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COORDINACIÓN DE LOS PLANES

In document DICCIONARIO DE ECONOMÍA POLÍTICA (página 50-53)

ECONÓMICOS DE LOS PAÍSES

SOCIALISTAS: coordinación conjunta y voluntaria de los planes económicos de los estados socialistas orientada hacia la máxima utilización de las ventajas políticas y económicas del sistema socialista mundial de economía para asegurar la rápida victoria del socialismo y del comunismo. Facilita la aplicación de una política económica coordinada entre los partidos comunistas y obreros sobre la base del profundo análisis de las posibilidades y necesidades del desarrollo económico de los países socialistas. Esta forma totalmente nueva de relaciones económicas internacionales ha podido surgir tan sólo como resultado de la formación de la comunidad mundial de países socialistas. La necesidad de coordinar los planes económicos de los países socialistas es dictada por la ley económica objetiva del desarrollo planificado de la economía socialista. La utilización de dicha ley en el marco de la comunidad socialista mundial mediante la coordinación de los planes económicos, permite acelerar los ritmos de desarrollo económico de los países socialistas, ofrece amplias posibilidades de maniobrar con los recursos económicos, permite organizar la producción con unos gastos mínimos. Coordinar los planes

corrientes y los planes de perspectiva de la economía nacional constituye uno de los métodos de trabajo del Consejo de Ayuda Mutua Económica. Como pone de manifiesto la experiencia de la actividad conjunta de los países que forman parte de esta organización económica internacional la coordinación abarca, en primer lugar, las ramas fundamentales de la producción en las que la especialización internacional y la cooperación desempeñan un papel importante, así como también el transporte al servicio del comercio exterior (ver

División socialista internacional del trabajo).

La coordinación de los planes económicos contribuye a consolidar la economía socialista mundial. Así, el desarrollo de la colaboración económica entre los países que forman parte del Consejo de Ayuda Mutua Económica ha hecho posible que se elaborasen conjuntamente varias importantes cuestiones que facilitan el desarrollo múltiple de sus economías. Por otra parte, dicha coordinación no sólo no coarta la iniciativa económica de los diversos países, sino que, por el contrario, la estimula. Permite aprovechar mejor y más cabalmente todas las posibilidades de producción tanto para el florecimiento de la economía de cada uno de los países socialistas como para acelerar el desarrollo de la economía socialista mundial en su conjunto.

CORPORACIÓN: designación general que se da a las sociedades anónimas en los Estados Unidos. La corporación monopolista contemporánea sirve a la oligarquía financiera de principal instrumento para enriquecerse y dominar. Un reducido grupo de monopolistas, dueños de la corporación, se opone a toda la sociedad como explotador del trabajo asalariado de obreros y empleadas. En 1958, existían en los Estados Unidos más de 900 mil corporaciones con activos por valor de un billón sesenta y cinco mil millones de dólares; las 500 corporaciones más importantes, que dominan de hecho la economía del país, poseían activos por valor de 168.500 millones de dólares.

COSTO DE PRODUCCIÓN: parte del valor de los productos elaborados, se expresa en forma monetaria e incluye las inversiones en medios de producción consumidos y en la remuneración del trabajo. Durante el movimiento cíclico de los recursos, estas dos partes del valor se separan y aparecen como gastos en dinero de las empresas que funcionan sobre la base del cálculo económico, destinados a adquirir los elementos materiales de la producción y a remunerar el trabajo. El costo de producción constituye un importantísimo índice generalizador de la actividad económico—productiva de las empresas socialistas. Se planifica y se calcula por los elementos de las inversiones (presupuesto de producción) y por los capítulos de cálculo de los gastos (costo de los distintos tipos do artículos y de la producción global de mercancías): Elementos de las inversiones Capítulos de cálculo de los gastos Materias primas y materiales básicos (menos los desechos).

Entre ellos, artículos comprados y semifabricados. Materiales auxiliares. Combustible ajeno. Salarios (básicos y suplementarios). Deducciones para seguros sociales. Amortización de los medios básicos. Otros gastos en dinero. Total de gastos. Materias primas y materiales, desechos recuperables (estos se descuentan). Salario de los obreros de la producción. Gastos para el mantenimiento y explotación de las instalaciones. Gastos de taller. Gastos generales de la fábrica.

Perdidas por piezas defectuosas.

Total del costo de fábrica.

Gastos externos a la producción.

Costo global.

El cálculo del costo por los elementos de las inversiones permite mostrar su estructura (correlación de los elementos que lo

constituyen), determinar todos los gestos de la empresa (presupuesto de gastos de producción) y coordinar el plan de costos de producción de la empresa, de las ramas y de los Consejos de Economía Nacional con los otros apartados del plan. Los capítulos de cálculo de gastos, al mostrar la orientación que se da a las inversiones, hacen posible controlar los resultados de la actividad económica de las empresas y de otras organizaciones económicas; proporcionan la base para establecer los objetivos que se planifican con miras a la reducción del nivel de los gastos de producción así como para determinar las acumulaciones. El costo de producción de la mercancía se calcula sumando los valores de todos los artículos terminados, trabajos y servicios que se hallan incluidos en ella. Todos los gastos de la empresa relacionados con la elaboración del producto son gastos de producción, y en su conjunto forman el costo fabril. Entran en los gastos fuera de la producción: los de empaquetado, embalaje y transporte del producto; los gastos para la venta, los de administración y demás gastos de gestión por ramas y por negociados de los Consejos de Economía Nacional; las deducciones que se asignan a la preparación de personal especializado; los gastos para trabajos de investigación científica y de experimentación. El costo fabril más todos los gastos extraproductivos forman el costo total de producción. Hay que distinguir el costo planificado de la producción y su costo resultante (real). EI costo incluye todos los gastos de la empresa relacionados con la producción y la realización de los artículos que en ella se producen. Los gastos que se derivan de la incuria en la gestión sólo se reflejan en los cálculos de control es decir, en el costo real, pera no se incluyen en los planes del costo de producción ni en los cálculos planificados. La reducción sistemática del costo de producción constituye uno de los exponentes más importantes de la economía del trabajo social, una fuente de ampliación de la producción socialista, una base real para la reducción planificada de los precios al por mayor y al por menor, del aumento de los ingresos de los trabajadores y, por ende, del

aumento incesante de su nivel de vida material y espiritual.

CRÉDITO DE CONSUMO: bajo el capitalismo es una forma especial de crédito, que el capitalista concede a sus compradores en forma de mercancías de uso personal, que se han de pagar plazos. Por lo común se aplica a bienes de uso duradero, como automóviles, muebles, neveras, televisores, etc. La contradicción antagónica entre el crecimiento relativamente rápido de la producción capitalista y el limitado incremento de la demanda solvente de la población, así como la agravación del problema del mercado, provocan de manera objetiva la necesidad de ampliar la venta a plazos de bienes de consumo. Los trabajadores, cuando adquieren las mercancías a crédito, están obligados a pagar por ellas elevadas sumas en calidad de intereses, y a amortizar el crédito en el plazo establecido. Si no pueden hacerlo, se les retiran los objetos comprados y el dinero abonado por ellos hasta entonces no se devuelve. El crédito de consumo aumenta a grandes ritmos sojuzgando cada vez más a los trabajadores. Así, en los Estados Unidos, durante el período comprendido entre 1939 y 1961, dicho crédito pasó de 7 mil 200 millones de dólares a 55 mil 500 millones. La compra de mercancías a crédito no amplia la demanda solvente sólo difiere por cierto tiempo el pago del dinero por las mercancías compradas, más la realización efectiva se apoya en última instancia, en el crecimiento limitado de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, capacidad que, en el régimen de producción capitalista, no puede superarse. Esto facilita el proceso de la superproducción de mercancías, la maduración y el ahondamiento de la crisis económica. El crédito de consumo existe también bajo el socialismo, mas persigue objetivos completamente distintos. En la U.R.S.S., se venden a crédito televisores, radios, aparatos fotográficos, relojes, muebles, tapices de fabricación manual, algunas pieles, trabajos de costura, etc., en general mercancías de elevado precio, cuya adquisición exige cierto ahorro de los ingresos del trabajo. De este modo el crédito

de consumo proporciona a los trabajadores comodidades complementarias, permitiéndoles adquirir los objetos antes de haber reunido por completo todo el dinero necesario para comprarlos. Por lo común, en la U.R.S.S. el crédito se concede por un plazo de 6 a 12 meses con pago de una cantidad inicial que oscila entre el 25 % y el 40 % del precio de compra. El tipo de interés establecido para utilizar el crédito de consumo no rebasa el que abonan las Cajas de Ahorro del Estado. La ausencia de paro forzoso, en la U.R.S.S., y el incesante crecimiento de la demanda solvente de la población, garantizan la amortización total del crédito en el plazo fijado, excluyen la restitución de los objetos comprados a plazos, aplicada con tanta frecuencia en los países capitalistas.

CRÉDITO, EN EL CAPITALISMO:

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