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2.3.1 Bajo nivel de ingresos.

In document V. ESCENARIO ENERGETICO DE REFERENCIA (página 76-81)

Son los sectores de menor nivel de ingreso los que deberían afrontar inversiones adicionales para mejorar su equipa- miento y eficiencia en el consumo de energía. Aunque en muchas oportunidades sea posible demostrar que el análisis incluyendo todo el ciclo del proyecto demuestra una rentabilidad económica positiva, la incapacidad para afrontar mayores costos de inversión actúa como la barrera más importante a un mejor uso de la energía.

En tal situación, el costo de las tecnologías eficientes en el uso de la energía puede estar fuera del alcance de las po- sibilidades económicas de las familias más pobres.

2.3.2 Dificultades de acceso al financiamiento

A los aspectos ya desarrollados en el punto anterior, deben adicionarse las propias condiciones del sector residencial para quienes se pueden dar dos situaciones:

a) Estar habilitados para recibir créditos (solvencia), pero enfrentarse a condiciones de plazos, tasas y otros costos que no son adecuados para su asignación presupuestaria al ahorro de energía.

b) No poder demostrar solvencia (precariedad de empleo, bajo nivel de ingreso, etc.) y tener vedado, en consecuen- cia, el acceso a cualquier alternativa de financiamiento.

En efecto, pese a que a la larga el seguir usando leña resulte mas caro, el desembolso inicial que necesariamente se deberá hacer, ya sea que se opte por utilizar GLP o continuar usando leña modificando la hornilla tradicional por una mejorada o adquirir una turbococina, puede estar fuera del alcance de los usuarios de bajo nivel de ingreso. Para te- ner acceso a esas tecnologías deberá existir fuentes de financiamiento adecuado que faciliten su adquisición. Todos los esfuerzos de promoción del uso de las tecnologías mencionadas se han encontrado con el obstáculo que dada la precariedad del trabajo o irregularidad del ingreso de los usuarios, se les ha impedido acceder a algún tipo de finan- ciamiento por los canales formales. Esta barrera la enfrenta también la introducción de sistemas fotovoltaicos en sus- titución del uso kerosene para proveer de iluminación a nivel doméstico en las zonas rurales.

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Si deben contabilizarse en la actividad de Quema de Combustibles las emisiones de los otros gases (CO, CH4, etc.). De hecho las emisiones netas asociadas a los procesos de Deforestación (corte de leña anual por encima de la capacidad de regeneración de

los bosques) deben imputarse a la actividad Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura, pero no a la actividad quema de combus-

2.3.3 Carencia de información

La falta de información adecuada sobre el uso, ventajas, rendimientos, precios y beneficios, en general, de las tecno- logías más eficientes actúa como una barrera adicional que, muchas veces, tiene una importancia significativa. Gran parte de los consumidores de leña tanto en el área rural como en las urbano-marginales, tienen poco o ningún conocimiento del costo real que indirectamente tienen que pagar para continuar usando el recurso de la forma tradi- cional. Se deberá proveer de mejor orientación sobre estos costos y de información acerca de las alternativas energé- ticas así como los beneficio de las nuevas tecnologías.

2.3.4 Ampliación de la red de distribución de energía eléctrica

Considerando que ninguno de los segmentos de la cadena eléctrica es Servicio Público, y sobre todo la distribución, la sustitución de kerosene por energía eléctrica para satisfacer las necesidades de iluminación en el área rural enfren- ta una seria barrera. Bajo la actual normativa, el mercado se orienta a garantizar la demanda de grandes consumido- res y se desalienta la atención a usuarios menores o marginales impidiendo la penetración de la electricidad en susti- tución de otras fuentes más emisoras.

2.4

Sector Industrial y Resto Sectores

Tal como se indica en el escenario de mitigación, las pautas consideradas para la reducción de emisiones en estos sectores están asociadas principalmente a la instalación de equipos más eficientes, a la sustitución de combustibles y al desarrollo de programas de eficiencia energética.

Las barreras que se prevé puedan presentarse para concretizar las medidas propuestas son: el alto grado de incerti- dumbre del contexto socioeconómico mundial, la baja incidencia en los costos de producción, el incipiente desarro- llo del mercado de capitales, la inadecuada asesoría a las gremiales empresariales, el nivel de desarrollo alcanzado por las empresas distribuidoras de energía eléctrica, las dificultades de acceso a tecnología apropiada, la incertidum- bre sobre el desempeño de tecnologías energéticamente eficientes y los altos costos de inversión.

2.4.1 Alto grado de incertidumbre del contexto socioeconómico mundial.

Las nuevas condiciones de funcionamiento de la economía mundial, especialmente la marcada inestabilidad regis- trada en los últimos años en los mercados mundiales y regionales, han dado lugar a un clima de fuerte incertidumbre que afecta el proceso de inversión. Dentro de tales condiciones, las empresas tienden a postergar todas aquellas in- versiones que no sean esenciales para su supervivencia en el mercado dentro de un horizonte de corto - mediano plazo. En tal caso, salvo que se trate de actividades en las que la energía constituya una porción significativa de los costos de producción, las inversiones requeridas para mejorar la eficiencia energética no tendrán carácter prioritario.

2.4.2 Baja incidencia en los costos de producción

En muchas actividades productivas locales, la baja incidencia de los insumos energéticos en los costos de producción hacen que las inversiones vinculadas a la mejora de eficiencia energética no entren dentro de las prioridades de las empresas, a pesar de la alta rentabilidad microeconómica de tales proyectos de inversión. Este tipo de comportamien- to se observa con muy alta frecuencia en el estrato de pequeñas y medianas empresas

2.4.3 Incipiente desarrollo en mercado de capitales

Si bien existen medidas que tratan de crear condiciones para un mercado de capitales, dicho desarrollo es aun muy incipiente y no provee una oferta diversificada de financiamiento, especialmente de largo plazo. Este tipo de condi- ciones del mercado de capitales limita considerablemente el acceso al financiamiento de las inversiones y constituye una de las principales barreras para la viabilidad de mejoras en la eficiencia energética.

2.4.4 Inadecuada asesoría a las gremiales empresariales

En las actividades productivas donde el insumo energético tiene poca significación dentro de los costos de produc- ción y/o los actores productivos están muy atomizados, las organizaciones gremiales pueden constituirse en un canal importante para viabilizar ciertas acciones de eficiencia energética. Sin embargo, la falta de personal especializado y de promoción por parte del gobierno constituyeron también aquí una limitación importante.

2.4.5 Nivel de desarrollo alcanzado por las empresas distribuidoras de energía eléctrica.

En términos generales, las empresas distribuidoras de energéticos (especialmente electricidad) han tendido a limitar sus preocupaciones a las cuestiones ligadas con la oferta y, por tanto, no se han preocupado por desarrollar capacidad de gestión de la eficiencia energética por el lado de la demanda. Tampoco disponen de personal especializado para prestar ese tipo de servicios. Luego de las reformas, la desintegración vertical y la apertura a la competencia de una parte significativa del mercado de consumo no contribuye a modificar aquella conducta de los distribuidores.

2.4.6 Dificultades de acceso a nuevas tecnologías

En términos generales, las tecnologías que permitirían aprovechar los potenciales de ahorro energético (de acuerdo con el estado del arte en ese campo) se originan en los países altamente industrializados y, por tanto, su transferencia a los países en desarrollo puede concretarse a través de licencias para la producción local y/o la importación. En mu- chos casos, la producción local de este tipo de equipamiento está restringida por la amplitud del mercado y por otra parte, el flujo a través de la importación está limitado por la no disponibilidad de oferta de los servicios de manteni- miento y/o reparación a nivel local.

A pesar de los avances asociados con la globalización de las comunicaciones y el acceso a la información por medios electrónicos, los flujos de información correspondientes a los avances tecnológicos están aun afectados por barreras significativas, al menos para buena parte de los actores pertinentes para las decisiones de ahorro energético.

2.4.7 Incertidumbre sobre el desempeño de tecnologías energéticamente eficientes

Puesto que los actores pertinentes en las decisiones de inversión en eficiencia energética están poco familiarizados con las tecnologías requeridas para llevarlas a cabo, se presenta generalmente un alto grado de incertidumbre sobre el desempeño efectivo de las mismas. Tampoco se tiene claridad sobre los costos de operación y de aquellos que supo- nen los servicios asociados al mantenimiento, en un contexto muy diferente al de los países donde se han desarrolla- do tales tecnologías. Estas incertidumbres suelen actuar negativamente sobre la concreción de las decisiones de in- versión en general y por tanto, de aquellas que se relacionan con una mayor eficiencia energética.

2.4.8 Los altos costos de inversión

En términos generales, las tecnologías energéticamente eficientes suponen un alto costo de inversión, atendiendo al tipo de actor considerado (familias, empresas). Estos altos costos iniciales para la implementación de acciones de eficiencia energética constituyen por sí mismos una barrera, que se ve reforzada ante la ausencia de líneas adecuadas de financiamiento.

A partir de la identificación de las principales barreras que pueden tener relevancia en el caso de El Salvador, resulta claro que el desarrollo de acciones de mitigación requiere de políticas activas que refuercen o corrijan la acción de los mecanismos de mercado.

3.

El marco institucional para la eficiencia energética y la mitigación de GEI

Se ha destacado que una de las principales barreras al incremento de la eficiencia energética está constituida por el vacío institucional. Es por esta razón que se considera pertinente incluir algunas consideraciones específicas sobre este tema.

Al examinar la experiencia internacional en la materia, se observa que aunque la mayor parte de los países cuentan con centros encargados de promover la eficiencia energética, existe una gran diversidad en lo que se refiere a la natu- raleza juridico-institucional y alcance de las funciones de tales entidades.

En parte, esta diversidad en el marco institucional para la promoción de la eficiencia energética se relaciona en gran medida con el alcance de los marcos legales. Las opciones van desde el diseño y la adopción de planes por parte de las empresas energéticas públicas caso brasileño 4, hasta el dictado de leyes más exhaustivas, caso japonés, francés, italiano, etc. que se aplican al conjunto de las actividades de las cadenas energéticas 5, así como al consumo final en todo el ámbito del país.

La promoción de la eficiencia energética supone la existencia de un conjunto de funciones: formulación de normas regulatorias, promoción (por medio de diferentes instrumentos), coordinación de las acciones de los actores involu- crados y de planes y programas e implementación de las mismas. La ejecución de las acciones específicas, tendientes al aprovechamiento de las oportunidades de eficiencia energética, puede quedar en esencia en manos de los actores más directamente vinculados (empresas energéticas, empresas de servicio energético, consumidores).

Sin embargo, la formulación de normas regulatorias, complementarias al marco legal básico, así como la promoción, son funciones de carácter necesariamente público que requieren de la existencia de una entidad especializada en el seno del aparato del Estado. Puede plantearse que, por razones de flexibilidad, resulta conveniente que el marco legal fundamental contenga tan solo los principios regulatorios básicos y la especificación de los instrumentos esenciales (instituciones y recursos).

Debido a la función de coordinación que dicha entidad debería tener a su cargo y atendiendo a la diversidad de repar- ticiones públicas implicadas en la promoción de la eficiencia energética, resulta aconsejable que, la misma sea ubi- cada desde el punto de vista orgánico como directamente dependiente de la Presidencia de la Nación o tenga un nivel similar al de un Ministerio.

Además de coordinar sus acciones con otras esferas del gobierno nacional (Energía, Industria, Comercio, Transporte, Agricultura, Minería, Medio Ambiente, Educación, etc.) el ente responsable de promover el uso eficiente de energía debería incentivar la participación de los gobiernos locales y de los actores privados más relevantes para los objeti- vos planteados en el marco legal básico (Empresas del sector energético, Empresas de servicios energético, Asocia- ciones empresarias, Organizaciones de consumidores, Asociaciones profesionales, etc.). Esta participación puede concretarse a través de mecanismos generales (más permanentes) o por medio de programas específicos. De cual- quier modo, la misma resulta esencial para generar el compromiso de la comunidad con las acciones que se pretende aplicar y para lograr la conciliación de intereses de los diferentes tipos de actores involucrados.

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Los principales programas de eficiencia energética son llevados a cabo por ELETROBRAS y PETROBRAS , a través de los programas PROCEL y CONPET, respectivamente.

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4.

Funciones y responsabilidades de los actores involucrados

La entidad pública responsable de la promoción del uso eficiente de la energía (Secretaría, Subsecretaría o Comisión) debería asumir, como funciones principales:

a) Dictar las resoluciones tendientes a especificar las normas legales y reglamentarias de orden superior referidas a la promoción del uso racional y eficiente de la energía.

b) Promover la investigación en materia de eficiencia energética y, en particular, realizar diagnósticos dirigidos a determinar con más precisión los potenciales de ahorro de la energía. Para la realización de ese tipo de trabajos de investigación, podría convocar a Universidades Nacionales y Centros o Institutos especializados.

c) Proveer información a los actores directamente involucrados acerca de las oportunidades de ahorro energético. d) Disponer la obligación de indicar en los equipos de utilización de la energía el grado eficiencia y, eventualmen-

te, acordar con los fabricantes o establecer de manera normativa estándares de eficiencia mínima.

e) Diseñar programas tendientes a promover la eficiencia energética, con la participación activa de las entidades públicas y privadas más directamente involucradas en cada uno de ellos.

f) Promover el desarrollo de las empresas de servicios eficiencia energética dentro de un enfoque de sustentabili- dad.

g) Promover la creación de redes de centros a nivel local, como mecanismo de descentralización para la ejecución de programas de eficiencia energética.

h) Administrar un fondo, con la participación de los principales actores públicos y privados, más directamente in- volucrados.

i) Realizar campañas de difusión, diseñar y promover acciones de capacitación generales (con la cooperación del Ministerio de Educación) y específicas (con el apoyo de Universidades y centros especializados, de carácter pú- blico o privado) y organizar eventos y congresos.

j) Cooperar en las tareas de fiscalización y control con las entidades de orden público directamente responsa- bles de los ámbitos específicos: Entes Reguladores, Ministerios, Secretarias, etc.

k) Fiscalizar el uso de los recursos de origen público dirigidos a la promoción de programas y acciones.

l) Gestionar ante bancos nacionales o ante la banca multilateral el otorgamiento de líneas de crédito promocionales para la implementación de acciones o programas de eficiencia energética.

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