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Desavenencias epistemológicas con otras ramas de estudio del Patrimonio Histórico Edificado

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A) Principios Estatigráficos 66 :

C.2.2 Documentación textual:

III.1.3. Desavenencias epistemológicas con otras ramas de estudio del Patrimonio Histórico Edificado

2) Las que aportan una datación absoluta95: A) A partir de elementos naturales:

- Termoluminiscencia.

- Dendrocronología.

- Radiocarbono o Carbono 14 (14C).

B) A partir de elaboración antrópica:

- Mensiocronología.

III.1.3. Desavenencias epistemológicas con otras ramas de estudio del

discurso científico. Teniendo en cuenta esta base general de acercamiento es igual de importante tener conciencia de que, nuestro estudio va a estar vinculado a las realidades sociales y contemporáneas en las que éste se desarrolla. El edificio es una única realidad, pero es el observador el que generará a partir de los presupuestos metodológicos vinculados a sus estudios y formación, un tipo de acercamiento, siendo evidente que a mayor cantidad de contrastes y análisis, se amplía el abanico de posibilidades de acercarse a la realidad socio-cultural que motivó la construcción del edificio, que es el fin que debe incentivar la investigación científica98.

Valga como premisa, que en este apartado no se quiere minusvalorar ninguno de los acercamientos al estudio de los elementos arquitectónicos, simplemente observar que cada aproximación, se va a ver ligada a unos objetivos e intereses y para obtenerlos va a formular unos métodos acordes a sus posibilidades y fines específicos.

Una de las bases elementales que ha movido el estudio del pasado edificado es el análisis estético y estilístico así como de sus variantes. Si hace un momento veíamos la idea que tenían un autor romano y uno del Renacimiento, éstos nos acercan a los primeros conceptos arquitectónicos que incitaron a los estudiosos del arte del siglo XVIII, como por ejemplo los de J. J. Winkelman, padre de la Historia del Arte y que entendía que “Un edificio sin ornamentación podía ser comparado a la salud del cuerpo en medio de la miseria que nadie considera como suficiente para construir la dicha del hombre […]” (Winckelmann,1989: 555). Esta concepción del patrimonio da una idea de cómo el edificio a tener en cuenta, es aquel con ornamentación, mostrando así su comprensión del arte, que vinculaba su análisis a unos criterios estilísticos donde a partir de unos patrones establecidos a través del análisis de las fuentes y de edificios claves, que se convierten en insignia de cada movimiento artístico, se extrapolan de sus construcciones unos parámetros tipo. De esta forma para la Historia del Arte de la Edad

98 Si bien este estudio es eminentemente académico y de investigación dentro del ámbito de las Ciencias Sociales, no queremos dejar de reflejar la importancia que tenemos a la hora de converger y entendernos con otras ramas de trabajo del Patrimonio Histórico Edificado. A este respecto creemos fundamental que en cualquier intervención sobre el mismo, debe entrelazarse un estudio “científico-humanista”: entendiendo por él el estudio de las actuaciones antrópicas que podamos obtener a partir de los restos arquitectónicos. De esta forma como corroboran diversas experiencias en campo, el planteamiento de una intervención de restauración arquitectónica, que puede llegar a eliminar evidencias de la intervención diacrónica del hombre, debe establecerse a través del diálogo y de unas pautas de colaboración entre el abanico de especialistas (entre otras en nuestro país: Azcárate y Lasagabaster, 2006; Tabales, 2010; Cobos y Retuerce, 2011). Aunque esta afirmación parezca vana y fuera de lugar, siguen existiendo intervenciones muy agresivas sobre el patrimonio y carentes de colaboración interdisciplinar, véase el caso de la

“restauración” del Castillo de la Adrada (Ávila). Puede verse su intervención en los levantamientos del Proyecto de Fin de Carrera- PFC” de Fernández López, María Jesús “Proyecto modificado consolidación y restauración del torreón sobre el ábside de la iglesia del castillo de La Adrada” accesible en internet, febrero 2013 http://ocw.upm.es/ingenieria-cartografica-geodesica-y-fotogrametria/3d-scanning-and-modeling/Contenidos/

Ejercicios/Castillo_Adrada_frances_e_ingles/castillo_de_la_adrada_espanol.pdf

Media en Europa, se han establecido los patrones para las diferentes “escuelas artísticas” así se ha diferenciado entre lo Paleo-cristiano, Visigodo, Bizantino, Islámico, Carolingio, Pre-románico, Románico, Gótico, con sus diferentes variantes. (Yarza et alii, 1989). Sus patrones epistemológicos de esta forma se pueden resumir en el concepto de estilo, las comparaciones analógicas entre patrones arquitectónicos y la información literaria (Arce, 2009: 27)99.

Frente a este planteamiento, base de la escuela tradicional de la Historia del Arte100, encontramos otra metodología que tiene sus orígenes en la Arquitectura, y que plantea el análisis a partir de los modelos y de las técnicas de construcción. Es lo que se conoce desde los años veinte del siglo pasado XX como la Bauforschung101, cuya vertiente la Historische Bauforschung, aúna sus esfuerzos en estudiar la evolución histórica de la investigación de la construcción o del edificio, o en palabras de Gruben

“Die –Bauforschung- behandelt alles, was mit dem Bauen zu tun hat”102 (Gruben, 2000: 251).

La metodología de esta escuela se basa en la generación de un estudio documental completo y conciso de todos los aspectos que puedan informar sobre las técnicas constructivas que se aprecian en un edificio, así como todos los cambios estructurales y deformaciones que se puedan detectar en el mismo (Haseley y Steinecke, 2010: 4-7). Para obtener dicho resultado se aplican diversos recursos técnicos que comprenden desde la excavación, la documentación específica de la edificación, realizando planimetrías, fotografías, levantamientos métricos de alzados –por

99 Es interesante metodológicamente observar el ejemplo que este autor destaca respecto a la discusión entre Historiadores del Arte sobre un epígrafe del 913 desaparecido, que presentaría la evidencia de la existencia de un templo Visigodo precedente en San Miguel de Escalada (León), que fue sobre el que el Abad Alfonso sitúa su comunidad monástica en el siglo IX (Arce, 2009).

100 Se postulan en los últimos años voces que reclaman la existencia de una transformación epistemológica en los estudios de HA precedente. Argumentan que se simplifica en demasía los objetivos y sus métodos, pues su intención no es simplificar ni tipificar la realidad, sino a través del monumento identificar las atribuciones funcionales y sus implicaciones ideológicas (Boto y Tejera, 2010).

Aunque son lícitas sus argumentaciones, no podemos dejar de resaltar que en nuestro país la HA sigue viéndose embarrancada en postulados decimonónicos y salvo contadas excepciones, la connivencia con planteamientos y metodologías diferentes genera al menos un rechazo. La evolución de ambas especialidades deberá plantearse quizá no como una imposición, sino como un dialogo abierto hacia el estudio del pasado (Arce, 2009).

101 El nombre de la escuela sería acuñado en 1924 por Armin Von Gerkan (Gerkan, 1924; Gruben, 2000: 273).

Aunque los estudios sobre la historia de la construcción se pueden retrotraer a comienzos del siglo XIX, cuando se comienza a impartir en la Universidad el estudio Architekturgeschichte o Historia de la Arquitectura, teniendo como figura principal la del arquitecto Karl Friedrich Schinkel (1781-1841) estableciendo una generación de discípulos que llevaron a cabo intervenciones, restauraciones y estudios sobre edificios insignia de la antigüedad. Un ejemplo de los estudios de esta época se recogieron en la obra monumental de Die Architektonische Ordnungen de J. M. von Mauchs en 1896 (Gruben, 2000; Neumann, 2002: 370).

102 T. del A.: La Bauforschung [Edificación-construcción en investigación] abarca todo lo que tiene que ver con la construcción.

fotogrametría103 o Láser Escáner -, detección de modelos constructivos y descripciones con fichas. Pero la Bauforschung tiene como objetivo también la conservación y reconstrucción, así como la recreación gráfica de espacios estudiando su contexto funcional, estético, histórico y religioso (Gruben, 2000: 251). No deja por ello tampoco de interesarse por las técnicas de datación, por lo que las tipologías, análisis de morteros, dendrocronología y otras técnicas de datación que se ven influenciados por la formación técnica arquitectónica (Valeriani, 1999; Haseley y Steinecke, 2010: 39)104.

Nuestro país se ha visto influenciado por estas técnicas debido a las aplicaciones que ha desarrollado el Instituto Arqueológico Alemán y concretamente a través de un insigne arquitecto, Christian Ewert. Sin embargo, salvo por contadas excepciones105, esta escuela de investigación no ha sabido abrirse camino en la investigación arquitectónica de nuestro país, configurándose como un crepúsculo asociado a las investigaciones del Instituto Arqueológico Alemán106.

Ante estas escuelas de estudio arquitectónico, surgen varias preguntas en torno al ya consolidado grupo de estudio de AA; ¿Hasta qué punto se puede considerar algo novedoso o diferente?, ¿el análisis que plantea la escuela pretende superar las conclusiones de estas escuelas?, o dicho de otra manera ¿permite unas aproximaciones diferentes que las que hemos analizado? y finalmente ¿cuáles son los objetivos finales e interpretativos, que plantea frente a estas?

En cuanto a los axiomas generales, es evidente que la AA tiene una máxima clara, a la que ya hemos aludido en numerosas ocasiones, que es la aplicación y el estudio a través de la sistematización arqueológica desarrollada por Harris para la documentación en excavación, a la Arquitectura107. Este principio conlleva la

103 Como hemos señalado más arriba la escuela Alemana es una de las precursoras y con más experiencia adquirida a través de la experimentación y estudio de los edificios históricos. Ver apartado III.1.2.C.2 en este epígrafe.

104 Esta escuela a su vez se encuentra en una renovación constante, aunque respetando los principios básicos metodológicos y de estudios tipológicos (Schuller, 2007).

105 Uno de las principales autores que se vinculan a esta escuela es F. Valdés, que ha aplicado estudios de este tipo en la supuesta Mezquita- Iglesia de San Agustín de Badajoz en colaboración del Departamento de Historische Bauforschung de la facultad de Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlin http://baugeschichte.a.tu-berlin.de/bg/forschung/projekte/islam/BADAJOZ-poster_A4.pdf (accesible en internet, febrero 2013).

106 A diferencia de otras escuelas que han sido acogidas con fuerza en nuestro país, como es la francesa y en este caso sus aplicaciones a los estudios del territorio

107 Sin ánimo de repetir lo descrito anteriormente, solamente se deja constancia de lo que los arqueólogos medievalistas europeos entendían por los estudios de lo elevado, previo a la aplicación del método Harris: “El estudio de la arqueología militar de la Edad Media tiene como actividad fundamental el examen de los vestigios conservados. […] lo que queda actualmente de las fortificaciones medievales, pocas veces permite dar cuenta de lo que fueron en realidad: nuestros edificios han desaparecido, bien porque fuesen construidos con menos solidez, bien porque, con el tiempo, perdiesen toda utilidad. Sólo una excavación exhaustiva permite la reconstrucción del conjunto fortificado, en sus estados sucesivos. La estratificación de los restos de ocupación y de los rellenos de tierra, que alcanzaba […] un espesor considerable permite, en general, una datación bien precisa de cada una de las construcciones subsistentes o desaparecidas[…]” (Boüard,1977:118)

separación con las otras ramas en el sentido en que el edificio se observa como un bacino di sedimentazione tridimensionale (Parenti, 1988a: 254), siendo las UUEEMM

“el sedimento” y cuyos límites fundamentales se configuran a partir de las interfaces, elementos que nos permiten establecer las fases, secuencias y cronologías, y que configuran las relaciones entre los diferentes elementos constructivos. Sin embargo, creemos conveniente acudir a Harris directamente para subrayar esta gran diferencia con las otras escuelas:

“More than anything else, the analysis of standing stratification revolves around the concept of the interface, wich appears throughout this discussion as a major theme” (Harris, 2003: 9)

“If interfaces are not recorded in diagrams, such as section drawings, they do not exist at all and with their loss goes the possibility of deciphering the stratigraphic sequence of a site”

(Harris, 2003: 10)

Por lo tanto, para entender la AA es necesario entender y asumir el sistema de registro en campo que estableció Harris, a diferencia de sistemas anteriores de excavación y registro, como el Wheeler y que algunos estudiosos de la Bauforchung asumen como método arqueológico (Gruben, 2000: 254). De esta forma este es el punto fundamental de diferencia entre estas dos escuelas; que aplican unos métodos de trabajo muy parecidos, e incluso sistematizan los croquis de edificios de forma semejante (ya que entienden que la documentación exhaustiva y metrológica de todos los elementos, conlleva el análisis de cada uno de ellos) con la gran salvedad de que podemos apreciar que unos diferencian técnicas constructivas y los otros, procesos y “silencios”

constructivos108.

Si bien, esto no debe hacer rechazar todos los estudios existentes sobre el Patrimonio Edificado, más bien al contrario la AA “hunde sus raíces en las contribuciones realizadas desde la tradición anterior, proponiendo, sin embargo, una visión crítica, una rigurosa renovación metodológica y una ampliación de sus objetivos y de sus campos habituales de estudio.” (Azkárate et alii, 2002: 8).

El análisis arquitectónico que se establece desde la Arqueología, asume el devenir teórico y el bagaje interpretativo que desde los años 80, analiza los restos materiales a partir de unos comportamientos y de unas causas cuyos efectos se ven mediatizados por la influencia de su cultura y de las mentalidades de los individuos que

108 “La descripción y clasificación de las técnicas constructivas pertenecía ya a la arqueología tradicional “clásica”

que en Italia [y en España] ha sobrevivido holgadamente tras un áspero conflicto con la arqueología ‘moderna’

fundamentada en el método estratigráfico [...]” (Parenti, 1996a, 13)

generaron estas construcciones (Hooder, 1982: 214)109. Por lo tanto la influencia que el post-procesualismo había generado en las generaciones de arqueólogos, converge con su aplicación a la arquitectura y lleva a comprender al edificio dentro de los procesos culturales e históricos que configuran la sociedad que los generó, y así todas y cada una de las evidencias que en él podemos hallar, nos vincularán a los diferentes elementos que propiciaron esos restos y que involucran lo cultural, lo social, lo económico, en definitiva aquello que refleja la identidad de la sociedad. El edificio se entiende así no como un mero elemento tipológico, sino como reflejo multidimensional de la sociedad que lo configuró (Mañana et alii, 2002:17)110.

Esta asunción de que los procesos edilicios que configuraron cada edificio son intrínsecos a los individuos que moraron e interactuaron en los edificios, nos hace plantear que “cada edificio no es representación de un modelo de estudio, sino resultado único y personal de una experiencia. La historia de la arquitectura [desligada de la historia de los estilos] se convierte así en una historia de los modos de construir más que de lo construido” (Azkárate et alii, 2002:8).

Por lo tanto observamos cómo la aplicación de un método al que se suma una corriente interpretativa latente, separa una historia de los estilos y deja de ver al edificio no como un elemento estático, sino como la suma de la interacción de varios factores que llevan a su construcción vinculada a su realidad social.

Sintetizando la AA se abre camino entre dos especialidades de estudio del PHE y se sitúa a medio caballo entre los estudios técnicos-analíticos y específicos, que a través de los técnicas constructivas y análisis de materiales configuran las escuelas de Historia de la Arquitectura, como es la más antigua Bauforschung; y por otro lado, valorando los aportes generados desde las tipologías clásicas artísticas y los estudios simbólicos y de mentalidades sociales. Esta reivindicación disciplinar se hace desde una postura crítica, aportando un método cuyo resultado en la aplicación de la arqueología

109 “…Cultural pattering is not produced by a set of static fixed norms but is both the framework within which action and adaptation have meaning, and it is also reproduced in those actions and in the adaptative responses that are made…” (Hodder, 1982: 214),

110 En este sentido es importante no desvirtuar la ‘misión’ del arqueólogo, que no comprende únicamente su actividad como un técnico especialista en el levantamiento y de la documentación, y que analiza los procesos constructivos, desvinculados de la sociedad que los propicio; muy al contrario, si acude al esfuerzo de la comprensión de todos los procesos de documentación es para no perder en su proceso información valiosa que pueda ayudar en el proceso de interpretación. De esta forma debido a la confluencia de un Método y una Teoría interpretativa, se estimula la comprensión científica del pasado, pretendiendo de hecho analizar todas y cada una de las facetas que permitieron a la sociedad la erección de cada elemento de la construcción, aunque algunos autores duden de la finalidad interpretativa de la sociedad que tiene la aplicación de la AA (Boto y Tejera, 2010:272).

de campo tiene una fiabilidad para el análisis del pasado, y cuyos resultados en diferentes aplicaciones de patrimonio edificado, están dando sus frutos (Azkárate, 2001). Esta “reivindicación” no se pretende “[…] desde posturas corporativistas – enfrentando inútilmente a arqueólogos, historiadores del arte o arquitectos restauradores- ni desde posiciones normativistas que buscan la articulación de especificidades instrumentales […] sino desde una Teoría Crítica que tiene presente tanto el contexto histórico de génesis de la propia teoría como el contexto histórico de aplicación de la misma” (Azkárate, 2002: 57) .

Es precisamente desde el núcleo de aplicaciones de la AA donde se han observado las peculiaridades que este método ha motivado en diferentes ámbitos; uno de ellos es el de la restauración. Una de las figuras a destacar en este ámbito es el arquitecto Doglioni, que desde posturas críticas observa sus aplicaciones en la restauración, descartando la posibilidad de una lectura como en la excavación y de llegar a analizar los estratos en toda su profundidad, así como de la necesidad de desarrollar una semiótica concreta de las superficies de contacto, ya que cree insuficiente para su aplicación en restauración la que se plantea por el método desarrollado por Harris (Doglioni, 2010: 133- 137). Esta aplicación no deja de ser una adaptación de la metodología con unos fines específicos, que tiende a re-sistematizar parte del método (las superficies en sí), con un fin específico, ligado a la restauración del PHE. Una de las principales cualidades que observamos por tanto del método es que, manteniendo unos principios fundamentales, se adecúa a diferentes formulaciones y estudios en ámbitos de trabajo heterogéneos.

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