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ASOCIACIONISMO DEL SIGLO X

Descartes, holgazanería social y dos beatles

ASOCIACIONISMO DEL SIGLO X

Las ideas de David Hume y David Hartley se pueden considerar como ideas de transi- ción entre las ideas de los empiristas y las de los asociacionistas británicos. En tanto que los primeros empiristas habían analizado la mente en sus partes componentes, Hume y Hartley comenzaron a buscar las leyes que describieran cómo se conectaban o combina- ban esas partes.

David Hume (1711-1776)

David Hume nació en Escocia y fue educado en la Universidad de Edimburgo. Como estudiante estaba interesado en la ciencia de la vida mental, llamada en ese momento filosofía pneumática; es decir, filosofía relativa a las expresiones de la fuerza vital de la vida a la que los griegos llamaban pneuma. En la filosofía pneumática los humanos son considerados parte de la naturaleza, por lo que se concluye que deberían ser estudiados con los métodos de las ciencias naturales. La filosofía pneumática incluyó un estudio de la vida mental y un intento por establecer los principios subyacentes a las operaciones mentales. Los trabajos más importantes de Hume para la psicología fueron Un tratado

sobre la naturaleza humana (1739) y Una investigación sobre el entendimiento humano (1748). Estos libros sólo tuvieron un éxito mediano, no alcanzaron la popularidad suficiente como para satisfacer al intensamente autocrítico Hume o para asegurarle una posición académica. Dos veces buscó sin éxito una cátedra sobre filosofía pneumática, por lo que se volvió hacia la política y la diplomacia, en donde ocupó diversos puestos hasta culmi- nar con su nombramiento como subsecretario de Estado. En 1716 Hume publicó Historia de Inglaterra, un trabajo que fue un éxito y que hizo que se reconociera su nombre, aun- que no como filósofo.

En el Tratado, Hume estableció la distinción entre las impresiones y las ideas. Él con- sideraba que éstos son contenidos mentales diferentes en el grado de fuerza o vivacidad con la que se imprimen en la mente. Las ideas, según Hume, eran copias débiles de las

impresiones, muchas de las cuales provienen de las sensaciones. Sentir es casi todo. Para él, senso ergo sum (siento, luego existo). De acuerdo con Hume, existe una conexión cau- sal entre impresiones e ideas; al ocurrir juntas, se llegan a asociar, y la idea llega a pare- cerse a la impresión. Uno de sus planteamientos es que las ideas simples se combinan en la mente para formar ideas complejas de acuerdo con tres leyes o principios de asocia- ción: semejanza, contigüidad, ya sea en tiempo o espacio, y relaciones de causa y efecto.* En la introducción de Una investigación sobre el entendimiento humano, Hume defendía una nueva ciencia de la naturaleza humana diferente de la filosofía. Los seres humanos son parte de la naturaleza y deben ser estudiados utilizando los métodos de las ciencias naturales. Los sistemas de ética, la conducta política, el criticismo y la razón, y la conducta moral deben ser todos descritos y explicados. Todos ellos eran considerados por Hume como productos naturales de los procesos mentales, los que según él, podían ser estudia- dos en forma científica. Su ensayo tuvo poco impacto en sus semejantes, pero su suge- rencia de una nueva ciencia de la naturaleza humana preparó el camino para que Wundt estableciera, cerca de 100 años después, una ciencia de la mente.

David Hartley (1705-1757)

El trabajo más importante de David Hartley para la psicología fue Observaciones sobre el Hombre (1749). Hartley fue preparado para ser ministro de la Iglesia de Escocia (presbiteriana), pero se encontró incapaz de aceptar ciertas doctrinas teológicas, por lo que cambió su profesión por la medicina. Como se podía esperar de un médico, su orien- tación estaba lejos del común en la fisiología entre los asociacionistas británicos. Según Hartley, tanto mente como cuerpo debían estudiarse porque están relacionados de ma- nera biológica. Específicamente localizó las facultades mentales en el cerebro e hizo no- tar que:

la perfección de nuestras facultades mentales depende de la perfección de su sustancia (sustancia medular blanca del cerebro); que todas las lesiones en ella afectan de forma proporcional a la preparación de las ideas; y que no pueden ser restauradas en su curso natural hasta que tales lesiones sean reparadas. Los venenos, los licores espirituosos, los narcóticos, las fiebres, los soplos en la cabeza, etcétera, todos, afectan de forma clara, a la mente por desordenar la sustancia medular. Y las evacuaciones, el descanso, las medici- nas, el tiempo, etcétera, restauran, también de manera clara, a la mente hasta que recupera su estado inicial, por medio de la reversión de los efectos antes mencionados. (Hartley, 1749/1912, p. 317)

Algunas de las observaciones de Hartley fueron notablemente precisas. Él describió las postimágenes positivas tanto para estímulos visuales como auditivos: la impresión de una vela que continúa después de que se apagó la flama, la impresión de una nota que continúa después de que el acorde deja de tocar. ¿Por qué tenemos esas postimágenes? Hartley sostuvo que los objetos en el mundo externo actúan sobre nuestros órganos sen- soriales causando partículas medulares Ínfinitesimalmente pequeñas que vibran en los

* La teoría de Hume sobre la causalidad con frecuencia es considerada como su contribución más importante a la filosofía. Pero también es intrincada y compleja. A. J. Ayers en Hume (capítulo 4) provee un claro perfil de su postura acerca de la causación que puede ser seguida por el lector no especialista.

nervios y luego en el cerebro. Estas vibraciones continúan durante un breve lapso des- pués de que el estímulo desaparece; así es como se forman las postimágenes.

En el cerebro, las vibraciones y las ideas se asocian cuando ocurren en forma simul- tánea un número suficiente de veces. En su Proposición XI, Hartley describió este proce- so reverberante:

Cualquier Vibración A, B, C, etc., que se asocia con alguna otra un número suficiente de veces, obtiene tal poder sobre a, b y c correspondientes a Vibraciones miniatura, que cual- quiera de las vibraciones A, cuando se imprimen solas, pueden ser capaces de excitar a b, c, etc., en la mente, o sea a las vibraciones miniatura. (Hartley, 1749/1912, p. 325)

De acuerdo con Hartley, tales asociaciones eran básicas para todas las ideas, opinio- nes y afectos. El asociacionismo de Hartley tiene bases biológicas que no existían en las teorías de sus predecesores o en las de los asociacionistas que lo siguieron. Él recurrió a sus experiencias clínicas como médico y como científico biológico; experiencias que no estaban disponibles para los demás filósofos de su época. Su trabajo anticipó una rama de la psicología que no sería establecida hasta después de 100 años, la psicología fisioló- gica.