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RUDOLF SPIELMANN

MAESTROS DE HOY

RUDOLF SPIELMANN

Rudolf Spielmann nació el 5 de mayo de 1883, en Viena. Aprendió a jugar siendo todavía un niño, y fue exhibido como prodigio, a pesar de lo cual más tarde llegó a ser un gran maestro. Nervioso y de temperamento impresionable, era muy desigual en sus resultados. Gambito, Abbazia, 1922, primer premio; San Sebastián, 1912, segundo y tercer premios compartidos con Nimzowitch; Pistyan, 1912, segundo premio; Torneo Gambito, Baden, 1914 primer premio; Pistyan, 1922, segundo y tercer premios, compartidos con Alekhine; Teplitz−Schoenau, 1922, primero y segundo premios, compartidos con el autor; Semmering, 1926, primer premio − en este torneo tomaron parte todos los maestros de primera fila, con la excepción de Capablanca y Lasker−; Magdeburg, 1927, primer premio. La más moderna tendencia en ajedrez, de la cual tenemos algo que añadir en sucesivas páginas, ha sido calificada frecuentemente de nuevo estilo romántico. Esta denominación es errónea, puesto que no fue posible por más tiempo triunfar en los torneos utilizando la mera técnica después que los principios de Steinitz se popularizaron y alcanzaron general conocimiento y los más modernos maestros procedieron a desarrollar la teoría en extensión y en profundidad, mucho más allá de donde la dejara Steinitz. Spielmann, por otra parte, merece realmente el calificativo de nuevo romántico. Buscó la salvación del ajedrez en el retorno al estilo de los viejos maestros utilizando los principios de Steinitz, que se habían convertido en esenciales para la técnica.Sus modelos fueron Anderssen y Tschigorin.

Spielmann es el último poeta de las partidas de gambito, de las cuales quiso revivir especialmente la de Gambito de Rey. Actualmente sus ideas y sus proezas pueden ser ya valoradas desde el punto de vista histórico. Aportó a sus empresas el necesario don: no solamente gran imaginación y talento para las combinaciones, sino también infinidad de recursos en las situaciones complicadas, en las que se sentía en su elemento, debido probablemente al hecho de haber aprendido el juego siendo niño (el caso de Capablanca), lo que explica sus triunfos. Pero en su verdadera aspiración se encontró contrariado. Obtenía sus

mejores resultados contra oponentes más débiles que él, que perdían la cabeza en las posiciones complicadas. Las partidas que ganó en viejo estilo son muy interesantes, pero no convincentes, razón por la cual no pudo crear escuela. El mismo, en el curso de los años que vivió en su vieja Viena, despertó poco entusiasmo.

El pasado ha muerto, pero en la historia del ajedrez Spielmann tendrá un lugar de honor como último mantenedor de la tradición romántica.

VARIANTE DEL GAMBITO EN LA APERTURA VIENESA

Como ya hemos hecho notar en otra parte, la refutación del gambito de rey hay que buscarla en el contragambito Falkbeer. Por ello, lo que hay que hacer es preparar la jugada de gambito f4 con una jugada de desarrollo que impida d5 de las negras. A este fin puede considerarse 2.¥c4 tan buena como la de la partida vienesa 2.¤c3. En ambos casos la réplica negra 2...¤f6 esta indicada con objeto de hacer posible d5. Después de 1.e4 e5 2.¥c4 ¤f6 3.f4 d5 4.exd4 e4, las negras obtienen por medio de una alteración en el orden de las jugadas una fácil variante del contragambito Falkbeer. Por esto, la jugada de alfil no es conveniente para preparar la jugada efectiva de gambito.

El caso es distinto en la partida vienesa. Examinando: 1.e4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.f4 d5, veamos que las blancas no estan obligadas a 4.exd5 e4, entrando así en la molesta posición Falkbeer, en la cual el peón de f4 permanece obstruyendo la columna que se trata de abrir, sino que puede ser abierta por medio de 4.fxe5. Después de la continuación 4...¤xe4 5.¤f3 −se ha ensayado también aquí 5.£f3, pero este desarrollo prematuro de la dama no parece completamente correcto−, todas las posibles jugadas de las negras han sido ensayadas y analizadas, por ejemplo, 5...¤c6; 5...¥b4; 5...¥g4; 5...¥c5. Pero las jugadas no sirven para nada, solamente las ideas persisten. De esta suerte, en contradicción con la práctica y análisis final establecida fue hecha por Breyer en 1917 como la única sólida y lógica. Esto es, el punto esencial a considerar si juzgamos una

apertura. es la formación del centro y en este caso el peón blanco en e5, que amenaza ser mucho más poderoso que en la análoga posición del Ruy López, que ya se ha discutido anteriormente, a causa de que aquí puede ser efectivo el apoyo por medio de d4. Si se le permite a las blancas completar su desarrollo sin ser estorbadas este peón en e5 en conjunción con la columna de f abierta ejercerá enorme presión sobre la partida negra, especialmente en el flanco de rey. Como compensación por la columna f abierta, las negras no tienen nada más que la columna de rey, la cual no puede suministrar ninguna base de operaciones si el peón de e5 es convenientemente apoyado y se hace inasaltable. De estas consideraciones se deduce que si las negras juegan con lógica, deben proceder inmediatamente a desplazar el peón de e5, preparando para ello f6. Así llegamos a la correcta partida negra, con 5...¥e7, 0−0 y f6.

De conformidad con lo anteriormente expuesto, la moderna variante de la partida vienesa es como sigue: 1.e4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.f4 d5 4.fxe5 ¤xe4 5.¤f3 ¥e7 6.d4 0−0 7.¥d3 f5

Esta jugada tiene el mismo objeto que f6, y las blancas deben jugar exf6 en cualquier caso. De otra forma, la posición del ¤ en e4 sería demasiado fuerte, y, por otra parte, las posibilidades de ataque blancas en la columna f serían mínimas si el peón f negro permanece en f5.

8.exf6 ¥xf6

Esta jugada con la idea de contraatacar sobre el peón d blanco, da a las negras una partida más fácil que si juegan ¤xf6.

9.0−0 ¤c6

Y las negras no tienen dificultades.

PARTIDA NÚM. 39 APERTURA VIENESA Mannheim, 1914 Blancas: Spielmann Negras: Flamberg 1.e4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.f4 d5 4.fxe5 ¤xe4 5.¤f3 ¥g4 6.£e2!

Esta excelente jugada de Spielmann es la réplica exacta a la última jugada de las negras. Frente a la doble amenaza 7.¤xe4 y 7.£b5+, las negras deberían jugar 6...¤xc3, y el blanco recapturaría con el peón b.

6...¤c5

En la creencia de que aquí no sería ventajoso para las blancas la jugada d4, por el cambio que sigue.

7.d4! ¥xf3 8.£xf3 £h4+

Las negras esperaban 9.£f2, con la posible continuación 9...£xf2+ 10.¢xf2 ¤e6 11.¤xd5 c6 y ¤xd4, después de lo cual las negras habrían tenido mejor final. Pero Spielmann no quiso perder una tan favorable oportunidad de revivir el estilo de Morphy. Exactamente lo mismo que su modelo hacía, sacrifica varios peones por puras consideraciones posicionales, para obtener una partida abierta. En la posición resultante, la ventaja blanca en desarrollo tiene un sorprendente efecto.

9.g3 £xd4 10.¥e3 £xe5

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