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Ya no se puede continuar como si nada estuviera ocurriendo. Las pérdidas y los impactos de los desastres originan serios problemas para los ne- gocios de todo tamaño, desde las principales corporaciones internacionales y las PyMEs hasta los productores del sector informal.

Este capítulo ha destacado la forma en que los ne- gocios no sólo enfrentan cuantiosas pérdidas direc- tas debido a eventos tales como inundaciones, tor- mentas y sismos, sino que también dependen de infraestructura y servicios gestionados y regulados por el sector público que pueden experimentar inte- rrupciones cuando se produce un desastre. En una economía globalizada, las cadenas de suministro podrían ser vulnerables a diversos eventos que ocu- rran al otro lado del planeta. Los desastres también pueden dar origen a la disminución a más largo pla- zo de la competitividad y la sostenibilidad de los ne- gocios.

Por todas estas razones, el riesgo de desastres se está transformando en una preocupación creciente dentro de la comunidad empresarial. Actualmente, los negocios están conociendo sus riesgos y explo- rando diversas formas de reducirlos. Con frecuen- cia, estos esfuerzos nacientes se basan más en me- canismos voluntarios al interior de los negocios y entre los socios empresariales.

Todas las decisiones concernientes a las inversiones empresariales tienen el potencial de aumentar o de reducir el riesgo de desastres. El resto de este infor- me se refiere a la forma en que se toman esas deci- siones y los factores que median en éstas y las con- dicionan. Asimismo, el informe destaca cómo las inversiones en la gestión del riesgo de desastres pueden ser una apremiante propuesta para crear un valor compartido, tanto para los propios nego- cios como para las ciudades y los países que compi- ten para atraer inversiones.

El GAR13 comprende tres partes principales. La Parte I examina el nuevo panorama del riesgo inten- sivo y extensivo (Capítulo 2) y presenta resultados de un nuevo modelo global del riesgo, tanto para terremotos como para ciclones tropicales, al igual que nuevos datos sobre la exposición a los tsunamis y una prueba de concepto para las inundaciones (Capítulo 3). Asimismo, esta sección presenta un análisis sobre la magnitud de las pérdidas económi- cas relacionas con el riesgo extensivo (Capítulo 4) y las implicaciones para la resiliencia económica y fi- nanciera de un país (Capítulo 5). La Parte I también incluye los riesgos que suponen los incendios fores- tales, la degradación de los suelos y las sequías agrí- colas para el capital natural (Capítulo 6), y plantea el caso especial de los pequeños Estados insulares en desarrollo (Capítulo 7).

La Parte II explora la forma en que los desastres se han transformado en un elemento endógeno para el panorama contemporáneo de una economía glo- balizada, a través de las decisiones de inversión em- presarial que por lo general han externalizado el riesgo de desastres. Esta parte analiza la forma en que los inversionistas han tomado decisiones de in- versión empresarial que aumentan el riesgo en sec- tores de gran importancia como el desarrollo urba- no (Capítulo 8), el turismo (Capítulo 9) y la agroindustria (Capítulo 10).

La Parte III presenta la forma en que las corporacio- nes internacionales y las empresas más pequeñas están gestionando el riesgo de desastres, incluso en las cadenas de suministro en el ámbito mundial (Ca- pítulo 11) y cómo en las decisiones de inversión em- presarial median los mercados de inversión y el pa- pel de los seguros (Capítulos 12 y 13). Esta sección también analiza la manera en que los gobiernos, en calidad de reguladores y mediadores de las inver- siones en una economía global, desempeñan pape- les cambiantes y cómo todavía les hace falta adop- tar un enfoque prospectivo para la gestión del riesgo de desastres (Capítulo 14 y 15).

Finalmente, se concluye con el Capítulo 16, el cual expone varios resultados principales del informe. En esta parte se desarrolla un poco más la razón por la que la creación de un valor compartido puede transformarse en una característica principal de una gestión eficaz del riesgo de desastres y –lo que es más importante– la forma en que esta gestión contribuye a crear un valor compartido para los ne- gocios y la sociedad, lo cual es esencial para lograr la estabilidad económica, el crecimiento y el desa- rrollo sostenible en un panorama globalizado más allá del año 2015.

Notas

i En todos estos cálculos, se incluyen hasta cierto punto los efectos macroeconómicos, pero son una manera diferente de re- presentarlos. Por consiguiente, no se deben añadir a las pérdidas directas e indirectas o a los impactos generales.

ii Esta cifra constituye una simplificación de las diferentes ca- tegorías que podrían coincidir parcialmente. Se debe tener cuida- do al calcular las pérdidas totales para evitar una contabilización doble. Por ejemplo, se pueden evaluar las pérdidas estructurales directas en una planta a través del daño al acervo de capital (por ejemplo, la producción de la planta) o la pérdida equivalente de flujos (es decir, la producción futura).

iii La tasa de cambio de un dólar americano es 81,84 yenes. La Oficina del Gabinete del Gobierno japonés informó acerca de es- tos cálculos en junio de 2011 (http://www.bousai.go.jp/oshirase/ h23/110624-1kisya.pdf). Se estiman los daños a edificios, infraes- tructura e instalaciones vitales, pero se excluye el impacto del accidente en la planta de energía nuclear.

iv Tanto aquí como en el caso de Tailandia, los datos sobre la formación bruta de capital fijo se tomaron de los indicadores del desarrollo mundial del Banco Mundial: http://data.worldbank. org/indicator/NE.GDI.FTOT.CD?page=1.

v Pérdidas económicas, según las calculó el Banco Mun- dial en diciembre de 2011 (http://www.worldbank.org/en/ news/2011/12/13/world-bank-supports-thailands-post-floods- recovery-effort). Estos cálculos no sólo incluyen las pérdidas de inversión física, sino también otros componentes tales como la pérdida de ingresos por concepto de actividades turísticas y la pérdida de producción agrícola.

vi En el mismo trimestre, el sector manufacturero se contrajo en un 21,8 por ciento. Debido a que las manufacturas represen- taban el 39 por ciento del PIB de Tailandia en 2011, las interrup- ciones dentro de este sector incidieron enormemente en la eco- nomía del país.

vii Las PyMEs son empresas independientes cuya cantidad de empleados es menor a la que establecen los límites determina- dos. Estos niveles son diferentes en cada país. La OCDE mencio- na los siguientes límites: menos de 250 empleados en la Unión Europea y menos de 500 en los Estados Unidos de América. No obstante, en muchos países, los límites podrían ser considera- blemente menores y podría definirse que una empresa pequeña tiene entre 10 y 50 empleados, mientras que una microempresa tendría entre 1 y 10 trabajadores (http://stats.oecd.org/glossary/ detail.asp?ID=3123).

viii Referencias utilizadas en este recuadro: NOAA National Cli- matic Data Centre, 2012 www.ncdc.noaa.gov/news/summary-in- formation-post-tropical-cyclone-sandy; NOAA National Weather Service, 2012 www.erh.noaa.gov/phi/storms/10292012.html; RMS, 2012 www.rms.com/news/newsannouncements/Newspress. php?id=0.xml; Time, 2012 http://business.time.com/2012/10/31/ hurricane-sandy-estimated-to-cost-60-billion; IHS Global Insi- ght, 2012 http://www.ihs.com/products/Global-Insight/indus- try-economic-report.aspx?ID=1065972961; EqeCat, 2012 www. eqecat.com/catwatch/post-landfall-loss-estimates-supers- torm-sandy-released-2012-11-01/; Financial Times, 2012 http:// www.ft.com/cms/s/0/c8f6c208-24f4-11e2-86fb-00144feabdc0. html#axzz2CtH3QSxJ.

ix El Niño Oscilación del Sur (ENOS) hace referencia a la interac- ción entre la atmósfera terrestre y el Océano Pacífico tropical. El fenómeno origina cambios en los patrones meteorológicos y las temperaturas oceánicas en todo el planeta, lo que incluye cam- bios en los patrones de las tormentas y las lluvias, y el surgimiento de inundaciones y sequías. Dentro de estos cambios, se asocia al fenómeno de El Niño con temperaturas inusualmente cálidas en

las superficies oceánicas, mientras que La Niña se relaciona con temperaturas oceánicas peculiarmente frías. La aparición de am- bos fenómenos es de aproximadamente dos veces cada siete años y por lo general duran entre 9 y 12 meses, y en algunas ocasiones hasta dos años. Para consultar definiciones exactas y obtener más información, véase: Terminología de la UNISDR preventionweb. net/english/professional/terminology/v.php?id=480 and WMO factsheets - http://www.wmo.int/pages/mediacentre/factsheet/ LaNinaQA.html

x Esta encuesta, que llevaron a cabo la Universidad Interna- cional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), la Universidad de York y el Instituto Centroamericano de Administración de Empre- sas (INCAE), abarcó las siguientes ciudades: Vancouver, Canadá; Miami, Estados Unidos de América; Kingston, Jamaica; San José, Costa Rica; Bogotá, Colombia y Santiago, Chile.

xi http://www.iata.org/pressroom/pr/Pages/2010-04-21-01. aspx

xii http://www.iata.org/pressroom/pr/Pages/2010-04-21-01.aspx

xiii Western Digital y Nidec, dos importantes actores internacio- nales en la producción de componentes para unidades de discos duros, han reubicado algunas de sus manufacturas en Malasia, China y regiones de Tailandia menos propensas a las amena- zas. Para más información, consulte: http://e.nikkei.com/e/fr/ tnks/Nni20121006D06JF389.htm y http://www.ft.com/cms/s/0/ 7d36186e-2937-11e1-8b1a-00144feabdc0.html#axzz2DuUmiO4x (consultado el 12 de febrero de 2012).

xiv Ministerio de Economía, Comercio e Industria, Gobierno de Ja- pón: http://www.meti.go.jp/committee/summary/0003410/013_ s01_00.pdf

xv Miyagi Labor Bureau, “Balance of job openings and applica- tion,” http://miyagi-roudoukyoku.jsite.mhlw.go.jp/jirei_toukei/ kyujin_kyushoku/toukei/anteisyobetsu_kyujinkyusyoku_balan- ce.html.

xvi A menos que se indique lo contrario, los datos en este párrafo se extrajeron de Hatton, Seville y Vargo (2012).

El panorama globalizado