• No se han encontrado resultados

El pensamiento narrativo

El texto narrativo, la narración artística en particular, pero posiblemente esta condición no sea sino un desarrollo de propiedades que cualquier narración puede poner en juego, está dotado de una plenitud especial que no necesita formulación abstracta, ni manifestación explícita porque se capta directa y abiertamente en los he-chos representados, sin ser sin embargo la mera representación de los hehe-chos. Decir

LOS TExTOS nARRATivOS 

que se trata del sentido de esos hechos no sería del todo exacto, ya que tal formula-ción invita a distinguir dos entidades, los hechos representados y el sentido, cuando en realidad solo hay una; pero es una aproximación bastante ajustada si consideramos que los hechos aparecen de tal manera que su mera contemplación (a través de la lectura en la narración literaria) ofrece a la mente que los contempla una sensación de plenitud, de sentido, de significación no nocional, de valoración emotiva no es-cindida de los hechos, sino como una especie de esplendor de los mismos. Creemos que aquí se encuentra la fascinación que producen los grandes relatos, que nos es-tán transmitiendo mucho sentido sin que lo captemos como pensamiento abstracto, como representación mental consciente, explícita y conceptual. Parece algo mágico y paradójico. ¿Cómo podemos captar sentido sin una representación intelectual, sin una conciencia clara y distinta de su contenido, sin una superación y separación de la referencia ficticia? nuestro principal propósito es responder a estas preguntas, dar una explicación rigurosa que dé sentido a expresiones aparentemente contradictorias como «conocimiento narrativo» o «pensamiento narrativo».

Es obvio que la gracia y riqueza de la narración se encuentra en esta profundi-dad que manifiestan los hechos narrados, pero cuando se habla de esa profundiprofundi-dad no hay más remedio que caer en la abstracción, en la interpretación conceptual, más económica, clara y precisa, pero también más pobre y, por tanto, inexacta. Cuando la Academia Sueca concedió el Premio nobel de Literatura a Camilo José Cela, funda-mentó la decisión en su «prosa rica e intensa, que con refrenada compasión configura una visión provocadora del desamparado ser humano», tal interpretación no es más que una traducción aproximada y reducida a conceptos de la fulguración cognitiva que podría producir la lectura de su obra.

no es, en absoluto, desdeñable el esfuerzo intelectual que exige intentar formu-lar en términos precisos la significación abstracta de los textos literarios: nos permite reconocer consciente y lúcidamente la profundidad que intuimos en los hechos y su trascendencia oculta, referirnos a ellos de forma económica y ágil, estudiarlos y ponerlos en relación con otras concepciones y fenómenos culturales. Sin embargo su carácter conceptual, analítico y hasta reflexivo se opone radicalmente a la forma intuitiva, sintética, sensorial y emotiva propias de la percepción estética, otra forma de conocimiento que supone una mayor implicación personal en lo conocido a costa de la representación nocional.

nuestro propósito es establecer las condiciones que hacen posible esa fulgu-ración cognitiva, estudiar los procesos mentales y o cerebrales que dan lugar a la plenitud de sentido característica de la narración literaria, al tiempo que ocultan a la

conciencia su representación intelectual, y analizar los mecanismos que el texto pone en juego para estimular dichos procesos. nuestros instrumentos serán, además de los estudios de teoría literaria y pragmática de la comunicación, las aportaciones de las ciencias cognitivas sobre el funcionamiento de la mente, el cerebro y la conciencia que constituyen el núcleo último de la recepción de los textos; en este sentido cree-mos que la psicología cognitiva, la psicología evolutiva, la neurología y la filosofía de la mente no son simplemente disciplinas complementarias de la teoría de la lite-ratura, sino que la teoría de la litelite-ratura, por su carácter interdisciplinar, incorpora conceptos, procedimientos y datos de dichas disciplinas; es decir, nuestro desarrollo pretende integrar y traducir al dominio central de los problemas literarios los plan-teamientos y los resultados de estas otras disciplinas, que tendrán un protagonismo irregular de acuerdo con las necesidades de la problemática específicamente literaria que constituirá el hilo conductor. Antes, sin embargo, intentaremos hacer un reco-rrido por los entresijos de la narración, los elementos y categorías que la constituyen, para ubicar más específicamente nuestro objeto de atención.

Capítulo 4

La estructura del texto narrativo

Antes de centrarnos más abiertamente en los problemas específicos de nuestra investigación, queremos delimitar su alcance y situarla en el dominio más complejo del texto narrativo. Como ya queda sugerido repetidas veces, nuestra atención e interés se dirigen al texto narrativo en cuanto información concreta en relación hipotáctica, por tanto, como representación de acciones interconectadas; nos interesa la representación narrativa de los hechos y las acciones, porque hechos y acciones constituyen el elemen-to específicamente narrativo que permanece en elemen-todas las manifestaciones y porque en ellos se encuenta el factor más importante de la comunicación artística, como ya des-tacaba Aristóteles cuando alababa a Homero por no hablar en su nombre, ya que en eso no se es imitador (1460ª), y como pone de manifiesto la priorización del mostrar sobre el contar en las narratologías contemporáneas. Pero no podemos dejar de aludir a todo el aparato semiótico que el acto de narrar pone en juego, rico en posibilidades específicas de expresión y determinante último del sentido global del texto. Si, para decirlo brevemente, nuestra atención se va a dirigir a la historia, al sentido intrínseco e informulado de los hechos y las acciones, no debemos olvidar que ese sentido queda comentado no conceptualmente, también en el nivel de la comunicación artística, por la manera en que los hechos y las acciones se presentan en el discurso. El propósito del presente capítulo consiste en exponer de manera sintética el funcionamiento general de la narración para dejar localizado el terreno de nuestro interés.

 EL PEnSAmiEnTO nARRATivO. ASPECTOS COgniTivOS DEL RELATO