• No se han encontrado resultados

El final de los 70 se quedarían marcados por un intenso debate sobre las potencialidades de la entrevista, sus aplicaciones, interpretaciones y valor metodológico ( Flick. et al., 1985). La literatura de esa epoca (prolongada en los años 80) se centrava en la entrevista narrativa de Schütz (1977; citado por Flick, 2005) y la hermeneutica objetiva de Oevermann (Oevermaann et al., 1979).

Entrevistas en profundidad, centradas en la recoja de información en primera mano. Estas entrevistas, solamente se tornan possibles cuando el narrador se separa de una história coletiva y se repuerta a un discurso personal. Independentemente del

método de tratamiento de la información, en las entrevistas, el sujeto es entendido como informador privilegiado, capaz de organizar su história de vida a través de una racionalidad própria.

Bertaux (1997) refiere tres possíbles funciones de las entrevistas: Exploratória (descobrir las grandes líneas de forza asociadas a un fenómeno), analítica (pressupone diversidad y saturación como forma de alcanzar una teoria general) y, por fin, una función expresiva (en que se usan extratos de las entrevistas como ilustración de los resultados de la investigación).

La entrevista guiada o centrada tiene como objectivo, explorar una parte de la vida del narrador se focalizando en situaciones vividas, en acontecimientos.

Las entrevistas de episodio son particularmente uteis para el conocimiento de experiencias vividas. Tienen un double enfoque: en los hechos y en los processos de socialización por eso tienden a ser altamente auto-reveladoras.

Conviene salientar que la entrevista no necesita de ser exclusivamente un dialogo. Por incentivar el informante a contar su propia historia podrá ser útil dejarlo hablar y solamente incentivar su discurso con cuestiones del tipo: ¿Por qué? ¿Cómo?

¿Dónde? ¿Quién? Pues exigen mucho más que una simples respuesta afirmativa o negativa.

En cualquier caso, es importante que se haga un previo contacto con los informantes para exponer las condiciones de la entrevista: anonimato y posibilidad de alterar su testimonio antes de la versión final, y esclarecer los objetivos del estudio para obtener su autorización y para marcar una fecha y una hora.

Podrá ser muy útil también preguntar al informante se tiene algún diario, fotografías o biografía.

La literatura sugiera también la realización de entrevistas piloto. Todavía, en algunas situaciones tal no es posible o, pelo menos deseable.

Para comenzar, se debe elegir preguntas que ayuden a crear un clima de confianza y bienestar. Es también importante que el informante nunca sea interrumpido ni inducido a determinadas respuestas.

Al finalizar la entrevista se deberá preguntar si el informante vuele añadir algo a su testimonio.

Las cuestiones deberán recaer sobre las diferentes etapas de la vida de la persona para que sea posible situarla en lo tema especifico de la investigación.

Además, las preguntas deberán ser claras y concisas pero, al mismo tiempo, capaces de estimular el dialogo.

Para que todo sea más simples y para evitar equívocos se deberá hacer una especie de guión con una lista de temas que servirán de orientación para el entrevistador.

Para hacer las entrevistas es particularmente util usar una grabadora de pequeño tamaño y cintas de duración de 60 a 90 minutos (el tiempo esperado de cada entrevista).

La trascripción, la corrección y la edición será realizada en el ordenador.

3.4 La muestra

Independientemente de la metodología elegida, la selección de la muestra es, siempre, un paso determinante en la realización de un estudio.

Existen diferentes formas de identificación de la muestra (aleatoria simples, por cotas, etc) pero, el objetivo deberá ser el mismo; que sea representativa.

Así, la primera etapa en la selección deberá consistir en una relación inicial de informantes potenciales (podrá hacerse a partir de la documentación escrita disponible).

Otro factor importante a tener en conta, como ya referimos, es el recurso, siempre que posible a personas física y psicológicamente saludables.

Deben entrevistarse aquellas personas que tengan un buen conocimiento de la realidad que se desea conocer o bien que sean representativas de un colectivo determinado. La decisión de optar por un tipo o otro dependerá de los objetivos del proyecto.

En un estudio que se basea en entrevistas hay, muchas veces una relación directa entre la selección de las personas a entrevistar (amostrage de casos) y los grupos a que pertenecen (amostrage de grupos de casos). La selección es gradual y muchas veces es muy dificil acceder a los sujetos a entrevistar.

Patton (1990) refiere el criterio de conveniencia en la selección de casos como la unica forma de alcanzar una analisis qualitativa (cuya finalidad no es necessariamente generalizar).

A este proposito Morse (1998) nos presenta un conjunto de criterios que un sujeto tiene de tener para que pueda considerarse un bon informante: tener conocimientos y experiencia en el tema, capacidad de reflexión y articulación y disponibilidad (hay muchas veces que negociarse la participación de un sujeto).

Así, la definición de la muestra oscila siempre entre la intención de incluyir un campo muy vasto y realizar analisis profundas (por ejemplo sobre sujetos relacionados con una misma institución). Quasi siempre estes dos objectivos son incompatibles en una analisis cualitativa que tiende a priviligiar el secundo aspecto.

No debemos sobrevalorizar la cuestion de la presuposta subjectividad deste tipo de metodologia. Ese es un falso problema desde que se presente, de forma abierta y transparente los criterios que están en la basis de nuestra interpretación.

Poirier y Valladon (1983) presentan, a este nivel una serie de sugestiones:

• Explicitar los postulados teóricos y los procedimientos metodológicos,

• Documentar con datos empíricos las principales construcciones teóricas,

• Exponer posibles limitaciones,

• Revelar estrategias, decisiones y dudas,

• Preservar la confidencialidad,

• Explicitar la significación teórica y la generalización de los datos,

• Respectar los principios éticos nombradamente por la remission de los datos para los informadores privilegiados.

Esto no significa que el investigador no procure ser neutral en la forma como recoge e interpreta los datos. Todavía, considerase, de igual forma, que las interpretaciones personales también son importantes quer en termos de las perspectivas y de los significados que los individuos estudiados tienen acerca de esas realidades, quer en termos de la propia interpretación que el investigador hace de lo que le es transmitido.

Santos (1988) recuerda que el importante es la capacidad crítica, de reflectir sobre el objeto al mismo tiempo que se identifican limites y esclarecen procedimientos y puntos de partida. Esa reflexión y interpretación es la forma de “traducir”, objetivar o tornar legíble una série de significados (subjetivos) expresos por los sujetos en análisis.

Como referien vários autores ( Miles & Huberman, 1994; Ritchie e Lewis, 2003;

Ruquoy, 1997), en los estudios cualitativos se interroga un número limitado de personas por lo que la cuestión de la representatividad (como estadísticamente es concebida) no

se coloca. En este tipo de estudios, los sujetos son deliberadamente escogidos por el hecho de teneren determinado conjunto de características consideradas relevantes para el estudio. El objetivo no es estimar la incidencia de un determinado fenómeno pero procurar una comprensión más profundada del mismo generando novas ideas o hipótesis explicativas acerca del mismo.

Es esa es, además, la razón poque se le adecuan las entrevistas semiestruturadas.

Estas permiten salientar datos específicos, hacer retrospectivas, pueden permitir una grande amplitud de temas y dan alguna libertad al entrevistado de incluir nuevos temas que considere relevantes.

Tratándose de recuerdos dolorosos es necesaria una dosis acrecida de paciencia respectando los silencios, las lágrimas, etc. Además, todo esto deberá estar después reflejado en la trascripción.

No es la definición de una grande muestra de sujetos estadísticamente representativos, pero sí la definición de pequeñas muestras sociológicamente representativas.

Las cuestiones de la representatividad y de la generalización son frecuentemente presentadas como los puntos más vulnerables de las Metodologías Cualitativas.

Por norma, las metodologías cualitativas se debruzan sobre un número limitado de casos. Además se considera que este tipo de análisis (inductivo) tiende a ser más subjetivo.

Aún que las pesquisas cualitativas se hagan normalmente con un número más reducido de sujetos importa asegurar la heterogeneidad de la muestra (“diversificación interna”) dentro de un contexto situacional común. Este último aspecto es lo que permite, además, atingir la deseada saturación mismo con un nº relativamente pequeño de individuos. La saturación es lo que garante la posibilidad de generalización.

Según la clasificación propuesta por Pires (1997) estamos delante de una muestra por caso múltiplo, por homogeneización posible en el tratamiento de los datos cualitativos. Aquí el objetivo del investigador es estudiar un grupo relativamente homogéneo. Así, el control de la diversidad es interno al grupo (procurándose las variables pertinentes hace al objeto: (edad. Género,…), y no exterior.

En este tipo de muestra es difícil prever el número de entrevistas y la saturación es más fácilmente alcanzable.