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Significados y naturaleza del médico interno de pregrado en su trabajo

CAPITULO III: Análisis empírico de los internos de pregrado en el desarrollo del trabajo médico dentro del Hospital General de México

3.2. Significados y naturaleza del médico interno de pregrado en su trabajo

La investigación de la sociología del trabajo en términos generales estableció dos tipos de indagación clásica: la unidad e integración de la empresa y los conflictos de la misma, por tanto, se podría afirmar que uno contaba con elementos objetivos como salarios, prestaciones, descansos, etcétera; y otro con aspectos más subjetivos como satisfacción del trabajo o adaptación del mismo (Dahrendorf; 1974), desde luego, hacía falta análisis de la cultura en aquellos tiempos, sin embargo, a partir de la caída del socialismo real y con la hegemonía del positivismo, los estudios laborales se hundieron en un panorama gris, y fue a partir de los desarrollos de la hermenéutica y las ciencias del espíritu que los estudios sobre significados y subjetividades profundizaron con el claro objetivo de interpretar los fenómenos sociales para poder llegar a una comprensión.

De tal manera que, el presente estudio intenta rescatar los significados de los sujetos respecto de sí mismos, a efecto de establecer como objetivo más allá de hipótesis falseables, una comprensión del sujeto que se transforma para sí, entonces, se rescatarán los discursos de diferentes internos previamente caracterizados en el anexo metodológico del presente trabajo.

El primer significado que me interesa rescatar es cómo se ven lo internos de pregrado a partir del servicio que brindan actualmente, por ello, el orden de relatos será el mismo que en otros apartados, primero se plasmará el proveniente de escuela pública, luego escuela privada y por último de provincia con las respectivas reflexiones, por tanto, procedo a describir el argumento dilucidado por el primer interno médico, en el orden planteado es:

Jajaja… significa ser muchas cosas, en principio eres en el de menor jerarquía y estas a disposición del r1, r2, r3, y el médico de base, y pues significa muchas cosas aprender, no estás titulado todavía, no puedes ejercer totalmente la medicina, pero estás en calidad de estudiante. (Entrevista 4, MIP C.U.).

Como se puede apreciar, el primer adjetivo que enuncia el interno proveniente de Ciudad Universitaria, describe la jerarquía médica en un orden descendente desde el residente de primer año hasta el médico de base, en donde se ubica como el de menor jerarquía, pero cabe señalar que se concibe dentro del gremio porque no se refiere a sí mismo como estudiante, así tampoco menciona a los estudiantes dentro de su argumento; asimismo, me parece importante lo anterior en virtud del sentimiento del interno en análisis, pues, éste en la plática informal se ubico como estudiante. Sin embargo, la realidad lo obliga a reconocer su carácter como trabajador, aunque es necesario matizar esto, ya que si bien el interno de pregrado de UNAM se ubicó así fue porque quiere mantener sus derechos estudiantiles como son: a) recibir conocimientos del médico de base; b) tener oportunidad de estudiar dentro del internado médico; c) adquirir práctica y aumentar su currículum para la selección de residencias, aspectos que pueden saltar a la vista con lo siguiente:

-Consideras que tus actividades son un trabajo.

Sí… yo entré aquí en el hospital en calidad de estudiante, de debo de aprender y debo de aprender, pero poco a poco me di cuenta que mucha gente no ve eso, muchas veces los médicos no ven que estas todavía aprendiendo, entonces ya te dejan como medico y a veces no se detienen un poco podríamos decir a discutir un caso contigo que es de lo más enriquecedor, y la bronca es que te empiezan a adjudicar un buen de responsabilidades que sí son nuestras, pero o sea lo que deben de saber es que somos estudiantes, no trabajadores, no nos pagan como trabajadores(enojado)… por ejemplo, yo veo a un residente y le pagan mucho más, tiene mayores responsabilidades, podríamos decir que también es un médico en formación, pero ya tiene más impacto sus actividades y yo lo que hago sí siento que es trabajo, pero que tienen menor impacto sobre el paciente.(Entrevista 4, MIP C. U.).

En otras palabras, la lucha por reconocerse estudiante o aprendiz de médico aparece, así como la exigencia de cumplimiento de una estructura medieval de gremio, y no del actual sistema encubridor de relaciones laborales ante los ojos de la sociedad. Asimismo, el argumento vertido me trajo inmediatamente a la mente aquella vieja consigna del movimiento médico de los años 60´s cuyo epicentro fue la consideración y beneficios de los médicos internos y residentes como trabajadores. Sin embargo, los únicos considerados como trabajadores posterior al movimiento fueron los residentes, quienes actualmente ocupan un apartado del capítulo de trabajos especiales en la Ley Federal de Trabajo, de tal manera que el argumento antes transcrito por el interno resulta razonable al mencionar las mejores condiciones del residente al contrastarlas con las propias y su aceptable indignación en contra del sistema, resultado de un hecho histórico del trabajo médico.

Sin embargo, también hay quien sugiere que este proceso de interno es importante y trascendente en la carrera médica, al señalar que aparecen por primera vez como reales prestadores de servicio y no como estudiantes; es decir, por un lado, confirma las hipótesis anteriores donde el médico interno se sabe dentro de la cadena de prestación de servicio como el más bajo, pero por lo

menos está, no como el estudiante quien a pesar de ser aspirante a médico no es reconocido como tal ni en la estructura, como tampoco digno de prestar atención al paciente. Y por otro, la primera ocasión que el interno de pregrado siente responsabilidad directa sobre un paciente, incluso aún cuando éstos saben que legalmente no la tienen, además de saberse también parte integral del hospital y no más como una simple visitante que por la tarde estará en su casa dedicada a actividades comunes, entonces, el hospital se convierte en el centro estructurador de vida, tal como lo afirma la MIP de institución privada :

Es el primer contacto como médico, es la primera vez que te sientes responsable de alguien, porque como estudiante nada más rotas y si vas o no vas a nadie le importa y como interno tienes más responsabilidades.

-Podrías decirme cuales son tus actividades.

(Ríe) Hospital, hospital, hospital, no si de veras estoy aquí todo el tiempo y los fines de semana que tengo libres pues salgo con mi familia y amigos. (Entrevista 5, MIP Anáhuac).

El inicio del argumento ilustra la influencia del sitio hospitalario como un “todo” en la vida del interno, además de afirmar que pasa la mayor parte del tiempo actual en su vida dentro de éste. Otro sentir más descriptivo es el emanado por la interna de Puebla, quien dentro de la entrevista realizada generó un lazo de confianza de forma rápida, quizá gracias a su personalidad extrovertida, quien señaló:

-Podrías decirme qué es para ti, qué significa un interno de pregrado.

Bueno, la verdad es que yo estoy bastante desilusionada del internado, yo pensé que ser interna de pregrado era algo como, o sea, súper esencial para tu formación médica, que ibas a aprender, que los residentes que son los que tienen más experiencia, te iban a enseñar a… pues a todo lo que tú no sabes, porque tú nunca has practicado como tal la medicina. Y pues yo pensaba esto, pero la verdad ahorita por lo menos en este hospital, no sé los demás, pues, eres un secretario así tal cual, por ejemplo estas hojas que traigo es para que trasladen un paciente o sea es algo totalmente administrativo que no tiene nada que ver con la medicina, y digo: “por qué estoy haciendo esto en vez de estar aprendiendo medicina”. O por ejemplo

estoy en el filtro y tengo que hacer a los pacientes que llenen todos sus consentimientos informados, que me llenen datos sobre su casa, y digo yo: “bueno, eso lo puede hacer una secretaria”, entonces, bueno, yo pensaba que iba a aprender medicina, que me iba a formar como médico y la verdad que eso sólo es un 10% del tiempo, el 90% del tiempo soy así como la chacha de los residentes o hago cosas de enfermera, por ejemplo, sólo saco muestras, ah las ingreso a la computadora, ah… o sea imprimo los laboratorios los dejo ahí, hago interconsultas, bajo a los pacientes a sus estudios, si no hay camillero pues ya tengo que empujar la camilla, yo tengo que empujar la silla de ruedas, y digo bueno a mí la verdad no me capacitaron para esto, no.

-Entonces qué pensaste que iba a ser.

Pues eso, que me iban a enseñar medicina que o sea el doctor iba a estar a ahí iba a decir no sé: voy a hacer esto no sé X procedimiento por ejemplo no sé poner una sonda de balones, yo lo voy a hacer ahorita la próxima vez lo vas a hacer tú.

-Y no pasó así.

No… no pasó así (Entrevista2, MIP BUAP).

Como se concluye de este interesante relato, los agravios ejercidos al aprendiz médico son en especial hacia la profesión y la ruptura con el ciclo natural de formación, más allá de ocupar el lugar de médico en formación, el modelo vence a la estructura medieval y en lugar de un sujeto que adquiere el secreto médico se tiene a un trabajador polivalente que resulta indispensable para el servicio médico, dicha conclusión llegó a mí después de una conversación con residentes, quienes mencionaron que en el mes de diciembre el hospital se queda sin internos 15 días aproximadamente, causando caos completo, pues, los elementos necesarios para el diagnóstico de los pacientes o su atención no están completos, porque son funciones que han adquirido los internos y que las personas encargadas de ello ya no realizan, por lo menos no con la misma intensidad.