Lo que se propone es trabajo en conjunto por parte de todos los actores de la sociedad y especialmente de las organizaciones aquí presentes. Dado que es un una problemática compleja, se entiende que no hay fórmulas mágicas y que el Proyecto PACO por sí sólo no va a solucionar el problema de manera inmediata, ni tampoco en un largo periodo. Son miles de personas las que viven en condiciones vulnerables aquí, y un proyecto localizado y con beneficiarios limitados no va a arreglar el problema de todos, ni siquiera de muchos.
Para lograr cambios positivos en esta comunidad es necesario realizar un trabajo comprometido y organizado que se piense un proceso a mediano plazo como mínimo. Según el Institute for Multy Track Diplomacy, la intervención en un territorio implica un compromiso que implique presencia ininterrumpida de mínimo cinco años (Notter & Diamond, 1996). Para lograrlo debe haber una articulación entre las instituciones, que al parecer trabajan la misma problemática desde diferentes perspectivas, pero no necesariamente siguen un proceso, dado que para ellas no es muy claro lo que se ha hecho, impidiendo que haya continuidad en los avances logrados, y haciendo que muchas veces las metodologías implementadas, siendo diferentes, se contradigan entre sí y entorpezcan el proceso; Y aunque no siempre entorpezcan el proceso, sí se puede decir que eso hace que no se optimicen los esfuerzos y los recursos invertidos.
En ese sentido, para lograr una suerte de plan conjunto de acción se proponen mesas de trabajo entre las instituciones que aquí hacen presencia. De esta manera se puede lograr un equipo de intervención en el cual las organizaciones, con sus respectivos proyectos puedan dar y recibir apoyo de las otras organizaciones según sus facilidades y recursos (humanos, logísticos, económicos). Así, si por ejemplo Cruz Roja tiene un cuerpo de voluntarios con disponibilidad de trabajar, y la organización equis tiene los recursos económicos para movilizar una intervención, y el ICBF tiene al equipo psicosocial, se puede realizar trabajo u en conjunto que optimice los recursos. Si esto se logra, actividades que a veces resultan ser pequeñas y sin un mayor alcance, o que en ocasiones se hacen sólo por hacerlas y sin ninguna planeación y por fuera de todo tipo de plan pensado, pero que de cualquier manera implican cierta movilización de recursos, pueden ser repensadas y enmarcadas en un plan serio y contundente que le apunte a cambios de fondo.
Además de realizar acciones coordinadas entre las instituciones, se plantean mesas de trabajo en las cuales estén presentes dichas instituciones gubernamentales y no gubernamentales, junto con la comunidad y la iglesia, para realizar un plan de prevención de la violencia y construcción de cultura de paz. Así, los diferentes proyectos ejecutados por cada institución de manera separada, serán pensados y planeados en dichas mesas de trabajo, en el marco de un plan estructurado y organizado para atender la situación de una forma integral. Estas mesas funcionarían como un espacio de interacción en el cual se pongan sobre la mesa las necesidades que evidencia la situación, y se discutirán las maneras de solventar desde los aportes que pueda dar cada participante. Siempre con el acompañamiento de la comunidad, se van a buscar soluciones a las necesidades más urgentes relacionadas con el tema de la violencia, y se buscará un diálogo que ponga a los interlocutores en los mismos términos. Esto facilitará que los proyectos que planteen las organizaciones estén en armonía metodológica y abarquen todas las áreas necesarias sin redundar en lo que los otros ya estén haciendo. Por las condiciones coyunturales actuales, y de la manera como está el panorama nacional en materia de paz y conflicto armado, es perentorio que el Estado y la sociedad en general den prioridad al tema de la paz. El llamado posconflicto sin duda tendrá sus efectos, y principalmente las ciudades van a sentir los efectos de varias décadas de la profesionalización en “el arte de la guerra” de miles de milicianos. Por esta razón se hace necesaria la creación de estrategias de mitigación de la violencia urbana. Sin duda las negociaciones de paz contempla la creación de instituciones e infraestructura para atender esta emergencia social que se nos viene cuesta arriba, pero cualquier esfuerzo por parte del estado se quedará corto.
Para Javier González, representante legal de la Cruz Roja Holandesa en Colombia, un experiencia de la Cruz Roja Colombiana y de la nación es que la sociedad no se puede quedar esperando a que el Estado, se quede haciendo todo. A pesar de que este tiene una gran responsabilidad en el tema, las problemáticas sociales son concernencia de todos los actores de la sociedad, y de ellos se demanda un aporte para poder resolverlos. Después de varios desastres naturales, dentro de los más relevantes encontramos la avalancha de Armero y el terremoto de Armenia, el gobierno entendió que el tema de las emergencias humanitarias demandaban de más prevención y mitigación que de atención, y además entendieron que no toda la responsabilidad podía recaer en las manos del Estado. De esta manera reformó la ley y
las políticas concernientes con el tema y creó un Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo. Con la ley 1523 del 2012 se crea la política nacional para la gestión del riesgo y en esta involucra a toda la sociedad, a los tomadores de decisiones y articula a las organizaciones clave para esta dentro un sistema que se activa cuando la coyuntura lo amerita, pero que también esta trabajando continuamente para prevenir y mitigar los riesgos. Esta ley obliga a alcaldes y gobernadores a tener planes y políticas para la gestión del riesgo, responsabiliza a todos los actores, y además los articula para gestionar soluciones a las necesidades.
De la misma manera como se le prestó la atención suficiente al tema de la gestión del riesgo es que la situación amerita que se tome con seriedad el asunto de la construcción de paz en Colombia. Así como existe un ministerio de defensa, es necesaria la creación de un ministerio de paz, o algo equivalente para organizar a la sociedad y destinar los recursos necesarios para la recuperación del país.
3.3 Organizaciones presentes
Tras indagar con los habitantes de la comunidad y los organismos presentes en esta se encontraron iniciativas de carácter gubernamental y no gubernamental que buscan dar solución a la problemática de violencia y pobreza a través de diferentes estrategias. Es con estas organizaciones que ya están presentes, y con las organizaciones entrantes que se busca hacer dicha articulación institucional.
Fundación Plan: La Fundación Plan, en conjunto con el ICBF le apuestan al fortalecimiento del desarrollo psicoafectivo de la niñez con el proyecto Escuelas Itinerantes de Familia, que contempló a Riohacha dentro de las 26 ciudades escogidas, tomando como población objetiva los niños de la comuna El Dividivi, junto con sus familias y docentes.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Fundación Plan ponen en marcha en 26 ciudades del país, la estrategia Escuelas Itinerantes de Familia que entregará pautas para la convivencia familiar, el fortalecimiento de los vínculos afectivos, los estilos de vida saludables y los roles de ciudadanía y participación a las familias colombianas.
Esta estrategia de educación y entretenimiento está elaborada para que padres, madres, docentes, cuidadores y comunidad en general, pongan en práctica pautas para evitar la
violencia intrafamiliar, desde la emoción, las creencias, los pensamientos, los valores y la cultura, promoviendo el deseo del cambio mediante la obra de teatro La Vida es un Carnaval. (ICBF, 2013) Por medio del juego y del teatro, este proyecto busca crear y fortalecer imaginarios y creencias que permitan que niños y adultos del barrio Dividivi cambien sus prácticas interpersonales y no incurran en acciones de violencia intrafamiliar.
Organización Internacional para las Migraciones (OIM): Proyecto que busca prevenir el reclutamiento de menores por grupos al margen de la ley. Además realiza actividades de prevención de alcoholismo la drogadicción en la población de niñas, niños y adolescentes de El Dividivi.
Cruz Roja Colombiana: Con el financiamiento de la Cruz Roja Alemana, la Cruz Roja Colombiana lleva a cabo el proyecto Prevención de la Violencia ‐PACO Guajira‐ que se enmarca en el programa Paz Acción y Convivencia de la Dirección del Voluntariado Nacional de la CRC. Este proyecto busca prevenir los casos de violencia intrafamiliar, el matoneo, y la adhesión de menores a las agrupaciones violentas al margen de la ley. Trabajando con niños, padres y maestros, pretende abordar el problema de una forma integral.
Ricerca ONG: De acuerdo con Antonio Ordóñez, esta organización no gubernamental Italiana hizo un riguroso trabajo con la población indígena del barrio. Se en encargaron de hacer una “proyección integral” para esta población, que tuviera en cuenta la parte socioeconómica y la parte sociocultural. Por un lado Trabajaron el área de mejoramiento de condiciones de vida a partir de micro‐proyectos de emprendimiento y sostenimiento económico, y por otro lado les hicieron acompañamiento para fomentar el mantenimiento de sus tradiciones ancestrales en un contexto occidental.
“Promidad”: Ordóñez también nombra una organización que al parece se llama “Promidad”, con la cual se trabajó el emprendimiento de los niños y adolescentes del colegio, y se logró financiar los negocios que algunos muchachos habían ideado y propuesto.
SENA: El Servicio Nacional de Aprendizaje ‐SENA‐ ha venido trabajando de la mano con el Colegio Denzil Escolar, facilitando la capacitación de los estudiantes de los últimos grados y dotándolos de los equipos necesarios para poder poner en práctica dicha capacitación. Estas capacitaciones y entrenamientos en oficios técnicos y tecnológicos se le dictan a los y las adolescentes durante el año escolar, de tal manera que cuando se gradúan también son graduados como técnicos en mantenimiento de cómputo y redes, o como cosmetólogas para que una vez terminen sus estudio salgan con herramientas para poderse desempeñar en oficios que les permitan sostenimiento económico. Estas capacitaciones son rotativas y cambian cada periodo para evitar saturar el mercado laboral y permitir que estos jóvenes puedan acceder al mismo según las necesidades de este.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: Además de la alianza que tiene con la Fundación Plan, el ICBF tiene una casa de atención ubicada en el Dividivi donde atiende casos de violencia, abuso y abandono.
Finalmente, La iglesia católica ha comenzado a promover rifas para construir un templo en el barrio. Según el presidente de la Junta de Acción Local del barrio es urgente que se construyen centro de reunión y sana interacción en la comunidad. Según este la comunidad católica del barrio se ha estado movilizando para conseguir recursos a partir de rifas y actividades para poder levantar este templo del cual ya fue colocada la primera piedra. Con esto se espera que la iglesia entre a tomar parte activa de la recomposición de las estructuras sociales del barrio para superar el fenómeno de violencia.