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Breves consideraciones sobre el concepto de método en Aristóteles y la teoría del Regressus

4. Acerca de la presente interpretación

1.2 Aristóteles: ciencia y método

1.2.4 Breves consideraciones sobre el concepto de método en Aristóteles y la teoría del Regressus

Al parecer es discutible si la concepción de la demostración científica que ofrece Aristóteles en Analíticos Segundos incluye o no un método para descubrir nuevas verdades (Jardine, 1976 p. 281 y p. 287). De todos modos, es plausible pensar que solo se expone allí un método de justificación o fundamentación del conocimiento y, si es que Aristóteles se ocupó de hecho de un método heurístico, esto quedaría más bien circunscripto al ámbito de la dialéctica. Dicho brevemente este, sería el método

16 El análisis de Vigo que aquí seguimos remite a diferentes partes de Metafísica VII, especialmente 10-

encargado de obtener los principios de las demostraciones a través de la inducción o epagogé (Robin, 1944 pp. 41-44; Vigo, 2007 pp. 51-53).

En este punto, y teniendo en cuenta el objetivo propedéutico de este capítulo, es importante hacer una aclaración respecto del concepto y del término método. Ciertamente, la cuestión del método guía nuestra exposición y nos hemos referido reiteradamente al método aristotélico. Sin embargo, debemos notar que Aristóteles no ha utilizado el término método propiamente dicho –es decir, méthodos- en el contexto de los Analíticos Segundos. Por otro lado, el uso que hace de dicho término en otros contextos generalmente es para referirse a métodos dialécticos o de indagación discursiva (Gilbert, 1960 p. 10 y pp. 40-42)17. Podríamos preguntarnos frente a esta situación si efectivamente Aristóteles trata del método científico18. Evidentemente, no está presente en él de manera definida la idea de un método tal como la que aparecerá más tarde en el renacimiento y luego en la modernidad. Este hecho, no obstante, no vuelve incorrecta la denominación de “método aristotélico” con la que la mayor parte de los comentadores se refieren a la teoría de la demostración de los Analíticos, pues, ciertamente, la serie de elementos que conforman la manera científica de demostrar, sin dudas se acercan a lo que hoy llamaríamos un método de demostración. De todos modos, nos parecía oportuno señalar que la denominación no pertenecía al propio Aristóteles. En cuanto al título que lleva la obra, esto es, Analytiká, al parecer caben varias significaciones. No obstante, según Alejandro de Afrodisia, entre los varios sentidos con que Aristóteles habría utilizado el término, el más propio aquí tendría que ver con la reducción de los silogismos a un determinado esquema (Gilbert, 1968, p. 32).

Ahora bien, más allá de esa observación, es claro que en Analíticos Segundos la preocupación central de Aristóteles es establecer los requisitos que deberá cumplir cualquier conocimiento que pretenda ser considerado científico (Barnes, 1993 pp. 59 y ss.) y a este fin dedica la primera descripción desde una perspectiva meta-teórica de un modelo de ciencia axiomatizado (Vigo, 2007 p. 50). Aquí es importante señalar que para realizar dicha descripción Aristóteles habría tenido en mente el modelo geométrico de demostración –esto es, el modelo sintético- utilizado por Euclides. Cabe aclarar, además, que si bien la obra de éste último es posterior a los Analíticos, la forma de

17 Por lo que respecta al primer uso técnico del término y al nacimiento del concepto de “método” Gilbert

sostiene que este se encuentra en el Fedro de Platón (1960 p. 4).

18 Según refiere Gilbert este fue un tema de discusión importante en el renacimiento, junto con la pregunta

de si Aristóteles aplicó o no, en sus propias investigaciones, los métodos sobre los que teorizó (Gilbert, 1960 p. 9).

demostración plasmada en los Elementos habría sido conocida ya por los geómetras antes que el propio Euclides produjera su gran síntesis y de ellos habría extraído Aristóteles su ideal de ciencia (Robin, 1944 pp. 60-61; Ross 1981 pp. 56-57; Barnes, 1993 p. 45).

Cabe destacar, por otra parte, que a pesar de esta visión predominante de lo que se denomina el “método aristótelico” como un método de demostración, parece haber una conexión histórica de dicho método con el método de descubrimiento de los modernos. En efecto, según Jardine, Averroes, tomando como base la interpretación de Temistius y Simplicio de unos conocidos pasajes de la Física donde Aristóteles habla de dos técnicas de presentación –una que va de lo universal a lo particular y otra que va de lo particular a lo universal- y combinándola con los pasajes de Analíticos Segundos donde se trata de la demostratio quia o hoti y de la demostratio propter quid o di’ hoti, consideró que Aristóteles había propuesto un método para las ciencias y dio los primeros pasos en lo que posteriormente se conocería como “método del regressus” (Jardine, 1976 p. 287)19. Este método consiste, según Jardine, en los siguientes pasos: 1) mediante la observación obtenemos conocimiento accidental del efecto; 2) luego, en virtud de la demostratio quia –o methodus resolutiva- obtenemos conocimiento de la causa próxima; 3) finalmente, a través de la demostratio propter quid –o methodus compositiva-, obtenemos conocimiento absoluto del efecto, esto es, vemos qué ocurre y por qué ocurre (Jardine, 1976 p. 288 y p. 296). Aunque es cierto que los elementos que aparecen en los pasos mencionados ya estaban presentes en la teoría de la ciencia aristotélica, como señala Jardine, no formaban una unidad orientada al descubrimiento (1976 pp. 283-284; pp. 288-289). La elaboración posterior que dio cierta fama y renombre a esta concepción, como método de descubrimiento, se debió a Zabarella y otros aristotélicos del renacimiento –Nifo y Balduino-, quienes, a partir de una nueva interpretación de los textos aristotélicos, reelaboraron y pulieron la antigua teoría del regressus, fundamentalmente con vistas a resolver el problema de la circularidad (Cassirer 1953 pp. 164-65; Jardine, 1976 p. 289). Más adelante, en este capítulo, retomaremos la concepción del lógico paduano.

19 El mismo autor sugiere varias razones que condujeron a este cambio de perspectiva con respecto a la

concepción del método aristotélico. (1976 pp. 283-286) En realidad el pasaje de Aristóteles habla de la forma en que accedemos al conocimiento. Esto es, desde lo más conocido para nosotros hacia lo más claro y cognoscible en sentido absoluto. Aristóteles agrega que lo más conocido para nosotros se da a través de la sensación y normalmente es confuso y general (kathólu, pero en el sentido de una totalidad). Una vez que este todo confuso es analizado saltan a la luz los elementos particulares que lo componen (Física, I 184ª-184b).

Por lo pronto, concluyendo esta cuestión, podría decirse que el método del regressus tal como lo exponen los aristotélicos del renacimiento, se acerca más a la idea de método tal como aparecerá en la modernidad, aunque mantenga importantes diferencias con esta (vid. Jardine, 1976 pp. 303-304 y p. 314). En efecto, no sólo representaría una innovación respecto a la concepción de Aristóteles sino también, en cierto modo, un cambio de sentido que prefigura el método al estilo cartesiano. Pues, mientras que la preocupación del estagirita estuvo centrada en la fundamentación, los teóricos del regressus, sin dejar de lado la fundamentación, pusieron cierto énfasis – ausente en los escritos del maestro- en la cuestión heurística, vale decir, en establecer una serie de procedimientos destinados a garantizar el descubrimiento de la verdad.

1.3 Los métodos geométricos de demostración