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Manual de ayuda para personas con discapacidad intelectual

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MANUAL DE AYUDA

PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD

1

NTELECTUAL

(2)
(3)

MANUAL DE AYUDA

PARA PERSONAS

CON DISCAPACIDAD

1

NTELECTUAL

(4)

2° edición, febrero 2013

©Troa, Madrid 2012

C/ Serrano 80, 1°

28006 Madrid

www.troafundacion.es

Edición: Fundacion TROA

Diseño y Maquetación: Patricia Diz Pazos

Ilustraciones: Realizadas por niños en talleres de actividades de la Fundación Desarrollo y Asistencia (DA) Fotos: Cedidas por DA

Depósito Legal: M-2988-2013

Impresión y encuadernación: Vil lena Artes Graficas

Impreso en España

(5)

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

NOCIONES BÁSICAS DE LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL

1

¿Qué es la discapacidad intelectual/retraso mental? 1 O

¿Sólo afecta a la inteligencia? 11 ¿Cuál es su origen? 13 ¿Tiene cura? 14

QUÉ HACER TRAS El DIAGNÓSTICO

2

¿Y ahora qué? 18 El certificado de minusvalía 18 Las asociaciones 21 Atención temprana 23

LA FAMILIA -Los padres 30

Los hermanos 37 La familia extensa y los amigos 41

El VOLUNTARIADO - - - i El voluntariado 46

DESARROLLO AFECTIVO SEXUAL

El afecto 54

S

La educación afectivo-sexual 57

EDUCACIÓN - - - i Importancia de la educación 62

La escolarización 63

TRANSICIÓN A LA VIDA ADULTA - - - i Acceso a la vida adulta 72

Servicios laborales-ocupacionales 73 Servicios asistenciales en la edad adulta 75

ENVEJECIMIENTO - - - 1 Incapacitación judicial 81

Patrimonio protegido 82

OCIO - - - i El ocio y las personas con discapacidad intelectual 86

(6)

,

(7)

El Convenio sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de

Naciones Unidas, indica en el artículo 19 que las personas con discapacidad han de

tener "acceso a una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y

otros servicios para facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar

su aislamiento o separación de ésta". Y, para ello, señala como importante el marco

del ocio y tiempo libre: "A fin de que las personas con discapacidad puedan

partici-par en igualdad de condiciones con las demás en actividades recreativas, de espartici-parci-

esparci-miento y deportivas". En este marco, en la Comunidad de Madrid existe una

deman-da real de 16.718 menores de 18 años con alguna discapacideman-dad. De éstos,

aproxima-damente, 10.000 de ellos son alumnos de centros públicos.

Por este motivo Desarrollo

y

Asistencia inició su programa de actividades

para personas con discapacidad intelectual, en 1999 con alumnos de centros de

educa-ción especial y ocupacionales públicos. Es un programa de actividades de ocio y tiempo

libre en fin de semana, así como acompañamiento en domicilio, encaminado a facilitar

un tiempo libre normalizado para todos ellos, al tiempo que se apoya a sus familias y se

les da un respiro. En las actividades, el tiempo es compartido con más de 300

(8)

Desde hace cinco años, también se han incorporado familias voluntarias al

comple-to que encuentran, además, un momencomple-to de vivir en familia el ocio, la solidaridad y

la educación en valores.

Este programa ha ido creciendo y mejorando gracias a la participación de

todos. Sería difícil separar a los grandes protagonistas del mismo -las personas con

discapacidad intelectual- de sus familias, los centros educativos donde pasan gran parte

del tiempo y bajo cuya supervisión trabajamos, y -como suelen decir- "sus voluntarios':

Desde este trabajo común se han ido creando líneas que enriquezcan el programa

global, como han sido los encuentros de formación con la profesora de Educación

Espe-cial del Centro Universitario Villanueva, Ma del Mar González Noriega, autora del presente manual.

Al hilo de estos encuentros y de otras conversaciones, se vio la necesidad de

elaborar un sencillo pero completo manual que permitiera tanto a las familias como a los

voluntarios tener una referencia sobre el mundo de sus hijos o amigos, y la manera de

compartir con normalidad su vida, ayudándoles lo mejor posible. Es por ello una gran

(9)

Quiero agradecer a la autora el excelente trabajo que ha realizado; y a Ma del

Valle Pinaglia, Directora del Programa de Actividades con Personas con Discapacidad de

Desarrollo y Asistencia, el empeño personal que ha puesto por que esta iniciativa saliera

adelante. Asimismo, a CEPSA por haber creído en la idea y habernos apoyado para sacar

adelante una nueva edición en papel y digital del manual.

Ahora sólo queda animaros a todos a leerlo, y a confrontarlo con vuestra personal

expe-riencia de encuentro con los auténticos protagonistas de este gran proyecto, sin los cuales

no tendría sentido seguir adelante.

Rafael Izquierdo

Presidente

Desarrollo

y

Asistencia

(10)
(11)

DISCAPACIDAD

INTELECTUAL

¿QUÉ ES LA DISCAPACIDAD INTELECTUAL/RETRASO MENTAL?

¿SÓLO AFECTA A LA INTELIGENCIA?

¿CUÁL ES SU ORIGEN?

(12)

/10

'

¿QU~ ~S

LA DISCAPACIDAD

INT~L~CTUAL/R~TRASO M~NTAL?

El retraso mental es una discapacidad que se caracteriza por manifestar limitaciones

signifi-cativas en el funcionamiento intelectual y también en la conducta adaptativa tanto en lo que se refiere a habilidades prácticas, sociales

y

conceptuales. Esta discapacidad comienza

antes de los 18 años1•

Según la definición anterior, para determinar la existencia de una discapacidad intelectual

se tienen que dar las tres condiciones siguientes:

-Baja capacidad intelectual: puntuación menor de 70 en un test de inteligencia.

-Comienzo en edades tempranas. No se puede considerar que una

discapaci-dad intelectual se adquiera en la ediscapaci-dad adulta.

-Que provoque una disminución en las habilidades adaptativas: el conjunto

de capacidades que permiten a la persona adaptarse y ser funcional en

entor-nos familiares, escuela, trabajo, etc.

La discapacidad intelectual NO significa menor

(13)

1

¿soLO AFECTA A LA INTELIGENCIA?

No, la discapacidad intelectual no sólo afecta a la inteligencia sino que también puede tener

consecuencias en muchas de las

habilidades de conducta adaptativa

como en las siguen tes:

•Comunicación: Pueden manifestar dificultades para comprender y transmitir

información simbólica, dificultades para utilizar el lenguaje oral, etc.

•Autocuidado: Pueden presentar limitaciones en la realización de actividades

de aseo personal, vestido/desvestido, comida, higiene, apariencia física, etc.

•Vida en el Hogar: Pueden requerir ayuda para realizar tareas propias del

hogar como limpieza, orden, cuidado de la ropa, etc.

•Habilidades Sociales: Pueden tener dificultades para iniciar, mantener y

finali-zar una interacción, entender pistas sociales, ironías, etc.

•Uso de la Comunidad: Pueden necesitar ayuda para utilizar transportes

públi-cos, hacer compras, hacer papeleos, etc.

·Autodirección: Pueden manifestar dificultades para realizar sus propias

elecciones: diseñar un horario, elegir una actividad, diseñar un plan, etc.

•Salud y Seguridad: Pueden tener problemas para la conducta alimenticia

(comer todo lo que quieren o a cualquier hora), identificar los signos de una

enfermedad, seguir las pautas de un tratamiento, etc.

(14)

cogniti-112

vas (simbolización, abstracción, generalización, ... ) y dificultades en los aprendizajes

acadé-micos (dificultades para aprender a leer, sumar o restar, etc.) .

.OCio y Tiempo Libre: Pueden tener dificultades para desarrollar y manifestar sus intereses y preferencias, hacer elecciones personales, planificarse el tiempo de ocio, etc.

·Trabajo: Pueden necesitar ayuda para desempeñar habilidades laborales específi-cas y generales, cumplir horarios, establecer conductas sociales propias del entorno laboral, etc.

No todas las personas con discapacidad intelectual tienen dificuftades en todos los ámbitos

deta-llados anteriormente ni con la misma intensidad. Cada persona con discapacidad intelectual es diferente, tiene habilidades diferentes y es capaz de llegar a metas de funcionamiento, esto es,

aprendizajes diferentes.

Lo importante en cada caso es identificar, en todos los ámbitos donde pueden manifestar

dificul-tades, el nivel de apoyo que requieren para mejorar su conducta y actividad, con la posibilidad de

ofrecer apoyos más puntuales (en el inicio de la actividad, en actividades más novedosas), más

intensos (necesita que se supervise su actuación en cada tarea) o bien generalizados (con

indica-ciones verbales o ayuda física presentes en todo momento).

Se puede decir, por tanto, que la discapacidad intelectual

(15)

Es importante matizar que apoyo puede definirse como aquella persona, relación, objeto,

entor-no, actividad o servicio que responde a alguna necesidad de la persona con discapacidad

intelec-tual y le ayuda a conseguir sus objetivos y su plena participación social.

¿cuÁL (;:S SU ORIG(;:N?

No existe un único origen para la discapacidad intelectual; tanto es así que muchos

son los factores que se consideran causantes de la deficiencia mental:

biomédicos,

sociales, comportamentales

y

educativos.

Si bien en muchas ocasiones desconocemos el origen de la discapacidad intelectual, en otras viene

asociada a enfermedades y discapacidades como por ejemplo la parálisis cerebral, el síndrome de

Down, el síndrome de PraderWilli, el síndrome de X frágil o el autismo.

Es

muy importante conocer si la discapacidad intelectual está asociada a otra enfermedad o disca-pacidad para poder así identificar qué características o necesidades son específicas del retraso

mental y cuáles son propias del trastorno que acompaña a la discapacidad intelectual. Por ejemplo,

las dificultades en el desarrollo del lenguaje oral o las dificultades en la interacción social cuando se

padeceautismoolasdificultadesparaarticularcorrectamente (disartria) en los niños con

(16)

/14

¿TI~N~

CURA?

La discapacidad intelectual no tiene cura, pero no se puede considerar una

situa-ción inmodificable ya que

con los apoyos adecuados los niveles de

funcionamien-to

de las personas mejoran notablemente,

tal y como hemos comentado previa-mente.

(17)

...

IC':\

'

/

~~-Los objetivos a lograr en todas las personas con discapacidad intelectual son:

•Conseguir el mayor nivel de autonomía posible: que decidan y hagan

todo lo que puedan.

•Lograr los mayores niveles de independencia o interdependencia:

que hagan las cosas por sí mismos, aun necesitando ayuda.

•Alcanzar su integración en la sociedad: participando y compartiendo

con el resto de las personas de su entorno y en el contexto más natural (la familia, la

escuela, los espacios de ocio, el trabajo, etc.).

(18)
(19)

,

DIAGNOSTICO

¿Y AHORA QUÉ?

EL CERTIFICADO DE MINUSVALfA

LAS ASOCIACIONES

(20)

/18

¿y

A~ORA QU~?

Lo primero a saber tras conocer que su hijo/familiar tiene una discapacidad

inte-lectual es que no está solo, existen multitud de recursos sanitarios, educativos y

sociales a su disposición.

Es muy importante conocer y localizar dichos recursos en la comunidad pues eso

permitirá que el hijo/familiar viva en el entorno más adecuado a sus

característi-cas posibles, un entorno de oportunidades, rico en estímulos y apoyos.

Existe un primer paso a dar para acceder a esos servicios de apoyo: tramitar el reconocimiento legal de la discapacidad de la persona con discapacidad a través

del certificado de minusvalía para poder optar a los recursos personales,

educati-vos, de rehabilitación, etc. que pueda necesitar.

(;:L C(;:RTI!=ICADO 0(;: MINUSVALÍA

¿Qué

es?

El certificado de minusvalía es el documento legal que permite tener acceso a los servicios

y los recursos de los que disponen las personas con discapacidad. Para obtener este

(21)

cado es indispensable la obtención del reconocimiento del grado de discapacidad.

En ocasiones, a los padres o familiares les puede resultar doloroso solicitar el

certificado de minusvalía pues entienden que si lo tramitan le están otorgando a

su hijo un menor valor social, pero esto no es así.

Pese a lo desafortunado de su nombre (minus-valía), en realidad con su

tramita-ción estamos dando a la persona con discapacidad intelectual un mayor número

de oportunidades, facilitándole el acceso a los recursos del entorno, y eso nunca

le resta valor.

¿Es necesario?

No es obligatorio obtener el certificado de minusvalía pero sí necesario, ya que

sin él no se puede optar a muchos de los recursos y beneficios que se ofrecen

para las personas con discapacidad y sus familias.

¿Para qué sirve?

El certificado de minusvalía es un documento oficial que otorga derecho a la

persona con discapacidad, o a sus familiares, para acceder a determinados

bene-ficios sociales y económicos entre los que destacamos los que aparecen en la

(22)

Tratamientos rehabilitadores y de apoyo

Recursos y apoyos educativos

Prestaciones familiares

Pensión no contributiva (PNC) por invalidez

Prestaciones LISMI

Recursos para el empleo

Acceso a la vivienda de protección pública

Acceso a servicios de asistencia

Beneficios fiscales

Recursos facilitadores de la movilidad

Otras ayudas y servicios

/20

Como los ofertados en los centros de atención temprana.

Plazas de integración escolar o escolarización en centros de educación especial.

Asignación económica por hijo o menor con discapacidad acogido a cargo, o mayores de 18 años con un grado de discapacidad igual o superior a 65%

Asistencia sanitaria y prestación farmacéutica, subsidio de movilidad, compensa-ción para gastos de transporte.

Acceso a las medidas de fomento del empleo para personas con discapacidad; adaptación del puesto de trabajo; adaptación de pruebas seleáivas en el acceso al empleo público; jubilación anticipada.

Plazas en centros residenciales, centros de día, etc.

Ayuda de tercera persona para desplazamiento a lugar de trabajo, movilidad reducida, necesidad de vivienda adaptada, etc.

Tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida; bonotaxi; reducciones en medios de transporte.

Que se contemplen en los organismos competentes en materia de Servicios Sociales ya sean municipales, autonómicos o estatales, o de la iniciativa privada

(23)

¿Dónde lo puedo obtener?

Este certificado de minusvalía lo expiden los Centros Base

dependientes de la Consejería de Servicios Sociales. Su

solici-tud se puede tramitar desde los servicios sociales de cada

ayuntamiento. En el anexo se puede encontrar la relación de

Centros Base de cada comunidad autónoma.

Tras su solicitud se recibe la notificación de una fecha para

acudir a revisión. Dicha revisión consiste en la valoración de la

persona con discapacidad intelectual por un equipo

multipro-fesional: médico rehabilitador, psicólogo, trabajador social,

pedagogo.

LAS ASOCIACIONES

¿Qué son?

Existen multitud de organizaciones sin ánimo de lucro para

personas con discapacidad intelectual y sus familias. Son

entidades sumamente importantes ya que son las que mejor

(24)

/22

discapacidad intelectual y sus familias; las que defienden sus derechos ante la sociedad (y la

Administración); las que informan a las familias de los recursos existentes y las que

ofrecen servicios de atención. Además de todo lo anterior, en las asociaciones

exis-ten otros padres con las mismas inquietudes, experiencias y dudas con los que

com-partir y aprender.

¿En qué me pueden ayudar?

El mayor valor de estas entidades es que proporcionan orientación e información y, a su vez,

recursos y servicios de atención adecuados para las personas con discapacidad intelectual

y sus familias.

Algunos de los servicios que pueden ofrecen estas asociaciones son:

-Centros de atención temprana.

-Escuelas de padres.

-Servicios de ocio.

-Centros de día, centros ocupacionales.

-Servicios de intermediación laboral y centros especiales de empleo.

Estas entidades cuentan a su vez con una red de voluntariado que facilita la realización de

actividades de ocio y de otra índole (acompañamiento, respiro familiar, etc.). Estas

(25)

suponen además una gran ayuda para las familias con hijos con discapacidad. Por su

importancia, se dedica un apartado específico más adelante, cuando se habla de la familia.

¿Dónde puedo encontrarlas?

Bien a través de servicios sociales o bien a través de internet es fácil informarse de las

asociaciones para personas con discapacidad intelectual que existen en el municipio o

comunidad autónoma correspondientes. Para facilitar la tarea de búsqueda, en el capítulo

de entidades se incluye una relación de aquéllas más importantes o significativas.

,

AT~NCION T~MPRANA

Una vez obtenido el certificado de minusvalía y realizados los contactos con los recursos

disponibles en la comunidad respectiva es importante acceder a servicios de atención

temprana.

¿En qué consiste la atención temprana?

La atención temprana hace referencia a todas las intervenciones sistemáticas y

planifica-das que se desarrollan para niños con discapacidad, o en riesgo de padecerla, con el

objeto de prevenir y compensar sus dificultades en el desarrollo durante los seis

(26)

/24

La atención temprana implica todas las actuaciones a desarrollar con los niños con

discapa-cidad intelectual menores de 6 años que se pueden realizar desde los contextos que se ven

en la siguiente figura:

-Centros de salud

-Centros hospitalarios

-Escuelas de padres

-Servicios de ocio infantil

SERVICIOS SANITARIOS

MOVIMIENTO ASOCIATIVO

-Centros de atención temprana

SERVICIOS SOCIALES

SERVICIOS EDUCATIVOS

-Centros base

-Centros atención temprana

-Escuelas infantiles

-Colegios de educación

infantil y primaria

-Equipos de orientación

(27)

¿Por qué es importante?

La atención temprana es sumamente importante ya que en los seis primeros años de

vida existe una gran plasticidad neuronal del cerebro y se produce la gran expansión

del desarrollo. Por ello se considera el momento idóneo para trabajar con niños con

discapacidades, o en riesgo de padecerlas, para conseguir los mejores avances en su

desarrollo global (en el lenguaje y la comunicación, en el desarrollo motor, en su

desa-rrollo cognitivo y en las habilidades socio-afectivas). En este período los niños son más

vulnerables a los tratamientos y por tanto la estimulación es más eficaz.

Los centros de desarrollo infantil

y

atención temprana: CAT/CDIAT

Si bien todas las actuaciones dirigidas a población con discapacidad antes de los seis

años, con propósito de estimular el desarrollo, son atención temprana, existe un

servi-cio que se identifica en mayor medida con ella: los Centros de Desarrollo Infantil y

Atención Temprana. Son centros que ofrecen servicios ambulatorios de tratamiento y

rehabilitación que atienden a la población de O a 6 años con trastornos en su desarrollo

(28)

/26

Ofrecen distintos tipos de intervenciones para el niño con discapacidad intelectual:

-Intervención directa sobre el niño:

diagnóstico, intervención

y

segui-miento.

Se planifican sesiones de fisioterapia, logopedia, estimulación cognitiva, psico-terapia, psicomotricidad, etc.

-Intervenciones dirigidas a las familias con el fin de darles

informa-ción

sobre los problemas en el desarrollo del niño (qué le pasa);

asentar unas

expectativas

realistas sobre la situación actual (qué capacidades y limitaciones

tiene) y el pronóstico del mismo (qué podrá hacer en el futuro);

provocar una

actitud positiva

hacia la colaboración con el centro de desarrollo y sus

profe-sionales y

dar pautas

a la familia para mejorar el desarrollo del niño. También

desde estos centros se detectan situaciones carenciales y de necesidad del

entorno familiar (qué cosas se pueden mejorar), con el propósito de generar

intervenciones más amplias o localizar los servicios y recursos adecuados para

la misma (qué ofrece el entorno) a través del trabajo social. La atención a los

padres se puede dar de forma individual o de forma colectiva (por ejemplo con

la existencia de escuelas de padres, charlas formativas, grupos de apoyo, etc.).

En estos centros los padres y hermanos conocen a otras familias con hijos con

(29)

En su mayoría estos centros pertenecen a entidades priva-das sin ánimo de lucro (asociaciones o fundaciones) que tienen los servicios concertados con la administración y, por tanto, resultan gratuitos.

Otros lugares donde existen servicios ambulatorios de atención temprana son algunos centros base (donde se expide el certificado de minusvalía) y algunos hospitales.

Se puede pedir información sobre los Centros de Atención Temprana en los servicios sociales de los ayuntamientos o en los centros base, tras el reconocimiento para la obten-ción del certificado de minusvalía.

,.

,

Intervenciones dirigidas a las familias con el fin de asentar

unas expectativas realistas

y

dar pautas a la familia para mejo

(30)
(31)
(32)

/30

LOS

PADR~S

Sentimientos

No es infrecuente que ante el nacimiento de un hijo con discapacidad intelectual los

padres, y el resto de la familia, tengan sentimientos encontrados. Por un lado los propios

de la felicidad causada por el nacimiento de un hijo, por otro lado sentimientos de pena,

preocupación, inseguridad, incertidumbre, sensación de estar perdidos, de no saber

qué hacer tras conocer la noticia de que su hijo recién nacido tiene una discapacidad

intelectual.

Si bien estos sentimientos son frecuentes, es necesario que los padres busquen el apoyo

y la información necesaria para desarrollar sentimientos y afectos positivos, esto es,

estar cuanto antes a disposición de su hijo y cubrir sus necesidades: amor, vínculo,

segu-ridad, etc.

Estos sentimientos negativos, que provocan malestar y tristeza, tienen que ver con

concepciones erróneas de lo que es una persona con discapacidad intelectual, y con la

Es muy importante no culpabilizarse por los sentimientos

m

(33)

inseguridad que produce no saber si serán capaces de criar o educar a un niño con estas características; por ello, es importante buscar información y asesoramiento.

Estar en contacto con otros padres en la misma situación ayuda a normalizar y canalizar los propios sentimientos. A tal fin, existen escuelas de padres especialmente creadas para familias con hijos con discapacidad intelectual o programas como "Padre a padre"

donde padres nuevos comparten sus experiencias, miedos, expectativas, con padres

"expertos'~

(34)

/32

Orientaciones

No existe una regla de oro a seguir en la crianza y educación de los niños con discapacidad intelectual ya que, como se ha mencionado en el primer capítulo, se caracterizan por ser diferentes entre sí, con potencialidades y limitaciones propias de cada uno que hace que sean singulares e irrepetibles. No obstante, se pueden ofrecer algunas orientaciones generales que ayudan a educar y estimular a los niños con discapacidad intelectual.

Qué es adecuado hacer con un hijo con discapacidad

inte-lectual:

•Querer: ver primero al hijo y luego su

discapaci-dad. Es un niño con muchas características físicas (rubio 1

moreno, alto 1 bajo, regordete 1 delgado, etc.) y psíquicas (cariñoso, alegre, introvertido, independiente, responsable, inquieto, juguetón, etc.) y no sólo un niño con discapacidad.

·Educar: la discapacidad no es incompatible con la

(35)

mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad es su educación: conseguir

que aprendan todo lo que puedan es darles mayor autonomía.

·Poner límites: los necesitan y la discapacidad no los pone. Como

cual-quier niño es importante que conozcan las reglas del juego, qué cosas se pueden hacer y cuáles no. Tienen que aprender que lo bien hecho tiene recompensas y lo mal hecho tiene costes. Decir NO a una mala conducta fomenta y facilita sus posibilidades de

integra-ción.

•Compartir: toda la familia se debe implicar en todo lo que tenga que ver

con el miembro con discapacidad intelectual, en su educación, en su cariño, en su disfrute. No se debe ver al hijo con discapacidad como una carga sino como un miem-bro más de la familia. Es importante que todos compartan y aprendan a relacionarse y a convivir con él.

•Buscar recursos: si hay algo que caracteriza la vida de las personas con

(36)

/34

Qué NO es adecuado hacer con un hijo con discapacidad intelectual:

.Culpar: nadie tiene la culpa de la discapacidad, ni la familia ni los propios afectados.

Es mejor pensaren las soluciones

y

los caminos a tomar

y

no pensaren lo que pudo haber sido de

no haber existido la discapacidad intelectual.

·Sentir lástima: la pena no rehabilita sino todo lo contrario. Hay que mirar a las

personas con discapacidad como personas llenas de posibilidades y no de limitaciones, fijándose

bien en todo lo que pueden aprender y hacer, pues la lista es infinita.

•Ignorar: tienen discapacidad pero a pesar de ello sienten, ven, oyen, perciben. No

es bueno hablar delante de ellos sin contar con ellos, ni opinar por ellos, ni responder por ellos.

Hay que tenerlos en cuenta y hacerlos partícipes, incluso cuando no son capaces de hablar. con

una mirada o un gesto se puede interpretar lo que quieren .

.Comparar: cada niño es diferente, con y sin discapacidad. Las comparaciones

pueden situarle en desventaja ya que existe la tendencia de atender a aquello que no pueden

hacer y que los niños de su edad o sus propios hermanos hacen. Estas comparaciones no

benefi-cian a nadie y no dan información provechosa ya que el desarrollo de un niño con discapacidad

intelectual es diferente, hay que respetarlo y estimularlo. Muchas veces sus metas no serán las

(37)

•Sobi'EH!Stimular: es importante trabajar con el niño pero respetando su ritmo y

evolu-ción. Necesitan estimulación pero no que su vida se convierta en una continua sesión de tratamiento

y rehabilitación. Todas las áreas del desarrollo son importantes: el lenguaje, las relaciones personales, el

desarrollo motor, el desarrollo afectivo. Ninguna de estas áreas puede estimularse sin tener en cuenta

el resto, por tanto hay que asegurar un desarrollo afectivo seguro, donde los niños sean felices, se

(38)

/36

•Identificarse: no es recomendable ponerse en su situación; pensar y sentir por

ellos no acerca a las personas a su realidad. Frases como "si yo fuera él. .. ': "si a mí me ... " no

ayudan a conocerlo ya que no hay por qué ver el mundo con los mismos ojos y con este

ejerci-cio de identificación se les sustituye, adjudicándoles las inquietudes, intereses, decisiones que

nos les son propias. Es mejor tratar de averiguar, apoyándose en las características del propio

hijo, (su edad, sus vivencias etc.) qué puede pensar él y, lo que es mejor aún, preguntárselo.

Cuidar al cuidador

Durante los últimos años se han generado una serie de recursos de atención para los cuidadores

principales de las personas con discapacidad. El motivo radica en la identificación de mayores

tasas de estrés, ansiedad y depresión en aquellas personas que cuidan asiduamente de personas

con discapacidad y alto nivel de dependencia. Está sintomatología se produce en mayor medida

en aquellos cuidadores principales más desprotegidos y sin redes de apoyo social o recursos de

atención.

Es importante evitar estos procesos de malestar y cansancio en el cuidador de la persona con

discapacidad, dado que esta situación de dependencia se mantiene a lo largo de todo el ciclo vital.

Por ello es importante:

-en la medida de lo posible, repartir responsabilidades entre todos los miembros

(39)

acompaña-miento y apoyo a la persona con discapacidad, nadie se convierte en el eslabón imprescindible.

Esto requiere que el cuidador principal aprenda a delegar en otros miembros de la unidad familiar;

-que existan tiempos y espacios de descanso donde el cuidador principal pueda

dedicarse tiempo a sí mismo. Existen programas de respiro familiar que facilitan la existencia de

esos tiempos. El cuidador no ha de sentirse mal por necesitar tiempos de descanso, todas las

personas los precisan;

-identificar qué recursos existen en nuestra comunidad para ser utilizados por la

persona con discapacidad o bien por sus cuidadores principales.

LOS

~~RMANOS

Los grandes olvidados

Cuando nace un hijo con discapacidad intelectual, o bien se diagnostica la presencia de la

misma, la familia puede sufrir una serie de cambios derivados de las exigencias nuevas a

incorporar en la dinámica familiar:

-El aumento de consultas médicas: revisiones, evaluaciones, intervenciones, etc.

-La asistencia al centro de atención temprana varios días por semana.

-La búsqueda de recursos optimizadores.

(40)

/38

un descenso en el tiempo de dedicación a sus otros hijos. Esta situación, que en muchas ocasiones es inevitable por la propia realidad vital, tiene que ser reconocida y atendida por los padres.

Algunos hermanos manifiestan verbalmente su malestar por el poco tiempo que compar-ten con sus padres: "nunca estáis conmigo ... ""siempre os vais con mi hermano ... ""yo hoy también estoy malito ... ';o bien manifiestan cambios en la conducta en forma de rabietas, alteraciones del sueño, etc. Es importante entender que el mensaje oculto en esas conduc-tas es lo importante: quiero espacio y tiempo para mí. No hay que malinterpretarlo como celos, envidia o falta de consideración o de no entender lo que le pasa a su hermano. Para paliar esta situación, los padres tienen que planificar momentos específicos, aunque sean muy cortos en el tiempo. Momentos en los que los hermanos son los protagonistas, eligen lo que quieren hacer para compartir con su padre o su madre.

No se les puede atribuir la responsabilidad de que comprendan completamente la

situa-ción de su hermano, y menos aún exigirles que se acostumbren a no tener su propio tiempo: lo necesitan como niños que son y es necesario para asegurar un desarrollo afecti-vo positiafecti-vo y seguro. Los padres deben organizar las responsabilidades laborales,

fami-liares y de cuidado del hijo con discapacidad asegurando que todos los hijos tengan su

(41)

El peligro de convertirlos en hermanos terapeutas/cuidadores

Es importante que los hermanos participen y conozcan las características de su

herma-no con discapacidad intelectual, tanto sus potencialidades como sus necesidades de

apoyo. Resulta positivo que los hermanos puedan participar en las tareas de cuidado

y apoyo a su hermano con discapacidad, pero con mucho cuidado de no convertirlos

en hermanos terapeutas o cuidadores. Este rol no les corresponde y puede provocar, a

(42)

140

Buscar redes de colaboración mutua es la solución, distribuyendo roles y tareas donde

todos tienen que asumir:

• La participación en decisiones familiares: que sean conocedores de

aque-llas decisiones que van a afectar a su vida y, en la medida de lo posible, participar de

ellas.

• El cumplimiento de normas: existen unas normas familiares a seguir por

todos los miembros de la unidad familiar, tanto padres como hijos, incluido el hermano

con discapacidad intelectual.

• La colaboración en tareas: se tiene que disponer una distribución de tareas

según las edades y capacidades de cada uno de los miembros de la unidad familiar. Todos han

de responsabilizarse de las tareas del hogar.

·La exigencia debe ser igual para todos los miembros de la familia: al máximo de

sus posibilidades. Los hermanos tienen que percibir que a cada uno se le va a exigir tan sólo

aquello que puede realizar y esta norma es para todos los hermanos por igual, con o sin disca

-pacidad. Se asignan responsabilidades

y

por tanto se exigen cumplimientos según la edad

y

también las capacidades de cada miembro de la unidad familiar.

Todo lo anterior sitúa a los hermanos en igualdad de condiciones en las relaciones y dinámicas

familiares, y evita que se establezcan roles de cuidador y cuidado entre hermanos. De esta

(43)

LA FAMILIA EXTENSA V LOS AMIGOS

Información

Se ha demostrado que las redes de apoyo social (familia, amigos, compañeros, vecinos) son

esenciales para la adaptación de la familia a la llegada de un hijo con discapacidad y para el

acompañamiento en los cambios familiares que se producen a lo largo del ciclo vital. Sin

embargo, se consideran un apoyo positivo cuando esa familia extensa y amigos tienen una

información adecuada y ajustada de la discapacidad del nuevo miembro. Cuando tienen

información de la discapacidad distorsionada, negativa o incompleta, pueden llegar a ser

una fuente de estrés para la familia, justo lo contrario de un facilitador de apoyo.

Por ello es muy importante que toda la familia extensa (abuelos, tíos, primos) y los amigos

tengan información positiva y realista con respecto a la discapacidad intelectual en

gene-ral, y a las características de su familiar en particular. Deben conocer las mismas orientacio

-nes en la crianza y relación con personas con discapacidad intelectual.

Por otro lado no se debe olvidar que la información sobre la discapacidad ayuda a

desarro-llar estrategias de interacción y convivencia y también a perder el miedo a relacionarse con

personas con discapacidad. Todos se sentirán más seguros cuando sepan lo que tienen

(44)

142

Formación

Todo lo anterior redunda en la importancia de hacer partícipes a la familia de toda la

forma-ción disponible sobre la discapacidad intelectual. La formaforma-ción ayuda a entender la

discapa-cidad intelectual, a marcar metas adecuadas para cada persona y a relacionarse

adecuada-mente con ellos, ofreciéndoles un entorno rico en estímulos. Además, ayuda a la familia a

conocer los recursos del entorno y la importancia de su uso.

En los tiempos actuales, es importante señalar que la formación es mejor que la búsqueda de

información a través de Internet ya que ésta no es siempre rigurosa y fiable.

Participación

Igual que se hace partícipe a la familia y amigos de todos los acontecimientos de la vida

personal, también deben ser partícipes de la llegada del hijo con discapacidad, del inicio de

sus tratamientos, de su escolarización, de la asistencia a actividades, de sus logros y de sus

ilusiones.

Es importante que vivan la vida de la persona con discapacidad como un miembro más de la

familia que es. Así, puede ser enriquecedor que participen con los padres y ayuden en la

(45)
(46)
(47)
(48)

/46

EL VOLUNTARIADO

El voluntariado es una pieza clave en la vida de las personas con discapacidad intelectual ya que

gracias a su existencia se han puesto en marcha multitud de actuaciones o servicios que de otra

manera no hubieran sido posibles.

No es infrecuente que ante la persona que quiere iniciar tareas de voluntariado con personas

con discapacidad intelectual aparezcan algunas dudas e inseguridades, que intentarán ser

respondidas a continuación.

¿Por qué quiero ser voluntario?

No existe un motivo único para ser voluntario, hay tantos motivos como personas voluntarias.

Las personas tienen muchas razones para querer ayudar a los demás y todas ellas son igual de

válidas siempre y cuando el fin último sea mejorar la calidad de vida de las personas con

discapa-cidad intelectual y sus familias.

Se entiende el voluntariado como el conjunto de actividades de interés general,

desa-rrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en virtud de una

relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida, y reúna los

(49)

a) Que tengan carácter altruista y solidario.

b) Que su realización sea libre, sin que tengan su causa en una obligación

personal o deber jurídico.

e) Que se lleven a cabo sin contraprestación económica, sin perjuicio del

derecho al reembolso de los gastos que el desempeño de la actividad

voluntaria ocasione.

d) Que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con

arreglo a programas o proyectos concretos.

La misión del voluntariado en este campo

·Ofrecer nuevas posibilidades de ocio: gracias a la existencia del

volunta-riado se abren multitud de oportunidades de ocio para las personas con discapacidad

intelectual, bien en grupos formados por personas con o sin discapacidad intelectual,

bien con familias. Como se identificó en el primer capítulo -nociones básicas de la

discapacidad intelectual-, una de las áreas donde las personas con discapacidad inte

-lectual pueden requerir apoyo es en el ocio y tiempo libre. A través de la participación

e implicación del voluntariado se han podido diseñar servicios y actividades de ocio

con adaptaciones y apoyos, que les permiten disfrutar del tiempo libre y promover su

(50)

/48

• Ofrecer nuevas relaciones personales:

además de lo anterior, la interacción con los voluntarios les

brinda la oportunidad de tener nuevos modelos de relación

social con una clara incidencia en su desarrollo

socio-afectivo. No se debe olvidar nunca que, a través de las activi-dades del voluntariado, se entra en la vida de una persona y

se pasa a formar parte de su mundo, de su intimidad, de sus

amistades, etc.

Algunos aspectos a tener en cuenta:

Dada la importancia que tiene entrar a formar parte de la

vida de las personas con discapacidad intelectual, en su

mundo interior y de relación, los voluntarios deben tener en

cuenta algunas consideraciones:

·¿Estaremos siempre ahí?: con el voluntariado se ofrecen situaciones positivas de relación, se enriquece el

entorno de la persona con discapacidad a través de

activi-dades de ocio y oportunidades de contacto. Pero eso no ha

(51)

afectiva, pues no se puede asegurar la permanente y

conti-nuada disponibilidad del voluntario, ni aún cuando éste sea

su deseo.

·No somos sus salvadores: la metas y objetivos a

plantear deben ser realistas contando tanto con las

posibili-dades de la persona con discapacidad intelectual como con

las ofertas y oportunidades reales y actuales del entorno.

Diseñar grandes proyectos que sean inalcanzables, generar

falsas expectativas de ocio o de integración social produce,

a la larga, altos niveles de frustración, desengaño e

indefen-sión aprendida. Aún sabiendo que todavía quedan muchas

cosas por mejorar en su vida, no se puede prometer ni

ofre-cer cosas que no dependen de los voluntarios.

•No sustituimos profesionales: se puede ayudar

a que el mundo se vaya adaptando a las características de

las personas con discapacidad, y el voluntario es un buen

intermediario, un puente, un andamio. Se pone a

disposi-ción de la persona con discapacidad intelectual y su

(52)

ISO

la intervención de un profesional especializado (maestro, médico, psicólogo y un largo

etcétera). Cuando la relación entre un voluntario y una persona con discapacidad

permite identificar la necesidad de una intervención profesional, de un servicio o

apoyo hay que derivar a quien corresponda resolver dicha situación.

Relación con la persona con discapacidad intelectual:

En este aspecto, se han de seguir las mismas orientaciones que se han expuesto

anteriormente para la familia.

Relación con la familia de la persona con discapacidad intelectual:

Las tareas de voluntariado permiten no solamente conocer y relacionarse con la

personas con discapacidad intelectual sino también con sus familias; por ello es

importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

No culpabilizar, ni juzgar: la situación personal, laboral y social de las familias puede ser muy

compleja. En muchas ocasiones las familias se enfrentan a muchos "jueces'' (todas aquellas

perso-nas profesionales, familiares, vecinos, etc., que les dicen lo que tienen que hacer o aquello que

(53)

Identificar sus necesidades: es importante identificar las características familiares (recursos,

formación, servicios, apoyos, etc.) que favorecen y aquellas que dificultan la atención, convivencia

o desarrollo de la persona con discapacidad intelectual que sean susceptibles de cambio, y apoyar

y favorecer el mismo.

Mostrar otros caminos: no es adecuado indicar a la familia aquellos aspectos que pueden

mejo-rar en la relación con sus hijos. Es mejor compartir y participar de la relación y en esa relación una

imagen vale más que mil palabras, hacer con ellos aquellas cosas que pueden mejorar.

Cooperar: es esencial encontrar una meta común, la mejora de la calidad de vida de la persona

(54)
(55)

AFECTIVO

SEXUAL

EL AFECTO

(56)

154

~L A~~CTO

Qué es el afecto

El afecto es el conjunto de actitudes, sentimientos y acciones que permiten a la persona

relacio-narse con los otros. Si bien las personas nacemos con una predisposición innata al afecto, el buen

desarrollo de la afectividad depende de la experiencia vivida dentro y fuera del contexto familiar:

o la existencia de modelos emocionales apropiados

o las actitudes positivas de la familia

o las experiencias educativas enriquecedoras

o las adecuadas redes de apoyo social

Para que se produzca un desarrollo afectivo positivo tiene que darse un equilibrio y reciprocidad

en las relaciones afectivas a través de las oportunidades de interacción. Las personas con

disca-pacidad intelectual no son meras receptoras de afecto sino que también son proveedoras del mismo y por ello es importante promover una autoestima positiva, seguridad en las interacciones, y dotarlas de habilidades de interacción que aseguren, en la medida de lo posible, el éxito en sus contactos sociales.

En el siguiente cuadro se ofrece una secuencia del desarrollo afectivo-sexual a través del ciclo

vital, que permite analizar los distintos acontecimientos que se van sucediendo y que recoge

(57)

EDAD

0-3

4-12

12-adulto

HITOS DESARROLLO

-Establecimiento de las primeras figuras de apego.

Inicio de las primeras relaciones afectivas: padres y otras figuras cuidadores principales.

-Inicio de expresiones afectivas: cariño, seguridad, protec-ción ...

-Identificación del sexo: hombre 1 mujer

-Apertura a otras personas con interacción afectiva: hermanos, abuelos, tíos, amigos ...

-Inicia la reciprocidad afectiva: reciben afecto pero también son fuentes del mismo.

-Se van diferenciando los tipos de relación interpersonal: cariño, amor, simpatía, afecto, etc.

Se van diferenciando los niveles de intimidad. -Curiosidad e interés por temas afectivo-sexuales.

-Establecimiento de la identidad personal y rol del propio sexo.

-A partir de los seis se establece la permanencia de la identidad.

-Transformación corporal

-Mayor vinculación afectiva con amigos y compañeros -Imitación de roles: padres, novios, matrimonios, etc.

-Idealización de algunas personas -Procesos de enamoramiento y noviazgo

-Asentamiento de los niveles de autoestima y autonomía

ORIENTACIONES

-Establecer un vínculo adecuado: seguridad, confort, protec -ción, amor ...

-Manifestaciones de afecto positivas: besos, caricias, alaban-zas, etc. Juegos de identificación: tú, yo, papá, mamá, niño, niña, etc.

-Mostrar diferentes niveles de interacción.

-Modelar los niveles de aproximación. -Identificar conductas propias de la intimidad.

-Aportar información adecuada, realista. -Atender a las manifestaciones de curiosidad.

-Información sobre el paso a la edad adulta.

-Abordaje del tema adecuado a su nivel intelectual y edad.

-No infantilización del desarrollo.

(58)

/56

¿Por qué es importante educar el afecto en personas

con discapacidad intelectual?

Tal y como hemos visto las conductas de relación afectivo-sexual, como cualquier otra conducta social, deben ser

edu-cadas

y

entrenadas para que se aprendan con éxito

y

luego

se utilicen bien. Es el aprendizaje adecuado de las mismas lo

que asegura que la persona con discapacidad intelectual

desarrolle un afecto positivo.

Durante mucho tiempo se ha considerado, de forma

erró-nea, que muchas de las conductas afectivo-sexuales

inade-cuadas que pueden manifestar las personas con

discapaci-dad intelectual eran propias de su discapacidiscapaci-dad. Sin

embar-go, en la actualidad, se mantiene que la aparición de esas

conductas está más relacionada con la ausencia de

oportu-nidades para aprender conductas correctas, y para eliminar

o desaprender las incorrectas, que con la propia

discapaci-dad.

(59)

LA

~DUCACIÓN Af=~CTIVO-S~XUAL

¿Cuándo empezar a educar lo afectivo-sexual?

Las relaciones interpersonales son muy variadas, se dan en contextos diferentes que tienen que saber identificar (familia, escuela, trabajo, amigos, etc.) y en cada uno de estos entornos se establecen desiguales fórmulas de interacción; diferentes planos de afectivi-dad y sexualiafectivi-dad; diferentes conductas de aproximación, y diferentes niveles de intimi-dad en la relación. Es importante educar a las personas con discapaciintimi-dad en cada una de ellas y que aprendan a tener relaciones funcionales y positivas con los otros.

¿Qué beneficios tiene la educación afectivo-sexual?

Evitar el rechazo social: Una persona que muestra conductas afectivas inadecuadas e inoportunas es más rechazado por la sociedad, por lo que el aprendizaje de conductas sociales adecuadas va a facilitar su integración y participación social efectiva.

Ayudar a evitar los abusos sexuales: Se ha demostrado que la puesta en marcha de programas de entrenamiento en habilidades sociales y en educación afectivo-sexual previene la aparición de abusos sexuales, pues les ayudan a identificar conductas adecua-das e inadecuaadecua-das en otras personas.

(60)

/58

ofrece información e imágenes con contenido afectivo-sexual (TV, cine, publicidad). Las

personas con discapacidad intelectual, como el resto de la población, son permeables a

esta información del exterior; sin embargo, no tienen criterios para determinar cuándo la

información afectivo-sexual a la que son expuestos es idónea, adecuada, ajustada a la

realidad o ficción.

Creencias falsas de la educación afectivo sexual4:

La educación afectivo-sexual no se pone en marcha por miedo a:

... aumentar el deseo sexual de la persona con discapacidad intelectual.

... que intenten poner en práctica los conocimientos adquiridos .

... que pierdan el control.

... que se exciten innecesariamente.

Sin embargo, estas conductas no se dan en las personas que tienen una mayor educación

afectivo-sexual.

Por el contrario las personas con discapacidad intelectual .•.

... tienen necesidad de mostrar afectos y establecer relaciones .

... su nivel intelectual no determina el nivel de capacidad para amar, expresar

afectos, cariño, etc.

... su interés por la sexualidad no está retrasado en comparación con sus

igua-les sin discapacidad .

(61)

Orientaciones para estimular un afecto positivo

1.- No hay que quitar importancia a su desarrollo socio-afectivo ya que su discapacidad no

les impide sentir cariño, miedo, dolor, amor, pasión, rencor, etc. Lo óptimo es enseñarle a

manifestar esos sentimientos de forma adecuada.

2.- No es bueno tratarles siempre como un niño. Por ello, no se han de hacer bromas sobre

su estado afectivo: ¿tienes novio?, ¿estás enamorado? Se ha de hablar en serio sobre los temas de relación social y afectiva; darles claves de análisis que le permitan entender los

niveles de relación social o afectiva; no dejarles fantasear sobre lo no posible (mi profesor

es mi novio)

y,

por el contrario, hay que hacerles responsables de las relaciones posibles

(tengo un amigo íntimo y le cuento mis cosas).

3.- No hay que permitir cualquier muestra de afecto. Las conductas afectivas tienen que

ser adecuadas al nivel de confianza con la persona y el momento en que se producen ("no

abrazamos a la primera persona que encontramos por la calle"). Asimismo, se le han de

reforzar sus muestras de afecto adecuado ("qué bien lo has hecho hoy cuando has saludado a'')

y reprimir o limitar las inadecuadas (por ejemplo, hacerles ver que no pueden sentarse encima de la

gente a una determinada edad o sin conocerles). Es bueno también ofrecerles modelos de

interac-ción y conductas de afecto adecuados según el contexto o la persona (en ocasiones una imagen

(62)

~N

~

,~

V

V

V

V

-/v

(63)
(64)

/62

IMPORTANCIA

D~

LA

~DUCACIÓN

¿Por qué es importante la educación?

Como hemos comentado en el capítulo 1, la discapacidad intelectual no tiene cura pero sí puede existir una mejora en la vida de la persona que lo padece. Pueden aprender a hacer muchas cosas y en muchos contextos y esa mejoría en su capacidad para adaptarse al entorno va a depender en gran medida de la educación recibida.

Es por esa capacidad de aprender y de desarrollarse de las personas con discapacidad

intelectual por lo que se considera tan necesaria su educación. Además, la

escolariza-ción de los niños con discapacidad intelectual les permite relacionarse con otros niños de su edad y romper con la dependencia total de la familia.

Además de las ventajas para la persona con discapacidad, también la educación ofrece unas claras ventajas para los padres y contexto próximo, ya que brinda información, formación, asesoramiento, orientación sobre cómo estimular su desarrollo y aprendi

-zaje; ayuda a identificar mejor sus limitaciones y potencialidades, a evitar conductas de

sobreprotección, a atender a su edad cronológica y no a su edad mental y a que la

propia discapacidad no sea una barrera infranqueable en su desarrollo y aprendizaje.

La escuela se oferta como un buen lugar desde el que se les

(65)

1

LA

~SCOLARIZACION

¿Cuándo escolarizarle?

La escolarización de los niños con discapacidad intelectual se recomienda lo más

tem-pranamente posible por varios motivos:

-Los niños en edades tempranas (de O a 6 años) son más vulnerables al

aprendizaje y la estimulación y, por tanto, todo lo que se trabaje con ellos tendrá unos

mejores efectos en su desarrollo. Ya se ha comentado su importancia en el capítulo 2,

al hablar de la atención temprana.

-La educación infantil se considera una etapa preventiva y compensadora

del desarrollo donde, con los recursos de apoyo adecuados, se organiza para el niño un

entorno rico en estímulos y posibilidades de aprendizaje para potenciar su lenguaje,

su desarrollo social y afectivo, sus habilidades motoras y sus dimensiones cognitivas.

Es una intervención planificada y sistemática que viene a complementar la

estimula-ción familiar.

-Es un punto de partida de orientación y asesoramiento a la familia. Los

profesores y orientadores pueden ser una fuente incalculable de información sobre

(66)

/64

¿Dónde escolarizarle?

En España existen distintas modalidades de escolarización que pretenden ajustarse a las

necesi-dades educativas de todos los niños con discapacidad intelectual:

Colegios Ordinarios con Integración (públicos o concertados)

Asisten a colegios ordinarios en plaza de integración y con profesores de apoyo educativo.

En Educación Infantil (El) (o-6 años de edad) los niños con discapacidad intelectual se pueden escolarizar en: Escuelas Infantiles, Casas de Niños, Colegios de Educación Infantil y Primaria (a

partir de los 2 ó 3 años). No es obligatorio pero sí recomendable.

En Educación Primaria (EP) (6-12 años de edad) los niños con discapacidad intelectual se

pueden escolarizar en: Colegios de Educación Primaria (en plazas de integración para alumnos

con necesidades educativas especiales). La educación primaria es una etapa obligatoria.

En Educación Secundaria Obligatoria (ESO) (12-16 años de edad) los niños con discapacidad

intelectual se pueden escolarizar en: Institutos de Educación Secundaria (en plazas de

integra-ción para alumnos con necesidades educativas especiales) bien en aulas ordinarias o bien en

aulas específicas para alumnos con necesidades educativas especiales. Al igual que la educación

(67)

En Educación Post-obligatoria (mayores de 16 años de edad sin título en la ESO) los alumnos

con discapacidad intelectual pueden cursar un Programa de Cualificación Profesional Inicial para

alumnos con necesidades educativas especiales. Estos programas permiten al alumno conseguir

una cualificación profesional que facilite su acceso al mundo laboral. Estos programas tienen una

duración de dos cursos académicos en la modalidad de Educación Especial y son promovidos

por las Consejerías de Educación de cada comunidad autónoma e impartidos por distintas

entidades: ayuntamientos/ asociaciones sin ánimo de lucro/ etc No es una etapa obligatoria pero

sí recomendable para favorecer la integración socio-laboral.

Colegios

De

Educación Especial (públicos, privados

o

concertados)

En Educación Infantil (El) (3-6 años de edad) los niños con discapacidad intelectual se pueden

escolarizar en Colegios de Educación Especial (CEE) a partir de los 3 años.

En Educación Básica Obligatoria (EBO) (6-16 años de edad) los niños con discapacidad

intelec-tual se pueden escolarizar en Colegios de Educación Especial (hasta los 16 años). Esta modalidad

es para aquellos alumnos que bien por sus necesidades educativas o bien por la insuficiencia de

recursos de los colegios de integración de la zona/ se desaconseja su escolarización en

modali-dad integración.

(68)

/66

cursado la EBO) los alumnos con discapacidad intelectual pueden cursar en los CEE un Programa de

Transición a la Vida Adulta. En este programa pueden permanecer hasta los 21 años de edad. Su

propósito es afianzar el desarrollo de capacidades promoviendo autonomía e integración; fomentar

participación en contextos de la vida adulta; desarrollo de actitudes y habilidades laborales;

promo-ver conocimientos instrumentales básicos; potenciar hábitos de salud, seguridad y equilibrio.

Modalidad Combinada

Durante la escolarizadón obligatoria (6-16 años de edad) se puede plantear que el alumno con

discapacidad intelectual pueda estar escolarizado simultáneamente en un centro ordinario y en uno

de educación especial. Esto implicaría que el alumno acudiría parte de su jomada escolar (por

ejem-plo la mañana) a un centro ordinario en modalidad integración y el resto de la jomada (por ejemejem-plo

la tarde) a un centro de educación especial. Si bien esta modalidad no es muy frecuente, si amplía las

posibilidades de escolarización de los niños con necesidades educativas especiales por discapacidad

intelectual.

Modalidad Integración

-Escuelas infantiles

-Colegios de educación infantil y

primaria

-Institutos de educación

secunda-ria

-Programas de Cualificación

Profesional Inicial

Modalidad Especial

-Colegios de educación especial -Programas de Transición a la Vida

Adulta

Modalidad Combinada

-Colegios de integración y de educación especial

(69)

¿Cómo decidir la modalidad

y

el centro de escolarización?

Para escolarizar a un alumno con discapacidad intelectual, bien en plaza de integración bien

en centro de educación especial, es necesario que se den una serie de pasos con el propósito

de asegurar que la modalidad de escolarización elegida es la correcta.

1.- Tras solicitar la familia la escolarización en un centro (ordinario o de

educa-ción especial) desde el centro escolar se va a requerir al servicio de orientaeduca-ción (según la

comunidad autónoma: Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica, Departamento

de Orientación, Unidad de Orientación ... ) que realice una evaluación psicopedagógica. En

ella, tras evaluar al niño y a su familia y conociendo los recursos escolares de la zona,

propon-drán la modalidad de escolarización y el centro escolar que consideran más adecuados,

elaborando un dictamen de escolarización en el que aparece reflejado el acuerdo o

desacuerdo de la familia.

2.- Este informe pasa a Inspección Educativa, que igualmente valora su grado de

acuerdo o desacuerdo con la propuesta de escolarización y elabora su informe de idoneidad.

3.- Con todos los datos, la Dirección Provincial de Educación, o una Comisión de

Escolarización, resuelven en qué colegio se escolariza el niño, en qué modalidad (integración,

(70)

/68

-Colegios

-Servicio de

Orientación

Solicitar Plaza

Evaluación psicopedagógica

-Servicio de

Orientación

-Opinión Padres

Recursos

y

medidas educativas a conocer

-Dictamen de

Escolarización

-Informe de

idoneidad

Es importante conocer que existen una serie de medidas y recursos disponibles cuyo

propó-sito es que la educación se adecúe a las características de cada alumno con discapacidad

intelectual.

Entre las medidas se puede destacar:

-La evaluación psicopedagógica: realizada por los servicios de orientación y

que tiene por objeto identificar las necesidades educativas especiales de los alumnos con

discapacidad intelectual. Esto es, busca identificar qué necesita un alumno para aprender.

-Las adaptaciones curriculares: aquello que aprende un alumno con

discapa-cidad intelectual va a estar determinado por las características del alumno y del contexto que le rodea. El centro educativo tiene que hacer un ajuste de la oferta educativa con el propósito

(71)

-cativos y funcionales para él, sean accesibles, etc. El propósito de las adaptaciones curriculares es

conseguir de cada alumno el máximo de su aprendizaje y que todos los contextos escolares

(aulas, patios, comedores, etc.) sean lugares donde el alumno con discapacidad pueda aprender

y participar.

-Las no promociones: permitir a los alumnos permanecer dos años más de

escola-rización si eso va a suponer una oportunidad más de seguir aprendiendo.

Entre los recursos se puede destacar:

-Los recursos personales: a la existencia de un profesor tutor y profesores de

ámbito (música, educación física, etc.) se le suman otros profesionales para la atención de

alum-nos con necesidades educativas especiales como son el orientador, el maestro de pedagogía

terapéutica, el maestro de audición y lenguaje, el auxiliar técnico educativo de nivellll, etc.

Algu-nos de estos profesionales pertenecerán a servicios de orientación exterAlgu-nos (equipos que asisten

uno o varios días por semana al centro escolar) o departamentos de orientación (equipo que

pertenece al centro escolar). Es importante que la familia los conozca y se coordine con ellos, son

muy buena fuente de información y orientación.

-Los recursos materiales: hay que determinar qué recursos necesita un alumno

con discapacidad intelectual para aprender mejor: material visual, nuevas tecnologías, paneles

de comunicación, agendas de trabajo, etc. Su incorporación en ocasiones determinará que los

(72)
(73)
(74)

/72

ACCESO A LA VIDA ADULTA

El paso a la edad adulta en las personas con discapacidad

intelectual supone muchas veces una nueva situación de

angustia

y

estrés para la familia

y

la propia persona con

discapacidad intelectual. La finalización de la etapa de

esco-larización obliga a tomar decisiones y a buscar nuevos recursos para adultos.

Muchas son las ofertas que existen para atender a las

perso-nas con discapacidad intelectual y de distinta naturaleza:

relacionadas con el empleo, de carácter asistencial

ambula-torio o residencial, etc. A continuación ofrecemos un breve

detalle de algunos de los recursos

y

servicios disponibles

(75)

S~RVICIOS LABORAL~S-OCUPACIONAL~S

Servicios de lntermediación Laboral (SIL)

Los Servicios de lntermediación Laboral tienen como objetivo favorecer la inserción socio-laboral de las personas con discapacidad intelectual, bien sea en empleo

ordina-rio bien en Centro Especiales de Empleo.

Además de servir de enlace entre las personas con discapacidad y la empresa (procesos de

sensi-bilización, detección de ofertas de empleo, análisis de las demandas de mercado laboral, etc.)

ofrece servicios directos de atención a las personas con discapacidad que buscan empleo:

orien-tación y asesoramiento, seguimiento y supervisión de los trabajadores, formación, detección de

necesidades de apoyo y provisión de recursos.

Los Centros Especiales de Empleo

Son empresas que se caracterizan por ofrecer a las personas con discapacidad el desempeño de

una profesión, a través de un trabajo remunerado, adecuado a sus características y con el

propósi-to de facilitar su integración laboral en la empresa ordinaria, brindando a su vez servicios de ajuste

personal y social (rehabilitación, terapéuticos, de integración social, culturales y deportivos) a sus

trabajadores, que deben tener reconocido al menos un 33% de minusvalía (tal y como revisamos

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