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Ropa y adornos (joyería, bisutería y accesorios)

¿ADONDE VA A PARAR TODO ESO?

5. Ropa y adornos (joyería, bisutería y accesorios)

A. Necesidades diarias, ropa para mantener el cuerpo vestido y protegido

B. Ropa de trabajo C. Ropa de vestir

D. Ropa de deporte: equipo para correr, equipo de tenis, zapatos de golf, botas para ir de excursión, equipo de ciclismo, trajes de baño, equipo de montar, mallas y calentadores para hacer ejercicio, ropa para bailes folcló- ricos, etc.

E. Compra compulsiva

F. Ropa comprada por razones psicológicas y emocionales 6. Transporte

A. Traslados de y hacia el trabajo B. Automóvil: gasolina

3. Sevicios A. Electricidad

B. Calefacción C. Leña

D. Butano o gas natural E. Carbón para la barbacoa F. Agua

G. Teléfono

H. Recogida de residuos I. Alcantarillado

} Adonde va a parar todo eso i 142

C. Automóvil: aceite

D. Automóvil: mantenimiento habitual E. Automóvil: taller mecánico

F. Automóvil: seguro, inspección, matriculación, carnet de conducir G. Transporte público, local

H. Avión, tren, autocar interurbano I. Alquiler de coches

J. Reparación y mantenimiento de bicicletas K. Cuotas del coche

L. Peajes y aparcamientos 7. Comunicaciones

A. Teléfono: tarifa básica, llamadas de larga distancia, teléfono celular (todo repartido entre el uso laboral y el social)

B. Correo, papelería, correo urgente, servicio de mensajería C. Fotocopias, imprenta

D. Telegramas, cablegramas E. Fax

F. Módem

G. Servicio de correo electrónico H. Coste de las líneas 900 8. Salud

A. Médicos B. Odontólogos C. Seguro médico

D. Medicinas alternativas: masajes, acupuntura, etc. E. Medicamentos con receta

F. Vitaminas y suplementos

G. Regímenes por recomendación médica H. Gimnasio

I. Ortopedia, prótesis, ayudas técnicas: gafas, plantillas, etc.

9. Ocio

A. Bebidas alcohólicas: en casa, en el bar B. Tabaco

A. Drogas recreativas, sin receta médica B. Acontecimientos deportivos

C. Teatro, conciertos, museos D. Cine

E. Cintas de audio, discos, discos compactos F. Cintas de vídeo

G. Equipo electrónico: cámara de vídeo, radio, televisión, radiocasetes,

walkman, equipo estéreo, etc.

J. Educación: talleres, clases, conferencias K. Libros, revistas, periódicos L. Aficiones, manualidades, artes plásticas M. Juguetes N. Ordenador personal y accesorios

} Adonde va a parar todo esoi 143

P. Gastos relacionados con la práctica del deporte: telesillas, entrada a la pista de patinaje, etc.

10. Regalos y donativos A. Regalos personales B. Iglesia

C. Organizaciones de ayuda (Cáritas, UNICEF, etc.) D. Colectas en el despacho

E. Activismo (igualdad de derechos, solidaridad con el Tercer Mundo, etc.)

F. Contribuciones a grupos políticos G. Mendigos

11. Intereses y gastos bancarios (el coste de ganar y gastar) A. Intereses de la/s hipoteca/s

B. Coste anual de las tarjetas de crédito C. Intereses por los pagos con tarjeta de crédito D. Intereses de las cuotas del coche

E. Gastos e intereses de las compras a plazos F. Intereses y gastos por préstamos bancarios

G. Coste adicional por comprar gasolina con tarjeta de crédito, en vez de hacerlo en efectivo

H. Gastos de la cuenta corriente

1. Recargos por pagos atrasados J. IRPF Pérdidas

A. Dinero perdido B. Dinero robado

C. Dinero perdido en máquinas expendedoras y teléfonos D. Dinero prestado (se trata como ingreso en el momento de la

devolución)

E. Pérdidas en el juego, apuestas, etc. F. Billetes de lotería

G. Diferencias en la contabilidad mensual 13. Caprichos

Encontrará una lista parcial de posibles caprichos en cualquier catálogo de ventas por correo. Cada artículo de cada página lo es en potencia, desde los anillos hasta los zapatos.

14. Otros gastos 15. Ingresos

A. Sueldo, salario, propinas: neto B. Dinero encontrado

C. Devoluciones de préstamos D. Herencias, regalos

E. Intereses de las cuentas de ahorros F. Intereses de las inversiones G. Dividendos

} Adonde va a parar todo esoi 144

H. Devoluciones del IRPF I. Bonificaciones

J. Devoluciones fiscales (cuando se reciben) K. Reintegros

L. Ganancias obtenidas por ventas particulares

M. Ganancias obtenidas por la venta de obras de arte, artesanía N. Premios en efectivo

O. Ganancias del juego 16. Ahorros. Capital

A. Cuentas de ahorro en el banco

B. Huchas, lata de galletas, bonos del Estado, certificados de depósito, etc.

C. Inversiones aseguradas no especulativas: bonos del Estado, certificados de depósito, etc.

D. Otras inversiones y especulaciones.

Tenga en cuenta que le ha llevado más tiempo leer esta parte del capítulo que lo que tardará en rellenar la tabla mensual cuando la haya elaborado.

RESUMEN DEL TERCER PASO

1. Decida cuáles son las categorías y subcategorías exclusivas de gastos e ingresos del mes que le conviene que figuren en el registro diario. 2. Confeccione la tabla mensual.

3. Apunte todas las transacciones monetarias en la categoría correspondiente.

4. Calcule el total de gastos para cada subcategoría.

5. Sume el total de ingresos y el total de gastos del mes. Calcule el total del efectivo en caja y el saldo de todas las cuentas bancarias. Aplique la fórmula (el total de ingresos mensuales menos el total de gastos mensuales, más o menos el error del mes) para comprobar su grado de precisión. A fin de mes ha de tener el dinero que tenía al principio más los ingresos mensuales menos los gastos mensuales.

6. Convierta la cantidad de dinero que ha gastado en cada subcategoría en horas de energía vital, utilizando el método para calcular el salario real por horas que ha obtenido en el segundo paso.

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¿CUÁNTO ES SUFICIENTE? ¿QUÉ ES

ESTAR SATISFECHO?

¿Qué es la satisfacción? Tanto en el sentido de alcanzar una meta como en el de disfrutar de un momento de profunda alegría, la satisfacción es la experiencia de cumplir un gusto o un deseo, como cuando alguien dice: ¡Aaahhh!... ¡Qué comida tan deliciosa! ¡Qué bien hecho está este trabajo! o ¡Qué buena compra! Pero para que uno quede satisfecho ha de saber lo que está buscando. Resulta bastante sencillo darse cuenta de lo que es la satisfacción en términos de comida o de otros placeres temporales. Pero para estar satisfecho en un sentido más amplio, para estar satisfecho con la vida, hace falta saber lo que uno pretende, tener una idea de lo que sería una buena vida.

Sin embargo muchos de nosotros, al crecer, hemos dejado atrás nuestros sueños. En lugar de escribir un gran libro, uno se conforma con redactar anuncios publicitarios; en vez de convertirse en un orador inspirado, a uno le basta con llegar a ser administrador y mediador entre facciones en pugna. En vez de conocer de verdad a sus pacientes, saber cómo viven y lo que les preocupa, los médicos de hoy día visitan a tantas personas que no disponen de más de cinco minutos para cada una. Después de soñar con dar la vuelta al mundo, nos conformamos con dos semanas de vacaciones en lugares plagados de turistas. Llevar una vida satisfactoria y plena parece casi imposible, teniendo en cuenta lo que hace falta simplemente para resolver las necesidades y los problemas cotidianos. No obstante, en algún momento de nuestra vida casi todos soñábamos con llegar a ser algo.

No importa donde se encuentre en estos momentos; deténgase y dedique unos minutos a reflexionar sobre sus sueños. Muchos de nosotros hemos pasado tantas horas, días e incluso años de nuestra vida trabajando por cuenta ajena que a veces nos cuesta ponernos en contacto con nuestros sueños. Muchos de nosotros hemos ido deshaciéndonos poco a poco de lo que nos hacía únicos para encajar en nuestro

¿Cuánto es suficiente? ¿Qué es estar satisfecho'i 146

nos preguntamos qué clase de nicho nos gustaría labrarnos para nosotros mismos. No importa, dése el gusto. Mire por una ventana o cierre los ojos, y trate de imaginar lo que sería para usted una vida verdaderamente satisfactoria. Para ayudarle a iniciar el camino, le planteamos los siguientes interrogantes:

♦ ¿Qué quería ser de mayor?

♦ ¿Qué ha querido hacer siempre pero no ha hecho nunca?

♦ ¿Qué ha hecho en la vida de lo que realmente se sienta orgulloso?

♦ Si supiera que sólo le queda un año de vida, ¿qué haría durante ese tiempo? ♦ ¿Qué le produce mayor satisfacción, y cómo se relaciona esto con el

dinero?

♦ Si no tuviera que trabajar para vivir, ¿en qué emplearía el tiempo?

A lo mejor prefiere responder por escrito. Estas preguntas sirven para que se centre en lo que valora de verdad, en lo que da sentido a su vida. En este paso, vamos a averiguar hasta qué punto sus gastos coinciden con estos valores.

TODO EL MUNDO TIENE UN SUEÑO

El sueño de algunas personas es bastante convencional y lo comparten gran cantidad de individuos.

El sueño de Amy y Jim Dacyczyn, por ejemplo, era bastante simple: querían tener hijos y vivir en una granja enorme en medio del campo. Cuando se casaron, entre los dos llevaban más de veinte años en el mundo laboral; él como marino de carrera y ella como artista gráfica. Y sin embargo, sus ahorros apenas ascendían a 1500 dólares (187500 pesetas).

Cuenta Amy que tuvieron el primer hijo «nueve meses y quince minutos después de casarnos». Se dieron cuenta de que para ellos la familia y la comunidad eran más importantes que el rápido ritmo de vida que llevaban y decidieron educar a sus hijos y hacer realidad su sueño con un solo ingreso: el sueldo que cobraba Jim en la Marina.

Para hacer realidad su sueño, recurrieron a toda la experiencia de frugalidad obtenida de unos padres ahorradores e inventaron montones de estrategias de ahorro, pero sin tener jamás la sensación de carecer de nada. Disfrutaban de este desafío a su creatividad y la relación entre ellos prosperaba a partir del objetivo común. Al cabo de siete años tenían cuatro hijos y 49 000 dólares (6125 000 pesetas) de ahorros (todos procedentes de los ingresos de Jim, que ganaba menos

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de 30000 dólares [3 750000 pesetas] anuales; Amy se quedaba en casa con los niños), suficientes para dar una entrada de una granja en Maine, saldar las deudas y comprar un coche, muebles y accesorios. Dos años después, Amy decidió aplicar sus conocimientos como artista gráfica para crear un foro donde intercambiar ideas sobre la austeridad. En junio de 1990 nació The Tightwad

Gazette (algo así como La gaceta tacaña,), un boletín de ocho páginas lleno de

consejos prácticos para vivir bien con poco dinero, y un año después nacieron los mellizos. Todavía son capaces de vivir bien. Su historia demuestra que los sueños sencillos, como vivir en el campo y dedicarse a tener hijos, no son inalcanzables.

En cambio, hay personas cuyo sueño resulta menos convencional:

A Wes Lambert le apasiona la naturaleza, tanto disfrutarla como conservarla. Para él, el programa de IF es un modo de hacer lo que siempre ha querido: contribuir a que la humanidad conozca y respete el mundo natural... a tiempo completo. Hace lo posible porque los distintos aspectos de su vida concuerden con su sueño. Como químico, su trabajo consiste en determinar la calidad del aire. Se ha ido a vivir cerca del lugar donde trabaja para poder ir a pie y no aumentar así la contaminación. En vacaciones, le gusta hacer piragüismo en zonas silvestres no contaminadas, y los fines de semana da clases de piragüismo para que otras personas aprendan a relacionarse con la naturaleza de forma segura y respetuosa. Su renta disponible le permite incrementar sus ahorros y apoyar a distintas organizaciones ecologistas. Toda su vida gira en torno al mundo natural y cada uno de sus aspectos apunta en esa dirección.

Y algunas personas prefieren satisfacer varios sueños al mismo tiempo.

Kees (se pronuncia keisj y Helen Kolff son un caso especial. Él es médico y dirige una clínica que brinda atención sanitaria a minorías y trabajadores inmigrantes. Helen ha sido maestra y ahora participa en programas de distintas organizaciones no lucrativas, aparte de ocuparse de la familia. Las vidas de ambos reflejan lo que ambicionaban cuando se conocieron en la universidad. Han disfrutado de sus veinticuatro años de matrimonio y de la educación de sus dos hijos, pero ahora esperan a que el nido quede vacío para volar ellos también. El programa financiero les ha brindado una forma de renunciar al empleo remunerado al mismo tiempo que dejan de ser padres a tiempo completo, y ya han comenzado a averiguar en qué proyectos pueden participar los dos juntos, tal vez en algún país del Tercer Mundo.

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El cuarto paso del programa financiero le permite evaluar sus prioridades y corregir sus cuentas. Le ayuda a recuperar los sueños que tenía guardados y a incorporarlos a esa vida cotidiana en la que se mata trabajando hasta que, con el tiempo, descubra que por fin ha aprendido a ganarse la vida.

El cuarto paso: tres preguntas que le van a cambiar la vida

En este paso tiene que evaluar sus gastos formulándose tres preguntas con respecto al total que ha gastado en cada una de las subcategorías.

1. ¿He recibido satisfacciones, recompensas y valores proporcionales a la energía vital que he gastado?

2. Este gasto de energía vital, ¿concuerda con mis valores y el propósito que tengo en la vida?

3. ¿De qué forma cambiarían estos gastos si no tuviera que trabajar para vivir?

Para hacer este paso, vuelva a la hoja de la tabla mensual y fíjese en las tres filas en blanco en la parte inferior. Apunte en ellas la respuesta a estas tres preguntas (véase la figura 4-1). Ya ha convertido el dinero en horas de energía vital; ahora tiene que decidir cómo quiere gastar un bien tan precioso. Estas tres preguntas, aplicadas a cada una de las subcategorías de la tabla mensual, le darán una base para evaluar la forma en que se gasta el dinero.

PRIMERA PREGUNTA:

¿HE RECIBIDO SATISFACCIONES, RECOMPENSAS Y VALORES PROPORCIONALES A LA ENERGÍA VITAL QUE HE GASTADO?

Esta pregunta le ofrece un modo de evaluar sus gastos. Examine cada subcategoría teniendo en cuenta esta pregunta. Si este gasto de energía vital le ha producido tanta satisfacción que incluso quisiera aumentar el gasto en esta subcategoría, dibuje un + (o una flecha hacia arriba) en la primera casilla. Si le ha producido poca satisfacción o ninguna, ponga un - (o una flecha hacia abajo). Si el gasto está bien tal como está, trace un 0.

Este sencillo ejercicio le permitirá apreciar cuándo los gastos son automáticos, tal vez incluso porque hay una adicción. A lo mejor hasta encuentra sus

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debilidades, sus caprichos. Al principio puede que se enfade y quiera defender

estos hábitos. «Pues a mí me gusta tener un montón de zapatos. Cada par cumple una función. De todos modos, es mi dinero.» Nadie pretende quitarle sus caprichos. En realidad, ni siquiera hay nadie que le preste atención, porque este ejercicio requiere una franqueza que aflora mejor cuando estamos solos. Con el tiempo, cuando vea la cantidad de horas de vida que ha perdido sólo para regalarse otro capricho más, puede que hasta deje de considerarlos un tesoro y los vea como un premio de consolación.

Evy McDonald, una enfermera de cuidados intensivos, habla de sus compras favoritas: «Me di cuenta de que cada mes me compraba por lo menos un par de zapatos, me los ponía unas cuantas veces y después los colocaba al fondo del armario, junto con los demás cuarenta y pico pares, para dejar sitio a otro par más. Calculé que, en un mes, un par de zapatos me costaba diez horas de duro trabajo. Puse un gran signo menos en la casilla

152 ¿Cuánto es suficiente? ¿Qué es estar satisfecho?

FIGURA 4-1

Ejemplo de tabla mensual con las tres preguntas

correspondiente a la categoría de los zapatos. Por más que lo racionalizara, nada me impedía comprobar una verdad tan sencilla: no ganaba nada teniendo tantos pares de zapatos.»

¿Cuánto es suficiente? ¿Qué es estar satisfecho'i 154

Puede ocurrir, por el contrario, que compruebe que ha sido mezquino en categorías que le brindan muchas satisfacciones. Destaque esos aspectos que le resultan tan agradables y ponga un + (o una flecha ascendente) en aquellas columnas donde en realidad gasta de menos.

Lo principal a la hora de hacer esta evaluación es ser objetivos, sin tratar de encontrar explicaciones que justifiquen unos gastos excesivos o insuficientes y sin condenarnos por haber gastado tanto en tal o cual categoría. No debemos olvidar la frase clave: sin vergüenza ni culpa.

También en el caso de las parejas este paso ha sido muy útil para conversar con ecuanimidad y objetivamente sobre las diferencias en su forma de gastar.

Ted y Martha Pasternak comprobaron que esta pregunta les permitía acceder a un método más sereno para evaluar los patrones de gastos de cada uno sin colocarse a la defensiva ni agredirse. En vez de condenar abiertamente una de las compras de Ted, Martha le pregunta con mucha calma si realmente ha recibido satisfacciones, recompensas y valores proporcionales a la energía vital que ha gastado. De este modo están en condiciones de percibir, e incluso de hacer comentarios acerca de los caprichos del otro de una forma mucho más comprensiva. En el caso de Martha, son los libros: en el de Ted, los teléfonos (tiene un aparato en cada habitación, y no siempre funcionan). El hecho de ser capaces de conversar sobre opciones financieras sin pelearse ha sido muy valioso para ellos y de hecho les ha ayudado mucho en su matrimonio.

Hay que establecer un criterio personal para medir el grado de satisfacción

Encontrar una respuesta a esta pregunta le sirve para establecer un criterio personal para medir su grado de satisfacción y, al

mismo tiempo, para librarse de cualquier hábito de compra perjudicial. Tal vez descubra que viene calculando su satisfacción o su insatisfacción en función de lo que tienen las personas que le rodean, o de lo que debería tener según la publicidad. Estar satisfecho es tener lo suficiente. Piénselo. Tanto para la comida como para el dinero o los bienes materiales, si no sigue un criterio personal que le indique cuánto es suficiente, pasará directamente del insuficiente al exceso, sin prestar casi atención al suficiente, que se pasa en un abrir y cerrar de ojos. Entonces no sabrá lo que es la satisfacción. Si trabaja con empeño en torno a esta pregunta aprenderá a distinguir un criterio personal que le servirá para saber cuánto es suficiente.

Para establecer este criterio personal, lo primero que hay que hacer es tomar conciencia. No en vano se ha dado en llamar el sueño americano a esa opulencia

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que nos rodea; en realidad estábamos dormidos. Despertamos cuando nos cuestionamos el sueño. Preguntarnos a nosotros mismos, todos los meses, si he- mos recibido satisfacciones proporcionales a la energía vital que hemos gastado en cada subcategoría despierta en nosotros ese ansia natural por saber cuándo tenemos lo suficiente.

Así aprende a diferenciar una ilusión pasajera de la verdadera satisfacción, ese punto de perfecto equilibrio en el cual desaparecen los deseos porque se han cumplido con creces. Menos sería insuficiente; más sería excesivo. Una comida nos resulta satisfactoria cuando todos los sabores, los olores y las texturas se funden a la perfección y nuestro apetito queda saciado sin el menor síntoma de haber comido en exceso. Asimismo, un coche es satisfactorio cuando cubre nuestra necesidad de transporte, cuando lo disfrutamos durante miles de kilómetros, cuando no perjudica a nuestro bolsillo ni a nuestros valores y cuando, con un buen mantenimiento, resulta fiable y placentero de conducir. Ese criterio personal desecharía cualquier deseo superficial de impresionar a los demás, de evitar el aburrimiento de conducir el mismo coche durante dos años seguidos, de poseer un Mercedes por lo que representa socialmente, o de tener un convertible azul que haga juego con el color de sus ojos. Todos éstos son criterios externos. Cuando una experiencia o una adquisición resulta verdaderamente satisfactoria, desaparece el deseo durante mucho tiempo. Uno se siente satisfecho, contento y en paz.

Poseer un criterio personal de satisfacción de hecho forma parte de lo que llamamos integridad financiera. Uno aprende a tomar decisiones financieras