Capítulo 2: Metodología
2.1. Caracterización de la metodología
Se realizó inicialmente una revisión completa y juiciosa de la epistemología y de la metodología de la investigación, con el fin de recaudar un acervo teórico que permitiera explorar las mejores alternativas para llevar a cabo este proyecto. (Stenhouse, 1987; Pita & Pértegas, 2002).
Se inició con la exploración sobre el enfoque hermenéutico de la investigación, y se revisaron los tres paradigmas tradicionales:
Positivista o analítico-empírico,
Hermenéutico - fenomenológico, interaccionista simbólico o interpretativo, y Sociocrítico, emancipador o sociopolítico.
De éstos, se consideró realizar una investigación fenomenológica, ya que este enfoque explora la manera como los sujetos de investigación viven su experiencia, y ésta aproximación considera esta experiencia como significativa, importante y trascendente, lo que en esta investigación se traduce en la búsqueda de la experiencia y prácticas docentes de los especialistas estudiados.
La fenomenología, postulada inicialmente por Husserl y desarrollada posteriormente por Fischer en el modelo de Fenomenología Pedagógica (1914), tiene por objeto el fenómeno educativo social que pone de manifiesto el núcleo constitutivo ("los aspectos invariantes") de una situación estudiada y a partir de él conceptualiza sobre el tema (Formoso, 1988).
En la fenomenología pedagógica se contemplan tres etapas en la investigación:
La fase de liberación de los prejuicios, que busca desnudar al investigador de sus supuestos previos para que pueda apreciar y captar mejor el fenómeno, mediante una "epojé" artificiosa que lo sensibilice a lo que va a observar.
La descripción, núcleo principal del modelo, que es de carácter acumulativo, y La comprensión de la esencia, cuya meta final es la conceptualización sobre el
fenómeno.
Respecto a la caracterización epistemológica de la investigación, se trató de un estudio de corte alternativo, como lo proponen Páramo y Otálvaro en 2008. Estos autores centran su atención en la postura epistemológica del investigador, y abstraen el debate de la clasificación usual en metodología de la investigación, que centra el objeto de la discusión en el método propiamente dicho; por esto, deja al investigador en libertad para decidir el método y la técnica de recolección según el sujeto de la investigación y, da incluso la oportunidad de que se empleen, en la misma investigación, múltiples técnicas para su estudio.
De igual forma, éstos autores consideran que la producción del conocimiento no debe sujetarse a instrumentos o metodologías rígidas, sino que la elección del medio para llegar a dicho conocimiento depende de la elección del investigador, de la manera como considera más apropiado aproximarse a la realidad. Por esto, se decantan por
paradigmas o posturas epistemológicas, centradas en el sujeto y no en el método:
La postura epistemológica que se adopte es la que debe entrar a determinar el uso que hagamos de las técnicas y la interpretación que se haga de la información recogida, y estas las que determinen el enfoque epistemológico; no es la técnica de recolección de la información la que define el carácter de la practica investigativa, sino la postura desde la cual se problematiza el objeto de investigación, la manera como se recoja la información y la subsiguiente interpretación que se haga de los datos (p. 3).
De modo similar, para Pinilla y Páramo (2011), ésta distinción debe plantearse en los terrenos de lo epistemológico más que de los métodos, estrategias o técnicas de recolección de datos que necesita el investigador para adelantar su trabajo. El cuestionamiento entonces girará sobre el cómo entender la investigación en sí misma, el objeto de estudio y su propia aproximación a la realidad, y esta clarificación debe
despejar el camino para posteriormente definir que metodología y herramientas requiere el investigador para llevar a cabo su trabajo. (Dobles Yzaguirre, Zúñiga & García, 2006).
Esto conducirá a un investigador que sea "herramienta del conocimiento", como lo definen Bonilla-Castro y Rodríguez Sehk (1997, pp. 71-74), con las cuatro características que lo condicionan:
Creatividad y critica respecto al uso de los métodos que utiliza,
Capacidad de crítica informada, el mirar con un ojo entrenado la realidad, Entrenamiento académico y experiencia para organizar y controlar los datos. y Ser persona y profesional para encarar de manera integral el proceso.
Para la presente investigación se empleó una metodología de estudio de caso, según la definición de Eisenhart (citado por Páramo, 2011, p. 307): "Es una estrategia de investigación dirigida a comprender las dinámicas presentes en contextos singulares". Esta metodología busca entonces, comprender un fenómeno social relevante, con el fin de crear nuevas teorías o fortalecer las ya existentes para explicarlo.
El mismo Páramo (2011) cita a Stake (1998):
El estudio de caso, más que una elección metodológica, es la escogencia de un objeto de estudio [...] es un proceso de aprendizaje sobre un caso y un producto del entendimiento del investigador; es decir, resulta de la experiencia y de las posteriores posturas y perspectivas que de su estudio se derivan (p. 308).
Más recientemente, Yin (1994), considera que el estudio de casos es una excelente opción metodológica cuando un investigador frente a la pregunta cómo o por qué se interroga acerca de un grupo de eventos sobre los que tiene poco o ningún control. Además, desvirtúa la preocupación sobre la validez de expresar una teoría originada en el estudio de un solo caso, al aclarar que esta generalización se refiere a los supuestos o
proposiciones teóricas de la investigación, y no a un universo dado. Considera también
que el estudio de casos es una estrategia especialmente útil para el estudio de temas
nuevos, ya que se puede examinar el fenómeno en tiempo real y dentro del entorno en
Dentro de la metodología de investigación con estudio de casos definida por Stake, enmarcamos este trabajo como un estudio instrumental, ya que responde a la necesidad de comprender una cuestión (en este caso las prácticas docentes de un profesor de especialidad médica), mediante el estudio de un caso particular (el del Hospital Universitario Clínica San Rafael). Se realizaron las tres fases descritas por Páramo (2011), para esta metodología:
Formulación del problema y los objetivos.
Enunciar y realizar el plan de trabajo, que incluya la recolección de información. Explicar los hallazgos y desarrollar la teoría.