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La poliomielitis en el continente americano: Estados Unidos, Canadá y Brasil Brasil

La evolución de la poliomielitis en Estados Unidos merece especial atención por varios motivos: el número e intensidad de los brotes epidémicos, la sensibilización social, el papel jugado por FDR y, por todo lo anterior, la investigación desarrollada sobre vacunas y tratamientos.

El primer brote de polio constatable (conocida entonces como parálisis aguda o enfermedad de Heine-Medin) ocurrió en Vermont en el verano de 1894 y afectó a 122 personas; niños y adultos27. Una vez más la causa fue atribuida a factores como “el calor, trauma, fatiga o pneumonia” (Paul, 1971). En el siglo XIX se consideraba que la mayoría de los niños afectados eran varones y que habitaban cerca de cursos de agua contaminada. También se hacía referencia a epidemias de polio estivales en Baltimore (en los años 90 del siglo XIX). Estas referencias han continuado hasta 1950. Incluso en 1916, en Rhode Island, se producirán restricciones a la movilidad de personas durante el verano. En la epidemia de 1916, en Nueva York, fueron diagnosticados más de 9.000 casos, con un número total de 27.000 casos en los Estados Unidos. Eso significó pasar de una tasa inferior a los 7,9 por 100.000 habitantes a una tasa de 28,5 por 100.000, con un total de 6.000 defunciones28. Después de esa epidemia disminuyeron los casos de poliomielitis en los Estados Unidos hasta finales de los años cuarenta.

27 Benison, S. “Poliomyelitis and the Rockefeller Institute: Social Effects and Institutional Response.” J.

Hist. Med., 1974, 1: 74-91, p. 74.

28 Gould, T. A summer plague Polio and its Survivors. Yale University Press, New Haven,1995, p. 27

Las estadísticas apuntaban en el sentido de que aunque la polio fuese más rara a partir de los 21 años de edad sus efectos eran más graves teniendo mayor probabilidad de conducir a parálisis o a la muerte.

Por su parte, la investigación epidemiológica sobre la fiebre amarilla y el cólera habían creado la ilusión, el mito, de que la mosca era el agente responsable de la transmisión, llegando a realizarse campañas contra la mosca. Además, otras convicciones sugerían que la transmisión se hacia por vía aérea y por eso el principal mecanismo de infección serian los besos, el contacto físico, la tos y los estornudos.

En 1921, la desgracia personal de Frank Delano Roosevelt, que contrajo la enfermedad con 39, se convirtió en un golpe de suerte no sólo para las victimas de polio, sino también para otros enfermos con discapacidades, pues el impacto publico de FDR y consecuentemente de su problema, cambió la visión de la polio. Esta enfermedad ha estado, por mucho tiempo, envuelta en una situación embarazosa, una vergüenza que se extendía a los familiares y a los propios enfermos. Los niños con enfermedades físicas, “punidos por Dios”, no tenían, por ejemplo, posibilidad de frecuentar las escuelas publicas.

El descubrimiento de Walm Springs por Roosevelt -que incluso compró y renovó la instancia transformándola en un centro de tratamiento de la polio y, más tarde, la creación, por su intermedio, de la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil-,

reforzó el interés por el estudio y la lucha contra la polio, además de permitir reunir millones de dólares para el tratamiento de los enfermos y para el desarrollo de la investigación sobre la enfermedad (los fondos se obtenían anualmente a través de la llamada “March of Dimes”). Estas contribuciones individuales de los estadounidenses se utilizarían también para financiar las campañas de vacunación en los Estados Unidos (después del descubrimiento de las vacunas de la poliomielitis).

La década de los 30 quedó marcada por importantes brotes de polio. Entre marzo y noviembre de 1934, fueron tratados 2500 casos de polio en el Hospital de Los Angeles, hablándose de “50 casos por dia” (Paul, 1971).

Un hecho importante fue la llegada a los Estados Unidos, en 1940, de la Hermana Elizabeth Kenny (“Sister Kenny”) y de sus métodos no ortodoxos de tratamiento de la polio. Masajes, ejercicios y aplicaciones de calor formaban parte de su plan para reducir los espasmos y los dolores. Esta enfermera australiana llamó la atención sobre la importancia de la psicoterapia en los enfermos de polio (Willis, 1979).

Sus ideas fueron totalmente innovadoras y claramente opuestas a los métodos convencionales consistentes en la inmovilización para impedir deformidades, lo que agravaba la atrofia y rigidez de los músculos. En un principio, los americanos se mostraron poco entusiastas (Albertson, 1978), pero, tras el éxito obtenido en casos de polio aguda, varios fisiatras solicitaron su ayuda en el tratamiento de sus enfermos.

El “Sister Kenny Institute”, y la “Sister Elisabeth Kenny Foundation” (creados en 1943 y 1944, respectivamente) demostraron el impacto de sus tratamientos innovadores, lo que no impidió que continuase siendo blanco de críticas y controversias (American Medical Association Comité, 1969). No obstante, en la década de los 40 sus técnicas terapéuticas se divulgaron29.

Por razones geográficas, demográficas y epidemiológicas, Canadá ha sido muy vulnerable a las epidemias de polio (Rutty, 1999). En 1927-28, cuando ocurrieron los principales brotes, el gobierno empezó a definir un esquema de apoyo a todos los enfermos con un sistema de asistencia gratuita que pusiera a su disposición los cuidados médicos necesarios. La epidemia, sin precedente, que asoló Ontario en 1937 condujo a la expansión de todo un programa de Salud Pública. Otra particularidad de la historia de la polio en Canadá ha sido la cooperación personal y profesional entre las autoridades provinciales de salud, la Escuela de Higiene y los laboratorios “Connaught” en la Universidad de Toronto. El llamado “Toronto Nasal Spray Trial” tendría importantes implicaciones en el análisis científico y en la comprensión de la etiología de la polio.

En Brasil, los primeros brotes epidémicos significativos ocurrieron en los años 30. Así, entre enero y julio de 1937 tuvo lugar un brote en Santos (Vieira, 1940) y en 1939 en Rio de Janeiro, este último con un elevado porcentaje de mortalidad. Sin embargo, el mayor número de casos conocidos ocurrió en 1953. Curiosamente hasta la

29 Murphy, W. Healing the generations: A history of physical Therapy and the American Physical Therapy Association. Lime, 1995, p. 123

segunda mitad del siglo XX las autoridades brasileñas no consideraron la polio como un problema de salud pública (Nascimento, 2003).