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Capítulo 5: Recomendaciones y conclusiones

5.3. Recomendaciones al cuestionario, como instrumento de evaluación

La encuesta aplicada, fue estudiada mediante el método de test-retest y el coeficiente alfa de Cronbach, para determinar si es un instrumento válido y confiable, capaz de ser utilizado en diversos contextos, y aún así brindar resultados certeros.

Estos coeficientes permiten inferir si un instrumento arrojará resultados congruentes, calificando en la medida y proporción adecuada el constructo que se pretende medir; es decir, nos permitirá saber si la encuesta calificará adecuadamente cada una de las doce escalas de que se compone.

Los resultados del cálculo del coeficiente de Spearman, derivados de la correlación de los resultados de las dos series de puntuaciones, arrojaron coeficientes que van de 0.048 al 0.315, indicando que existe una relación débil entre ambas aplicaciones del cuestionario, dado que mientras más se acerquen a uno los coeficientes, se entiende una mayor confiabilidad, y mientras más se acerquen a cero, existirá una menor confiabilidad.

Estos coeficientes indican que existe una pobre confiabilidad temporal en toda la prueba, dado que las puntuaciones otorgadas por las mismas personas en dos aplicaciones en diversos

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momentos de la misma prueba, resultan estables (dado que el resultado no fue cero), pero débiles, por su lejanía con el nivel deseado (uno).

El cálculo del alfa de Cronbach era el adecuado en esta investigación, considerando que “es posible que un investigador encuentre la confiabilidad de instrumentos que utilicen escalas de Likert…” (Kerlinger, 2002, p. 595) que es el presente caso. Para cada materia encuestada, se realizó con los datos del test, resultando coeficientes, el mínimo de 0.9574 y el máximo de 0.9794. Coeficientes que sugieren una alta confiabilidad interna del instrumento, pues todas están por arriba del 0.95 y por lo tanto, se encuentran muy cercanos al 1, lo que deja traslucir que existe homogeneidad de cada ítem, al medir éstos, de forma aproximada la habilidad o característica que el constructo pretende medir.

La confiabilidad interna dentro de cada encuesta es aceptable, pues se obtuvieron valores mayores o iguales a 0.7, sin embargo, en las encuestas de las materias Argumentación por Analogía y Asistencia Jurídica del Ciudadano y del Justiciable, algunas escalas alcanzaron valores inferiores a 0.7 (valor mínimo aceptable).

El coeficiente de Spearman, permite determinar la estabilidad temporal, es decir que una prueba mida en la misma proporción aquello que queremos medir, independientemente de la ocasión en que se aplique, y el coeficiente alfa de Cronbach calcula que el instrumento mida en la medida que queremos medir, ese algo que queremos medir.

Dado que “la ausencia de una confiabilidad alta sí indica que el instrumento de medición es pobre…” (Kerlinger, 2002, p. 584), era necesario tener dos puntos de referencia en cuanto a la confiabilidad, se calcularon los coeficientes de Spearman y alfa de Cronbach para determinar la estabilidad temporal y consistencia interna del instrumento.

Los resultados de confiabilidad obtenidos mediante el coeficiente de Spearman son muy cercanos a cero, lo que indica una relación pobre, y en consecuencia, que es posible que los resultados arrojados por la encuesta, no sean estables a lo largo del tiempo; por el contrario, los resultados obtenidos con el coeficiente alfa de Cronbach son altos, lo que permite vislumbrar

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que el instrumento está midiendo lo que se pretende medir, es decir que medirá cada una de las escalas del instrumento, y en consecuencia, medirá el desempeño docente.

Esto nos indica que la estabilidad temporal del instrumento pudo verse afectada por errores en la aplicación de la prueba, cansancio del alumno, etc. Sin embargo la confiabilidad del instrumento se ve redimida, pudiéndose afirmar, que el instrumento es confiable, dado que va a medir, con una precisión aceptable, el desempeño docente.

La confiabilidad, se ha mencionado, permite medir con precisión algo, y se relaciona con la validez, al ser ésta “lo que queremos medir”, es decir, el constructo, habilidad o característica que se estudia.

Lawshe (1975, citado por Cohen, 2001) sostiene que para conocer la validez de contenido de un instrumento, se le puede someter a la opinión de expertos en la materia, quienes analizarán si estos han sido construidos de manera que en realidad, permitan conocer el constructo que se desea.

Siguiendo este criterio, se valoró la validez de contenido de esta encuesta, con el fin de determinar si era el instrumento adecuado para evaluar el desempeño de los docentes especializados en capacitación judicial, sometiéndola al escrutinio de expertos en esta área.

Los expertos que calificaron la validez de contenido de los ítems del cuestionario utilizado en esta investigación, los analizaron tomando en consideración, si la construcción y presencia de cada pregunta, permitirá obtener información valiosa y significativa acerca del desempeño de un docente especializado en capacitación judicial.

Los resultados obtenidos, indican que la validez de contenido de las preguntas, se encuentra satisfecha en los ítems números 1, 2, 6, 7, 10, 23, 24, 31, 34 y 48; es decir, que estas preguntas son útiles o adecuadas para evaluar el desempeño docente, y que las respuestas que se obtengan, en verdad permitirán realizar inferencias y valoraciones acerca de esta actividad realizada por los maestros.

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Los demás ítems no son considerados por los expertos en capacitación judicial, como esenciales, es decir, que se puede construir una encuesta sin que estos ítems se encuentren presentes.

Entonces, de conformidad con los resultados obtenidos por la valoración de los expertos en capacitación judicial, los ítems que son representativos para valorar el desempeño de un docente especializado en esta área, representan únicamente el 20.8% de los que integran el instrumento.

El porcentaje de ítems de la prueba, considerados como adecuados para evaluar el desempeño docente, es muy bajo, de modo que se puede inferir, que el acuerdo tácito de los expertos del área prueba, es que este instrumento no es el adecuado para evaluar el

constructo desempeño docente.

Esta comprobación resulta de vital importancia, ya que permite concluir, que el instrumento utilizado es confiable para evaluar el desempeño de los docentes, y que incluso, pudiera ser válido, tratándose de evaluar el desempeño de docentes de otras áreas; pero definitivamente, no es el instrumento ideal para evaluar el desempeño de los docentes especializados en capacitación judicial, ya que no analizará las habilidades y características específicas de los docentes de esta área de estudio.

De forma general, se considera que no es necesario realizar ninguna recomendación, tendiente a modificar el instrumento denominado Cuestionario para la Evaluación del

Desempeño Docente, en tanto que se ha demostrado que es un instrumento que posee, en los valores suficientes, características y atributos que permiten evaluar, en la medida y proporción adecuada, las características y habilidades que un docente realiza en un salón de clases.

En conclusión, este instrumento es útil para evaluar el desempeño de un docente, sin tener en consideración el área o nivel de que se trate; sin embargo, para realizar una evaluación con mayor precisión y exactitud, como en el caso de los docentes especializados en

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evaluar aquellas características, indispensables, que debe poseer el docente especializado en una determinada ciencia.

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