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Sobre el derecho a la información

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Academic year: 2020

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SILVIA MOLlNA

otras alternativas posibles de estudio de la i nfor-mación, la comunicación y la'difusión masivas. Vale la pena acotar que unimporta ntecampo de experimentación científica enesteaspectoson los países del tercer mundo,donde - porejemplo- las demostraciones de fuerza de losmedios de difusión masiva pueden darse con mayorintensidad, apro-vechando sus propiascontradicciones internas .

Pero los medios de difusión no so n más que la parte visible de algo más complejo: el sistema de difusión-información-comunicación. Las caracte -rísticas del mismo rebasan con mucho a los me -dios, aunque éstos se encuentran englobados en él.

Este sistema,que ha incidido de manera deter-minante en la producción de la"ciencia de la co-municación" tiene un área de influencia interna-cional:existe a nivel trasnacional y opera no sólo en lo que hace a las comunicaciones en sentido ge-nérico,sino en la economía y la política. Está com-puesto, tanto por los ya citados medios de difusión masiva como por la industria electrónica y aeroes-pacial-su infraestructura- que proveen el equipo con que operan los medios, las piezas de reposi-ción, las innovaciones tecnológicasque buscan au-mentar su eficiencia y los aparatos receptores o di-fusores (radios, televisores,tocadiscos, tocacintas, etc.) o los objetos (discos, fonogramas, videodis-cos, etc.)que el público requiere para tener acceso a la información.

Además del aparato industrial que posibilita la existencia yel desarrollo del sistema, existen otros componentes significativos que realizan activida-des a nivel ideológico, político y económico (en este caso sin la extensión de las industrias electró-nica y aeroespacial)tales como: las agencias publ i-citarias, que organizadas en grandes cadenas con-tribuyen en la mayoría de los países.asolventar las ganancias a la vez que conectan al sistema eón empresas transnacionales de todo tipo; las agen-cias informativas, que nutren los medios de mate-rial para sus publicaciones o emisiones, y final -mente, las organizaciones internacionales de pro-pietarios (en algunos casos se puede tratar de paí-ses) o concesionarios de los medios interesados primordialmente en el desarrollo y defensa de sus intereses (cuyas prolongaciones han dado lugar en ocasiones a una defensa frontal de los deli mperia-lismo).

Si se dan los nombres de algunos de los compo-nentes del sistema de difusión , informa cióny co-municación cuya interrelación da sent idoy permi-te establecer la coherencia del sistema,éstos pasan de ser entes abstractos a sujetos conocidos y co-mienzan a identificarseaquellosqueso n fam iliare s en la vida cotidiana y demuestran ,por lo tanto ,su importancia en la vida nacional. De este modo,los gigantes que constituyen la infraest ructura del sistema junto a los propiosmedios, son por un l a-do, empresas electrónicascomo lasnorteam erica-nas: General Electric,18M,ITT,Western Electric,

SOBRE EL DERECHO

A LA INFORMACiÓN

.H ace mucho tiempo que la información, la comu-nicación y la difusión masivas han dejado de ser pa-trimoniode la intuición y del sentido común para entrar de lleno en el campo científico.Por consi-guiente, las negociaciones entre países, el desarro-llo de la opinión pública nacional e internacional, la actividad de recibir y dar información, se basan hoy en reglas más precisas,experimentadas en la-boratorio y en el campo. Con ello se pretende que operen en situaciones relativamente controladas a partir de las cuales se espera obtener resultados previsibles.La nueva "ciencia de la comunicación" -cuyo origen inmediato se remonta a la Segunda Guerra Mundial- ha empleado desde sus comien-zos "la experimentación en el terreno"como eje de sus actividades,mismas que tienden a orientarse hacia fines concretos y relativamente próximos. Debido a estas características, así como al hecho de que la inayor parte de los trabajos de investiga-ción realizados han sido patrocinados por empre-sas y organizaciones que tenían especial interés en la cuestión, el desarrollo de la problemática del control (para orientar cambios de opiniones y acti-tudes, motivar la toma de decisiones, oponerse a cierto tipo de transformaciones sociales, etc.) ha crecido desproporcionadamente con respecto a

.M . •

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Litton o Westin gh ou se;las europeas:Philips,

Gene-ral ElectricCo. Ltd,yAEG-Telefunken,o

lasjapo-nesas: Hitachi, Mat sushita Electric, Sony,

San-yoyTokyo Shibaura. Por otro lado, las empresas

aeroespa cia les McDonell-Douglas, Boeing,

Gene-ral DinamycsyHughes Aircraft -todas ellas

nor-teamericanas-son productorasde satélites o partes

desat élites.'

También las principales agencias publicit arias

del m undo son las norteamericanas: J. Walter

Thompson, McCann Erikson,Leo Burnett, Young

and Rubicam,yoperan trasfronteras, por ejemplo

en México, donde todas ellas tienen filiales.

Del mismos modo,si se observa cuáles so n las

fuentes de aprovisionamiento de información

noti-ciosa o de contenido elaborado que se difunde a

travésde los medios,surgen, por un lado las

gran-des agencias informativas : United Press

Interna-tional (UPI), Associated Press (AP), ambas

nor-teamerican as; Reuter-Latin, inglesa; France Press

(FP), francesa,yDeutsche Press Argentur (DPA),

alemana. Por el otro lado, aparece una serie de or-ganizaciones productoras de material gráfico (tiras

cómicas,artículos para revistas, fotografías e

ilus-traciones, reportajes, etcétera) que surten a

perió-dicos y revistas del "mundo occidental", tales

como la U nited Feature Sindycatessub sidia ria de

la UPI,la citada AP o la Hearst Corporationysu

"distribuidora" el Grupo Dearmas.

Finalmente, entre las organizaciones

internacio-nales de empresarios yconcesionarios de los

me-dios, resultan bastante conocidas en

Latinoaméri-ca la Sociedad InterameriLatinoaméri-cana de Prensa (SIP) y la Asociación Interamericana de Radiodifusión

(AIR),famosas por sus intromisiones en los

asun-tos internos de los países de la región.

Una vez caracterizado de este modo el sistema

de difusión,informaciónycomunicación,se tienen

elementosparadeducir cuál es la naturaleza de los

flujosinformativos y noticiososque en él y a través

de élse difunden, así como el interés que ha

susci-tado su incesante expansión, acelerada en los

últi-mos veintidos años por el impacto de la tecnología

espacial yeldesarrollo de la comunicación vía

sa-télite.

Peroamedida que ha ido creciendo este sistema,

ha aumentado la inquietud de los Estados que se

ven -o perciben la posibilidad de verse - in

vadi-dos por mensajes ajenos a su realidad, agitados a

travésde los medios, teniendo que actuar bajo

pre-siones que se manifiestan a nivel nacional pero

ig-norantes de cuál es el interés nacional.

Asimismo,lasNaciones Unidas,y en especial la

UNESCO, han observado el problema desde su

propia óptica, tratando de evitar fricciones y de

proponer soluciones teóricamente equitativas

para que los países del Tercer Mundo no resistan

tantoel impacto de la dependencia.Finalmente,el

centro hegemónicoylos imperialismos europeo Y

japónestambiénseinteresa n en la cuestión,ya que

14

intentan racionaliza r susoperacio nes a fin deobte

-ner mayoresbeneficios.Todos coinc ide n, en fin en

q.ue se estáhaciendo preciso for mu lar políticas 'na

-cionales - y even t ua lmente internacio nales- de

comunicación. Desde luego, difier en encuan to al

contenido que habría n de tener tale po lít icas.

Al respe cto,los intereses imperialist ase táncla

-ramente deline ad os a través de la declara io ne de

sus expertos en comunicación. En algunos caso

so n expuestosde ma ne rabastantegro era ta l como

lo hizo el profeso r del Instituto Tec noló gico de

Massachussets,Ith iel de Sol a Pool, quien declar ó

que la protecció n de las cultura nacionales frente

a la influencianor tea merica nae inú til. pue'to que

la cultura nortea merica na e multinacio naly. por

lo tanto es la cultura másdesarrollada del mundo.'

Observacio nes más suti le on - por eje m plo

-las de Wilbur Schram m, que red uce la po litica

de comunicació na merosenva es parap líticasde

otro tipo (econó micas , educat ivas.rcliJi .as. et

cé-tera) alafirma r quesu entido e'elde vchiculizur

contenido sdeotra índole. haciéndolos a cquiblc..

interesantesoagradabl es de m d que el público

losinternaliceyhagasuyo'enla vida coridi 11"1. 'A

esto se suman declaracio nes má. o men s

unbi-guasde acuerdo con la cuales I medio. de

difu-sión de lospaises depend iente dcbcriun cr di

sun-tos -y también po r e to mismolaspo llti ISdee .

municación - de las de lo pulse delce ntro.Fsl •

según Peter Schen kel, permitiría por ejemplo, I1

afirmación de valore favora ble. ti de irrollo de

los países subdesa r rollado . Pero I que no dice

Schenkel niquienes comparten .u postu rl.e que

estosvalores so n producto dela ideaque e.istc en

las metrópolis sobrelo que debenvtlor rI país

subdesarrollados.'

Con losinteresesnortea rnerica n eidc nti rcnn

los imperialismos europeo yeljap o nés.pue toque

se produce una compenetraciónentr e ell . e.t

e-riorizada porejemplo,en la "coopera i6n ent re la

empresas norteamericanasde laaeronáuti 1)' u

colegas extr anjeros (que) revi te cada el mi I

forma de lacoproducció n que muyamenudo o

n-vierte a las empresas extranjera en mero ub o

n-tratistasde laindustria norteamericana"St l o mo

ocurrió en losacuerdo sBoeing-Aerita lia ,R wel

l-Fuji o el de General Dinamyc con emp r a de

Bélgica, Holanda,Noruega yDinamarca. in em

-bargo,suelena veces manifestar econflicto int

er-imperialistas como el que se expresa aira de I

devaluación del dó lar, en los que ta l indentifica

-ción se resquebaja y que existe, por lo tan to.opo

r-tunidad de celebrar acue rdosalgorná

r

orabl

paraalgunos países delTercer Mundo.Porloque

respecta alasiniciativasde organismos interna

cio-nales,y especialmente delaU ESCO , frente I i

-tema de difusión-info rmaci6n-co municaci6n. e

observa un intento po r resolverlo pro blem a me

-diante políticas de comunicación fragmenta ria..

(3)

ciacon que opera el fluj o int ernacio na l de noticias olvidandoelcar áctertot aldelsistema de

difusión-inform ació n-co m unicación. Pero por su propia

constitución , este sistemaya no puede red uci rsea

un mero flujo informativo, puesto que tiene la

po-sibilidad material de coartar los inten tos de cada

Estado por evadir sus consecuencias negativas,

siemprey cua ndo éstas últimas no vayan

acompa-ñad aspor una tra nsfo rmación estr uct u ra l del m

is-mo Estado. Esdecir ,queelsistemasóloadm ite la

formulación de políticas que acentúan la depen

-dencia, alsustentarseen elconsumo de su pro d

uc-ción especí fica , incrementarsus mercados, exten

-der suárea de influ encia y contrib uiradiversificar

su producción .Por ejemplo, uncaso decoinciden

-cia entre losintereses impe ria listas y la sr

ecomen-dacione sde losorga nis mos internaciona les fue el plannacion a lde comunicación brasileño- tod avía

enconso lida ción- cuyos prin cip alesmotores

fue-ronelProyectoRadiobrasde 1975-queincluía la

coordinación de todas las estaciones públicas de

radio ytelevisión, la cap acit ación de personal

téc-nico yelsuministro de servicios especializados al

Estado- yla políticaoficialdel gobierno ,

tendien-tea alcanza r el uso socia l de losmedio sa través de

su enlace con los objetivos in fo r m a t

ivos-comunicativosdel desarrollo nacional (entendidos

por mediode suidentificación con los de la

iniciati-va privada que opera en Brasil)."

Sin emba rgo, el manejo cabalde la posturaque

plantean estos organismo s internacionales ofrece

la posibilidad de reglamentaraspectos parciales en

la materia que pueden significar una renegociación

de los términos de dependencia , configurando

re-formas útiles, no obsta nte, alinterés nac ion al.

Aun dad a esta última posibil id ad , debido a la

naturaleza dispersa de sus recomendaciones, la

posturade los organismosinternac ionalesen m

ate-ria de difusión , información y comunicación no

ofrece una perspectiva funda menta lmente

diferen-te a la que promueven los intereses imperialista s a

travésde su vocerosmás destaca dos,sino que sus

posiciones parecen mantener cierta continuida d

con ellos.

Parecería que lo mismo no ocurre conlos

plan-teamientos delospaíses socialis tas,que aboga n por

laformulación deunapo lítica internaciona l donde

se definen respo nsa bilida des y competencias que,

aunquese formulan respect oa cuestiones p

articu-lares como el flujomundial de la informaci ó n o la

comunicación víasaté lite, nose queda nen elsi

m-ple enunciado de recomend acio nes, sino que pr

o-ponen medida s concretas pa ra prese rvarla sobera

-nía de losEsta dos. Porejemplo, la UnióndeR

epú-blicas Socialist asSoviéticaspropuso -ante las Na

-ciones U nidas-que lacomun icación víasatélitese

ajustara a lassiguien tes normas:a)todoslos

Esta-dosdeberíangozarde derechos iguales, b) losp

ro-gramas difundidos a través de satélites deber ía n

servir a la causa de lapaz,elprogreso y ele

ntendi-.:::. . ".

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das. De este modo, Marco Ordóñezs -ha dich ó

que "laadopción de una·política internacional de

co m unicac ió n es una tarea mucho más compleja,

por la pluralidad ideológica, por la pluralidad de

intereses; por los diferentes objetivos nacionales

quese persiguen. Pero la complejidad no es razón

suficien te paranointentar un conjuntode normas

que sean válidas, como común denominado r (en

consecuencia), las políticas internacio na les de

co-municación pueden estar.referidasalos siguientes

asunt os:a)creaciónde agencias nacionalesde not

i-cias y suintegra ció naun sistemaregional;b)

deter-minac ió n de contenid os, tanto en la publicidad

como en los entretenim ientos; c)aprovechamiento

conj u nto de mercados potenciales de noticias, de

audie nciasy de consumidores de productos

cultu-rales;d) creación de centrosespecializadospara la producción de mensajes científicos,tecnológicos, educativos y de entr eteni miento; e) apro vecha-miento conju nto desistema s de telecomunicación , microonda, o cualq uier otra adopción que no

im-pliq ue la tran sferen cia de tecnologías innecesarias,

y f) ap ro vechamiento co nj unto de lasinfra

estruc-turas de comunicación instaladas'".Latrampa, y desde otra perspectiva la altern ativa, que presenta este enfoque, consis teen que acent úa la importa

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miento de los pueblos, e)las emisionesdestinadas aotros países tendrían que estar sujetas al consen-timiento previo de los estados destinatarios de tales emisiones.yen loscasos de difusiónno internacio-nal so br e territoriosde otrosEstados,serían objeto de lasdebidas aclara cio nes,d)los Estadosasum i-ría n la plena responsab ilidad de todas las emisio-nes-públ icaso privadas-transm itidasdesdesu te-rritorio, e)tanto las emisiones publicitariascomo losprogramascomerci alessólo deberían ser

dirigi-dos hacia otros Estados cuandoexiste un acuerdo

previo entre el Estadoemisor y el Estado receptor, yf)todo Est adotendría derechoaprotegerse de las emisionesefectuad as en violació n de estos pr inci-piosportodoslosmedios reconocidospor el dere-cho internacional."

A pesar de esto un elemento común entre estas

posiciones aparentementediversas frente a la for-mulación depolíticasde comunicación,es el aleja-mientodel sistema , de latotalidadquesupo ne, y su observación particular izadadentro de un área~Ia

com unicaci ó n - donde no queda clara la

impor-tanci a de la difusión e información. Esto ocurre tantocuandose ha contempladosólo su aptitud de envase ,como cuando se las concibe como un yux -taposic ión - en el mejor de loscasosuna suma - de sus elementos.

Noobsta nte,elsistema noad mi te como altern a-tivas en la prá ctica más que su sola fo rma de e xis-tencia:ladeun complejototalde relacioneseco nó-micas, ideológicas y políticasque cobran sentido porten er un contenido propio.La difusión, infor-mación ycomunicación tienenvalo r en sí mismas, valo r quese deprecia desde el momento en que se lasobser vacomo meras formas,pero que se recu-pera al com prenderlas como relaciones, d istribu-cionesyclasificacionesde contenidosinformati vos, not iciosos, prop agand ístico s,etcétera .

Asimismo, se podría afir mar que cualquiertipo

de política - al revés del planteo de Sch

ramm-contieneytransmiteelementos propiosdel sistema de difusión- información-comunicación. Desde este nuevopuntodevista, la form ulació n de políti -cas de difusión- información -comunicación ha de ser integr al ,equivale nteen su total idad,co m plej i-dad ydinám ica alpropiosistema , ypor ello,capa z deevolucion arconél o de tran sform arlo.La actual circunst an cia internacional en la que, evidente-mente, la creciente expan sión y tran snacionaliza-cióndeest e sistemaj uega un papel estrat égico ,está propiciand o la form ulaci ón de políticasque permi-tan conjugarlos interesesen pugn aen una nueva modali da d de lucha. Muchos est ados dentro del Tercer Mund oestán en este momentotrata ndo de definir su posición al respecto.

En México , la situació n coy unt ura l política-econó mica-ad ministra tiva dentro del contexto in-ternac ionalantes esbozado ha dado lugar a refor-mas(como la política yla adminis tra tiva)a partir de las cualesse espera restitu ir la capaci da d e

jecuti-16

va del Estado ,desgasta da trasel fa llido intentode lideraz~o.t~rcermu ndist~ del sexenio 1970-19 76y

de la cnsis Interna , manifiesta a tra vé de ladeva -luación del peso mexicano , la forma ció n de i

ndi-catos in~ependientes

.Y

nuevos part ido polít ico, los conflictos campesinosy la campaña de

rumo-res, ocurrido s hacia el término del gobiern o del

presidente Echeverría Alvarez. Pero la co

ndicio-nes internaspara po ne ren práct ica e ta reforma • sólo pueden darse -par a aprovech ar al máx imo u

efecto- en lamedida enque eintegrenatra v é de una política de difu sió n-info r mación-co m

u-nicación que garantice su compren ión eleme nta l. Esto pare ce haberse plasmado enelinterés oncreto

del Est ad o en pre c is a r, a tr a v' de u re -glamentación,el derechoala informa i n. ·1de re-cho ala informació n e ha definidoe m und ere-cho socia l. Eselderech o del públic la to made

conciencia, a saber, a pa rticipa r e n plen cono-cimiento de las causa en la uesti ne pública (im plicandopor lo ta nto el derech o t r infor-mado), cuya vigencia depende de I re Cl n de

condicion es que impida n el manej e c1U~IVO

de losmediosdedifu iónyel prcdomini en stas de

los grandesintereses pol lticos, e on mi S)' .oci

1-les de los núcleos interno ycxtcrn del l' der,'o

Por sucontenido , enton ces, el dere h II1 infor

-mación sería-almeno tem pora lmente- el eje de lu política de difusió n-informa i n- mumcucrón.

Pero pese a que su tratam iento tcmrti hI rupa

-do unsignificativo esp acio en la pren ,n pare e hab erningún indicio de que ha 11de pena d el m-teréspopul ar.Dehecho. es fundumcnt lmcntc en-tre losintelectuales do nde e ha con ertid en un tema de gran vigencia. Ello al trat rl . uicnden principalmente las con ecuencia de u ip licI i n alainformacióndel Estado y la po ibilid d de on-trolar o noalos mediosde difu ión ma i u.Es cu-rioso cóm o parece ría quela alu iónque e hi icr desde el gobierno!' sobre la integraciónde una or-ganizac ión del público para la defen a de U'inte

-resesa través de un ente popu la r de de el cuII•e

podría estab lecer su ge tión ante lo medi . -)' quizá anteel propio Estado -, par ece ha erp ado desaperc ibidaapesa rde quee el mejorre ur del

Estadomexica no par a negociar de de un p i ión

fuerte, sus inte reses en el itema de difu i6n

-información-com unica ció n a nivel intern ional. En el Tercer Info rme de gobiern o el pre iden te

hizo una alusión especi ficay ofreció un lternati

-va:la "alianza par a la comunicación" quedentro

del contextonaciona l parecería er un a uerdo en

-treEst ad o , los propietar iosy conce io na rio delo medios de difusió n masiva y "el pueblo", in que

sus bases aparezcan claramentee pue ta . n t circunstanciastan pró ximas a la formaliza ción de

una alternat iva concreta, se perfila n a nivel n acio-nal tendencias enconflicto:está n quien in i ten en una reglamentació n ideal que no puede hacer e

(5)

-I Estosdatos puedenserampliados conlainfo rmacióndada por Arman dMatte lart ensuobra Multinacionalesysistemasde co municación. EditadaporSigloXXI,México,en1977.

, Referencia tomadadeunartículo deWolfangKleinwáchter publicado enElperiodistademócrata,No.7-8 de 19711 ,p.14.

J Wilbur Schr amm ,Communication andChange,en Daniel

Lernery W. Schramm,Comunicationandchangein the develo-pingcountrie s,Hon olulu,East-WestCenter Press,Honolulu, Hawaii,1967.

, PeterSchenkel,La radioylatelevisiónantelarealidad socioe-conómica Latinoamericana,documento delSeminario Sobre la

radioylaTVfrentealanecesidad cultural en América Latina,

SanJosé, CostaRica,abril-mayode 1976. sA.Mattelart , op.cit.p. 54.

• Actual directorgeneraldelCentro Internacio nal deEs tu-diosSuperioresdeEducción paraAméricaLatina(CIESPAL), dependiente de UNESCO.

1 Políticasde comunicación, accionesyalternativas,d

ocumen-todetrabajopresentadoen elSeminar io sobre laRadio ylaTVen Latinoamérica, CostaRica, 1976.

• LuisRamiroBeltrán,op.cit.

• Según datosde Wol fangKleinwiichter, enop.cit.

10 Deacuerdoconladelinicónque le dioHoracioLabastida

en la conferencia quesobre el mismotemapronun ció el24.11.78 en la F.C.P.yS.de la UNAM.

" Según el discursodelexsecretariode Gobernación,Jesús

ReyesHerolespronun ciado ante laComisiónFederalElecto ral el7/12/78.

11 Losmediosderadiodifusiónson los únícosen el paisque

puedenpagarsusimpuestosenespecie ynoendinero.

equivalentes a los que permitieron evadir impue

s-tos a las rad iod ifusorasy canalesde televisión a

.través del insólito recur so del uso del 12.5%del

tiempo de progr amación por parte del Estado. En

otraspalabras ,los ataquesal derecho a la i

nforma-ción que proceden de esta área de interés buscan

distr aer la atenció n pop ular tanto por la via deldi

s-curso como porlade la acción políticadirecta, ter

-giversando su función social. Su objetivo esplas

-mar en la reglamentaciónuna vezmás su per

specti-va de comunicación , informac ión, públ ico y Es

ta-do.

Por lo tanto ,el probl ema actua lconsisteen es

ta-blecer el derech o a lainform ación comovíade

ac-ceso a la eventual form alización de una política

nacional en lamateria (posibilida d quenohayque

dejar de tomar en cuenta) sin dejardeaprovecha r,

en el interés del Estado en su conjunto,lap

articipa-ción popular posible, a fin de negociar este

"de-recho a la toma de conciencia" ante losgrupose

co-nómicos que tratan de man ipul arlo.

No es posible entonces interpretar esta co

yun-tura más que en larelación que existeentre las

pre-siones nacionales e internacionales al respecto,

aprovechando el margen de autonomía relativa

que dentro del establishmentpueden alcanzar

esta-do y pueblo, sino se quiere perder la oportunidad

de dar al derecho a la información un contenido

adecuado a su oportunidad social en el contexto

nacional. El resultadofinaldel debate abierto será

útil para preverel desarrolloulterior de laestr

ate-gia que se adoptará en México en materiade d

ifu-sión, información y comunicación.O

Notas

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vas para ello, quienes hacen observaciones limita-das a aspectos parciales del derecho a la informa-ción, quienes quieren diferir lo más posible la re-glamentación ante la espera de alguna posibilidad circunstancial que favorezca sus intereses, quienes tratan de aprender haciendo y lanzan extensos "ro-llos" que dicen poco a pesar de que parecen decir

mucho,quienes integran su punto de vista a una

proposición integrada dentro de una política parti-daria, quienes actuando de "francotiradores"

lan-za n sus comentarios en una u otra dirección,

quie-nesaseguran que no vale la pena legislar porque las

leyes no se cumplen.

De tod as formas yen este mismo proceso, ope-ran las fuerzas locales del sistema de difusión,

in-fo rmac ió n y comunicación, ylo hacen en términos

superficialmente contradictorios dado que en

apa-riencia se resisten a la reglamentación del derecho

ala informaciónaunque requieren,como

integran-tes de este sistema, la formulación de políticas de

comunicac ión. ¿En qué se funda lo aparente de

esta contradicción? Pues,en el hecho de que la té c-nicadeldiscu rsoen pro de lalibertadde expresión

y opinión esgrimida en el debate no está realmente dirigida contra lareglamentación del derecho a la

informac ión, sino a favor del mismo, en términos

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