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Tendencias sectoriales de la inversión en infraestructura económica

B. Evolución y caracterización de la inversión en infraestructura

2. Tendencias sectoriales de la inversión en infraestructura económica

que en los años ochenta los montos de inversión se asignaban, en orden de importancia, a la energía, el transporte, las telecomunicaciones y el agua potable y saneamiento, mientras que en los últimos años se dirigieron principalmente al transporte (véase el gráfico IV.19).

Gráfico IV.19

América Latina: inversión en infraestructura por sector de actividad, 1980-2012 a (En porcentajes del total de inversiones en infraestructura)

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010

Agua y saneamiento Telecomunicaciones Energía Transporte

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos nacionales; César Calderón y Luis Servén, “Infrastructure in Latin America”,

World Bank Policy Research Working Paper, Nº 5317, 2010; y Banco Mundial, Private Participation in Infrastructure Database [en línea] http://ppi.worldbank.org.

a Los datos propios son preliminares. Con fines meramente ilustrativos y de observación de tendencias, los datos de Calderón y Servén (2010), correspondientes

al período 1980-2006, y los de la CEPAL, correspondientes al período 2007-2012, se muestran como series de datos, pese a que hay diferencias en el tratamiento de las cifras.

Estudios recientes, elaborados sobre la base de muestras de países de la OCDE, indican que la infraestructura pública tiene un efecto positivo en la productividad de la economía, ya que, si bien un aumento de la inversión en capital público actúa como sustituto del capital privado en un principio, a la larga el efecto dominante es de complementariedad11. En América Latina, las funciones y responsabilidades del sector público y del privado también han cambiado con el tiempo. En congruencia con lo observado previamente respecto de la inversión en infraestructura, hasta mediados de los años noventa, las inversiones públicas fueron mayormente dirigidas al sector de la energía, en segundo lugar al transporte y las telecomunicaciones y luego al agua potable y al saneamiento, mientras que a partir de 2003, el transporte concentra los mayores montos, seguido por la energía, las inversiones en agua potable y el saneamiento, y las telecomunicaciones (véase el gráfico IV.20).

Gráfico IV.20

América Latina: inversión pública en infraestructura por sector de actividad, 1980-2012 a (En porcentajes del PIB)

0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 1980-1989 1990-2001 2002-2012

Transporte Energía Telecomunicaciones Agua y saneamiento

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de César Calderón y Luis Servén, “Infrastructure in Latin America”, World Bank Policy Research Working Paper, Nº 5317, 2010.

a Los datos propios son preliminares. Con fines meramente ilustrativos y de observación de tendencias, los datos de Calderón y Servén (2010), correspondientes

al período 1980-2006, y los de la CEPAL, correspondientes al período 2007-2012, se muestran como series de datos, pese a que hay diferencias en el tratamiento de las cifras.

Por su parte, a partir de los años noventa, el sector privado ha realizado grandes inversiones en telecomunicaciones, las que habían mostrado debilidad en el sector público. Las inversiones privadas en energía y transporte también aumentaron, debido en parte a las concesiones de proyectos de obras públicas. En cuanto al agua potable y saneamiento, si bien es un área tradicionalmente asociada al Estado, la participación del sector privado parece haber crecido en importancia, por lo menos, en algunos países de la región, en la forma de asociaciones público-privadas (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) (véase el gráfico IV.21).

Gráfico IV.21

América Latina: inversión privada en infraestructura por sector de actividad, 1980-2012 a (En porcentajes del PIB)

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 1980-1989 1990-2001 2002-2012

Transporte Energía Telecomunicaciones Agua y saneamiento

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de César Calderón y Luis Servén, “Infrastructure in Latin America”, World Bank Policy Research Working Paper, Nº 5317, 2010 y Banco Mundial, Private Participation in Infrastructure Database [en línea] http://ppi.worldbank.org.

a Los datos propios son preliminares. Con fines meramente ilustrativos y de observación de tendencias, los datos de Calderón y Servén (2010), correspondientes al período

1980-2006, y los de la CEPAL, correspondientes al período 2007-2012, se muestran como series de datos, pese a que hay diferencias en el tratamiento de las cifras. 11 Véanse OCDE (2006) y Aschauer (1989).

En la práctica, existe una relación de complementariedad entre la inversión del sector público y la del privado. Con sus propias fortalezas y limitaciones, al decidir la participación de cada sector en los planes nacionales de desarrollo de infraestructura, se debería considerar, al menos, el contexto institucional, las metas y objetivos de las políticas de inversión en infraestructura (las necesidades de inversión) y las particularidades propias de que cada sector de actividad (transporte, energía, telecomunicaciones y servicios de agua potable y saneamiento).

Es de suponer que esta relación de complementariedad tiene lugar no solamente entre las áreas de inversión del sector público y del privado, sino también entre una actividad de infraestructura y la otra, como se ha destacado en estudios anteriores sobre el tema (Calderón y Servén, 2004). Con los avances tecnológicos, se confirma empíricamente que los cuatro sectores mencionados interactúan cada vez más estrechamente entre sí y generan todo tipo de sinergias, mostrando efectos de complementariedad y de sustitución. Por ejemplo, las telecomunicaciones y el transporte se vuelven actividades complementarias en algunos sistemas de cobros de peajes de las redes viales; cuando el transporte mejora la accesibilidad en lugares alejados, es probable que se creen nuevos asentamientos que incrementen la demanda de servicios de agua, energía y telecomunicaciones; las preocupaciones ambientales pueden traducirse en cambios en la matriz de transporte, reduciendo la proporción de automóviles con motor diésel y sustituyéndolos por transporte eléctrico o bicicletas. En la práctica, la dinámica de una actividad puede afectar al resto, por lo que los análisis aislados pueden entregar resultados incompletos.

3. Mirando hacia el futuro: los planes nacionales