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INDICE DE MATERIAS Introducción I - Los Principios Detrás de los Aspectos

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Libro: Dinámica y análisis de los aspectos.

Autor: Bil Tierney

INDICE DE MATERIAS

Introducción

I - Los Principios Detrás de los Aspectos

La Conjunción: 19 — El Semi-sextil: 23 — La Semi-cuadratura: 28 — El Sextil: 31 — La Cuadratura: 35 — El Trígono: 41 — La

Sexquicuadratura: 47 — El Quincuncio: 51 — La Oposición: 55. II - Aspectos poco Comunes

El Quintil: 63 — El Septil: 67 — El Novil: 71 III - Aspectos Disociados

IV - El Gran Trígono

Los Trígonos de Fuego, Tierra, Aire y Agua: 90 — El Gran Trígono Disociado: 97 — El Cometa: 98 — El Gran Trígono Menor: 99. V - El Gran Sextil

Los Sextiles de Fuego-Aire y Tierra-Agua: 103 — El Gran sextil disociado: 104.

VI - La Gran Cuadratura y el Rectángulo Místico

Las Cuadraturas Cardinal, Fija y Mutable: 106 — La Gran Cuadratura Disociada: 111 — La Gran Cuadratura que involucra a los Ángulos: 112 — El Rectángulo Místico: 114 — El Rectángulo Antagónico: 115.

VII - La Cuadratura-T

Las Cuadraturas-T Cardinal, Fija y Mutable: 119 — La Cuadratura-T Disociada: 123 — La Cuadratura-T que se relaciona con los Ángulos: 124 — El Planeta Ápex: 126 - Los Planetas Ápex estudiados por separado: 129 —01 ras consideraciones: 166.

VIII - El Yod

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Los Planetas sin aspectos estudiados por separado: 197. X - Planetas Retrógrados

Palabras Clave para los Planetas Retrógrados: 216 — Planetas

Estacionarios: 216 — Mercurio Retrógrado: 223 —Venus Retrógrada: 229 — Marte Retrógrado: 236 — Júpiter Retrógrado: 243 — Saturno Retrógrado: 249 — Planetas Retrógrados de la Octava Superior: 255 — Urano Retrógrado: 256 — Neptuno Retrógrado: 263 — Plutón

Retrógrado: 270.

XI - Explorando los Hemisferios

Hemisferios Oriental, Occidental, Norte y Sur: 284. XII - Comprendiendo los Cuadrantes

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Libro: Dinámica y análisis de los aspectos. Autor: Bil Tierney

Capitulo 0 INTRODUCCION

Cuando comencé a estudiar astrología, una de las cosas que me resultaba más frustrante era mi intento por explicar el «por qué» de las combinaciones planeta-signo, planeta-Casa y planeta-planeta en la carta natal. La mayoría de los libros se limitaban a dar afirmaciones categóricas y su precisión a menudo me impresionaba. Pero me dejaban pensando cómo iba yo a lograr una interpretación semejante de esos factores del horóscopo sin tener que referirme siempre a las fuentes. Con el tiempo alcancé una percepción mayor de la dinámica astrológica, una vez que comprendí que todo estaba

inteligentemente unido por ciertos principios creativos

básicos. Ahora creo que la adhesión a esos principios es vital para cualquier astrólogo que desee conectar con el

significado úl-timo o con la verdadera esencia de cada una de las facetas de la carta.

Dinámica y Análisis de los Aspectos es mi intento por iluminar esos principios vitales esenciales cuando se aplican a los aspectos y a las múltiples configuraciones del horóscopo. Hay demasiados libros deficientes que tratan el tema de los aspectos, debido a que describen los resultados finales

observables en vez de discutir el propósito original, la función, y la atmósfera general de los factores descritos. También creo que se han establecido las bases para el

estudio de los signos, las Casas, y los planetas reconocidos, pero, en cambio, nuestra comprensión de los aspectos es pobre. ¿Afirmaciones tales como, «Un sextil es la mitad de un trígono» o «Una semi-cuadratura es como una cuadratura, pero más débil», pueden ayudar realmente a los

estudiantes? Honestamente, creo que no. Desde mi punto de vista, cada aspecto presenta características únicas, y nunca es una versión de otro aspecto más fuerte o más débil.

Previamente, esta obra fue publicada bajo el título de

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ex-presión más dinámico de los principios vitales básicos. Creo que una comprensión cabal de los mismos es fundamental para construir una base sólida de interpretación inteligente.

La información que nos brinda este libro no ha sido cosechada estadísticamente. Refleja solamente teorías personales y observaciones extraídas de mis quince años de experiencia astrológica (escrito en 1983). Ya que los autores no especifi-can muchas veces con claridad si lo que escriben es el

«evangelio» o una nueva teoría todavía desprovista del apoyo de la comunidad astrológica, permitidme reiteraron que muchas de las afirmaciones hechas en este tratado son puntos de vista personales y a veces poco ortodoxos.

Para las referencias me he servido de personalidades muy co-nocidas que poseían diferentes configuraciones de aspectos y otros rasgos astrológicos específicos (planetas retrógrados, énfasis hemisférico, etc.). Hay, sin embargo, una dificultad en utilizar a gente famosa como ejemplos de principios astro-lógicos, y es que el mundo sólo reconoce a estos individuos por sus contribuciones a la sociedad o por sus logros profe-sionales. Sus vidas privadas, en las cuales operan las facetas más profundas y relevantes en relación con las pautas nata-les, no están abiertas al escrutinio. Podemos obtener una imagen más ajustada de la persona real a través de su auto-biografía, pero no podemos contar muchas veces con un gra-do elevagra-do de honestidad. Considere el lector este hecho aquí y en cualquier otro texto astrológico que intente expo-ner la influencia de ciertas pautas natales en las vidas de personas famosas. No se sorprenda, en otras palabras, si las revelaciones a veces contradicen la «imagen» que usted tenía de la persona en cuestión. Presento estos nombres con el único propósito de que usted pueda investigar si así lo desea.

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no) a través del análisis estadístico. Comprendo que algunos individuos necesitan de esa evidencia científica irrefutable y objetiva para comenzar a aceptar la influencia de la astrolo-gía sobre la humanidad (una prueba adecuada no significa aceptación incondicional, sino validación hasta un cierto gra-do). Pero, yo estoy más interesado en lo que podría ser, que en lo que es o en lo que ha sido. Dinámica y Análisis de los Aspectos ha sido conscientemente escrita bajo esta actitud.

Espero que los conceptos presentados aquí le ayuden en su proceso de convertirse en un pensador astrológico más crea-tivo y audaz. La Era de Acuario ya está llegando, y procurará que la astrología se desarrolle hasta un nivel nunca antes soñado ni técnicamente logrado. Usted tiene el deber moral de conocer todo lo que pueda acerca de este tema

fascinante, ya sea leyendo literatura astrológica, asistiendo a clases, conferencias, o seminarios. La verdad es como un árbol muy cargado de frutas con muchas ramas

extendiéndose en diferentes direcciones. No importa de qué rama coja la fruta, todas sabrán igual de dulces. Lo único que se necesita para dar el primer paso hacia el

autoconocimiento es una mente abierta y una corazón

sincero y lleno de amor. Empiece hoy mismo a dar este paso.

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Libro: Dinámica y análisis de los aspectos. Autor: Bil Tierney

Capitulo 1 LOS PRINCIPIOS

DETRÁS DE LOS ASPECTOS

El análisis correcto de los aspectos es crucial para interpretar cualquier carta natal. Los aspectos tejen una trama de energías, poderosa y cargada de intenciones, que conectan las muchas partes del horóscopo. Delinean un montaje complejo y único de campos de fuerza concebido para estimular la individualización de cada psique humana en desarrollo. Aunque los aspectos son muy importantes, muy pocos estudiantes de astrología parecen captar con claridad los principios fundamentales, que constituyen la base de los aspectos frecuentemente usados para delinear una carta natal. Por ejemplo, la astrología contemporánea considera a la conjunción como un aspecto que enfatiza la auto-motivación y la expresión directa de los impulsos subjetivos, pero olvida que es un aspecto ligado también con la disminución de la objetividad y con una percepción limitada de los otros. ¿Por qué motivo? ¿Es el sextil, como lo establece la tradición, un trígono «más débil» y por lo tanto, su influencia menos «favorable»? ¿O posee sus propias cualidades específicas? ¿Y qué sucede con la cuadratura que evoca un sentido de esfuerzo y frustración? ¿Por qué su nivel de tensión se manifiesta como una amenaza para nuestra seguridad y status quo

vital? Por otra parte, ¿por qué los trígonos canalizan fácilmente la energía hacia actividades creativas, personalmente gratificantes con relativa naturalidad, confianza y espontaneidad? ¿Y por qué las oposiciones a menudo indican la necesidad de llegar a un compromiso con quienes nos confrontamos?

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teórica hecha aquí es que los aspectos son un ejemplo de otro nivel de manifestación de los principios básicos de vida creativa, también definidos por los signos y las Casas. En otras palabras, la naturaleza inherente de un aspecto también debería reflejarse en algún nivel en su correspondiente signo y Casa. Y en un sentido abstracto, el correspondiente planeta regente del signo también debería guardar una correlación con el aspecto en consideración (ya que un signo y su regente natural representan el mismo principio básico). Por lo tanto, al igual que los signos y las Casas, los aspectos pueden considerarse como fases definidas y significativas de una relación, que sigue una secuencia ordena-da dentro de una experiencia cíclica global.

Cuando se analizan desde esta perspectiva, los aspectos no se ven como «buenos» o «malos». Más que indicar «afortuna-dos» versus «desafortunados», señalan simplemente cómo y dónde se potencian las oportunidades que pueden abrirnos a una dimensión de percepción más plena e intensa. Debo admitir que los astrólogos reconocen que ciertas fases como la oposición y la cuadratura denotan definidos puntos

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examinaremos a los aspectos mayores y menores.

El ciclo de los aspectos puede dividirse en dos hemiciclos. La primera mitad del ciclo, a la que los astrólogos humanistas suelen llamar hemiciclo creciente,

inicialmente comienza con la conjunción de los dos planetas en cuestión. Culmina con la oposición. La naturaleza del aspecto de conjunción ejemplifica mejor el tema primordial de este hemiciclo. Hablando en general, todos los aspectos crecientes están asociados con procesos formativos básicos que urgen al individuo a construir una estructura de auto-imagen personal o identidad egoica. Estos aspectos le ayudan a desarrollar un sentido subjetivo de auto-percepción. Es urgido a ganar experiencia vital a través de actividades que se relacionan consigo mismo, permitiéndole en primer término y sobre todo, reco-nocerse como una entidad separada y distinta de los demás. Un tanto inconsciente, la liberación automática de energías dirigida hacia las necesidades exclusivamente individuales caracteriza la orientación de este hemiciclo. Se acentúa la auto-preservación. El tema dominante de este hemiciclo se relaciona con la voluntad del individuo de impresionar sobre el medio ambiente general según sus propios términos. Los aspectos crecientes lo impelen a obrar siguiendo sus impulsos inmediatos sin reflexionar acerca de las consecuencias probables de sus actos y sobre cómo afectarán a los demás. Por lo que vemos, este hemiciclo tiende a operar de manera básicamente instintiva y espontánea. Es en la fase de cuadratura creciente de este hemiciclo cuando el individuo comienza a desarrollar una percepción naciente de que sus necesidades personales tienden a entrar en conflicto con el flujo externo de los acontecimientos, y que debe modificar ciertas cosas en pos de un todo mayor. Normalmente, ese desafío elemental para cambiar y adaptarse a la presión del medio ambiente es encarado con una resistencia ciega y defensiva, y con una gran incertidumbre.

La segunda mitad del ciclo, es denominada el hemiciclo menguante, comienza con la oposición de los dos planetas, y continúa hasta que el ciclo vuelve a repetirse una vez más en una nueva conjunción (debido a que se trata de un ciclo sinódico). La naturaleza del aspecto de oposición ejemplifica mejor el tema principal de este hemiciclo. En líneas generales, todos los aspectos menguantes están asociados con procesos básicos evaluativos, concernidos con el equilibrio entre el individuo y las necesidades sociales. En este caso, el individuo debe reorientar sus objetivos personales según la percepción que haya desarrollado de un todo social coordinado. Mientras que esta nueva perspectiva se cumple más enfáticamente en la oposición, el individuo ya es estimulado a trabajar tras esa finalidad en la fase menguante del quincuncio. Uno aprende progresivamente, a través del hemiciclo menguante, a despersonalizar las necesidades y los deseos

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más fácilmente con el principal propósito, oculto detrás de sus impulsos y motivaciones hacia la autoexpresión. Y mientras se va centrando más consistentemente en intereses interpersonales o inclusivos, también se vuelve más capaz de responder a la vida con mayor objetividad y amplitud de miras. En el hemiciclo menguante, usaremos la experiencia adquirida inicialmente en el hemiciclo creciente. Los aspectos menguantes nos desafían a compartir, a interactuar, y a integrar conscientemente nuestros objetivos con otros de un nivel de intercambio más impersonal. Podremos desarrollar un sentido mayor de la responsabilidad por nuestras propias acciones en un mundo a su vez más global. Constructivamente, este hemiciclo nos estimula a liberar en nuestra comunidad valiosas directivas de vida basadas en un concepto más ideal de lo que significa la totalidad y la unificación.

La preocupación por sí mismo y los impulsos instintivos caracterizan al hemiciclo creciente, y la auto-reflexión y la deliberación al hemiciclo menguante. Una vez traspuesta la oposición, las fases de los aspectos se vuelven más complejas, menos regidas por nuestra voluntad, y se nos aparecen como más dependientes del destino que los aspectos del hemiciclo creciente (que aceptan normalmente un mayor grado de voluntad personal). Los aspectos menguantes nos permiten crecer a través de una percepción de la dualidad, del contraste, y de la diversidad, habitualmente se experimentan más o menudo a través de agentes externos que de fuerzas internas. Si la perspectiva adquirida en la fase de oposición ha fracasado en la estimulación del nivel perceptivo pretendido, entonces los aspectos menguantes «difíciles» generarán una mala adaptación, desencanto, y enajenamiento en la esfera social.

Sin embargo estos aspectos, los «fáciles» de este hemiciclo, pueden ser utilizados constructivamente para apremiar al in-dividuo a reformar o reconstruir elementos dentro de su medio ambiente. Los aspectos menguantes, cuando se utiliza su lado mejor, nos incitan a cultivar los valores humanos, puntos de vista tolerantes, una visión social amplia, y a tener aspiraciones altruistas.

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básicas, según las experiencias determinadas por los principios de vida dominantes simbolizados por el planeta más lento. El planeta más lento se convierte en el agente que condiciona el desarrollo necesario del planeta más rápido. Por ejemplo: en todos los aspectos VENUS-URANO, Urano estimula los impulsos sociales de Venus, y a menudo de una forma que evoca un alto grado de peculiaridad, excitación, magnetismo emocional, experimentación, y un nivel de intuición, en los asuntos personales, muy superior a la norma. Generalmente es más fácil identificarse con el principio venusino, ya que representa un impulso más consciente, y personalmente más desarrollado. Por lo tanto, Urano actúa como un estímulo evolutivo para Venus, regulando la orientación psicológica del planeta y guiándolo a través de experiencias que otorgarán al individuo una capacidad de respuesta emocional expandida, aun-que inestable. La manera cómo nosotros manejemos esta combinación de fuerzas determinará si tales aspectos se vuelven destructores, caóticos, inquietantes, y separadores... o si se manifiestan como iluminadores, perspicaces, y emocionalmente liberadores. En general, considero al planeta más lento como la clave para determinar qué cosas debe asimilar el planeta más rápido para su propia evolución.

LA CONJUNCION

Una conjunción exacta ocurre cuando dos planetas están ubi-cados en el mismo grado de longitud sobre la eclíptica. No hay separación entre ambos. El aspecto de conjunción se corresponde con el punto 0° del signo de Aries, operando a través del dwad de Aries en el decanato del mismo signo. Este aspecto también se asocia con el ASC-Casa I y con el planeta Marte.

Dado que el aspecto de conjunción corresponde a 0º, técnicamente no señala ningún arco. Debido a esto, no cae en ninguna categoría, no es considerado ni un aspecto menguante creciente. La conjunción es un aspecto compartido parcialmente por ambos hemiciclos (ya que designa el punto de transición en donde termina el ciclo y comienza uno nuevo). Sin embargo, dado que pocas conjunciones natales son partirles, normalmente veremos que están en aspecto de aplicación o separación.

Las conjunciones separativas tienden a operar como un aspecto creciente, pero con la máxima subjetividad. La tendencia es a juntar energías y a proyectarlas hacia el exterior. Por otra parte, las conjunciones aplicativas funcionan como aspectos menguantes, ya que el planeta más rápido está todavía atravesando el hemiciclo menguante. La tendencia aquí es a meterse dentro, un tanto inconscientemente, y a consolidar las energías para lograr una asimilación

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preocupa ganar experiencia o servirse de ella; se limita a pre-sentarnos dos fuerzas planetarias, cuya unión crea actividad, sin importarle si definimos un foco interno o externo.

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sincronizarse con el más lento. Se ve presionado a actuar fuera de sus impulsos naturales según la influencia más dominante e insistente del otro planeta. La buena colaboración conjunta dependerá del temperamento inherente de ambos planetas. Obviamente, Venus y Júpiter tienen más cosas en común que Saturno y Urano. Los planetas en conjunción deben unirse para actuar, pero no coordinarán siempre sus energías (y ésto ocurre especialmente en la conjunción disociada o «fuera de signo», debido a que los planetas se ubican en signos distintos). No es soprendente, entonces, que la escuela de astrología tradicional que etiqueta a los aspectos como «buenos» y «malos», considere a la conjunción como un aspecto «variable».

Como sea que los planetas en conjunción están iniciando un ciclo de relación, nos incitan a sumergirnos en actividades que llevan a menudo nuestro sello personal e individual de alguna manera prominente. Pero al igual que el signo de Aries, un Marte fuertemente aspectado o angular, un énfasis sobre la Casa I, o muchas conjunciones en una carta natal, pueden indicar que el individuo vive absorto en sí mismo 0 siente una preocupación especial por sus intereses personales. Si la carta muestra una sobrecarga de aspectos de conjunción (como cuando hay stelliums), el individuo deberá procurar de no excederse en su actitud inconsciente del «yo primero», ya que intereses personales tan marcados podrían ejercer un efecto separativo en las relaciones, debido a su renuncia general a cooperar, a comprometerse, o a ceder ante las necesidades ajenas. Las conjunciones a menudo revelan actitudes que expresamos de manera obstinada, unilateral, y a veces abrumadora. Así que cuando dominan la carta (especialmente cuando operan a través de los signos de Fuego o fijos), el individuo puede tener una confianza exagerada en sí mismo; insistirá para hacer lo que desea y sin ayuda. No sabrá cómo compartir ni cómo recibir el consejo y la ayuda de los demás. Preferirá conocer la vida a través de sus propias experiencias. Su mayor obstáculo es su perspectiva limitada (en especial cuando incluye a otros). Dado que la con-junción crea un impulso de fuerzas que buscan irrefrenablemente salir al exterior, el individuo se siente llevado a ex-presarse a través de una actividad auto-motivada. Sin embargo, a menudo no sopesa las consecuencias o los resultados finales de sus acciones.

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su propia vida, también debe cuidarse de no menospreciar la importancia que tiene la influencia de los demás. En caso contrario, puede convertirse en un lobo estepario, que no sintoniza con la sociedad.

Si en la carta natal hay pocas conjunciones, o incluso no hay ninguna, el individuo será menos propenso a obrar llevado por sus impulsos. Estará menos dispuesto a actuar por sí mismo, pero tenderá a buscar la ayuda y el apoyo de los demás. Le faltará confianza en su aproximación a muchas áreas de la vida. Necesitará concentrarse más en sus metas y aprender a ejecutar sus proyectos sin dudas ni vacilaciones. Siendo fácilmente influenciado por las actitudes ajenas, se beneficiaría muchísimo si entrase en contacto más estrecho con sus propias necesidades personales. Sin embargo, poseerá una perspectiva más objetiva de la vida y una visión más amplia de los demás. Pero deberá luchar para encontrar el tiempo de involucrarse en cosas y para valorar sus momentos de soledad. Si aprende a responsabilizarse más directamente, se sentirá menos inclinado a involucrar a los otros en sus actividades personales. Observe que la falta de conjunciones es compensada a menudo por emplazamientos significativos en Aries (el Sol o el ASC, por ejemplo), por un Marte fuerte, o por un énfasis en la Casa I. En general, las conjunciones que comprenden a Marte, al ASC, o a los emplazamientos en Aries subrayan más todavía la dinámica de este aspecto. EL SEMI -SEXTIL

Es un arco de 30 grados a partir del punto estacionario 0° de Aries moviéndose en sentido inverso a las agujas del reloj, que se corresponde con el signo de Tauro, y en el sentido de las agujas del reloj con Piscis. El aspecto de semi-sextil simboliza, por lo tanto, los principios de Tauro/Casa II y de Piscis/Casa XII. Dependerá si se trata de un semi-sextil inferior o creciente, o de un semi-sextil superior o menguante.

¿Cómo se diferencia un aspecto inferior de otro superior?

La regla es simple: se considera que dos planetas se hallan en su fase inferior o creciente si el planeta más rápido se acerca al punto de la oposición del más lento según la secuencia natural de los signos. Visualmente, el planeta más rápido aparecerá siempre a la derecha (diestra) del más lento. Ejemplo: Mercurio a 3° de Piscis forma un semi-sextil exacto con Júpiter a 3° de Acuario. Júpiter tiene su punto de oposición a 3° de Leo. Obviamente, Mercurio en Piscis se mueve hacia los 3° grados de Leo. Así pues, Mercurio está en aspecto de semi-sextil inferior con Júpiter.

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Visualmente, el planeta más rápido siempre aparecerá a la izquierda (siniestra) del más lento. Ejemplo: Mercurio a 3° de Acuario está en semi-sextil exacto con Júpiter a 3° de Piscis. Júpiter tiene su punto de oposición a 3° de Virgo. En algún momento previo, Mercurio ha comenzado a alejarse del punto de oposición en Virgo, y ahora se dirige hacia la nueva conjunción con Júpiter. Por lo tanto, Mercurio está en semi-sextil superior con Júpiter.

Prefiero usar la terminología de Grant Lewi referida a los aspectos «superiores» e «inferiores», ya que sugieren visualmente la posición actual del planeta más rápido. Dado que el aspecto creciente debe ocurrir en algún lugar entre las fases de conjunción y oposición) el planeta más rápido ocupará la mitad inferior del ciclo. Igualmente, el planeta más rápido de un aspecto menguante debe ocupar la mitad superior del ciclo más allá del punto de oposición. Los términos tradicionales «diestra» y «siniestra» son bastante arcaicos y no muy decisivos, especialmente debido a que la palabra siniestro está asociada también con el mal y la malevolencia (la vía torcida del ocultismo) y por lo tanto arrastra connotaciones negativas. Los términos «menguante» y «creciente» no me ofrecen una imagen visual inmediata de dónde se ubica el planeta más rápido. La terminología «superior» e «inferior» es mi preferida.

El semi-sextil corresponde a un signo de tierra y otro de agua, y por lo tanto puede interpretarse como un aspecto de naturaleza receptiva e internalizadora. Ambos elementos son estabilizadores, gustan de conservar y preservar. Para ellos es natural cuidar de la construcción de las formas potenciales de la vida. La toma de energías es más característica de estos elementos que la salida de las mismas. La fase del semisextil se relaciona con la atracción de los recursos que necesitan desarrollarse más. El factor Tauro nos inclina a centrarnos en la reunión productiva de recursos materiales que son prácticos, autosostenedores y capaces de manifestarse como un poder tangible a través de la aplicación concreta. Necesitan nuestra alimentación constante, nuestra atención consistente y la habilidad para organizarse al menos a nivel elemental. El factor Piscis representa a los recursos que son comparativamente más abstractos, intangibles, e idealistas en su aplicación. Tauro busca asegurarse la posesión de bienes mundanos para el uso y la gratificación estrictamente personales, mientras que Piscis busca los bienes del espíritu, a los que luego dejará en libertad para el mejoramiento último de todos. En ambas instancias, el semi-sextil intenta brindarnos algo de valor.

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algo de fricción y requieren que tomemos medidas de esfuerzo y determinación personal si queremos estimular la actividad de tales recursos, (estos aspectos son propensos a la inercia). Además, la combinación de los principios implicados carece de las facilidades características del sextil, debido a los ajustes necesarios para la interrelación de dos signos de elemento y de estructura diferentes. Aquí vemos otra causa de por qué el semi-sextil puede crear tensiones a veces.

Los astrólogos han caracterizado tradicionalmente al semi-sextil como un aspecto menor. Esto no quiere decir que sea menos significativo que los aspectos mayores utilizados comúnmente. Me parece más útil interpretar a los aspectos menores como principios de vida más sutiles y simbólicos de matices menos obvios de la personalidad: En general los aspectos menores funcionan aun nivel menos orientado hacia los acontecimientos (o al menos se manifiestan de manera menos obvia). Son más propensos a expresarse indirectamente a través de las actitudes que de las circunstancias. En su mayoría, los semi-sextiles ejercen una influencia subconsciente. Nos hace evaluar y reflexionar internamente sobre situaciones que atraemos pero en las cuales no nos involucramos directamente. Al estar todavía muy cerca del punto de conjunción, el semi-sextil es un aspecto muy subjetivo de reacción interna.

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cultivar más si queremos que den fruto. Debemos aplicarnos en esas áreas con consistencia, paciencia y estabilidad.

El semi-sextil superior se correlaciona con el signo de Piscis, funciona a través del dwad de Piscis en su decanato del mismo signo. Se relaciona también con la Casa XII y el planeta Neptuno. Este aspecto nos estimula a activar los recursos latentes que se han almacenado en de los niveles más profundos de la psiquis. El semi-sextil superior representa quizás la fase más delicada y abstracta de todas. Contactamos de manera sutil y algo elusiva con los bienes inconscientes que fueron desarrollados durante un ciclo previo de experiencia (por ejemplo: encarnaciones pasadas, conciencia prenatal). Este aspecto nos permite esbozar las facetas ocultas de nuestro ser interno. Los bienes del alma se manifestarán como imaginación creativa, poder de visualización, impresionabilidad psíquica, y experiencias místicas. Los semi-sextiles superiores presentan matices trascendentes y pueden expresarse activamente una vez que nuestras metas conscientes son altruistas y colectivas (un impulso típicamente evocado por la fase del sextil superior que lo precede en el ciclo) .El semi-sextil superior simboliza la fase final creativa del ciclo completo de aspectos, y por lo tanto tiene que ver con experiencias que necesitan poca intervención del ego (su expresión contrasta dramáticamente con la conjunción en este sentido). Para activar constructiva mente esta área se deberá primero confrontar los «asuntos inacabados» del pasado que requieran abandonar o disolver la voluntad para que el potencial pueda ser actualizado. Los beneficios del semi-sextil superior serán más fáciles de conseguir una vez que adoptemos una actitud genuina de servicio altruista a la humanidad. De lo contrario, no espere resultados. Situándose un quincucio al punto de oposición del ciclo, el semi-sextil superior implica la necesidad de hacer ajustes sociales más allá del nivel habitual de interacción en las relaciones. Los valores desarrollados aquí se basan en una preocupación compasiva y en la disposición a sacrificar los deseos temporales por una causa social mayor.

Se debe alcanzar un refinamiento en la conciencia antes de que este aspecto pueda funcionar. A diferencia del semisextil inferior más orientado hacia las sensaciones, la fase superior denota posesiones espirituales que pueden compartirse con los demás de manera caritativa y benevolente y nos henchimos con alimentos de naturaleza transformativa que podemos usar para dar nacimiento aun alto nivel de autopercepción.

LA SEMI-CUADRATURA

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hemisferio oriental. Los signos que poseen esta cualidad son decididos, les cuesta cambiar, tienen una voluntad muy fuerte y son inflexibles en sus actitudes. En general los signos asociados con este hemisferio son de iniciar cosas por sí mismos. Ambos factores nos dan la clave para comprender la naturaleza básica de la semi-cuadratura. Este aspecto puede revelar actitudes voluntariosas que tienden a mantenernos atados a los hábitos, inadapables, y resistentes a aceptar los cambios necesarios en nuestro medio ambiente.

Sin embargo, el matiz de la cualidad fija también sugiere que las semi-cuadraturas contienen algún grado de vigor, persistencia, y propósito. Cuando se canaliza positivamente, puede brindarnos la fuerza y la convicción extra que se necesitan para ayudarnos a sostener nuestros esfuerzos de maneras no demasiado obvias. Nos dan un cierto impulso y empuje, son usados para abordar los proyectos a pequeña escala y los desafíos diarios menores. Los astrólogos han relacionado a la semi-cuadratura con la irritabilidad, el cansancio, y una tensión friccional importante. Ha sido llamado correctamente el aspecto «engorroso”.

La semi-cuadratura inferior se correlaciona con el signo de Tauro, operando a través del dwad de Escorpio en el decanato de Virgo de este signo. También está conectada con la Casa II y el planeta Venus. La tensión se halla todavía en su estadio rudimentario de formación dentro de nuestra conciencia. Sin embargo, comienza a volverse interiormente discordante e incómoda. Nuestro descontento creciente suele ser proyectado hacia fuera. En el medio ambiente atrayendo conflictos u obstáculos indirectos. Su influencia nos hace sentir inadaptados de alguna manera. Precediendo al sextil inferior pleno (que técnicamente es el primer aspecto de expresión racional consciente), la semi-cuadratura inferior todavía opera de manera ciega y subjetiva. Sirve como una señal psicológica de advertencia, indicándonos dónde estamos obstruyendo a nuestras actitudes y dónde nos obstinamos estúpidamente en lo que atañe a nuestra necesidad de cambio.

Nuestra atadura inconsciente a la rutina será desafiada para el beneficio de nuestro propio crecimiento. Este aspecto nos enseña a valorar ya apreciar la variabilidad de la vida viendo como los pequeños cambios pueden traernos ventajas personales. Nos presiona para que nos adaptemos en vez de anquilosarnos.

Debido a su relación con el analítico y preciso decanato de Virgo, la semi-cuadratura inferior muestra una tendencia a la irritación ya la crítica. Esperamos que todo funcione adecuada y armoniosamente desde el principio, y cuando no ocurre así, nos enfurecemos. Esto origina una selección malhumorada de asuntos relativamente irrelevantes o poco importantes a la larga, al menos según las evaluaciones de los demás.

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demostrando dónde las trivialidades y los contratiempos menores tienen el poder de perturbarnos. Sin embargo, como Virgo lleva grabado en su naturaleza el sentido innato de la corrección, será mejor que utilicemos nuestra semi-cuadratura inferior para desarrollar la disposición a realizar ajustes prácticos y menores. Esto nos permitirá convertir este nivel de tensión en una fuerza mobilizadora necesaria para la actividad útil. El dwad de Escorpio agrega intensidad a las reacciones típicas de este aspecto, e implica además una tendencia a forzar los asuntos de manera unilateral en vez de aceptar las medidas alternativas. Acentúa la respuesta temperamental, en la que solemos ser susceptibles, críticos y proclives a emitir juicios (en especial sobre los demás). Nos inclina a una evaluación apresurada o prematura. Necesitamos más moderación en nuestros sentimientos, más equilibrio y calma, y ser más capaces de fluir al unísono con las condiciones sin resentimiento. El matiz de Escorpio indica una necesidad de encauzar tales energías de fricción a través del control de la voluntad personal, la moderación de las pasiones y el dominio de la expresión emocional.

La semi-cuadratura superior se corresponde con el signo de Acuario, operando a través del dwad de Leo en el decanato de Géminis de este signo. También se asocia con la Casa XI y el planeta Urano. Mientras que la semi-cuadratura se enlaza con los elementos de tierra y agua (enfatizando su inclinación a resistir modificar el status quo), la semi-cuadratura superior combina los elementos más autoexpresivos del aire y del fuego. Por ser un aspecto del hemiciclo menguante, se relaciona mejor con la dispersión de energías en la comunidad.

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El decanato de Géminis no advierte de la racionalización excesiva de nuestros propios conceptos, ya que existirá la tendencia a dejar que los principios abstractos e intangibles anulen al factor humano tangible, produciendo una carencia de énfasis y de compasión. El factor Géminis nos enseña también a permanecer mentalmente adaptables en lo que respecta a nuestras actitudes de conciencia social. El dwad de Leo nos aporta un grado de autoritarismo y represión que deberá ser mantenido a raya si queremos que este aspecto se convierta en algo positivo. Debido a la influencia Acuario-Urano, la semi-cuadratura superior puede ser esporádica e inestable en su naturaleza, produciendo repentinos cambios u obstáculos de poca monta pero inesperados, en razón de las acciones imprevistas de los demás. También somos capaces de provocaciones inexplicables y de reacciones abruptas cuando somos incomodados, lo que refleja usualmente un juicio prematuro o apresurado de nuestra parte. En el caso de individuos poco iluminados sin aspiraciones sociales, las semi-cuadraturas superiores pueden señalar una tendencia detestable a desafiar, sorprender, y aturrullar a los demás, a través de un despliegue de comportamiento caprichoso, de excentricidades o de actividades exhibicionistas (mal uso de la influencia del dwad de Leo) y todo ello sin un propósito razonable. Estos aspectos definen extrañas desviaciones en la naturaleza humana, implicando un desajuste social, que no sintoniza con las convenciones normales de la sociedad. Debemos esforzarnos por servimos de ellos de una forma que no nos alinee de los demás, quienes de otra forma podrían cooperar creativamente con nosotros.

EL SEXTIL

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buscan una síntesis constructiva.

A diferencia del trígono que es más tranquilizado, el sextil es más estimulante y está menos dispuesto a aceptar la uniformidad. No es más débil que el trígono, pero se siente menos inclinado a obrar pasiva, o consistentemente (debido al estímulo adicional de dos elementos distintos pero complementarios, que sin embargo se sienten igualmente agradables). Mientras que los trígonos señalan con más fuerza los estados interiores de conciencia (ya que su sintonía innata y, la armonía de fuerzas producen con facilidad un bienestar interior), los sextiles están, obligatoriamente, más orientados hacia las situaciones. Nos instan (no nos empujan como las cuadraturas) a expresarnos libremente según las diferentes opciones y alternativas provistas por nuestro medio ambiente. Pero las oportunidades a nuestro alcance requieren que pongamos un poco de esfuerzo de nuestra parte si deseamos que se hagan realidad.

El grado en que estemos dispuestos a participar en las actividades indicadas por nuestros sextiles determinará el alcance de los beneficios obtenidos. De otro modo, al igual que el mismo elemento aire, el sextil puede sentirse igualmente bien sin implicarse en nada, moviéndose a un nivel abstracto y mental (incitando a vivir exclusivamente de las reflexiones) sin sentirse motivado a aplicar sus promesas de manera práctica y tangible. Las oportunidades se escabullirán. Por lo tanto, si queremos incorporar a nuestro carácter, cualquier atributo atractivo indicado por los sextiles deberemos poner atención y esfuerzo.

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Tienden a estimular la curiosidad acerca del futuro desarrollo de los potenciales presentes. Nos incitan también a promover los ideales sociales que pueden actualizarse a través de proyectos dirigidos a mejorar los asuntos de la comunidad (o la actividad interpersonal). Estas energías no son disciplinadas con facilidad, y normalmente no operan a través de métodos establecidos y de procedimientos tradicionales. En vez de ello, tienden a expresarse sólo a sí mismas. Muchos sextiles superiores en la carta sugieren una capacidad fuera de lo normal para la iluminación social y mental. Pueden indicar precocidad, una tolerancia mayor de la norma, un espíritu inventivo, ya menudo mucha excitabilidad (debido a un sistema nervioso acelerado). El individuo necesitará intereses mentales desafiantes y poco comunes para mantenerse estimulado y satisfecho. Podría existir la capacidad para realizar estudios en el campo tecnológico. Si en la carta no hay sextiles superiores o hay muy pocos, el impulso para explorar lo desconocido o lo no experimentado disminuirá. La participación activa en asuntos sociales de amplias perspectivas le resultará menos atrayente. Todo lo que sea poco convencional, radical o controvertido, será provocativo e incluso amenazador para su statu quo mental. Nuevamente, estudie primero la carta para ver si existe una compensación a través de las posiciones en Acuario, de un énfasis en la Casa XI o por un Urano prominente.

LA CUADRATURA

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manifiesta como una liberación elevada de fuerza. Usualmente, un planeta rechaza los valores del otro. Suele ser el más lento; el más rápido a menudo se siente como encajonado, inhibido y resentido, por las exigencias que le impone el planeta más lento hasta que logra orientarse de nuevo. En esta fase, debe reorientar su dirección. Las cuadraturas no gustan del compromiso.

Aunque produce coacción (no sólo tensiones), también nos provee de un poderoso impulso para concentrar la energía requerida con objeto de confrontar y vencer los obstáculos mayores que sofocan nuestro proceso de crecimiento. Las cuadraturas nos desafían a actuar en vez de continuar soportando el dolor y la incomodidad que generan. Prevalecen en las cartas de aquellas personas cuyas vidas están llenas de sucesos cruciales. La agudeza cortante de este ángulo de 90° tiende a excitar a los planetas, presionándolos para suprimir energías o para expresarlas con enérgica afirmación. Por lo tanto, la inhibición, la sobreestimulación son problemáticas aquí. No conozco ningún camino para determinar cómo se manifestará la cuadratura en ese sentido. El astrólogo deberá descubrirlo por sí mismo a partir del cliente. Normalmente el individuo comienza su vida inhibiendo el potencial mostrado por su cuadratura y posteriormente debido a las crisis que lo desafía. Comienza a exhibir una sobreestimulación hasta que aprende a equilibrar su expresión. Pero no siempre (dado que el reverso también es posible). Probablemente, la cuadratura es el aspecto más influido por las situaciones, debido a que nos fuerza a confrontar las circunstancias conflictivas que sólo pueden resolverse (o ser comprendidas) satisfactoriamente mediante un encuentro progresista e inteligente. Estos temas requieren de toda nuestra atención. Particularmente si la cuadratura ocurre entre signos fijos y/o implica a planetas en sus signos de caída.

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buscar concientemente las actividades que requieran una gran energía. En otras palabras: involucrarse en esfuerzos personales que puedan acomodar sensiblemente tal fuerza intensa y motivadora. He escuchado que esto sirve para «apaciguar» el aspecto. Para mí tiene sentido.

La cuadratura inferior se corresponde con el signo de Cáncer, y opera a través del dwad de Cáncer en el decanato del mismo signo. También se asocia con el Fondo del Cielo o la Casa IV y con la Luna. La tensión mostrada por la cuadratura inferior es a menudo indicativa de un conflicto subconsciente que tiende a amenazar nuestro sentido personal de la seguridad.

Teóricamente, estas cuadraturas deberían comenzar a operar en la niñez, usualmente mediante condicionamientos negativos (mensajes mixtos) en nuestro temprano ambiente familiar. Normalmente estamos total y subjetivamente arropados por nuestras cuadraturas inferiores, incluso en nuestra edad adulta. Nuestra manera típica de confrontar las tensiones es construyendo bloqueos protectores, barreras, caparazones, y escudos (todos focalizados introspectivamente), que sólo logran comprometer nuestros intentos por establecer una seguridad interior duradera. La cuadratura inferior expone nuestras enraizadas vulnerabilidades, desplegándolas cuando actuamos o reaccionamos de forma irracional y regresiva. Mostramos tendencia a estar a la defensiva en este punto. Estas cuadraturas son más difíciles de manejar que las superiores, ya que el origen de la tensión está más profundamente anidado en los rincones de nuestro ser interior. A través de la presión de las crisis vitales internas y externas, somos desafiados a confrontar esas actitudes de comportamiento que, cuando no son resueltas, dejan sin raíces nuestra base psicológica. La vida nos forzará a apartarnos de las respuestas habituales desarrolladas en el pasado (incluso encarnaciones anteriores) que ya no pueden nutrir ni apoyar emocionalmente nuestro desarrollo.

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digestión y asimilación constructivas de la experiencia, y esto nos obliga a discriminar. En esta fase, debemos aprender (y a menudo de la manera más difícil) qué facetas de la experiencia pasada son valores de digestión y asimilación psicológica. Todo aquello que no nos ayude a crecer debe ser liberado de nuestra conciencia si queremos seguir evolucionando. El individuo con una abundancia de cuadraturas inferiores es desafiado a descubrir qué actitudes promueven o frustran su capacidad para nutrirse a sí mismo. Pocas cuadraturas inferiores o incluso su carencia, denotarían a alguien poco influido o intimidado por las condiciones del pasado. Quizás sea alguien que no haya experimentado las suficientes crisis de desarrollo durante sus primeros años (como el rechazo paterno, el descuido, o la desaprobación) como para haberlo sensibilizado a la existencia del dolor psíquico y de la desesperación.

En años posteriores, le resultará todavía más difícil relacionarse con la tensión subjetiva de los otros. Su aproximación a los temas humanos delicados y dolorosos será más mental que visceral. Las cuadraturas inferiores nos ayudan a desarrollar un sentido de profundidad. Cuando faltan, somos menos capaces de reconocer el poder de nuestro subconsciente. Además, podríamos permanecer sordos durante algún tiempo a los sutiles factores tensionales que programan nuestro comportamiento superficial. Las cuadraturas inferiores que incluyen a la Luna, a los emplazamientos en Cáncer o en la Casa IV, adquirirán una importancia mayor.

La cuadratura superior se corresponde con el signo de Capricornio, operando a través del dwad de Capricornio en el decanato del mismo signo. También se asocia con el Mediocielo o Casa X y con el planeta Saturno. La inseguridad subjetiva y el impulso por lograr una seguridad personal caracterizan a la cuadratura inferior, los patrones de tensión con respecto a la cuadratura superior resultan por la presión consciente de la responsabilidad social. Debido al matiz de Capricornio y de Saturno, se enfatizan en este caso el sentido de inadecuación, la culpa, y el temor a las consecuencias, produciendo un autobloqueo. Estas cuadraturas generan supresión o inhibición debido a nuestra confront3ción con los factores de control externos (figuras simbólicas de autoridad en nuestra vida). El impulso para manejar y mantener nuestros propios límites dentro del medio ambiente resultará enfatizado.

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obligaciones como generadoras de fuerza y no como una carga. Con nuestras cuadraturas superiores, aprenderemos a aguantar ya perseverar en lugar de encorvarnos bajo su peso. Expresadas negativamente, las cuadraturas superiores producen un afán de autopreservación que prescinde de toda ética. Su orientación es hacia el poder, mientras que las cuadraturas inferiores son más pasivas.

Muchas cuadraturas superiores en el horóscopo enfatizan un acercamiento a la vida con cautela y desconfianza. Aquí trataremos de ocultar nuestra vulnerabilidad, a menudo evitando a las personas ya las situaciones que desaten tales sentimientos. O intentaremos conquistar esas condiciones amenazantes con una violencia y una agresión indebidas. Las cuadraturas superiores negativas pueden expresarse a través de una sobrecarga de trabajo, de crueldad, de dominación, y de falta de respeto por la ley (reflexionemos sobre la conjunción de Marte Venus en la carta de Hitler formando una cuadratura superior a Saturno en Casa X, o el Marte del sádico Marqués de Sade en cuadratura superior a su Saturno). Por otra parte, si hay pocas cuadraturas superiores o ninguna, el individuo se sentirá menos restringido u oprimido por los elementos autoritarios de la sociedad en que vive. Tenderá a aceptar las normas impuestas por el statu quo general sin resistencia o frustraciones indebidas. Sin embargo, debido a que esas cuadraturas nos incitan a los desafíos ambiciosos ya los objetivos que influencian nuestro mundo, una deficiencia de las mismas revelará menos impulsos internos e incentivos para superar los obstáculos externos de la vida que son autolimitativos. Tendremos, por lo tanto, menos empuje para ejercitar un control adecuado, menos disciplina y responsabilidad en los asuntos más importantes de nuestra vida.

Cuando las cuadraturas superiores se manejan correctamente, promueven una mayor confianza en sí mismo, además de la capacidad para construir bases firmes y bien estructuradas en el mundo que nos rodea.

EL TRIGONO

Un arco de 120ª a partir del punto estacionario se corresponde con la cúspide de Leo, moviéndose en sentido contrario a las agujas del reloj, y la cúspide de Sagitario, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj. Como los dos signos representados aquí pertenecen al elemento fuego, el trígono enfatiza una expresión innatamente creativa, cálida, y positiva en su orientación. El trígono evoca un fuerte sentido de autocontentamiento, confianza interna, y bienestar general.

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alcanzar nuestras metas a la manera enérgica y confiada de la cuadratura. Ni estimula una respuesta rápida para actuar cuando se nos presente una oportunidad según el estilo vivaz y energético del sextil. Ya diferencia de la conjunción, que es más automotivada y determinada, el trígono nos permite recibir pasivamente las condiciones benéficas que nos presenta sin el intenso foco de interés y atención característicos de las conjunciones. En principio, el trígono es un aspecto de relajación, paz, recepción armoniosa y respuesta agradable. Opera sin fricción ni molestias. Pero, por carecer de presión, esfuerzo y tensión (es un reductor de tensiones), el trígono no nos brinda el ímpetu necesario para actuar con decisión y de manera desafiante a fin de promover un cambio dinámico. Los trígonos son preservadores del status quo en los asuntos. A este respecto, actúan como grageas calmantes, apaciguando los conflictos potenciales de manera suave, tranquila y no abrasiva. Sin embargo, dado que los planetas implicados en el aspecto no son incitados a confrontar ninguna crisis, a menudo siguen la línea de menor resistencia (a diferencia de la cuadratura). A pesar de ello, los trígonos son altamente creativos. Cuando se utilizan para un beneficio óptimo, son muy talentosos (debido a la fácil fluidez de la autoexpresión). Los trígonos poseen una atracción magnética.

Lo difícil de descubrir es que los trígonos igualan en fuerza a las cuadraturas. Pero debido a que su energía es muy frecuentemente vertida hacia dentro, parecen ser menos influyentes en los asuntos externos. Aunque sin ese foco interior, rara vez somos capaces de atraer lo que deseamos como fácil.

El magnetismo implica receptividad, que a su vez requiere de nuestro foco interior. Si estamos demasiado ocupados activándonos en el mundo, seremos menos capaces de atraer cosas hacia nosotros, ya que estamos más deseosos de impactar a nuestro medio ambiente que en permitirnos ser pasivamente receptivos a ese mismo medio. Así es como los trígonos son más aptos para representar estados internos de conciencia que se manifestarán como intuición creativa, visiones de expresión ideal, o una percepción más plena de los factores que producen la verdadera armonía y síntesis artística. La tendencia es a sentirse inspirado y elevado por nuestros trígonos ya que nos revelan un sentido de perfecta sintonía con sus principios. Los trígonos (incluso los que se forman por progresión o tránsito) reflejan condiciones subjetivas que nos hacen sentir autosatisfechos y seguros. No necesitan proyectarse en el mundo externo para percibir su presencia. Probablemente sea por ese motivo que los trígonos transitantes no se manifiestan siempre por medio de hechos notables. En cambio describen nuestras actitudes subjetivas durante el tiempo indicado por el tránsito en cuestión.

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hacia el placer y algo exhibicionista (por supuesto, mucho depende de la naturaleza de los planetas implicados, Venus trígono a Júpiter será probablemente más alegre y libre en su expresión que Saturno trígono a Plutón). Es un aspecto de expresión vibrante y generosa. Debido a la cualidad fija, el trígono inferior puede verter constantemente su potencial creativo con escasa reflexión. Este aspecto se carga mejor de energía cuando hay elementos presentes de actividad recreativa. Una de las contras de los trígonos inferiores es que buscan la manera más regalada y fácil de hacer las cosas. No están dispuestos a luchar, a trabajar con afán, o a realizar esfuerzos extenuantes para lograr sus deseos. Desde un punto de vista humano, estos trígonos pueden servir de alimento a una naturaleza inútil que ansía ser satisfecha y gratificada a través del esfuerzo ajeno. Usados positivamente, los trígonos inferiores pueden promover el olfato creativo, el despliegue dramático, la demostración activa de talento, y una aptitud natural para hacer teatro (a menudo expresada con mucha vitalidad y necesidad de atención). La habilidad para un liderazgo potencial puede manifestarse con poco esfuerzo, ya que los trígonos inferiores son poderosamente magnéticos y carismáticos. La propia habilidad para brillar, irradiar, atraer la atención, y ganar la aprobación popular promete una salida adecuada a estos aspectos. La gente con una abundancia de trígonos inferiores a menudo se siente especial, afortunada, bendecida, y generalmente no tocada por las usuales penalidades de la vida. Son menos propensos a aceptar la restricción y la limitación como partes de su mundo.

Una sobredosis de trígonos inferiores mal manejados puede crear un «complejo de realeza» por el cual el individuo espera que el mundo gire alrededor de sus deseos exclusivos y autopromocionales. Evitará instintivamente todo lo que requiera trabajo duro y autodisciplina, este individuo se deslizará a través de la vida sin establecer objetivos serios aparte de su realización sensual personal. En la carta de un carácter débil, una sobrecarga de trígonos inferiores puede incitar a vivir demasiado satisfecho consigo mismo como para confrontar los muchos desafíos de la vida. El individuo se cree indebidamente un privilegiado, y carece de la iniciativa y la disposición necesarias como para iniciar él mismo una actividad sin solicitar primero el esfuerzo de los otros a quienes encandila.

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autoestima. La propia capacidad para atraer salidas agradables a la autoexpresión es mínima.

La espontaneidad feliz es menos evidente, así como la disposición a desplegar los propios talentos delante de los demás. Por lo tanto, el individuo tendrá que esforzarse más concientemente para construir esas cualidades en su estructura egoica, si es que desea poseerlas. En general, los trígonos inferiores revelarán áreas de nuestro pasado evolutivo en las que tuvimos que trabajar para iluminar la expresión creativa de los planetas implicados a través del ejercicio de la voluntad. Nuestros beneficios presentes podrían ser el resultado directo de la resolución de conflictos y desafíos en el pasado, cuando estos planetas se hallaban en la fase de cuadratura inferior. Indica grandes esfuerzos del alma si al menos uno de los planetas se halla en su signo de exaltación. Preste el lector una atención especial a los trígonos inferiores que incluyan al Sol, a planetas en Leo, ya la Casa V.

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Rara vez dudamos o infravaloramos nuestras bendiciones aquí; en efecto, tendemos a sobreestimar ingenuamente el factor «suerte».

Una sobredosis de trígonos superiores mal manejados podría producir un optimismo indebido, una fe ciega, o demoras, e irresponsabilidad. Existiría la tentación de dejar de lado los compromisos personales y el intento irreal de escapar y no hacer frente a las cosas desagradables de la vida, deseando permanecer al margen. Hay una cualidad de ensoñación en este trígono que nos vuelve ingenuamente incapaces de captar las señales de tensión en nuestra vida (en especial cuando se involucran Júpiter y Neptuno). En todas las ocasiones, los trígonos superiores nos previenen de no excedernos en las cosas buenas o de extralimitarnos en ciertas actividades, ya que estos aspectos desconocen las limitaciones. Cuando hay pocos o ningún trígono superior, la inspiración rara vez se experimenta, o nuestra visión de los horizontes más amplios disminuye debido a una básica falta de fe, de esperanza" y de caridad. La fuerza de la fe no nos convence fácilmente. Seremos menos propensos a ver la vida desde una perspectiva más amplia y filosófica. Estaremos menos abiertos a aceptar y compartir conceptos idealistas con los demás.

Los trígonos se manifiestan como dones o habilidades especiales que nos esforzamos por conseguir en vidas pasadas. En el pasado, cedimos estas energías positivas a otros, y ahora estas fuerzas benevolentes vuelven a nosotros para facilitarnos y ayudarnos en nuestras vidas, haciéndonos más sensibles al amor ya la sabiduría que emana de nuestro interior.

Los trígonos están aquí para nuestro uso en todo momento.

Si elegimos no expresarnos a través de ellos, se volverán latentes e inactivos (ya que son capaces de una relajación y una quietud completas). Compruebe si un tercer planeta está en cuadratura con uno de los planetas en trígono. Si es así, ese planeta podrá actuar como un catalizador que proveerá al trígono de la suficiente tensión dinámica evitando que se vuelva improductivo. Igualmente, el trígono servirá como un canal curativo que nos ayudará a resolver la tensión creada por la cuadratura interconectada. El planeta que aparezca unido a un trígono ya una cuadratura constituirá un principio altamente vital y transformativo en la vida del individuo, capaz de disparar el crecimiento dinámico una vez que haya sido convenientemente comprendido y valorado.

LA SESQUICUADRATURA

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la semi-cuadratura.

No es sorprendente, ya que se corresponde con los elementos de agua y fuego, más volátiles y emocionales que la tierra y el agua. El matiz correspondiente a la cualidad fija sugiere que la obstinación es todavía un problema. Básicamente, interpreto las sesquicuadraturas como las consecuencias resultantes (énfasis del Hemisferio Occidental) de una falta de serenidad y autorrestricción en las situaciones interpersonales.

Si se quiere canalizar este aspecto con eficiencia, el individuo debe aplicar a su vida más autocontrol y equilibrio emocional, ya que tiende a reaccionar irracionalmente o a comportarse sin moderación a expensas de los demás. Debido a la intensidad de la combinación agua-fuego, la sesquicuadratura tiende al extremismo en el comportamiento, ya la inconsistencia en la expresión. Este aspecto también parece envolver un alto grado de trastornos repentinos y rupturas inesperadas que aturden, sorprenden o sacuden temporariamente nuestras sensibilidades y/o aquellas de quienes se confrontan con nosotros.

Con este aspecto, reaccionamos ante los conflictos menores de manera violenta, lo que desequilibra las situaciones o las vuelve desproporcionadas. Somos fácilmente incomodados, emocionalmente inestables, ya menudo en contra del giro imprevisto que toman los acontecimientos fuera de nuestro control. Nuestra falta de eficiencia en el control de la situación nos produce resentimiento y un cierto enojo. Las situaciones bajo este aspecto tienden a desplomarse o a hacerse añicos en el último momento, lo que nos dejará con un sentimiento momentáneo de dispersión y desorganización. Al igual que la semi-cuadratura, este aspecto nos invita a ser más calmos, pacientes, y objetivos. Nuestra expresión externa de insatisfacción interior con respecto a los problemas sólo sirve, la mayoría de las veces, para azuzarlos, ya que nuestras reacciones suelen ser inapropiadas para la ocasión en juego. La tendencia de este aspecto a dramatizar excesivamente los temas que le atañen conduce a formar juicios erróneos.

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personal de orgullo y del honor son a menudo cualidades poco enraizadas, cualquier crítica la pondrá a la defensiva. El impulso por sentirse importante lo llevará a comportarse de forma dominante, los demás encontrarán esta actitud ofensiva y poco agradable. La tendencia aquí es a actuar demasiado egoístamente a expensas de los demás.

El decanato de Sagitario marca un impulso subyacente por exagerar o extralimitar la autoexpresión. La tendencia a ignorar o desafiar indirectamente las restricciones impuestas por el medio ambiente es característica de este aspecto. Exigimos una completa libertad del control de los demás, pero a menudo intentamos establecerla de manera inmadura y torpe. Existirá una fe sin cuestionamientos sobre la rectitud de nuestras actitudes. El dwad de Acuario enfatiza todavía más la rebelión, e introduce un elemento de respuesta impredecible que parecerá no guardar relación con los ritmos ajenos.

Nuestra habilidad para crecer a través de los asuntos interpersonales necesitará de nuestra voluntad para ajustarse y reorientar nuestros deseos que se basan en un mayor reconocimiento y respeto por las necesidades ajenas (un concepto que comienza a tomar forma en la fase del quincucio inferior). Debido a que nos presiona a aceptar los límites de nuestra voluntad, la sesquicuadratura inferior destila un cierto malestar y frustración cada vez que intentamos forzar nuestros requerimientos intransigentes en las relaciones.

Nuestra aproximación autocrática a los asuntos rara vez produce los resultados satisfactorios que confiadamente anticipamos, en cambio casi siempre los resultados son menores que nuestras expectativas. Surge una disonancia interna cuando llegamos a darnos cuenta de que no podremos hacer siempre lo que deseamos. Sin embargo esa desavenencia es imperativa para motivarnos a ser más analíticos y selectivos en nuestro uso del poder creativo.

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antagonismo y resentimiento mutuos. Igualmente, sus intentos por alterar nuestros patrones de comportamiento es interpretado como acoso y dominación. Las interpretaciones erróneas resultantes provocan rupturas y alejamientos temporales. Creamos más tensión al seguir insistiendo y al no razonar respecto a nuestras exigencias.

La sesquicuadratura superior pone a prueba nuestra habilidad para tolerar y aceptar genuinamente a la gente como verdaderamente es. Dado que este aspecto sigue al purificador quincucio superior, representa un- nuevo surgimiento de energía que ha hecho su camino a través de un renacimiento de los valores. Sin embargo, nuestra transformación de conciencia no debería incitarnos a forzar a otros a reformarse según nuestra nueva visión. Si pensamos aplicar humanamente los impulsos inspirativos más elevados representados por el trígono superior que sigue a este aspecto, deberemos seguir trabajando en la purificación de los residuos negativos de nuestra personalidad (puntos ciegos emocionales) que de otra forma restringirían nuestra habilidad para expandir la conciencia segura y sabiamente. Aunque exteriormente menos volátil que la sesquicuadratura inferior, la fase superior puede ser más inquieta en la satisfacción de sus metas. El dwad de Tauro enfatiza la actitud obstinada y .rebelde que deberá ser re evaluada. El decanato de Piscis implica un potencial para la percepción equivocada o la distorsión, es decir la autodecepción, en lo que respecta a nuestra motivación para «rehabilitar» a los demás. Cualquier intento por actuar de forma desviada confundirá aún más las cosas. La percepción profunda ligada con este aspecto no debería estimularnos a procurar dominar las situaciones de forma encubierta. Si no se libera a través de cauces sociales apropiados, la insatisfacción crecerá y podrá producir una liberación explosiva de tensión emocional.

EL QUINCUCIO

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organizados, y eficientes en el manejo de las actividades representadas por los planetas. Hasta entonces, el quincucio apunta con precisión hacia cómo y dónde tendemos a agotar las fuerzas de manera fortuita y no productiva durante un tiempo hasta que aprendemos a sintetizar. Sin embargo, en un intento por alinear adecuadamente nuestros impulsos, el quincucio trabaja constantemente (aunque de forma indirecta) para ayudarnos a regular nuestra expresión de los mismos con mayor control y disciplina. Su papel básico es el de romper y suprimir esas actitudes no efectivas que interfieren nuestro crecimiento.

Normalmente, esas actitudes agotadas no nos resultan tan obvias. Los conflictos aquí no evocan tan dramáticamente una situación de crisis como en el caso más enfático e impulsor de la cuadratura, ni es la perspectiva general de los asuntos en juego tan crítica como en la oposición. Podría considerarse al quincucio como un problema "que no cesa", y que se prolongo durante un lapso expandido de tiempo. Carece de la intensidad de la fuerza de impacto requerida para sacar esta tensión a la superficie de la conciencia hasta que, casi de forma predestinada, las circunstancias se desarrollan forzándonos a otorgarle nuestra máxima atención. Usualmente, en este punto, se manifiestan una cantidad de problemas irritantes e interrelacionados, que nos fuerzan a realizar acciones intencionadas para resolver los asuntos de una vez y para siempre. Y aunque estos dilemas aparecen en nuestra vida de repente, en realidad han estado operando durante largo tiempo. Este fenómeno parece aplicarse especialmente al esquema de doble quincucio llamado Yod, que discutiremos en detalle en el capitulo posterior. Observe el lector que el quincucio relaciona signos de elementos incompatibles según la astrología tradicional (fuego-tierra, tierra-aire, aire-agua, agua-fuego) y además conecta signos de cualidades diferentes (cardinal-mutable, mutable-fijo-fijo cardinal). El único aspecto similar en configuración es el semi-sextil. La diferencia aquí sin embargo es que el quincucio se relaciona más con la oposición que con la conjunción y por lo tanto debe luchar con una mayor polarización de fuerzas. Esto significa que con este aspecto la desorganización puede ser un problema, aunque a otro nivel una desigualdad tan marcada puede indicar una capacidad especial para manejar una diversidad de factores. Quizás las cosas de naturaleza desordenada y sin coordinación nos incomodan menos y podemos seguir funcionando a pesar de un arreglo tan irregular; pero yo creo que esta habilidad es poco común. Dado que el quincucio es un aspecto internalizador (énfasis tierra-agua), las molestias se vuelven hacia dentro, interfiriendo con el bienestar del cuerpo y del alma (los quincucios son conocidos por su proclividad a producir enfermedades somáticas y mentales de naturaleza drenante y desintegradora).

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de la salud", debido a su propensión a desorganizar los patrones energéticos a nivel físico. Su presencia en la carta natal debería alertarnos ante la posibilidad de un mal funcionamiento somático, especialmente si los planetas involucrados se relacionan con las casas 1, 6 o sus regentes. Normalmente experimentamos al quincucio inferir a través de las frustraciones en nuestras actividades diarias (especialmente laborales), hasta que aprendemos a realizar los ajusten necesarios que nos convertirán en individuos mas competentes, eficientes, ordenados y perfeccionistas en alguna técnica o habilidad. Hasta que analicemos lo que se requiere de nosotros aquí, estaremos fuera de foco y un tanto indecisos sobre como corregir ciertos defectos menores que mantienen las áreas problemáticas sin resolver, y nos sentiremos incómodos con nosotros mismos. Debido a que el quincucio inferior tiene un matiz de Mercurio fusionado en su naturaleza (que enlaza a su vez con la cualidad mutable) señalará como y donde deberá realizarse un ajuste mental, antes que los cabos sueltos sean conscientemente reconocidos y claramente allanados, debemos discernir como podemos unir armoniosamente nuestras fuerzas, para que funcionen de manera práctica y operable. Nuestra percepción de las actitudes que necesitan cambios se irán objetivando a través de las circunstancias diarias, y especialmente de aquellas que ponen a prueba nuestra capacidad de servir y asistir a los demás útilmente. El quincucio inferir nos enseña que el poder creativo, alcanzado plenamente en la fase de trígono inferior, debe ser controlado adecuadamente a través de la discriminación, si se quiere lograr un estado de mayor perfección.

Referencias

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