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4.– ALGUNOS MATERIALES UNO A UNO

Vamos a conocer un poco mejor algunos materiales. Algunos de uso habitual no están aquí porque de ellos se habla extensamente en otros apartados del libro.

• Corcho. Se obtiene de la corteza del alcornoque. En la península Ibérica hay mucha producción.

• Madera. En el Estado español importamos la mitad de la que consumimos. Más información en terra.org/articulos

/art01268.html

– Maciza vs. tableros: los tableros son trozos de ma- dera triturada conglomerada, proveniente de las ramas o troncos que no pueden aprovecharse como madera maci- za por no dar el tamaño, y de madera recuperada (podas agrícolas, astillas –de aserraderos, carpinterías, industrias de la madera– y, desde hace pocos años, madera usada). En el Estado español, la madera que se utiliza para hacer tableros es recuperada (76%) y local (la mayoría).

Entre sus ventajas encontramos que son baratos y permiten aprovechar restos (que pueden usarse también como abono o biomasa p), y entre sus inconvenientes, que son menos resistentes, reparables y duraderos. En su fabricación se utilizan diversas sustancias químicas, entre ellas, para encolar, una resina sintética que contie- ne formol, gas cancerígeno que emana de los tableros du- rante toda su vida. Busca en la etiqueta que cumplan ciertas normas que indican que el tablero contiene (UNE- EN120) y emite (UNE-EN712) menos formol.

– Tratamiento de la madera. Para barnices y otros tra- tamientos se usan aditivos tóxicos como metales pesa- dos y disolventes orgánicos. Los que cumplen la norma UNE-EN 71-3 tienen menos metales pesados.

– Se pueden usar aceites vegetales como el de linaza

(en Alemania se usa en el 20% de los muebles), trata- mientos con sal bórica (protegen la madera de insectos)... – Elige madera de árboles locales, evitando especial- mente la procedente de países tropicales y boreales (los del Norte, de Alaska a Rusia).

– El sello del FSC(Forest Stewardship Council - Consejo de Administración Fo- restal) garantiza que la madera procede de bosques y plantaciones gestionadas de manera responsable con el medio y sus habitantes. El FSC es una organiza- ción independiente en la que participan propietarios forestales, industria, comunidades locales e indígenas, sindicatos y grupos ecologistas... con represen- tación de países del Sur y del Norte al 50%. fsc-spain.org

Tiene algunas cuestiones mejorables, por ejemplo, al pagar el productor la certificación, es más accesible para las grandes productoras, y las empresas certificadoras pueden sentirse menos independientes. Ha habido casos de madera “sucia” con el sello FSC. Pero aún así es el sello con más credibilidad frente a otros como el paneuropeo –PEFC–, panamericano etc. que son meros instrumentos de lavado de cara en los que sólo participan empresarios del sector.

Actualmente existen ayuntamientos, CCAA’s y empre- sas comprometidas con la compra de madera FSC.

• Pasta de papel para hacer papel y cartón. General- mente se hace de pulpa de madera de eucalipto, aunque se puede fabricar con residuos agrícolas o fibras de vege- tales (10% de la producción mundial) como esparto, paja de arroz o trigo, cáñamo, algodón. Muchos de estos culti- vos pueden plantarse en zonas áridas y secas y permiten utilizar menos química en la fabricación.

– Las plantas papeleras y de celulosas consumen mu- chos recursos y causan en su entorno problemas ambien- tales y de salud (desde malos olores y mareos hasta transtornos hormonales). Muchas están en países del Sur.

– El blanqueo con cloro de pasta de papel y celulosa emite dioxinas (cancerígenos). El sector papelero espa- ñol ha rechazado el Protocolo de Kioto y el reglamento REACH de control de sustancias tóxicas.

– En Suecia, las papeleras han reducido en un 90% sus emisiones de azufre, y el papel nuevo se blanquea sin cloro.

– Empresas de papel nada higiénico. El 17% del papel a nivel mundial proviene de bosques primarios (449). Pa- peleras como Asia Pulp & Paper y Kimberly Clark –Kleenex,

Scottex, Huggies– y fabricantes de brik como Tetra Pak y Elo-

pak lo usan.

– El papel se gasta en embalajes (50%), imprenta y es- critura (30%), periódicos (12%), pañuelos de papel y pa- pel higiénico (resto). Para todos esos usos, hay empresas que fabrican papel y cartón reciclado y libre de cloro para diversos usos (embalajes, escritura, pebalajes) en recicla

papel.org/htm/info/tecnica tienes una lista.

• Celulosa y rayón (pañales, compresas, tejidos, etc.). Se hacen a partir de pulpa de madera, generalmente de coníferas –sobre todo pino–. El rayón (viscosa), se obtie- ne de la celulosa mediante transformaciones físicas y quí- micas.

• Plástico vegetal o bioplásticos. Su base es almidón de maíz, de trigo o de patata, con otros componentes vegeta- les, minerales o sintéticos, según la funcionalidad buscada. Tiene características equiparables al plástico y se puede procesar usando la misma maquinaria. Podemos encontrar en el mercado bolígrafos, bolsas (para tiendas y de basura), relleno para embalajes, menaje desechable (cubiertos, va- sos y platos), juguetes, batas de hospital, bastoncillos para las orejas, pañales, papel higiénico, película para la agricul- tura, macetas, mordedores para animales... Es reciclable y compostable (se degrada a la velocidad de la celulosa, y

sus tintes también; una variedad no se composta). El Ma- ter-Bi es el que da mejor resultado.

Fuente: Opcions nº 4 pág 7 (opcions.org/pdf/op41cast.pdf) • Látex y caucho. Se obtienen a partir de la resina de ciertas plantas. Se produce en Asia (90%) y Latinoaméri- ca. El caucho se utiliza sobre todo para fabricar neumáti- cos (también suelas de zapato, prendas impermeables, aislantes). Con el látex se hacen preservativos, colchones, guantes, gorros de baño... A veces producen alergias.

Hay látex y caucho naturales –biodegradables y reci- clables– y sintéticos –no biodegradables pero recicables– obtenidos a partir de petróleo. Si buscas un producto de látex o caucho (colchón, zapatos...) y no indica caucho o lá- tex natural, es probable que sea sintético.

• Vidrio. Todo ventajas. Se hace a partir de sílice, pie- dra caliza y sosa (carbonato sódico), materiales muy abun- dantes en la naturaleza y existentes en casi todas partes. La tecnología para fabricarlo es relativamente simple y no se necesitan aditivos. Gasta muy pocas materias primas en comparación con otros materiales. Con 1.240 kg. de ma- terias primas se obtienen 1.000 kg de vidrio.

Los botes y botellas de vidrio son un material lavable, y bueno para ser retornado o reutilizado en casa. Los en- vases “universales” (como la botella de 1 litro con seis es- trellas) facilitan la reutilización. Es 100% reciclable.

• Cerámica. Mejor en la medida en que se base en materiales como arcillas (barro), arenas (cuarzo, sílice), mármoles, y no contenga otros como plomo o aluminio (en porcelana).

• Silicona: a partir de sílice, segundo elemento más abundante de la tierra, presente en arena, cuarzo y rocas. Es biocompatible, el cuerpo humano la acepta en forma de implantes, copas menstruales (306)...

• Metales: producirlos gasta bastantes recursos, por lo que utilizarlos en productos de usar y tirar no es muy inteligente. Como virtudes, son muy resistentes y dan lu- gar a productos muy duraderos, y son fácilmente recicla-

bles. Hay metales menos recomendables como el alumi- nio, y la hojalata (que es difícilmente reciclable al mezclar acero y estaño). El 43% del acero que se produce provie- ne de acero reciclado.

• Papeles encerados y plastificados: sirven para en- volver alimentos sin pringarnos.

– El encerado tiene una capa de parafina (derivado pe- trolífero). Es inseparable por lo que no se puede reciclar.

– El plastificado permite separar fácilmente papel y plástico, pero un plástico tan fino es difícilmente lavable y la suciedad dificulta el reciclado del plástico.

– Hay alternativas más ecológicas como usar fiambre- ras (reutilizables) o papel grueso (tampoco deja salir la grasa). Sería biodegradable si fuese papel bioencerado, o sea encerado con ceras animales o vegetales, pero no es el caso del que solemos encontrar en el mercado.

• Plásticos: son productos derivados del petróleo, re- curso lejano, no renovable y contaminante.

Fabricarlos consume muchos recursos (para fabricar una tonelada de plástico, gastamos 2 de petróleo –0,3 para producir una tonelada de vidrio virgen y 0,2 para una de vidrio reciclado– y 2.000 litros de agua).

Son poco biodegradables (tardan más de 200 años) y tóxicos al incinerarse o degradarse en vertederos.

– La mayoría (no todos) se pueden reciclar, pero es di- fícil identificar y separar los diferentes tipos de plásticos –a simple vista es casi imposible y los aparatos necesarios son caros–, y la mezcla da como resultado un plástico de escasa calidad. Además, los plásticos llegan a las plantas de reciclaje muy sucios y esto dificulta el reciclaje. En el proceso de reciclaje también se emiten gases contami- nantes y los plásticos ocupan mucho por lo que requieren muchos camiones para su transporte.

– Tipos. Los códigos ayudan a identificarlos para se- parar mejor, pero la legislación no obliga a utilizarlos:

-1 o PET-polietileno tereftalato (1), se recicla fácilmente (botellas, fibra de poliéster usa- da como relleno de sacos de dormir, pelu- ches...).

-2 o PEAD (PEHD en inglés) polietileno de alta densi- dad (cajas, contenedores, cubos...).

-3 o PVC merece mención aparte.

-4 o PEBD (PELD) polietileno de baja densidad (tu- berías de riego, bolsas de basura...).

-5 o PP, polipropileno (alfombras, perchas, macetas...). -6 o PS poliestireno (vasos de plástico...) y poliestire- no expandido –poliexpán o porexpán– (corcho blanco y bandejas blancas). A evitar especialmente.

-7 o mezcla de plásticos, peor para reciclar.

– Posibilidades. Con el plástico doméstico reciclado normalmente se fabrican materiales de baja calidad como macetas, bolsas de basura, bancos, vallas, material aislan- te, escobas, material de embalaje y protección... Con el PET se pueden fabricar piezas de coches, tablas aislantes y fibras textiles –sacos de dormir, ropa de abrigo y forro polar, alfombras y moquetas, calzados, camisetas, etc–. Con el PEAD tuberías, bolsas y juguetes. Con los restos de calzado deportivo y neumáticos (caucho sintético) mate- riales para suelos –asfaltar carreteras, pistas de atletismo y baloncesto, campos de fútbol, moquetas, baldosas...–.

Materiales a evitar muy especialmente

• Briks: (tetra brik es una marca registrada de Tetra Pak, una de las empresas más poderosas de Europa). Es- tán compuestos por papel –virgen– (75%), plástico y alu- minio en láminas superpuestas.

– Ventajas: sus cualidades para conservar alimentos y

su forma rectangular, que aprovecha al máximo el espacio en el transporte.

– Inconvenientes: materiales lejanos y contaminantes (plástico y aluminio), alto gasto de agua y energía en su

producción, producción centralizada en muy pocas plan- tas de muy pocas empresas, no se reutiliza, apenas se recicla (la separación de las diferentes capas es muy cos- tosa), es tóxico incinerado o degradado en vertederos.

• Aluminio: Se fabrica con bauxita que viene de paí- ses como Australia, Guinea, Jamaica, Brasil, China o Rusia. Se usa en latas de cerveza y refrescos, aerosoles, papel de aluminio, tapaderas y bases de latas de acero, enva- ses semirígidos de tarrinas, láminas para los briks, ban- dejas de comidas rápidas, tapas de yogures, paquetes (chicles, tabaco, patatas fritas...), ventanas...

Tiene muchos inconvenientes:

– Producción. La extracción de la bauxita tiene un alto impacto en su entorno. Hacen falta 4 tM para producir una de aluminio. Su producción –por realizarse a 1.700º– con- sume muchísima energía (tres veces más que el acero, el doble que el plástico y 13 veces más que el vidrio) y es especialmente contaminante (emite alquitrán, dióxido de azufre y fluoramina). Como los gastos de reparación am- biental ya suponen en países desarrollados el 25% de los gastos totales de la producción del aluminio, cada vez se produce más cerca del punto de extracción de la bauxita, es decir, en los países del Tercer Mundo, donde estos cos- tes de reparación no existen.

– Residuo. No es reutilizable. No se degrada, ya que es inoxidable. Al quemarse, emite metales pesados a la atmósfera y deja un resto de cenizas y desperdicios ricos en metales pesados.

– Reciclaje. Su reciclaje emite tóxicos (flúor y cloro), pero sólo el 5% de los que emite su producción a partir de materia prima virgen. Los desperdicios sucios del alumi- nio se tienen que limpiar con sal antes de fundirlos: para cada tonelada de aluminio reciclado se genera media to- nelada de residuos de sal para depositar en la basura. No cocines con él, puede emitir tóxicos a la comida.

• PVC (Policloruro de Vinilo, V, Vinil o 3): tipo de plás- tico nefasto ambientalmente. Lleva aditivos como cloro y metales pesados, por lo que libera toxinas (dioxinas) al

producirse, incinerarse, degradarse y reciclarse. Se de- grada muy difícilmente.

– Salud. Libera sustancias tóxicas al tacto, al ser lami- do o mordido (juguetes) y al contenido de los envases. Está prohibido para uso alimentario, chupetes y juguetes en numerosos países. En la UE se prohíbe el PVC blando que contiene ciertas sustancias (algunos ftalatos) en ju- guetes para niños menores de 3 años.

– Usos. Se usa mucho en fontanería –cañerías–, enva- ses y embalajes, bolsas de suero y sangre, ropa imper- meable –baberos, fundas de colchón, cortinas de ducha, botas de agua...–, papel de pared, electricidad –cables, canaletas–, ventanas, cucharillas para bebés...

– Reciclaje. Puede reciclarse para fabricar cortinas de ducha, alfombras, pavimentos, etc...

• Metales Pesados: Son metales de alta densidad como arsénico, cadmio, cobalto, cromo, cobre, mercurio, níquel, plomo, estaño y cinc. En concentraciones altas son tóxicos y pueden causar serios daños a la salud y el medio ambiente.

Diversas actividades industriales humanas (como la industria química y la quema de carbón en el caso del mercurio) “ayudan” a que en nuestros órganos y en el medio estén en mayor concentración de la que sería de- seable (por eso se ha prohibido la gasolina con plomo).

Entre 3 y 15 millones de europeas tienen niveles de mercurio que sobrepasa los límites recomendables. En Estados Unidos entre 300.000 y 600.000 niñas nacen cada año con un cociente intelectual mermado a cusa de su ex- posición al metilmercurio.

¿Dónde están? Plomo: en tintes, pigmentos, pinturas y plásticos de vinilo. Níquel: en tintes, niquelado y acero inoxidable. Cromo: en tintes, pigmentos, tinta, curtido de piel, cromados y productos de caucho.

Evita termómetros con mercurio hay alternativas como los de alcohol (los más sencillos) y los electrónicos.

Sustancias químicas a evitar

Además de tóxicas por ingestión o a través de la piel, muchas sustancias químicas son volátiles, las respiramos porque los materiales las liberan (tableros, barnices, pin- turas, pegamentos, gasolinas...), incluso tiempo después de su aplicación. Conviene evitar su uso o, como mal me- nor, tomar las precauciones correspondientes (usar mas- carilla, guantes, gafas...)

No relataré la lista de perjuicios para la salud y el me- dio de cada sustancia. Se trata, más que de fomentar la hipocondría (para tener problemas serios haría falta una exposición continuada e intensa como puede ser trabajar con la sustancia), de visualizar hasta qué punto el ánimo de lucro juega con nuestra salud.

• Disolventes orgánicos. Son volátiles. En barnices, tra- tamientos para madera, maderas tratadas, pinturas, colas, rotuladores... En las alternativas “al agua” parte de los di- solventes se están sustituyendo por agua, y los más tóxicos como tolueno y el xileno, dan paso a otros menos volátiles y tóxicos –aunque también lo son– como los glicoles (PEG y un nº, también se usan en cosmética e higiene).

• Ftalatos. En PVC como base para estampar (ropa, por ejemplo), perfumes y champúes.

• Parabenes (hydroxynbenzoate), isothialinones y for- mol (formaldehyde). Conservantes. En cosmética e higie- ne. El formol además en humos (tabaco, coches) y muchos productos de uso común (ver terra.org/articulos/art01205.html).

• Perfumes (parfum). Los almizcles y algunos aceites esenciales usados en cosmética e higiene pueden dar pro- blemas (tanto los naturales como sus copias sintéticas).

• Bisfenol. En biberones, CDs, interior de latas de co- mida y tapones de botellas.

• Alquifenoles: en ropa.

• Cloro. Además de su toxicidad (fíjate cómo en una piscina se te irritan los ojos) y su acción antibactericida, el 1% de la electricidad mundial se gasta en producirlo. El

30% del cloro se usa para fabricar PVC. En parafinas clora- das, agua, productos de sellado y plásticos.

• Nonilfenol. En pinturas y productos de limpieza. • Retardantes de llama. En ordenadores, televisores alfombras y muebles tapizados.

• Antibacterias: en jabones, detergentes y otros pro- ductos de limpieza (85).

• Triclosán (2-4 diclorofenoxifenol, 2-4-4’-tricloro-2-hi- droxidifenil éter, CH-3565, y varias nomenclaturas más). Bactericida. En jabones, detergentes, desodorantes, ta- blas de cortar en cocina –de plástico–, uso hospitalario. Provoca bacterias resistentes a él y a los antibióticos. Au- toridades sanitarias de varios países han desaconsejado su uso.

• Sodium Lauryl Sulfate (SLS). Detergente. En pastas de dientes, champús, suavizantes, cremas de afeitar, de- tergentes para coches y desengrasantes. El sodium lau- reth sulphate (SLES) es una variedad menos agresiva.

• PFC’s. En superficies antimanchas en textiles y pin- turas, y en tratamientos antiadherencia de utensilios de cocina.

• Aerosoles, ya no contienen CFC’s –gases prohibidos por ser muy perjudiciales para la capa de ozono– pero sí otras sustancias contaminantes.

• Biocidas y compuestos organoestannicos. En ropa. • Más info en greenpeace.es (tóxicos) y en ecodes.org/docu

1.– ALGUNAS IDEAS BÁSICAS SOBRE PRODUCCIÓN,