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CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO

2.2 Teoría del Estrés y la Emoción

2.2.5 El manejo como proceso

El manejo, como un proceso es definido por Lazarus y Folkman (1984)18 como los esfuerzos cognitivos y conductuales en constante cambio para la resolución de demandas internas y/o externas específicas que son valoradas como impositivas o excesivas para los recursos de las personas. El acto de valoración y el de manejo son difíciles de distinguir empíricamente, dado que la valoración, como se ha mencionado ya, es un sustrato cognitivo del manejo, y considerar las opciones del manejo en situaciones estresantes permite reducir las reacciones de estrés en la persona.

El proceso, incluye tres temas básicos. Por una parte, no existen estrategias de manejo que sean universalmente efectivas o inefectivas, por lo que el manejo debe medirse aislado de sus resultados, ya que así su eficacia depende del tipo de persona, del tipo de amenaza, del escenario o encuentro estresante y de la particularidad del resultado (bienestar que genera, funcionamiento social o salud somática subjetiva). La formulación del manejo como proceso es inherentemente contextual (Lazarus, 1999: 123).

El segundo punto es la recomendación de que los pensamientos y acciones de manejo deberían describirse en detalle, por ejemplo, lo que las personas piensan y sienten y el momento y contexto en que se produce esto. Por último, señala las principales funciones del manejo que son dos: una centrada en el problema y otra centrada en la emoción. A continuación se describen:

 La función del manejo centrada en el problema implica que la persona busca información sobre lo que puede hacer, por lo que realiza acciones con el propósito de modificar la relación problemática con el medio y estas acciones pueden dirigirse tanto al medio como a sí mismo. En este caso, se pueden generar alternativas de solución, valorarlas en términos de costo-beneficio y a partir de esto definir su actuación. Para esto se realiza generalmente un proceso de análisis enfocado tanto en el ambiente como al interior de la persona misma.

 La función centrada en la emoción, tiene la finalidad de regular las emociones que se producen por la situación estresante, por ejemplo, evitando pensar en la situación estresante o revalorizándola sin modificar la realidad de la situación. Menciona el autor que cuando revalorizamos una amenaza, modificamos nuestras emociones, generando un nuevo significado del encuentro estresante y agrega que la

18 Lazarus, R. S. & Folkman, S. (1984). Stress, appraisal, and coping. New York: Springer. Citado en Lazarus, R. S.

revalorización es un modo eficaz de manejar una situación vital estresante, siendo quizá una de las más efectivas (Lazarus, 1999: 126-127).

El punto clave para evaluar el manejo de una situación estresante es no separar ambas funciones, ya que las dos son parte esencial de un esfuerzo total de manejo. Además, juntas, forman una compleja combinación de pensamientos y acciones dirigidas a mejorar la relación conflictiva con el entorno. Para entender las estrategias de manejo, resulta indispensable, ir más allá de una superficial medición del manejo, tratando de identificar la importancia personal o significado relacional de la situación estresante y para conseguir esto, es importante tener en cuenta la personalidad de los participantes (Lazarus, 1999: 136).

En la presente investigación, como se mencionó en los objetivos, por una parte, se busca conocer si existen presiones sociales por ser madres dirigidas hacia las mujeres académicas entrevistadas, además de ello y de ser identificadas dichas presiones, se solicita que las relaten, pero es importante mencionar que durante la entrevista, no se utiliza el término “presión” debido a que en las entrevistas piloto, se observó que el término suele ser considerado negativo, además de negado.

Si bien esto puede generar un análisis descriptivo del fenómeno, se opta por preguntar por “formas de alentar” y a partir de ahí, usar el término asignado (presión, comentarios, alentar, etc.) por las entrevistadas para dar sentido a las presiones sociales, además de buscar una reflexión de éstas con lo cual se obtengan elementos que permitan orientar el análisis de la presión y su manejo.

Esto, a su vez, llevó a cuestionar la pertinencia de la adaptación de la teoría al análisis de la información obtenida en las entrevistas, por lo que no se plantea como estrategia, ni se cuestiona acerca de un evento en el que esta presión genere estrés, es por ello que la valoración, que requiere para su análisis la identificación de un encuentro estresante específico en la que se determine si hay algo valioso en juego a partir de los objetivos y las expectativas para reconocerlo como favorable o no para su cumplimiento, no está identificada como tal.

Sin embargo, como se mencionó previamente, se solicita una reflexión de las entrevistadas acerca de la presión social por ser madre, de manera que se obtiene información que permite conocer el significado asignado a los comentarios, presiones, formas de alentar o demandas, reconocidas por ellas y esto se toma como elemento para el análisis de su manejo. Además, es oportuno recordar, que en la presente investigación no se toma la teoría del Estrés y la Emoción de Lazarus (1999) como única para el análisis de la información obtenida.

Además de este recurso teórico, el análisis de la presente investigación se basa en la Fenomenología Social de Peter Berger y Thomas Luckmann (1968) y la Perspectiva de Género. En conjunto, estas tres teorías servirán de base para comprender las expectativas,

premisas sobre el self y el mundo y recursos personales frente al contexto en que se originan los procesos de socialización, la internalización de roles de género propios de la estructura social y los significados que asignan las mujeres entrevistadas a la presión por ser madre.