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Prioridades para la acción en la prevención apoyo social

A continuación se presentan varias definiciones que los investigadores han dado al apoyo social: • “El apoyo social es definido por la presencia o ausencia relativa de recursos de apoyo psicológico

provenientes de otras personas significativas”. Pérez Bilbao J., Martín Daza F. (1997)

• “La disponibilidad de ayuda proveniente de otras personas”. Pérez Bilbao J., Martín Daza F. (1997) • La información que permite a las personas creer que:a) se preocupan de ellos y les quieren, b) son

estimados y valorados, c) pertenecen a una red de comunicación y de obligaciones mutuas.” Pérez Bilbao J., Martín Daza F. (1997)

• “La disponibilidad de ayuda proveniente de otras personas”. Pérez Bilbao J., Martín Daza F. (1997) • “El grado en que las necesidades sociales básicas se satisfacen a través de la interacción con los

otros”. Pérez Bilbao J., Martín Daza F. (1997)

A continuación se señalan las cuatro perspectivas principales, teóricas y empíricas, que sobre el apoyo social se ha desarrollado. Estas perspectivas o aproximaciones han de considerarse no como excluyentes sino como complementarias: cada perspectiva representa diversos niveles de análisis y se presenta como una precondición del siguiente nivel.

NIVeL I

El nivel más básico en la conceptualización del apoyo social es aquel que lo aborda como integración social. Este nivel de análisis se centra en el número y fuerza de las asociaciones de una persona con los otros significativos. No se hace relación a la calidad de las relaciones sino a las características es-tructurales de la red social de una persona (número de contactos, clase de los mismos; matrimonio, amistad...). Este nivel no es capaz de explicar la relación entre salud y apoyo social.

NIVeL II

La perspectiva del apoyo social como “relaciones de calidad” añade una importante cuestión al nivel anterior. Desde este punto de vista se atiende a la calidad de las relaciones aunque éstas no sean muy numerosas. Son varias las vías por las que pueden influir unas relaciones de calidad sobre la salud y bienestar psicológico: contribuyen a satisfacer las necesidades de afiliación, cubren las nece-sidades de afecto, proporcionan un sentimiento de identidad y pertenencia, son fuente de evaluación positiva, proporcionan sentimientos de control de la situación, etc.

NIVeL III

Un tercer nivel es el apoyo social como “ayuda percibida”. En este caso se hace referencia a la percep-ción de que en situaciones problemáticas hay en quien confiar y a quien pedir apoyo. La perceppercep-ción de que existe ayuda disponible por parte de otros, puede hacer que la magnitud estresora de un evento aversivo se perciba reducida.

NIVeL IV

El último nivel consistiría, no ya en tener asociaciones con otros o que sean de calidad o que se per-ciba la posibilidad de ayuda, sino en la “actualización de tales conductas de apoyo”. Es decir, se hace referencia en las conductas reales, al despliegue efectivo y concreto de tal apoyo.

5.1 Tipos de apoyo social

Apoyo emocional

Un tipo de apoyo es el denominado “apoyo emocional”. Este com-prende la empatía, el cuidado, el amor, la confianza y parece ser uno de los tipos de apoyo más importantes. Este tipo de apoyo está recogido, de una u otra manera, en las concepciones de apo-yo antes mencionadas. En general, cuando las personas conside-ran de otra persona que ofrece apoyo, se tiende a conceptualizar en torno al apoyo emocional.

El resto de tipos de apoyo social suelen ser menos utilizados en la explicación y estudio de este concepto pero en ciertas situacio-nes suelen tener una gran importancia.

Apoyo instrumental

Se ofrece “apoyo instrumental” cuando se emiten conductas instrumentales que directamente ayudan a quien lo necesita; se ayuda a otro a hacer o acabar el trabajo, se cuida de alguien, etc. Es evidente que todo acto puramente instrumental tiene también consecuencias psicológicas (así, la ayuda en el trabajo puede ser una ayuda o una fuente de información y valoración, y no siem-pre positiva; necesitas ayuda y no eres autosuficiente, no tienes capacidad...).

El apoyo informativo y evaluativo son los tipos que mayor dificultad presentan para su definición y, por tanto, para su distinción de las otras formas de apoyo.

Apoyo informativo

El “apoyo informativo” se refiere a la información que se ofrece a otras personas para que estas puedan usarla para hacer frente a las situaciones problemáticas. Se diferencia del apoyo instrumental en que la información no es en sí misma la solución sino que permite a quien la recibe ayudarse a sí mismo.

Apoyo evaluativo

El “apoyo evaluativo”, al igual que el apoyo informativo, sólo implica la transmisión de información, y no el afecto que se transmite en el apoyo emocional. Sin embargo, la información que se transmite en el apoyo evaluativo es relevante para la autoevaluación, para la comparación social. Es decir, otras personas son fuentes de información que los individuos utilizan para evaluarse a sí mismos. Esta información puede ser implícita o explícitamente evaluativa.

CASO PRÁCTICO

EL TS CONSIDERA EL SUICIDIO DE UN EMPLEADO DE AUTOBUSES DE

SEVILLA COMO ACCIDENTE LABORAL

La viuda e hijos de un conductor de autobuses de Transportes Urbanos de Sevilla que se suicidó des-pués de padecer estrés originado en sus conflictos con la empresa percibirán las prestaciones de la seguridad social correspondiente a un accidente de trabajo, ha sentenciado el Supremo. Transportes Urbanos de Sevilla Sociedad Municipal (Tussam) recurrió contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) de conceder la pensión correspon-diente a un accidente laboral a la viuda e hijos de un conductor de la empresa que se suicidó tras padecer ansiedad relacionada con trabajo.

Aquella sentencia establecida que las prestaciones de viudedad y orfandad a las que dio lugar el falle-cimiento de J. L. A. F derivan de accidente de trabajo”. El Supremo la ha confirmado y ha condenado a la parte recurrente al pago de las costas. La sentencia relata cómo en 2005 J. L sufrió un accidente de trabajo y necesitó asistencia médica por una crisis de ansiedad, síndrome de estrés laboral que derivó en problemas digestivos en años posteriores. El facultativo que le atendió recomendó un horario fijo que le permitiera comer siempre a horas fija, a lo que la empresa se negó. En mayo de 2007 tuvo lugar una huelga durante la cual se produjeron daños a los bienes de la empresa. J. L fue detenido por la Policía y se siguieron contra é diligencias que fueron sobreseídas. Contra esa decisión recurrió la empresa, lo cual derivó en nuevos archivos y nuevos recursos de la empresa contra la inocencia de J. L. Entre tanto, recuerda la sentencia”la prensa vino recogiendo declaraciones de responsables” de la empresa municipal en las que se advertía de que las actuaciones penales derivarían en sanciones disciplinarias, pues se había abierto expediente contra J. L.

Finalmente el procedimiento penal fue archivado definitivamente, pero la decisión de archivar, así mismo, el expediente disciplinario,” no pudo ser notificada por el trabajador, por cuanto éste ya había fallecido, señala la sentencia. A pesar de los informes médicos y las recomendaciones del Equipo de Salud Mental y de Medicina Interna que vinculaban el estrés con los trastornos digestivos y ambos con el proceso penal y disciplinario abierto contra J. L. , la empresa rechazó la solicitud del trabajador de ejercer su labor en un horario fijo, “ por no estar suficientemente justificada”.

El 5 de noviembre de 2008 J. L, “dentro de su turno de trabajo como conductor”, se desvió de su ruta tomando una carretera nacional y, después de conducir tiempo, estacionó en una gasolinera, llamó al teléfono de emergencias 112 y manifestó desconocer dónde se estaba y que se encontraba nervioso y agobiado. Al día siguiente se suicidó. El Supremo considera establecida la relación causal entre el quehacer laboral y el suicidio del trabajador”.

• POSIBILIDADES DE INTERVENCIÓN.

BIBLIOGRAFÍA

MORENO JIMÉNEZ B., BAEZ LEÓN. C. (2010). Factores y Riegos Psicosociales, formas consecuencias, medidas y buenas prácticas. Instituto Nacional e Seguridad e Higiene en el trabajo Madrid.

PÉREZ BILBAO J., MARTÍN DAZA F. (1997). El apoyo social (NTP 439) Instituto Nacional e Seguridad e Higiene en el trabajo Madrid.

Los Riesgos Psicosociales:

CÓMO RECONOCER

SITUACIONES DE

RIESGO PSICOSOCIAL EN

MI ENTORNO LABORAL

02

OBJETIVOS

Para La emPreSa:

• Evitar altos índices de absentismos, presentismo e intenciones de abandono. • Aumentar la productividad, satisfacción y compromiso laboral.

Para eL trabaJador:

• Evitar los efectos del estrés.

• Aumentar la motivación y satisfacción personal. • Conciliación laboral / personal / familiar.

La evaluación psicosocial persigue el mismo objetivo que otros

ámbi-tos de la prevención de riesgos laborales: identificar factores de riesgo

y establecer medidas de mejora para prevenir daños. Sin embargo, en la

práctica, la actuación en el ámbito psicosocial puede resultar más

com-pleja por diversos motivos. En primer lugar, podemos citar la dificultad

de establecer una relación causal directa entre el factor de riesgo y el

daño. El punto crucial estriba en que la pérdida de salud debida a una

situación psicosocial inadecuada no se debe a una relación causa/efecto

directa, sino que tiene que ser multicausal. Más allá del cumplimiento

de las exigencias legales, la evaluación de los factores psicosociales

per-mitirá conocer posibles fallos de la organización, potenciales de producir

anomalías y distorsiones en el funcionamiento de la organización.

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales esta-blece, como una obligación del empresario planificar la ac-tividad preventiva a partir de una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores (artí-culo 16.1). La evaluación de los riesgos viene expresamente definida en el artículo 3.1 del Reglamento de los Servicios de Prevención como el “el proceso dirigido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evitarse,

rio esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que deben adoptarse”. En esta evaluación de los riesgos deben contemplarse to-dos los factores de riesgo, incluito-dos los de carácter psico-social. Por lo tanto, la actuación sobre los factores de riesgo psicosocial debe estar integrada en el proceso global de gestión de la prevención de riesgos en la empresa.

1. IDENTIFICACIÓN Y BÚSQUEDA DE