Diseño, planificación y recursos de cursos formativos

Se entiende por Plan de Formación aquel que tiene como objeto el diseño de los contenidos y de la organización de los Programas y Actividades Formativas (Cursos, Jornadas, Talleres, Seminarios y Reuniones Científicas) destinados a la mejora continua del potencial de usuarios.

Es por esto que para diferenciar el diseño de la planificación Alonso (1992) menciona que la planificación es un proceso integral y continuo que se desarrolla a través de tres modelos o subprocesos secuenciales: el analítico, el normativo y el operativo. De esto último forma parte el diseño. Por tanto, la planificación es el todo; el diseño, como integrante del modelo operativo no es más que un subproceso, condicionado por otros previos, del proceso de planificación, que sólo puede ser abordado, de manera racional, a partir del modelo analítico y normativo, en los cuales se fundamenta, en tanto en cuanto éstos le proporcionan, respectivamente, el conocimiento del sistema objeto de planificación y su final deseado

En cuanto al diseño de cursos formativos, cuando se encuentra en la disyuntiva de diseñar un Plan Formativo no se puede olvidar que ese Plan debe responder a un diseño específico de acuerdo con las necesidades de formación detectadas y los objetivos que se puede alcanzar en dicho diseño.

Ahora bien, una de las primeras cuestiones que se debe plantear a la hora de diseñar un plan de formación (ya sea a través de una metodología u otra), es ante qué necesidades se encuentra. Si se diseña o propicia un producto, sin saber de antemano si va a responder a las demandas existentes, seguramente el producto creado no sea adecuado. Por lo tanto el primer paso a tener en cuenta es realizar un análisis de necesidades de formación en la institución o en el mercado, así lo mantenía (Sparhawk 1998), cuando afirmaba que la detección de necesidades de formación es el primer paso en el camino hacia una formación eficaz.

Cuando al hablar de destinatarios se refiere, se debe establecer un Plan que ayude a analizar cuál ha sido su modo de ejercer la formación y cuál debe ser el modo de llevar a cabo el nuevo Plan de Formación:

 Experiencia docente  Experiencia investigadora

 Identificación con la cultura formativa de la institución en la que realizará su tarea  Capacidad de adaptación al grupo destinatario

En la planificación técnica del curso de formación se establece el diseño donde se recogen todas aquellas especificaciones (objetivos, prioridades, plazos, recursos, etc.) que se proporcionan deben ser priorizadas en base a las necesidades formativas identificadas. Esta planificación suele estar en manos de empresas y personas especialistas, profesionales de la formación, que aportan sus capacidades al proceso.

Antes de pasar a describir los elementos que intervienen en el proceso del diseño de la planificación, López B. (1995) manifiesta que conviene hacer una correlación entre los distintos niveles en el cual se encuentran desarrolladas las distintas fases de diseño para una mejor comprensión. Así, se tendría:

 Nivel estratégico - Plan de Formación  Nivel de gestión - Programas de Formación  Nivel técnico - Acciones de Formación  Nivel formativo - Sesiones Formativas

Por otra parte la planificación de la formación establece cuatro niveles de intervención:

1. Nivel estratégico: política de formación.

2. Nivel de gestión: planificación de programas de formación. 3. Nivel técnico: diseño de formación.

4. Nivel formativo: formación directa.

Y en cuanto a los elementos o fases a tener en cuenta en la planificación de la formación dentro de los niveles mencionados anteriormente son:

 Análisis de necesidades.  Objetivos de formación.  Programas de formación.  Acciones de formación.  Recursos para la formación.  Presupuesto de formación.  Calendario de actuación.

 Ejecución del plan.

 Sistema de evaluación de la formación.

Ante cualquier tipo de acción formativa, privada u oficial, subvencionada o no, la dirección y “los gestores de los centros educativos, deben plantearse como elementos prioritarios la estructura, equilibrio y cohesión de los programas formativos y la calidad, el trabajo, la formación y la coordinación de los profesores” (Sanz F. 1995). La estrategia formativa comprende la totalidad de ejecución de un plan formativo, que comprende desde la presentación del proyecto hasta su justificación e informe final pasando por su puesta en práctica.

Los recursos para cursos formativos deben contemplar un diseño formativo en el que no puede olvidar hacer referencia al entorno físico en que tendrá lugar la acción formativa, los manuales que servirán de estudio, los instrumentos y herramientas que puedan utilizar para las prácticas, los soportes que facilitarán al capacitador la tarea de transmisión de conocimiento, etc. Los medios y recursos didácticos serán seleccionados teniendo en cuenta los siguientes criterios:

 Objetivos del curso  Contenidos

 Métodos y técnicas formativas  Utilidad

 Rentabilidad.

La utilización de los recursos didácticos es un valor añadido al propio proceso formativo, en la medida que lo enriquece y lo hace más eficaz. En esta fase de la programación del curso de formación se trata de seleccionar los recursos en que se apoyará y reforzará la actuación del profesorado.

Se entiende por recursos didácticos todos aquellos materiales, medios didácticos, soportes físicos, actuaciones docentes, etc. que proporcionan ayuda al formador o formadora para desarrollar su actividad en el aula (ejemplo: manuales, retroproyector, TV, pizarra...)

Todo curso de Formación ha de considerarse como algo abierto, flexible y acomodaticio a las necesidades. Por tanto, a la hora de diseñar un curso de Formación siempre será necesario tener en cuenta la “población” a la que va destinada. Todo curso de Formación

persigue ayudar a grupos, instituciones o individuos para acoplarse a las necesidades del desarrollo personal y profesional en los contextos actuales de continuo cambio.