• No se han encontrado resultados

Cuando Alemania pierde en la Primera Guerra Mundial, la postración económica de esta nación reciente desfavorablemente contra el movimiento socialdemócrata como socialista. El ascenso abrumador del comunismo desde la revolución de octubre de 1917 alienta el temor en el hemisferio capitalista de ser pronto arremetido por la revolución socialista llevada por los bolcheviques a sus propias geografías. Esta cuestión alienta el nacimiento del fascismo, el cual viene derivado del nacionalismo que exacerba la propia modernidad, al fundamentar el éxito de la producción en lo locativo made in, y la socialdemocracia parlamentaria o del centro, que lleva a la fundación del partido nacional socialista o nazi, por sus siglas o abreviaturas en alemán.

La economía alemana en los años 20 del siglo XX trata de recuperar la situación perdida por efecto de la primera conflagración mundial, no obstante la incapacidad del gobierno en lograrlo, y el recrudecimiento económico que trae la crisis de 1929-33, vienen a

favor de los nacional-socialistas, contra los comunistas y los liberales. La promesa del partido nazi de reconstruir su economía, resarcir las humillaciones infringidas por los vencedores de la primera guerra mundial contra Alemania, y el fuerte resentimiento del pueblo alemán contra su gobierno se patentan en el triunfo del partido nazi en 1933. La infiltración nazi en México se deja sentir precisamente en los años 30 del siglo pasado al respaldar a movimientos de ultraderecha tal como lo es el sinarquismo, nacionalista, ultraconservador, antisemita, antiprotestante, ultra católico, anticomunista, pro germano y anti yanqui. Ve al régimen español del Gral. Francisco Franco Bahamonde, dictador español (1936 – 1975), de la falange española tradicionalista, nacional cristiano, como un ideal de autodeterminación y nacionalismo para toda América latina, en especial de México. La Alemania nazi y la Italia de Mussolini firman en 1936 un acuerdo de apoyo al Gral. Francisco Franco para sufragar la guerra civil española (1931 – 1939).

La derecha se viste del fascismo, no solo en Alemania, sino en la propia Italia bajo el liderazgo de Benito Mussolini, y en América latina la infiltración se da mediante la concilia de la Iglesia católica quien derrotada en 1926-29 y 1936 (años de la primera y la segunda guerras cristeras, respectivamente), alienta a sus parroquianos en un anti estatismo beligerante de abierta filiación anti masónica, anticomunista y anti judía. Es precisamente en 1938 que Manuel Gómez Morín logra aglutinar las distintas fuerzas disruptivas contra el gobierno posrevolucionario en un único partido de abierta alineación de derecha, católica, nacionalista y conservadora: el Partido de Acción Nacional (por sus sus siglas PAN). Que si bien de inicio busca un programa de gobierno de este orden, en un segundo momento encona sus esfuerzos políticos por el federalismo (coincidente con el arribo del neoliberalismo propiamente en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari de 1988 a 1994 y que culmina con su empoderamiento con Vicente Fox Quezada, 2000 - 2006). La derecha traslada su lucha del resentimiento contra el gobierno a la búsqueda de abatir el centralismo. La democracia solo es un medio para lograr el federalismo, no el fin, no se aspita a una sociedad más igualitaria sino a una auténtica República federalista… claro, desde la óptica de la derecha.

CONCIENCIA Y EDUCACIÓN EN LA ÓPTICA NEOLIBERAL

El proceso educativo trata de otorgar al sujeto de la educación conciencia plena de la realidad en que vive, de tal manera que le permita comprender el sentido de las cosas y su nexo entre ellas. La toma de conciencia de los individuos al respecto de su realidad es importante para que su toma de decisiones por un lado sea racional, consciente, moral – ética, informada, pero sobre todo libre. Esta por tanto es la concepción liberal de la educación, donde el fundamento de personas que eligen libremente, debidamente informadas y conscientes de su entorno es garante de una vida democrática, ordenada y organizada: bajo el derecho.

Los problemas a los que se enfrentan las personas son debidamente dimensionados en su realidad social como su implicancia individual. Conscientes de los problemas, se está en posibilidad de afrontarles con conocimiento de causa e implicancia para los agentes involucrados, como sus efectos colaterales a terceros (dicen los economistas: externalidades positivas como negativas).

El cambio se da inercialmente según la tesis liberal. No obstante, el cambo es inducido y orientado por agentes conscientes que actuando libre y racionalmente, llevan al esquema al derrotero de cambio ordenado (para los economistas, crecimiento sostenido y ordenado o desarrollo).

Educar es por tanto un proceso necesario para garantizar la civilización (la sociedad que está ordenada y se ha puesto de acuerdo). Pero sobre todo, la toma de conciencia permite un desarrollo (cambio) con prosperidad. La sinergia del sistema parte de la conciencia de los individuos que le componen. El progreso es por tanto efecto de la ascendiente educativa.

La educación dota a la gente de la capacidad de mejorar su calidad de vida, de superarse, de mejorar en todos los ámbitos de su vida, de ascender en la escala social, de procurar mejores condiciones sociales, económicas, políticas, de lograr más oportunidades y lograr con mayor éxito sus metas. Las diferencias sociales tienden a disminuir como se tiene una sociedad más justa e igualitaria. Hay un mejor gobierno y menos corrupción, se tiene más conciencia de los efectos de las acciones y por ello se tiene una mejor eficiencia económica como sustentabilidad del sistema.

En las tesis neoliberales se retoma la concepción liberal del Hombre desde la concepción indicada por Aristóteles como “homo económicus”, a quien concibe como un ser racional (inteligente), moral (que sabe las consecuencias de sus acciones y sus efectos a terceros como a su persona, o sea, se trata de un ser convenenciero), sabio (que está informado, no es un ignorante, está educado) y sobre todo es libre (de elegir conscientemente). De ello, bajo este nuevo paradigma de la ética administrativa en cuanto a la regulación del sistema (por parte del Estado), se habla de educación bajo la óptica de desarrollar competencias.

Crear competencias es capacitar al individuo para poder hacer uso de las oportunidades que se le presentan, como a crearse sus propias oportunidades ante una nueva capacidad creada. Prepararse para el futuro, pero sobre todo para el mercado y la competencia de otros talentos (Moreno, 2009).

La educación bajo la orientación de crear competencias surge de los trabajos de David C. McClelland (1973; 28: 1-14 y 1976), quien indica que no basta la sola inteligencia de un individuo para explicar su éxito, también está su capacidad adquirida en cuanto la dimensión de la conciencia que crea de su realidad, el sentido de las cosas y sus conexiones, y su talento en cuanto tipo y capacidad de trabajo.

El ascenso tecnológico requiere la formación de nuevos talentos y capacidades adquiridas para que las personas vean en el contexto oportunidades para su crecimiento. Es por ello que el sistema educativo y el proceso de la educación deben repensarse y replantearse. Crear nuevas capacidades y destrezas permiten a las personas participar en procesos educativos distintos pero sobre todo diversos, lo que le da más oportunidades y le garantiza una inclusión laboral pertinente a sus necesidades y aspiraciones de crecimiento.

El talento desarrollado garantiza la eficiencia y la eficacia del trabajo en su inclusión industrial. Las competencias es una orientación que desde la década de los años 70 del siglo pasado se maneja en los sistemas educativos privados, en especial en México. Se

trata de una educación cuyas características permiten al individuo ser pertinente y eficiente en el desarrollo de un cierto trabajo específico. Su especialización como mano de obra pero con destreza.

Las competencias hablan del dominio de la mano de obra en ciertos trabajos para lo cual es calificado. Se desarrollan destrezas y aptitudes donde el talento, la pericia sea el dominio del trabajador para ciertos tipos de actividades para lo cual él tiene una ventaja competitiva.

Pero la educación bajo la orientación de crear competencias no es una invención occidental creada por investigadores estadounidenses como David. C. McClelland. De hecho desde tiempos de la entreguerra en Japón y otras naciones asiáticas se viene creando. Solo es una consideración más hecha de los esquemas de la producción flexible surgida en los años 30 del siglo XX en el oriente, a los renglones de educación, instrucción, capacitación occidentales que llegan 40 años tarde a la región de la economía occidental.

Ahora bien, a la tesis de la educación con orientación a crear competencias le viene la visión estructuralista de la educación, donde se abandona la dimensión de la instrucción individual por la de la sociedad, para lo cual la educación debe orientarse no a crear capacidades competitivas, sino capacidades en base a resolver las necesidades sociales: perfiles. Tales como médicos homeópatas para las regiones donde la exclusión socio económica no permiten lleguen medicamentos elaborados ni la medicina especializada, o educadores con formación bilingüe para las regiones indígenas que eduquen en la dimensión de la situación social de la región, la cosmovisión del grupo étnico donde trabajan, como atiendan en su ámbito las demandas locales de la educación del grupo. Esquema educativo que fue concebido en México durante tiempos del desarrollismo (1940 – 1980).

ENDOGENISMO Y SOCIALDEMOCRACIA: