A los bancos comerciales se les acusó de haber sido demasiado especulativos en el período anterior a la Gran Depresión, no sólo porque ellos invertían sus activos en la Bolsa, sino también porque hacían nuevas emisiones para la reventa al público. Así, los bancos llegaron a ser glotones, descuidados y con objetivos turbios, pues tomaban inmensos riesgos, con la esperanza de obtener recompensas aún más grandes. Préstamos poco sólidos fueron emitidos por compañías en las que el banco había invertido, y se motivaba a los clientes del banco para invertir en esas mismas acciones. Uno de los ejemplos de estas irregularidades, que horrorizó a la opinión pública, fue precisamente la del Nacional City Bank y su Presidente Charles E. Mitchell.
Según la página electrónica del Citigroup,11 y la escuela de negocios Harvard Business School, 12 bajo la presidencia de Mitchell, el Nacional City Bank se convirtió en una organización moderna de depósito y en un imperio mundial bancario, con oficinas desde Londres hasta Singapur. Popularizó las cuentas corrientes bancarias para individuos y fue pionero de préstamos personales para clientes, en 1928. Pero, para sus contemporáneos, fue el paradigma de los especuladores poco escrupulosos, cuyos falsos tratos jugaron el mayor papel en la caída del sistema de 1929 y en el desplome económico. Este retrato ha resonado y ha sido elaborado por comentaristas e historiadores, hasta el presente.
10
Lewis Allen, Frederick. Op. Cit. 11
Citigroup. http://www.citigroup.com/citigroup/corporate/history/citibank.htm 12
Harvard Business School. Leadership. Charles Mitchell. http://www.hbs.edu/leadership/database/leaders/627/
Mitchell tomó su primer trabajo con la Western Electric Company, en Chicago, y en 1903 llegó a ser ayudante del Presidente. Tres años después dejó la firma y fue ayudante del Presidente en Trust Company of America, en New York City, posición que ocupó por cinco años.
Formó su propia casa de inversión, o su propia compañía de inversión bursátil, en 1911. Cinco años después tomó parte en la reorganización de la Nacional City Company, que supervisó las inversiones para el Nacional City Bank, y pronto llegó a ser su Presidente. La compañía tenía 50 oficinas a través del mundo. Mitchell llegó a ser también Presidente del Nacional City Bank de New York, desde 1921 hasta 1929, cuando fue elegido presidente de la junta, una posición que mantuvo hasta 1933 cuando renunció por los escándalos que salieron a la luz en las audiencias de Ferdinand Pecora, comisionado de la investigación de la Comisión Bancaria del Senado. También fue miembro de la Junta de la Reserva Federal de Nueva York en 1929. Bajo Mitchell, el banco se expandió rápidamente, y en 1930 tenía 100 ramas en 23 países, además de Estados Unidos.
Después del desplome de las acciones en 1929, Mitchell fue el mayor blanco de las investigaciones del gobierno. Él dejó el Nacional City cuando se reveló que había hecho transacciones ilegales de acciones, que había especulado con las propias seguridades del banco y que estaba comprometido en la evasión de impuestos de renta. El pasaje del Securities Act, Decreto sobre seguridades de 1933, y el Banking Acts, Decreto Bancario, de 1933 y 1935, se hicieron en respuesta al ejemplo de argucia financiera de Mitchell. Después de renunciar a la organización del Nacional City, fundó su propia firma consultora financiera, C.E. Mitchell, Inc. At. Al mismo tiempo, asumió la posición de presidente de la junta para la firma Blyth & Co, pero sin el poder de la organización financiera más importante y sin el respaldo de la Reserva Federal de Nueva York.
Desde la Gran Depresión siempre se responsabilizó a Mitchell de ser el culpable, hasta que en 1983 Thomas Huertas y Joan Silverman, dos funcionarios del Citibank, escribieron un artículo diciendo que Mitchell había sido un chivo expiatorio. En su investigación expresan que las actividades de Mitchell fueron motivadas por el “buen sentido” económico de aquel tiempo y que no eran atribuibles ni a una avaricia
desenfrenada,ni a la inmoralidad, ni a la falta de gobierno; 13 les faltó considerar la de: ¿un adicto al vértigo del juego de la alta especulación?
Ilustración 4 CHARLES EDWIN MITCHELL.
Retrato del banquero Charles Edwin Mitchell nacido en 10/6/1877, Chelsea, Massachusetts, 12/14/1955, New York, New York.
Fuente: New York, NY, Colección: Bettmann. © Bettmann/CORBIS
http://www.corbisimages.com/stock-photo/rights- managed/U323992INP/portrait-of-banker- charles-edwin-mitchell
Pero, probablemente sí se puede decir que fue un chivo expiatorio, en la medida en que la Gran Depresión evidenció la fragilidad de un sistema donde la centralización y concentración del capital en manos de la voracidad del cartel financiero hizo crisis. Mitchel, en la Reserva Federal y el Nacional City Bank representaba las dos más importantes instituciones financieras del país.
El Decreto Glass-Steagall se hizo para impedir que se repitieran las graves y escandalosas especulaciones de Mitchell, pues el sistema no tenía regulaciones y los grupos privados ejercían dominio sin ningún control. Obviamente, Mitchell fue procesado, las grandes instituciones en juego solamente reportaron algunas pérdidas, y con el tiempo consiguieron aún más poder que antes.
13
Huertas, Thomas y Silverman, Joan. Charles E. Mitchell: Scapegoat of the Crash? Rev: American Historical Association. December 1983.
Ilustración 5 CHARLES MITCHELL DESPUÉS DE LA ABSOLUCIÓN.
Charles Mitchell Presidente del National City Bank (al centro). Como un héroe, Charles E. Mitchell, ex presidente del National City Bank, en un paseo por Broadway rodeado de amigos y socios de negocios que lo felicitan por haber sido declarado "no culpable" de dos cargos de evasión de impuestos. Al lado de Mitchell esta su astuto abogado, Max D. Steuer. La imagen fue tomada después de que el jurado le dio el veredicto, 24 horas después de haber sido acusado por el juez. 6/22/1933-
Fuente: New York, NY, Colección: Bettmann. © Bettmann/CORBIS
http://www.corbisimages.com/stock-photo/rights-managed/BE084615/national-city-bank-president- charles-mitchell-after?popup=1
A continuación, las acusaciones de Glass Stegall al Nacional City Bank y a Mitchell.