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Funcionamiento familiar y maltrato infantil en escolares, 2019

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Academic year: 2020

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(1)UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO FACULTAD DE ENFERMERÍA ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA. Funcionamiento familiar y maltrato infantil en escolares, 2019 TESIS PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE:. LICENCIADA EN ENFERMERÍA. AUTORAS: Br. Ávila Reyes, Katerini Paola. Br. Diaz Vasquez, Yoly Melani.. ASESORA: Mg. Minchola Rodriguez, Julia Gerardina.. TRUJILLO – PERÚ 2019.

(2) DEDICATORIA. A mi amigo y padre Dios todopoderoso la luz de mi existir, por estar siempre a mi lado en todo momento, permitirme vivir en esta tierra, darme salud, alegría y guiarme por el buen sendero, además darme la sabiduría cada día para poder triunfar en estas etapas de mi vida.. A la mujer más valiente, luchadora, buena, honesta y guerrera “mi madre” la razón de mi vida, agradecerle por su constancia, perseverancia y porque nunca me dejo sola en este proceso de mi vida, además de enseñarme a ser fuerte a pesar de los difíciles momentos que sucede en la vida.. A mis más queridos y preciados hermanos: Fiorella, Jhon Y Kevin por brindarme siempre su apoyo incondicional, ser mis protectores y enseñarme el valor de ser una verdadera familia.. Yoly Diaz V.. ii.

(3) DEDICATORIA. Al concluir este proceso académico de mucha importancia en mi vida agradezco a Dios, por bendecirme la vida, ser el apoyo y fortaleza en aquellos momentos de dificultad y de debilidad.. Gracias a mi querida madre, que siempre ha estado en el momento preciso para extenderme su mano, por convertir los malos pasos en reflexión, por escucharme y siempre tener algo que decirme, por prestarme su hombro para desahogarme en llanto, por ser mi cómplice en tantas travesuras y por no importarte la distancia si tenía un problema tu llegabas a socorrerme en el momento preciso.. A mi papito, a pesar de nuestra distancia física, siento que estás conmigo siempre y aunque nos faltaron muchas cosas por vivir juntos, sé que este sacrificio fue por salir adelante y ser una mejor persona cada día. A mi tía, a quien quiero como a una madre, por compartir momentos significativos conmigo y por siempre estar dispuesta a escucharme y ayudarme en cualquier momento.. Paola Avila R. iii.

(4) AGRADECIMIENTO. A nuestra alma mater “Universidad Nacional de Trujillo” por ser nuestro segundo hogar y entorno de formación académica; además de brindarnos seguridad, hermosas experiencias y un ambiente cálido para poder ejercer con total tranquilidad nuestros estudios.. Con respeto admiración y estima sincera a nuestra asesora de tesis JULIA GERARDINA MINCHOLA RODRIGUEZ por su disposición y colaboración incondicional, para ser realidad nuestra meta propuesta; además por el tiempo compartido, sus consejos, ser nuestra mano derecha y ser nuestra guía en esta experiencia hermosa más de nuestra carrera y ser la coautora en la elaboración de nuestro informe.. También queremos agradecer a dos grandes personas y amigos incondicionales que laboran en la biblioteca de nuestra facultad, al señor JOSÉ LUIS ÁLVAREZ REBAZA y CARLOS FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ por facilitarnos la información necesaria y oportuna para la realización de nuestro informe.. Diaz, Y. y Avila, P.. iv.

(5) ÍNDICE. RESUMEN………………………………………………………...vi. ABSTRACT………………………………………………………vii. I.. INTRODUCCIÓN …………………………………………………1. II.. MATERIAL Y MÉTODOS………………………………………55. III.. RESULTADOS…………………………………………………..68. IV.. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN………………………………………71. V.. CONCLUSIONES……………………………………………….89. VI.. RECOMENDACIONES…………………………………………90. VII.. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………….91. VIII.. ANEXOS………………………………………………………..105. v.

(6) Funcionamiento familiar y maltrato infantil en escolares, 2019 Br. Avila Reyes, Katerini Paola1 Br. Diaz Vasquez, Yoly Melani2 Ms. Minchola Rodriguez, Julia Gerardina3. RESUMEN La presente investigación de diseño descriptivo- correlacional de enfoque cuantitativo, tuvo como objetivo estudiar la relación que existe entre el funcionamiento familiar y el maltrato infantil: físico, psicológico, sexual y por negligencia en escolares. La muestra estuvo conformada por 105 escolares de cuarto, quinto y sexto grado de educación primaria. En la recolección de datos se utilizaron dos cuestionarios: La Escala de valoración del nivel de funcionamiento familiar de Olson modificada por Martínez y la escala de maltrato infantil en escolares elaborada por Trigoso modificada por las autoras de estudio. Los resultados se presentan en tablas estadísticas de simple y doble entrada. Se encontró los siguientes hallazgos: el 79,0 por ciento de los escolares presentaron maltrato psicológico, el 77,0 por ciento presento maltrato físico, el 56,0 por ciento presento maltrato por negligencia, y el 3,8 por ciento presento maltrato sexual. En relación al nivel de funcionamiento familiar se encontró que el 63,8 por ciento de los escolares tiene una familia funcional alta, mientras que el 34,3 por ciento presento un funcionamiento familiar intermedia, y el 1,9 por ciento presento un funcionamiento familiar bajo. Existe una relación significativa entre el funcionamiento familiar y el maltrato infantil: físico, psicológico y por negligencia, no siendo así con el maltrato sexual.. Palabras claves: Funcionamiento familiar, maltrato infantil, familia, escolar. 1. Bachiller en Enfermeria. Facultad de Enfermeria. Universidad Nacional de Trujillo. Email: avilareyespaola@gmail.com. 2 Bachiller en Enfermeria. Facultad de Enfermeria. Universidad Nacional de Trujillo. Email: yolydiaznurse@gmail.com. 3 Profesora principal a tiempo completo del departamento académico de mujer, niño y adolescente. Facultad de Enfermería. Email: julia.minchola@hotmail.com. vi.

(7) Family operation and child maltreatment in schools, 2019 Br. Avila Reyes, Katerini Paola1 Br. Diaz Vasquez, Yoly Melani2 Ms. Minchola Rodriguez, Julia Gerardina3. ABSTRACT. The present investigation of descriptive-correlational design of quantitative approach, had like objective to study the relation that exists between the familiar operation and the infantile abuse: physical, psychological, sexual and by negligence in scholastic. The sample consisted of 105 schoolchildren from the fourth, fifth and sixth grade of primary education. Two questionnaires were used in the data collection: Olson's family functioning level assessment scale modified by Martínez and the scale of child mistreatment in schoolchildren elaborated by Trigoso modified by the study authors. The results are presented in simple and double entry statistical tables. The following findings were found: 79.0 percent of schoolchildren presented psychological abuse, 77.0 percent presented physical abuse, 56.0 percent presented abuse through negligence, and 3.8 percent presented sexual abuse. Regarding the level of family functioning, it was found that 63.8 percent of school children have a high functional family, while 34.3 percent had an intermediate family functioning, and 1.9 percent had a family functioning low. There is a significant relationship between family functioning and child abuse: physical, psychological and negligence, not being so with sexual abuse.. Keywords: Family functioning, child abuse, family, school. 1 Bachelor 2 3. in Nursing. School of Nursing. National university of Trujillo. Email: avilareyespaola@gmail.com. Bachelor in Nursing. School of Nursing. National university of Trujillo. Email: yolydiaznurse@gmail.com. Full-time principal professor in the academic department of women, children and adolescents. School of Nursing. Email: julia.minchola@hotmail.com. vii.

(8) I.. INTRODUCCIÓN. La familia es reconocida universalmente como una unidad básica de la sociedad. A pesar de los muchos cambios en la sociedad que han alterado sus roles y funciones, la familia continúa dando la estructura natural para el apoyo esencial emocional y material para el crecimiento y bienestar de sus miembros. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2009). La familia es entendida como el núcleo de personas que cuidan, brindan atención y protección, ya sean padres, abuelos o tíos nos brinda el afecto y apego emocional que forma parte de nuestra historia. Además, la familia es el núcleo donde el individuo se hace persona, se desarrolla y socializa; es más es un apoyo social y personal, en períodos de dependencia, por lo tanto, para la enfermera se convierte en un centro fundamental de atención, pues sus relaciones, modos de afrontamiento o prácticas de autocuidados, harán que debamos actuar de un modo u otro. (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia [UNICEF], 2017; Ayusu, Tejedor y Serrano 2015, p.79). La familia es el espacio de formación y socialización temprana del individuo en el que se adquiere la seguridad y confianza básica, indispensables para la organización e integración del psiquismo, y responsables del futuro relacional del individuo. En la familia se aprenden las relaciones entre las personas, se moldea la. 1.

(9) personalidad y se interiorizan valores y formas de convivencia. (Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar [INABIF], 2015).. En la familia se nace y se vive los primeros años, se socializa y se tienen los mismos objetivos: ofrecer todas las herramientas para el bienestar y funcionar en sociedad. Sin embargo, hay que considerar que en la actualidad la estructura familiar está en transformación y por eso, se empiezan a notar una serie de cambios en las funciones, tareas y papeles que cada miembro de la familia adopta socialmente, y que tienen que ver con cuestiones ideológicas, de formación, género y económicas que permean la imagen de la familia. (Casasa et al., 2016, p.1). En. las. últimas. décadas. las. familias. vienen. sufriendo. diversas. transformaciones generados no solo por los cambios, avances tecnológicos, procesos sociales y políticos sino por cambios específicos como la transición demográfica, el ingreso masivo de las mujeres al sistema educativo, laboral y al espacio público- político y la emergencia de nuevos movimientos sociales que han influido en la ampliación del alcance de los derechos humanos. Una mayor autonomía de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos han permitido una mayor visibilidad a un conjunto de problemas que se vivían en la esfera doméstica al interior de la familia. (INABIF, 2015). 2.

(10) Los estudios de las familias en América Latina coinciden en señalar que, en las últimas décadas, las familias han vivido acelerados cambios generados no solo por los avances tecnológicos y procesos sociales y políticos, sino por cambios específicos como la transición demográfica, el ingreso masivo de mujeres al sistema educativo, laboral y al espacio público- político, y la emergencia de nuevos movimientos sociales que han influido en la ampliación del alcance de los derechos humanos. Una mayor autonomía de las mujeres y el reconocimiento de sus derechos han permitido una mayor visibilidad de un conjunto de problemas que vivían en la esfera domestica al interior de la familia. (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables [MIMP], 2016, p.26). Estudios realizados sobre el funcionamiento familiar en algunos países como Cuba en el año 2016, sobre Familia y conocimiento acerca del maltrato infantil en niños de 0-10 años en "Pedro Martínez Brito" del Municipio Ciego de Ávila; encontraron que el mayor porcentaje de niños vivían sólo con sus madres- solteras o divorciadas, mientras que un menor porcentaje vivían con ambos padres. En cuanto al funcionamiento familiar encontraron que el 36,1 por ciento de las familias fueron disfuncionales, mientras que el 34.1 por ciento fueron moderadamente funcionales, el 25,3 por ciento fueron funcionales, finalmente el 4,4 por ciento gravemente disfuncionales. (Alonso et al., 2017). Así mismo, en Ecuador- Quito se realizó un estudio en el año 2015, sobre la disfuncionalidad familiar y su incidencia en el aprendizaje de los niños y niñas de. 3.

(11) primero y segundo año de educación primaria de la escuela “Sagrado Corazón de Jesús” de Tulcán, en donde se obtuvo que el 70 por ciento fueron familias disfuncionales, mientras que un 30 por ciento son familias funcionales y esto les hace más propensos a ser víctimas de maltrato. (Espinoza, 2015). En el Perú, el funcionamiento familiar es visto de forma preocupante, desde el punto de su formación, tanto en la familia nuclear como en la extensa se puede dar la ausencia física de uno o ambos progenitores, que implica falta de figura paternal o maternal necesaria en el desempeño de acciones vitales en los hijos. La violencia y los conflictos paternos filiales son frecuentes y la falta de autoridad eficiente para normar a los hijos refleja las crisis familiares (Ministerio de Trabajo, 2014).. En la sociedad peruana, se observa similar comportamiento al que se da en la Región, ha surgido nuevas configuraciones familiares, como parejas sin hijos y hogares sin núcleo, a la vez que continúan aumentando los hogares con jefatura femenina, que conviven con los hogares tradicionales, lo que podría indicar que existe nuevos arreglos familiares propios de la modernidad. Estos cambios son más notorios en las áreas urbanas y en los grupos etarios jóvenes o en los ciclos de vida familiar tempranos (cambios generacionales). (INABIF, 2015). 4.

(12) Según el Censo Nacional del año 2017, los tipos de hogares que predominan en el país es el nuclear con un 53.9 por ciento, el segundo tipo más relevante es el hogar extendido con el 20,6 por ciento; así mismo el hogar unipersonal representa el 16,8 por ciento, y finalmente, el hogar sin núcleo donde el jefe(a) vive solo o acompañado con algún familiar constituye el 6,2 por ciento. (Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI], 2018). Así mismo, en una encuesta reciente en Lima y el Callao, se obtuvo que los tres principales problemas en las relaciones familiares son considerados: La falta de comunicación con 34.9 por ciento, problemas económicos con 24.4 por ciento y desconfianza con 11.6 por ciento. Destacando que entre la falta de comunicación y la desconfianza suman 46.5 por ciento. (Ccoicca, 2010) En la Libertad Hidalgo (2010), en su estudio sobre la intervención del ministerio público y funcionamiento familiar de las víctimas de violencia familiar en el distrito judicial de la libertad, 2008, concluye que del total de las entrevistadas el 53.7 por ciento corresponden a familias disfuncionales y el 46.2 por ciento presentaron funcionalidad moderada.. El maltrato a los niños es un fenómeno universal que no tiene límites culturales, sociales, ideológicos ni geográficos. No existe comunidad ni país que escape a él y se presenta tanto en países industrializados como aquellos en vías de desarrollo, a pesar de que es un fenómeno que a veces no aceptamos ver con la objetividad necesaria para solucionarlo y que tendemos a negarlo, es necesario. 5.

(13) afrontarlo de una manera precisa, ya que a través de esto podremos saber el tamaño del problema y encontrar una solución adecuada. (González, 2011, p.11). El maltrato infantil es un hecho que se repite a lo largo de la historia del hombre, por lo que debe entenderse y aceptarse como un fenómeno tan antiguo como la humanidad misma. Aunque sabemos que en el mundo contemporáneo también existe, en el mundo antiguo era un acontecimiento normal que no tenía repercusiones éticas ni legales. La sociedad no se preocupó por los abusos y más pareciera que en determinadas culturas era una forma ampliamente aceptada para el control natal, así como una práctica para eliminar los problemas congénitos y malformaciones. (González, 2011, p.11). La sociedad aún no es suficientemente consciente de que ciertas formas de educar con gritos, insultos y golpes son maneras de maltrato que pueden tener consecuencias graves de condiciones físicas y emocionales en los niños. El maltrato en el ámbito familiar; es habitual y especialmente dañina con el menor, porque quién está causando el daño es la persona de referencia y quién le debería cuidar y proteger. Además, el maltrato suele normalizarse por parte de los niños y no se reconocen como víctimas. (Save The Children, 2018, p.3). Estudios internacionales revelan que la cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños; siendo 1 de cada 5 mujeres y. 6.

(14) 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia; además muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención.; asimismo se calcula que cada año mueren por homicidio 41 000 menores de 15 años. (OMS, 2017 y 2016). Alrededor de 120 millones de niñas menores de 20 años en todo el mundo (alrededor de 1 de cada 10) han experimentado relaciones sexuales por la fuerza u otros actos sexuales forzados. Alrededor de 17 por ciento de los niños de 58 países están sujetos a formas graves de castigo físico (golpes en la cabeza, las orejas, la cara o golpes duros y repetidos). Más del 40 por ciento de los niños de 2 a 14 años sufre castigos físicos graves en el Chad, Egipto y Yemen. A escala mundial, 3 de cada 10 adultos creen que el castigo físico es necesario para criar bien a los niños. En Swazilandia, el 82 por ciento dijo que el castigo físico era necesario. (UNICEF, 2018). En América Latina se reportan altos porcentajes de maltrato infantil: en Estados Unidos se reportan anualmente 1 600 000 casos de maltrato con 2 000 defunciones; asimismo el 100 por ciento de familias disfuncionales usan el castigo físico como medida disciplinaria. En México, 1 de cada 15 niños y niñas han recibido alguna forma de castigo severo como método de disciplina ya sea jalones de orejas, bofetadas, manotazos y golpes fuertes, así mismo 8 de cada 10 agresiones contra niños y niñas y adolescentes de 10 a 17 años han sufrido algún tipo de agresión en su hogar donde las más afectadas son las niñas y las adolescentes. (Robaina, 2001 y UNICEF, 2017) 7.

(15) En Paraguay del total de niños, niñas y adolescentes el 61 por ciento ha sido víctima de algún tipo de maltrato por parte de sus familiares más cercanos, el 35 por ciento recibió violencia física grave, el 13 por ciento ha sido víctima de violencia física leve, el 13 por ciento recibió maltrato psicológico, mientras que el 53,4 por ciento considera que el castigo físico es útil, al menos a veces, para su propia formación. (UNICEF, 2015). En Chile del total de niños, niñas y adolescentes el 71 por ciento manifiesta que recibe algún tipo de maltrato de parte de su madre y/o padre, mientras que el 51,5 por ciento manifiesta que sufre algún tipo de violencia física y el 25,9 por ciento manifiesta que sufre violencia física grave, de estos niños el 29,8 por ciento manifiesta que tiene padres que se agreden y el 36,8 por ciento manifiesta que vive con alguien que se emborracha 2 o más veces al mes. (UNICEF, 2015). De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES) en el año 2015 en el Perú, el 41,5 por ciento de niñas y niños fueron víctimas de violencia psicológica o física en los últimos 12 meses. Es así que el 32,8 por ciento fueron víctimas de violencia psicológica y el 26,7 por ciento de violencia física; mientras que el 18,0 por ciento manifestaron haber sido víctimas de violencia psicológica y física a la vez. (INEI, 2016). 8.

(16) Asimismo, la encuesta reveló que, en el año 2015, el 73,8 por ciento de niñas y niños, fueron víctimas de violencia psicológica o física alguna vez, por parte de las personas con las que vive. El 58,9 por ciento fueron víctimas de violencia psicológica y el 58,4 por ciento de violencia física; mientras que el 43,5 por ciento manifestaron haber sido víctimas de violencia psicológica y física a la vez; más aún, entre las principales creencias que apoya la violencia contra las niñas, niños y adolescentes se consideró que, en la actualidad, la mayoría de ellos no respetan ni valoran a sus padres con un porcentaje de 77,8 por ciento; también, que no deben participar ni estar presentes en conversaciones de adultos es de 61,3 por ciento. (INEI, 2016). Según, el Centro de Emergencia de la Mujer (CEM), registró 41 809 casos de maltrato infantil que equivale al 31 por ciento de niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años, de ellos el 65 por ciento fueron mujeres y el 35 por ciento hombres; según el tipo de maltrato: 18 911 casos es maltrato psicológico, mientras que 13 752 casos son de maltrato físico y 8 957 casos son de maltrato sexual; así mismo el maltrato infantil según el grupo de edad de 0 a 5 años se registró 5,471 casos y el principal agresor fue el padre y la madre, en los niños y niñas de 6 a 11 años se registró 12,390 casos, finalmente en los niños y niñas de 12 a 17 años se registró 12,820 casos de maltrato infantil. (Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables [MIMP], 2018). 9.

(17) Según, la Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente (DEMUNA) de Trujillo registraron casos de maltrato de niños, niñas y adolescentes: el 38 por ciento corresponde a maltrato psicológico, el 38 por ciento a maltrato físico, el 9 por ciento por negligencia y el 10 por ciento por abuso sexual. Así mismo, los más afectados de maltrato infantil fueron los niños entre los 4 y 7 años de edad con el 35 por ciento, los niños de 8 a 11 años con el 27 por ciento y los adolescentes de 12 a 15 años con el 30 por ciento. (DEMUNA, 2005). De acuerdo al sexo, la estadística indica que las niñas son las más maltratadas con el 52 por ciento y los varones con el 48 por ciento; según la relación del agresor y el niño maltratado, el 38 por ciento corresponde al padre, el 22 por ciento a la madre, el 12 por ciento a padrastros, el 10 por ciento a otros familiares, el 10 por ciento a desconocidos y 8 por ciento a profesores. Así mismo la DEMUNA del distrito El Porvenir, informó que en lo que va del año se han denunciado 150 casos de maltrato infantil; además la mayoría, fueron agredidos por sus progenitores. (DEMUNA, 2005 y 2017). JUSTIFICACIÓN. La familia es el entorno inmediato y fundamental para el crecimiento y desarrollo biopsicosocial adecuado del niño (a), pero muchas veces este ambiente se ve afectado por problemas en el entorno familiar como bajos ingresos económicos, alcoholismo, drogadicción, violencia familiar, padres muy jóvenes y padres con antecedentes de maltrato infantil; así mismo estos factores desencadenaría el maltrato hacia los menores de edad en la familia.. 10.

(18) Durante las prácticas pre-profesionales en el hospital Santa Isabel del Porvenir, en las visitas domiciliarias y en las diferentes instituciones educativas, se observó casos de maltrato infantil y manifestados por ellos mismos; además al interactuar con los padres de familia manifestaron que para corregir a sus hijos utilizaron la correa, jalones de oreja y gritos; evidenciándose niños (as) tímidos, inhibidos, con dificultad para relacionarse con su entorno; de cualquier modo el maltrato infantil en el hogar es un problema social, político y de salud que afecta el crecimiento y desarrollo normal de los niños.. Esta realidad nos motivó a realizar la presente investigación para determinar la relación que existe entre el funcionamiento familiar y el maltrato infantil , debido que el maltrato infantil se da mayormente en la familia, pues los padres o cuidadores vulneran los derechos del niño considerando que son propiedad de ellos, de tal forma que pueden quitarle el derecho a la vida, brindarles inseguridad y no protegerlos frente a los maltratos; además es un problema que afecta a todos los niños del mundo y ha existido siempre a lo largo de la historia.. Los profesionales de la salud, por su trabajo permanente con la familia tienen un papel fundamental en asegurar la atención integral del niño y su familia en situación de riesgo social y/o maltrato infantil, en coordinación con otras instituciones implicadas en su cuidado y seguimiento, facilitando una actuación. 11.

(19) integral, multidisciplinar como: trabajo social, justicia, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, educación, etc. (Díaz, 2014).. Además, el profesional de enfermería tiene un papel fundamental en asegurar la atención integral del niño y su familia, que ha constituido siempre una máxima preocupación, por su enorme importancia y la trascendencia que tiene en la vida humana individual y colectiva, puesto que el maltrato infantil ocurre más el ámbito familiar, siendo los niños más vulnerables de sufrir cualquier tipo maltrato por parte de sus padres o cuidadores.. La importancia de esta investigación está orientada hacia la práctica de enfermería porque con los elementos de juicio y los resultados obtenidos permitirán proponer y sugerir propuestas de trabajo multidisciplinario e interdisciplinario, donde el entorno principal sea la familia mediante actividades educativas, consejería, sobre la importancia del buen funcionamiento familiar y consecuencias del maltrato infantil, como también se podrá prevenir y detectar en el hospital y en visitas domiciliarias casos de maltrato infantil; los cuales se notificarán inmediatamente a las instituciones de protección del menor más cercanas del lugar donde viven para que de esta manera se realicen las medidas correctivas y aseguren su bienestar del niño.. 12.

(20) MARCO TEÓRICO- CONCEPTUAL.. En el presente trabajo de investigación se consideraron los conceptos, características del escolar, la familia, funcionamiento familiar, maltrato infantil, clasificación de las necesidades de la infancia de López, el modelo integral o sistémico y el modelo circumplejo de Olson.. Se considera la edad escolar la que va desde los seis años hasta el inicio de la adolescencia, alrededor de los 10 años en las niñas y de los 12 en los niños. El promedio de aumento de peso durante esta edad es de unos 3 a 3.5 kg por año, mientras la estatura registra una ganancia de 6 cm en lapsos iguales. Es característico de la etapa un exuberante tejido linfoide y modificaciones en el esqueleto, atenuándose las curvaturas de la columna vertebral y corrigiéndose algunos casos de genuvalgum y pie plano; ocurre también una fase de reemplazo de dientes caducos; hay ampliación y precisión de destrezas psicomotoras y se perfecciona la capacidad de abstracción y conceptualización iniciadas en la etapa anterior. (Martínez, 2017, p.386). En esta etapa, el niño amplía sus horizontes sociales y de interacción con el mundo a través de la escuela de donde, por un lado, captura modelos a imitar, como son los maestros y compañeros, y por el otro pone a prueba su capacidad de adaptación al medio con los recursos que había aprendido en la familia. En forma paulatina se inician procesos que lo llevan a regular su independencia, su compromiso y responsabilidad con el trabajo académico dentro de un marco social. 13.

(21) Todo ello es básico para que se logre un desarrollo armonioso y una integración de la personalidad acorde con las esferas biopsicosociales. (Martínez, 2017, p.386). La secuencia de la maduración neuromotriz progresa con lentitud durante toda la etapa, desde la obtención de un mejor control de la musculatura gruesa, a la fina, evidenciándose esto en la calidad y velocidad de la escritura. La integración visomotriz y audiomotriz le permiten adelantar en el copiado de textos y dibujos, imitar posturas y gestos, o bien atender órdenes verbales que impliquen realizar con rapidez alguna actividad física. Estas cualidades de integración le permiten participar, disfrutar y sentirse competente a la par de sus compañeros. (Martínez, 2017, p.387). El tipo de pensamiento que marca al niño de la etapa escolar es el operacional concreto (Piaget), cuya facultad se describe por la capacidad de ordenar y relacionar secuencias lógicas, así como de revertir el orden, lo que le permite comprender la función de la resta como una operación contraria a la suma. En las operaciones concretas, el niño depende de lo que percibe a través de la experimentación directa, pero de forma tal que lo llevan a comprender nociones de tiempo, conservación de peso y número a pesar de variar las formas y espacios; su pensamiento se torna más científico que mágico, más deductivo que inductivo. (Martínez, 2017, p.387). 14.

(22) La necesidad de resumir los aspectos del desarrollo afectivo y el psicosocial en la etapa escolar se debe a la satisfacción que produce en el niño, para su autoestima, el desempeño de su rol de identidad sexual en el medio social de la escuela. Latencia es otra forma en que se acostumbra a denominar a la etapa escolar (W. Flies), debido a que el niño en apariencia no manifiesta actividad sexual abierta como en la etapa precedente. Lo que sucede es que deja de exteriorizar en gran medida sus afectos y fantasías hacia los adultos, pero bien es cierto que, aunque no lo haga en forma consciente, sus conductas se hacen más pudorosas y recatadas; a los niños les avergüenza que los vean desnudos en el baño por alguien del sexo opuesto y las niñas evitan sentarse en forma descuidada para no mostrar su ropa interior. (Martínez, 2017, p.388). Durante esta etapa de su vida psíquica se va estableciendo un cambio en el sentido de la moralidad interna, producto hasta entonces de castigos y recompensas por su conducta, que se establecieron en el seno familiar, para ahora ir desarrollando un concepto de moralidad cooperativa, denominada así por LéviStrauss, que consiste en acciones positivas encaminadas a conservar la cohesión y la unidad del grupo en donde se desenvuelve. Dicha modalidad moral le permite al niño tomar en cuenta el punto de vista de otros. (Martínez, 2017, p.388). Los niños y niñas de 6 a 11 años están en una etapa decisiva de la vida, porque es la fase en la que obtienen conocimientos y adquieren experiencias esenciales para desarrollar su capacidad como seres humanos. Están en la etapa. 15.

(23) de la vida en que avivan su desarrollo intelectual, consolidan sus capacidades físicas, aprenden los modos de relacionarse con los demás y aceleran la formación de su identidad y su autoestima. (UNICEF, 2005). Las tres bases del desarrollo entre los 6 y los 11 años son: aprender, jugar y descubrirse. A los 6 años, los niños y niñas ya tienen el desarrollo básico de su cerebro y en general de su cuerpo y poseen amplia capacidad para razonar y comunicarse. Dedican entonces toda su energía y todo su interés a aprender, jugar y descubrirse en relación con los demás, que son las tres actividades esenciales para su desarrollo en esta fase de la vida. (UNICEF, 2005, p.4). Cuando se les trata con amor y se les orienta con argumentos a los niños, son felices, aman la vida y aprenden sistemas de valores y comportamientos basados en la comprensión. Cuando se les imponen patrones de autoritarismo, castigos y maltrato, sufren mucho y aprenden la desconfianza, la intolerancia y la venganza. Cada uno se descubre a sí mismo y construye su identidad en relación con los demás. Los niños y niñas bien tratados se convierten en personas seguras de sí mismas. (UNICEF, 2005, p.4). Los niños en edad escolar se hacen mucho más conscientes de la sexualidad. Los niños necesitan tener información sobre los cambios de su cuerpo a medida que maduran físicamente, para poder desarrollar una imagen de sí mismo sana y entender la relación entre su cuerpo y la sexualidad. Los niños empiezan a 16.

(24) interesarse por los temas sexuales y con frecuencia obtienen información errónea de la televisión, revistas o amigos y hermanos. (Ball y Bindler, 2010, p.98). Así mismo, para el desarrollo adecuado de un niño es necesario un ambiente suficientemente bueno para permitir la integración de los impulsos tanto agresivos como amorosos. Un pequeño no prospera con una madre que hace una adaptación perfecta a su necesidad, como tampoco si la adaptación a la necesidad del niño es extremo frustrante. Un ambiente facilitador es el que permite al niño exprese sus emociones con naturalidad y espontaneidad, pero también el que enseña un autocontrol de sus impulsos. Los padres son modelos de identificación para los pequeños y dependerá de cómo ellos manejan sus enojos o frustraciones, que el niño pueda tener o no herramientas para manejarse en medio social. (González, 2011). El enfoque universal de las necesidades vinculadas al desarrollo humano permite plantearse la importancia que adquieren éstas durante la infancia. Los niños se encuentran inmersos en un proceso de desarrollo, en el que se van adquiriendo capacidades y habilidades cada vez más complejas. La adquisición de habilidades tendrá lugar, entre otras razones, en función de las condiciones o los modos en que son satisfechas sus necesidades fundamentales. En este sentido se podría añadir que los modos de resolver las necesidades en la infancia cambian según el momento o etapa evolutiva en que se encuentra el niño. Así, por ejemplo, las condiciones para la protección del niño en la primera infancia implican un. 17.

(25) contacto casi permanente con los adultos que le cuidan. Por el contrario, los niños rechazan ciertos niveles de protección y reclaman más autonomía. (Martínez et al., 2007). La adecuada satisfacción de necesidades básicas y universales establece el límite entre el “buen trato” y el “mal trato” y constituye la clave del bienestar infantil. De hecho, la inadecuada atención de los niños es lo que da lugar a las diferentes formas de maltrato y desprotección infantil. Si bien es claro que la carencia de alimentación, de afecto, de redes sociales puede ocasionar graves secuelas y déficits en los menores, el exceso o sobresatisfacción de determinadas necesidades tampoco favorece un desarrollo adecuado. Así, se puede observar con relativa facilidad como existen formas de satisfacer necesidades que pueden inhibir la satisfacción de otras. A modo de ejemplo, los padres sobreprotectores pueden satisfacer puntualmente la necesidad de seguridad del niño, pero inhibir la adecuada satisfacción de la necesidad de participación y autonomía progresiva. (Martínez et al., 2007). Según la clasificación de las necesidades básicas en la infancia López (1995), clasifica a las necesidades en físico-biológico, cognitivo, emocionales y sociales y son utilizadas de una forma generalizada por los profesionales dedicados a la protección infantil, debido a la relación que establece entre las necesidades de los menores y las diferentes formas de maltrato infantil, al margen de la forma concreta en que en cada cultura se satisfagan esas necesidades.. 18.

(26) Las necesidades de carácter físico- biológico hacen referencia a las condiciones que deben cumplirse para garantizar la subsistencia y un desarrollo físico saludable. Este tipo de necesidades incluye la alimentación, la temperatura, la higiene, el sueño, la actividad física, la protección de riesgos y la salud. Aunque a medida que las personas crecen se encargan por si mismas de la satisfacción de estas necesidades, la infancia se caracteriza, entre otras cosas, porque precisa de una supervisión y cuidado del adulto para la satisfacción de las mismas. De esta forma los cuidadores son responsables de vigilar el estado de salud de sus hijos, de procurarles la atención sanitaria debida y de atender, en general, todas las necesidades físicas y de salud. De hecho, las diferentes formas de maltrato físico, ya sea por acción u omisión, suponen un daño a la satisfacción adecuada de estas necesidades. (Martínez et al., 2007, p.23). Las necesidades cognitivas se refieren a las condiciones que deben darse para que las personas puedan conocer y estructurar las experiencias del mundo que les rodea. También son aquellos elementos necesarios para la adquisición de mecanismos de comunicación que le harán accesible a los demás y, a su vez, entender a los otros. Las necesidades cognitivas incluyen la estimulación sensorial, la exploración física y social, y la comprensión de esta realidad. La adecuada satisfacción de estas necesidades a través de procesos cognitivos básicos como la atención y concentración, la memoria, el razonamiento, las habilidades lingüísticas y el desarrollo psicomotor, son fundamentales para el desarrollo adecuado de los niños y para su posterior desarrollo como adultos autónomos. (Martínez et al., 2007, p.23). 19.

(27) Los niños nacen con una serie de capacidades sensoriales, con una importante tasa de curiosidad y con una necesidad innata de comprender la realidad. Para satisfacer estas necesidades y posibilitar el desarrollo cognitivo óptimo del niño, los adultos responsables de su cuidado deben proporcionarles una estimulación adecuada, respuestas adaptadas a sus capacidades de comprensión, supervisión y control para la adquisición de conocimientos y, sobre todo, garantizar la escolarización. El incumplimiento de alguna de estas condiciones es una forma de maltrato. (Martínez et al., 2007, p.23). Las necesidades sociales y emocionales hacen referencia a las condiciones que deben cumplirse para que los sujetos presenten un desarrollo afectivo adecuado y adaptado a las circunstancias del entorno. También hace referencia a aquellos elementos necesarios para la adquisición de estrategias de expresión de sentimientos y conductas de interacción con los demás. Dentro de esta categoría se incluye la necesidad de ser querido, protegido, apoyado, aceptado, motivado y valorado. Así mismo se considera la necesidad de establecer relaciones de confianza con los cuidadores principales, de amistad y compañerismo con los iguales, de participar en actividades comunes y juegos, de desarrollar conductas progresivamente más autónomas, de ser escuchados y recibir respuestas. Todos estos elementos son clave en el desarrollo del autoconcepto, autoestima y autocontrol. (Martínez et al., 2007, p.24). 20.

(28) Además, ayudan a moderar la expresión de sentimientos más espontánea y egocéntrica de la infancia, y a que se adquieran valores adecuados y congruentes con un entorno sociocultural normalizado. Cualquier tipo de maltrato, pero en especial el maltrato emocional, el abandono y el abuso sexual, atenta de forma directa contra la satisfacción adecuada de estas necesidades, entorpeciendo la relación del menor con su entorno más inmediato y con sus propias emociones. (Martínez et al., 2007, p.24). Por ello cabe recalcar la importancia de la función familiar que se refiere a la manera en que una familia trabaja para conocer las necesidades de sus miembros. Todos necesitan amor y aliento, pero cada necesidad en particular varía con el desarrollo: Los niños precisan mayor cuidado y atención. También en la edad escolar requieren que sus familias realicen las siguientes funciones como: Proporcionar alimentos, vestimenta y resguardo: los niños se alimentan, se visten, se duchan y duermen por si solos, pero no pueden satisfacer sus necesidades básicas sin ayuda. (Stassen, 2007, p.409). Así mismo, deben fomentar el aprendizaje que es una tarea crítica durante la edad escolar para llegar a dominar las capacidades sociales y académicas. Es por ello que la familia es muy importante porque pueden ayudar de muchas formas, siendo su apoyo y guía de la educación de sus hijos. Además, deben ayudar a desarrollar su dignidad. Mientras se vuelven más maduros cognitivamente, los. 21.

(29) niños llegan a ser más autocríticos. Las familias ayudan a que sus hijos se sientan capaces, amados y apreciados. (Stassen, 2007, p.409). La familia es enseñarles a cultivar relaciones con sus pares. Las familias promueven tiempo, espacio y oportunidad para fomentar la amistad. Y finalmente asegurar armonía y estabilidad. Los niños necesitan sentirse estables, con rutinas familiares protectoras y previsibles. Puesto que, en esta edad los niños son particularmente sensibles a los cambios. De esta manera, las familias proveen recursos materiales y cognitivos, así como seguridad emocional, para que los niños crezcan en cuerpo y mente. Ninguna familia funciona siempre a la perfección, pero algunas fallas son peores que otras. (Stassen, 2007, p.409). Según Clavijo (2011), la familia es el conjunto de personas vinculadas por lazos estables de tipo consanguíneo, maritales, afectivos, socioculturales, económicos, legales y de convivencia, con el propósito de satisfacer necesidades fundamentales al grupo y cumplir con las funciones que le vienen encomendadas a través del devenir histórico-social. Es un sistema de intersatisfacción mutua de necesidades humanas, materiales y espirituales, que permite la reproducción biológica de la especie, la reproducción de la cultura de la cual ella misma es expresión y la reproducción del sistema de relaciones económicas y sociales de la comunidad en que vive, para convivir adaptativamente en la cual debe preparar a sus miembros. p.75. 22.

(30) La familia es un sistema social que constituye una unidad biopsicosocial integrada por un número variable de personas, unidas entre sí por vínculos de consanguinidad,. filiación. y. alianza,. que. comparte. una. experiencia. intergeneracional, en que cada ser humano nace en presencia de, al menos, otra persona, que requerirá otros para su sobrevivencia, determinada por una relación que durará años. No es posible renunciar ni ser despedido de la familia, sino de un modo figurado o metafórico, y solo se puede abandonar al morir. (Paris et al., 2013, p.12). También, la familia es la primera institución con la que entra en contacto todo ser humano, pues aún antes del nacimiento vive en primera persona el efecto de la relación materno-filial; de tal forma que, desde el inicio de la existencia humana, las funciones prodigadas por la familia respecto de sus miembros son insustituibles y fundamentales. (Muga, 2016, p.1). Asimismo, la familia es la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia común, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia; así mismo es la encargada de brindar los cuidados básicos de bienestar y salud a sus miembros. (Arés, 2007). La familia es y seguirá siendo la red básica de relaciones sociales y elemento fundamental de cohesión social; es irremplazable en las funciones de socialización temprana, de desarrollo de la afectividad de transmisión de valores, de fijación de 23.

(31) pautas de comportamiento, y de satisfacción de las necesidades básicas de los seres humanos. (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia [UNICEF], 2004). El ambiente familiar proporciona al ser humano los bienes necesarios para desarrollarse adecuadamente y previene o corrige las situaciones que puedan afectar dicho desarrollo. De esta manera, son los padres quienes ostentan la responsabilidad primordial de la crianza, orientación y protección de los niños, quienes para desarrollarse integralmente necesitan del entorno familiar y del ambiente de felicidad, amor y comprensión que se vive dentro de él; siendo, en consecuencia, los primeros obligados en resguardar el respeto y primacía del interés superior del niño en las situaciones que lo involucran. (Muga, 2016, p.3). Por lo que las familias necesitan estabilidad y cambio, y la capacidad de cambiar cuando es apropiado, distingue a las parejas funcionales y las familias de las disfuncionales. Los sistemas de pareja y familia equilibrados (tipos estructurados y flexibles) tienden a ser más funcionales con el tiempo. Una relación estructurada tiende a tener un liderazgo un tanto democrático con algunas negociaciones que incluyen a los niños. (Olson, 2000). Con relación a las diversas formas familiares en la actualidad se encuentran las familias nucleares, de cohabitación, unipersonales, monoparentales y reconstituidas. La primera está formada por dos cónyuges unidos en matrimonio y. 24.

(32) sus hijos; el segundo se refiere a la convivencia de una pareja unida por lazos afectivos, pero sin el vínculo legal del matrimonio se denomina también “pareja de hecho”. En nuestra sociedad es habitual que este modelo de convivencia se plantee como una etapa de transición previa al matrimonio. (Estebes, Jimenez y Musito, 2007, p.16). El tercero está compuesto por una sola persona, generalmente jóvenes solteros, adultos separados o divorciados, y ancianos viudos; el cuarto está constituido por un padre o una madre que no convive con una pareja (casada o en cohabitación) y que vive, al menos, con un hijo menor de dieciocho años. Actualmente también podrían incluirse hijos mayores de edad, finalmente se encuentran las familias reconstituidas que es la familia que, después de una separación, divorcio o muerte de uno de los cónyuges se rehace con el padre o la madre que tiene a su cargo los hijos y un nuevo cónyuge que puede aportar o no hijos propios. (Estebes, Jimenez y Musito, 2007, p.17). Las funciones de la familia se pueden esquematizar en los siguientes puntos: satisfacción de las necesidades biológicas tendientes a la reproducción, crianza y cuidados de los hijos; satisfacción de necesidades psicológicas y desarrollo de una base emocional: entre los integrantes de la familia se crean lazos afectivos estrechos basados en obligaciones mutuas y sentimientos de pertenencia que hacen que cada grupo familiar constituya una unidad única y distinguible. (Paris et al., 2013, p.12). 25.

(33) La función de socialización, la familia es el agente fundamental de en la transmisión de creencias, valores, normas y conductas consideradas deseables y aceptadas para la sociedad; la satisfacción de necesidades económicas, la familia se constituye en un sistema de producción y compra de servicios y bienes para lograr la subsistencia de sus integrantes; la intermediación con otras estructuras sociales, la familia relaciona a sus integrantes con otras unidades del sistema social; la reproducción, la familia es la institución donde naturalmente se da la actividad sexual y reproductiva, y en la cual se debieran dar las condiciones óptimas para la promoción y protección del crecimiento y desarrollo de los hijos; la transmisión de patrones culturales, valores, normas, etc., que permiten mantener la identidad de la familia y su estabilidad en un ambiente social dinámico. (Paris et al., 2013, p.13). Con relación a los factores protectores reducen la probabilidad de conductas de riesgo, aminoran el efecto de los estímulos nocivos o ambientales sobre el individuo y cumplen una función beneficiosa, ayudándolo a su adaptación al ambiente físico y social y se pueden clasificarse en: personales, familiares y sociales. (Paris et al., 2013, p.13). Los factores protectores personales son: las habilidades intelectuales y competencias cognitivas, sentimiento de autoeficacia y motivación de logro, buena autoestima, buen humor, empatía y conciencia interpersonal, habilidades de resolución de problemas y estrategias de enfrentamiento, como: orientación hacia. 26.

(34) las tareas, menor tendencia a la evitación de problema, disposición y capacidad para planificar. (Paris et al., 2013, p.14). Los. factores. protectores familiares. tienen. un. buen. nivel. socioeconómico, ambiente familiar cálido y sin discordia, cohesión familiar, relación emocional estable, estructura familiar sin disfuncionalidades importantes, padres competentes y estimuladores, ausencia de separación o pérdidas tempranas, adaptabilidad familiar, flexibilidad (capacidad para el cambio). Finalmente se encuentran los factores protectores sociales donde se encuentra el apoyo social que favorece y estimula un enfrentamiento constructivo del individuo. (Paris et al., 2013, p.14). Respecto a los factores de riesgo de la familia son condiciones estadísticamente asociadas con una mayor probabilidad de daño. Como conductas de riesgo que son acciones, pasivas o activas, que involucran peligro o daño para la salud del individuo y pueden clasificarse en: personales, familiares y sociales. (Paris et al., 2013, p.14). Los factores de riesgo personales son: las enfermedades crónicas, depresión, baja autoestima, baja motivación de logro, sentimiento negativo de autoeficacia, baja conciencia interpersonal, dificultad en la resolución de problemas, tendencia a la evitación de problemas, tendencia al fatalismo en. 27.

(35) situaciones difíciles, incapacidad para planificar, bajas habilidades intelectuales, consumo y adicciones: alcohol, tabaco, drogas, conductas delictuales, actividades antisociales, conducta sexual temprana. (Paris et al., 2013, p.13). Los factores de riesgo familiares hay abuso y maltrato intrafamiliar, violencia conyugal, conflictos de pareja (maritales o sexuales), separación de los padres, mujer sola como jefe de hogar, hijos con discapacidad, enfermedades, dificultades con la ley, enfermedades terminales, bajo ingreso económico, etc. Finalmente se encuentran los factores de riesgo sociales donde se encuentra la ausencia de apoyo social y modelos sociales positivos, y de redes institucionales, deserción escolar, problemas con la ley, etc. (Paris et al., 2013, p.14).. Respecto a la funcionalidad viene hacer el conjunto de estructuras, procesos y paradigmas que permiten el desarrollo integral de los miembros en las distintas etapas del ciclo vital individual y familiar favoreciendo una adecuado de socialización. Algunos parámetros para evaluar la funcionalidad familiar son la claridad de los límites y su grado de flexibilidad, los alineamientos funcionales entre los integrantes de la familia (alianzas y coaliciones), la organización jerárquica (distribución del poder y la autoridad en una o varias personas y la comunicación. (Paris et al., 2013, p.13). 28.

(36) El funcionamiento de la familia es lo que la familia hace. Los aspectos funcionales específicos incluyen la manera en que una familia se reproduce, interactúa para socializar a sus jóvenes, coopera para satisfacer sus necesidades económicas y se relaciona con la sociedad. El funcionamiento de la familia también se centra en el proceso utilizado por la familia para conseguir sus objetivos. Algunos procesos incluyen la comunicación entre los miembros de la familia, establecer los objetivos, resolver los conflictos, proporcionar cuidados, alimentar y utilizar recursos internos y externos. Los objetivos tradicionales reproductivos, sexuales, económicos y educativos que fueron una vez objetivos familiares universales no se aplican a todas las familias. (Potter y Perry, 2013, p.116). El funcionamiento familiar se expresa por la forma en que el sistema familiar, como grupo, es capaz de enfrentar las crisis, valorar la forma en que se permiten las expresiones de afecto, el crecimiento individual de sus miembros, y la interacción entre ellos, sobre la base del respeto, la autonomía y el espacio del otro. Una familia con un funcionamiento adecuado, o familia funcional, puede promover el desarrollo integral de sus miembros, y lograr el mantenimiento de estados de salud favorables a éstas. (Cabrera et al., 2013). Así mismo, la familia funcional tiene la posibilidad de establecer límites claros y permeables con reglas claras y flexibles. Las familias con límites bien establecidos y permeables, son las que realmente permiten un funcionamiento armónico entre sus integrantes. En ellas existen límites claros en torno a los diferentes subsistemas que regulan la intimidad y el poder en la toma de decisiones; sin embargo, lo límites 29.

(37) son permeables, lo que permite a cada subsistema responder de manera efectiva a las necesidades de los otros y mantener un adecuado sentido de pertenencia, junto a un grupo de autonomía de cada miembro. (Valdez, 2007, p.28). Las familias funcionales establecen relaciones de cooperación con sus familias de origen y otros sistemas, como por ejemplo la escuela. Es decir, pueden cooperar con estos para resolver problemas y crear oportunidades de desarrollo sin invadir sus propias áreas de competencia (Valdez, 2007, p.28).. Asimismo, una familia funcional es cuando afronta las crisis de forma congruente y busca la estabilidad, característica que no se da de manera aislada, sino que el ambiente y los sistemas de apoyo influyen en la respuesta adecuada ante las crisis. Los cambios en la estructura familiar influyen en su funcionamiento, pues los roles de los integrantes ausentes deben ser suplidos por los integrantes permanentes, con lo cual se generan tensiones y conductas lesivas para el funcionamiento familiar. (Perdomo et al., 2014). Además, se entiende por funcionalidad familiar a la efectividad con que se desenvuelve la conducta de los miembros de una familia para cumplir las funciones básicas de ésta y satisfacer las necesidades individuales y colectivas que dependen de ella. Una familia puede ser funcional o disfuncional de acuerdo con el modo adecuado o inadecuado en que satisfaga las necesidades de sus integrantes y. 30.

(38) haga posible o entorpezca de modo significativo el bienestar y el ajuste emocional y social dentro de ella. (Clavijo, 2011, p.103). Una familia funcional es donde el comportamiento adecuado y maduro de los dos padres produce un equilibrio saludable entre la individualidad y las capacidades para relacionarse entre los miembros de la familia; también en donde se cultiva el sano crecimiento emocional, psicológico y espiritual de todos los miembros de la familia; así mismo en una familia funcional es donde los miembros de ella, aunque enfrenten problemas, cultivan la capacidad de enfrentarlos con confianza y con el apoyo de los miembros de la familia. (Hunt, 2005, p.151). En cambio, la familia disfuncional se caracteriza por límites difusos o indiferenciados; en estas familias los límites son difíciles de determinar debido a que no se aprecian con claridad en el funcionamiento familiar. Los miembros conforman estructuras aglutinadas, donde la pertenencia se logra a costa de la autonomía de cada uno de los subsistemas. No se definen de modo claro lo límites entre la familia nuclear y las familias de origen, entre padres e hijos y entre las funciones conyugales y parentales, de modo que ningún subsistema opera adecuadamente. (Valdez, 2007, p.26). Además, la familia disfuncional es donde el comportamiento inadecuado o inmaduro de uno de los padres inhibe el crecimiento de la individualidad y la. 31.

(39) capacidad de relacionarse sanamente los miembros de la familia; también es donde sus miembros están enfermos emocional, psicológica y espiritualmente; donde todos se ven afectados adversamente, aunque solo un miembro de la familia experimente el problema. (Hunt, 2005, p.152). El modelo "circunflejo de sistemas maritales y familiares" creado por Olson, Russell y Sprenkle en la Universidad de Minnesota (1979) incluye tres categorías para la evaluación del funcionamiento familiar: cohesión, adaptabi- lidad y comunicación. La principal hipótesis del modelo es que los sistemas de pareja y familia equilibrados tienden a ser más funcionales en comparación con los sistemas desequilibrados. (Olson, 2000). La cohesión familiar es el vínculo emocional que los miembros de la familia tienen entre sí e incluye vínculos emocionales, límites, coaliciones, tiempo, espacio, amigos, toma de decisiones e intereses y recreación. Se identifican cuatro grados desde un bajo nivel de cohesión (familias desapegadas), una moderada (familias separadas, conectadas), hasta una cohesión extrema (familia aglutinada). (Olson, 2000). La adaptabilidad familiar que es la capacidad de un sistema matrimonial o familiar para cambiar su estructura de poder, relaciones de rol y reglas de relación en respuesta al estrés situacional y de desarrollo. Los niveles óptimos son los. 32.

(40) flexibles y los estructurados (niveles balanceados) y, en los extremos, los rígidos y los caóticos. (Olson, 2000). La comunicación familiar es la tercera dimensión, y se considera una dimensión facilitadora. La comunicación se considera crítica para facilitar que las parejas y familias se mueven en las otras dos dimensiones. Las habilidades de comunicación positivas (es decir, la empatía, la escucha reflexiva, los comentarios de apoyo) permiten a las familias compartir entre sí sus necesidades y preferencias cambiantes. Se relacionan con la cohesión y adaptabilidad. Las habilidades de comunicación negativa (es decir, mensajes dobles, enlaces dobles, críticas) minimizan la capacidad de los miembros de la familia para compartir sus sentimientos y, por lo tanto, restringir su movimiento en estas dimensiones. (Olson, 2000). Olson (2000), define al funcionamiento familiar como la interacción de vínculos afectivos entre miembros de la familia (cohesión) y que pueda ser capaz de cambiar su estructura con el fin de superar las dificultades evolutivas familiares (adaptabilidad). Esta teoría contempla las situaciones que atraviesan la familia durante la vida y los cambios que deben realizar en su estructura para lograr una adaptación y una cohesión, que ayuden a una mejor estabilidad para el crecimiento saludable del niño.. 33.

(41) Desde esta perspectiva las familias se pueden clasificarse en: funcionales: son familias con niveles moderados de cohesión y adaptabilidad, que generan una buena comunicación entre sus miembros y una buena socialización; así mismo las familias moderadamente disfuncionales son familias con algunos de los parámetros (cohesión y adaptabilidad ) en los extremos y el otro en niveles moderados, finalmente están las familias severamente disfuncionales que son las familias con niveles de cohesión y adaptabilidad en los extremos. (Paris et al., 2013, p.13). También las familias se pueden clasificar en nivel de funcionamiento familiar: bajo, medio y alto. El nivel de funcionamiento bajo, corresponde a familias que afrontan graves problemas para la convivencia entre sus miembros, la crianza de los hijos y el ejercicio de sus derechos.. Generalmente son familias. multiproblemáticas, en las que adicionalmente se puede presentar consumo de drogas, violencia familiar o problemas de salud mental como esquizofrenia. (INABIF, 2015, p.30). El nivel de funcionamiento intermedio, corresponde a familias que cumplen sus funciones, pero con limitaciones que deben ser atendidas en términos preventivos. Lo conforman las familias que sin ser principalmente violentas ni expulsoras pueden tener episodios de agresiones físicas producto del estrés acumulado, falta de equidad entre otras cosas por la falta de equidad en las responsabilidades familiares, la ausencia de mecanismos para afrontar los conflictos o el deficiente manejo de la autoridad parental. (INABIF, 2015, p.31). 34.

(42) El nivel de funcionamiento alto corresponde a familias que presentan un adecuado funcionamiento familiar caracterizado por buenas relaciones de comunicación y colaboración entre los miembros de la familia, cumplimiento de las responsabilidades familiares, participación sostenida del padre de familia en las tareas del hogar y además en momentos de discusión o dificultad para lograr concesos, nunca se llega al plan de insultos ni agresión física. (INABIF, 2015, p.31). El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico, psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. (OMS, 2016). También, el maltrato es cualquier acción, omisión o trato negligente, no accidental, que prive al niño de sus derechos y su bienestar, que amenacen o interfieran su ordenado desarrollo físico, psíquico y social, y cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad. (Moro, Málaga, y Madero, 2014, p.118). Se han identificado varios factores de riesgo de maltrato infantil; aunque no están presentes en todos los contextos sociales y culturales, dan una visión general que permite comprender las causas del maltrato infantil se clasifican en: factores. 35.

(43) de riesgo del niño, de los padres o cuidadores, relacionales, sociales o comunitarios. El primero se refiere a que no hay que olvidar que los niños son las víctimas y que nunca se les podrá culpar del maltrato. No obstante, hay una serie de características del niño que pueden aumentar la probabilidad de que sea maltratado: la edad inferior a cuatro años y la adolescencia, el hecho de no ser deseados o de no cumplir las expectativas de los padres, el hecho de tener necesidades especiales, llorar mucho o tener rasgos físicos anormales. (OMS, 2017). El segundo describe que los padres o cuidadores tiene varias características y que pueden incrementar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas están: las dificultades para establecer vínculos afectivos con el recién nacido, el hecho de no cuidar al niño, los antecedentes personales de maltrato infantil, la falta de conocimientos o las expectativas no realistas sobre el desarrollo infantil, el consumo indebido de alcohol o drogas, en especial durante la gestación, la participación en actividades delictivas, las dificultades económicas. (OMS, 2017). El tercero detalla que hay diversas características de las relaciones familiares o de las relaciones con la pareja, los amigos y los colegas que pueden aumentar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas están: los problemas físicos, mentales o de desarrollo de algún miembro de la familia, la ruptura de la familia o la violencia entre otros miembros de la familia, el aislamiento en la comunidad o la. 36.

(44) falta de una red de apoyos, la pérdida del apoyo de la familia extensa para criar al niño. (OMS, 2017). El último se refiere a que hay diversas características de las comunidades y las sociedades que pueden aumentar el riesgo de maltrato infantil, entre ellas están: las desigualdades sociales y de género, la falta de vivienda adecuada o de servicios de apoyo a las familias y las instituciones, los niveles elevados de desempleo o pobreza, la disponibilidad fácil del alcohol y las drogas, las políticas y programas insuficientes de prevención del maltrato, la pornografía, la prostitución y el trabajo infantiles, las normas sociales y culturales que debilitan el estatus del niño en las relaciones con sus padres o fomentan la violencia hacia los demás, los castigos físicos o la rigidez de los papeles asignados a cada sexo, las políticas sociales, económicas, sanitarias y educativas que generan malas condiciones de vida o inestabilidad o desigualdades socioeconómicas. (OMS, 2017). Según Pou (2017), refiere que cada forma de maltrato tiene síntomas propios, pero existen una serie de conductas que se repiten frecuentemente. En cualquier forma de maltrato, los problemas del niño se traducen en manifestaciones conductuales, físicas y emocionales, que se conocen con el nombre de indicadores. p.29.. Estos indicadores son signos de alarma que el niño envía para avisarnos de sus problemas; no obstante, la presencia de indicadores no es exclusiva de las. 37.

(45) situaciones de maltrato, y por sí sola no nos permite hacer el diagnóstico, pero nos indica la necesidad de investigar, de pensar en la posibilidad de que el niño esté siendo maltratado. Cuando existe algún factor de riesgo, y sobre todo si son más de uno, debemos estar atentos por si aparecen indicadores que nos hagan sospechar. Los indicadores son muchísimos, pero entre los más frecuentes están los del niño y de los padres y/o cuidadores. (Pou, 2017, p.29). Con respecto a los indicadores del niño están las señales físicas repetidas (morados, magulladuras, quemaduras, etc.), niños que van sucios, malolientes, con ropa inadecuada, etc., cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente, conductas agresivas y/o rabietas severas y persistentes, relaciones hostiles y distantes, actitud hipervigilante (en estado de alerta, receloso, etc.), conducta de masturbación en público, niño que evita ir a casa, muestra poco interés y motivación por las tareas escolares, después del fin de semana vuelve peor al colegio (triste, sucio, etc.). (Pou, 2017, p.30). Además, tienen problemas alimenticios (niño muy glotón o con pérdida de apetito), falta a clase sin justificación de forma reiterada, retrasos en el desarrollo físico,. emocional. e. intelectual,. presenta. conductas. antisociales:. fugas,. vandalismos, pequeños hurtos, etc., intento de suicidio y sintomatología depresiva, relaciones secretas, reservadas y excluyentes entre niño y adulto, falta de cuidados médicos básicos, pérdida de control de esfínteres cuando ya los controlaba. (Pou, 2017, p.30). 38.

(46) En cuanto a los indicadores de. los padres y/o cuidadores parecen no. preocuparse por el niño, no acuden a las citas y reuniones del colegio, no acuden a las citas regulares del médico, desprecian y desvalorizan al niño en público, expresan dificultades en su matrimonio, recogen y llevan al niño al colegio sin permitir contactos sociales, compensan con bienes materiales la escasa relación personal afectiva que mantiene con sus hijos, abusan de sustancias tóxicas (alcohol y/u otras drogas), trato desigual entre hermanos, justifican la disciplina rígida y autoritaria, habitualmente utilizan una disciplina inapropiada para la edad del niño, violencia intrafamiliar, divorcios o separaciones poco amistosas. (Pou, 2017, p.31). Estos. indicadores. pueden. observarse. en. otros. casos. que. no. necesariamente se dan en niños maltratados, la diferencia más notable es que los padres maltratadores no suelen reconocer la existencia del maltrato y rechazan cualquier tipo de ayuda, llegando a justificar con argumentos muy variados este tipo de acciones. Los padres con dificultades, a diferencia de los anteriores, suelen reconocerlas y admiten cualquier tipo de ayuda que se les ofrece. (Pou, 2017, p.31). El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo del sistema nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como: actos de violencia (como. 39.

(47) víctimas. o. perpetradores),. depresión,. consumo. de. tabaco,. obesidad,. comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no deseados, consumo indebido de alcohol y drogas. (OMS, 2016). A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual; así mismo más allá de sus consecuencias sanitarias y sociales, el maltrato infantil tiene un impacto económico que abarca los costos de la hospitalización, de los tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la infancia y los costos sanitarios a largo plazo. (OMS, 2016). Además, el maltrato infantil tiene diversas consecuencias contra los niños estos son los impactos personales que se producen en la infancia, adolescencia y adultez. Así mismo al no poder confiar en su propia familia, el niño no aprende a amar, lo cual se puede traducir en problemas para las futuras relaciones de pareja o de amistad. (Ministerio de trabajo y asuntos sociales, 2006). También, el maltrato deteriora seriamente el potencial del desarrollo personal del niño y la capacidad para alcanzar metas; asimismo tienen problemas de aprendizaje y habilidades sociales limitadas, aumenta la probabilidad de que se conviertan en delincuentes, sean consumidores de tabaco; alcohol y drogas;. 40.

(48) además tengan comportamientos sexuales de alto riesgo; embarazos no deseados; consumo y sufran depresiones y ansiedades. (Ministerio de trabajo y asuntos sociales, 2006). Los tipos de maltrato infantil son: físico, psicológico, sexual y negligencia. El maltrato físico de un niño puede definirse como el uso deliberado de la fuerza física contra un niño de modo que ocasione, o muy probablemente ocasione, perjuicios para la salud, la supervivencia, el desarrollo o la dignidad del niño. Se incluyen en este. concepto. los. golpes,. palizas,. patadas,. zarandeos,. mordiscos,. estrangulamientos, abrasamientos, quemaduras, envenenamientos y asfixia. (OMS, 2009). “Maltrato físico se entiende como tal, cualquier acción no accidental de los padres o cuidadores del niño que les provoque daño físico o enfermedad” (Pou, 2017, P.18).. Las lesiones sugeridas de maltrato físico son las siguientes: heridas o marcas que reproduzcan la forma de un objeto, como una hebilla, un cinturón, una mano, etc. También puede haber quemaduras de bordes nítidos en zonas de castigo (orejas, glúteos, mejillas, etc.), en guante o calcetín (simétricas) o con la forma del objeto causal (plancha, cigarrillo, etc.); además se evidencia hemorragias retinianas, fracturas costales posteriores, hematoma duodenal y fracturas. 41.

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