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Mejora genética de la especie

En la actualidad muchos sectores consideran que la producción forestal no es una mera actividad extractiva, siendo útil desarrollar una silvicultura altamente productiva en áreas específicas usando prácticas agrícolas. Las actividades forestales deberían enfocarse en dos áreas: los bosques naturales, considerados como reservas de biodiversidad para usos tales como protección medioambiental, producción sostenible, actividades de ocio, etc.; y plantaciones forestales, donde se utiliza la variabilidad genética para incrementar el rendimiento de productos forestales (madera, corcho, semillas, frutos, etc.), siendo estas una garantía para evitar la presión en las áreas naturales. Las prácticas intensivas de mejora

cultural y genética están plenamente justificadas en la optimización de las producciones por unidad de superficie de las plantaciones, tanto las de interés agronómico como forestal. Los programas de mejora genética en especies forestales se complican, entre otras razones, por sus largos ciclos biológicos (crecimiento lento, floración tardía), la fuerte influencia de los procesos de maduración y las pobres correlaciones de los caracteres entre individuos jóvenes y adultos. Según la revisión de Toribio (2001), el desarrollo de herramientas biotecnológicas esta permitiendo en la actualidad acelerar la mejora genética de las especies forestales; considerando la regeneración de plantas mediante técnicas de cultivo de tejidos, la biotecnología que es capaz de dar una significación práctica a otras herramientas biotecnológicas (por ejemplo la biología molecular). Aunque las especies forestales se las considera recalcitrantes para las técnicas de cultivo in vitro, en la

actualidad se han podido regenerar plantas a partir del cultivo de tejidos en muchas de ellas; convirtiéndose la regeneración clonal de árboles adultos vía embriogénesis somática, una realidad para algunas especies.

La heterocigosidad de las especies forestales unida al alto componente genético no aditivo que controla diversos caracteres de interés, hace necesaria la propagación vegetativa para la obtención de ganancias genéticas adecuadas (Zobel y Talbert, 1984), aplicándose en la actualidad con fines operativos en especies de los géneros Cryptomeria, Populus, Salix y Eucalyptus.

Las especies forestales poseen unas características biológicas que condicionan la mejora genética, como:

• Difícil accesibilidad por su gran porte, lo que dificulta el muestreo y las polinizaciones controladas.

• Crecimiento lento, y maduración y floración tardía, lo que determina largos ciclos de regeneración y por tanto la dificultad de evaluar las progenies.

• Producción irregular de semillas, dificultando el establecimiento de huertos semilleros.

• Falta de buena correlación entre el estado juvenil y adulto, lo que impide la selección precoz.

• Fuerte influencia del cambio de fase (ciclófisis y topófisis), que se traduce en la recalcitrancia a las respuestas morfogénicas in vivo e in vitro.

Las técnicas de propagación vegetativa a partir de células, tejidos o porciones de la planta donante deben ser fiables, reproducibles, aplicables a distintos genotipos, y altamente productivas. Es necesario que las plantas regeneradas sean fieles al individuo donante, no generándose variabilidad intraclonal, y además, que la técnica sea susceptible de automatización con el fin de reducir los costes de producción del sector forestal.

El pino piñonero es una especie de interés en el marco de programas de desarrollo rural y de forestación de tierras agrícolas abandonadas en la Península Ibérica. Los pinares de piñonero (puros o en mezcla con Pinus pinaster) están considerados como hábitat

prioritario para su conservación en Europa por la Directiva Hábitats (1992/43/CEE de 21 de mayo de 1992). Actualmente se planta ampliamente en el área mediterránea para protección ambiental: fijación de dunas, conservación de suelos y protección de cultivos agrícolas en zonas costeras. Además, por su gran valor ornamental se planta en parques y jardines de todo el mundo (California, Escocia y sur de Inglaterra), por ejemplo en Italia es un elemento tradicional del paisaje y en el sur de Francia fue un símbolo de libertad durante el Renacimiento (Fady y col., 2004). Sin embargo, su principal interés es el económico basado en la producción de piñón, incluyéndose en la lista de especies de comercialización de materiales forestales de reproducción.

Se han establecido programas de mejora genética en Castilla y León y en Andalucía basados en el establecimiento de bancos clonales y huertos semilleros, para la obtención de mayores rendimientos en la producción de piñón, ya que existe una gran variación entre individuos para este carácter (Abellanas y col., 2000; Gordoy col., 2000). El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino gestiona el banco clonal establecido en el Centro Nacional de Mejora Genética Forestal (CNMGF) "Puerta de Hierro", perteneciente a la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, del que se han establecido réplicas en el CNMGF "El Serranillo"(Guadalajara), así como en fincas de otras instituciones tales como el IMIDRA en la finca "La Isla" (Arganda del Rey -Madrid), el IRTA en "Torre Marimón" (Caldes de Montbui-Barcelona) y la Junta de Castilla y León en Tordesillas (Sven Mutke, comunicación personal).

El pino piñonero se muestra recalcitrante para su propagación mediante estaquillado, asociándose principalmente con los efectos de ciclófisis y topófisis (Fig. 10). En estos programas se utiliza el injerto tradicional con el fin de reducir el tiempo de entrada en producción y facilitar la recolección en árboles de gran altura. Sin embargo, su desventaja más destacable es la variabilidad en la producción, debida a la interacción púa-patrón portainjerto y sus limitaciones estacionales.

Figura 10: Crecimiento ortotrópico y plagiotrópico observado tras el enraizamiento de brotes axilares de pino piñonero.

La regeneración basada en la tecnología del cultivo in vitro se considera el núcleo

central de la biotecnología vegetal, a través del control de la capacidad morfogénica de los explantos mediante determinadas condiciones de cultivo, completando el potencial agronómico de otras técnicas biotecnológicas. Se ha descrito un protocolo de microinjerto en pino piñonero donde se evalúa la interacción púa-patrón (Cortizo y col., 2004). Los autores indican que con ésta técnica se salvan las limitaciones estacionales que impone el injerto tradicional, proporcionando mayores rendimientos y reducción en los costes tradicionales.

Entre las vías de regeneración por cultivo in vitro se encuentran la organogénesis

(axilar y adventicia) y la embriogénesis somática. Se ha promovido la elongación de brotes axilares o preformados en tallos epicótilos en pino piñonero (Carneros y col., 2001). Se ha descrito la organogénesis adventicia, induciéndose la formación de brotes adventicios en

cotiledones de embriones cigóticos, y el enraizamiento posterior de dichos brotes (Diamantoglou y col., 1990; García-Férriz y col., 1994; Capuana y Giannini, 1995; González y col., 1998; Carneros y col., 2001; Valdés y col., 2001; Oliveira y col., 2003; Alonso y col., 2006; Cuesta y col., 2008). Sin embargo, el proceso organogénico tiene como limitaciones unas tasas de propagación bajas, la generación de variabilidad intraclonal, y la pérdida de capacidad morfogénica con la maduración.

En la actualidad, la biotecnología proporciona nuevas herramientas, añadidas a las convencionales, para la mejora genética de especies forestales. Entre estas herramientas se encuentra la embriogénesis somática (ES), la cual requiere un profundo conocimiento de la biología celular, señales bioquímicas, multiplicación, diferenciación y producción de clones; todo ello a partir de una célula simple o de un grupo de células diferenciadas o indiferenciadas vía cultivo in vitro (El-Kassaby 2004).

Las ventajas que proporciona la propagación por embriogénesis somática son la producción de un elevado número de plantas y la posibilidad de crioconservar a largo plazo las líneas embriogénicas, mientras que los árboles correspondientes son evaluados en campo (Merkle y Nairn 2005; Nehra y col., 2005). Estas dos técnicas combinadas permiten el desarrollo de programas de silvicultura multivarietal (Fig. 11), es decir, el uso en

silvicultura de variedades forestales testadas (Park, 2002; Park y col., 2006). Existen muchas ventajas para la práctica de estos programas, incluyendo la producción de los mismos genotipos de forma continua a lo largo del tiempo, la captura de mayores ganancias genéticas, la flexibilidad de utilizar de forma rápida clones apropiados en función de los objetivos de mejora y/o las condiciones ambientales, y la capacidad de gestionar la diversidad y la ganancia genética en las plantaciones forestales (Park, 2002).

Figura 11: Estrategia de silvicultura multivarietal mediante embriogénesis somática.

Crioconservación de líneas embriogénicas

Selección y recuperación de líneas embriogénicas Selección de parentales o poblaciones de mejora

Polinización controlada o polinización abierta

Iniciación de embriogénesis somática en embrión cigótico

Evaluación clonal en campo de las líneas embriogénicas

Selección de parentales para siguientes generaciones de mejora

Multiplicación masiva de las líneas embriogénicas seleccionadas

Desarrollo de programas de