = 5) 9,16% (n=11) Dolor de cabeza 34,37% (n = 22) 44,64% (n = 25) 39,16% (n=47) Ruidos al masticar o hablar 3,12% (n = 2) 0 1,66% (n=2)

Tabla 4: Frecuencia de síntomas de DCM referidos por sexo y total para N=120.

A partir de las respuestas de los padres en el cuestionario se observó que, el 41,66% (n=50) tenían hábito de morder las uñas y el 46,66% (n=56) tenían hábito de morder lápiz o bolígrafo, veintinueve niños (24,16%) rechinaban los dientes y treinta y tres niños (27,5%) solían roncar. El 37,5% de la muestra (n=45) dormían con la boca abierta y cuatro niños tenían el hábito de chuparse los dedos (Tabla 5).

HÁBITOS VARONES MUJERES TOTAL Morder las uñas 37,5% (n = 24) 46,4% (n = 26) 41,66% Morder lápiz o bolígrafo 43,7% (n = 28) 43,7% (n = 28) 46,60% Rechinar los dientes 26,5% (n = 17) 18,75% (n = 12) 24,10% Roncar 26,5% (n = 17) 25% (n = 16) 27,50% Dormir con la boca abierta 35,9% (n = 23) 34,3% (n = 22) 37,50% Chuparse los dedos 1,5% (n = 1) 4,6% (n = 3) 3,30% Masticación unilateral 10,9% (n = 7) 20,3% (n = 13) 16,6% Respiración bucal 21,8% (n = 14) 25% (n = 16) 25%

Tabla 5: Frecuencia de hábitos referidos por sexo y total para N= 120.

Un 12,5% de la muestra (n=15) declararon que estaban bajo tratamiento ortodóncico en el momento del examen y llevaban corrector bucal.

En cuanto al temperamento, 59 niños (49,16%) fueron clasificados por sus padres como calmados/tranquilos y 61 niños (50,83%) fueron clasificados como nerviosos/ansiosos.

Un 43,33% de la muestra refirieron ser lentos para comer y en cuanto a la preferencia de alimentación un 60,8% de la muestra preferían alimentos sólidos, un 26,6% preferían alimentos blandos y quince niños no mostraban preferencias.

A los padres se les preguntó en el cuestionario si alguno de ellos también presentaba uno o más de los síntomas del cuestionario y 34 padres (28,33%) contestaron afirmativamente.

El 85% de la muestra (82,8% de los hombres y 87,5% de las mujeres) tenían al menos un hábito o parafunción. Un 25,8% tenía un hábito, el 25,8% tenían dos hábitos y un 48,3% presentaron tres hábitos o más.

En cuanto a los resultados de la exploración, más de la mitad de la muestra, un 54% de los niños, presentaban caries, un 46,6% tenían dientes restaurados, un 20% tenían antecedentes de pérdida dentaria por caries y en diez niños se observaron anomalías dentarias. En la gran mayoría de la muestra (85,83%) se registraron desgastes a nivel de esmalte, los desgastes en esmalte y dentina se registraron en un 8,33% de la muestra y un 5,83% no presentó desgaste en los dientes.

La relación intermaxilar registrada reveló que el 80% de la muestra (84 sujetos) tenía relación intermaxilar clase I, un 25% (treinta sujetos) presentaba clase II 1, solamente tres sujetos fueron clasificados como clase II 2 y dos niños tenían relación molar de clase III.

Se registró mordida cruzada posterior en veinticuatro niños, siendo que once de ellos presentaban mordida cruzada posterior derecha, seis niños tenían mordida cruzada posterior izquierda y siete niños tenían la mordida cruzada bilateralmente. El 5,8% (siete niños) presentaron mordida cruzada anterior.

Un 5,12% de los sujetos de la muestra tenían mordida abierta anterior y en un 5,98% se observó mordida borde a borde.

El 34,18% de los sujetos tenía sobremordida de uno a tres milímetros y un 54,7% de la muestra tenía la sobremordida mayor a cuatro milímetros.

Se encontró resalte menor que cuatro milímetros en setenta y tres niños (61,86%), resalte mayor o igual a cuatro milímetros en cuarenta y cinco niños (38,13%).

Un 15,83% (n=19) de la muestra tenían algún hábito de interposición al tragar y/o hablar (nueve niños con interposición de lengua, tres niños con interposición de labio y siete con interposición de lengua y labio).

La asimetría de la cara fue observada en un 17,5% de la muestra.

Según la hiperlaxitud muscular, un 87,5% de la muestra (n=105) fue clasificado como leve, un 11,66% como moderada y solamente un niño fue clasificado con hiperlaxitud severa.

5.2. ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LAS VARIABLES DEPENDIENTES.

Respecto a la desviación en la apertura, los resultados encontrados en el examen clínico muestran que un 20% de la muestra (ocho varones y dieciséis mujeres) presentaron desviación en la apertura.

En cuanto a la presencia de salto condilar, se registró en doce niños, cinco varones y siete mujeres (10,1%), siendo que ocho niños presentaran salto condilar del lado derecho, dos del lado izquierdo y dos en ambos lados.

Las cotas mínima y máxima de apertura máxima de la boca en la muestra estudiada fueron de 30 y 58 milímetros. Fue clasificada en menor o igual a 35 milímetros, de 35,1 milímetros a 39,9 milímetros y mayor o igual a 40 milímetros, los porcentajes obtenidos fueron 8,5% (n=10), 15,3% (n=18) y 76,3% (n=90) respectivamente. No fue posible tomar la medida de la apertura máxima interincisal de 2 sujetos de la muestra debido a que tenían los incisivos centrales superiores recien erupcionados en boca.

El valor medio para la lateralidad fue de 8,95 milímetros para la derecha y de 8,6 milímetros para la izquierda. La lateralidad derecha mínima encontrada fue de 2 milímetros y la máxima de 14 milímetros, lateralidad izquierda mínima 4 milímetros y máxima 13 milímetros.

En un total de veintidós niños (18,3%) se detectó dolor a la palpación en algún músculo examinado. El 9,2% (n=11) del total de la muestra presentó dolor a la palpación del músculo masetero, un 10,8% (n=13) en los músculos cervicales y solamente en un niño se detectó dolor en la palpación del músculo temporal derecho e izquierdo.

La rigidez a la palpación muscular fue detectada en un 20,8% de la muestra, tres niños en el músculo masetero (un niño del lado derecho y tres del lado izquierdo) y veintiún niños en los músculos cervicales (seis del lado derecho, catorce bilateral y uno del lado izquierdo).

En un 10% de la muestra se detectó ruidos en la ATM, en nueve niños se observó clic y en tres crepitación.

Un 60% de la muestra (54,6% de los niños y 66% de las niñas) presentó al menos un síntoma de DCM, siendo que el 42,5% de los niños registró un síntoma, el 12,5% presentó dos síntomas, tres niños presentaron tres síntomas y dos niños presentaron cuatro síntomas.

Un total del 50,83% de la muestra (40,6% de los niños y 62,5% de las niñas) presentó de uno hasta tres signos de DCM. En el 25% se registró un signo, un 19,16% presentó dos signos y ocho niños tenían tres signos de DCM.

Considerando los denominados signos y síntomas de DCM como variables dependientes, se ha estudiado la asociación con cualquiera de las denominadas variables independientes para saber si existe o no asociación positiva. No fue posible analizar las variables: dolor a la apertura, lateralidad y dolor a la palpación del músculo temporal por la escasa prevalencia detectada.

5.3. RELACIÓN ENTRE LAS VARIABLES DEPENDIENTES Y LAS

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