B) NIVEL REGIONAL O PAIS
1.1.3 BASES TEÓRICAS Enfoque de Género
El que nos remite a las características que social y culturalmente se atribuyen a hombres y mujeres a partir de las diferencias biológicas constituyendo así lo que se conoce como género masculino y género femenino. Estas instrucciones culturales se muestran en los roles espacios y atributos.
Según uno de los estereotipos de género considera que los roles de la mujer son ser amas de casa, madre o sea estar dedicada a la producción y reproducción.
En este contexto el hombre es el proveedor económico, jefe del hogar y el que trabaja.
En cuanto a los espacios, el público le corresponde al hombre: la calle. En cambio a la mujer el espacio privado, la casa es para la mujer. El
salir de ella es visto como un riesgo que restringe su movilidad, creándole inseguridad que merma su autoestima.
Los atributos o características de su personalidad se vinculan con los roles. El hombre representa agresividad, fuerza, virilidad y la mujer es sinónimo de dulzura, debilidad, sacrificio y renuncia. Es así como adecuando roles, espacios y atributos se definen las identidades de género. Ruiz Bravo señala lo siguiente:
“Esto es el resultado de un largo proceso que se inicia en la familia, pasa por la escuela, se reafirma en el ambiente social, las instituciones y los medios de comunicación” (1996:8)
Es decir que la identidad de género está referida a un sentimiento de pertenencia al sexo femenino o masculino. A diferencia de otros tipos de identidades sociales (étnica, de clase, profesional o de cualquier organización social) que se fundan en posiciones que pueden variar en la vida del sujeto, la experiencia de nacer dentro de una categoría sexual es un hecho fundante de la subjetividad humana que se inscribe en el cuerpo y lo constituye en femenino, masculino o desviante. Como señala Lamas:
“El cuerpo es inseparable de la condición de género y este último
es la esencia de la misma identidad” (1995:62)
La identidad es el conjunto de representaciones del yo por el cual el sujeto comprueba que es siempre igual a sí misma y diferente de los otros, esta unidad es corroborada por el conocimiento de otros. Así
mismo la identidad es recreada a diario a través de la actuación cotidiana y del relato de sí mismo; y a los otros su biografía y en el acto mismo de relatarla, le confiere coherencia y continuidad, pero también es una construcción histórica ya que cada persona va reajustando a lo largo de las diferentes etapas de su vida y de acuerdo al contexto en el que actúa.
El género es pues una especie de filtro cultural con el que interpretamos el mundo y a nosotros mismos y también una especie de armadura con la que constreñimos nuestra vida (Lamas; 1995:62) ahí confluyen
desde estereotipos culturales del genero hasta las primeras sensaciones corporales y relaciones afectivas pasando por los avances de la historia personal y las vivencias relativas a la ubicación social del sujeto (clase social, etnia, edad). Es el punto de encuentro entre materia subjetiva y cultura. Fuller, señala lo siguiente:
“A pesar de ser un producto cultural, la identidad de género no
está abierta a la elección de cada sujeto; por el contrario, las
personas se ven forzadas a entrar dentro del esquema normativo
del sistema de sexo y genero de su cultura”(1997:19)
Así mismo en el estudio de la constitución de la identidad de género es necesario tomar en cuenta: los discursos, las representaciones de género, las instituciones de socialización que transmiten, refuerzan o difunden los discursos, roles, normas. Las relaciones sociales en las
que las representaciones de género son reproducidas, revisadas o cuestionadas por los actores sociales.
Enfoque de Desarrollo Humano
Desde mediados de los años 80 en el programa de las naciones unidas para el desarrollo (PNUD), se estudian las estrategias de desarrollo más adecuadas para superar los desequilibrios generados por los programas de ajuste estructural.
En los países en vías de desarrollo, siguiendo las teorías del economista hindú (Amartya Sen) plantea, el bienestar de los ciudadanos como principal objetivo de las políticas de desarrollo para lograr mayores niveles de ingreso.
El PNUD ha realizado algunas de las mayores contribuciones al concepto de desarrollo humano al concebir el mismo como “un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos para vivir como les gustaría”.
Utilizando dicha terminología, el Desarrollo Humano es un proceso mediante el cual se busca la ampliación de las oportunidades para las personas, aumentando sus derechos y sus capacidades. Para el PNUD las personas son la verdadera riqueza de las naciones y en donde el desarrollo consiste en la ampliación de las opciones que ellas tienen para vivir de acuerdo con sus valores y aspiraciones.
Por eso el desarrollo humano significa mucho más que el crecimiento del ingreso nacional per cápita, el cual constituye solamente uno de sus medios para ampliar las opciones de las personas.
El desarrollo humano exige una articulación de esfuerzos y avances en todos los ámbitos, tiene carácter integral y transdisciplinar. Los instrumentos comprenden aspectos económicos, políticos, sociales e institucionales.
La acción complementaria de los diferentes sectores sociales es la que promueve mayores avances en el desarrollo humano: económico, social y político. Los múltiples actores del desarrollo deben articular lógicas de acción colaborativa entre ellos.
“El desarrollo humano es un proceso en el cual se amplían las
oportunidades pueden ser infinitas y cambiar con el tiempo. Sin
embargo a todos los niveles del desarrollo, las tres más esenciales
son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir
conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para
lograr un nivel de vida decente. Si no se poseen estas
oportunidades esenciales muchas otras alternativas continúan
siendo inaccesibles” (PNUD, 1999: 159)
El proceso de ampliación de las opciones de la gente y el nivel de bienestar que logran se halla en el centro del concepto de desarrollo humano. Esas opciones no son ni finitas ni estáticas. Sin embargo, independiente del nivel de desarrollo, las tres opciones esenciales de la
gente son: vivir una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para tener un nivel de vida decente. Pero el desarrollo humano no concluye ahí. Otras opciones, a las que muchas personas asignan gran valor, van desde la libertad política, económica y social hasta las oportunidades para tener una vida creativa y productiva y disfrutar del respeto por si mismo y de la garantía de los derechos humanos.
En el enfoque de desarrollo humano, se configuran tres principios esenciales: la participación, la equidad y la sustentabilidad; pero simultáneamente el crecimiento económico es el marco que permite su concreción.
La participación: indica que las personas son gestoras de su propio destino. Ellos son, a la vez, sujeto y fin del progreso humano.
La equidad: es la igualdad de los seres en el acceso a las oportunidades, desde la perspectiva del desarrollo humano, es preciso eliminar todas las barras que obstaculizan las oportunidades económicas, políticas y sociales (raza, sexo, etc.).
La sustentabilidad: se fundamenta en la aspiración ética de asegurar igual de oportunidades, tanto a las generaciones presentes como futuras y también en la necesidad de garantizar la supervivencia del planeta y de sus habitantes.
Cooperación: los seres humanos sobreviven en una compleja red de estructuras sociales, que va de la familia al estado, de los grupos locales de autoayuda a las empresas multinacionales. Este sentido de pertenencia es una fuente importante de bienestar; proporciona placer y sentido, una percepción de tener propósito y significado.
Seguridad: millones de habitantes de países en desarrollo viven al borde del desastre, incluso en los países industrializados, la gente está expuesta constantemente a riesgos debido a la delincuencia, la violencia o el desempleo. Durante mucho tiempo, la idea de la seguridad se ha relacionado con la seguridad policial, sin embargo, una de las necesidades más básicas es la seguridad de poder ganarse el sustento. junto con eso , la gente quiere además estar libre de amenazas crónicas, como la enfermedad o la represión, así como de perturbaciones súbitas y nocivas en su vida cotidiana.
Enfoque de Derechos Humanos
Este enfoque interviene sobre consecuencias de pobreza y exclusión y no sobre causas estructurales están referidos al ejercicio de los derechos hecho que afecta las seguridades y genera vulnerabilidades sobre todo en los grupos más vulnerables. En términos generales tener un derecho es tener una reivindicación contra otras personas que
apoyan o colaboran en garantizar el acceso a alguna libertad. Los derechos con frecuencia se refieren a condiciones básicas requeridas entre otras cosas para desarrollar capacidades individuales o colectivas y para acceder a oportunidades que permitan tener un desarrollo humano sostenible, los derechos humanos siempre reivindican a una persona ya sea adulta o niño sobre las que se recae la obligación de atenderlos.
Los derechos humanos están vinculados a los procesos orientados hacia el desarrollo humano complementándose mutuamente, este se centra en el fortalecimiento de capacidades y libertades humanas, el goce de todos los derechos constituye a la vez la condición y la finalidad del derecho al desarrollo.
Al constituir el aporte de la estrategia de lucha contra la pobreza, la participación de toda población, especialmente la que vive en situación de pobreza, y la voluntad política de escucharlos y darles la oportunidad de ser partícipes en la mejora de sus condiciones de vida y proceso de desarrollo de su entorno y del país. La mujer afrontando un papel protagónico en una deficiente ciudadanía, ya que no cumple todos los derechos que esta se la asignan, si no por satisfacción necesidades básicas y por tomar protagonismo como mujer y esto lo efectúa ardorosamente en las organizaciones en las organizaciones sociales de base; como lo define el enfoque de capacidades ciudadanas; “ el
de ciudadanía, cuestionando la idea de los derechos universales
con el argumento que estos constituyen obstáculos y costos muy
altos para la acción modernizante del mercado, proponiendo en su
reemplazo políticas sociales focalizadas en los sectores más
vulnerables, definidos como carentes. En esta tarea, para
compensar la contracción del estado, se convoca a la sociedad a
participar, asumiendo responsabilidad en el combate de la
pobreza, en nombre de la solidaridad con los pobres y despojando
de todo significado político critico… los ciudadanos , sobre todo
los pobres, son considerados como meros beneficiarios de los
programas focalizados de lucha contra la pobreza, sin que la
sociedad civil o las ONGS , encargadas de la ejecución de estos
programas sean consultadas, como propone el proyecto
neoliberal” (PANFICHI, Aldo.2007:19-22)
Enfoque Antipobreza
A mediados de los años 60 y comienzos de los 70, el cambio de las políticas de desarrollo basadas en el crecimiento económico por las estrategias dirigidas a la redistribución y al empleo, produjo un nuevo enfoque de políticas orientadas hacia la mujer; el enfoque antipobreza. Este enfatiza y vincula el problema de la pobreza a la desigualdad económica entre hombres y mujeres. Orientada a la promoción de un crecimiento económico balanceado y la reducción de la pobreza, esta
perspectiva reconoce, también, la necesidad de un aumento en la productividad de la mujer de bajos ingresos, por lo tanto, resulta la clave tener en cuenta su papel productivo. Este enfoque atribuye los orígenes de la pobreza de la mujer y su desigualdad con el hombre, a la negociación a la propiedad privada de tierra y capital, y a la discriminación sexual en el mercado de trabajo”. (BARRING, Maruja; 1988:58).
La presencia de la mujer dentro de los programas sociales hace que sean más efectivos porque los resultados responden a sus necesidades y a las de su hogar. Por ello la participación productiva se considera fundamentalmente en el desarrollo económico.
“El enfoque de eficiencia este enfoque reconoce que la mujer tiene
una responsabilidad primordial en el bienestar del hogar y es,
también, la usuaria principal de la vivienda y de los servicios. Por
ello, la mayor dedicación de las mujeres, llevaría al éxito este tipo
de programas y proyectos, pues su participación garantizara
resultados más eficientes, con una reducción de costos y un
mayor rendimiento” (BARRING, Maruja; 1988:60).
La participación de la mujer en los diferentes programas sociales que implanta el estado, es la mejor manera de darse cuenta que la mujer está tomando protagonismo dentro de la sociedad; sociedad misma que la limita a realizar ciertas tareas; por su misma condición de mujer; de tal manera que a pesar que las políticas y programas sociales en un
comienzo tuvieron el objetivo de satisfacer las necesidades de las mujeres tomándolas como vulnerables; sin embargo indirectamente han ido generando en ellas una participación más activa y eficiente, dándoles funciones como la líder de un grupo, tomando en cuenta sus opiniones y dándole un rol más productivo dentro de la sociedad.
Enfoque de Igualdad o Autonomía
Para este enfoque, “una mayor igualdad entre hombre y la mujer
traerá como resultado un aumento en el crecimiento económico.
Dicha igualdad se lograría mediante la distribución de recursos y
de poder entre hombres y mujeres, en donde estas saldrán
ganando y los hombres perdiendo” (BARRING, Maruja; 1988:61).
Pero sin embargo la mujer está tratando inconscientemente, hacer cumplir sus derechos como ciudadana y mujer; como lo establece el enfoque de derechos humanos.
1.1.4 MARCO CONCEPTUAL