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Gilberto Aceves Navarro: la intuición primitiva

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Academic year: 2020

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GILBERTO ACEVES NAVARRO

La intuición primitiva

Por Sea/tie/ A/atriste

ñ'ñ.;¡ñ300 ññ ñ f i ñ ••ñ8añ.

El siguientetexto estátomadode unapláticaque sos-tuvecon Gilberto Aceves Navar ro.en su estudio. cuando dabalosúltimostoques asu serieBañistas, alumbradas.queen estos dias sepresentaenelMuseo de Arte Moderno.

Senan unos diez odoce dibujos, Gilberto Aceves Navarro los hizo para la edición de El Amor Condenado, el libro sobre escritores del Siglo de Oro Español, de Sergio Femández,Cada dibujo acompaña un capítulo, que trata, siempre, sobre los estilos del amor, del amor como lo comprendían los barrocos. En conjunto resultan brutales, una mezcla de deseo, erotismo, pasión, ternura, inacabado placer. El

protagonista (quenoel narrador, pues a

no dudarlo, más que representación en la serie se encarna una vivencia) es un ser que se nutre tanto de su condición de amante, como de las líneas de tinta -alborotadas, furiosas, violentas- que le dan vida.

Yo intenté que los personajesque dibujéno fueran una ilustración,sino más bien personajesvivos dentro del libro, es decir. mi intención fue que.

retrataran la trama,no que la narraran, que funcionaran como una imagen plástica.En parteyo lossiento como autorretratos, fue algo que nació desde el principio, desde que Sergio me dio el manuscrito, porque siempre he andado enredado con el amor,ypor eso, leerlo fue la constatación de una especie de biografia personal; al ponerme a dibujar lo hice másque nadabajo la impresión del contenido de los textosy no tratando de ilustrarlos, sentítan profundamente algunos de los dibujos que penséen una especie de signo de mí rmsrno.

Paramíel amor es una explosión que empieza con un deslumbramiento; yo no me enamoro preparándome del

enamoramiento.sino que de repente

Foto:Roge/ioCuellBr

lo veo ahí como rodéandome,

deslumbrándome yentonces sientoque estoyperdido.En la plásticame pasa algo semej ante:pintoobedeciendo a ese acto de deslumbramiento,yuna vez que me penetra,que consigointeriorizarmeen esa luz, ya no puedo regirla,

simplemente me voy con ella; entonces, los excesos másinauditosse pueden dar en mí no como sensaciones o

sentimientos sencillos, suaves,sino como una emociónviolenta. Ahora bien,la realizacióndelos dibujos deEl Amor Condenado no tuvo anuncio previo,ni bocetos,ni nada,lo que fue bastante raro en mí;simplemente llegaba yo a la exaltación en un momento dado de la lectura,en una especie de apareamiento con la tramayempezaba a dibujar; por eso resultaron,en términos de estilo,dibujosun tanto cuanto dispares, pues no usé una sola manera de ilustrar.En algunos de ellos creo que la exaltación propia del tema me

hizo llegar aextremos expresivos que, a míen lo particular,me parecenunade lasfuent es menosprobadasdelarte plástico mexicano de estosmomentos;me parece que hemos estado

preocupados durantemuchos añosy genera cionescon lo queeslatécnica,

y a mí no me importatanto cómo se resuelve el problema plástico,desdeuna ata laya, lIamémosle intelectual o ligada a los conceptoshistóri cos,sino que me preocupa encontrar unarespuesta definitiva,totalmentevita l,con lo patentemente inmediato.

El hechode pintar,de hacer ar te , esuna tarea deamo r, ycomo buena tarea de amo r,tiene que ser lenta ;las obr as de amor rápidasno sirve n. Paramí es fundamentalque misdibuj os,mi pintura, se vaya gestandodesdeel fondo mismo de lascosas,hastahacer explosión .Por lo demás,en esteasuntono haypalabras;

por lo menos,laspalabrasque se podrían hallar son muy escasas, muysimples;tal

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vez muy intensas pero muy sencillas; no hay rebuscamientos de ninguna especie; en mi contacto con este fenómeno,

llámese amoroso o artístico, pretendo un-o

contacto directo,inmediato, sin nada que lo enturbie, ysí que lo intensifique,que lo haga másque nada un acto natural.

.Aunque, tengoque decirlo,no creo que ni el amorni elarte en sí tengan la obligación deserbellos; en ocasiones puedenserespantosos, terribles, y

entonces es cuand o setornan en un sufrimientoprofundo;me parece que el simplehechode enamora r me, el simple

hecho de pintar,es unsufri m iento porque tr astocatotalmentemi serymi condición vital;tras toca todos losórden es que yo tengode laexistencia;me

transformo ,pero no como el camaleón,

sino de unamaner a mucho másint ensa, másprofunda; esdecir,no cambiode

colores,cambio ínt egramen te.Para

decirlodeotramanera,yo nopintode memorianipin tomismemorias;no amo lo que sé;amoelmomentoexacto, pr eciso, y pintoelmomentovita l, el que me conectay explicalavida. Mipintura

es siempre la explicación de un vínculo

personalcon lavida; siyo no pintarano

esta ría vivo ,y digopintar como término genérico; sinohicie ra arte,aunque podría sonarchocant e,no existiría,no me import aríasiquiera;digamos que permanecería en estado lar va r io;no habríamaneraoposibilidadde

rescatarme.Deestaman era yo descubro

lostemas quepint o ,y,en rea lidad, son losmismos quevivo.

Los cuadros, las líneas, los personajes, el .tema mismo dela pintura de Aceves.

Navarro está siemp re dominado por el movimiento, por una especie de desasosiego quenoda tregua ni al color

nia la miradadel espectador. Uno tenderla a pensaren los pasteles de los años sesentapor ejemplo, que descubren las figuras que están como escondidas en la marea cromática; que ahí, atrás, hay seres que se mueven; pero al mismo tiempo uno se siente llamado a

engaño. ¿Es acaso un puente entre el figurativismoy lo abstracto? ¿Qué pasa, en realidad, dentro del cuadro? ¿Dónde se crean, por decirlo así, los ecos con que los colores dan a luz figuras dubitativas, ajenas, esquivas,

temerosas, inaprehensibles?

Vuelvoa lo mismo, lo míoes un acto vital, pinto tratandode establecer un diálogocon lo que pinto; entoncesel

Bañistas en una playamuy al norte

coloresel más inmediato,el que tengo a lamano, co nel queprovoco al vacío,que

eslatelaen blan co;de ahívie ne la

necesidadde reequilibrarlao

desequilibrarladefin iti vamente; siem pre

esunpr o ceso en el cualinter r og o y reciboresp ue stas;y si selogra establecer eldiálogo , se convierteen un acto

abso luta mentevertig in oso , deunagran

cele rida d ; porestarazó n, la pintur ame va dicien d o qué hacer, much as vece s se

salede mi dominio , yelcuad ro me lle va

dela man o hastaquelo termino. Est aes lara zón por la cua lgeneralmente

pre parocon mucha antelación misobr as,

entérminosde eleme ntos plásti cos;me

pasodibujando muc hísimo, durante un

tiem po largo ,paranotropezarme con

problemas de for maodedibujo;para

pod er,posteriormente , esta blecer un diálogo libre;yano setrataderesol ver

unaman oo un pieo unacabeza ,pue s ya

lastengo resue ltas,ya la stengo asimiladas,soncomo laspalabra s,un len gu aj eprop ioque séquéquierede cir,

peronolobusco , ahíestá;entonc es,

surge lo otr o,el amor,la viole ncia,el

art e. Este len g uaj e, porlla marl o de algún mo do, tiene como base una

especie de intuición, una intu ició n

primit iva si se quiere , por lo brutal , por

lodesnudo dela forma en que se me

revela. Mepar ece que, una vez que tengo los elementos plásticos ne ce sa r ios,

todo tien eque ver con el ritmo; por ello, también, me consid ero un pintor

sufí,lo cua l me parece extraord ina r io, por aq uello de la geome tr ía ydem ásde la arq uit ectura sufí,a lacua l le atri b uyo

una cercanía importante con elritmo,

funda mentalme ntecon el ritmo,o con esoqueyo llamo intu ición primitiva. Aho ra,¿cómosegestanlasintuiciones, éstas mías? No lo sé,descubríquer er ser

artistacon una in tu ició n formidable .

Estab a yo en Secundariay tuve la fortuna de seralum n o de Carlos Pellicer , y él nos

llevóaAcolma ny alasPirámides; en una

delasnaves,en unadelasgrandes crujías de celdas de Acolman,con esas

ventan itaspequeñ a spor fueray

aboc ina das por dentro,dondelaluz va

rebota n to por lasparedes,la ví,lapercibí ymedeslumbró; esta luzme llam óla atencióntant o , tan profundamente ,que

dijeyo la tengoque agarrar,me tengoque asirde ella de alguna manera; y salie nd o deahí le dije a un compañeroya séqué quieroser en lavida; hastaesemom ento

había dadotumbosde vocación o de ganas dehacer estoo lo otro ,peroen ese

momen to supe que quería serpintor; ¡pintor?-medijo mico m pañero perositú eres unmamarracho, nosabes nisiquiera dibuja r; no meimportó , ya estab a

deslumbradocon mi intuición yme

empecéadesarrollarasí, sin másni má s,

abandonéprácticamentetodoymepuse

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Foto:Roge/ioCue/lar

adibuja r y ahaceresculturas como loco. Pellicer,encuanto viólo queestaba haciendo,medijoque yoera un tigr e,no sépor quérazón ,perome lodijo , siento que en ese momento sedesatóun vendava l en mivida y queéstase modificó absoluta men te. Desde ent onces ahí andocon mivien toa cues tas.

De ser impertinentes, pensariamos en procesos cercanos a la creación del mito ¿Si la figura parece un cisne,por qué no pensar que es una representación de Zeus acechando a Leda? ¿Seria enunoráculo semejante a estos cuadros, donde el ciego

Tiresiasdescubria las verdades

escondidas en toda realidad? La duda,en ningún sentido baladí, se refiere a que la pintura de Aceves Navarro raya en la revelación,parece estar al borde de descubrirun cataclismo,de desnudar una mentira, o,a veces, de arropar una verdad deslumbradora.Su proceso estético es el de violentar,por los extremos,los contenidos;el de enloquecer al color apareando significados opuestos, creando una especie de oximorón pictórico. En su última serie, Bañistasy alumbradas, la ciudad entera,sus mitos, sus luces,aquello con lo que se exhibeel progreso, aparece representadocomosi se tratara de dibujos rupestres en una caverna olvidada.

En lamedida en quee! mitotiene colinda nc iascon el misteri o , eseso, un mito ;pe ro vaya, nopint omitos ,no me interesa,no soyprimitivoen esesent ido, soy deotro tipo, soye! primit ivoquese trata de explicar e!porquéde las cosas;

miprimit ivismo sedaen ese sentid o, no lo convie r toen unobjeto de ve ne ració n, de culto ,o loque sea,sino,como dije, en emoción directa ,pura. Paradecirlode otra fo rma , no hayen mi pintura una representaciónde! mito sino una

búsqu ed amítica.Pretendo, espero , tengo la espera nza de que quien vea mis cosas pueble consus propiosmitosloquehago, los entrelace,losentretej a; quiero que esediálogoqueyo esta blecí'serecree en elespecta do r; poreso nocreoquemis cuad rosesté ncer ra d os,creo que están abiertos,quetod avíapodríantenerun procesomás, y queese pro ceso será, en par te , realizado por elespec tador. Yo nopinto para mí solo, locualno quiere decir que piense realmen te en el espec tadoral pintar;no ,pien so que el diálogo debe ser

completado, que e! cen tro delapintura es el diálogo. Si estediálogo necesita

aves, está nahí,aparece ngallos, pavorreales,loros, etc. Derepente , insisto enel diálogoque voy

,esta blecie ndocon lapintura,seplanteala necesidad de una presen cia y sin queyo sepacómo, aparece;nola veo antes, no la tengo en miinterior, pe ro se mepresenta eneste juegoque esta blezco;esdecir,no plant eo un esqu em a aunqueestoy dibujando todo el tie mpoydigoestova a serasío asado-comome pa,aahora con laser ie que he llam ad oib añistas.Y alu mbradas -, va y a meterm e con los héroesnacionales, vana ir Benito

J

uár ez y Las Bañi stas, o lasBañistas y el

EjércitoTrigarante,ytodo este tipode relajo que pucd c esta blece rse; ¿có mo surgió la relación>, nunca lo supe, de repe nte apareció el Benem érit o. esta ba ahí, impo ne n te,serio yneg ro,de vestido oscuro, de alma blanca; ¿pa ra qué?, eso lo tien e que decir

e! espec ta dor.

En e!fondo no existe ningún propósito deser diferente ,no tiene ninguna importancia; loque síme interesaeslo que intuyo, lo queyosiento;queno me detenga nenel queh acerde mis soluciones las consideraciones ajena s a lo que es e! ar te, como sisoy exitoso o no; osivoya instituirmeen un guía;en fin, esto es sec undario para mí;algunas vecesles he dicho amis alumnos:mira, quítate de cuen tos, nose trata detanto, setrata simp leysencillamente deque descubras el misteriode un color; para mí es eso, el mister io de una palabra, el misteriode una

personalid ad.Siesto esun mito,tampoco meimporta.Piensoquemásbien se

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Foto:R~ioCuellM

porque me hizoco nc ebir laluz de otro mod o;primero por la constataciónde

que no soy un serete r no, de que mi idea, mi límitedecompro m iso. que dije que es inaudito,requieredevida para

cump lirl o; esome espantó ylógicamente anhelé , y an he lo , vivirmásintensamente

ymásdedicadoa lapintura también; segund o .porqueelso l,ent o nces, me

importó muc ho , me importó mucho la

clarida d, ésta reson an ciaqueparamí es

un tant oco lo r ida:el colorresonante;el

colorconso nido; el colorcon eco;el. color con todoslos adjeti vosposibles. Fal ta ag regar unelement o más:a raíz del

acciden te estoyempezandoa usar nue vamente.a la manera de los barrocos, la somb ra; no se nota todavía mucho porquees el intento un tanto inmediato, hacepocosurgió, pero esuna

consecu e ncia lógica delaluz;es decir, la

sombrase reflej a ,caesobre algo siempre,

y. genera lmen te, lo ha ce sobre la tierra.

Esomeprovocasentirme máspegado a lo

material,alafuerzaprimaria;me obliga

aten eruna con nota ción terrena;es un

anuncio má s,unhecho másen mi

pintura;así, el espaciohadejado de ser una cues t ió nabstrac tayse ha convertid o

en algo palp abl e, yestealgo,totalmente claro a veces. ocabalmentesombrea d o, lUVOqueteneruna resonanciaen el color;esdecir,tuvo que llenarsede ecos }'dera zones,pero másque nada se ha revelad ocomo una íntima necesidad de

ser máscolorido y de ligarmemás a lo puram entefísico.Dijéramosque con el

accide nt ese me apareció el sol, pero tambi énla sombra y la tierra.

Enesta nuevaseriedeBañistasy

alumbradashayuna cuestióncon la luz

IllUYimportante, pareceuna luz

hambrienta, que no da vidaa los per son ajes ,sino que los quiere devorar; cornosi se untara más a ellos, ose hubiera vueltoalgo másembarrado,que

sepega a los objeto s;por eso.esta luz norebota .se queda ahí,nopretendo

quese refleje. Todoempezó con una

serie de dibujitosque hice.estaba yo' senta do yde repentedije¿qué pasó con laluz? ¿qué pasócon elsol?¿qué pasó con'

las estrellas?porahí los tengo, son unos

dibujitos hechos rápidamente.con unas

figurit as muy cur iosas; ysedió

completo el fenóm eno. Yocreo que por

situaciones corno éstas es por lo que se conserva uno en lacuestió n de seguira " la pintura;yo me metí con una gran

intuición y he persev er ado en ella, he seguido persiguiendo ese primer

misterio:la intuición quemela reveló.

trataría de explicarpo rqué estoy tan vinculado con el misterio. perono puedo. no tengo explicació nalguna. porque me maravilla lo que sucedeamialrededor cuando trabajo. siento cuand o obtengo la revelación.perocuando pintoyno puedo resolverelmisterio.que no puedo contestarme.me angu stio. sufro. aunque tampoco pueda explicarlo; sé cuándo penetro en el misterio. pero no sé cómo lo hago. no sé másde l asunto ; y cuando

[10acierto. losé tambiéndeinmediato.y entonces me quedo profunda y

terriblementederrot ado.vacío . y me duelo. sufro muchísimo;por fortuna , llevo una vidabastante burg uesa en el

otro sentido.burguesaen cuanto al tener hogar, llevarmebiencon la familia y todas estas cosas.esmipunto de

.equilibrio.es mifar iroal que me agarro, si no, no sé qué h..bría pasad o conmigo.

Creo, por otro lado .queun mal pintor sufre igualrneruequeun buen pintor porque la bondad.enese sen tido , no tiene que ver con1;1inte nci ón :cuando yo era joveny vanid oso .co mo todos los jóvenes, meco mparnbacon mismaestros y me decía¡quiIJarbaridad!por quisiguen

pintandosisonlanmediocres:no me lo

podíaresponder:lilelo cont esté tiempo

-desp u és ,encuantotuvetambiénla duda de si yo servíao no servía;desi era bueno o no; me dije.sulJongamosque soy malo,

¡dejarla, renunciarlaapintar' :de

inmediato mec()nlt~sléque no, que no . importaba. que detodas maneras sería

.pintor. Lo queenrealidad importa es ser sensible,porq \ll~en este asunto de ser bueno o malointer vienen varias cosas, y"

hay, en muchasocasiones, como fórmulas para accederaciertogrado de calidad, y si las sigue uno.lologra;pero en el fondo ¿a quién le impon a?es como en la academia ¿no?:aprend e uno el modelo y.:i está seguro, absolu ta mente seguro de cómo va a ser juzgado ; pero yo creo que se mete unoen este argüende de la pintura no pa ra esta r seguro, sino todo lo contrario,paratenerlas dudas, las más terribles y lasmás profundas; cuando éstas están resueltas,

ya

no tienen ninguna importancia;uno debe tener un manantial de dudas para que no se agoten. No sé.para mí es eso, y si acaso, lo pienso ahora.esa es la cercanía con el mito, con lo mítico,porque repito,el mito siempre es misterio. duda. ¿No es así? Pongamosla luz. es un misterio, es un mito; pues hace poco tuve un ;(

accidente -bastante fuerte, por otro lado- que me desquició no sólo la salud,'

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mi manera de funcionar,manejado por

esta intuición que he tenido. Muchas veces siento que he perdido muchos discursos, muchas cosas importantes que decir, o maneras de decir ,que no me he detenido a analizar;tengo series completas que están trabajad as

intensamente, inclusive como una especie de parábolas bíblicas,todo un génesis del mundo a través de pinturas,dibujos y más dibujos; historias formidables, completas,escritas comoguiones de esto o lo otro, que se quedaron en nada, no salieron, se acabaron enelcamino, o sin acabarse,apareció algo másfuerte , más intenso que desalojó esa preocupación anterior.

Siempre hay una novedad.siempre hay un interés renovado, siemprehay un misterio que es fresco, que nome permitedetenerme; talvezesteproceso ha sembrado un sentimiento de nostalgia, de desencanto. Aunque estanostalgia tiene que ver, sin duda,con la sit uación política de México, de laciuda d de México. Nací en una épocaen que pensábamos que México era de otra manera, a mis estudiantes lesdigo que pareciera que hablamos idioma s diferentes, porque nonosente nde mos, porque nacimos en lugares disímbolos. Para ser plástico hay que palpar y los jóvenes le tienen miedo al contacto;no

meditan, son como clínicasdondeno cae una gota de polvo.El hechosimple de tocar, de sentirse tocado, esuna manera

Bañistasyasoleadas frente al Mar Negro

por laque hesufrido muchísimo; tengo unaenormedesventaj a enese sentido, mecuesta trab ajoentenderquiensoy o por quésoy así,ypiensoque ya no lo voy

apodersuper ar ,a lomejor yendocon un

amansalocosme compo ndría,perono lo creo , ya noes tiempo, y además, tengo unaprisa enorme por concluir mi

mensaje.Otra demis car encias radica en

La destrucción lo abarca casi todo; es notorio el interés por revertirse, por metamorfosear la visión estética previa. Se ha pasado de las tonalidades opacas, pobladas de ocres, un poco al estilo de Braque;de los colores pastel semejantes a los de Bacon,aseries cromáticas fuertes, intensas, que bien podrían recordara

Bonnard; pero, paradójicamente, en este cambiono hay alegria, hay desazón,

injusticia, soledad. Hay, sobre todo, por la vía de los colores planos, un

encuentro seco con la tristeza, con una especie de agonía que Aceves Navarro ha ido recreando poco a poco, que ha ido elaborando a partir de temas del folklore urbano: los luchadores,los

nahuales, los poetas, las bañistas. En cada tema, en cada serie, se ha agregado un punto más al rencor,a la nostalgia,al desencanto;y por otro lado, se ha dado una vuelta de tuerca a la explosión de los colores.

Tengouna enor me nostalgia, talvez de ahívenga latragedi aque apa rece en mis

cosas.Cuando meburlo de mí ydigoque

soyhijo expósito, noes exactamente de mi familia,sino deotras cosas,esuna imagenpar adecirquetengouna

nostalgia profunda de algo intuido ,

presentid o,comosifuera huérfanode

muchas gentes.Estaorfandad,quees

pat rimoniode casi todo sloshombres,en

mí sedade una maneramuy específica ,

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diferida de ver;el problemaes ver, este es el problema centralde miformación , no sólo plástica,sino vital,yellos no lo entienden.La vida que han llevado. los interesesylos ideales que maneja n, cualquiera que éstos sean,no están motivados porlas mismas fuerzas quelos nuestros,losdela gentede mi

generación. A nosotrosla natura leza se nos daba,estábamos máspró ximos aella, la tocábamosylasentíamos, pe ro además aprendimosalgo fundamental:

obediencia; aprendíamosa obe decer,y una de las cosasparaserrealm enteun cazador de formas,es obedecer los dictados,los caminos, ylasrutas dela forma;no impone rse,no impo nerle una idea a este hecho de atra par laforma,de aprehenderla. Siempre hedichoque el problema plástico eslaposibilidadde definir no la form a , sinola visión de la forma,la visióninterior queten emosde ella; esto nolo ent iendenlosjóven es,no lo saben,sumundo esotro;mehe convencido deque son incapacesde obedecer , detocar,de cent ra rse. Yohe sido una gentequeha tratado, desdesu centro.decapturar todaforma,de capturar elcolor; medetengo

sensualm ente en detallesnimiosy pequeñísimosdeloqueeslanatu ral eza ; para mí el paisajede laciudaderamuy otro, y éste,el de aho ra , eselpaisajedel desencant o;el demi infanciamelo destruye ron,melohicieronañicos, melo convirtieron enalgo espantoso, no puedo voltear par a ninguna parte queno tenga el mensaje escritodecualquier

comerciant e;ésta no esmiciudad. lamía

era diferent e; a ésta le tengo aversión, miedo;le tengo pánicoalasbocas del averno que son las salidasyentradas del Metro;me aterraesta barcade Caronte. Jugué muchasvecesenel Río de la Piedad siendo niño, mecomí mazorcas maravillosas a unos cuantos pasos de .

aquí, me llené lasbolsas de ranas y viboritas que lellevaba como regalos a una prima de la que estaba

enloquecidamente ena morado; antes, todo estaba a distancia, todo era tocable, todo era discernible ,no solamente por los ojos, sino porlospies:la ciudad era caminable. Vuelvoalaimagen que dejamos pendi entede la boca del infierno que es el Metro, a la gran cueva esa no entro aunque me paguen, aunque me linchen;meresistono porque piense en el infiernoy en las almas dolientes, pues aquí eneste infierno no hay almas dolientes,haygentes brutalizadas'al extremo, terriblemente egoístas,

espa nto sa mente feas; no me gustan. Por otro lado, pienso que el arte plástico mexicano no ha hecho un retrato de esta gente, la de ahora,como lo hizo Posada con lade su tiempo; todavía no llegamos aeso ,es decir,nos hemos perdido, nos hemos desubicado, nos hemos

descentrado;no nos tomamos como modelo;estamos,en ese sentido, siendo un poco como los académicos que querían se r griegos; nosotros no sé qué queremos ser,pero no hemos arriesgado nada para retratarnos tal como somos. Como se puede ver,esta profunda nostalgia que tengo,que me impulsa, que genera este trasfondo trágico de mis cosas,viene de toda una serie de hechos reales, personales, y de cosas de las que muchas veces no guardo memoria, pero que de repente afloran, me llegan y me ent ristece n profundamente; soy expósito de este olvido,de esta pérdida, de esta nostalgiaque tengo del cuerno de la abundancia que siempre me enseñaron que era mi país;que me llenó, no para satisfacción plena y propia, sino

simp leme nt e por la conciencia de ser algo esplendoroso ylimpio ybuenoycapaz y fuerte: no para abrigar aspiraciones falsas, sinoconscientes;con la gran conciencia de ser capaz de refutarse tal y como se es.Como que nos escamotearon el país,y me duele muchísimo.En el 68 decíamosque nos robaron el futuro, ahora pareciera ser que ya nos llegó el futuro y que lo que nos quitaron fue el presente. Yo sé que todo esto se va reflejando en lo que hago. Estoy inmerso en la ciudad y sus espectáculos: lasvedettes, los luchadores, fueron un intento de irme metiendo en la ciudad, de tantear esto que me apremia tanto. A través de ver cómo se divierte la gente en Méxicoyo iba encontrando respuestas a la inquietud de retratarnos,de saber cómo somos,de decir plásticamente a qué nos figuramos.Empecé por ahí y de pronto surgieron las máscaras,los anteojos negros, los peinados en la cara, este disfraz que se manejayque,además, esun disfraz de clase;estas caras de prestigioque manejamos todos los días, lastransformé en las máscaras de los luchadores, o en los rostros anteojados de las bañistas; tal vez se me asociaron y aparecieron, porque, insisto,todavía no puedo retratar las caretas de la gente de todos los días.La máscaracon que escondemos nuestra brutalidad y torpeza, nuestra falta de sitio y.demás, es, en realidad, el nuevo tema de mi pintura.

o

Foto:RogttIioCuel/lJr

Figure

Foto : Roge/ioCuellBr
Foto : RogttIio Cuel/lJr

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