• No se han encontrado resultados

7. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

7.13. Estabilidad de agregados

Hopgood (1999) estimó que la materia orgánica del suelo asociada a la vegetación natural en el horizonte A aumentó la estabilidad de los agregados. En el horizonte subyacente (u horizonte C), con menos de 1% de materia orgánica, no se encontró ninguna estabilidad. La estabilidad de los agregados hace referencia a la capacidad de éstos para mantener su forma al estar sometidos a fuerzas inducidas artificialmente, en concreto las derivadas de la humectación, impacto de las gotas de lluvia o el paso de agua o a un determinado proceso dispersivo (Porta et al, 1999).

Los resultados obtenidos se expresan como porcentaje de agregados estables a la lluvia, respecto a los agregados totales del suelo, entre 0,25 y 4 mm. En los análisis realizados para el muestreo final de caupí, los resultados obtenidos oscilan entre el valor mínimo de 10,60% y el valor máximo de 35,61% sin que se hayan obtenido resultados estadísticamente significativos en el cultivo de caupí.

Para las muestras iniciales y finales de suelo de haba los valores obtenidos son muy similares oscilando entre 9,39% como valor mínimo y 45,55% como valor máximo. Presentan los porcentajes más altos de agregados estables los análisis realizados en el cultivo final de haba, donde el porcentaje de agregados para los cultivos intercalados de haba de las variedades Muchamiel y Palenca en monocultivo y rotación en cultivo convencional y ecológico tuvieron un efecto estadísticamente significativo mayor sobre el monocultivo testigo y en rotación de brócoli para las prácticas de manejo convencional y ecológica que resultaron ser significativamente menores (Figura 7.13.1.).

83

Las propiedades enzimáticas están íntimamente ligadas a la fertilidad y salud del suelo.

Ellas son más sensibles a los cambios del ambiente que los componentes físicos y químicos del suelo (Tscherko y kandeler, 1999). Estos bioindicadores han sido empleados para establecer diferencias entre suelos o bien cuantificar cambios entre los tratamientos en un mismo suelo (Nanniperi et al., 1999).

7. 14. Glucosidasa

La intervención de la β-Glucosidasa resulta decisiva para que se produzca la degradación completa de la celulosa (García et al., 2003). La actividad de la β-Glucosidasa está relacionada con el estado de descomposición de la materia orgánica del suelo la cual es de vital importancia en el funcionamiento de los ecosistemas, por ser ésta la única vía de reposición de los nutrientes que han sido tomados por las plantas durante su proceso de crecimiento y sirve como mecanismo regulador de los procesos químicos, biológicos y físicos que en ellos ocurren.

Según la bibliografía consultada (García et al., 2003) presenta unos valores de 1,439 ± 0,14 µmol de p-nitrofenol g-1h-1 la β-Glucosidasa muestra una baja actividad en el suelo según los datos obtenidos para el muestreo final de caupí con un valor mínimo de 0,18 µmol g-1h-1 y un valor máximo de 0,51 µmol g-1h-1 obtenidos en el muestreo final de suelo, donde no se han obtenido diferencias estadísticamente significativas.

Figura 7.13.1. Porcentaje medio y error típico de Agregados (%) en muestras de suelo para las variedades Muchamiel, Palenca y brócoli, en sistemas de cultivo en rotación y no rotación y prácticas de manejo convencional y ecológica en cultivo de haba.Las Barras de error representan el error típico: letras diferentes indican diferencias significativas de acuerdo con el Test de Tukey. Las barras con la misma letra son estadísticamente iguales. Las barras con letra distinta son estadísticamente diferentes para P< 0,05.

a a a a

a a a b

b b

ab a

ab

a ab

a

84

En los muestreos iniciales y finales de haba los valores que se obtuvieron también fueron muy bajos, lo cual indica que en el cultivo de haba la β-Glucosidasa con un valor mínimo de 0,09 µmol g-1h-1 y un valor máximo de 0,54 µmol g-1h-1 obtenidos en el muestreo final presentaron también una baja actividad, con valores que fueron estadísticamente significativos, para las variedades de haba Muchamiel y Palenca en sistema de cultivo inoculado convencional, que obtuvieron unos valores de Glucosidasa significativamente más altos que en el monocultivo de brócoli y en rotación en las prácticas de manejo convencional y ecológico y que la variedad Muchamiel en rotación ecológica (Figura 7.14.1.).

7. 15. Glucosaminidasa

La importancia de esta enzima en los sistemas biológicos ha sido muy reconocida. Las actividades de β-Glucosaminidasa pueden ser encontradas en actividades de N adquirido de microorganismos (Sinsabaugh y Moorhead, 1995). La β–Glucosaminidasa juega un importante papel en los ciclos de C y N en el suelo (Parham y Deng, 2000). Las actividades de β–

Glucosaminidasa pudieron ser también encontradas en el control biológico de patógenos de plantas. La β–Glucosaminidasa en el suelo puede suprimir patógenos fúngicos en las plantas (Parham y Deng, 2000).

La actividad en suelos de β–Glucosaminidasa, la cual produce aminoazúcares, ha sido también asociada con la adquisición de N en procesos de microorganismos (Parham y Deng, 2000; Sinsabaugh y Moorhead, 1995). En realidad, un juego de indicadores de Carbono y

Figura 7.14.1. Concentraciones medias y error típico de Glucosidasa (µmol g-1h-1) enmuestras de suelo para las variedades Muchamiel, Palenca y brócoli, en sistemas de cultivo en rotación y no rotación y prácticas de manejo convencional y ecológica en cultivo de haba.Las Barras de error representan el error típico: letras diferentes indican diferencias significativas de acuerdo con el Test de Tukey. Las barras con la misma letra son estadísticamente iguales. Las barras con letra distinta son estadísticamente diferentes para P< 0,05.

a a a

a a

a

a a

a a

a a a

ab ab a

85

Nitrógeno biológico puede ser mucho más preciso en valores de la mineralización de N en suelos (Dick et al., 2013).

La actividad β-Glucosaminidasa fue determinada por Parham y Deng (2000) obteniéndose resultados comprendidos entre 29 a 40 mg p—nitrophenol kg-1h-1 presentando la β-Glucosaminidasa una baja actividad en el suelo según los datos obtenidos para el muestreo de caupí, con un valor mínimo de 0,0033 µmol g-1h-1 y un valor máximo de 0,2467 µmol g-1h-1 ambos obtenidos en el muestreo final, donde no se obtuvieron resultados estadísticamente significativos.

En los datos obtenidos en los muestreos iniciales y finales de haba los valores que se obtuvieron también fueron muy bajos lo cual indica que en el cultivo de haba la β-Glucosaminidasa presentó una baja actividad, con un valor mínimo de 0,0400 µmol g-1h-1 y un valor máximo de 0,4267 µmol g-1h-1, ambos obtenidos en el muestreo final, donde los cultivos intercalados de leguminosas para la variedades de haba Muchamiel y Palenca en rotación convencional y ecológica tuvieron un efecto estadísticamente significativo mayor sobre el resto de los ensayos realizados en monocultivo y rotación de leguminosas y cultivo testigo de brócoli en rotación convencional y ecológica, cosechadas en forma secuencial y en las mismas fechas que las leguminosas intercaladas. Exceptuando la rotación convencional testigo de brócoli en la que se obtuvieron mayores resultados que para el monocultivo convencional testigo de brócoli y para la rotación convencional de haba para la variedad Muchamiel.

También se obtuvieron efectos estadísticamente significativos mayores para la actividad enzimática Glucosaminidasa en la rotación ecológica de la variedad de haba Muchamiel y en la rotación convencional de la variedad de haba Palenca frente a la rotación convencional de la variedad de haba Muchamiel (Figura 7.15.1.).

La baja actividad de las glicodasas (β-Glucosidasa y β–Glucosaminidasa) en los suelos puede ser debida a la falta de incorporación de estiércol en el suelo.

86