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CAPTULO I: BULLYING, INTIMIDACIÓN Y ACOSO ESCOLAR

3. Modelos Teóricos relacionados al Acoso escolar

3.2. Teorías Ambientalistas

3.2.2. Teoría Ecológica

Esta teoría fue propuesta por Bronfenbrenner (1979) y, según ella, la que persona estaría organizada en cuatro niveles:

1. Microsistema. Se refiere al entorno más próximo en el que se desarrolla la persona y puede ser la familia o la escuela.

2. Mesosistema. Son las acciones reciprocas que se dan entre dos o más contextos en los que la persona participa activamente (ej., para un niño serían las relaciones que establece entre la familia y la escuela).

3. Exosistema. Se refiere a uno o más entornos que afectan a las experiencias de la persona porque recibe sus influencias pero no la incluyen como participante activo.

58 4. Macrosistema. Se trata de las relaciones que se conectan o dan entre el microsistema, el mesosistema y el exosistema y que se encuentran o podrían encontrarse al nivel de la subcultura o de la cultura en su totalidad.

Las estructuras descritas permitirán afirmar que para comprender el fenómeno de la agresión es necesario analizar a la persona con todas sus variables externas e internas, psicológicas, fisiológicas, sociológicas, éticas, así como todas las probables interacciones que aparezcan en el entorno.

Un microsistema crucial en los seres humanos es el ambiente familiar pues dentro de él se obtienen los primeros esquemas y modelos de conducta que orientarán las futuras relaciones sociales. Díaz Aguado (1996) afirma que el deterioro de la interacción familiar proviene, en buena parte, de las conductas agresivas en niños y jóvenes. Cuando están expuestos a conductas agresivas dentro de su propia familia, lo más común es que perciban el mundo como un espacio hostil e inseguro.

El mesosistema describe las interrelaciones de más de un ambiente en los que una persona participa como la familia/colegio. Así, si un niño vive conductas agresivas dentro de la familia podrá trasladarlas también a otro contexto, en este caso en el colegio, provocando en ocasiones al acoso escolar.

Referente al exosistema, uno de los factores más investigados son los medios de comunicación y su vinculación con las conductas agresivas en niños y adolescentes, influyendo en la formación de significados sociales y culturales que se puedan dar luego. En este sentido, se ha revelado que la violencia televisada puede instruir a los niños estilos de conducta agresiva como una forma eficiente de solucionar conflictos (Bandura, 1980; Huesmann y Eron, 1986).

Por último, el macrosistema social, en el que creencias específicas que existen en nuestra sociedad sobre la violencia y los diversos papeles y relaciones

59 sociales dentro del contexto que se producen, ejercen una contundente influencia en los comportamientos agresivos. Los valores influyen en creencias y actitudes que a la par son reflejadas en la conducta. Cada grupo de referencia acostumbra a desarrollar un conjunto de valores hacia los cuales los miembros están favorablemente dispuestos.

La teoría permite comprender que el acoso escolar que se presenta en cada uno de los niveles, no es producto de factores hallados en uno solo, porque los sujetos están desarrollados, social e históricamente, con interacciones y aprendizaje en todos los niveles. En el ámbito individual, las características biológicas, cognitivas, motoras y la posición que ocupa en la sociedad se han vinculado con la violencia. La fuerza física, la popularidad, la autoestima y el rendimiento del estudiante están ligados al acoso escolar. De ahí, que los estudiantes con preferencia por personas del mismo sexo tienen mayor riesgo de sufrirlo. Además, los escolares de niveles socioeconómicos altos tienden, a ser agresores y, los que pertenecen a niveles más bajos, están más implicados como víctimas. En el ámbito de las relaciones, es más probable que los chicos estén involucrados en el acoso escolar cuando han padecido o atestiguado violencia física de parte de sus padres, han sido victimizados por sus hermanos, tienen una frágil unión familiar y relaciones de parientes conflictivos. Cuanto más compromiso, supervisión e intervención de los profesores se produce una mayor reducción de la presencia de conductas agresivas entre escolares. En el nivel exosistémico, se considera que inciden en comportamiento individual de los estudiantes, los entornos sociales y escolares en que están sumergidos. Cuando perciben el clima escolar violento y hostil, se impulsa su participación en el acoso escolar. Igualmente, cuando perciben problemas de inseguridad y violencia en su entorno, es más probable que se involucren con agresores en comportamientos agresivos.

El contexto urbano-rural también está vinculado ya que los estudiantes de escuelas urbanas tienen mayor riesgo de involucrarse en acoso que aquellos de zonas rurales o comunidades pequeñas (Santoyo y Frías, 2014).

60 Desde esta perspectiva, el acoso escolar es consecuencia de un complejo juego de variables relacionadas con la persona pero también con el entorno, el grupo de iguales, la familia, la escuela y los medios de comunicación. Diversos estudios han probado que los actos de los iguales, de los profesores y de otros adultos en la escuela junto a determinadas características de los centros escolares, están implicados en el desarrollo y mantenimiento del acoso escolar.

Así, a mayor tamaño del centro educativo y de las aulas el fenómeno del acoso aumenta. También se ha demostrado que determinados factores escolares pueden influir moldeando positivamente la conducta de los alumnos, gracias a una mayor participación e implicación de los padres y un vínculo más estrecho con el profesorado. Es importante recordar que la escuela es un espacio de interacciones representativas entre los iguales, los profesores y los alumnos y que el comportamiento agresivo se origina en esa interacción. Es así que los estudiantes agredidos perciben niveles más bajos de apoyo social (Yubero, Larrañaga y Navarro, 2017).