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Cristóbal Colón desembarca en el otro mundo

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Academic year: 2020

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HOMERO ARIDJIS

CRISTÓBAL COLÓN

DESEMBARCA

EN EL OTRO MUNDO

Una luz terrosa, sanguinolenta,baña el islote coralino.En su centro,al fondo,se vislumbra el verde esmeralda de una gran laguna, separada por las aguas negras del océano por~a banda blanca de la arená. El arrecife que cerca la playa como un anillo,se pierde en la distancia.

En el cielo del amanecer la oscuridad está llena de azul, con nubarrones rojos; lo que hace que la atmósfera tenga algo de mañana común y de espectral al mismo tiempo,con los contornos de las tres carabelas flotando a lo lejos en el aire por encima de lasag~as, y las figuras que recién llegan en las barcas vagas parezcan desvanecidas en la niebla.

Se oye el SalveReginacantado por los marineros,roncos, dicho el latín a su manera,en tono rudo.

Los árboles dan un matiz verdoso a lo sombrío; algunos papagayos dan la impresión de estar posados en el aire,pero en realidad se paran sobre ramas invisiblesalojo.

La playa está llena de nativos desnudos,lo mismo hom-bres que mujeres,con el cuerpo pintado de blanco y rojo,el pelo negro lacio y corto sobre las orejas,aunque algunos lo llevan largo y atado con un hilo grueso sobre la espalda. Sus ojos,hermosos y grandes bajo la frente ancha,fulguran en la penumbra matutina.No traen más armas que unas azaga-yas,varas de las que pende un diente o una espina de pez. En este momento, Cristóbal Colón, vestido de grana,salta de una barca armada,con el estandarte real desplegado.Los capitanes, Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón, saltan de sus bateles con sendas banderas con una cruz verde, con una F, para Fernando,y una 1, para Isabel, y encima de cada le-tra una corona. Detrás vienen Rodrigo de Escobedo, escri-bano, Rodrigo Sánchez de Segovia, veedor de los reyes,Luis de Torres,intérprete,y dos marineros más. Todos,vestidos pesadamente, barbudos y con rostro blancuzco,tienen algo de irreal,de ajeno, de perdido en la isla.

Cristóbal Colón: (Se arrodilla, besa la tierra y da gracias a Dios,vivamente emocionado)DomineDeus etemeomnipotens, qui sacro tuo.oerboCelum et terramdinaricreasti, benedicatur et gl ori-ficaturnomentuum; Iaudeturtua maiestasquidignitaest perhumilem serouum tuum uteiussacrum nomenagnoscatur et predicatur in hac ul-timaM undiparte.(Se levanta ,rodeado por su acompañantes y los nativos.)Ahora,dénme fe y testimonio cómo yo ante to-dos tomo posesión de esta isla por el Rey yparla Reina mis señores,haciendo las protestas que se requieren,como más bajo se contiene en los testimonios que aquí se hacen por es-crito. (Rodrigo de Escobedo escribe yél habla, pero no se oye ningún ruido,como si la escena de pronto transcurriera en un mundo fuera del sonido.Hasta que,concluida la pose-sión de la tierra descubierta, se quedan uno frente a otro, mi-rándose entre sí, mirando a los nativos y explorando con los

Estetexto esunacto-episodio de la obraGranteatrodel fin delmundo.

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creciendo,acercá ndose y alejándose, como si pudieran juga r con su tamaño ycaminar.Alrededor, las olas pasan delo os -curoalazul,alverde,al blanco y vuelven a lo oscuro. Sobre la playatambiénla perspectiva se modifica de continu o:ca -minosblan cos vienen hacia nosotros, cambian de dirección, parecen mojados,secos, rosáceos. Pedazos de coralse e~­ cuentra nyse pierden en la arena;papagayos decolores Vi-vosennegrecen,sedesvanecenen el aire.Yen moment os,los personaj esdan la impresión de moverse en unagran pecera, en unisloteque navega,que viajaimperceptiblemente porel tiempo.

Cristóbal Colón: Aquí, Pinzón,debe de ser Cipa ngo;si el lar go tiempo que he dejado de navegar no me engaña.

Martín Alonso Pinzón: Tanto tiempo ha pasado,mi se-ñor Almira nte, que laisla se ha vuelto borrosa, tienemás he-dor de otro mundo que frescura de esta tierra.

Cristóbal Colón: Sí,los nativos parecen ser másdelodo que decarne,másde espacio que de aire.

Martín Alonso Pinzón: Supongo que la muerte los ha hecho así;ysinolamuerteeltiempo;y sino eltiempoel re-cue rdo.quc transforma todo.

Cristóbal Colón: El tiempo en el mar desaparece, los día scasison iguales;en lanoche y en la muertelos vivos pa -recen figuras de sueño.

Vicente Yáñez Pinzón: (Recoge coral delsuelo)Elco -ral.dicen, tiene virtud contra los relámpagos ylostruenos; dice nquecontra la tempesta d... ;podría tenervirtud contra la muert c.

Crist óbalColón: No te fíesdelo que dicenlasgentes; du-rantrmuchotiempo pensaron quela tierra eraplana, quesi surcaba s r] :'\Ia r Tenebroso, transponiendo el límite del mundo,(,1ma rhervía en elEcuador y dragonesinsaciables te trat.:alJall.

Vicente Yáñez Pinzón:También dicen queelcoralenel agua se' muestra verde. perosacá ndolo de ella setorna ber -ml'.!o.

Crist óbalColón: (Apa rte)Creo que estas islas sonaq ue-llasinnunu-ra blcsque en losmapamundos en,fin deOriente se poncl!.

Martín AlonsoPinzón:Dicenque tomaste porlosca mi-nosde la fa nt asía la ruta de la realidad y que alextravia rte hall aste lo que no buscabas.

Vicente Yáñez Pinzón: Las mismas lengua s dicen que bastan te obst ina cióntuviste.

Cristóbal Colón:Porno perdertiempo quiero ver si esta islaes Cipango.(Avanzan.Rodrigo de Escobedo, Rodrigo Sánchczde Scgoviaylosmarineros ,con los nativos, se q ue-dan un pocoatrás.)

Martín Alonso Pinzón: Perorecordarás,señorAlmira n-te. que Cipango siemp re queda más lejos,siempre está en otra parte,

Cristóbal Colón: El reyde la isla tiene ungranpalacio techadoconeloromásfino como nuestrasiglesias está n te -chadasdeplomo.Las venta nas de ese palacio está n amadas de oro.lospisosdelos corre dores cubiertos conplacas dora -das. cada placa tiene dos dedos de ancho.Hay perla s en ab u nda ncia.

Vicente Yáñez Pinzón: No todo lo que brilla esoro. Rodrigo de Escobedo: (Se adelanta,como si al hablar surgie ra sobresus hombrosotra cabeza) No pornad a,fray Hernan do de Talavera en su informe a los reyes soberanos decíaque.sialcabodetantosmillares de años queDiosh a-bía creadoel mund o,tantos ytantos sabios y entendidosen (as cosas del mar no habí an tenido nunca conocimient o de

semeja ntes tierras,no era verosímil quetú supieses más aho-ra de todo s los pasados ypresentes.

Cristóbal Colón: Losperitosen cosmografía que reunió el priorde NuestraSeñora delPrado no entendíanlo quede -bía n,niyo mequería dejardeentender del todo.Est ra bón diceque el océano circunda todala tierra, yque al Oriente baña la Ind ia y al Occidente España yMauritania. Marco PoloyJua n de Mandevillepasaronen sus itinerarios más en el Oriente delo que escribieronPtolomeo yMarino.Pedro de Aliaco dice quela India yEspaña están cercanaspor el Occidente.

Rodrigo de Escobedo: También decía que un viaj e al Asiarequierede tresaños,que el marOccide ntales infinito ytal vezinnavegab le,que nohayAntípodas porqu ela ma-yor parte del globo está cubierta por agua ...

Cristóbal Colón:¿Ves yno crees?

Rodrigo de Escobedo: Ya telodijeron,mej or esdudarde lo oculto quedisfrut ardeloincierto.

Cristóbal Colón: Par lo que yoveo en ti,se acabó la a re-na entuampollet a ytucaraestávacíade horasyde fantasía. Tu eternidad es más hueca que tu vida.

Rodrigo Sánchez de Segovia : No le hagas cas o, señor Almirant e, la muerte ha trastrocado sus recu erdos y sin duda confundeel pasado yelpresente,su porveni rse enr eda en los días que precedi eron a la empresa.

Sindarse cue nta,a medida queColóny susacom pa ña n-tesentran en la discu sión, algunos nat ivos se van qued ando inmóviles como árboles human os,suspen didos en un a de-mán,en un gesto.Sinembargo,con los ojos dirigidos hacia ellos,dan la impresiónde que en cualquiermome nto, rn ági-camente, va n a adq uirirmovimiento de nuevo.Otros pocos lossiguen. Otros más salen en silencio.

Cristóbal Colón: (A Martín AlonsoPinzón)Días y me -sespasaron ya,años y siglos transcurrieron,tú y yo somos otros, pero sin duda el oro está allí todavía.

Rodrigo de Escobedo: (Alca nzá ndolo otravez)Eso nos dij iste antes,pero nunca lo hallaremos,pueshallamos s iem-pre algo distinto a lo que buscamos.

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Gran Can y cuando oías Cubanacan entendías al revés, cre-yendo que los indios hablaban del Gran Can.

oCristóbal Colón: (A Rodrigo de Escobedo) Sólo encuen-tra el que busca, el que arroja lejos de sí el mundo que cono-ce. (A Martín Alonso Pinzón) Tú aún vivesen Palos,atado a lo que te enseñaron,a lo conocido.

Martín Alonso Pinzón: Mi pasado en Palos está en mí mismo como algo vividohoy,como algo que sucederá maña-na. Lo que veo ahora pasó ya,oigo estas olas ayer,doy estos pasos antes,miro estos árboles de memoria, desembarco de nuevo en el mismo lugar y siento que nunca he estado aquí, que he pisado suelo ajeno, que he visto paisaje de sueño. Pero no te olvides que yo fui el primero en avistar tierra des-de laPinta,que fui el primero en hallar mucho oro y el prime-ro en volver a España.

Cristóbal Colón: Y el primero en morir.Pues llegado a Galicia, querías ir por tu cuenta a Barcelona para dar noti-cias de la empresa a los Reyes Católicos, pero éstos quisieron tenerla sólo de mí; por lo que recibiste tanto dolor y enojo que fuíste a tu tierra enfermo y a los pocos días moriste de pena.

Martín Alonso Pinzón: Eso dicen,pero no te olvides que cuando tu hijo Diego Colón puso pleito al rey sobre el cum-plimiento de sus privilegios y estados,el fiscal presentó testi-gos para probar que yo había dado dineros para que tú fue-ras a la corte la primera vez. También se dijo que cuando tú ibas

a

descubrir las Indias,yo estaba determinado a hacer el mismo descubrimiento,porque tenía ciertos escritos que h a-bía habido en Roma en la librería del Papa Inocencia VIII, que hacían mención de estas Indias.

Cristóbal Colón: Andaluz o portugués o vasco,como el piloto desconocido,o el descubridor anónimo que murmu-ran me dio indicaciones precisas sobre unas islas donde vio gente desnuda,por san Fernando que no me importa.Otras veces me tienes dicho y hecho,como cuando te apartaste con laPinta, sin obediencia y voluntad de tu Almirante, por codi-cia de oro,pensando que el indio que mandé poner en tuc a-rabela te había de dar mucha riqueza.Pero así como te per-diste de vista a tu conveniencia varias veces,te digo que te perderás de vista para tu daño.

Martín Alonso Pinzón: De lo que dices de mi deslealtad no diré más,ya expliqué mi conducta.Podrías hablar ahora de cuando llegaste a Palos,venido de la corte, con las provi-siones,favores y cartas reales, y me rogaste que fuese contigo en aquel viaje y llevase mis hermanos, parientes y amigos, todos ellos buenos y cursados hombres de mar.

Rodrigo de Escobedo: (Como si brotara sobre sus hom-bros otra cabeza) Los Pinzones son marineros esforzados, hombres de buen ingenio y personas priricipales.

Vicente Yáñez Pinzón:(Como para sacarlos de la discu-sión)Sí,ya todo es distinto aquí,la isleta ha cambiado,los nativos han envejecido,aparte de nuestro propio ruido oigo

sólo silencio. .

Rodrigo de Escobedo: (Detrás de él,como conciencia impertinente)No tomes tan en serio lo queves, y mucho me-nos lo que sueñasypiensas,porque una cosayotra se con-funden en tu cabeza.

Vicente Yáñez Pinzón: Extraño en otra parte de la isla las voces que llamaban:Venid a ver los hombres que v inie-ron del cielo;traedles de comer y de beber.

Rodrigo de Escobedo: Los tainas están tan callados como los perros mudos que vivían en estas islas,o como el dios Cemi en el que ya nadie cree. Porque en estas islas ya no hay más voces que las nuestras.

Vicente Yáñez Pinzón: Ya lo dije :losnati voshane nve-jecido.

Rodrigo de Escobedo: Ya lo dij e,lostain ashan sido e x-terminadosbuenam en te para mayorgloria denuestrosreyes soberanos.

Cristóbal Colón: (Aparte)Ellosdeben serbuenos s ervi-dores yde buen ingenio,que veo que muyprestodicen todo lo que lesdigo. (A Vicente Yáñez Pinzón) Recobrarán su compostura en cualq uier momento. (Avanza)Juro por san Fernando quedebede haber oro cercade aq uí.

Marinero 1: (Interceptando sus pasos)~Ii señor Al mi-rante, cortofue elviaje del puertodePalos ala isleta Gua na-haní,corta es toda navegación sin ma r ni viento, pero más largo esesteviajequeno lleva a ningú n lad o...

Marinero 2: Ya una vez,losmaestresdelastres ca rab e-las te dieron un plazode tresdíaspar a hallar tierray sino volver a Españ a ; ahora,una vezmás tedecimos:no que re-mos seguir.

Vicente Yáñez Pinzón:¿ o tedascue nta que yaningún mar rodea esta isla ylos nativosparecen espectra les?

Cristóbal Colón: ¿Eres tú el que ha bla o eselVicente Yáñ ezPinzón muerto hace siglos? ¿llaspI'stado tu voza un marinero tímidoo habloconaq u 1quellegó ha uaelAm azo-nas ?

Vicente Yáñez Pinzón: No soyun fantasma , señor,ni he prestado mi voz a un marin rotímido. Simp] mcnt ,estoy cansadode descubrir 1mi mo mundo, cada v zmásirrea l, cada vez másdesh ha.

Cristóbal Colón :¿Di qu nin ún martr rud a y que los nativospar cen P tral ?AIII stá l mar,aunCju t o-davía oscuro ;allí stá n lo iI ñosaunqu un pocoano h ci -dos.

Rodrigo de E cobed o : Tal v z alllest.}el mar cornoallí estánlasInd ias; allá tán lo nat ivo corno aH.I st{1 ipa

n-go.. . óloséqu h d jadoatrás un mundo conocido yno

hay nada adelant .

Cristóbal Colón: Pi n'asqu cono.Iastu mundo porq ue lo hasperdido,P ro uandolopi abas1 era tanajeno como este suciofantasmal que ahora pisa .

Marinero 1: Yasáca nos d "1 islote oralinoyllévanos a nuestr atier ra.Siento qu . mis ojosya noson losmismos, que ya veo todo negro , pard o y riso

Rodrigo de Escobedo: Mi man os están seca yti ern-blan , ya no escriben bien.Micomisión ha acabado,ya no me necesitas.

Cristóbal Cólon: Yosiento que mi vozya no es la misma, peroaúnsoy Cristóbal Colón.

Marinero 2: (Detrás deRodr igode Ecobedo,como otra cabeza en él)Dínoslaverda d mientra aún puedes, genovés aven turero,¿qué estamos haciend o aquí?¿T e han pagado losfran ceses o los portuguesespar a perd ernos enel fin del mundo?

Marinero 1: ¿Quién eresIÚ?

Cristóbal Colón: Sin duda,un pobre descubrido r de lo que ya existía.

Marinero 2: Eso lo sabemos,vende do r delibros yde ma -pas.

Marinero 1: Como sabemos biencómo termin ó la em -presa de las Indias.

(4)

er-manos habían ahorcado a siete cristianos en la Española y

tenía n a otros cinco por ahorcar.

Cristóbal Colón: Yo debo ser juzgado como capitán que

de tanto tiempo hasta hoytrae las armas a cuestas,sin las

dejar una hora, y de caballeros de conquistas y del usoyno

de letras, salvo si fuesen griegos o de romanos o de otros

mo-dernos, de que hay tantos en España.

Marinero 1: Cuando llegó Bobadilla en la carabela La

Gorda,el español Cristobal Rodríguez,apodado La Lengua,

salió a su encuentro en unacanoa y lo informó de tus

fecho-rías en la isla. .

Marinero 2: Se dice que después de hacer pesquisas y

examin ación de testigos, tomó toda la hacienda que tenías

de oro yplat a, y aún seaposen tó en tu casa, apoderándose

de todo lo que tuyoera .

Cristóbal Colón: El comend a dor Bobadilla,en llegando

a SantoDomingo,se aposentóen mi casa.Así como la halló,

así dio todo por suyo. Quizá lo había menester.

Marinero 1: Sabemos que te tomó piedras doradas, ca

-ballos, libros yescrituras públicas y secretas que tenías en arca s,con el pretextodepagar el sueldo a los que se debía.

Cristóbal Colón: La prime ra diligencia que hizo fue

to-mar eloro, elcual hubo sin medida nipeso, y yo ausente;

dij o quequerí aél paga r de elloala gente, y según oí,parasí hizo la primera parte.

Marinero 2: Sedice quete acusa ron de malosycrueles

trat osque hicistealoscristianos en la Isabela,haciendopor

fuer zatrabaja rhombres sindarles decomer,por lo cual mu-rió mucha gente de ha m b re.

Marinero 1: Queno consen tíasque se bautizasen los

in-diosquequerían loscléri gosyfrailesbautizar, porque que-rías más esclavos que cristianos.

Cristóbal Colón: Dios s jus toyha de hacer que sesepa

por quéycóm o.

Marinero 2:Sediceque elcomendador,sabiendoque ve-nía sp..ra Sa nto Domi ngo,prendióatu hermano Diego ycon

grillos lo echóen una carabela.

Marinero 1: Qu al llegartú a verlo, te mandó poner

gri-llos ta m bién y te metió en la fort aleza.

Cristóbal Colón: Porqu e en lasIndiasno ha ypueblo ni

asiento.

Marinero 2: Sedice que cuando querían echarte los gri-llos, no se hall ab a presentequien por reverencia yc

ompa-sión relosechase,sinoquefueuncocinero tuyodescono

ci-do ydesvergonzado,elcual,co ndeslavadacara te los echó, como site sirviera conalgunosplatosde nuevos ypreciosos

manjares.

Marinero 1:Sabemos que permitióque te injuriasenen

la s plaz a s.que tocasen cue rnos ju nto al puerto donde te em-barcaba n y pusiesen libelos infa ma toriosen-las esquinas.

Cristóbal Colón: Elcomendador, en todo quele pareció

que me dañ aría, luego fue puesto en obra.

Marinero 2: Se diceque cua ndo a bordo deLaGorda

qui-sier on quitart e los gri llos te negaste, diciendo que si por mand a to de los reyes te los hab ían puesto, sólo ellos te los podrían quitar.

Cristóbal Colón: Congrillos entré en Sevilla;y no sólo

eso, sino que mandé en mi testamentoque me enterrasen -co nellos.en testimoniode lo que el mundo suele dar alos que en élviven por pago.

Rodrigo de Escobedo: Sabe mos que el pretencioso

Al-mirantedelMarOcéano,el Virrey, el Gobernador de las Is-las yTierraFirme en la sIndias ,murióen lecho de pobre,y

fue enterr ad o como pobre sin obispos ni enviados de la corte.

Marinero 1: Que tusrestos fueron trasladados a Sevilla,

yluego aSanto Domingo,dondete arrojaronsin lápidaysin

nom bre para no recordar enlomínimoel pocopolvo en que

te convertiste.

Cristóbal Colón:Si mi quejadelmundoes nueva, su uso

de maltra tares de an tiguo. Milcombates meha dadoya

to-dos resistí hasta ahora, queno me aprovechó armas nia vi-sos.

Martín Alonso Pinzón: Ycreía elAlm ira n te que estaba

muy cerca la fuente y queNuest roSeñorlehabía mostrado

donde nace eloro.

Rodrigo de Escobedo: Ahora díme, ¿eldíaque los tres

mar ineros anda ndo porel montesorp rendierona un grupo deindiosdesnud os y tomaron de ent reellos a una muj erj o-venyherm osa ,quetrajero na laSanta María,antesdeha

cer-la vestir,de darl e cue nta sdevidrio,cascabeles y sortijas de

latónydevolverl a a tierra muyhonrada mente,no te tentó,

no sentistepor ella deseo,fiela doñaBeatrizEnríquezdeH

a-rana oa doñ a Felip a Per estrello eMoniz,madrede tu hijo

Diego?

Cristóbal Colón:No metentó,fiel a doñaBeatriz,madre de mi hijo Hernando, persona a quien soyen tantocargo.

Marinero 1: Ya ba stade pláticas, ya sáca nos de este at o-llad ero,hayun sólocami no parasalir de aq uí y tú loc

ono-ces.

Cristóbal Colón: En verda d,todoslos cami nos lleva n a

uno solo, pero cada uno vapor el suyopropio. Yareco rriste el tuyo ha ce tiem po.

Marinero 1: Pero aúnestoyaquí.

Cristóbal Colón: Por desgracia , aún estás aq uí.

Marinero 2: Quiero marcharme ahora mismo.

Cristóbal Colón: Márchate.

Marinero 2: ¿Adónde?

Cristóbal Colón:Atimism o

Marinero 2: YtúaCristób alColón.

Rodrigo Sánchez de Segovia: Nues traSeñorí a,elAlm

i-ran te Mayor del Mar Océan o, don Cristóba l Colón.

Martín Alonso Pizón: Feliz elhombrequesabe su ver

-dadero nom br e, el que sabequiénes; yfelices aquellos que

cuandolomiranlo conoce n,sabencóm o diri gir seaél,está n

(5)

Cristóbal Colón: Has descrito mi fisonomía,pero,¿cuál

es la tuya ? ¿Q uién eres tú, vestido de mí mismo ?

Imagen de Cristóbal Colón: Yosoyaq uel que cum plió

la profecíade Séneca, que anunciaba que en los últimosaños

vendrían siglos enque el Océano aflojaríalosvínculosdelas

cosas y sedescu briría una gran tierra,y otrocomo Tifis, el

domador del agua, descubriría nuevos mundos, yno sería

Tule la últi ma de las tierras.

Cristóbal Colón: Si te refieresa Cristóba lColón, no co

-nozco aotroque amí mismo.

Imagen de Cristóbal Colón: Yo tampoco conozco aotro

Cristób alColónque a mí mismo,aunq ue han pasadodela

n-te de mía tra vésde los siglos todo tipode Colones: gordos, flacos,bigotones,ba rbu dos,rubios,moren os,cana rios, des-garbados, nobles, extraviados, vulgar es,cortesa nos, rudos, ascéticos,ilusos,peroyo soyel origin al y vivo en esta isla.

Cristóbal Colón:Yo vengo del otrocont inente, de mucho tiempoatrás, pero en este islotecora lino no conozco a nadie

semejante a mí mismo.

Imagen de Cristóbal Colón: Yotampoco. Cristóbal Colón:Entonces, ya conocesalgo.

Imagen de Cristóbal Coló n: í,amímismo...Porlo de

-más,noconozcoa otroCristoba l olónenesta isla,s610

co-nozcoelpaso delairesobr ,1agua yel prcscn t'dela ola que

no vuelve. ¿Q uiéner stúyporquéIn ha blasde esemodo,

Almirante de losMosqu itos?

Cristóbal Colón: (M ira obr 'uhombro derechopor un momento, como si divi ara enladisrancia en otrocuerpo,

sin consistenciani volum n) y risróbal .olón.elgenovés

que descubrió un nu vomundo,hijo de1Jorncnico 'olombo

y Suzanna Fontan arros a,vivíconmi.padresen Savona.O

muy pequeñaedad ntré n lama r,nav ando,ylohe o

nti-nuado hasta hoy.La misma art in lina,a quien la prosigue, adesea r saber los s cretas el t mundo.Ya pasand cu

a-renta años queyoestoy n lanao.Todo loqUl'hastahoy se

na vega he andado.

Imagen de Cris tó ba lColón: Loquese navegaba cuando

estabas vivo, porqu d pué detis ha ndescubiertonuevos

mund os.

Cristóbal Colón: De formaqu me abrióNuestroS ñor

elentendimie ntocon manopalp abl"que era haced eron

ave-gar de aquí alasIndias, ymeabrasó la volunta d pa rala ej e-cución de ello, y con estefuego vine a Sus Altezas.Todos

aq uellos que supieron de miempr-sa, con risay burland.o la

negab an.Todaslasciencias quedij eno ap rovecharo n,DI las

autoridad es de ellas.Sinemba rgo,despuésde haber andado

muchos años por tierras dePortugal yde Castilla,Isabella

Católica,iluminada por el Espíritu anta escuchó mipro

-yecto de llega r a (as Indiaspor el Occide nte.

Imagen de CristóbalColó n: Mirabilisrlationsmaris. Mi-rabilis Dominus in altis.

Cristóbal Colón:¿Q ué dijiste?

Imagen de Cristóbal Colón: Los verso que escribiste en la Geografía de Ptolomeo:Mar avillosos son losimpulsosdel

ma r. Maravilloso es Dios en lasprofundidad es.

Cristóbal Colón: (Volviendo al tema) El año de 1492, despu ésde Sus Altezas haber dado finala guerra delos mo-ros,quereina ba n en Europa, yhaber acabado la guerra en

la muy gra ndeciudadde Granad a, adonde porfuer zade

ar-mas viponer lasbanderas reales deSus Altezasen lastor:es de la Alhambra , y vi saliral reymoro a laspuert asde laCI U -dad, ybesar lasma nos reales de SusAltezas ydel Príncipe mi Señor.

Imagen de Cristóbal Colón: Abrevia, ab revia.

hacer en el próximo momento,de que va amorir enel más

allá.

Rod r igo SánchezdeSegovia : Feliz Martín Alonso

Pin-zón,que undía va a esta r mudo para siempre, no va a tener

necesidad de conocera nadieyva a estar quieto en su

mon-tón de cenizassintener que explorar mundos desconocidos,

sat isfecho de su propia gloria.

Voz sin cuerpo: La guardaes tomada,

la ampolleta muele,

buen viaje haremos

si Dios quiere.

CristóbalColó n:¿Q uién grita ?

Rod rigo Sánchez de Segovia: Cantaba,señor, un gru -mete.

Cri stó b al Colón: ¿Dices,cantaba?

Rodrigo Sán ch ez de Segovia: Sí,señor,porque se

desva-neció.

Otra vozsincuerpo:

r

Bend itala horaen que Dios nació;

Santa María que lo parió,

San Juan que lo bautizó.

Cr istóbal Colón: ¿Otro grumetefantasmal?

Rodrigo Sánchez de Segovia: Sí, señor,otro grumete

fantasm al.

Losnativos,que se habían quedado inmóviles comoá

rbo-.les humanos, suspendidos en un ademán, en un gesto,co

-mienzan a moverse, al entrar otros de elloscon pap agayos,

ovillos dealgodóntejidoyazagayas,que regalan alAlm ira nte

ya susacompañantes.Varios de ellos traen un peda zode oro

colgado de lanariz.Al preguntarles Colónconseñasde dónde

lo sacan,le contesta n que, yendo al Sur ovolviendo la islapor

el Sur,está allí un reyque tiene grandesvasos de elloy tiene

mucho.

Vicente Yáñez Pinzón :(Al observaralgonegro entre los

dedosde un nativo) ¿Qué es eso?, ¿pa n cazabi?

Mari nero2: No,señor,es un pedazo denoche que uni

n-dio lleva en las manos.

CristóbalColón: Esta isla es bien grande ymuyllan a y

deárbolesmuyverdes ymuchasaguas yunalagun a en m

e-dio muy gra nde,sin ningunamontaña,y todaella verde,que

es placerdemirarla.(Avanza rodeado de ellos hacia elce

n-tro de la isla,observándola) Aquí naceel oro que traen co

l-gado ala nariz,mas por no perdertiempo, quiero i: a ver~i

puedo topar ala isla de Cipango.Jesuscum ManaS.lt n.oklsin

via.(Camina,hast aque,impedido por unabarrera invisible,

se detiene.OtroCristobalColón,de dos veces el tamañode

un hombre, aunq ue un poco más viejo,más marchito yun

aspec to másterribleque el de él, aparecejuntoaunárbol de

copa gris delquependenpapagayos colgados delasram as

conel picohacia abaj o, como muertos.La imagendestella,

ceñidaensu totalidad por un espejoque reflej aunaluz muy

brilla nte. Enrealid ad ,uno frente a otro,los dosColones no

sonmás que una sola persona,un sólo individuo en dosc

uer-pospresent es en doslado sdistintos a la vez.De modo que el

hombrerodea doporlosnativos ylaimagen junto alárbol no

son más que el mismo hombre,la misma irrealid ad. )

Imagen de Cristób al Colón: BienvenidoAlmirant e,bi

en-venidomuymagnífico don Cristóbal Colón.

Cristóbal Colón: ¿Amí hablas ?Soyyo,yosoy Cristóbal

Colón,el Almirante Mayordel Mar Océano,pero¿tú quién

eres? ¿Eresel Gran Ca n o Cami o Cavila? . . ,

Im agen de Cristóba l Colón:NielGran Can niCa mini

Cavila,soy ChristophoroColombo ;¿enovesehomodealta etprocera

statura rossode grande ingegnoet [a: alonga,de nariz aguileña y

ojos garzos vivaces,pecosoy pelirrojoenjuventud,de pelo

(6)

Cristóbál Colón: Así que después de haber echado fuera todos los judíos de todos nuestros reinos ys~ñoríos, manda-ron Sus Altezas a mí que con armada suficiente me fuese a las dichas partidas de India, y para ello me hicieron grandes mercedes y me anoblecieron,que dende enadelan~eyo m,e llamase Don y fuese Almirante Mayor de la MarOcéanay VI-sorey y Gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme

que yo descubriese y ganase. . ' '..

Imagen de Cristóbal Colón: Y asísuc~dlese c~ntuhijo mayor,yél así de grado en grado para siempre Jamás.

Cristóbal Colón: Confesados y comulgados todos.los marineros salí de la villa de Palos,que es puerto de mar,a 3 días del mes de agosto de 1492 en un viernes, antes de la sali-da del sol mediahora,y llevé el camino de las islas de Cana-ria a Sus Altezas, que son en la dicha mar océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto que yo llegase a las In-dias,en tres carabelas, la Niña,la Pinta y la Santa~aría... A partir del domingo 9 de septiembre acordé contar menos le-guas de las andadas, porque si el viaje fuese largo no se es-pantaseni desmayasela gente.Dejábamos la costa del

mun-do conocimun-do. ,

Imagen de Cristóbal Colón: Veo que siempre navegas en dos plano s, en el real y en el sobrenatural. . ~. Cristóbal Colón: El domingo 16 de septiembre andaría-mastreinta ynueveleguas,pero no conté sino treinta ysei~. Tuvimos aquel dlaalgunos nublados,lloviznó,De allí ade-lante hallamos airestemperanrísimos,que era placer grande elgusto de lasmañanas, que no faltaba sino oír ruiseñores.'

Imagen de Cristóbal Colón:Conozco bien el viaje. Cristóbal Colón: El lunes 17de septiembre tomaron los pilotos l'I Norte marcándolo, y hallaron que las agujas

no-rucsn-ahan una grancuarta, y temlanlos marineros y esta-ban penado s yno declan por qué.Al conocerlo yo,mandé

qu(' tornasen amarcarelNorte ama neciendo, y hallaron que estaban bienlasagujas , lacausa fue que porque la estrella qUt' parcce hace movimient o yno las agujas.

Imagen de Cristóbal Colón: Abrevia,abrevia.

Cristóbal Colón: (Inmerso en su relato) El miércoles 10 deoctubre1"gente yano lopodíasufrir:quejábase del largo viaje.Y los1resmaestres de las tres carabelas me dieron un

plazode (resdíaspara encontrar tierra y, si no, volver a Es-paña. Hastaque el jueves 11 vimos pardelas y unjunco verde juntoa la nao San/a Alada.Vieronlos de la carabela la Pinta una callayun palo. Los de laNiña también vieron otras se-ñalesde tierr a yun palillo car gado de escaramojos ...Puesto

elsol. navegamo shaciael oeste y dos horas después de me-dianoche anda ríamos noventa millas.Y porque la Pinta era lamás velera ibadelante,halló tierra e hizo señas que yo

ha-bíamand ad o. Esta tierravio primero un marinero que se de-cía Rodri gode Triana.

Imagen de Cristóbal Colón: Te digo que no me cuentes

más,conozco bien el viaje. . .

Cristóbal Colón: A la primera isla que hallé puse nom-bre SanSalvador.A la segunda puse nombre de Santa Ma-ria de la Concepción;a la tercera,Fernandina; a la cuarta lsab ela:ala quinta isla Juana, yasí a cada una un nombre nuevo.

Imagen de Cristóbal Colón: Atrás quedaron los cabos y los ríos, las lluvias y los vientos. Atrás quedó Caniba y el GranCan,Cibaoyel Río del Oro,el"Chuq ue, chuque"de los nat ivos.Atrás quedaron losindios desnudos, descubier-tosyesclavizado s;las islas de las mujeres, los caciques y los reyes.Atrásquedaron la Pintay la Santa María, encallada en Punta Santa la noche de Navidad.Atrás quedaron los

plei-tos y las bulas papales,los memoriales de agravios recibidos y los permisos para viajar en mula para ir a la corte.Atrás quedaron los reyes soberanos, convertidos en polvo y en pa-labras; atrás el escudo con el castillo de oro de Castilla y el león púrpura de León. Quedas tú, espectral, vacío de todo, como siempre has estado.Almirante de tu propia sombra, navegante de la noche uniforme. Ven.

Cristóbal Colón: Todavía no, porque aún espero en Nuestro Señor de divulgar su Santo Nombre y Evangelio en el Universo.

Imagen de Cristóbal Colón: Ven, ganarás estas tierras que son verdaderamente el otro mundo; haciendo uso de toda tu fantasía comenzarás el alto viaje,el último.

Cristóbal Colón: ¿Quieres decir que, en el nombre de la Santa Trinidad,comenzaré ahora el cuarto viaje, que están prestas las cuatro carabelas?

Imagen de Cristóbal Colón: Quierodecir que zarparás ahora hacia ti mismo,que vendrás hacia mí.

Cristóbal Colón: Espera,aún no termino mi relato, aún tengo que contarte el regreso,el triunfo. Tres horas antes del alba comenzó el retorno del Golfo de las Flechas. Tuvimos tempestad en las islas de los Azores. El miércoles 13 de fe-brero la mar se hizo terrible,las olas atormentaban los na-víos.Al día siguiente, desapareció Martín Alonso con la Pin-la.Creyéndome perdido,para que los reyes hubiesen noti-cias de mi viaje,tomé un pergamino,y escribí en él todo lo que pude de todo lo que había hallado, rogando mucho a quien lo hallase que lo llevase a los Reyes.Este pergamino envolví en un paño encerado,atado muy bien, ymandétraer un barrilde madera,y púsele en él sin que ninguna persona supiese qué era,sino que pensaron todos que era alguna de-voción; yasí lo mandé echar en la mar.

Imagen de Cristóbal Colón: Y después de unos días en manos de los portugueses desembarcaste en Palos, punto de partida de tu viaje.

(7)

carátulas de pedrería de huesos de pescado,ycintos de lo Cristóbal Colón: Ta mbié nte diré un secreto:parecido

mismo,con mucha cantidad y muestras de oro finísimo y espect ra lmente a mí mismo,si yo me borro tú tedesvaneces

otrasmuchascosas ,nunca antesvistas en España ni oídas. Y aquí,alláyacullá.Perodimeuna cosa:¿eres tú elquehabla

comenzó la fama a volar por Castilla, que se habían descu- o eresla ema nación deotro, invisible?..Y,¿porqué andas

bierto tierras que se llamaban las Indias, ygentes tantas y vestido de mí mismo?

tan diversas, ycosas novísimas,y que por tal caminovenía el Imagen de Cristóbal Colón: En otras partes de este

que las descubrió,y traía consigo de aquella gente. mundo hay hom bres-águila s, hombres-j aguares,

hombres-Imagen de Cristóbal Colón: Ya sé, yen Barcelona salie- caimanes y hombres-serpient es que viaj an del hombre al

ron a tu encuentro todos los que estaban en laciudad y en la animal,y.viceversa,transformá ndose uno en otroy llevando

corte,ylos Reyes Católicos te esperaban públicamente,con la vida del huma noylabestia almismotiempo,pero yo me

toda maje stad ygrandeza en un riquísimotrono bajo un do- transformo en mí mismo, en mi propio fantasma.

sel de brocado de oro, ycuando fuíste a besarles las manos se Cristóbal Colón: Deque te transformas en mí mismo lo

leva ntaron como a gran señor,te pusieron dificultad en dar- veo, pero,¿qué otra cosa sabes hacer?

te la mano , y te hicieron sentarte a su lado. Imagen de CristóbalColón: Puedo llevardiarios ,es

cri-Cristóbal Colón: Los indios fueron bautizados,con pa- bir cartas, redactarmemoriales,hacer testamentosy

nave-drinos como el rey,la reinayelinfante don Juan,y fueron gar siguiendolasideasde Toscanelli de que se puede llegar

llamados Fernando de Aragón,Don Juan de CastillayDon al Oriente por el Occid ente...También puedo hacermein

vi-Diego Colón. sible,atravesarárbolesyrocas,sobrevivir al tiempo,gana r

Imagen de Cristóbal Colón: También trajiste con tus bat allasdespu és demuertoy figurarme en mucha spart esa

hombres a Europa la espiroquetaTreponema pallidum.Y lue- la vez:ser unoenGénova, otroen Portugal,otro en Castilla,

go volviste a Sevilla,pero estavez en cadenas.En verdad,di- otro en la Santa María,otro en la isla Gua na ha ní, otro en

cen que bastante fantasía tuviste.Pero no necesitas presen- Santo Domingo,otroen LaGorday otroeneste momento.

tarte más, te conozco bien y estás muerto desdehace siglos. Cristóbal Coló n: Basta cone o,nor pita má los

luga-Cristóbal Colón: Hay muertos que no mueren. res en los que h ido.

Imagen de Cristóbal Colón: Y otros que siguen murien- Imagen de Cristó bal Colón: Pu do rpirataalservicio

do. de Ren é d'Anj ou,11 ara la i lad Quío y d spuésduna

Cristóbal Colón: (Se pasa la mano por el pelo como sise batalla salvarm a ru dod un b reo in ndiadoconla ayu

-mesara cenizas) Como tú. da de un remo y11 • r: la ca t d Portu .1.P ronon

ave-Imagen de Cristóbal Colón:Sí,como yo,aunque soy el garé más.El mi t riod I m red ma i. do rand par aun

original y tú la copia. . na vega ntequ bus ando lo t ho d orod ipango llegó a

Cristóbal Colón: (Hace el intento de avanzar hacia la un Orbe Novo.Por lod mA ,ca n do toyd misnombres :

imagen,pero se detiene)Por san Fernando,que llegaré a mí Colombo, olomo, olom, Colón...

mismo pasando a través de ti. Cristóbal Coló n: YChristoFerens.

Imagen de Cristóbal Colón: (Abre su traje para recibir- Martín Alon o Pinz ón: ( c ol u lad o)

Vayárno-lo) Ven aquí,gotoso,pasa a travésde mí,si puedes mover las nos deaquí, nolo oi a más,cuíd t d t. ima n,cuída te

manosylas rodillas.Tienes enfermedad derico, a causa del de los refl jo d ti mi rno,y v qu I v.nidadt p rdió.

mucho comer y del poco ejercicio. Espero que no tengas Imagen de Cristób IColó n: (A M rtín Alon oPinzón )

también motbus comitialis y la gota caiga sobre tu corazón. Y tú, ¿q uién er ?

Cristóbal Colón: Podagraychiragra me han tenido en Martin Alonso Pinzón: Yo oy d P lo d la -ronteray

cama,atado ycapturado de manos y pies. a mi regresodela Ind ia moríenLaRábida d an ancio.•

Imagen de Cristóbal Colón: (Al ver que el Almirante se Teníaca ra bela propia, mbarcacione p qu ñ y vivía enla

ha quedado detenido frente a ella,lo remeda) Yo estoy tan calle de Nuestra ñorade la Rá bida on mimuje rMaría

perdido como dije.Yo he llorado hasta aquí a otros.Haya Álvarez. Ya había na v gado por lo mar vijo y por los

misericordia ahora el cielo yllore por mí la tierra.(Con otra mares nuevos cua ndo ncontré aCristóbal olón enel

mo-voz,pero imitándolo )El oro es excelentísimo ;del orose hace nasterio de La Rábida yme contó u proy eros.Cua ndolos

tesoro,ycon él,quien lo tiene,hacecuantoquiereenelmun- reyes soberanos apoya ron su empre a,mi hermanos yyolo

do,y llega a queecha las ánimasal Paraíso. (Con otra voz) ayudamosen mucho a encontra r las naves yreclut ar

rnari-El diezmoque medanno es el diezmoque me fue prometido. neros para el viaj e, asícomo con dinero y experiencia n

áuti-(Con otra voz)Perodémas gracias aNuestro Señor que ha ca. A tresdías del mesde agosto de 1492,abastecidos con

pensado que somos dignos de tantas cosas buenas. (Con voz much os mantenimient o , con 90 hombres marineros,sali

-normal)Pero para no pelear más,de ahora en adelantediga- masdel puertoybarrade Saltes,río de Palos,ca mino de Oc

-mas que somoselmismoindividuoen dos formas semej a ntes cide nte.Yo capitaneab ala Pinta,conmi hermano Francisco

portando la misma sombra. Martín como maestre, y mi navefue la primera en avista r

Cristóbal Colón: El mismo Cristo . tierra por ojos de mi marinero Rodrigo de Triana.

Imagen de Cristóbal Colón: Dije sombra. Rodrigo de Escobedo: De Rod rigo de Triana cuenta n

Cristóbal Colón: Y yo que pensaba quecornoaq uelsan- que al no recib ir los 10,000maravedísofrecidos porlos reyes

to Cristóbal de la leyenda me llevarías sobre tus hombros soberano s alprimero que avistara tierra,decepcionadop

or-para cruzarelrío de los muertos. -que se; adjudicó la recompensa elAlmirante mismo,partió

Imagen de Cristóbal Cólon:Ytú,como a Cristo,me lIe- pa ra Africay se hizo mahometano.

varía s de cuatromodos: sobretus hombros,en tu cuerpo,en Martín Alonso Pinzón: Descub rí en la costa de la Isla

tu corazón y en tus labios. Esp a ñola elrío Martín Alonso,alque Colón cambióluego

Cristóbal Colón: Asíte llevo. por el nombre de río de Gracia. Yporquedesa pa recide su

Imagen de Cristóbal Colón: Veo que eres obstinado. vista poco másde un mes,haciaunaislaque se llamaba B

a-Pero te diré un secreto: yo ignoraba tu existencia,aunque las neque, él meacusó de trai dor;lIegando .adecirque Vicente

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era ya nuestro, no mirando la honra que el Almira nte nos

ha b ía hecho ydado,yque hacíamosydecíamosmuchas c o-sas no debidas cont ra él. Sin emba rgo, otravezjuntos, em-prendimosel regresoa España delGolfo de lasFlech as ,~asta queuna tormentanos volvió a separa ryllevadapor el viento

minavellegóprimero a Galicia.

Imagen de Cristóbal Colón: Ha yquiendiceque un pilo-to de Pal osllamad oPinzón cont rajoelmal de laEspañola ; y no fueron lostrab ajosdel mar ni las hambresymal pasadas los que lotraj eron ala tumba,an tes de partir para Barcelo

-naM a r tí n Alonso Pinzón:Si el pilot o de Pa los yel Pinzón de quien ha blas son el mismo que yo, debodecirte,contr~

loschismes póstumos,que ni ma ldesimie nte,ni bubas,DI

sarnade Castilla, del modo quellames estaenfermedadpe

-gajosa ,me trajeron en laPintadoliente; tampoco ya en Espa -ña fuiyoquienpegó esa dolencia amujeres cortesanascomo

hiciero n muchos otros que ha bían dormidocon las indias,

inficionandolaciudad,ha sta el extre mo de que en lashu

er-tasdondela vab an sus ropaspasaba el cont agio alasplantas, sino qucde fatiga morí , sin requerir nuncasercurado con el guayac án o pal osanto.

Image n de Cris tó b a lCo ló n : (A Vicente YáñezPinzón) y tú,ca es descubrido r o destruidor ?

Vicen te Yá ñ ez Pin z ón : Yo soy Vicente Yáñez Pinzón, he rma no de ésteque hablaba,yparticipéenel primerviaje a lasIndia sal mando d laNiña,lamejor de lastres carabelas. Fui leal al Almi rant e. ya mirezresoa España,muerto M ar-tín Alonso, firmécapitula iónpara em prenderpor mi cue n-ta un nUl'VOviajepara d s.ubrir yrecatardonde él noh ubie-'Cestado.Conmisobrino Aria Pinzón ,armécuatro cara be-las yaba stl'cido degente. arti llcrla yvituallas, salí de Pal os cl 13 dI' noviembre de 1499. A fines de enero, llegamos al cabo dI' San Agu sriny tomamo po esión de esa tierra en nom h rr lit- losreyesde .astilla. 1 sp ués demuchasperipe -cias,corrie ndo la costa hasta11 garalgolfode Pa ria , toca

-mosen(:a boPrimero,en doMarañóny río de Orella na, río DUItT yotr.rspartes.Luegodediezmesesdeviaje ,volvimos con20 l'sc1avos,JonOlib rasdebrasil,la maderadecolore n-cendidoqUl'da color alospañ os,va rios juncos gruesospara bácu lo como aquellos que el pueblo por burla pon e en la man oporcet ro aunboboo tontoque hacerey;traj imosani

-me blanco,cuy a lágrima oresina sirve paraper fum ar la ca

-beza,ycort ezas de arbustos odoríferos parecidosala cane la.

Ochoaúo sdespués, con J uan Diezde Salís,América Vesp u -cio yJua n d.. laCO"a, salíen busca de unest rechohaciala Especie ría por las costas de Yucat án.

Image n de Cristóba l Co ló n : (A LuisdeTorres)Y tú, ¿crcs ma reante o marcado?

Luis de Torres : Yo, seño r, soy Luis de Torres, que he sidojudío.ysédizque hebreoy ca ldeo y aunalgode ará b i -go. Vine enesta empresa como intérprete parahablarconel Gran Cany convert irlo a la fede Nuestro Señor y ala ob e-diencia de losreyes sobe ra nos.Mi señorAlmirantemeenvió a Cubanacan , ju ntocon RodrigodeJerez ydosindios, con sarta sdecuentaspar a comprar decomer y con instrucc iones de pregunt ar por elrey de aquel la tierra yloquehabíamos de hablar de parte de los reyes de Castilla.

Marin e ro 1: (Detrá s de él)Al llegar a una población de cincuenta casas fuimos recibidos con gra n solem nidad, se -gún sucost u m b re, y todos,hombres como.muj eres,nos ve

-nían a ver, y nos aposenta ro n en las mejores casas. Marine ro2: (Detrásde él)Los cuales nostocaba n y nos besa ba n la smanosylospiesmaravillándosey creyendo que

veníam os del ciclo.

LuisdeTor r es :Nosllevaron de brazoslosmáshonr ados del pueblo a la casa princi pa l, ydiéronosdos sillas en que nos se nta rnos en elsueloalrededor de nosotros.

Mar inero 1: El indioque con nosot ros iba lesnoti ficóla manera de vivirde los cristianosy cómo éramosbue nagente. Marinero2: Después,saliéro nseloshombres,y entraron las mujeres y sent áro nse de la mismama ner a en derred orde nosotros,besándo nosla sman os ylospies palpá ndo los,ten -tándonos para ver siéra mos de carne y hueso como ellos. Luis de Tor r es : Luego, hall am os por el camino much a gente que atra vesaba a sus puebl os,muj er es yhombres,con un tizón en la mano, yerbas para tomarsus sa h umerios que acostumbraban.

Marinero1: Unas yerbassecasmetidas en una cierta ho-ja, seca también... y ence ndido por una parte deél, por la otra chupano sorben o recib en con el resuellopara ade n t ro de aquel humo, co n elcua l seadormecen las carnes y cuasi embo r rac ha,y asídiz que no sienten cansancio.

Marinero 2: Estos mosquetes lla man ellos tabacos, Cristóbal Colón: Son gente muy sin malni de guerra, desnudos todos, hombres ymujer es, como sus madres los parió.Verdad es que la s mujerestraen una cosa dealgod ón sola me nte, tan grande que le cob ij a su natura y no más.

Luis de Torres: Y son ellasde muy buen acatamiento ni muy negro, salvo menos que Canarias.

Imagen de Cristóbal Colón: Basta ya, (A Rod rigo de Escobedo ) Y tú ¿q uién eres?

Rodrigo deEscobedo: Yo,señor Almirante,soyRod rigo de Escobedo, escribano de toda la armada.

Imagen de CristóbalColón: (A Rodrigo Sánchez de Se -gavia) Y tú, ¿q uié n eres?

Rodrigo Sánchez de Segovia: Yo,señor Almirante,soy Rodrigo Sánchez de Segovia, veedor del rey y de la reina.

Imagende Cristóbal Colón: (A Cristóbal Colón)Enton -ces pueda elseñor difuntoMartínAlonso Pinzón ser tu capi-tán enesta ceremonia;puedaelseñor difunto Vicente Yáñez Pinzón ser tuca pitá n en esta ceremon ia ; puedaelseñor Luis deTorres ser tu intérprete en esta ceremonia;puedan el se

(9)

Cristóbal Colón: Gracias por tu ofrecimiento de viajar bajo tus órdenes hacia el otro mundo, señor Almirante Ma-yor del Mar Océano, pues no sabía que ahora funges como señor de los vivos y los muertos, que sopesas en la misma ba-lanza mar y tierra, fuego y aire ...pe~oprefiero navegar solo.

Imagen de Cristóbal Colón: ¿Estás listo? Cristóbal Colón: ¿Adónde vamos?

-Imagen de Cristóbal Colón: A la tierra de gracia. Cristóbal Colón: ¿Al río y lago que allí hallé:¿Al río que si no procede del Paraíso viene de tierra infinita?

Imagen de Cristóbal Colón: No, a otra muy distinta,a través del mar.

Cristóbal Colón: Pero el mar no se mueve,las olas en-cantadas se han qudado fijas reverberando al sol.

Imagen de Cristóbal Colón: Ven.

Cristóbal Colón: (Aparte) Yo no tomo que el Paraíso Terrenal sea en forma de montaña áspera;hallé que el

mun-odo no era redondo en la forma que escriben,salvo que es de

la forma de una pera.Muy conocido tengo que las aguas ll e-van su curso de Oriente a Occidente con los cielos.

Imagen de Cristóbal Colón: Pregunté si estabas listo. Cristóbal Colón: Estoy listo.

Imagen de Cristóbal Colón: (Con otra voz)Bienvenido imagen de mí mismo al mundo de las sombras...Tú quete levantaste al alba y te acostaste en la noche de tu cuerpo, ahora vas a descansar en ningún lado, porque no haylecho 'de muerte ni reposo para el hombre;el mundo en tusojos ya n~tiene edad ... Aunque haya una cuenta del mundosegú n los judíos:..

Voz sin cuerpo: Vivió Adán 120 años y entonces cnge n-dró Aset. Vivió Aset 105 años y entonces engenn-dróEnos. Vi-vió Enos 90 años y entonces engendró Cainán.VivióCainá n 70 años y entonces engendró Malachel.

Otra'voz sin cuerpo: Vivió Malachel 65 añosyento nces engendró Jared. Viviójared 162 años y entonces enge ndro Enoch.Vivió Enoch 65 años y entonces engendróMathus a-lén.

... .Otra voz sin cuerpo: Vivió Mathusalén 187años yen

-tonces engendró Lamech. Vivió Lamech 182añosye nton-ces engendró Noé. Noé vivió 500 años y entoncesengendró

Sen. Y Sen había ciento cuando fue el diluvio.Asíquedela creación del mundo hasta el diluvio son 1656 años.

Cristóbal Colón: Ya lo dije una vez:la Sacra Escriturate s-tíficaen el Testamento Viejo, pqr boca de los profet a s, y en el Nuevo por Nuestro Redentor Jesucristo,queesternun -do ha de haber fin. San Agustín dice que en el fin de este mundo ha de ser en el séptimo millar de los años de la c rea-ción de él. Y según mi cuenta no faltan salvo ciento y

cin-" cuenta y cinco años para cumplimiento de siete mil. Aunque

Nuestro Redentor dijo que antes de la consumación deeste mundo se habrá de cumplir todo lo que estaba escrito por los profetas.

Imagen de Cristóbal Colón: (Con otra voz) Veo queeste islote que ignora la era del mundo y la voz de los profetas,te ha recibido bien con sus nativos desnudos y suspapagayos .espectrales, a pesar de que no distingues frente a ti a los vivos 'de los muertos,ni a los espíritus reales de los irreales. (Feme-ninamente) Ahora la ausencia es tu escenario yel pasadotu voz;en la distancia tienes dos.horizontes,el del mar yel de la luz, los dos lIe~an a un abismo distinto, pero procura no equivocar tu dirección, porque en tu miradase confunden. Cristóbal Colón: Si tengo que elegir en este momento el horizonte hacia el que debo dirigirme para siempre, pueda una vez últimatocar el cuerpo humano en una de estas nati-vas harto mozas o ver la forma luminosa levantarse en el

Oriente,pues,segú nhe aprendido desde niño sedebe a dmi-rar el solsob re lasdemás cosa s.

Imagen de Cristóbal Colón:Tucora zóndeshecho aún est á llen ode sueños,perocomo tuspadressonsombray tu imagen es so mbra. imposibleconced erte lo que pides.Sin emba rgo, sicierras los ojosun momento.alo mejor puedes to-carelcuerpo de esamoza ymira relsol levantarseen el Orien-te... (Colón cier ra lo párpados, pcro los abre luego ). La gracia sólo dura un eguado. Ahor a, navegarás deuna parte a otrade timi mo, hast aquc elTrianadetusergrite tierra en tu noche. en conmigo, ha gamos un sólo montón de ceniza y olvido.

CristóbalColón: (Ava nza ha ia él,pcroen elcamino se detien e) ninstante má ....dim una co a.tú que tep

are-ces amí mismo.enal ún lado h oído que Ihombre ha ma-tado al hom b re, ¿ i rto?

Imagen deCr istó balColó n: Es -ierto.Tu vieja enemiga laserp iente ha dado.Ihombr Iconoc imientod Imalpara destruirlo idos yI ti rra,y Ihom b r ha in ndiadocon susoj os I ipac io h. qu m.do onsus mano todolovivo. Cristóbal Coló n: Pu da)'0ap la rarala rpi ntc nesta hora,pu da yope u;dir',1 hom br qu no arroj fu go so -bre 1mund o.

Imagen d ri lób I olón : Vali ntc ma rinero r s, p ro sólo re' somb r t hom b re.

Crisl óbal aló n: Pu dn omira r latie rracorno ra,an -t rioréllaIUl ya laI ,l. br••;pu dayo volver ala os urida dy alsil ncio y podam O/ll nzar de nuevo.

Imag n d rialób l olón: Te he di.hoyaquc la an -ión d 1final eSI ¡\h h d ilcn.ioy ceniz a.L. d tru ión ha idocons u ma da,I hiio d 1hom b re noselevant aránya

más d su lechud mu rt .

Cr isló b I aló n: Pu d. mi r travesa r elti rnpoyd • ten rlos,pued a elh mbr nt roque habla en mi perdirl s

qu nolohagan,qu un tru',l••de rrucci ón ;1co nsu

-mad a. yno ha pa do nun • n. da.

Imag n d ri lób I oló n: Ya no ha ymuchoquc ha

-e r.

Cr isIó b I alón: Lo cribicudo ha bl aban d div rsas maneras...

Imag ende ri lób l

().sd ahora anda mo p r. i /lIprc ju nios en il n io, Martln Alon o Pinzón: ¿Pu d nron I Almirante rrtirarsc a su hat I . ¿Pod mo no otro r tirarnos?

Imagen de Cr il lób l aló n: o, la dir iónes hacia mi, p'ro vendrá él 010.

Cristóbal 'olón .v. n7. n, <¡u ' inclina pa ra recibirlo

r

monte br u homb ro . Lo'herma nos Pinzón, los Rod rigo , Lu i d Torre ylo marineroslo s

i-zucn,Losnat ivoslo r d n.

Imagen de Cr istób I Coló n: o, u t d

Rodrigo Sánch ez de S ovia: ( uando alón está a punto de dcsapa rc r n u ima n, d la vando elestán -dartereal) ieñorAlmira nte, t olvida la bandera.

Cristóbal Colón:( amo i repararadi traldamenteen la omisión)Ah, í. (1 ca I col a n la manode la ima -gen; con la cual, mon tad. obre u hom bro hace unsólo cuerpo,una ola figuraradiante.)In manuslilas,Domine, (om -mrndo spintum 1I/(/l1n.

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