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Y yo sin saber que sabía Parte I

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Academic year: 2018

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Y yo sin saber que sabía

Parte I

14/Ene/2008 00:06 Y yo sin saber que sabía

Domingo, Madrid, Parque del Retiro

Hacía un día espléndido, las vacaciones de verano obligaba a padres salir a pasear con sus hijos, el Retiro estaba plagado de gente, los que se quedaban en Madrid parecían ponerse de acuerdo para pasear por allí, deportistas, ciclistas, músicos, todos habían tenido la misma idea de concentrarse en aquel parque…

Grupos de niños jugando a la pelota, otros riendo por un mimo que hacía las delicias de abuelos, padres e hijos, un grupo de música tocaba notas haciendo bailar a los más osados, carritos de chucherías ambulantes, un grupo de jóvenes contando cuentos a un grupo de pequeños que prestaban total atención, títeres que como los mimos hacían reír sin parar a todos cuanto se paraban a mirarlos…

Una pareja joven, entre tanto gentío reía mirando como la pequeña princesita de la casa miraba todo a su alrededor con la ilusión impresa en su cara, con cuatro años parecía descubrir nuevos mundos en cada cosa que veía, señalaba a un perro que ladraba y se sorprendía con un pájaro que se posaba en el suelo junto a ella…

De la mano de su padre no dejaba de intentar soltarse, queriendo correr tras una paloma, tal vez acercarse a ese hombre que parecía una estatua y que con movimientos robóticas le regalaba un saludo al verla pasar…

- Princesa no te sueltes – le recriminaba el padre con una sonrisa en los labios - Queyo allí – señalaba a cualquier lugar

- Ahora mi vida – decía su madre – primero vamos a ver al cuenta cuentos ¿quieres? - Ti – asentía satisfecha sin saber muy bien qué era eso del cuenta cuentos…

Continuaron andando poco tiempo, pues la pequeña quiso mirar los patos que nadaban por el estanque, su padre la cogió en brazos para evitar que se asomara demasiado y se cayera, aplaudió con sus pequeñas manitas feliz de ver aquellos animales que tanto llamaban su atención, era una niña muy despierta, sonriente y dulce que quería parecía querer descubrirlo todo cuanto antes…

- ¿Te gustan? – dijo la madre dándole un beso - Ti – contestó la pequeña sin quitar la vista del agua

Quedaron allí unos minutos más hasta que la pequeña vio algo que llamó más su atención y su padre tuvo que dejarla en el suelo cogiendo su mano para que no corriera, obligó a sus padres a acercarse a aquel pequeño escenario en el que dos payasos hacían que todos rieran

- ¿Quieres verlo? – preguntó el padre - Ti – volvió a decir la pequeña

Miraba alucinada aquellos dos hombres vestidos con colores llamativos hacer tonterías y aunque no lo entendía reía al ver que uno de ellos caía al suelo torpemente, volvió la cabeza y vio pasar a un hombre que vendía algodones de azúcar, una niña, mayor que ella compraba uno y la pequeña quiso probar también

- Queyo – señaló al lugar – queyo – volvió a pedir

- ¿Qué quieres mi amor? – preguntó su madre, la niña señaló lo que quería – ¿quieres eso? – preguntó para asegurarse - Ti – dijo la niña

- Vale, quédate con papá que voy a comprarte uno ¿vale mi amor? – la niña asintió, ella la besó con amor en la mejilla y se dirigió hasta aquel puesto…

- Disculpe – dijo un hombre a la espalda de su padre - ¿tiene fuego?

- Sí, un segundo – contestó – a ver cariño, vamos al suelo – decía soltando a su hija – a ver donde lo tenía – decía mientras buscaba en los bolsillos

Sin que su padre se diera cuenta la pequeña decidió ir donde su madre se encontraba, había mucha gente allí, demasiada tal vez… - Hola pequeña – dijo un hombre poniéndose a su altura, la niña se llevó una mano a la boca como avergonzada - ¿te has perdido? – dijo amable el hombre, la pequeña miró a su alrededor – mira – dijo el hombre sacando algo de su espalda - ¿te gustan estos algodones de azúcar? – preguntó, la niña extendió los brazos queriendo cogerlo - ¿si? ¿Lo quieres? – la pequeña asintió – vale, porque es para ti, sólo si me dejas que te ayude a buscar a tus papás ¿quieres? – dijo separando un poco aquella chuche – ¿te vienes? – extendió sus brazos para hacer que la pequeña se acercara

La niña aun pareciendo un tanto dudosa se acercó a aquel hombre que la subió en brazos al tiempo que le daba su recompensa, la pequeña sonreía mientras se llevaba aquel dulce a la boca en brazos de aquel hombre que se alejaba del lugar donde estaban… Dos minutos después, la madre de la niña llegaba donde estaba su marido, quien esperaba que el otro hombre le devolviera el mechero con el que había encendido su cigarrillo

- Cariño y la peque – preguntó la no verla

- aquí – dijo mirando a su lado – estaba aquí – dijo – espera tiene que estar por aquí – decía por el momento tranquilo

Segundos después el padre de aquella niña llegaba nervioso donde se encontraba su esposa quien al ver su expresión comenzó a ponerse histérica, buscaron por los alrededores, preguntaron a cada persona que pasaba por su lado…

- ¿Ha visto a una niña pequeña? – preguntaba la madre tremendamente asustada a alguien que pasó por su lado – tiene tres años, es… es rubita… y… y lleva un… un chaleco rosa, ¿la ha visto? – decía desquiciada

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- Mi hija… mi hija… - la madre empezó a gritar – por favor mi hija…

- Tranquila cariño – intentaba calmar a su mujer aunque sus nervios también afloraban por cada poro de su piel – no debe estar lejos, está por aquí… la vamos a encontrar no te preocupes…

Poco tiempo después un policía se acercó hasta ellos alertado por los gritos, empezaba una búsqueda que no sabían como acabaría…

14/Ene/2008 15:21

Salía de aquella sala con cara de decepción, enfadada con ella misma pero sobre todo enfadada con su representante, ese incompetente se había vuelvo a equivocar de audición, le había dicho que se preparara un trocito de la obra de Shakespeare “Romeo y Julieta” y resultó que aquel casting era para un anuncio de cosméticos que nada tenía que ver con lo que se había preparado, tendría que hablar con él, despedirlo si hiciera falta, no era la primera vez que ocurría eso, pero lo cierto era que encontrar un buen representante en esos momentos no era tarea fácil…

Suspiró, se subió al autobús y se puso su mp3 para evadirse un poco de todo antes de llegar a casa, veinte minutos más tarde bajaba en su parada, se detuvo frente a una tienda de dulces y compró dos napolitanas de chocolate, tras esto entró en la papelería de al lado para comprar el periódico y más tarde subió directa a su piso…

Entró y encendió la luz del salón, dejó el periódico sobre la mesa y las napolitanas las llevó a la cocina, se puso un café, buscó un rotulador rojo y se sentó tomando entre sus manos el periódico, lo abrió por la sección de empleos y una vez más como hacía días buscó algo que fuera con ella…

- “se busca recepcionista, buena presencia, entre 25 y 30 años, imprescindible inglés y francés” – leyó – NO – se dijo a sí misma – mi inglés deja mucho que desear… y francés… ni idea – se decía – este no… - “se necesita camarera a tiempo completo” – le prestó más atención a aquel anuncio – “buen sueldo, preferentemente estudiantes” – frunció el ceño – genial… aquí sólo quieren estudiantes…

Se metió el rotulador en la boca mientras seguía leyendo los anuncios, señaló un par de ellos que aunque no le hacía demasiada gracia no podía hacer otra cosa, el teléfono comenzó a sonar, no tenía ganar de cogerlo así que esperó a que saltara el

contestador…

- Hola, soy Esther, en este momento no estoy en casa así que deja tu mensaje y te llamaré – escuchó su propia voz precedida de aquel pitido que indicaba a quien llamaba que ya podía hablar – Hola Esther, ¿Qué tal ha ido la audición? – escuchó, “Capullo” se dijo – bueno espero que bien, ya me contarás, llámame cuando llegues a casa, ciao

La comunicación se cortó, ella pasó del tema y continuó mirando aquellos anuncios cuando el teléfono volvió a sonar… E: Pero bueno ¿qué pasa hoy? – se preguntó

- Hola, soy Esther, en este momento no estoy en casa así que deja tu mensaje y te llamaré – se volvió a escuchar – Esther soy Paco – escuchó que decían – oye que… que ya me debes dos meses de alquiler – ella suspiró – y… bueno que ya sabes que no puedo esperar más – parecía afectado aunque tenía razón – hay gente que quiere ver el piso así que tienes que pagarme si quieres seguir en él… te doy dos semanas más ¿vale? Venga, hablamos, adiós

E: Genial – dijo frustrada – menuda mierda – protestó mirando el periódico de nuevo – y aquí no hay nada que me interese joder… - volvió a protestar enérgica…

Soltó el periódico a malas ganas, frustrada, necesitaba encontrar un nuevo trabajo, tenía facturas que pagar y lo que tenía ahorrado no sabía si le llegaría, miró el reloj, se sorprendió de que el tiempo hubiera pasado tan pronto…

E: Joder, Nat – dijo cogiendo su chaqueta y saliendo de aquel piso de nuevo

Bajó de nuevo a la calle y comenzó a andar a pasos rápidos hasta la guardería, suerte que la tenía al lado de casa, una de las razones por la que inscribió a la niña allí, al llegar la misma directora del establecimiento la esperaba con la niña en brazos… E: Nat, cariño lo siento – dijo a modo de disculpa con su hija al tiempo que la tomaba en brazos

N: Mami, otra vez tarde – protestó la niña

E: Ya cariño, pero ya estoy aquí y nos vamos a casa ¿vale? – dijo dándole un beso

N: Sí – contestó la niña con esa carita dulce que la caracterizaba al tiempo que la hacía parecer una niña más madura de lo que era para tener cuatro años

Directora: disculpe, podemos hablar un momento – pidió la directora del centro E: Sí claro – dejó a la niña en el suelo – usted dirá

Directora: Verá – comenzó a decir al tiempo que miraba a la niña un segundo quien se entretenía con su muñeca – he estado revisando algunas cosas y no ha pagado la mensualidad de este mes – le comunicó, Esther bajó la cabeza comenzando agobiarse más de lo que ya lo estaba – no quiero presionarla pero tenemos una lista de espera de niños que quieren ser inscritos en el centro y…

E: lo sé, lo sé – la cortó cogiendo a la niña de nuevo en brazos – estoy teniendo un bache económico y… no se preocupe – intentó ser enérgica – le pagaré cuanto antes…

Directora: Bien, pero… no tarde mucho – dijo a modo de advertencia

E: Tranquila – volvió a decir – mañana tengo una entrevista de trabajo… y… - dejó de hablar, realmente aquel tema le estaba agobiando demasiado, ella era actriz, no sabía hacer otra cosa pero no conseguía papeles y tenía que buscarse la vida en trabajos temporales mal pagados…

Directora: Bueno, espero que le vaya bien y pueda poner al día sus deudas – sonrió a la niña – sería una pena que esta princesita dejara de venir aquí

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N: ¿DE chocolate? – preguntó contenta E: De chocolate – sentenció

N: Bien – casi gritó la niña – pero no llegues tarde otra vez – la reprimió haciendo que su madre riera por su forma de regañarla E: no lo haré – contestó con una sonrisa besando su mejilla – anda, bicho, a casa – dijo de nuevo soltándola en el suelo al llegar a su puerta…

15/Ene/2008 00:42

A esas horas ya nadie quedaba allí, la única luz que iluminaba algo entre tanta oscuridad era la que salía por debajo de la puerta de aquel despacho, se oían algunas risas mezclada con algún que otro suspiro algo subido de tono, pero daba igual, no quedaba nadie, así que nadie escucharía aquello…

Dentro de aquel despacho dos figuras se besaban sentadas una encima de la otra en el sillón que presidía la estancia tras la gran mesa, una de ellas intentaba quitarle la camisa mientras la otra figura reía al intentar, a modo de juego frustrar sus planes… - Venga no seas mala – le pedía logrando quitarle los dos primero botones – si tienes tantas ganas como yo…

- Vero – la intentó parar - ¿porqué no mejor nos vamos a casa? ¿uhm? Estaremos más cómodas – susurró en su oído

V: Es que no me puedo aguantar hasta llegar allí – decía poniendo morritos – anda, hagámoslo aquí – besaba su cuello… - esto tiene su punto…

- Ya sé que lo tiene – se separó de ella sonriente – pero no podemos – cortó – mi padre nos espera para cenar… V: Jo – protestó como una niña pequeña – pues llámale y dile que tienes mucho trabajo… que llegarás más tarde…

- Anda Vero, no seas pesada – decía entre risas – te prometo que te compenso luego – dijo sugerente – pero ahora tenemos que irnos, debemos ser las únicas que quedan aquí…

V: Está bien, lo que tú digas – contestó dándose por vencida – pero me lo voy a cobrar que lo sepas – decía poniéndole los botones de la camisa de nuevo

- Te lo recordaré no te preocupes – contestó sugerente

V: Oye, he estado pensando – comenzó de nuevo a decir mientras salían ya del despacho - Miedo me das - bromeó

V: pero que mala eres – siguió la broma – en serio, había pensado que este fin de semana podríamos ir a tu casita de la playa – sonrió – las dos solitas, con el sonido del mar – la miraba – la arena… - tú en bikini… yo en bikini – alzó las cejas… jugando - Tentador – susurró – demasiado tentador – Verónica sonrió – pero no voy a poder – su compañera dejó de sonreí – tengo que terminar de preparar un caso para el lunes…

V: Venga… nunca nos hemos ido solas las dos – pedía de nuevo - Tengo trabajo Vero – volvió a decir

V: Puedes decirle a tu secretaria que te vaya adelantando algo – insistía

- No puede ser – negaba nuevamente – pero… te prometo que en cuanto termine con este caso nos vamos, esta vez de verdad… V: Está bien – se conformó – pero que sepas que me lo debes

- No te preocupes – volvió al tono sugerente que habían estado las dos utilizando hasta hacía unos minutos – que haré que te lo cobres con creces… - se mordió el labio y al tiempo que se metían las dos en el ascensor, la chica acorralaba a Verónica en una de las paredes y volvían al juego de besos que habían interrumpido en el despacho hasta que el elevador las avisaba que habían llegado a la planta baja – venga, que mi padre y mi tía deben estar ya esperando a que lleguemos – dijo separándose de ella al tiempo que Vero le robaba otro beso…

V: Qué ganas tengo de que terminemos con la cena – afirmó viendo como su acompañante salía del ascensor delante de ella, haciéndole una radiografía por todo el cuerpo y como había hecho minutos antes la otra chica, Vero también se mordió el labio pensando en lo que pasaría después de aquella cena familiar…

15/Ene/2008 14:09

Quedaban diez minutos para que fuera la hora pactada, siempre había sido una persona tremendamente puntual, no le gustaba hacer esperar a nadie pero tampoco le agradaba llegar con tiempo de sobra, así que ahí estaba, en la acera, frente a la puerta del lugar fijado, fumándose un cigarrillo mientras miraba hacia arriba, ahí estaba el comienzo de todo, si salía bien, si encontraba lo que buscaba tendría grandes recompensas…

Había pasado años estudiando aquello, los pasos a dar, el momento para comenzar con la acción, los puntos débiles, los puntos más fuertes, la excusa… todo, pero realmente ahora le faltaba lo más importante, así que ahí estaba, con un toque de nerviosismo pero con la seguridad que da el saber lo que ganaría…

Tiró la colilla al suelo, la pisó para apagarla y mirando el reloj por última vez, puntual como un inglés entró en el edificio, sin preguntar nada, sabiendo exactamente donde tenía que ir subió las tres plantas que le separaban de su destino y tocó a la puerta esperando que le abrieran…

- Buenos días – dijo amable una chica – pase – invitó abriendo la puerta - ¿en qué puedo ayudarle? - Buenos días – saludó – tengo cita con Jesús

- Espere un segundo – le pidió – veré si no está ocupado…

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J: Buenos días – dijo él levantándose y acercándose extendiendo su mano – usted debe ser Raúl Sánchez – el chico asintió – le estaba esperando… - estrecharon sus manos y Jesús se echó a un lado – por favor – dijo amable señalando una silla justo en frente, Raúl se sentó – bien… pues usted dirá…

R: En primer lugar – comenzó a decir – quiero agradecerle que me reciba con tan poco tiempo de aviso – miró a su alrededor – veo que es usted una persona ocupada… - dijo intentando halagarle aunque realmente poco ocupado se le veía…

J: bueno – sonrió – se hace lo que se puede, este mundillo… ya sabe como es – Raúl asintió – y siendo usted amigo de Álvaro… a quien por cierto debería llamar un día de estos… - recordó

R: Estoy seguro de que estará encantado con su llamada – contestó

J: Pero bueno, dígame, que es lo que necesita – preguntó – Álvaro no me pudo explicar mucho…

R: Verá – dijo para comenzar a explicarse – soy productor y estoy inmerso en un nuevo proyecto – comenzó a decir – es algo nuevo y por eso estoy aquí – siguió – me hablaron muy bien de usted y sus representadas – siguió halagando – necesitaría organizar un casting para buscar a la protagonista principal, de ahí mi visita…

J: Aja – dijo haciendo que pensaba e invitándolo a seguir

R: Lo que necesitaría… – continuó – lo que estoy buscando son rostros nuevos, frescos, algo que no se haya visto nunca – continuó – supongo que usted tendrá actrices de renombre, yo lo que quiero es gente que no se conozca mucho o más bien nada… alguien a quien lanzar al estrellato, no sé si me explico…

J: Sí, sí, perfectamente – contestó – bueno, tengo varias actrices que están empezando ahora en este mundo, no se les conoce aún, algunas han hecho algún pinito en algún programa televisivo pero nada que pueda tener relevancia

R: Bien – contestó – pues me gustaría poder entrevistarlas

J: Aja, bueno si me dice una fecha y una hora yo me encargaré de llamarlas y ponerlas al corriente para la audición – se ofreció R: Sí… pero verá – dijo pensando las palabras – me gustaría… cómo le diría – hacía que pensaba – conocer algo de ellas antes de entrar en audiciones – dijo encontrando las palabras – tal vez entrevistarme con algunas antes de empezar con el casting

propiamente dicho…

J: Bueno… eso es algo inusual – contestó – sin embargo – lo miró – Álvaro me habló muy bien de usted… y en honor a la amistad que tengo con él podría hacer una excepción…

R: Estaría muy agradecido con usted – le dijo…

J: Está bien – cogió el teléfono – Paola – le dijo a su secretaria – tráeme los books de todas las chicas que no estén ahora trabajando por favor… - colgó tras recibir su respuesta y miró a su visitante – bueno, esto es lo que podemos hacer, yo le dejo los books de las chicas, usted los revisa, los estudia y mañana me llama, me dice que le han parecido, cuáles cree que serán mejor para su casting y yo me pongo en contacto con ellas concertándoles a ambos una cita…

R: Estupendo – afirmó – así lo haremos…

Pocos minutos después la secretaria de Jesús entraba con un montón de carpetas en la mano, el representante tras revisar que todo estaba en orden se las dio a Raúl que echó un leve vistazo pro alguna de ellas antes de despedirse

R: Bien pues, mañana le llamaré para decirle a quien debe llamar – le extendía su mano de nuevo – un placer, ha sido muy amable y de gran ayuda

J: Encantado de ayudar al cine español – dijo seguro – salude a Álvaro de mi parte si le ve y dígale que tenemos una comida pendiente

R: lo haré – afirmó con rotundidad – lo dicho, un placer, mañana seguiremos hablando – se levantó mirando el reloj – ahora si me disculpa tengo que marcharme, he de ir a una reunión…

J: Por supuesto – contestó – que tenga un bien día

R: igualmente – dijo finalmente antes de salir del despacho – señorita – le dijo a la secretaria a modo de despedida para al fin, irse de allí con lo que había ido a buscar teniendo por delante un día entero para encontrar a su protagonista…

16/Ene/2008 01:03

Miraba unas fotos y otras sopesando posibilidades, barajando ideas, podrían servir, de hecho el perfil era bueno, nada exagerado pero tampoco algo imposible… se había pasado casi todo el día mirando cada fotografía, cada ficha de aquellas veinte chicas que había en la carpeta que Jesús le había facilitado y tras pensarlo mucho y estudiarlo más, había logrado seleccionar a tres de ellas, pero aún faltaban algunos datos, por desgracia aquellas fichas no le daban todo lo que necesitaba…

Se levantó con las tres fotografías en la mano, le dio un sorbo a su copa mientras las volvía a mirar al tiempo que cogía el teléfono y marcaba, al cabo de unos segundos contestaban al otro lado de la línea…

R: Hola – saludó - ¿te pillo mal?... bien, no sólo que necesito uno de tus favorcitos… sí – sonreía – ya sabes… si lo tengo aquí mismo… vale apunta… a ver… Cristina Suárez… Ángela Marín… no, Martín no, Marín… eso es… y Esther García… sí…- miró el reloj – pues… o para ultima hora de hoy o primera de mañana tú verás… ya sé que te llamo con poco tiempo… - esperó a que contestaran volviendo a mirar una a una las fotos dándole otro trago a su copa – aja… bien pues nos vemos allí – dijo tras escuchar lo que le decían – oye… que ya sabes… esto… exacto… gracias, adiós…

Colgó el teléfono y una vez más miró las fotos, entre esas tres candidatas estaba su protagonista, su estrella… mejor dicho… su futuro…

En otro lado de la ciudad, Esther, sentada frente a aquel hombre se sentía incómoda, notaba la mirada lasciva de aquel tipo sobre su cuerpo, dio gracias al cielo por haberse puesto pantalones en lugar de la falda que en un primer momento había pretendido, el hombre mirando su Currículum y de reojo mirándola a ella sonreía encantado de tenerla allí…

- ¿y dice que tiene conocimientos de informática? - preguntó

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- Aja… - afirmaba con la cabeza – por lo que veo aquí no dice nada de que haya trabajado con anterioridad en este sector… E: Ehh… bueno no – contestó de nuevo – la verdad es que yo soy actriz, no tengo experiencia en esto, pero necesito el trabajo y aprendo rápido…

- Aja – volvió a decir el hombre dejando los papeles sobre la mesa – Así que necesita el trabajo – Esther asintió – ya… - se levantó – y dígame… - se puso tras ella - ¿hasta qué punto necesita el trabajo?

E: ¿Perdón? – preguntó descolocada

- Me refiero que… - se agachó para hablarle al oído – hasta donde estaría dispuesta a llegar para conseguir el trabajo…

E: disculpe pero… - el hombre al fin se atrevió a tocarla – mire, imbécil – dijo con rabia – la verdad es que no me interesa para nada trabajar para un cretino y viejo verde como usted – soltó al ver sus intenciones – así que métase su trabajo por donde le quepa – terminó de decir cogiendo con rapidez su bolso y saliendo de aquel lugar – gilipollas – protestaba – cerdo…

En un gran edificio de oficinas, una secretaria era llamada al despacho de su jefa, llamó un par de veces antes de entrar y cuando recibió permiso entró diligente…

- Necesito que me traigas el expediente del caso Pedraza – le pidió mientras miraba algún documento – y llama a los juzgados y pídeme cita con el Juez Pereira, necesito intentar un aplazamiento – la secretaria apuntaba lo que le iba diciendo – y por favor – pidió ya mirándola – cuando puedas ¿podrías traerme otro café? ¿Sí?

- Sí, claro – contestó la chica – pero llevas ya tres… no sé si…

- Tranquila – dijo amable – estoy bien, sólo un poco cansada y necesito despejarme…

- Vale… - antes de salir se volvió de nuevo a su jefa – por cierto… se me olvidaba – se acercó de nuevo haciendo que su superiora le prestara atención – llamó tu padre, que tienes que llevarle los documentos que te pidió – ella asintió – y Vero, que te espera para cenar donde siempre…

- Está bien, gracias – contestó amable – llama a mi padre de nuevo y dile que los documentos se los llevaré esta noche… y por favor… ponme con el juez – dijo para que la chica saliera del despacho y poder así continuar con su trabajo…

16/Ene/2008 18:42

Eran exactamente las doce y doce minutos del medio día cuando algo apurada abría la puerta de aquella cafetería, se le había echo un poco tarde, miró a las mesas donde una pareja tomaba algo justo al lado de la ventana, dos más allá un joven miraba unas carpetas mientras se fumaba un cigarrillo, debía ser él, por la descripción que le dio Jesús parecía ser a quien buscaba…

Se acercó manteniéndose calmada, realmente no sabía muy bien a qué venía la insistencia de aquel productor por hacer esas “entrevistas” previas a las audiciones pero su representante había insistido tanto y parecía tan seguro esta vez que no le quedó más remedio que ir, además debía reconocer que conocer a uno de los productores antes del casting lograría que una vez en la audición se relajara un poco más…

E: Hola – Saludó - ¿Raúl? – preguntó con educación

R: Sí – dijo prestándole atención – tú debes ser Esther – se levantó extendiendo su mano

E: Soy yo – se saludaron educadamente – siento el retraso… he tenido que llevar a mi hija a la guardería y luego cruzar toda la ciudad – decía algo nerviosa – había mucho tráfico y… - se cortó ella sola obligándose a calmarse

R: No se preocupe – contestó – aunque no soy amigo de la impuntualidad… - dijo algo serio – bueno… ¿quiere tomar algo? – le ofreció

E: No, gracias estoy bien – contestó

R: Bien pues… - la miró – supongo que esta pequeña reunión la habrá sorprendido…

E: Lo cierto es que sí – le dijo – no es normal que un productor quiera hacer entrevistas antes de las pruebas…

R: Ya – sonrió levemente – lo que ocurre es que yo no soy un productor cualquiera, Esther sonrió por cumplir más que otra cosa – bueno he visto que hasta ahora no ha hecho muchos trabajos en el mundo de la interpretación…

E: Ya… lo que ocurre es que… - no sabía muy bien como decirlo – buscaban otro perfil de actriz… y normalmente siempre iba a la audición que no era… - soltó sin querer

R: ¿Y eso porqué? – quiso saber

E: ehh… bueno… - pensaba – no debería decir esto pero… mi representante no es que sea muy bueno a la hora de recordar qué audición toca en cada momento

R: Entiendo – dijo sonriendo por lo que acababa de escuchar, la chica era sincera, pocas actrices se atrevían a decir los fallos de sus representantes

E: Pero es buen representante – corrió a decir – quitando esos “errores”…

R: no se preocupe – la miró con una sonrisa – no le diré nada de lo que salga de esta reunión…

E: Gracias – dijo – no es buen momento para ir por libre… ahora mismo en este mundo hace falta representante si no… nadie te tomará en serio…

R: Bueno – volvió a decir para entrar ya en materia – qué campo de la interpretación es en el que más te identificas… E: Pues… no sabría decirle…

R: Tuteémonos – la cortó

E: Está bien – aceptó encontrándose más relajada – no sabría decirte – sonrió – me gusta mucho el drama… aunque también tengo mi faceta cómica no te creas…

R: Ya… ¿y la improvisación? – preguntó

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R: Claro, claro… pero verás – siguió diciendo – el proyecto que yo tengo entre manos es un poco distinto a lo que se entiende hoy día como interpretación…

E: No entiendo – dijo algo confusa

R: Mira, el trabajo que te ofrezco es muy diferente a todo lo que has hecho – comenzó a decir – se trata de algo grande, algo que te tendrá ocupada… yo diría que casi las veinticuatro horas del día… - Esther lo miró más contrariada aún – se trata de algo donde sobre todas las cosas prevalece la improvisación, no habrá guiones que seguir, ni pautas que tomar… - seguía diciendo – no será algo que te vaya a dar un premio, tal vez ni siquiera se te reconozca – en este punto Esther ya no sabía de qué iba todo aquello – lo que te ofrezco es algo que no podría hacer casi nadie pero que sería poner a prueba tu conocimiento como actriz – la chica cada vez entendía menos – ni planes de rodaje, ni nadie que te vaya diciendo dónde colocarte o qué decir en cada momento… - la miró de nuevo y vio su confusión – lo que sí te reportará serán grandes beneficios, mucho dinero, más del que puedas imaginar… - dijo haciéndole una señal mientras se encendía otro cigarrillo…

E: Perdona pero lo que me estás diciendo poco tiene que ver con lo que me dijo Jesús – comentó – pensé que estabas buscando a una protagonista para una película… y si no habrá guiones, ni planes de rodajes ni nada de eso no sé qué película pretendes hacer…

R: jajaja – rió – sé que es normal tu confusión pero te lo explicaré siempre y cuando aceptes trabajar para mi – dijo seguro – por su puesto si aceptas tendrás que hacer varios cambios en tu vida… no, mejor aún, tendrás que cambiar toda tu vida

E: Ya… eh… bueno no sé – contestó – la verdad que todo esto suena muy extraño… ni siquiera parece que fueras productor por lo que me dices… - siguió diciendo – más bien parece que buscas chicas para “otro tipo de trabajo” – dijo ya más abiertamente – y lo siento pero no es eso a lo que me dedico…

R: jajaja – volvió a reír – Eres más directa que la chica a la que entrevisté antes, ella sólo se levantó y se fue… - Esther estaba a punto de hacer lo mismo – me gusta… eso me gusta… - vio las intenciones de la actriz – espera… porque creo que he encontrado en ti lo que buscaba – la paró antes de que se terminara de levantar – deja que te cuente una historia… - le dijo – luego podrás marcharte si así lo quieres…

17/Ene/2008 01:01

Estaba tremendamente aburrida, sola en casa, su compañera de piso estaba haciendo un curso de no sabía qué, su chica no había salido del despacho en todo el día y al llamarla le había dicho que no podrían verse esa noche y aquello en cierto modo la había puesto de mal humor, cambiaba de canal sin ganas de ver la televisión, miró su reloj, no tenía ganas de quedarse en casa así que decidió salir a dar una vuelta…

Llevaba caminando un rato, mirando escaparates, tiendas de ropa, alguna tienda de perfumes… sintió ganas de tomar algo y entró en una cafetería, se sentó en la primera mesa que encontró vacía y pidió una cerveza, miró a su alrededor, la cafetería no estaba muy llena pero sí había gente, paseó la vista por toda la sala hasta que se encontró con unos ojos mirándola fijamente, mantuvo la mirada unos segundos hasta que el camarero le llevó su pedido…

Volvió la vista hacia la ventana, sintiéndose aún observada, de nuevo volvió la vista hacia dentro y sus ojos volvieron a clavarse en aquellos que no se habían apartado de ella, sonrió, haciéndose la tímida, bajando la cabeza y jugando con un mechón de pelo, volvió a levantar la mirada y la vio sonriente, alzando su cerveza brindó de lejos con su observadora… estaba coqueteando… y la chica le había gustado…

Tomó un nuevo sorbo de su cerveza provocativamente, escuchó una pequeña carcajada y sintió que se acercaba, ella simplemente se puso más cómoda en su asiento y sonrió ampliamente al tenerla al lado…

- Hola Rubia – le dijo

V: Vero – corrigió – mejor Vero – dijo sonriente – y hola a ti también… - ¿Puedo sentarme? – preguntó señalando la silla

V: Claro – le hizo una señal para que se sentara

- ¿Por qué tan solita? – preguntó haciendo un medio puchero que a Vero le hizo sonreír

V: Me aburría en casa – contestó – mi compañera de piso no estaba y… salí – comentó - ¿tú también solita? – dijo del mismo modo - Aja – afirmó con la cabeza – acabo de terminar la guardia y me apetecía tomarme algo…

V: Guardia… ¿medico? – quiso saber - Pediatra – informó – médico pediatra V: Te gustan los niños – afirmó - Me gusta curarlos - contestó

V: Bueno es saberlo – dijo de nuevo con tono juguetón

- ¿Tienes algún hijo al que deba curar? – preguntó captando el tono usado V: No precisamente – arqueó una ceja – pero yo puedo ser muy niña…

- Me gustan las niñas rubias – siguió con aquel juego – y me gusta mucho curarlas - susurró V: Yo no me encuentro muy bien ahora mismo doctora – jugó

- Habrá que hacer algo para solucionarlo – siguió jugando V: ¿Su consulta está muy lejos? – dijo ya directa - A solo dos manzanas – contestó mirándola con fuego

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Salieron del local y andando a pasos ligeros llegaron hasta el piso de la doctora, nada más cruzar la puerta se enzarzaron en una lucha de besos, sin importar nada más que no fuera saciar su deseo, sin nombres, sin apellidos, sin promesas ni planes de futuro, tan solo queriendo saciar las ganas de sexo que tenían ambas…

17/Ene/2008 19:01

Miraba hacia ninguna parte con lágrimas en los ojos mientras encendía una nueva velita como llevaba haciendo cada año en esas fechas, de nuevo esa opresión en el pecho le hacía respirar profundo para no venirse abajo otra vez, en su mente solo los recuerdos… tras apagar la pequeña cerilla miró la llama de la vela perdiéndose en sus colores, melancólica, triste… unos pasos a su espalda la sacaron de su ritual…

- Sigo pensando que eso no es bueno para ti – le dijo, ella se volvió para mirarlo - Roberto, no te había oído entrar – lo miró - ¿Cómo ha ido todo?

R: como siempre – dijo en la distancia – mucho trabajo y poco tiempo pero, por lo demás bien…

- Me alegro – contestó volviendo la vista a la vela perdiéndose de nuevo en sus pensamientos – mañana es su cumpleaños - soltó R: Lo sé – se sentó a su lado y acarició su pelo – venga – intentó animar – tienes que superarlo ya… - ella lo miró haciéndole ver que nunca lo haría – sé que es difícil pero tienes que seguir adelante…

- Es que no puedo – decía sin fuerzas – desde que Antonio murió todo se me ha hecho muy cuesta arriba - declaró R: Pero tienes a mucha gente que te queremos a tu alrededor – siguió animando – estamos contigo…

- Ya lo sé – le miró con una leve sonrisa – y no sé que haría sin vosotros… - Roberto sonrió – por cierto – se levantó queriendo mostrar su fortaleza – ¿vendrá hoy a cenar tu hija o ha vuelto a quedar con esa noviecita suya? – preguntó dejando claro el poco aprecio que le tenía

R: Se llama Verónica – corrigió – y no sé que tienes en contra de ella… es una chica encantadora…

- Sí, muy encantadora – ironizó – no sé – intentó explicarse – hay algo que no me gusta en ella… es demasiado… prepotente… R: Es la mujer que ella ha elegido – defendió – y nosotros no podemos hacer nada… es su vida y ella es feliz…

- Será feliz pero yo sigo diciendo que hay algo que no me gusta en esa chica… - repitió – pero bueno… no soy nadie para hacerle ver lo contrario… supongo que tendremos que aguantarla… - dijo conformista y fría – solo espero que no le haga daño a mi sobrina…

R: Ya es mayorcita para saber lo que tiene o no tiene que hacer – continuó diciendo – no podemos meternos en su vida… - Tú eres su padre, podrías hablar con ella – contestó

R: No me escuchará y lo sabes – le dijo – además, a mí Verónica me cae bien, no tengo nada que pueda reprocharle - en fin… - dijo para cambiar el tema de conversación al ver que no lograría nada - ¿al final vendrá a cenar o no? R: Pues no lo sé – contestó – la llamaré para preguntarle, creo que aun sigue en el despacho…

- Trabaja demasiado – sonrió con ternura – deja, la llamaré yo, seguro que la convenzo para que salga del dichoso despacho y venga a cenar con nosotros…

R: Está bien – contestó algo sonriente al ver como se le iluminaba la cara a su interlocutora al hablar de su hija – seguro que tú la convences, siempre consigues lo que quieres de ella… - Sonrió y su acompañante también lo hizo, era cierto, siempre conseguían lo que querían la una de la otra, fruto sin duda del cariño que ambas se tenían…

En otra parte de la ciudad, en el mismo momento Raúl esperaba que Esther tomara asiento de nuevo y quisiera escuchar su propuesta, debía aceptar, era la mejor que había encontrado, no podía dejarla escapar…

E: Tu dirás – se sentó de nuevo algo intrigada por lo que aquel productor quería contarle R: Has dicho que tienes una hija ¿verdad? – preguntó, Esther no supo a qué venia eso E: no sé que tiene que ver que yo tenga una hija con lo que me quieres contar – contestó R: tal vez nada, o tal vez mucho – siguió diciendo -¿qué edad tiene? – quiso saber

E: Cuatro años – contestó – pero sigo diciendo que eso no tiene nada que ver con lo que estábamos hablando así que si no tienes nada más que decir…

R: espera – la volvió a parar – no seas impaciente – sonrió – sólo era una pregunta, me gusta saber cosas de la gente con la que voy a trabajar…

E: Aún no he aceptado y no sé porqué, sinceramente no creo que lo haga…

R: Me gusta lo directa que eres – sonrió – y quien sabe, tal vez cuando escuches lo que voy a contarte – repitió – aceptes mi propuesta

E: Si quieres contarme algo será mejor que lo hagas ya – dijo mirando su reloj – porque no tengo mucho más tiempo…

Raúl la miró, era una chica de carácter, otro punto a su favor, tomó un sorbo de su vaso y tomó aire para contarle aquella historia, no se la contaba así porque sí a la primera actriz que se le presentaba ante sí, pero es que ella era perfecta, tenía que contárselo para que aceptara, lo haría, estaba seguro… sonrió levemente, tomó aire y comenzó a hablar…

18/Ene/2008 00:26

R: Bien – dijo dándole un ultimo sorbo a su bebida y dejando el vaso sobre la mesa – imagínate… un matrimonio – le dijo – recién casados, enamorados, y con un grandísimo proyecto de futuro – Esther lo miraba sin saber que demonios estaba diciendo – imagínate que tienen una muy buena posición económica, viven en Madrid… son el típico matrimonio un tanto pijo pero ellos son así, son felices así y nadie cambiará eso… - se encendía un cigarrillo…

(8)

R: Tú sólo imagínatelo – ordenó – sigo… bueno pues… pasan un par de años disfrutando de su perfecto matrimonio y como cualquier pareja se plantean el tener un hijo, se ilusionan con el tema y comienzan a intentarlo – fumaba mientras hablaba – vale, llevan ya meses intentando quedarse embarazados y nada, no hay forma, visitan al mejor médico de Madrid, en una clínica privada, es lo que tienen los pijos, que cuando hay dinero ya se sabe… - dijo a modo de valoración personal – bien, el médico les dice que tienen algunos problemitas para tener hijos pero nada que sea imposible, ella empieza con un tratamiento de fertilidad, se gastan una pasta, siguen intentándolo hasta que un día se hace el milagro – decía haciendo gestos con las manos para darla más dramatismo a la situación – están pletóricos, van a tener un bebé, el embarazo va bien, bueno, al principio va bien, tienen algunos problemillas que le obligan a ella a tener que estar guardando reposo en la recta final… pero no le importa, no le importa porque ella es feliz sabiendo que su bebé nacerá sano, si tiene que cuidarse se cuidará, si tiene que estar postrada en una cama los tres meses que le restan para dar a luz lo estará…

E: Sigo pensando que…

R: Tienen al bebé – la cortó haciendo un gesto con la mano – una niña, una niña preciosa a la que quieren con toda su alma, es pequeña se convierte en el centro de atención de todos, es… la “princesita” de la casa – hizo una pausa – la niña va creciendo, sana, despierta, descubriendo el mundo, haciendo las delicias de todos, sacando sonrisas por donde va… - una nueva pausa, apagó el cigarrillo y siguió – una tarde, un domingo, el matrimonio deciden ir con la pequeña al retiro, ya sabes, tú tienes una hija pequeña, supongo que alguna vez la habrás llevado a ver a los mimos, los títeres…

E: Sí, pero – dijo contrariada

R: Hace un día precioso, es verano y el Retiro está lleno de gente, lo están pasando en grande – continuó con su historia – la niña lo está pasando en grande, sus padres están pendientes de ella a cada momento… de pronto, a la niña se le antoja una chuchería, su madre va a comprarla y su padre la deja en el suelo un segundo… cuando la madre vuelve… ¡Pum! La niña ha desaparecido… E: ¿Cómo que ha desaparecido? – preguntó metida en la historia

R: Se esfumó – contestó – desapareció… como un truco de magia la niña no estaba en ningún sitio… total, empiezan a buscar – seguía contando – llega la policía, preguntan a todos, la buscan por todo el parque… pero la niña no aparece… se abre una investigación – encendió otro cigarrillo – al principio todo el mundo se volcó, contrataron a los mejores investigadores privados, pero… no había señales de la niña, se había esfumado…

E: pero… eso…

R: Poco a poco dejaron de buscar, con el paso del tiempo la policía dejó a un lado el caso a la espera de nuevas pruebas que nunca llegaban – la ignoraba totalmente – los padres se resignaron… siguieron con sus vidas… bueno, más bien dejaron que la vida siguiera… manteniendo siempre la esperanza de que esa niña apareciera en algún momento – dejó de hablar esperando una reacción…

E: Esa historia es… ¿es real? – quiso saber – o es tu guión…

R: Es real… ya lo creo que es real – contestó medio sonriendo – ahí es donde entras tú – afirmó E: ¿Yo? – de nuevo estaba perdida - ¿Qué tengo que ver yo?

R: pues… si aceptas lo que te propongo – dijo acercándose a ella para hablar con más intimidad – veinticinco años después de esa desaparición, tú serás esa niña… - sonrió al ver la cara de asombro que había puesto Esther - y la afortunada heredera de un montón de dinero – terminó de decir volviendo a su posición anterior…

18/Ene/2008 14:12

E: ¿Qué? – preguntó atónita, no se podía creer lo que acababa de escuchar…

R: Es muy fácil – siguió diciendo cada vez más entusiasmado – ya lo tengo todo pensado, solo tenemos que… E: Espera, espera – lo paró, no quería seguir escuchando - ¿estás loco? ¿Cómo pretendes que haga eso? R: Venga Esther – dijo para convencerla – hay mucho dinero en juego

E: Es que no me importa el dinero – cortó otra vez – lo que me estás diciendo es una locura… ¿Cómo pretendes que yo me haga pasar por esa niña? ¿Sabes lo que me estás pidiendo? Pretendes estafar a una familia jugando con la desesperación por la desaparición de una hija… estás totalmente loco – le decía

R: Vamos a devolverles a su hija, no es tan malo – se defendía

E: Sí que es malo – contestó - ¿tú te has parado a pensar de verdad lo que pretendes hacer? Es inmoral… a parte de ser un delito – se levantó algo enfadada por lo que le pedía – creo que me has tomado por tonta – decía recogiendo su bolso – no cuentes conmigo para esto… - se iba a marchar ya de allí cuando Raúl la volvió a parar…

R: ¿Qué vas a hacer cuando no puedas pagar el alquiler y tu casero te eche de tu casa? – soltó sorprendiendo a la actriz - ¿Qué vas a hacer cuando en la guardería te digan que tu hija no puede volver porque no has pagado las cuotas? – Esther se dio la vuelta mucho más perpleja por lo que ahora escuchaba… ¿ese tío la había investigado? – Dime qué le vas a decir a tu hija cuando te pida un regalo súper caro por su cumpleaños y tú no puedas dárselo – siguió picando, la necesitaba, era perfecta

E: ¿Me has investigado? – preguntó

R: ya te dije que necesitaba saber cosas de ti antes de hablar del tema – contestó sonriente – no creas que le cuento esa historia a todo el mundo así porque sí…

E: Estás enfermo – soltó de nuevo

R: Tú necesitas dinero, dinero para mantener a tu hija y yo te lo estoy dando en bandeja… eres actriz… podrás hacerlo – intentaba animar

E: No voy a aceptar – volvió a rechazar

(9)

tu hija llevaría una mejor vida… - él mismo metió la tarjeta en uno de los bolsillos de la actriz al ver que no la cogía – si cambias de idea llámame… - sonrió – hasta pronto – dijo dejándola parada en el sitio y saliendo de la cafetería…

Miró hacia la puerta donde Raúl salía con total tranquilidad, ese tío estaba loco, lo que pretendía era algo ruin y rastrero, engañar a unos padres que aun mantenían la esperanza de encontrar a esa niña… ella era madre, podría imaginarse como se sentiría esa mujer y le parecía lo peor del mundo hacer una cosa como esa… negando con la cabeza e intentando olvidar aquella conversación salió del lugar para seguir con su búsqueda de trabajo…

Había pasado una semana y volvía a casa con Nat en brazos, la niña le contaba lo que había hecho en la guardería durante el día, ella sonreía mientras la escuchaba atenta, al abrir la puerta del piso soltó a su hija que fue corriendo a su habitación para dejar la mochila, ella se quedó en el salón, miró el correo y vio una carta a su nombre, el remitente Paco, su casero… suspiró y la abrió… “ Esther, siento comunicarte esto por carta, pero no he podido localizarte, he estado llamándote pero no doy contigo, también he intentado ir a verte pero no estabas, así que me decido a avisarte de esta manera… lo siento mucho, de verdad, os tengo aprecio a ti y a tu hija pero esto no puede seguir así, como ya te dije hay muchas personas interesadas en ese piso y yo no puedo esperar más a que me pagues… odio tener que decirte esto pero voy a empezar a enseñar el piso, así que… tendréis que marcharos. Lo siento, me hubiera gustado que las cosas fueran de otra manera. Un saludo. Paco”

Esther se quedó mirando aquella carta, eso no podía ser… ¿Qué iban a hacer ahora? Su casero las estaba echando del piso, ¿A dónde irían? No sabía que hacer, estaba perdida, se quedaban sin casa, ¿Qué podía hacer? Se volvía a preguntar… pensó que aquello no podía ser cierto, que aquello no podía ocurrir, que habrían algo en la ley que la amparara, pero poco sabía ella de leyes y además, no había ningún contrato firmado, cuando llegaron a ese piso todo había sido de palabra, ningún documento legal la ampararía y en cierto modo Paco llevaba algo de razón, llevaba dos meses sin pagarle… estaba perdiendo dinero y… Pero y ¿ella? ¿qué iba a hacer ella? Tenía una hija de cuatro años que necesitaba una casa… no podían quedarse en la calle, ¿Dónde irían? Se estaba desesperando, intentó calmarse pero no lo logró, Nat apareció ante ella con una sonrisa, llevaba consigo unos papeles y unos rotuladores, se sentó en el sofá y apoyándose en la mesa empezó a dibujar algo, miró a su hija, con los ojos vidriosos, su hija merecía una mejor vida, merecía un techo donde vivir, quería darle la mejor educación…

Se levantó… dubitativa, sintiendo que hacía algo mal, pero no sabía que más hacer, las facturas seguían llegando, la niña seguía necesitando ropa, comida, juguetes propios de su edad, ella también las necesitaba… y no encontraba trabajo por ningún sitio, tal vez, seguramente si seguía buscando lo encontraría y saldrían adelante pero aquella carta de Paco, su casero había acelerado las cosas, ahora ya no podía esperar a encontrar un trabajo, ahora necesitaba dinero… y lo necesitaba ya… llegó a su habitación, buscó entre los bolsillos de sus chaquetas aquella tarjeta… la tomó entre sus manos… no quería hacerlo, le parecía lo peor del mundo… ¿pero que otra cosa podría hacer?

N: Mira mami – dijo la niña enseñándole el dibujo

E: Es precioso cariño – sonrió – sigue dibujando que mamá va a llamar por teléfono

La niña asintió y ella se colocó al lado del aparato, lo pensó por ultima vez, sabía que no hacía lo correcto, pero mirar a su hija y ver que todo podría ser mejor para ella, que al menos podría tener una casa… era lo que le empujaba a hacerlo, así que cogió el auricular y marcó los nueve dígitos que se leían…

R: Dígame – contestaron al otro lado de la línea E: ¿Raúl? – preguntó – soy Esther

R: Esther – dijo haciéndose el sorprendido y sonriendo al saber que lo había conseguido – vaya, no esperaba tu llamada… E: ya… bueno yo – carraspeó para poder hablar sintiéndose la peor persona del mundo – acepto tu propuesta – dijo al fin, cerrando los ojos queriendo creer que con eso se sentiría mejor…

21/Ene/2008 02:32

Lo siguientes días fueron un ir y venir de “clases”, como las llamaba Raúl, quien se encargaba de hacerle saber a Esther el plan a seguir y algunas “nociones básicas” sobre la familia en cuestión, dándole los datos que él pensaba, más relevantes serían, teniendo en cuenta que la edad de aquella niña cuando se perdió era de tres años los datos que tenía que darle a Esther no eran tantos, ya que contaba con que la memoria de una pequeña de esa edad no era tan extensa como podía serlo la de niñas más mayores… Por todo esto se limitó a decirle el nombre de sus padres, el de el osito de peluche que usaba la pequeña hasta le momento de su desaparición y alguna que otra cosa que pudiera servir de recuerdo si salía el caso…

Esther no era tonta, nunca lo había sido y sabía que algo tenía que ver Raúl con aquella familia, no le convencía aquello de que sólo lo hacía por el dinero que ganarían, pues daba algunos daros demasiado familiares para que alguien desconocido lo supiera… R: A ver… dime el nombre de tu madre – volvió a decir por enésima vez para saber que Esther se había aprendido aquella “lección” E: Inés – contestó algo cansada

R: El día de tu cumpleaños – preguntó de nuevo E: El doce de octubre… cordó

R: bien – decía contento al ver que Esther no cometía ningún fallo E: Oye Raúl – se decidió a preguntar - ¿Cómo sabes tanto de esta familia? R: Ya te comenté que llevo muchos años investigando – contestó

E: Ya, pero… no sé, hay cosas que por mucho que investigues son familiares… - siguió diciendo

R: son familiares hasta que pasa lo que les pasó y casi toda la información es de dominio público – se volvió a justificar – luego solo hay que buscar un poco más…

(10)

R: bueno, entonces quedamos así – habló de nuevo – Mañana voy… hablo con Inés… le cuento todo – le enumeraba – y luego aparecéis vosotras

E: Está bien – contestó – hasta mañana… R: Descansar… mañana es un gran día – dijo feliz

E: Sí… un gran día – contestó sin alegría cerrando la puerta – que Dios nos pille confesados… - suspiró al aire antes de ir en busca de Natalia

En otro lado de la ciudad, Roberto llegaba al despacho de su hija con el rostro preocupado, ésta al verlo, dejó lo que estaba haciendo y se levantó para saludarlo mientras intentaba averiguar qué era lo que a su padre le podía estar pasando… - papá qué ocurre – dijo tras darle un beso

R: Tengo que marcharme mañana a primera hora de vuelta a París – comunicó mientras se sentaba… - ¿ha pasado algo? – preguntó más inquieta aún

R: No… bueno sí – confesó - ¿recuerdas a Phillipe? – preguntó, su hija asintió con la cabeza – me acaban de llamar… ayer sufrió un accidente de coche y… está muy mal… no creen que pase de esta noche…

- Dios – dijo algo impactada por la noticia - ¿Y… y Claudiette como está? ¿Iba con él? – se apresuró a preguntar, hacía tiempo que no la veía pero la recordaba a la perfección, Caludiette había sido su compañera de juegos antes de que volvieran a España, la primera amiga que tuvo desde que llegaran a París cuando sólo contaba con cuatro años y de la que no se separó hasta que no volvió con casi veinte…

R: No… no iba con él – tranquilizó – pero supongo que no debe estar muy bien… - se lamentaba – su padre está bastante mal… - Déjame organizar unas cosas y me voy contigo – dijo firme

R: no hace falta, cariño – la paró – tú debes quedarte aquí, tienes trabajo y no puedes dejarlo todo… - Pero…

R: hija – la cortó de nuevo – sé que te gustaría ir pero no puedes dejar el despacho así como así, además, tu tía no está demasiado bien… y tú eres la única que puede animarla un poco…

- Está bien – afirmó tras pensarlo mucho – pero dile a Claudiette que si necesita algo me cojo el primer vuelo y voy para allá… - le pidió, su padre asintió – dile que la llamaré para interesarme por el estado de Phillipe y… - se quedó callada, no le gustaba quedarse pero debía hacerlo, como bien había dicho su padre no podía dejarlo todo así como así… - dile que en cuanto organice unas cosas iré a… - terminó de decir…

R: Lo haré tranquila – dijo acariciando su mejilla

Roberto se fue y la dejó pensando en su amiga, hacía tiempo que no sabía de ella, con su viaje a España habían perdido contacto pero el cariño que siempre se tuvieron se mantenía intacto, se sentó en su silla algo trastocada por aquella información… y comenzó a hacer planes para ir a París cuanto antes…

El día amaneció sombrío, alguna que otra nube negra tapaba el sol, como si aquellas nubes supieran lo que iba a hacer Esther y declararan su contrariedad, como una proyección de cómo se sentía, pues aún no sabía muy bien como enfrentarse a algo con lo que no estaba de acuerdo pero que sí necesitaba… por su hija, sobre todo por su hija tenía que hacerlo…

Raúl las avisó temprano, las fue a recoger y les pidió una vez delante de aquella casa que esperaran en el coche mientras él contaba aquella “historia” a Inés… el chico bajó del coche y se acercó hacia la puerta principal, se puso unas gafas que le daban algo de seriedad, respiró hondo y llamó al timbre… comenzaba su actuación…

Desde el coche, Esther miraba a aquel hombre que tan seguro de sí mismo parecía, se sentía mal, realmente mal, iban a engañar y a estafar a una mujer que lo único que había hecho era mantener la esperanza de algún día encontrar a su hija… misó a la suya, Nat en el asiento trasero jugaba con su muñeca y al verla supo que debía seguir adelante…

N: Mami – dijo la niña mirando por la ventana - ¿Dónde estamos?

E: Hemos venido a conocer a alguien mi amor – contestó mirando hacia donde estaba Raúl, que aún esperaba a que abrieran la puerta, de pronto se acordó de algo – cariño – le dijo para llamar su atención - ¿te acuerdas del juego que te conté ayer? – preguntó – ¿ese de que yo me cambiaba el nombre y ya no me llamaba Esther?

N: Sí, mami – contestó la niña

E: Vale… pues vamos a empezar a jugar ahora mismo ¿vale? – la niña asintió – así que ya no me llamo Esther ¿vale? – la niña asintió de nuevo, sin entender para nada de qué iba ese juego pero aceptándolo como algo divertido…

Mientras, fuera, la puerta de aquella casa se abría dejando ver a una mujer entrada en años, morena que preguntaba a la visita qué hacía allí

R: Buenos días, estoy buscando señora de la casa… - le dijo con amabilidad - ¿Quién es usted? – dijo la mujer

R: Me llamo Raúl Sánchez… - se presentó – ella no me conoce – aclaró – pero me urge hablar con ella… creo que tengo información sobre su hija… - dijo consiguiendo así que la señora que había abierto se pusiera nerviosa al mismo tiempo que lo hacía entrar para avisar inmediatamente de su presencia…

21/Ene/2008 14:47

(11)

R: Así es señora – le extendió su mano – Raúl Sánchez, encantado

I: Igualmente – dijo sentándose en el sofá – por favor… tome asiento – le pidió, Raúl así lo hizo – me han dicho que podría tener información sobre mi hija – dijo queriendo ir al grano de la conversación

R: bueno… - comenzó a decir – la cierto es que no sólo creo que tengo información, más bien creo que sé donde y quien es su hija – dijo directo

I: ¿Cómo… como está tan seguro? – preguntó intentando mantener un poco de tranquilidad aunque aquellas palabras le revolvía todo

R: Verá, señora – dijo entrando ya en aquel “guión” que se había aprendido – soy investigador privado – le informó – básicamente me dedico a encontrar a la gente, más bien a encontrar a familiares de personas que requieran mis servicios – Inés lo escuchaba atentamente – hace cosa de un año vino a mi despacho una chica que estaba buscando a sus padres – le explicó – según me contó llevaba mucho tiempo queriendo saber quienes eran… - Inés lo escuchaba con atención, intentando calmar a su desbocado corazón – según me contó había pasado gran parte de su niñez en un orfanato, bueno realmente ha pasado casi toda su vida en un orfanato, cuando cumplió la mayoría de edad quiso buscar a sus padres, al principio lo hizo sola, sin ayuda pero al pasar los años y no dar con ninguna pista decidió contratarme para ayudarla…

I: Ya – dijo algo desilusionada – me parece que está en un error, no creo que la mujer que usted dice sea mi hija… - Raúl esperó a que siguiera hablando – a mi hija la secuestraron, así que no sé qué hacía en un orfanato…

R: Entiendo su confusión, señora, pero si me dejara explicarle todo tal vez lo entienda – pidió al ver que la mujer quería dejar ahí la conversación…

I: En serio… este tema es muy doloroso para mí… y por lo que me dice esa mujer no tiene nada que ver conmigo… R: Escúcheme, señora – dijo sin dejar que lo cortara – esa mujer tiene pequeños recuerdos de su infancia, recuerdos que concuerdan a la perfección con su hija, aunque no son muchos sí que me sirvió para tirar del hilo… - comentó captando de nuevo la atención de Inés – es cierto que estuvo en un orfanato, yo mismo lo comprobé, pero antes de llegar a aquel lugar estuvo fuera de España, vivía con un hombre que por lo que he podido comprobar no era nada suyo… volvieron a Barcelona y el hombre la dejó abandonada en un hospicio de la ciudad… ella cree que ese hombre era su padre y que ambos decidieron abandonarla… la cuestión es que las fechas en las que salió de España coinciden con el momento del secuestro de su hija…

I: Siga, por favor – dijo queriendo escuchar toda la historia, rezando para que fuera de verdad su hija

R: Cuando vino a verme – continuó – como ya le he explicado tenía muy pocos recuerdos… tan sólo recordaba el nombre de su madre… Inés – dijo haciendo que la señora se quedara parada, ¿podría ser que fuera cierto? – y el día de su cumpleaños I: El Doce de Octubre – afirmó con lágrimas en los ojos, comenzando a creer lo que aquel hombre le decía – su cumpleaños fue hace una semana…

R: Exacto – confirmó – a medida que iba investigando iba recordando alguna cosa más, pero ya le digo que pocas cosas… - siguió diciendo – la cuestión es que mis investigaciones me llevaron hasta ustedes… en un primer momento deseché la idea, pensé que eran meras coincidencias, al fin y al cabo la investigación que ustedes siguieron fue muy buena pero desgraciadamente sin resultados – Inés seguía escuchando sintiendo como sus nervios volvían a tomar partido en su cuerpo – decidí tomar otras vías de investigación, pensando que nada tenía que ver esta chica con su hija, pero todas y cada una de las investigaciones que

comenzaban me llevaban al mismo punto… a usted

I: ¿Me está diciendo que esa mujer de la que habla es realmente mi hija? – preguntó dejando escapar alguna lágrima – ¿está seguro de eso?

R: como ya le he dicho al principio no… - dijo totalmente metido en su papel – sin embargo, ahora estoy totalmente convencido de ello, sé que es su hija, lo he comprobado mil veces antes de venir aquí, es ella…

I: Pero… pero… - no sabía como actuar ni qué decir – pero nadie fue capaz de dar con ella… y ahora… ahora usted…

R: La sacaron de España cuando se la llevaron – le dijo con seguridad – era lógico que nadie diera con ella – siguió diciendo – y cuando volvió la investigación había dejado de ser tan activa, simplemente esperaban alguna pista, pero nunca llegó… - la miraba sabiendo que poco a poco estaba consiguiendo que esa mujer entrara en el juego – todo esto no lo digo sin fundamentos – dijo abriendo su maletín – tengo un montón de pruebas que verifican mis palabras… - siguió diciendo sacando unos papeles… Se los enseñó, le mostró todas sus investigaciones, haciendo más real aquella historia, consiguiendo así que Inés, movida por su deseo de encontrar a su hija, creyera en todas sus palabras, llevaba tantísimos años soñando con encontrar a su hija que se creyó aquella historia casi con los ojos vendados… Raúl sabía jugar bien, sabía que aquella mujer llevaba desesperada toda su vida y hablando con palabras seguras, mostrándole documentos que él mismo se había encargado de falsificar hasta hacerlos parecer tan reales como los de verdad conseguía que aquella señora entrara en su juego con los ojos cerrados…

I: Carmen – dijo nerviosa llamando a alguien – por favor – decía mientras temblaba - ¿Podrías… traerme una tila? – pidió con lágrimas en los ojos

C: En seguida, señora – contestó diligente y rauda I: ¿Ella… mi… mi hija como está? – preguntó

R: Bien… bien – contestó tranquilo – está deseando conocerla – sonrió, a Inés le dio un vuelco el corazón – aunque he de advertirle que tiene muchas preguntas que hacerle… - la señora lo miró interrogante – ella siempre ha creído que ustedes la abandonaron… I: Pero… no… por Dios – decía casi fuera de sí - ¿Cómo…?

R: Señora, tranquilícese – pidió al ver que estaba a punto casi del desmayo – tenga en cuenta que era una niña cuando todo pasó – siguió diciendo – no recuerda nada del secuestro, como ya le he dicho en reiteradas ocasiones tiene escasos recuerdos de usted y su padre – repitió – y vivir toda su vida en un orfanato le hizo pensar que ustedes la abandonaron…

I: Pero yo no… - decía contrariada - ¿usted le ha contado lo que sucedió? R: Sí, bueno, pero supongo que ella quiere que usted se lo diga – contestó

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R: No se preocupe – contestó – la conocerá en seguida – ella y su hija también están deseando verla… I: ¿Su hija? – preguntó entre lágrimas - ¿tengo una nieta?

R: así es – contestó sonriendo – una niña de cuatro años… Natalia se llama – informó – y ambas están igual de impacientes que usted por verla…

I: ¿Podría llevarme con ellas? – imploró – por favor…

R: No hará falta, señora – la paró – ellas están en el coche esperando…

I: ¿Aquí? – decía cada vez más nerviosa - ¿Mi hija… Macarena está aquí? – Preguntó levantándose de su asiento queriendo salir a la calle y encontrarse al fin, con su pequeña…

22/Ene/2008 01:02

R: No hará falta, señora – la paró – ellas están en el coche esperando…

I: ¿Aquí? – decía cada vez más nerviosa - ¿Mi hija… Macarena está aquí? – Preguntó levantándose de su asiento queriendo salir a la calle y encontrarse al fin, con su pequeña…

R: Sí, pero… - se puso a su altura – señora tranquilícese – pidió – siéntese, yo iré a por ella, espere aquí – tomó la taza con la tila – tenga tómese esto, está muy nerviosa…

La dejó sentada, con las taza temblando entre sus manos y salió de nuevo hacia el coche, nada más verlo Esther salió de él y abrió la puerta trasera para coger a su hija…

E: Venga Nat cariño – le dijo mientras la cogía en brazos – vamos a conocer a una señora… tienes que portarte bien – advertía – y sobre todo acuérdate de nuestro juego ¿vale?

N: Sí, mami – dijo la pequeña

E: Vamos allá – dijo en un suspiro cargado de algo que no sabía bien que era… remordimientos ¿tal vez? Y ni siquiera había empezado con su actuación

R: Bien – dijo cuando llegaron hasta ellas – todo perfecto, se lo ha tragado todo, ahora es tu turno – le decía para animarla – demuestra lo gran actriz que eres…

E: Puff… - suspiró cogiendo fuerzas – vamos – dijo aparentando seguridad…

Entraron dentro de la casa, tanto Esther como Nat quedaron mirando aquel hall que para ellas era impresionante, aquella familia era de dinero, sin duda, tal y como le había dicho Raúl en días anteriores… el chico las avisó y le siguieron, le temblaba todo, estaba nerviosa, realmente nerviosa, pero debía hacerlo, podría hacerlo…

AL fin llegaron hasta la puerta de aquel salón, una mujer, que Esther supuso era Inés se levantó lentamente nada más verlas, con lágrimas en los ojos, emocionada, terriblemente emocionada, parecía haberse quedado sin palabras debido a la emoción, se acercó hasta ellas, quedando justo en frente, en silencio, incapaz de hablar, con los ojos bañados en lágrimas, Esther reaccionó, dejó a su hija en el suelo que miraba la escena sin saber de qué iba todo aquello, Raúl apartó a la pequeña, Inés miró de nuevo a la actriz que la miraba a ella y de sus ojos también salían lágrimas…

I: Dios mío – fue lo único capaz de decir la mujer en un hilo de voz que erizó los bellos de Esther…

El abrazo llegó inesperado, fuerte y rotundo, dejando a la vista cuanto había esperado ese momento, cuanto había soñado con ese instante, abrazó a la que creía su hija con todo el amor de madre que no había podido darle en esos años, Esther correspondió al abrazo, sintiendo lo que era el calor de una madre, ese que ella le daba a su propia hija y que ahora le brindaban a ella, sus lágrimas brotaban con facilidad, una facilidad que hasta a ella misma le sorprendió…

Inés se separó de “su hija” no demasiado, sin llegar a romper el contacto total pero necesitaba verla, acariciarla, ver en la mujer que se había convertido sin poder verlo, lloraba cuanto más la miraba, Esther/Maca se dejaba hacer, sintiendo esas caricias, sonriendo levemente, Raúl miraba la escena orgulloso, ahí en ese momento confirmó lo que ya sabía, que había encontrado a la perfecta candidata para aquella farsa…

I: Hija… - dijo emocionada volviendo a abrazarla – Macarena… - decía entre susurros sin apartarla de su cuerpo

E/M: Mamá – soltó logrando con ello que el corazón de Inés volviera a dar un vuelco al escuchar aquellas palabras de su boca… I: Gracias – decía mirando a todos lados, sin saber muy bien a quien agradecerle – gracias… gracias…

Se mantuvieron largo rato abrazadas, llorando ambas, emocionadas ante tantos sentimientos, mirándose y estudiando sus facciones, sintiendo sus corazones, Inés, después de tantos años recuperaba a su hija…

N: Mami – dijo la pequeña tras un rato, queriendo llamar la atención algo inquieta al ver a su madre llorar

E/M: Nat, cariño, ven – la llamó limpiándose las lágrimas, la niña se acercó – mira, quiero presentarte a alguien – Inés creía no poder soportar más emociones – ella es Inés, tu abuela…

N: ¿Mi abuela? – dijo la niña confusa

E/M: Sí mi amor – contestó con seguridad – mamá – se volvió hacia Inés que tuvo que respirar muy hondo – ella es mi hija… Tal y como había hecho antes, Inés cogió a la niña y la abrazó, Nat se dejó abrazar por ella, la mujer no paraba de llorar, se le acababa de realizar un sueño, el mayor de todos, ahora, sí estaba completamente feliz…

N: No sabía que tenía una abuela – dijo Nat cuando se separó de Inés

E/M: Eso, mi niña, es porque no sabíamos donde estaba – le medio explicó a su hija - ¿no quieres tener una abuela? – preguntó N: Sí que quiero – miró a Inés - ¿tú quieres ser mi abuela?

I: Es lo que más deseo en mi vida – dijo volviendo a abrazarla – venir, sentaos – les dijo a ambas que lo hicieron al instante, Nat sobre las piernas de su “abuela”, Maca tomando la mano de “su madre” – tenemos muchas cosas de qué hablar – le dijo a su hija sin poder contener la emoción

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Escucharon la puerta de la calle abrirse de nuevo, Raúl, que se había mantenido en un segundo plano miró hacia la entrada sin saber muy bien quién sería, se escuchaban risas llegar desde el pasillo que llegaba al salón, las voces cada vez se hacían más audibles a sus oídos

V: Venga… no seas mala – decía riendo – vamos a tu cuerto…

- Espera, cariño – contestaba entre risas – estate quieta que tienes las manos muy largas – oyeron – voy a saludar a mi tía y enseguida vamos arriba

V: Que sepas que… - se cortó al entrar al salón, quedando detrás de su chica abrazándola por detrás – tenéis visita – anunció a su novia quien esperaba un beso que no llegó

- Hola – saludó algo cortada al ver a tanta gente – Tía no sabía que estabas acompañada – vio los ojos llorosos de su tía - ¿estás bien? – se preocupó – Tía… ¿ha pasado algo?

I: Estoy bien – dijo levantándose del sofá para acercarse a ella – estoy mejor que nunca… - la abrazó – mira, tengo que presentarte a alguien – la cogió de la mano y la separó de Vero a quien le dedicó una mirada para nada entrañable, la chica ni siquiera se dio cuenta, pues ya tenía sus ojos puestos en aquella otra que en esos momentos se levantaba del sofá junto a una niña pequeña, llegó de la mano de su sobrina hasta donde se encontraba Maca, quien ya esperaba ser presentada, de vez en cuando miraba a Raúl que estaba algo contrariado con aquella visita – Ella es Maca – le dijo – mi hija…

- ¿Tu hija? ¿Macarena? – dijo alucinando - ¿cómo que…?

I: Es una historia muy larga – la cortó – pero es ella… - decía entre lágrimas de felicidad – al fin… al fin la hemos encontrado – dijo apretando su mano – Maca, hija – la acercó hacia sí – ella es Esther – dijo sonriendo a ambas, que miraban alucinadas a todos en aquella sala…

23/Ene/2008 00:44

N: Anda – exclamó la niña – como mi…

R: Sí – la cortó raudo – como tu compañera de clase – la cogió en brazos y comenzó a hacerle cosquillas – pero qué lista eres – la niña reía, y aprovechando aquella situación le dijo al oído – recuerda el juego de mamá, ahora se llama Maca

N: Es verdad - contestó también susurrando

M: Bueno… eh – dijo intentando que nadie se diera cuenta de lo que había dicho su hija – encantada, Esther E: Lo… lo mismo digo – contestó sorprendida de verla allí – Tía como…

I: Luego te lo explico cariño – decía sin apartarse de su hija – lo importante ahora es que estamos juntas

V: Soy Verónica – se presentó ella sola acercándose para dejarle dos besos en las mejillas – un gustazo conocerte – dijo algo más sugerente de lo normal

M: Igualmente – le contestó cortésmente pero algo contrariada – así que tú eres mi prima – le dijo ahora volviendo la vista a Esther E: bueno… en realidad no – contestó – pero Inés es como mi tía…

I: Esther es la hija de Roberto – le informó – mi abogado… también es abogada – informó – llegaron hace unos años a España y le tomé mucho cariño a esta señorita – sonrió a su sobrina – digamos que la “adopté” como sobrina y ella me “adoptó” como tía M: Entiendo – contestó sin saber qué decir y sintiendo además la mirada de Vero en ella

E: ¿Y esta señorita quien es? – preguntó acercándose a la niña

N: Soy Natalia – contestó – ella es mi mamá – dijo señalando a su madre E: yo soy Esther – dijo con dulzura

I: Esther mira – se acercó a ellos – él es Raul, él es el hombre que ha encontrado a Maca R: Yo no he hecho nada señora – rebatió queriendo parecer modesto

I: Me has devuelto la vida – afirmó segura – eso no podré agradecértelo nunca… me parece esto hay que celebrarlo – cogió a su nieta en brazos - ¿te apetece que vayamos a comer a un sitio muy, muy rico? – le preguntó

N: Sí, abuela – contestó la cría haciendo que Inés volviera a emocionarse - ¿Mami podemos ir? M: Claro que sí, mi amor – le dijo dándole un beso

I: Pues nos vamos – afirmó con una enorme sonrisa – hija ven – llamó a Maca – no te alejes de mi… - siguió diciendo mostrando la necesidad de tenerla cerca – Esther cariño, vamos – le dijo a su sobrina

Salieron todos de casa, Inés no se separaba para nada de su hija y nieta, quien interpretaba a la perfección su papel, Esther estaba contrariada, se había quedado impactada por aquella noticia, jamás pensó que Macarena aparecería… Raúl veía satisfecho su obra, no podía haber salido mejor, Vero… Vero miraba el culo de la nueva mujer de la familia al tiempo que disimulaba tomando la mano de su novia…

Ya en el restaurante la “atracción” del momento era Esther/Maca e Inés, quienes hablaban de algunas cosas, más bien era Inés la que hablaba y agradecía una vez más a quien fuera la alegría de haberle devuelto a su hija…

V: ¿Vosotros estáis juntos? – preguntó en un alto de la conversación, haciendo que todos la miraran por lo fuera de lugar de la pregunta…

R: Bueno – dijo tras carraspear – se puede decir que estamos empezando con algo muy bonito… - Sonrió – y con grandes planes de futuro – dijo dándole un segundo significado a toda aquella frase que solo entendió la actriz…

V: Ya veo – contestó tomando la copa de vino para darle un sorbo – pues que pena – se dijo a sí misma

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