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A TG Medialab / ESA

la Comisión Europea (CE) y de los principales gobiernos de los países miembros han hecho posible estos proyectos y el desarrollo de un sector espacial europeo cada vez más fuerte y consolidado.

¿Qué es Copernicus?

El programa Copernicus es el mayor estudio de observación de la Tierra para el cambio climático y la segu-ridad ciudadana, para lo que busca nuevas políticas de medio ambiente. Copernicus ha avanzado notablemen-te en 2017 con las puestas en órbita de los sistemas Sentinel-2B y 5Precur-sor, cuyas imágenes ya están llegando a los usuarios y son tratadas por los científicos para ponerlas en común a la Unión Europea y llegar a acuerdos medioambientales. El Sentinel-5P en-vió en diciembre imágenes sobre la capa de dióxido de nitrógeno que cu-bre a Europa.

Este programa es una iniciativa con-junta entre la Comisión Europea y la ESA para la adquisición continua de datos de observación de la Tierra y proveer servicios para mejorar la ges-tión del medioambiente. Los servicios de Copernicus entregan datos casi en tiempo real a nivel global para ayudar a comprender mejor el planeta y a ad-ministrarlo de forma sostenible. Copernicus cuenta con una constela-ción de satélites, los Sentinel, que es-tán diseñados específicamente para satisfacer las necesidades de los

servi-cios de este programa y sus usuarios. Desde el lanza-miento del Sentinel-1A en 2014, la Unión Europea pu- so en marcha un proceso para colocar una constela-ción de casi 20 satélites más en órbita antes de 2030. El programa Copernicus está coordinado y adminis-trado por la Comisión Eu-ropea. En el año 2016 se realizó un estudio para exa-minar su impacto global en la economía del continente A partir de ese momento, la ESA se

puso manos a la obra y creó la Inicia-tiva sobre el Cambio Climático (CCI, por sus siglas en inglés), que integra conjuntos de datos de distintas misio-nes de observación de la Tierra para producir los registros globales y, a lar-go plazo, los más completos posibles con relación a los principales factores que influyen en la Tierra.

De esta forma, Europa se ha posicio-nado en los últimos años como líder mundial en el espacio en el ámbito de observación de la Tierra. El programa Copernicus de la ESA ha impulsado que el viejo continente crezca tanto tecnológicamente como en inno-vación científica. Las inversiones de rra desde el espacio tiene un papel

cada vez más importante, dado que los mismos instrumentos de observa-ción a bordo de satélites consiguen un alcance global”. Para Aschbacher “Europa tiene el compromiso de con-tribuir a comprender mejor el planeta Tierra y de preservarlo”.

Los científicos siempre han mostrado su preocupación por el cambio climáti-co y han reclimáti-conocido la importancia de las observaciones para la comprensión de la atmósfera y la aplicación de la ciencia atmosférica a los asuntos hu-manos. Por esto en 1992 fue creado el Sistema Mundial de Observación del Clima (SMOC) por parte de la Or-ganización Meteorológica Mundial (OMM), la Comisión

Oceanográfica Intergu-bernamental (COI), el Programa de las Nacio-nes Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo Internacional de Ciencia (ICSU) para ayu-dar a combatir el cambio climático de una mane-ra eficaz y desde datos reales. De esta manera, los gobiernos podrían actuar y tomar decisio-nes más acertadas para reducirlo o frenarlo.

Tendencias

FRACTURA DE LA BARRERA DE HIELO NANSEN, EN LA ANTÁRTIDA, DETECTADA POR EL PROGRAMA COPERNICUS

C. Y

akiwchuck / ESA

Stephane Corvaja

El último satélite de Copernicus, lan-zado en octubre de 2017, el Sentinel-5P lleva el sensor Tropomi, un avan-zado instrumento capaz de detectar numerosos gases, como dióxido de nitrógeno, ozono, dióxido de azufre, metano, monóxido de carbono y ae-rosoles, que afectan al aire que res-piran los seres vivos e inciden en la salud y el clima. Es el primer satélite de la misión Copernicus dedicado a vigilar la atmósfera de la Tierra. En la web oficial del proyecto se pue-den consultar con detalle los datos obtenidos y obtener análisis mediante gráficos. Además, el Servicio de Cam-bio Climático Copernicus (C3S) publi-ca mensualmente mapas que ilustran la temperatura del aire en superficie. El C3S, por ejemplo, lanzó este año un informe en el que se observa cómo la temperatura del aire superficial en enero de 2018 fue más cálida que el promedio de 1981-2010 en casi toda Europa y en todo el mundo.

terísticas y anomalías y se extrae la formación estadística. Además, la in-formación proporcionada por los ser-vicios de Copernicus, que es accesible a través de una aplicación móvil, pue-de ser utilizada por los usuarios para una amplia gama de aplicaciones en una variedad de áreas. Aquí se inclu-yen la gestión del área urbana, el de-sarrollo sostenible y la protección de la naturaleza, la planificación regional y local, la agricultura, la silvicultura y la pesca, la salud, la protección civil, la infraestructura, el transporte y la movilidad, y el turismo.

Los usuarios de los servicios de Co-pernicus son los encargados de refor-mular las políticas de medio ambiente a través de sus datos. De este modo, las autoridades públicas usarán esta información para desarrollar la legis-lación y las políticas ambientales y tomar decisiones críticas en caso de una emergencia, como un desastre natural o una crisis humanitaria. y sus beneficios para la industria

es-pacial. El resultado mostró una gran creación de empleo, de innovación y de crecimiento en I+D.

Todos los servicios de Copernicus se enmarcan en seis grandes categorías: gestión del suelo, el medio marino, la atmósfera, respuesta en situaciones de emergencia, seguridad y cambio climático. En esencia, este programa ayudará a encaminar el futuro del planeta para el beneficio de todos sus habitantes.

¿Cómo combate Copernicus al cambio climático?

Los conjuntos de datos obtenidos por los satélites de Copernicus, recopila-dos desde hace años, son compara-dos en el tiempo para monitorizar los cambios. Se examinan los patrones y se usan para crear mejores pronósti-cos, por ejemplo, del océano y la at-mósfera. Los mapas se crean a partir de imágenes, se identifican las

carac-M. Pedoussaut / ESA

LANZADOR VEGA VV05 PREPARADO PARA TRANSPORTAR EL SATÉLITE

E

l crecimiento de Latinoamérica en el sector espacial ha lleva-do a muchos de sus países a contar con su propia agencia espacial en la que se gestionan los proyectos. En las siguientes líneas se ofrece un repaso de la actualidad lati-na en la industria espacial, sus próxi-mos retos y los que ya están recaban-do sus éxitos.

mos cinco años, con el concurso del Centro de Investigaciones en Tecnolo-gía Aeroespaciales (Citae).

El nanosatélite, diseñado en tres cu-bos, tendrá como misión detectar y tomar imágenes de observación de la Tierra, con una resolución de 30 me-tros por pixel, que serán recibidas por el control de tierra ubicado en la Base

Colombia

Colombia a través de su Fuerza Aé-rea (FAC), pone en órbita durante el primer semestre de 2018 (mes de ju-nio) un nanosatélite, destinado a la observación terrestre, que ha sido de-nominado Facsat-1 y que será lanza-do desde la India. El Facsat-1 ha silanza-do desarrollado por la Escuela Militar de Aviación de la FAC, durante los

últi-EL SECTOR ESPACIAL