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El ganado caballar no tiene la importancia que debiera, no por falta de número de cabezas, sino por el estado de abandono y

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GALICIA

Ración 2.°: 25 kilogramos de col forrajera, 25 de nabos y 12,5U

D.- El ganado caballar no tiene la importancia que debiera, no por falta de número de cabezas, sino por el estado de abandono y

degene-ración en que se encuentra, pues salvo raras excepciones, las yeguas no reciben alimentación suficiente y en su mayoría viven en estado sa1-vaje en los montes de aprovechamiento común, sin cuidado alguno, ni aun para proporcionarles ahrigo en ^los largos temporales de lluvias.

La alzada media no pasa de 1,42 a 1,50 metros; su conformación es defectuosa en todas sus partes, teniendo sólo como buerras condiciones la sobriedad y resistencia. La raza, sin embargo, es susceptible de me-jora por cualquier procedimiento, pues en todos los casos con la selec-ción, el cruzamiento y regulares cuidados, se obtienen rápidamente pro-ductos que duplican de valor.

El ganado mular y asnal también carece de importançía, aunque el primero debiera tenerla si se desarrollara más ia cría de muletas, que son solicitadas y alcanzan buenos precios actualmente.

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-Ya hemos dicho que el ganado vacuno es^el de más importancia, y su principal función económica es la producción de carne. Sus caracte-res son los ya consignados. ^

Los labradores de los lugares más apartados se dedican, unos a la obtención de terneros, y otros a la recría, para venderlos después a otros que ^ultivan mayores extensiones de terreno, los que después de utilizarlos algún tiempo los ceban y venden. Uua cosa análoga sucede con la vacas, existiendo parroquias determinadas que compran bece-rras al destete, conservándolas hasta la época de ser cubiertas por el macho, vendiéndolas después a otros agricultores a quienes dan las crías. Si salen con regu^ares condícíones lecheras se venden para explo-tarlas como tales, y si no se engordan para sacriCrcatlas.

Las buenas vacas cebadas llegan a alcanzar un peso medio de 350 ki-logramos, y los bueyes de 400 a 450. EI rendimiento en carne neta llega de 50 a 55 kilagramo^ en los bueyes cebados, sienda algo menor en tas vacas. En los mataderos de la provincia se sacrifican por regla ge-neral vacas en medianas condiciones de engorde, siendo la media del peso vivo 320 ki(ogramos, y eI rendirniento con relación al peso en ca-nal es el 45,50 por 100.

La raza es poco lechera, con ubre mal conformada, y la producción de leche varía de 900 a 1.200 litros en un periodo de lactancia que no pasa de seis meses, siendo su riqueza en manteca de 5 por 100.

El ganado lanar se encuentra en completa degeneracion, viéndose ejemplares pertenecientes a diversas razas. Igual sucede con el cabrfo;

el poco que existe pertenece a la raza europea, utilizándose en el Sur' de la provincia parte de la leche para el consumo, pero proporciona poco rendimiento.

Después del vacuno el ganado porcino es el que más importancia tiene en la provincia; pertenece a la raza Celta, encontrándose con fre-cuencia cruzada con la York. Sus caracteres principales son: cabeza fuerte; orejas largas y caídas; frente ancha, la rrariz larga, recta y for-mando un ángulo muy obtuso con la frente; la alzada es grande; el dorso muy convexo; la grupa caída; el jamón largo y delgado; piel y pelós blancos. Son bastante precoces, y el peso medio en canal en cer-dos de cer-dos años puede ealcularse en 140 kilogramos, consideráncer-dose

^^que su relación con el peso vivó es el 78 por 100.

E.-Las yeguas de cría, que viven casi en estado salvaje, no reciben Aingún euidado, por lo que se estropean muchas en los años en que :^hay escasez de pastos. Las que tiene el agricultor para su uso y cría de

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-•potros o muletos se alimentan según el servicio que prestan. Los días de descanso pastan en 1^s montes y por tas noches se les da seis kilogra

-mos de heno y en los de trabajo nueve de heno y paja y 1,300 de maíz•

EI peso medio del ganado caballar es de 250 kilogramos, correspon-diendo a 1.000 de peso vivo uua ración de reposo de 36 kilogramos de heno, y 5,2 de maíz para la de trabajo .

Las mulas y asnos reciben racibn análoga a la del caballar.

El ganado vacuno, cuando el tiempo lo permite, sale todos los días a pastar al campo, y según la cantidad de alimento que se supone ha tomado así se les da la ración de por la noche, s+n regla ñja y según las estaciones del af1o.

Los días que el ganado no toma alimento en el campo se da a cada yunta de bueyes 40 kilogramos de hierba verde y 10 de heno, o se sus-tituye éste por 15 kilogramos de paja de maíz. El peso medio de una yunta es de 800 kilogramos; por tanto, la ración de entretenimiento por 1.000 de peso vivo es de 50 kilogramos de hierba verde y 12,50 de heno. En los días de trabajo se les añade un poco de agua con ha-rina de maíz.

Las vacas tienen un régimen análogo a los bueyes, proporcionándo-las, como término medio a cada cabeza, una ración de 10 kilogramos de heno y cinco de paja de mafz. Su peso medio es de 320 mas, correspondiendo a 1 000 de pesd vivo una ración de 31 kilogra-mos de heno y 15,50 de paja de mafz tratándose de vacas de crfa.

Las cabras y ovejas no reciben más alimentación que la que les proporcionan los catnpos y montes. ^ólo en los largos temporales de Iluvias se les da un poco de heno.

Los cerdos toman gran parte de su alimentación en los campos; pero además se les facilitan dos piensos de coles forrajeras, alguna patata y harina de maíz mezclada con los desperdicios de la casa. En el rnes de septiembre se empiezan a engordar, durando este período noventa días. La ración de engorde para 1.000 kilogramos de peso vivo en el período de mayor intensidad, se compone de tres kilogramos de harins, de .maíz, dada con agua, que contiene algunas hojas de coles y los des-perdicios de todas clases.

Puede decirse que en realidad no existe estación estival; la invernal se nota algo en la costa, y con mayor intensidad en la zona montaíio-sa. Los labradores, para remediar a los ganados en esta época, henifi-can uno o dos cortes de los prados que conservan con las pajas de los cereales de iavierno.

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