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EVALUACIÓN DEL RIESGO POR EXPOSICIÓN INHALATORIA A AGENTES QUÍMICOS

EVALUACIÓN CUANTITATIVA DE LA EXPOSICIÓN

Obtención de información acerca de la exposición

Datos de los agentes químicos

Número de trabajadores a muestrear por puesto de trabajo Grupos homogéneos de exposición (GHE)

Comparación con el VLA-ED

Número mínimo de muestras por jornada T Tipos de muestreo en una jornada de trabajo

Valoración por comparación con el valor límite ambiental de exposición diaria (VLA-ED) Sistema de decisión a partir de un pequeño número de muestras

Sistema de decisión a partir de un gran número de muestras

Comparación con el VLA-EC

Valoración por comparación con el valor límite ambiental de corta duración (VLA-EC)

Conclusiones

Mediciones periódicas de control Media ponderada móvil

Tabla de números aleatorios Distribución normal estándar

INTRODUCCIÓN

La evaluación de riesgos consiste en obtener la información necesaria para responder a dos cuestiones: qué es lo que puede suceder y con qué probabilidad. De este modo, se estará en condiciones de decidir si son necesarias o no medidas preventivas y, en caso afirmativo, de qué tipo y en qué orden se deben poner en práctica. Cuando existe exposición a agentes químicos para responder a la primera pregunta es necesario conocer la capacidad tóxica del agente químico y la respuesta individual al tóxico. Por otra parte, como no se puede obtener el valor de la probabilidad, en su lugar, se estima a partir de la magnitud de la exposición, entendida como el tiempo de exposición por la concentración ambiental, y del correspondiente valor límite. Esto último requiere medir. Cualquier medición de cualquier parámetro finaliza cuando se dispone de un intervalo del valor de lo medido, suficientemente pequeño para que sea útil. La reducción de ese intervalo depende de la calidad y del número de mediciones y también de las condiciones de la exposición (repetitividad, movilidad que implique el puesto de trabajo, etc.).Cuando los medios necesarios para obtener un valor fiable de la concentración ambiental, representativo de la exposición y con un intervalo de incertidumbre suficientemente reducido, son muy elevados, deberían centrarse los esfuerzos en la eliminación de los riesgos o en la implementación de medidas preventivas para reducirlos al máximo, ya que son los verdaderos objetivos.

Bajo ciertas circunstancias el proceso de medición se puede evitar, tal y como indica el Real Decreto 374/2001 en su artículo 3.5. En estas situaciones, es posible obtener conclusiones a partir de la observación del puesto de trabajo, con ayuda de la información recabada sobre los agentes químicos presentes en el ambiente, las condiciones de trabajo y las condiciones individuales. En unas pocas ocasiones, el criterio del higienista puede ser suficiente. Suelen ser aquéllas en las que la exposición es muy intensa o, por el contrario, es muy baja. Existen también procedimientos de valoración sistematizados y contrastados que ayudan de forma objetiva a gestionar esa información, cuyos resultados permiten conocer la magnitud del problema. Esos procedimientos, que denominaremos Métodos cualitativos o simplificados de evaluación son objeto de este Apéndice, en el que también se exponen los principios que rigen la Evaluación cuantitativa, las estrategias de medición y el tratamiento de los resultados de las mediciones.

La Norma UNE-EN 689:1996, “Atmósferas en el lugar de trabajo. Directrices para la evaluación de la exposición por inhalación de agentes químicos para la comparación con los valores límite y estrategia de la medición”, propone tres etapas diferenciadas y consecutivas para la evaluación de la exposición: estimación inicial, estudio básico y estudio detallado (véase NTP 935).

En las dos primeras etapas, cuando se dan las circunstancias adecuadas, ya pueden extraerse conclusiones sobre el riesgo que representa la exposición en base a estimaciones, mientras que la evaluación detallada comprende la medición de las concentraciones ambientales en el lugar de trabajo a evaluar y la comparación con el valor límite. Esta etapa requiere una estrategia de medición y un tratamiento estadístico para obtener una información válida y fiable de la exposición necesaria, por ejemplo, cuando es esperable que la exposición esté próxima al valor límite.

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La estimación inicial de la exposición utiliza la información sobre la peligrosidad de los agentes químicos y la observación del puesto de trabajo para estimar el nivel de riesgo pudiéndose utilizar en esta fase los ya mencionados modelos cualitativos. En el estudio básico se realizan valoraciones en las que, como apoyo, el técnico utiliza datos objetivos, como por ejemplo, mediciones anteriores, mediciones en procesos de trabajo comparables, entre otros.

Como se desprende de párrafos anteriores muchas decisiones del proceso de evaluación se toman en base al propio juicio profesional del técnico, el cual se desarrolla a partir de un conjunto de conocimientos adquiridos tanto en la formación académica de base, como por la práctica profesional tutelada y por la propia experiencia profesional recogida a lo largo del tiempo. Dada la trascendencia que puede tener la calidad de sus actuaciones, el Técnico de Prevención que lleve a cabo la evaluación debe estar suficientemente formado y experimentado, y además del nivel de cualificación definido en el artículo 37 del Real Decreto 39/1997, es recomendable que posea la especialidad en higiene industrial y una formación académica con base química y que haya realizado un aprendizaje práctico en Higiene Industrial. Concretamente respecto a la aplicación de modelos simplificados, hay que notar que pese a que son métodos sencillos de aplicar, la interpretación de sus resultados, la toma de decisiones sobre las medidas preventivas necesarias y la comprobación de que las condiciones iniciales de trabajo se mantienen a lo largo del tiempo, requieren de un criterio profesional insustituible.