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El triunfo de la República el 14 de abril de 1931 provocó que las distintas ideologías tanto de derechas como de izquierdas iniciasen un novedoso camino dentro de la nueva forma de estado. Su desarrollo no estuvo libre de luchas internas y grandes tensiones entre sus protagonistas, debido a la dinámica compleja que se daba en España y en Europa en esos momentos.

La imposibilidad de que los partidos políticos pudieran desarrollar sus programas sociales y económicos provocaba: a) un enorme desgaste para los distintos gobiernos, b) falta de confianza en él y c) un malestar suficientemente grande como para provocar distintas rebeliones que finalmente llevaron a la insurrección militar que produjo la Guerra Civil.

Las derechas se mostraron con grandes reservas ante el nuevo régimen, las vías doctrinales se centraban en torno al núcleo monárquico tradicionalista, la democracia cristiana que aceptó el régimen pero con reservas y los movimientos más cercanos al fascismo que recorría Europa por entonces.

De todas las agrupaciones que surgieron la que logró más fuerza seria la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) que atrajo a la mayoría de los votantes de derecha.

A continuación vamos a tratar las principales características de las distintas fuerzas de la derecha:

Monárquicos:

Desde el surgimiento de la república los distintos grupos monárquicos, tanto los carlistas en Comunión Tradicionalista como los partidarios de la monarquía alfonsina a través de Renovación Española, se desarrollaron como fuerzas de oposición al nuevo régimen.

El carlismo tuvo momentos de colaboración con el nacionalismo vasco como lo demuestra que sus diputados se integrasen en la minoría vasco-navarra. Cuando se realizaba la asamblea de Estella el grupo tradicionalista estuvo a favor de la reintegración del régimen foral y la libertad religiosa que se reflejaba en la capacidad de negociar con el Vaticano sin la mediación del estado.

Tras ser aprobada la Constitución, y en la reunión entre tradicionalistas y nacionalistas para tratar el desarrollo del estatuto, es cuando comenzaron a surgir las diferencias; el deseo de libertad para el tradicionalismo se reflejaba en el rechazo a las comisiones gestoras encargadas de la elaboración del estatuto.

Este distanciamiento en las relaciones hizo que el carlismo se orientase hacia partidos nacionales de tendencia monárquica y confesional.106

Mientras, el monarquismo alfonsino se desarrolló a través del partido Acción Nacional. Goicoechea era la persona más influyente en esta línea, declaraba que “en lo religioso, somos católicos; en lo político, monárquicos; en lo jurídico, constitucionales y legalistas; y en lo social, demócratas;” fundó en febrero de 1933 Renovación Española.

106

Artola, Miguel.: Partidos y Programas políticos: I Los partidos políticos, Madrid, Aguilar, 1974; p. 606-612 “ante la orientación laicista del texto constitucional, el carlismo llevó a cabo una intensa propaganda, que fue notable en Andalucía occidental, circunscripción territorial que el partido había puesto bajo el mando de Fal Conde que le llevaría en dos años a convertirse en el jefe nacional del carlismo”.

La fuerza de estos grupos políticos, se pondría de manifiesto con el triunfo de las derechas en las elecciones de 1933, donde los carlistas se convirtieron en la quinta fuerza parlamentaria, pero su rechazo a la República como forma de estado les llevó a entrar en contactos con Mussolini que les promete armas y entrenamiento militar a sus mandos. Esta postura les llevó a romper con los alfonsinos y en basar la dirección del partido en una única persona, Fal Conde, que logró una gran propaganda a través de la revista Tradición.

Los sucesos revolucionarios de 1934 llevaron al carlismo a una serie de cambios; la figura de Calvo Sotelo y de su partido Bloque Nacional aparecía como una fuerza de gran peso, su manifiesto escrito por Fal Conde hizo que el carlismo se olvidase de aquellos puntos que le alejaban de las otras fuerzas de derechas, se abandonó el legitimismo dinástico, el regionalismo foral, etc., y se aceptó aquello que les unía como la defensa de la iglesia, la negación de la lucha de clases, etc.

La revolución de octubre provocó en el Bloque Nacional un aumento de la crítica hacia los partidos republicanos, marxistas y antiespañoles; lo que defienden es la unidad de una España, católica y donde los derechos naturales de las personas sean reconocidos y garantizados, para ello es necesario un Estado fuerte que frene a las masas indisciplinadas. Con respecto al terreno social defienden que al proletariado se le facilite el acceso a la propiedad, tanto los patronos como los obreros y técnicos sirven para el interés nacional, para ello es necesario un Estado con unidad moral, unidad política y unidad económica.

El principio de Calvo Sotelo era crear un “Estado integrador” que pusiera fin a los movimientos nacionalistas que quebrantaban la unidad de España y terminar con la lucha de clases que provocaban el caos social en la que estaba inmersa la sociedad española.

El Bloque Nacional se limitó a los grupos monárquicos ya que no contaron con el partido de derechas más importante, la CEDA.

Confesionales:

Con el triunfo de la República en 1931, a la iglesia no le quedó otra alternativa que aceptar el nuevo régimen, de tal manera que poco después se constituiría Acción Nacional con el objetivo en el campo político de defender la Religión, Familia, Orden, Trabajo y Propiedad. Durante los primeros años se convirtió en la coalición de fuerzas conservadoras más importante gracias al apoyo de la iglesia, aún así mostró su respeto hacia la nueva legalidad y hacia el nuevo poder constituido.

Con el objetivo de prepararse para la siguiente consulta electoral y bajo la presidencia de Gil Robles, que sustituyó a Ángel Herrera Oria, se inició una campaña con críticas a la gestión del gobierno; frente a las reformas sociales, como el proyecto de reforma agraria, Acción Nacional defendía la propiedad privada reconociendo al estado la facultad para combinar el derecho del propietario con el bien común; defiende el derecho al trabajo utilizando decretos y leyes que faciliten una nueva sociedad, critica al socialismo y al comunismo de haber creado un ideal que solo ofrezca incultura, opresión y miseria; se defiende una autoridad más fuerte tanto para los que tienen que obedecer como los que tienen que mandar; la realidad histórica del municipio debe ser la base de la autonomía con un respeto a la unidad y al sentimiento nacional; la enseñanza se debe basar en la libertad de quien enseña, su valor social no debe convertirse en un monopolio de determinados grupos, en estos momentos la escuela única es el comunismo aplicado a la educación; frente al laicismo de la política

republicana se reivindicaba el “reconocimiento de la personalidad de la Iglesia católica y el de su derecho a regirse por sus propias reglas”, esto implicaba la defensa de toda clase de órdenes religiosas, el mantenimiento del presupuesto de culto y clero y la libertad de enseñanza de la Iglesia; en definitiva se defiende una reforma de la Constitución.

Una vez estaban definidos los objetivos se pasó a crear y perfeccionar los organismos del partido, así se crearon las Juventudes de Acción Nacional, conocidas como J.A.P.107; también se creó una agrupación obrera llamada Acción Obrerista.

La J.A.P. desarrolló su doctrina con la aprobación de 19 puntos en su programa de febrero de 1932 y que reproducimos:

1. Espíritu español. Pensar en España. Trabajar por España. Morir por España. 2. Disciplina. Los jefes no se equivocan.

3. Juventud. Fe. Arrojo. Voluntad. Espíritu joven en la política nueva. 4. Derogación de la legislación sectaria y antiespañola.

5. Familia cristiana contra modernismo pagano.

6. Fortaleza de la raza. Educación premilitar. Abolición del soldado de cuota. 7. Libertad de enseñanza. Los hijos no son del Estado.

8. El amor de la región base del amor a España.

9. Especialización. Más preparación y menos discursos.

10. Nuestra revolución es de justicia social. Ni capitalismo egoísta ni marxismo destructor.

11. Más propietarios y más justa distribución de la riqueza

12. Guerra al señoritismo decadente y a la vagancia profesional. Reconocimiento de todas las actividades. Trabajo para todos. El que no trabaje, que no coma.

13. Antiparlamentarismo. Antidictadura. El pueblo se incorpora al gobierno de un modo orgánico y jerárquico no por la democracia degenerada.

14. Reconstrucción de España. Guerra a la lucha de clases. La economía al servicio de la nación.

15. España fuerte, respetada en el mundo.

16. Primero la razón: frente a la violencia, la razón y la fuerza.

17. Prestigio de la autoridad. Poder ejecutivo fuerte. Prevenir mejor que reprimir. 18. Ante los mártires de nuestro ideal: presente y adelante.

19. Ante todo España y sobre España, Dios.108

La J.A.P. representaba, como todas las organizaciones de juventudes tanto de derechas como de izquierdas, una radicalización mayor que el partido, así se reflejaba en la disciplina frente al parlamentarismo y del nacionalismo frente a la lucha de clases.

El triangulo organizativo estaba creado como un partido moderno, (partido, juventudes y sindicato), se seguía el ejemplo que ofrecía la mejor organización del momento, la socialista.

Mientras las juventudes tuvieron un papel más importante, la Acción Obrerista se basó en declaraciones de buena voluntad, basadas en la doctrina católica, con la defensa de criterios como:

I. Defiendo y propongo la doctrina social católica. II. Soy amante de la patria una e indivisa.

III. Reconozco a la familia, fundamento de la sociedad.

107

El Decreto de 21 de abril de 1932 prohibió la utilización del término nacional, lo que obligó a cambiar el nombre de Acción Nacional a Acción Popular, dando lugar a las Juventudes de Acción Popular.

108

Monge, José: Acción Popular, Madrid, Sáez Hermanos, 1935, p. 223. Fueron ratificados por aclamación en la concentración de El Escorial el 22 de abril de 1934.

IV. Aspiro a la propiedad como recompensa de mi esfuerzo en la producción de la riqueza.

V. Me enorgullece mi titulo de trabajador, de tan alta ejecutoria como el de más renombrada alcurnia.

VI. Sostengo que el capital sin mi trabajo no es nada y que sin aquel mi trabajo nada sirve.

VII. Deseo una sociedad perfecta, sin dictaduras ni servilismos de ninguna clase social.

VIII. Me indigna el contraste entre unos pocos riquísimos y tantos millones de proletarios en la miseria.

IX. Soy enemigo de la lucha de clases, pero luchare contra los egoísmos de cualquiera de ellos.

X. Creo que la salvación de la economía está en la agricultura y la defenderé tenazmente.

Acción Popular se convirtió en el seno de diversos grupos políticos que se desarrollaron con mayor o menor autonomía.109

El congreso de Acción Popular y asociaciones afines que se celebró en Madrid desde el 28 de febrero de 1933 tuvo consecuencias importantes, se aprobaron los estatutos de la Confederación, creándose una organización en la que sería importante el presidente. El programa de la CEDA, (Confederación Española de Derechas Autónomas) era muy similar al que tuviera Acción Popular.

El recién partido basaría su maniobra política en la defensa de la religión como eje de su programa y de sus reivindicaciones, contraria a la persecución que se estaba realizando a la Iglesia y al laicismo mostrado por el Estado, se quería una total igualdad de todos los españoles sin atender a sus creencias, su profesión y su estado; la política debería desarrollarse a través de un poder ejecutivo fuerte y de una justicia apartada de la política, además las Cortes deberían reflejar el verdadero sentir del pueblo; no es contraria al criterio regionalista como forma de desarrollar los intereses comunes pero opuesto a cualquier nacionalismo, como base del regionalismo se defiende la plena autonomía del municipio.

Al mismo tiempo la CEDA defiende la institución familiar contra cualquier disolución y corrupción, contraria a las leyes del divorcio y del matrimonio civil, defensa del hogar obrero con una implantación del salario familiar y con seguros sociales y eliminando la doctrina neomaltusiana; con respecto a la educación los padres tenían plena libertad para escoger a sus maestros y optar por la enseñanza religiosa o no, se crearan becas suficientes para aquellas personas con mucha capacidad y pocos recursos y para las universidades se las dotará de plena autonomía en planes de estudio, métodos y pruebas de suficiencia.

Con respecto a las cuestiones sociales y económicas la CEDA rechaza el principio marxista de la lucha de clases, igualdad para el trabajo tanto para hombres como para mujeres, elaboración de un salario mínimo justo, la inspección en el trabajo se realizará por autoridades sociales y no gubernativas, se critica la pasividad del gobierno en el comercio internacional estableciéndose una revisión de los tratados comerciales y que sea la política agraria y ganadera el eje del sistema económico nacional. Esto le sirve para realizar una feroz critica de la política agraria desarrollada por el gobierno, según la CEDA es necesaria una distribución justa y económica del suelo en propiedad, regular el crédito agrícola y que sea rápido, barato y adaptado a las

109

Monge enumera Acción Agraria y ciudadanía de Guadalajara,, Acción agraria manchega de Ciudad Real, etc.

necesidades de cada explotación agrícola, además sería necesario contar con un Instituto de Reforma Agraria autónomo, con buena economía y con técnicos muy preparados y fundamentalmente independiente de cualquier política partidista

Como hemos podido comprobar para esta nueva agrupación política, y de gran importancia en la vida política de la República, las cuestiones principales eran la defensa de los derechos de la Iglesia, de la familia, de la enseñanza y la política agraria que se consideraba “el eje de todo el sistema económico nacional”.

La labor de organización se basó desde un principio en lograr la conquista del poder, pero para Gil Robles se tendría que hacer desde la legalidad republicana; entre noviembre de 1933 y octubre de 1934 la CEDA permaneció al margen del poder, (aun siendo el partido más votado en las elecciones del 18 de noviembre de ese año con 115 diputados, muy por encima del PSOE con 60 diputados que fue el partido de izquierdas más votado), los grupos proletarios y las izquierdas republicanas amenazaron con recurrir a la violencia ante el temor de que Gil Robles entrase en el gobierno.

La posterior entrada en el gobierno de tres ministros de la CEDA en Agricultura, Trabajo y Justicia, provocó que los partidos de izquierda rompieran con las instituciones de la República y se lanzasen a una revolución ya preparada con tiempo.

Fascistas:

La agrupación que presentó un carácter más totalitario fue la creada en marzo de 1931 por Ledesma Ramos, su objetivo se centraba en buscar que los españoles superen los conflictos sociales y económicos a través de la identificación emocional con la nación. Lo que se impone es una unificación indiscutible del Estado.

Al mismo tiempo que se desarrolla el pensamiento de Ledesma, surge en Valladolid el periódico Libertad, editado por Onésimo Redondo, cuya filosofía es semejante a la de Ledesma.

Onésimo Redondo constituye las Juntas castellanas de actuación hispánica cuyos principios se basaban en la justicia social, la nación y la defensa de la religión.

Ledesma Ramos creó una organización denominada Juntas de Ofensiva Nacional- Sindicalista (J.O.N.S.) a las que se acercaron las Juntas castellanas en la asamblea que se dio en Madrid en diciembre de 1931. En el manifiesto político que se elaboró se justifica el nacimiento de las Juntas como nueva vía frente al camino que estaban trazando los partidos políticos tachados de antinacionales, solo estas Juntas aseguraban los ideales hispánicos.

En el nuevo ideal que se pone de manifiesto destacan lo que ellos llamaron los dos fines supremos que eran: combatir el virus masónico y antiespañol e imponer por la violencia la fidelidad a la Patria. Este nuevo espíritu contará como ejército civil con milicias nacional-sindicalistas para hacer que triunfen los ideales españoles, estas milicias han de cultivar una moral de violencia, de enfrentamiento militar. La justificación la encuentran en que las filas rojas se preparan para el asalto y vendrán jornadas de violencia contra los socialistas.

La lucha de las J.O.N.S. se centrará fundamentalmente contra aquellos que inspiren el materialismo marxista, se basarán en la unidad de España considerando de alta traición cualquier tipo de nacionalismo artificioso.

El carácter de unidad de España se refleja en el símbolo que adquieren de época de los Reyes Católicos, unas flechas cruzadas por un yugo.

La elaboración y desarrollo de estas Juntas no es incompatible con la República, el nombre de Juntas hace referencia a la estructura del partido; el término Ofensiva

hace alusión a la actuación que tiene que prevalecer y el nacional-sindicalismo marca el carácter de defensa de la patria y el esfuerzo por destacar las corporaciones, los sindicatos, en respuesta a la crisis del sistema democrático-liberal.

Su programa se puede resumir en reforzar la unidad española, defender aquello que sea nacional, respetar la tradición católica, reivindicar Gibraltar, acabar con el actual régimen parlamentario, creación de sindicatos bajo la protección del Estado, propagar la cultura hispánica entre las masas y confiar los mandos de la patria a la juventud, es decir, a los menores de cuarenta años.

La crítica de esta organización se orientaba hacia los sindicatos de izquierda más mayoritarios como son la Unión General de Trabajadores y la C.N.T. Para las J.O.N.S. estos sindicatos solo servían para defender los intereses de los partidos a los que pertenecían y así obtener ventajas políticas como en el caso de los socialistas o hablar de sueños revolucionarios como los faístas. El poder está en el pueblo y tienen que ser los trabajadores los que sostengan la vida española ya que asegurar la vida, el pan y la prosperidad depende de la fuerza moral, económica y material de la Patria.

La U.G.T. pretende subir al poder a unos cuantos socialistas que solo buscan su triunfo personal, la C.N.T. es la base anarquista que conduce a una revolución sin sentido.

El orden nacional es el que necesitan los trabajadores para que se mejore el beneficio de la economía de España, los grandes enemigos del obrero son los especuladores de la Banca, gran parte de la culpa de la pobreza de los obreros se debe a las tendencias marxistas que llevan al trabajador a situaciones trágicas.

Para resolver estos problemas las J.O.N.S. quieren la nacionalización de los transportes, el control de las especulaciones financieras de la banca, la democratización del crédito, abolición del paro forzoso, el trabajo como derecho de todos los españoles y como garantía contra el hambre y la miseria.

Este programa político serviría de base para posteriores uniones con otras organizaciones, así el 29 de octubre de 1933, en el teatro de la Comedia de Madrid, José Antonio Primo de Rivera pronuncio un discurso considerado como el acto fundacional de Falange Española; destacan formulaciones como la defensa del nacionalismo español, la confesionalidad del estado y su creación a través de la familia, municipio y la corporación.

La Falange buscó a sus partidarios en el mismo campo que las J.O.N.S. En su manifiesto de 1933 se defiende la nacionalización del transporte, el control sobre las finanzas, la democratización del crédito y la liquidación del paro.

Pronto la unión entre las J.O.N.S. con los falangistas tendría lugar, así el 13 de febrero de 1934 se fusionaron creando Falange Española de las J.O.N.S.

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