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Las estrategias y los métodos de enseñanza basados en la memorización y recitación de datos convierten el proceso de enseñanza y aprendizaje en uno aburrido y poco retador al pensamiento del estudiante que le ofrece poca o ninguna participación. Los estudiantes funcionan como simples receptores o recogedores de datos e información y éstos se utilizan más tarde para examinarlos y para promoverlos de grado (Posner, 1998).

El Departamento de Educación ha reorientado el proceso de educación basándose en la perspectiva constructivista. El enfoque constructivista, en el que el maestro asume el rol de facilitador y mediador del aprendizaje entre los estudiantes y el ambiente, presenta un cambio en los estilos de enseñanza. El maestro deja de ser un proveedor de información y el estudiante un receptor pasivo. En este sentido, el desarrollo de las clases se organiza para que el estudiante descubra la información y construya el conocimiento que necesita para comprender o dominar una destreza e ir alcanzando niveles más altos de conocimiento. Estos elementos generalmente se observan en los salones de enseñanza y aprendizaje de bellas artes.

Esta perspectiva describe el conocimiento como temporero, evolutivo, no objetivo, internamente construido, social y culturalmente mediatizado. El aprendizaje se convierte en un proceso autorregulativo de lidiar con el conflicto entre los modelos personales del mundo y las discrepancias que surgen al enfrentarse con nuevas ideas, construyendo y reconstruyendo representaciones y modelos de la realidad (Glasersfeld, 1996). El aprendizaje constructivista se compromete con una visión transformadora y optimista del ser humano a partir de la cual el estudiante se construye a sí mismo en interacción con el entorno social (Molina, 1995). El aprendizaje es un proceso de construcción cognoscitivo que depende de la actividad que genera el estudiante al establecer interacciones significativas con el ambiente social y físico. La actividad humana que provoca transformación en las estructuras intelectuales requiere de la interacción con objetos y personas en situaciones sociales y de conflicto cognoscitivo.

Aunque el constructivismo no es una teoría pedagógica, plantea enfoques de enseñanza radicalmente diferentes a los utilizados en la mayoría de las escuelas (Glasersfeld, 1996). Los principios que fundamentan dicho enfoque se perciben en las características de una clase de bellas artes en cualquiera de sus etapas. El enfoque constructivista de la enseñanza adopta algunos principios generales del aprendizaje para guiar la reforma de las prácticas educativas.

La sicología cognoscitiva investiga las diversas corrientes constructivistas a partir de las cuales se proponen principios teóricos que fundamentan los procesos de aprendizaje. De acuerdo con Jonassen, Peck y Wilson (1999), Woolfolk (1999), Phillips y Soltis (1998) y Villarini (1991), los principios del aprendizaje constructivista son los siguientes:

• El conocimiento se construye por el aprendiz; el mismo no puede ser transmitido por otro individuo. Esto implica que el conocimiento se construye por medio de unos procesos mentales que son activados por unas destrezas de pensamiento en cada individuo.

• La construcción de conocimiento resulta de la experiencia del estudiante con las cosas conque interacciona, o sea, de una actividad. La cultura provee de unas herramientas —idiomas, tecnologías— que fomentan el desarrollo del pensamiento. • La construcción del conocimiento es más significativa para el aprendiz cuando se

da en un contexto real y pertinente.

• Cada aprendiz construye una interpretación propia y personal de la realidad y del mundo; esto se debe a que las experiencias de cada individuo son únicas. Por lo tanto, existen múltiples perspectivas en el mundo.

• El proceso de construir significado comienza con la necesidad o deseo del aprendiz por conocer sobre algo que no entiende o no conoce. Este desequilibrio cognoscitivo puede surgir de una pregunta, un problema, una confusión, un desacuerdo o una discrepancia.

• La construcción de conocimiento requiere que el estudiante piense y reflexione sobre la experiencia de aprendizaje. Por lo tanto, es necesario que resulte un producto que evidencie la actividad de aprendizaje en este proceso de pensamiento. • El compartir significados con otros provoca el enriquecimiento de las ideas y la reconstrucción del conocimiento. Por lo tanto, la construcción de significados y el desarrollo del pensamiento están influenciados por la cultura de los estudiantes.

Woolfolk señala que los salones de clase en los que se practican los principios del aprendizaje constructivista se deben caracterizar por los siguientes elementos:

• Entornos complejos que impliquen un desafío para el aprendizaje y las tareas auténticas; la negociación social y la responsabilidad compartida como parte del aprendizaje; representaciones múltiples del contenido; comprensión de que el conocimiento se elabora; instrucción centrada en el aprendizaje.

Llevar las prácticas del aprendizaje constructivista a las escuelas conlleva la transformación de la ecología del salón de clases puertorriqueño y propiciará mayor comprensión hacia los estilos de enseñanza ya desarrollados por los educadores en arte. Esto supone cambios en la interacción que se da entre maestros y estudiantes y la llegada de medios innovadores de aprendizaje que, a su vez, permitan el desarrollo de estrategias y metodologías constructivistas.

Se observa cómo las herramientas principales para construir el aprendizaje provienen de la capacidad de percepción sensorial y de lo que recibimos a través de ésta. Gibson (1986) enfatiza que se aprende a través de la percepción y no de la memoria. De manera que, los esquemas mentales que se forjan, parten de lo que se percibe del exterior, se transforman por la experimentación y se utilizan para resolver o para crear un orden nuevo.

Gardner presenta este mismo punto de vista como la idea central en su teoría de las Inteligencias Múltiples. La inteligencia tiene que ver con la capacidad para resolver problemas y crear productos en un ambiente de contexto rico, de actividad natural y no forzada. Ese ambiente es el de las categorías comprensivas que cada ser humano posee de manera natural. Este es un modelo que describe cómo los individuos usan sus inteligencias para resolver problemas. El estudiante aprenderá y ampliará sus capacidades intelectuales —comprendiéndose la definición de inteligencia dentro de este contexto— , en la medida en que pueda recibir o percibir los datos a través de sus sentidos. Las bellas artes son, pues, fundamentales en el aprendizaje, ya que desarrollan las facultades auditivas, visuales y corporales en todas sus dimensiones.

Los propósitos y fundamentos bajo los cuales se sustenta la enseñanza de las bellas artes proponen formas de aprendizaje constante basadas en lo que el estudiante puede hacer y le inquieta hacer. Es un aprendizaje que se adquiere desde sí mismo, ya sea por motivaciones internas o externas. La educación artística comprende conocer la visión estética de las artes en cada período histórico, desde el ideal de la belleza en las primeras manifestaciones artísticas, los elementos subjetivos de la estética del Renacimiento y el deseo de expresión del sentimiento en el Romanticismo hasta el arte con propósito más allá de lo funcional en la actualidad. Este conjunto se orienta por el modelo del ideal humanista, con una dimensión social y cultural.

En el enfoque constructivista, el conocimiento se desarrolla en la mente del estudiante; los datos que percibimos por los sentidos y los esquemas usados para explorar tales datos existen en la mente. Estos datos y esquemas se irán transformando desde el error, que será la base del aprendizaje, hasta llegar a la resolución de problemas por medio de la experimentación.

Las funciones que cumple el arte en el crecimiento y el desarrollo del niño, están comprobadas en las dimensiones física, afectiva e intelectual. El Programa de Bellas Artes retoma los orígenes de la expresión artística como el elemento fundamental de interpretación, transformación y comunicación de ideas e inquietudes de la sociedad puertorriqueña, su identidad y sus relaciones con la cultura universal.

La Integración de la Tecnología en los Procesos