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Mitología budista Yama:

In document Dioses de La Muerte en La Mitologia (página 130-135)

Yomi-no-kuni el inframundo japonés:

15. Mitología budista Yama:

Yama en los Vedas

Aparece por primera vez en los Vedas. Yama pertenece a una etapa muy temprana de la mitología védica. Se considera el primer ser mortal. Había nacido de Vivasvat (el dios del Sol) y de su esposa Saranyū. Su hermano, el séptimo Manú, otra forma del primer hombre, es hijo de Vivasvat con su esposa Samjñā, quien era el reflejo o la sombra (chaya) de Saranyū. Al morir, debido a que fue el primero en llegar al Cielo, se le nombró líder de los muertos (todavía no los juzgaba).

Su hermana Yamī

El término sánscrito yama significa ‘mellizo’. En las creencias védicas, Yama tiene una hermana gemela, Yamī (‘melliza’), que fue la primera mujer. Yamau mithunau quiere decir ‘dos gemelos de distinto género’. El décimo mandala del Rig Veda contiene un himno (10.10.14) en el que ambos se cantan uno al otro. Yama resistió los avances sexuales de su hermana (el primer incesto). Después de que él murió, ella lo lloró tanto que los devas —para hacerle olvidar su dolor— crearon la noche.

En los Vedas Yama es llamado “rey” (samgamano janānām: ‘el que reúne a la gente’) y dirige bondadosamente sobre los antepasados muertos (pitri), cuyo camino está custodiado —para evitar que entren los vivos— por dos perros manchados (de cuatro ojos y amplio hocico), v|stagos de Śaramā y parecidos al can Cerbero griego, de tres cabezas.

En la mitología posvédica, Yamī es conocida también como Yamunā (el larguísimo río Yamuna, paralelo al Ganges).

Yamarāja posvédico

En s|nscrito, la palabra yama no sólo significa ‘mellizo’, sino también ‘prohibición’ y ‘restricción’ (como en el yama y el niyama del yoga). Así que gradualmente en la mitología puránica, Yama empieza a aparecer como Yama-rāja (el rey de la prohibición) y como Dharma-rāja (rey del deber) o Dharma (la personificación del dharma, ‘deber o religión’). Es el castigador de los muertos, y es quien mide la balanza del karma (las actividades buenas y malas cometidas en cada encarnación). Su papel se corresponde al de Plutón y Minos, en la mitología griega. Vive en una región del inframundo llamada Yamapura (‘ciudad prohibida’).

Cuando un alma abandona su cuerpo, se encuentra con Yamarāja. El contador Chitragupta lee un informe acerca de todas las actividades de esa alma en particular,

que est|n registradas en un libro llamado Agra Samdhānā (agra: ‘principio’, sam- dhānā: ‘reunión, poner todo junto’). Luego Yamarāja da su justa sentencia inapelable. En el Mahā Bhārata se describe a Yama con ropajes color rojo sangre, cuerpo brillante, corona sobre la cabeza, ojos relampagueantes. Como Varuna (el anterior rey de la muerte védico) lleva en su mano un lazo (con el que ata al alma luego de arrancarla del cuerpo) del tamaño de un pulgar humano. También se lo representa con gesto severo, de piel verde, vestido de rojo, montado sobre un búfalo. Sostiene una maza de oro en una mano y el lazo de la muerte en el otro.

En las mitologías m|s modernas (el Bhāgavat Purāna, por ejemplo) se lo presenta siempre como una deidad terrible, que inflige torturas inimaginables (llamadas yātanā) a las almas en el infierno.

Yama en otras culturas

Yama es uno de los dioses más antiguos del mundo, por lo que se han encontrado formas paralelas de uno u otro tipo por toda Eurasia:

Yima en el zoroastrismo persa.

Yan-luo (traducción al chino del término s|nscrito Yama Rāja (rey Yama).

Enma (Yama), Emma-O (rey Yama) o Enma Dai-Ō (閻魔大王, ‘gran rey Yama’), en la mitología japonesa.

Algunos incluso creen que también comparte las mismas raíces mitológicas de Abel (el segundo hijo de Adán, asesinado por su hermano mayor Caín).

Yama es venerado en Tíbet como guardián del ejercicio espiritual, y fue probablemente venerado aun antes del siglo VII, cuando Tíbet se convirtió desde el bön al budismo.

Yamī es la diosa de la muerte y reina sobre las almas de las mujeres en el submundo (Naraka). Es la consorte de Yama, el señor del inframundo.

Ymir (de la mitología escandinava) que se considera cognado de Yama.

Enma-O

Emma-Ô (jp. 閻魔王), (chin.: Yanluo, 閻羅) es una deidad de la mitología budista que, además de ser el que juzga el karma de los difuntos, es protector del Dharma del Buda.

Emma-Ô, en su origen, era parte de los Diez Reyes de los Difuntos (jp. 十王) o Jizô. Este concepto de diez reyes del mundo inferior, provenía del Taoísmo, y fue introducido en Japón, desde China, durante el período Heian (794-1185 d. C.), floreciendo su culto durante el siguiente período Kamakura.

Para entender el trabajo de estos diez reyes protectores del Budismo, tendríamos que ver un poco de cerca las Seis Esferas o Mundos de la Existencia Condicionada.

Para los budistas, todos los seres nacen en seis esferas o estados de la existencia, que constituye el ciclo de la vida y la muerte, donde están atrapados naciendo, muriendo y renaciendo una y otra vez por incontables eones, hasta que puedan desapegarse del deseo y alcanzar la iluminación. Mientras ese instante no sea una realidad, todos los seres que moran en las seis esferas de la existencia, al morir renacen en esferas más cercanas a la iluminación, o más alejadas de ella, dependiendo de su karma, que son impresiones de los actos que conllevan a la iluminación o que alejan de ella. Los reinos o esferas de la existencia más bajos o alejados de la iluminación son llamados los Tres Caminos que conducen al Error, y los más elevados o que se acercan al ideal de la Iluminación, son llamados los Tres Caminos que conducen al Verdadero Dharma. Estas seis esferas son:

1. Jigoku-dô (地獄道) o Camino de los Seres Demoníacos. Caracterizado por la tortura y la agresión.

2. Gaki-dô (餓鬼道) o Camino de los Espectros Hambrientos. Seres con gran ansia y hambre.

3. Shikushô-dô (畜生道) o Camino de los Animales. Reino animal y de los seres orgánicos,

4. Ashura-dô (阿修羅道) o Camino de las Semi-deidades. Como los seres humanos, son mitad buenos, mitad malvados. Están en constante guerra.

5. Nin-dô (人道) o Camino de los Seres Humanos. La iluminación es posible para ellos, pero están consumidos por sus deseos.

6. Ten-dô (天道) o Camino de las Deidades Celestiales. Muchos de estos seres viven en el bienestar, el deleite y el esplendor, pero siendo una esfera de existencia condicionada, pertenecen también al reino del sufrimiento: sus poderes y posibilidades les ciegan al sufrimiento y les llenan de orgullo hasta que envejece y

muere para renacer nuevamente. Como su placer es mayor, así también lo es su miseria.

Ahora bien, según las enseñanzas, todo ser que tenga muy buen karma, va a la esfera de las Deidades Celestiales y el que tenga un karma evidentemente negativo irán a parar a la Esfera de existencia de los Seres Demoníacos. Pero, aquellos cuyo karma resulta confuso, después de su muerte deben pasar por sucesivos juicios dirigidos por los Diez Reyes, en los que sus actos mientras vivían son determinados y clasificados. El Bodhisattva Jizo (sk. Bodhisattva Ksitigarbha) defiende a todos los procesados delante de los Diez Reyes y trabaja para mitigar su karma y hacerlo más favorable. Los nombres de estos Diez Reyes de los Difuntos y las fechas en las que realizan los juicios son los siguientes.

Diez Reyes de los Difuntos:

1. Jinkô-Ô (jp. 秦広王) realiza el primer juicio a los 7 días después del funeral. 2. Shokô-Ô (jp. 初江王) realiza el segundo juicio a los 14 días.

3. Sôtei-Ô (jp. 宋帝王) a los 21 días. 4. Gokan-Ô (jp. 五官王) a los 28 días. 5. Emma-Ô (jp. 閻魔王) a los 35 días. 6. Henjô-Ô (jp. 変成王) a los 42 días.

7. Taizan-Ô (jp. 泰山王) a los 49 días. 8. Byôdô-Ô (jp. 平等王) a los 100 días. 9. Toshi-Ô (jp. 都市王) al año.

10. Gotôtenrin-Ô (jp. 五道転輪王) a los dos años.

Asistiendo a los Diez Reyes están los Koshôjin (jp. 倶生神), dos deidades que llevan un completo historial de nuestras vidas: la deidad Shimei-ten (jp. 同名天) lleva el historial de nuestros buenos actos, mientras que la deidad Shisei-ten (jp. 同生天) lo hace de nuestros errores. Sus anales kármicos son presentados a Emma-Ô para el quinto juicio.

Emma-Ô es considerado el Rey de los Diez Reyes, el más grande, y está equiparado con la Deidad hindú Yamarâjâ.

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