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Baste con esto para Egipto. Al entrar en Grecia, no sólo encon- tramos allí la evidencia sobre lo mismo, sino el incremento de esa evidencia. El dios adorado como un niño en los brazos de la gran Madre en Grecia, bajo los nombres de Dionisio, o Baco, o Iaco está expresamente identificado con el Osiris egipcio por los investigadores antiguos. Tal es el caso de Heródoto que conti- nuó sus investigaciones en el propio Egipto, y que siempre ha- bla de Osiris como Baco.142 Este mismo propósito tiene el testi-

monio de Diodoro Sículo. “Orfeo,” dice él, “introdujo de Egip- to la mayor parte de las ceremonias místicas, las orgías que cele- braban los extravíos de Ceres, y toda la fábula del averno. Los ritos de Osiris y de Baco son los mismos; los de Isis y Ceres se parecen exactamente los unos a los otros, excepto por el nom- bre.”143 Para identificar a Baco con Nimrod, “el domador de

leopardos,” éstos fueron empleados para tirar de su carro, y a él mismo se le representaba vistiendo una piel de leopardo, así como sus sacerdotes, ataviados de la misma manera; cuando se omitía la piel de leopardo, en su lugar se usaba, como vestidura sacer- dotal, la piel manchada de un cervatillo. La misma costumbre de usar la piel manchada de un cervatillo parece haber sido im- portada a Grecia originalmente de Asiria, donde el cervatillo manchado era un símbolo sagrado, como lo sabemos por las es- culturas de Nínive, pues allí encontramos una divinidad que lle- va un cervatillo manchado, o un ciervo leonado en el brazo (Fig. 20), como símbolo de alguna misteriosa significación.144 El ori-

gen de la importancia atribuida al cervatillo manchado y a su piel, ocurrió evidentemente de esta manera: Cuando Nimrod, como “el domador de leopardos,” empezó a vestirse con la piel de ellos como trofeo, su vestido manchado y su apariencia de- ben haber impresionado la imaginación de aquellos que lo veían;

142

HERODOTO, lib. I. cap. 42.

143 Biblioteca, lib. I. p. 9.

y así llegó a ser llamado no sólo “el Domador del manchado” (pues éste es el significado preciso de Nimr – el nombre del leopardo), sino a ser llamado él mismo como “el Manchado.” Al respecto tenemos clara evidencia sostenida por Damascio, que nos dice que los babilonios llamaban “Momis o Moumis”145

al “único hijo” de la gran madre-diosa. Momis o Moumis signi- fica en caldeo “el Manchado,” igual que Nimr. Así, entonces, llegó a ser fácil representar a Nimrod por el nombre del “cerva- tillo manchado,” especialmente en Grecia y dondequiera que prevaleciera una pronunciación semejante a la de Grecia. El 1

Fig. 20

145 DAMASCIO, en Fragmentos de CORY, p. 318.

nombre de Nimrod, conocido por los griegos, era Nebrod,146 y el

nombre del cervatillo “manchado” era Nebros;147 de este modo,

nada podía ser más natural que ese Nebros, “el cervatillo man- chado,” se convirtiera en sinónimo del mismo Nimrod. Por tan- to, cuando el Baco de Grecia fue simbolizado por el Nebros, o “cervatillo manchado,” tal como hemos encontrado que lo fue, ¿cuál pudo ser el propósito sino solamente el de identificarlo secretamente con Nimrod?

Tenemos evidencia de que este dios, cuyo emblema era el Nebros, fue conocido como descendiente del mismo linaje que Nimrod. En Anacreonte encontramos que un título de Baco era Aithiopais,148 es decir, “hijo de Ethiops.” Pero, ¿quién era

Ethiops? Como los etíopes eran los cusitas, entonces Ethiops era Cus. “Cus,” dice Eusebio, “era el que descendía de etío- pes.”149 El testimonio de Josefo es del mismo tenor. Así, Cus, el

padre de los etíopes, era Ethiops a modo de distinción. Por tan- to, Epifanio, refiriéndose al origen de Nimrod, dice: “Nimrod, el hijo de Cus, el etíope.”150 Como Baco era hijo de Ethiops o Cus,

exteriormente se le representaba con este carácter. Como Nin, “el Hijo,” se le describía como un joven o un niño, y ese joven o niño era representado generalmente con una copa en la mano. Esa copa, para el público, lo mostraba como el dios de la borra- chera; y no hay duda de que había abundancia de tal borrachera en sus orgías; sin embargo, después de todo, la copa era princi- palmente un jeroglífico, el del nombre del dios. En el lenguaje sagrado el nombre de copa era khus; y así, la copa en la mano del joven Baco, el hijo de Ethiops, mostraba que él era el joven Cus, o el hijo de Cus. En el grabado adjunto (Fig. 21),151 la copa 146En la versión griega de los Setenta, traducida en Egipto, el nombre de Nimrod es

“Nebrod” (p. 17).

147 Nebros, el nombre del cervatillo, significa “el manchado.” En Egipto, Nmr, se

convertiría en Nbr; pues Bunsen demuestra que la m y la b eran convertibles con frecuencia en esa tierra. Ver vol. I. p. 449.

148 ANACREONTE, p. 296. Las palabras de Anacreonte eran Dionison Aitiopaida. 149 EUSEBIO, Crónica, vol. I. p. 109.

150 EPIFANIO, lib. I. vol. I. p. 7.

en la mano derecha de Baco está sostenida de una manera tan significativa que sugiere naturalmente que ella debe ser un sím- bolo y, en cuanto a la rama de la otra mano, tenemos testimonio expreso que se trata también de un símbolo. Pero, es digno de observar que la rama no tiene hojas para determinar la clase pre- cisa de rama que es. Por tanto, debe ser un emblema genérico para una rama, o un símbolo de una rama en general y, en conse- cuencia, necesita de la copa como su complemento para deter- minar específicamente de qué clase de rama se trata. Entonces, los dos símbolos deben interpretarse en conjunto y, al interpre- tarlos así, solamente equivalen a la “rama de Cus,” es decir, al “vástago de Cus.”152

Fig. 21

Hay otro jeroglífico relacionado con Baco que sirve no poco para confirmar esto: la rama de hiedra. Ningún emblema era más característico del culto de Baco que éste. Dondequiera que se realizaban los ritos de Baco, dondequiera que se celebraban sus orgías, aparecía con seguridad la rama de hiedra. De una manera o de otra, la hiedra era esencial en estas celebraciones. Los adoradores la llevaban en la mano,153 amarrada en torno a

sus cabezas154 o, incluso, llevando la hoja de hiedra tatuada

indeleblemente en sus personas.155 ¿Cuál podía ser el uso, cuál

podía ser el significado de esto? Unas pocas palabras serán su- ficientes para demostrarlo. En primer lugar, tenemos la eviden- cia de que kissos, el nombre griego para la hiedra, era uno de los nombres de Baco;156 además, aunque en los Misterios el nombre

de Cus era conocido por su propio nombre por los sacerdotes; sin embargo, la forma establecida en la que el nombre de sus descendientes, los cusitas, era pronunciado comúnmente en Gre- cia, no lo era al modo oriental, sino como “kissaioi” o “kissioi.”157

Así, Estrabón, hablando de los habitantes de Susa, que era el

152Todos saben que el odzoz Areos de Homero, o “Rama de Marte,” es lo mismo que

“Hijo de Marte.” El jeroglífico mencionado se formó evidentemente sobre el mismo principio. Por esa copa única en la mano del joven Baco podemos concluir claramen- te, por una aseveración de Pausanias, en la cual hace ver “al muchacho Kuathos,” representando el papel de copero al ofrecerle la copa a Hércules, que ella pretendía señalarlo “como el joven Cus,” o “el muchacho Cus.” – PAUSANIAS, lib. II; Corintíaca, cap. 13, p. 142. Kuathos es la palabra griega para “copa,” y se deriva evidentemente del hebreo Khus, “una copa,” que en una de las formas caldeas se convierte en Khuth o Khuath. Es bien sabido que el nombre de Cus se encuentra a menudo en la forma Cuth, y ese nombre, en ciertos dialectos, sería Cuath. Entonces, “el muchacho Kuathos” es solamente la forma griega del “muchacho Cus,” o del “joven Cus.”

[Las bayas o capullos de flor sin abrir al final de las ramas, pueden significar la hiedra. Esto, sin embargo, no invalida sino que, por el contrario, refuerza el argu- mento general].

153 SMITH, Diccionario Clásico, “Dionisos,” p. 227. 154 EURIPIDES, en ESTRABO, lib. X. p. 452.

155 KITTO, Comentario Ilustrado, vol. IV. p. 144. POTTER, vol. I. p. 75. Edic.

1808.

156 PAUSANIAS, Atica, cap. 31, p. 78.

157 ESTRABON, lib. XV. p. 691. En Hesiquio, el nombre es Kissaioi, p. 531. El

epíteto aplicado a la tierra de Cus en Esquilo es Kissinos – ESQUILO, Los Persas, v. 16. Lo anterior aclara uno de los títulos inexplicables de Apolo. “Kisseus Apollon” es claramente “Apolo el cusita.”

pueblo de Cusistán, o la antigua tierra de Cus, dice: “Los susos se llamaban kissioi,” que son, incuestionablemente, los cusitas. Si kissioi es cusita, entonces Kissos es Cus. Por consiguiente, la rama de hiedra que ocupaba lugar tan destacado en todas las bacanales, era un símbolo expreso del mismo Baco, pues Hesiquio nos asegura que Baco, representado por su sacerdote, era conocido en los Misterios como “la Rama.”158 Entonces,

según esto, kissos, el nombre griego de la hiedra, parece que se convierte en el nombre de Baco. Como hijo de Cus, e identifica- do con él, algunas veces se le llamaba por el nombre de su pa- dre: Kissos.159 Sin embargo, su verdadera relación con su padre

se derivaba específicamente de la rama de hiedra, por “la rama de Kissos” que, para los profanos comunes y corrientes, era so- lamente “la rama de hiedra” pero, para el iniciado, era “la rama de Cus.”160

Este dios, reconocido como “el vástago de Cus,” era adorado bajo un nombre que, al mismo tiempo que era apropiado para él en su carácter popular de dios de la vendimia, también lo descri- bía ciertamente como el gran Fortificador. Ese nombre era

158 HESIQUIO, p. 179.

159 Ver ante, por lo que se dice de Jano, Nota, p. 28.

160 La guirnalda o cintillo de hiedra tenía evidentemente un significado jeroglífico

similar al anterior, porque el griego “Zeira Kissou” es también una “cinta o banda circular de hiedra,” o “la simiente de Cus,” La formación del griego “Zeira,” cinta o banda circular, del caldeo Zer, “circundar,” demuestra que Zero “la simiente,” que también se pronunciaba Zeraa, de igual manera, se convertiría en Zeira en algunos dialectos griegos. Kissos, “hiedra” en griego, retiene el sentido radical del caldeo Khesha o Khesa, “cubrir u ocultar,” del cual hay razón para creer que se deriva el nombre de Cus, porque la hiedra es característicamente “el encubridor u ocultador.” En relación con esto, puede decirse que la segunda persona de la trinidad fenicia era Cusoros (WILKINSON, vol. IV. p. 191), que evidentemente es Cus-zoro, “La si- miente de Cus.” Ya hemos visto que los fenicios tomaron su mitología de Asiria.

161 Bassareus viene evidentemente del caldeo Batzar, para el cual tanto Gesenio, pp.

150,151, como Parkhurst, p. 77, dan el doble significado de “recoger uvas” y “fortifi- car.” Batzar se suaviza en Bazzar de la misma manera en que Nebuchadnetzar se pronunciaba Nebuchadnezzar. En el sentido de “significar una defensa inexpugna- ble,” Gesenio cita a Jeremías 51:53: “Si subiese Babilonia al cielo, y si fortaleciere (tabatzar) en lo alto su fuerza, de mí vendrán a ella destruidores, dijo el SEÑOR.” Aquí hay una referencia evidente a los dos grandes elementos del poderío de Babilonia, primero la torre; después sus numerosas fortificaciones, o murallas circundantes. Tomando el significado de Batzar como “hacer inexpugnable,” Gesenio parece haber mezclado el significado genérico propio del término. Batzar es un verbo compuesto de Ba, “en,” y Tzar, “circundar.”

Bassareus que, en su doble significación quiere decir al tiempo “el que guarda las uvas, o el recolector de la vendimia,” y “el que encierra con una muralla,”161 significando esto último que el

dios griego se identificaba con el egipcio Osiris, “el fuerte jefe de los edificios,” y con el asirio Belo, “que encerró a Babilonia con una muralla.”

Así, tenemos evidencia acumulada y abrumadora de Asiria, Egip- to y Grecia, concurriendo toda ella para demostrar que el niño adorado en los brazos de la madre-diosa en todos estos países, con el mismo carácter de Nino o Nin, “el Hijo,” era Nimrod, el hijo de Cus. Puede que se haya tomado prestado de algún héroe exitoso una característica por acá, un incidente por allá, pero parece imposible dudar de que ese Nimrod niño fue el prototipo, el gran original.

La asombrosa propagación del culto de este hombre indica algo muy extraordinario en su carácter; y hay rasgos suficientes para creer que, en sus propios días, él fue objeto de muchísima popu- laridad. Exaltado como rey, Nimrod invadió el sistema patriar- cal y abolió las libertades de la humanidad; sin embargo, fue ensalzado por muchos por haberles conferido beneficios que los indemnizaron ampliamente por la pérdida de sus libertades, y lo cubrieron de gloria y de fama. En la época en que, al parecer, las bestias salvajes del bosque se multiplicaban más rápidamente que la raza humana, deben de haber hecho grandes depredacio- nes en las poblaciones apartadas y dispersas de la tierra, por lo que deben haber inspirado temor en la mente de los hombres. El peligro que provenía de una fuente como ésta para la vida de los hombres, cuando la población era escasa, está implícito en la razón dada por Dios Mismo para no desalojar delante de Israel a los sentenciados cananeos, aunque la medida de su iniquidad se había llenado (Exodo 23:29,30): “No los echaré de delante de ti en

un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten con- tra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques...” Por tanto, las proezas de Nimrod al cazar las fieras del campo, y librar al mundo de monstruos, debe haberlo hecho famoso como benefactor de su raza. Por estos medios, no menos que por las cuadrillas que contrataba,

consiguió su poder cuando empezó a ser el primero nacido para ser poderoso sobre la tierra; y, del mismo modo sin duda, se consolidó ese poder. Luego, como el primer gran constructor de la ciudad, después del diluvio, agrupando a los hombres y ro- deándolos con murallas, hizo más todavía para capacitarlos, con el fin que pasaran sus días en seguridad, libres de las alarmas a las cuales habían estado expuestos en su vida dispersa, cuando nadie podía decirles siquiera que, en cualquier momento, po- dían ser llamados para entrar en lucha mortal con las fieras merodeadoras, en defensa de su propia vida y de la de aquellos a quienes ellos amaban. Dentro de las murallas almenadas de una ciudad fortificada no iría a tenerse tal peligro proveniente de las fieras; y, por la seguridad proporcionada de esta manera, los hombres se considerarían, sin duda, grandemente obligados con Nimrod. Por tanto, no causa sorpresa que el nombre del “caza- dor poderoso,” que era al mismo tiempo el prototipo del “dios de las fortalezas,” llegara a ser un nombre afamado. Conque Nimrod hubiese ganado fama solamente de esta manera, habría estado bien. Pero no contento con librar a los hombres del te- mor de las bestias salvajes, también se empeñó en la obra de emanciparlos del temor al Señor, temor este que es el principio de la sabiduría, y sólo en el cual puede encontrarse la verdadera felicidad. Parece que por esto mismo se ganó uno de los títulos con el que los hombres se deleitaban honrándolo, el título de “Emancipador” o “Libertador.” El lector puede recordar un nom- bre del que ya tuvo conocimiento. Ese nombre es el de Foroneo. La era de Foroneo es exactamente la era de Nimrod. El vivió en la época en que los hombres empleaban una lengua, cuando co- menzó la confusión de las lenguas, y cuando la humanidad se dispersó.162 Se dice que él fue el primero que congregó la huma-

nidad en comunidades;163 el primero de los mortales que rei-

nó,164 y el primero que ofreció sacrificios idólatras.165 Este ca-

rácter no puede convenir con nadie menos que con Nimrod. El

162 Ver ante, p. 25, y Nota.

163 PAUSANIAS, lib. II; Corintíaca, cap. 15, p. 145. 164 HIGINIO, Fab. 143, p. 114.

nombre que le fue dado con respecto a su “congregación de los hombres,” y el ofrecimiento de sacrificios idólatras, es muy sig- nificativo. Foroneo, en uno de sus significados más naturales, quiere decir “el Apóstata.”166 Muy probablemente, ese nombre

le hubiera sido dado por la porción incontaminada de los hijos de Noé. Pero ese nombre también tenía otro significado, esto es, “liberar;” por tanto, sus propios adeptos lo adoptaron, y glo- rificaron al gran “Apóstata” de la fe primigenia, ¡aunque él fue el primero que abolió las libertades de la humanidad como el gran “Emancipador”!167 Y de aquí que este título, en una forma

o en otra, fuera transmitido a sus deificados sucesores como tí- tulo de honor.168 Toda la tradición de los tiempos primitivos da

testimonio de la apostasía de Nimrod y de su éxito en apartar a los hombres de la fe patriarcal, además de liberar sus mentes del temor reverente de Dios, y del temor a los juicios del cielo, que deben haber permanecido en ellos en tanto que todavía era re-

165 LUTACIO PLACIDO, en Stat. Theb., lib. IV. v. 589, apud BRYANT, vol. III. p.

65, Nota. Las palabras son “Primus Junoni sacrificasse dicitur.” El significado de esto es, probablemente, que él estableció primero la paloma (Iunè) como símbolo visible y material del Espíritu Santo. Ver la Sección siguiente.

166De Pharo, pronunciando también Pharang, o Pharong, “abandonar, desnudar, apos-

tatar, liberar.” Estos significados no se daban comúnmente en este orden, pero como el sentido de “abandono” explica los demás significados, esto avala la conclusión de que “abandonar” es el significado genérico de la palabra. “Apostasía” se asemeja mucho a este sentido y, por tanto, es uno de los más naturales.

167 La diosa sabina Feronia tiene, evidentemente, un parentesco con Foroneo como

“el Emancipador.” Se creía que ella era la “diosa de la libertad,” porque en Terracina (o Anxur) los esclavos fueron emancipados en su templo (Servio, en La Eneida, VIII. v. 564, vol. I. p. 490), y porque se cuenta que, en una ocasión, los hombres libres de Roma hicieron una colecta con el propósito de ofrecerla en su templo. – SMITH, Diccionario Clásico (el extenso), sub voce “Feronia.”

El significado caldeo del nombre Feronia, confirma sorprendentemente esta conclu- sión. Su divinidad contemplativa, adorada junto con ella en una arboleda, era una divinidad juvenil, como Nino. El era considerado como un “Júpiter joven.” – SMITH, Diccionario Clásico, sub voce “Anxurus,” p. 60.

168 Así leemos de “Zeus Aphesio” (PAUSANIAS, lib. I. Atica, cap. 44), que es “Júpiter

Libertador” (ver también ARRIANO, que habla de “Jovi Aphesio Liberatori scilicet,” apud BRYANT, vol. V. p. 25), y de “Dionysus Eleuthereus” (PAUSANIAS, Atica, cap. 20, p. 46), o “Baco el Emancipador.” El nombre de Teseo parece haber tenido el mismo origen, de nthes “desatar,” y así libertar (omitiendo la n). “El templo de Teseo” (en Atenas) dice POTTER (vol. I. p. 36)....“tenía el privilegio de ser un santuario para esclavos, y aquellos de condición humilde que huyeran de la persecución de hombres

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