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El Yo se puede actualizar de dos maneras y así lo hace en cuanto que tenemos descuidos en la Práctica.

Una de las maneras y la más sutil es la Inconsciente. Sin que nos demos cuenta, la mecánica Yoica, entra en funcionamiento en cuanto la Consciencia queda desocupada de Práctica-Realización.

Cuando podemos advertirnos de ello es porque el sabor rancio de la Existencia nos asalta y el sentimiento de Disarmonía nos aferra.

La Dualidad y el Sufrimiento nos dicen claramente que la Mente Egoísta ha vuelto a coger las riendas.

La otra manera es Consciente, aunque la causa sea la misma. Nos distraemos y nos salimos de la Práctica con deseos, ilusiones, quejas, juicios, críticas, destructividad,..., amor u odio.

De esta manera, con el pensamiento o el lenguaje, al no estar la Mente ocupada por la Práctica, es ocupada por lo inconducente y ya estamos otra vez repitiéndonos.

Es muy verificable en el Dojo, cuando vemos cómo algunos ^Practicantes después de años de venir al Templo, incurrimos en los mismos errores una y otra vez.

Esto no es Practicar las Instrucciones, es Practicar las no Instrucciones, o sea, se sigue Practicando el Yo.

Entonces uno se pregunta ¿Para qué son las Normas del Dojo? ¿Es que no las conocemos? Y si no las conocemos, cómo es que no las aprendemos observando a los demás, leyéndolas o preguntando o buscando los medios para aprenderlas? ¿Nos da igual Practicar que no?.

Si no empezamos a dejar el Yo por el Camino tirado, o cuando menos, en la puerta del Templo, viene a hombros hasta el Dojo con el Kimono puesto y nos maneja. Es cuando estamos muy confusos durante el oleaje de la Primera Parte del Zazen. Si no hacemos repetidos esfuerzos para concentrarnos en la Postura y en la Respiración, no pasaremos al segundo Samadhi (Absorción) y mucho menos a la Consciencia de Buda o Tercer Samadhi.

Entonces cabe preguntarse ¿Para qué nos molestamos en venir hasta aquí si no es para intentar con todos la Práctica Realización?

Si venimos, intentamos Realizar las Instrucciones y Armonizar con los demás con una sola Mente.

Entre la Confusión (Mezcolanza Perturbadora) y la (Fusión-Con). Con-Fusión, sólo hay un pelo, más no caerá si no nos esforzamos.

Libertad quiere decir que hay pensamientos de una clase y de otras, que no hay pensamientos, que hay sentimientos, que no hay sentimientos y otras veces, ni hay ni no hay, sentimientos o pensamientos, o no sentimientos y no pensamientos, Nada. Observación, contemplación.

No podemos agarrarnos a un esquema teórico, fijo y perfeccionista sobre lo que sucede cuando hay Unidad, cuando hay libertad en la Experiencia Zen.

Es como en la tercera fase del Zazen en la que se suceden toda esa clase de cosas en la Mente y así todo se perciben como Unidad, Libertad, Ilimitación...solo porque son presentes, consciencia actual.

No ocurre esto cuando interfiere el Ego. Cuando este está funcionando andamos detrás de él y cuando estamos en “una cosa” él nos distrae y ya queremos estar en otra o sea que, sin “terminar” con una ya estamos con la siguiente.

Eso es enajenación. Cuando percibimos esto, hay que volver a Concentrarse y a Unificar apartando al Yo una y otra vez.

Solamente de esta manera se podrá ir superando la dependencia de la Superestructura que llamamos Ego y que al ser dirigidos por Él y sus intereses nos hace ser egoístas y que sin la Experiencia Zen no podemos reconocer.

Eso es el Zen, una Práctica que Realiza el estado de alerta. Con la observación y las demás prácticas olvidamos esa especie de “armadura” sobrepuesta a nuestra Propia Naturaleza. Se trata nada más que de “estar en lo que se celebra”,y poder “celebrar aquello en lo que se está”.

Esto se puede enfocar también de otras maneras o formas.

No siendo un joven ya y desde una Práctica Realización Experimentada por años de dedicación, uno puede recordarse cuando era un joven inmaduro, neurótico, apasionado o sea, extremado y egoísta desde la Ignorancia.

Uno se recuerda creyendo estar intentando “realizarse” (falsamente) a través del sufrimiento, el deber, el honor, el amor propio, autoafirmaciónes típicamente juveniles, neuróticas e inmaduras.

Esto uno lo ve ahora. La riada de jóvenes que actualmente pasa delante de uno está en la misma situación que uno estuvo.

Ellos están ahora y aquí en la Ignorancia, mas no lo saben, no se dan cuenta y no pueden darse cuenta porque en el ambiente en el que han crecido no hay datos orientativos u opciones para poder cambiar de conducta hacia otra no egótica. Cuando uno lo ve no siendo ya joven se pregunta a veces ¿Qué posibilidades hay de que estos jóvenes y menos jóvenes, maduren, salgan de su egocentrismo y Vivan? ¿Sólo el mismo Camino del Sufrimiento, la autodestrucción, ir quedando deshechos por la Existencia?

Parece cosa de “idiotas”, es decir, dirigidos por la propia Ignorancia en un mundo ignorante. Parece como si no hubiera otro camino, pero uno ya sabe que sí le hay. El del Respeto , el del Agradecimiento, la Práctica, la Guía.

Sí, hay Guía y algunos jóvenes la encuentran, como otros no ya tan jóvenes la encuentran y la siguen, si se dan tiempo y oportunidad.

Pese a las dificultades, si insisten, irán percibiendo esos pensamientos, sentimientos y hechos correspondientes.

Se puede Madurar, dejar atrás la inutilidad destructiva de la inmadurez sostenida, la neurosis, el infantilismo. Todas esas autoafirmaciones del aislamiento que se practican de joven se cronifican y ya no dependen de la edad, se fijan en la mayoría de los indivíduos y tienen continuidad, lo que asegura que las nuevas generaciones vuelvan a ser ignorantes porque van a ser gestados, nacidos y crecidos en el mismo caldo de cultivo. La ignorancia de la Condición Humana. Imitan lo que hay en un ambiente falto de otras modalidades especializándose en un egotismo crecientemente destructivo.

Entonces retomando el “si uno o una se encuentran con la Guía, el Guía y es capaz de reconocerse como un “verdadero idiota” (cuando se cree generalmente que Yo, Yo, Yo y solo Yo, sé) entonces , no sin dificultades, puede seguir los pasos de otros y llegar a sentir el Agradecimiento, el Respeto, la Armonía...progresando de la confusión a la con-fusión.

Esto es para “tontos” que se dan cuenta de que lo son.

Que pena seguir solos el sendero de la ignorancia y del correspondiente sufrimiento. Solos o en grupos de afines a cual más ignorantes, gamberros, inmaduros, borrachos, drogados, adictos a esto o a lo otro, que más da.

¿Y toda la demás gente? También en el sufrimiento, la frustración, sólo porque no saben, no pueden, no quieren se niegan a reconocer la propia imagen, se resisten.

Si por una vez se reconocen puede haber Camino. Pero ¿Cómo autorreconocerse, en qué o cómo Reconocerse? Reflexión, Intuición, observación del mundo, búsqueda generosidad...?

Quien encuentra Guía y la sigue, no tiene manera de no Despertar y no desarrollar la Nueva Consciencia. Si Practica las Instrucciones que le dan, se transforma, transciende el egoísmo. Una cosa va con la otra. La elementalidad de los juicios, de los pensamientos, de las actuaciones de cuando no practicábamos, al igual que la de la gente que no practica, es muy evidente.

Hay gente que dice tener miedo de descubrirse a Si Mismo. ¡Qué grado de Consciencia para preferir seguir siendo un ignorante! Creen que detrás de un Yo hay otro Yo.

Tener miedo a lo que se desconoce, tener miedo a algo por ser desconocido, es como decir que creemos que sabemos aquello que decimos que no sabemos o como tener miedo a todo lo que no sea repetitivo, gastado, sin sabor, o sea, miedo a otro vivir que no produce sufrimiento. ¡TREMENDO!.

El Zen comienza cuando todos ellos acaban. Es la Experiencia de la Nada lo que Ilumina la Mente.

Deslimitándose, la Luz inunda la Mente superficial y neurótica, egoísta y elemental, poniéndola al paso, al mismo paso de los acontecimientos cósmicos: percibir la Realidad directamente, los Ritmos de la Propia Naturaleza y no solo de la Condición Humana.

Primero Practicar la Nada, el Gran Desapego, el Gran Vacío, esto es ya Realización del Presente.

A partir de aquí la Flor de Loto emerge y se abre.

No se trata de Practicar pensamientos, sino el Presente, la Consciencia Presente, sin Ego, sólo Eso.

EL IGNORANTE NO SABE QUE ES ESCLAVO