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5. La selección de candidatos en Colombia: entre la formalidad y la informalidad

5.1. La rutinización de los procesos de selección de candidatos en los partidos

5.1.2. Partido Liberal Colombiano

Procesos de formalización, informalidad y rutinización en la selección de candidatos

El Partido Liberal Colombiano es, junto con el Conservador, uno de los partidos tradicionales colombianos. Su origen data de 1847. El Partido ha sido uno de los que más ha innovado en los procesos de selección de candidatos (Duque, 2007 & Acuña, 2009) incluso antes de que la ley así lo exija. La adopción de mecanismos incluyentes y democráticos en el Partido se ha debido en gran medida a sus divisiones internas, y a la exigencia que sectores políticos disidentes le han hecho a quienes representan el status quo de la dirección del Partido.

La estructura organizativa del Partido Liberal se extiende a la mayoría de departamentos y municipios de Colombia, mediante la figura de los directorios departamentales y los municipales, los cuales en algunos casos participan en los procesos de la selección de los candidatos. Aunque el Partido tiene una estructura descentralizada por estatutos, la responsabilidad final de la entrega de los avales en 2011, por ley, recayó en Rafael Pardo, Presidente del Partido, y en Rodrigo Llano, Veedor del Partido; sin embargo, éstos podían delegar los directorios o en jefes políticos regionales (algunos de los cuales integraban los directorios) la escogencia de los candidatos. En las elecciones subnacionales de 2011 el Partido Liberal Colombiano presentó candidatos en 685 municipios colombianos (en pocos casos en alianza con otros partidos).

La formalización en el Partido Liberal, de acuerdo con Lara (1985, 116–124), se remonta a los estatutos liberales promulgados por López Pumarejo, sustituidos por los de Gaitán (1947), y los de Lleras Restrepo (1963; consultados a los congresistas, haciendo uso de las facultadas otorgadas por la Convención Nacional de 1961). En estos últimos estatutos, se estableció que las listas a los concejos municipales eran elaboradas por las Asambleas Municipales, y las de

61  candidatos al Congreso y a las Asambleas Departamentales por las Asambleas Regionales. Por su parte, la Convención Nacional tenía la función de nominación del candidato a la presidencia, que según Duque (2007, p. 145), conforme con los estatutos de 1973 exigía la mayoría absoluta de dicha Convención. Duque (2007, pp. 146–147), tras revisar las reformas estatutarias para la selección de los candidatos presidenciales del Partido, plantea que la reforma estatutaria de 1987 pretendió a ampliar la base de la Convención, y la de 1988 tuvo como propósito la reunificación del liberalismo, mediante el regreso del Nuevo Liberalismo al Partido. Como exigencia del Nuevo Liberalismo al Partido se introdujo el método de la consulta, el cual se mantuvo vigente en la reforma de 2002. Con los estatutos de 2002 el Partido Liberal Colombiano formalizó los procedimientos y los mecanismos para la entrega de los avales. Según estos, el representante legal del Partido tiene la potestad de delegar la entrega de avales a los directorios departamentales, municipales y del Distrito Capital, con base en criterios establecidos para la obtención de avales, entre ellos el de tener una militancia de por lo menos un año. De igual forma, se permite a los congresistas postular candidatos.

En los procesos de selección de candidatos para cargos subnacionales se identifican instituciones formales e informales. Con el fin de comprender las relaciones y la coexistencia entre lo formal y lo informal, se analizarán los criterios de selección de candidatos, a la luz de los planteamientos de Hazan y Rahat (2009).

Selectorate. El proceso de entrega de avales para las elecciones de 2011 formalizó un proceso mixto. Algunos mecanismos fueron incluyentes, y otros exclusivos. La Resolución 2645 del 01 de febrero de 2011 estableció que el Partido podía recurrir a consultas internas, consultas populares, encuesta abierta, encuesta entre militantes y consenso entre las fuerzas políticas de la respectiva

62  circunscripción12. La mayoría de los candidatos fueron escogidos por los directorios nacional, departamental y municipal; y en no pocos casos, en consenso entre estos y los congresistas de la región. Menos del 5 % de los casos fueron seleccionados por consultas populares. Siguiendo los parámetros de Hazan y Rahat (2009, p. 41) los procesos de selección de candidatos en el Partido Liberal tienden a favorecer una mayor inclusión, tanto en lo formal como en la realidad.

No obstante, en algunos casos la escogencia de los candidatos a las alcaldías tendió hacia una mayor exclusión; prevaleciendo la fuerza política regional o local (formal) o de actores externos (informal). Tal fue el caso de la escogencia del candidato a la alcaldía de Bucaramanga. Como rescatan Wills, Batlle y Barrero “se destaca el poder de influencia que tienen políticos que gozan de caudal electoral y de reconocimiento público en los niveles regional y local” (2012, p. 84) así como “la capacidad de ejercer presión por parte de grupos externos al Partido pero con amplio reconocimiento y poder en el nivel regional –como la iglesia y el poder de los grupos económicos regionales–” (2012, p. 85).

Candidatura. Los estatutos establecen que quienes aspiren a ser candidatos del Partido deben tener como mínimo un año de militancia en el mismo. Sin embargo, las urgencias electorales propias a las que se enfrenta el Partido en la búsqueda de tener candidatos con posibilidades de éxito o por conveniencia política, ha conducido a que dicha regla no siempre se cumpla a cabalidad. En algunos casos       

12 Para conceder el aval, se requiere del concepto favorable previo del Veedor del Partido Dicho

concepto se construye a partir de los certificados que la Contraloría y la Procuraduría emiten de cada candidato. Así mismo, la Veeduría solicita a: la Fiscalía, información referente a procesos abiertos; a la Dijín, información acerca de si un candidato ha tenido condena a pena privativa de la libertad en cualquier tiempo y bajo cualquier delito (nacional e internacionalmente); a la DIPOL (Dirección de Inteligencia de la Policía) pide información referida a vínculos con grupos al margen de la ley; a las personerías municipales piden certificados de los candidatos. De igual forma revisan la lista Clinton, y le envían una carta a la Corte Suprema de Justicia preguntándole si los (pre)candidatos tienen procesos abiertos. Esta información contribuye a establecer a quién se le otorga o no el aval del Partido. Una vez finalizada esta labor, corresponde al Director Nacional del Partido decidir políticamente a quién concederle el aval (entrevista a Rodrigo Llano, Veedor Nacional del Partido Liberal Colombiano, junio de 2013). 

63  se de un conflicto de las instituciones informales, toda vez que las instituciones formales son ineficaces y por ende prevalecen las informales.

Al prevalecer en algunos casos los criterios electorales o de conveniencia política, surgen o se fortalecen las reglas informales. Tal fue el caso de la selección del candidato a la Alcaldía de Manizales. De acuerdo con Mauricio Jaramillo, Secretario General de la Dirección Nacional Liberal,

el proceso de avales se hace con base en las recomendaciones de los directorios departamentales. En algunos casos no se da aval si la persona está comprometida en situaciones complicadas, pero también ocurre por cuestiones meramente políticas cuando uno encuentra que la persona no tiene la fuerza suficiente y se considera mejor hacer alguna coalición. En el caso de Mauricio Gómez no hay ninguna razón de tipo personal, sino que acatamos la decisión que tomó la Dirección Departamental, y confiamos en su buen juicio (17 de agosto de 2011).

Es decir, el criterio político electoral estuvo por encima del de la militancia de quien solicita el aval, máxime si se tiene en cuenta que Gómez había sido concejal de Manizales avalado por el Partido Liberal.

Caso parecido, aunque bajo circunstancias diferentes, sucedió con los candidatos a la alcaldía de Santa Marta. En este caso, existían cinco precandidatos de origen liberal. Para la escogencia del candidato definitivo el Partido estableció como mecanismo de selección la realización de una encuesta. En ésta, aunque se preguntaba por los precandidatos liberales, se incluyeron los nombres de otros posibles candidatos de origen distinto al liberal (como ocurrió con el de Carlos Caicedo, quien en ese entonces se encontraba recogiendo firmas para presentarse a las elecciones). Los resultados de la encuesta favorecieron a Caicedo, “que [aunque] no era precandidato ni pertenecía al Liberalismo, fue el

64  que obtuvo la mayor aceptación con el 29 por ciento de intención de voto, mientras que los precandidatos liberales no superaron el 8 por ciento” (El Tiempo, 1 de agosto de 2011). Con éste resultado y la búsqueda de un candidato que tuviera posibilidades de éxito electoral, Rafael Pardo, Presidente del Partido, otorgó el aval a Caicedo, desconociendo el requisito de militancia establecido en los estatutos. A juicio de Rodrigo Llano, Veedor del Partido, este tipo de decisiones se tomaron como parte de una estrategia del Partido Liberal de reintegrar a su huestes antiguos militantes o integrar a nuevos militantes o miembros. Llano plantea que la decisión de entregarle el aval a Caicedo: “no los contraviene [los estatutos], estamos volviendo a recibir a la gente que se fue (...) entonces el Partido ve que con sus candidatos no va a ganar, entonces busca alguien con el cual pueda ganar, y nos encontramos con Carlos Caicedo” (Entrevista a Rodrigo Llano, Veedor Nacional del Partido Liberal Colombiano).

Descentralización. En aquellos casos en los que los candidatos fueron seleccionados por los directorios, se puede establecer que se dio una descentralización funcional, toda vez que los estatutos establecen que los directorios incluyen a sectores sociales.

En cuanto al criterio territorial, el Partido tiene establecidos mecanismos formales que oscilan entre la centralización y la descentralización. En las elecciones de 2011, la selección de los candidatos en pocos casos recayó directamente en el Presidente del Partido (centralización), prevaleciendo un criterio más descentralizado, concomitante con las instancias directivas descentralizadas que tiene el Partido en los municipios y departamentos.

La escogencia de los 68513 candidatos para las alcaldías municipales y distritales en 2011, el Partido Liberal recurrió a los siguientes procedimientos:

      

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De estos se tiene información del procedimiento utilizado para escoger a 642. Los 43 restantes no se obtuvo información. La información proviene de las Resoluciones emitidas por la Dirección

65  • 387 candidatos fueron seleccionados por el directorio departamental.

• 70 candidatos fueron seleccionados por los directorios municipales.

• 61 candidatos fueron seleccionados por los directorios departamentales en unión con congresistas.

• 57 candidatos fueron seleccionados por la Dirección Nacional. • 25 candidatos fueron seleccionados por congresistas.

• 24 candidatos fueron seleccionados por consultas populares.

• Nueve (9) candidatos fueron seleccionados por el candidato a la gobernación de la respectiva circunscripción.

• Cuatro (4) candidatos fueron seleccionados mediante encuestas intrapartidista.

• Cuatro (4) candidatos fueron seleccionados entre un congresista y un candidato a la gobernación.

• Un (1) candidato fue seleccionado mediante interpartidista.

La facultad de avalar a los candidatos a las alcaldías de ciudades capitales en 2011, recaía en el Director del Partido las elecciones de 2011. Sin embargo, a juicio de Rodrigo Llano, Veedor del Partido, ante la imposibilidad de entregar avales exclusivamente desde Bogotá, la entrega de los avales se ha descentralizado, con base en “un acuerdo con los parlamentarios; y los parlamentarios acuden a los directorios departamentales, y esos directorios le dan los avales a los alcaldes más prominentes y le da cierta autonomía a los directorios municipales par que concedan esos avales a los alcaldes municipales” (Entrevista a Rodrigo Llano, Veedor Nacional del Partido Liberal Colombiano, junio de 2013).

        Nacional del Partido Liberal Colombiano. La información fue corroborada con los datos suministrados por la página web de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Ver Anexo 2.

66  Sin embargo, en algunos casos los procesos descentralizadores enfrentaron a la Dirección Nacional Liberal con la Dirección municipal Liberal. Esto se debió a que desde Bogotá se impusieron candidatos a las Direcciones municipales, sobre todo si se tiene en cuenta que la Resolución 2645 del 01 de febrero de 2011, estableció que la inscripción de los candidatos a las alcaldías de municipios (que no ciudades capitales) debería hacerse ante el Directorio Municipal. No obstante, en algunos casos dicha directriz no se acató o no se consultó con el Directorio municipal. Un ejemplo de esto fue la “imposición” por parte de la Dirección Nacional del candidato a la alcaldía de Cartago. Este hecho motivó la renuncia, ante el Directorio municipal de candidatos al Concejo de ese municipio, argumentando que “La imposición del Doctor Álvaro Carrillo como candidato único del Partido Liberal para la Alcaldía de Cartago, quien siempre ha desconocido las directrices del Directorio Municipal Liberal” (Cartago Noticias, 14 de abril de 2011).

Otro caso que deja al descubierto que la existencia de mecanismos formales incluyentes no siempre son utilizados por el Partido para la selección de los candidatos, y prevalecen mecanismos excluyentes; como sucedió con la escogencia del candidato liberal a la alcaldía en La Ceja, Antioquia. En este municipio se avaló la candidatura de Gildardo Lopera. De acuerdo con Miguel Gallego, precandidato liberal a la alcaldía de ese municipio, “se violaron todas las normas, no hubo el debido proceso de selección, no hubo igualdad. El aval fue manipulado desde un escritorio” (Entre Ceja y Ceja, 2 de mayo de 2011). La acusación del precandidato Gallego estaba sustentada en que no se convocó a una consulta popular, pues a juicio suyo “Los estatutos del Partido Liberal contemplan que cuando hay más de un candidato con igual aspiración, se debe recurrir al mecanismo de Consulta Popular y esto no se hizo, se violó la ley y la misma Constitución” (Entre Ceja y Ceja, 2 de mayo de 2011).

Se encuentran otros casos en los que la descentralización territorial se centraliza, y se termina favoreciendo a las élites locales. Wills, Batlle y Barrero al revisar el

67  caso de la escogencia del candidato a la alcaldía de Bucaramanga encontraron que “Es posible que cuando estos líderes [los líderes regionales liberales] gozan de prestigio y capacidad electoral, el Partido en el nivel nacional no cumpla un rol decisivo en el otorgamiento de los avales, sino que se limite a refrendar decisiones tomadas en el nivel subnacional” (2012, p. 84)

Votación Vs Nominación. El Partido Liberal incluye en sus estatutos y en la Resolución 2465 mecanismos de votación como las consultas internas y las consultas populares, para aquellos casos en los que existan más de un candidato. La nominación se evidenció formalmente al permitir que los jefes regionales o locales pudieran intervenir y decidir quién sería el candidato escogido; no obstante, algunos procesos se dieron en la delgada línea que implica la formalización de lo informal.

Como ya se ha mencionado, el Partido formalizó la consulta popular en sus estatutos y resoluciones para elecciones subnacionales. No obstante, éste mecanismo no fue legitimado para las elecciones de 2011, ni por la dirigencia nacional, ni por la municipal, como tampoco por los candidatos. Los argumentos para desestimar este mecanismo se basan en que éste implica que Partido y candidatos incurran en altos gastos financieros y políticos. Rafael Pardo, en ese entonces presidente del Partido, “reconoció el poco acompañamiento que tuvieron las consultas y planteó la posibilidad de que este mecanismo sólo sea empleado para la escogencia de candidatos a la Presidencia de la República” (El Espectador, s.f.). Así mismo manifestó que “El camino que debe seguir este proceso de consultas es diferenciar entre consultas abiertas -como las del 29 de mayo-, que exigen al sistema electoral desplegar todas las mesas y todo el censo electoral a un costo muy alto. Hay que pasar hacia consultas internas de militantes de los partidos y que las organizaciones tengan la confianza entre sus afiliados para la selección de sus propios candidatos” (Revista Semana, 30 de mayo de 2011).

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Tabla Nº. 4. Criterios de selección de candidatos, formalidad e informalidad. Partido Liberal Colombiano

Criterio Formal Informal

Selectorate

Los estatutos establecen mecanismos mixtos. Tienen mecanismos que abarcan el continuo desde incluyentes y excluyentes. Es decir, la decisión de seleccionar un candidato va desde procesos de consulta popular en los que participa la totalidad del censo electoral de la circunscripción hasta procesos en los que el candidato lo decide el líder del partido (en este caso el Presidente).

Los caciques políticos regionales en ejercicio de funciones o como barones electorales, en algunos casos desequilibran la balanza a favor de uno u otro candidato. De igual forma, actores externos al Partido pueden tener injerencia en el proceso de selección de los candidatos.

Candidatura

Los estatutos establecen que los miembros del Partido que deseen recibir el aval deben ser militantes como mínimo un año.

La exigencia de llevar un año como militante no se cumple. Prevalecen en algunos casos el criterio electoral.

Descentralización

Territorial corresponde a la Dirección Nacional o a sus delegados en los directorios departamentales o municipales. Se trata de procesos mixtos que incluyen decisiones centralizadas y otras descentralizadas. Funcionalmente, los grupos sociales son tenidos en cuenta en la medida en que los directorios municipales están integrados por un 30% del sector social.

En algunos casos pese a que la Dirección Departamental o municipal no apoyó a un candidato, la Dirección Nacional tomó la decisión final de hacerlo. Es decir, la decisión termina siendo centralizada.

Votación Vs Nombramiento

El Partido tiene mecanismos de votación como la consulta (interna o popular) y de nombramiento. Gran parte de la discusión al respecto se da con base en los niveles de acuerdo entre candidatos, y entre estos y los directorios (departamentales y municipales) en una circunscripción determinada.

Cuando existe más de un candidato a un cargo, éste puede ser escogidos por jefes regionales o por el Directorio Nacional (departamental o municipal) sin tener en cuenta los procedimientos democráticos establecidos en los estatutos.

Fuente: Elaboración propia.

El proceso de selección de candidatos por parte del Partido Liberal Colombiano se caracterizó por su rutinización en la selección de candidatos a las alcaldías en 2011. La mayoría de los procedimientos que el Partido utilizó para la escogencia de sus candidatos están acorde con los que establece en los estatutos, y en las

69  resoluciones emanadas de la Dirección Liberal. No obstante, se identifican la existencia de instituciones informales que en algunos casos entran en conflicto con las instituciones formales y en otras las complementan como parte de una estrategia electoral o por conveniencia política.

Las estructuras organizativas del Partido en el ámbito municipal han permitido que exista un mayor grado de rutinización, pues éstas se han encargado de que se cumplan los requisitos establecidos por la Resolución 2465 de 2011. No obstante, en algunos casos se recurren a instituciones informales que ponen en entredicho la rutinización de la escogencia de los candidatos.

De igual forma, aunque se tiende a favorecer los procedimientos establecidos para la escogencia de los candidatos, con forme con lo establecido en los estatutos y en las normas, el Presidente del Partido puede actuar como un jugador de veto, que afectan la rutinización del proceso.