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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD IZTAPALAPA DIVISI~N DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES COORDINACIóN DE SOCIOLOGÍA

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(1)

R

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

UNIDAD IZTAPALAPA

D I V I S I ~ N

DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

COORDINACIóN DE SOCIOLOGÍA

9

JEFATURA DE HOGAR FEMENINA

\,

\

.

. , 1

TESINA

EL GRADO QUE

D LICENCIADA OBTENER

EN

SOCIOLOGÍA

P R E S E N T A

SUSANA IRENE DE eAZ_aaTIZ,

MATRÍCULA: 96327212

ÁREA DE CONCENTRACIóN: SOCIOLOGÍA DEL TRABAJO

ASESORES: DRA. ROC10 GUADARRAMA OLIVERA

MTRO. JOSÉ LUIS TORRES FRANCO

(2)

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(3)

INDICE

225223

HIP~TESIS

CAPITULO I MARCO TEóRICO

A) ESTADO GENERAL DEL DEBATE ESTRATEGIAS FAMILIARES DE VIDA

B) DlSCUSlÓN SOBRE ESTRATEGIAS FAMILIARES DE VIDA

c)

ESTRATEGIAS FAMILIARES DE VIDA LLEVADAS A CABO POR ALGUNAS JEFAS DE HOGAR CAPITULO II LOS HOGARES CON JEFAS

MUJERES EN MÉXICO

CARACTERISTICAS QUE PRESENTAN LAS JEFAS DE HOGAR A NIVEL NACIONAL

CAPITULO 111 CONTEXTUALIZACIÓN DEL MUNICIPIO

A) ANTECEDENTES HISTORICOS

B) CARACTERISTICAS DEL MUNICIPIO A PARTIR DE 1990

1. VARIABLES SOCIO-DEMCGRÁFICAS

2. VARIABLES ECONóMICAS

3. ACTIVIDADES ECONOMICAS

4. TENDENCIAS EN LOS HOGARES C) COLONIA: AMPLIACIóN LAS AGUILAS

CAPITULO IV LAS JEFAS DE HOGAR DE LA COLONIA AMPLIACIóN LAS AGUILAS

1

.-

CARACTERíSTICAS DE LAS UNIDADES FAMILIARES ENCABEZADOS POR MUJERES

A) CARACTERíSTICAS SOCIO-DEMOGRÁFICAS

B) CARACTERíSTICAS ECONóMICAS

c )

VIVIENDAS Y CAPITAL DOMÉSTICO

2. HISTORIA FAMILIAR, TRABAJO TEMPRANO Y ACTITUDES ANTE LA CRISIS

A) AMBIENTE FAMILIAR Y VIOLENCIA INTRADOMÉSTICA

B) TRAYECTORIAS LABORALES Y ASPIRACIONES

(4)

3. TRAYECTORIA MARITAL Y SITUACIóN CONYUGAL

a)

MOTIVOS DE LA UNIóN

b) PERCEPCIONES SOBRE SU MATRIMONIO Y FORMAS DE CONVIVENCIA

4. SEPARACIóN, ABANDONO O VIUDEZ

a)

CAUSAS DE LA SEPARACIóN

b) PERCEPCIóN SOBRE SU SEPARACIóN

5. SITUACIóN ACTUAL DE LAS JEFAS DE HOGAR

a)

DESCRIPCIóN DE SU SITUACIóN Y AMBIENTE FAMILIAR

b) PATRONES DE AUTORIDAD

C ) PERCEPCIóN SOBRE UNA NUEVA PAREJA

6. ESTRATEGIAS FAMILIARES DE VIDA

a)

GENERACIóN DE INGRESOS

b) DlSTRlBUClÓN DE INGRESOS EN LA UNIDAD DOMESTICA

C ) ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO EN LA FAMILIA

d) REDES DE AYUDA MUTUA

e) EL CICLO DOMÉSTICO Y SU INFLUJO CONCLUSIONES

APÉNDICE

68

68

71

74

74

75

78

77

81

84

87

87

89

91

93

96

98

104

114

(5)

Uno de los cambios sociales ocurridos en las últimas décadas es la descomposición de la

unidad familiar. Esto es que, ya no es una familia con papá, mamá e hijos, sino que esta

ausente la presencia de uno los padres.

La mujer cabeza de familia es una realidad que desmiente todas las ideas convencionales

sobre la estructura familiar y todas las actitudes y medidas que en ella se basan. Estos mitos

gemelos que son el de la familia nuclear, con el hombre que gana el sustento y la mujer que

cuida la casa y cría a los hijos, y el de la familia extensa, que vela en todas las adversidades

de sus miembros menos afortunados o desposeídos, no han hecho sino obscurecer ante los

responsables de la planificación familiar los problemas de la mujer que atiende a sus

propias necesidades y que, probablemente tiene a su cargo a sus hijos. En el ámbito de las

actitudes de la clase media y de las medidas que toman los gobiernos, apenas existen

hogares sostenidos por mujeres; cuando se da el caso de que se presta atención a tal hecho,

se considera como algo anormal, como producto de un desastre o, en todo caso, como un

tremendo error, es decir, una situación que hay que aliviar antes que preparar y desarrollar a

las mujeres para afrontarla.

Pero ya no se puede seguir pensando que los hogares sostenidos por mujeres constituyan

una excepción en los países ricos o en los pobres.

A nivel internacional los hogares que enfrentan las peores condiciones para sobrevivir,

tanto en el campo como en la ciudad, y no sólo en situaciones de recesión económica, son

los de las mujeres jefas de familia. Según Chant(1988:182) entre el 20 y el 25% de los

hogares urbanos de bajos ingresos están encabezados por mujeres. Se calcula que para

algunas regiones de Latinoamérica, como el caribe de habla inglesa, este porcentaje puede

llegar hasta el 50%.

La vulnerabilidad de los hogares encabezados por mujeres para sobrevivir, sin lugar a duda

se ha acrecentado con la crisis. Esta vulnerabilidad está dada iündamentalmente por:

a)

la ausencia del miembro generalmente mejor remunerado de la unidad doméstica: el jefe

(6)

b) las jefas de familias son más vulnerables a una situación de pobreza por el mercado de

trabajo segmentado que enfrentan las mujeres, lo que las ubica en actividades peor

remuneradas del contexto laboral, carentes de prestaciones sociales y sin posibilidades

de ascenso y calificación.

C) el mayor aislamiento en que se encuentran debido a que la mujer jefe se ausenta del

hogar para llevar a cabo su jornada laboral y no dedica suficiente tiempo a establecer

redes de relaciones, muy importantes en situaciones de pobreza(Gonzá1ez de la Rocha,

1988).

Son pocas las mujeres que están lo bastante preparadas para desempañar las funciones de

cabeza de familia, y a cada paso tropiezan con las trabas que les pone la sociedad: falta de

educación, acceso limitado a los puestos de trabajo, precaria protección legal, escasa

disposición de servicios sociales y práctica ausencia de reconocimiento como sector social

con problemas específicos. El hecho de que se las arreglen para vivir y, a la vez, para sacar

adelante a sus familias es una hazaña que suscita admiración. Los gobernantes tienen que

llegar a comprender que no podrán empezar a vencer la pobreza y el desplazamiento social

hasta que se decidan a tratar los problemas de los hogares sostenidos por mujeres.

Es por ello que la presente investigación tiene como finalidad el estudio de las unidades

domésticas en cabezadas por mujeres

.

Mi interés por estudiar estos hogares, es que los

hogares dirigidos por mujeres constituyen un fenómeno creciente a nivel mundial; en

México, particularmente

,

el porcentaje de estos hogares se ha incrementado de manera

importante. De acuerdo con las cifras censales, en el país hay poco más de 2.8 millones de

hogares encabezados por mujeres, lo cual presenta alrededor del 17% del total de hogares y

de los cuales en 92% de los casos, la jefa del hogar no tiene cónyuge residiendo en la

unidad doméstica.

La presencia cada vez más frecuente de este tipo de familias justifica ampliamente la

(7)

no puede dejarse de lado, es necesario investigar más en profundidad cómo es que estos

hogares salen adelante.

Lo que interesa estudiar de las familias con jefatura femenina, desde la perspectiva de la

unidad doméstica, es observar las estrategias familiares de vida que utilizan las jefas de

hogar para lograr mantener sus hogares. Lo que se requiere ver es el funcionamiento de los

núcleos familiares encabezados por mujeres, no para determinar si son más viables que las

unidades domésticas con jefe varón o no lo son, más bien se pretende investigar cómo y en

qué condiciones sobreviven, a pesar de todo, las familias con jefatura femenina.

Las estrategias para llevar a cabo los procesos de producción y reproducción en el hogar,

no son iguales para todos los hogares con jefatura femenina, pues hay que tomar en

consideración que las características que presentan tanto las jefas de hogar como sus

unidades domésticas puede tener combinaciones diferentes que pueden llevar a la definición

de estrategias distintas.

De aquí, es que me planteo la siguiente pregunta:

¿Las estrategias familiares de vida que permiten la reproducción material de una unidad

doméstica encabezada por una mujer están determinadas por las características

sociodemográficas y económicas que presentan ella y su familia?

Se considera que las estrategias familiares de vida se encuentran hasta cierto punto

definidas por la escolaridad dela jefa de hogar, por las condiciones imperantes en el

mercado de trabajo y las características individuales de la familia, entre otros factores. Por

esto, se plantea como hipótesis general que las estrategias familiares de vida van a estar en

función de las características sociodemográficas y económicas que presenten los miembros

de las unidades domésticas encabezadas por mujeres.

El conocer las características de los hogares permite entender mejor la organización

familiar y doméstica en términos de la dependencia y carga económica de sus miembros y

de la disponibilidad de mano de obra, tanto para las labores domésticas como para las que

(8)

se llevan a cabo en el mercado de trabajo, las cuales permiten la reproducción material y la

manutención cotidiana del grupo.

Además posibilita una mejor comprensión de los aspectos relativos a la toma de decisiones

que, en el ámbito de la unidad doméstica, se asocian con aspectos relativos a la salud y la

educación de los miembros del grupo, la distribución de recursos en su interior, entre otros

aspectos que son relevantes; sin duda, todos ellos son de enorme importancia no sólo para

entender el papel de las unidades domésticas y las familias sino también para orientar las

políticas públicas y los programas que intentan incidir en sus niveles de bienestar.

Para analizar esta problemática se seleccionaron indicadores que aportaron elementos en la

caracterización de los hogares jefaturados por mujeres, como la edad de los miembros que

conforman el hogar, el estado civil de la jefa, su ocupación, el total de la población

económicamente activa de los hogares, etc., y una vez distinguidos estos, se analizaron las

estrategias familiares que utilizan las jefas de hogar para su reproducción y la de su familia.

Para abordar la investigación elegí una colonia popular del municipio de Nezahualcóyotl, a

saber, la colonia Ampliación las Aguilas, por ser una colonia de sectores de bajos ingresos.

En síntesis, es de mi interés analizar las estrategias familiares de vida de los hogares con

jefatura femenina de la población de menores recursos a partir de la unidad doméstica

basada fundamentalmente en el agregado familiar que contribuye a cumplir con las

exigencias derivadas de la procreación y del mantenimiento de la vida de los individuos, así

(9)

H I P ~ T E S I S

En la investigación interesa analizar las Características sociodemográficas y económicas en

las que se encuentran los hogares con jefas mujeres y cada uno de los miembros que

conforman la unidad domestica, para poder determinar con estás, las estrategias familiares

de vida que llevan a cabo las mujeres jefas de hogar para sacar adelante su familia.

En el hogar lo demográfico y económico están interrelacionados pero cada uno tiene

autonomía relativa respecto del otro. De ahí que las características económicas y

sociodemográficas de las unidades domésticas sean contextualizadas como ejes básicos que

configuran contextos familiares. Cada contexto familiar resulta de la combinación

específica que asume la situación de clase del jefe y las características sociodemográficas

del hogar.

Mis hipótesis sostienen implícitamente que de alguna manera las características

sociodemográficas y económicas que presentan los hogares comandados por jefas mujeres

influyen en la determinación de las estrategias familiares de vida de las que se valen éstas

para reproducir biológica y socialmente a sus familias.

Frente a toda una serie de condicionamientos familiares, hay que establecer un espacio que

de cabida a hipótesis acerca de la influencia de las características de los individuos y del

hogar sobre las decisiones que se tomen dentro del hogar con respecto a las estrategias

familiares de vida:

1. Las jefas de hogar de sectores populares que enfrentan el deterioro de sus condiciones de

vida adoptan estrategias diversas, con el fin de contrarrestar los efectos derivados de tal

situación, como por ejemplo: promover la incorporación de un mayor número de

miembros de la familia al mercado laboral; intensificar su jornada laboral; buscar

trabajos adicionales; y desarrollar servicios domésticos para la venta y la reducción,

(10)

2. El ciclo de vida familiar es un factor que influye en las estrategias de vida de las jefas de

hogar de sectores populares. De acuerdo con el ciclo de vida familiar encontramos que

algunas unidades domésticas están en la fase de expansión y otras en una fase de

consolidación, por lo cual en la primer etapa habrá un mayor número de miembros

dependientes mientras que en la segunda un mayor número de miembros proveedores de

ingresos monetarios, o bien de ayuda doméstica. Así pues las estrategias que se lleven a cabo en el hogar

,

para el caso de las familias que están en la fase de expansión, pueden

estar dirigidas hacia la recomposición de la unidad familiar, o bien hacia la búsqueda del

apoyo de la familia de origen, mientras que en el caso de las familias en etapa de

consolidación las estrategias pueden estar dirigidas hacia una organización del trabajo

doméstico y la generación de ingresos.

3. Las jefas de hogar de sectores populares presentan bajos niveles de escolaridad,

asociados a actividades poco calificadas como: el servicio doméstico, el comercio, la

venta de productos de cualquier tipo; sin embargo también puede decirse que optan por

estas ocupaciones porque las ven como una manera de hacer compatible su doble

trabajo, es decir, atender y cuidar de su hogar pero también atender y cuidar el trabajo

que le permite obtener ingresos.

4. En los hogares comandados por jefas de sectores populares se recurre frecuentemente a

las redes de ayuda mutua

,

como una forma de hacerse de recursos por parte de

familiares, vecinos o amigos. Este tipo de ayuda les permite el acceso a viviendas por

una mínima cantidad o sin pago alguno; algunas jefas se apoyan en la ayuda de sus

madres para el cuidado de los hijos y los quehaceres de la casa para que ellas puedan

salir al mercado de trabajo y obtener así un ingreso y también para que los hijos (as)

mayores no dejen sus estudios por tener que cargar con la responsabilidad del hogar. Por

otro lado también mediante este tipo de ayuda pueden tener una mayor posibilidad para

conseguir un trabajo o para obtener uno mejor; finalmente ésta estrategia también les

(11)

5. Por último, para contrarrestar los efectos de esta situación (como son los bajos ingresos)

y sacar adelante sus hogares, pueden hacer uso de las instituciones sociales públicas que

el Estado pone en servicio, como son: escuelas, centros de salud, guarderías; o bien,

también pueden recurrir a organizaciones de partidos políticos, como una forma de

obtener ayuda en los pagos de impuestos(agua, predial, etc.), la obtención de terrenos y

materiales para construcción, despensas, etc.

(12)

CAP~TULO

I

MARCO TEÓRICO

a) Estado general del debate

El empobrecimiento de todos los mexicanos se ha ido acrecentando en los Últimos veinte

años, el descenso del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, la carestía y la

inflación en las que se ha visto envuelto el país ha castigado severamente a la población;

sobre todo en los últimos dos años en que se agregó a estas calamidades el desempleo y el

despido masivo de trabajadores, quienes para conseguir el sustento de su familia tienen que

subemplearse o abaratar en gran medida su trabajo. (Buvinic, Mayra 1990).

Durante las últimas dos décadas el problema de la pobreza se ha agudizado lesionando de

manera preponderante a las familias de escasos recursos con poca o nula preparación

académica o capacitación para el trabajo.

La mayoría de la población ha visto reducir en forma cotidiana su capacidad adquisitiva. Su

salario ha resultado seriamente afectado y es este el factor que en gran medida tuvo que

soportar los efectos de la crisis. Se llego así, a un empobrecimiento de la población; los

pobres pasaron a ser más pobres, y fragmentos importante de sectores medios se

depauperaron. La pobreza es, sin duda, el problema más grande a que se enfrenta el país, la

estabilidad social y la sobrevivencia de la población sólo se pueden explicar a partir de

cuestiones como el trabajo a cualquier salario y por la solidaridad familiar. Los diversos

mecanismos de organización familiar de la reproducción cotidiana utilizados por sectores

que vivían en condiciones de pobreza en épocas de auge económico, en tiempos de recesión

se hace aun más indispensable. Las mujeres, en especial las esposas, amas de casa, madres,

han ampliado su contribución a la satisfacción de las necesidades básicas de los hogares

(13)

La grave crisis económica que afectó al pais en los inicios de los años ochenta, repercutió

de forma acentuada en el mercado de trabajo. Las oportunidades ocupacionales se

restringieron en el mercado formal de trabajo, en tanto que la población apta para el trabajo

continuaba creciendo. Como consecuencia de ese proceso se abrieron dos alternativas para

los segmentos de la población trabajadora: el desempleo en mayor escala y la incorporación

a las actividades del mercado no formal de trabajo. Así, la familia urbana al enfrentar el

desempleo del jefe de familia y el empobrecimiento de sus condiciones de vida, pasó a

incorporar un mayor número de miembros como herza de trabajo, principalmente en los

sectores no formales. (Zuleica Lopes ,1990:64). Con la crisis, muchos de los hombres

quedaban desempleados y las mujeres comenzaron a contribuir al sostenimiento de la

familia mediante su incorporación al trabajo extradómestico.

En el contexto económico y social reciente, marcado por los efectos de la crisis económica

y los programas gubernamentales de ajuste, algunas transformaciones sociales observadas

en los mercados de trabajo han hecho evidente la creciente participación de las mujeres en

la generación de ingresos.

En toda la región latinoamericana las tasas de participación de las mujeres que ya venían

aumentando antes de las crisis, lo hicieron aún más durante la misma, revelando diferentes

formas de inserción de las mujeres según edad, estado civil, presencia del cónyuge y

número de hijos (Neuma Aguiar, 1990: 17)

Con la crisis de la deuda, el incremento de la participación de la mujer en el mercado de

trabajo de acentuó en las áreas más urbanizadas e industriales de la región.

En México detrás de la creciente incorporación femenina a las actividades extradomésticas

se ha observado el deterioro de los niveles de vida de las familias de menores ingresos,

producto de la caída acumulada durante varios años de los ingresos reales y debido a la

escasez de empleo masculino, la existencia de estos procesos sugiere que la

responsabilidad económica de la mujer en los hogares, especialmente los de bajos ingresos,

se ha incrementado. (Garcia, 1992, 1993; Garcia y Oliveira, 1994).

(14)

Los hogares mexicanos han implementado estrategias de sobrevivencia diversas para

sortear la crisis: han adoptado una economía de trabajadores múltiples, aumentando el

numero de sus miembros que participa en el mercado de trabajo, echando mano de

mujeres y jóvenes, e incluso de niños y ancianos( González de la Rocha et al, 1990).

En este contexto de creciente participación femenina en las actividades económicas, es

posible que cada vez más mujeres de familias de bajos ingresos se puedan ver obligadas a

asumir una gran parte de los costos de la reproducción de la fuerza de trabajo dentro de las

unidades domésticas, haciéndose cargo no sólo del trabajo doméstico sino también de la

manutención del hogar.

Desde hace más de una década, los hogares con jefatura femenina reciben atención en la

literatura especializada en América Latina y el Caribe. Los estudios sociodemográficos

realizados en los años setenta ya destacaban los rasgos específicos de las jefas frente a los

jefes y las diferencias en las características de sus hogares. Distintos estudios señalan la

importancia de abordar el examen de los hogares a partir de las características

sociodemográficas del jefe en especial considerando el sexo, ya que se ha insistido en a

firmar que los hogares con jefatura femenina no sólo han incrementado aceleradamente su

número en los últimos veinte años, sino que muchos de ellos viven en condiciones menos

favorables que el resto de los hogares.

Los estudios sociodemográficos pioneros en América Latina y el Caribe acerca de los

hogares con jefas mujeres se remonta a mediados de la década de los setenta (Burch, Lira y

López, 1976), En estos primeros trabajos, la preocupación de los autores por estudiar las

condiciones sociales de la estructura de los hogares hizo posible que ya entonces se

destacaran algunas diferencias entre los jefes y las jefas de hogar en las características

sociodemográficas de sus hogares:

1. Las jefas se encontraban en las etapas más avanzadas del siglo vital familiar,

(15)

4. Las tasa de participación femenina eran mayores entre los hogares con jefes mujeres

(Acosta Félix, 1995:548-549).

La investigación más reciente sobre hogares con jefes mujeres en México y los demás

países de América Latina y el Caribe han confirmado la validez de los resultados

obtenidos en los primeros trabajos sobre el tema; sin embargo, los estudios más recientes se

distinguen de los primeros porque en éstos los hogares con jefas mujeres se han convertido

ya en algunos casos en el objeto de investigación y porque existe una marcada

preocupación por la situación social de estos hogares y sus implicaciones en términos del

bienestar de sus miembros.

Entre los trabajos más importantes sobre jefatura de hogar femenina en América Latina

podemos distinguir los siguientes: “Las mujeres jefas de hogar en Colombia” de Lemoine,

(1987); “Las mujeres jefes de hogar. Bogota”, de Rey de Murulanda,(l987); “Las familias

encabezadas por mujeres y la formación de núcleos extensos: una referencia al Pení”, de

Tienda,( 1982), por citar algunos.

Es importante destacar el trabajo de Buvinic (1 990) por ser pionera dentro del tema. Para

esta autora, quien ha llevado a cabo una revisión de los trabajos sobre jefaturas femeninas

de hogar y pobreza realizados recientemente en los diferentes países de América Latina y el

Caribe, este renovado interés por la vulnerabilidad social de los hogares con jefes mujeres

está relacionado con la evaluación que se está llevando a cabo, en los países de la región,

acerca de las consecuencias sociales del “decenio perdido” de los años ochenta y de la

modificación de los modelos de desarrollo económico que está siendo implementada en

estos países.

Las conclusiones de los 22 trabajos empíricos revisados por Buvinic (1 990) apoyan la idea

de una relación positiva entre al jefatura de hogar femenina y la pobreza. La mayoría de los

estudios muestran que, comparados con los hogares con jefatura masculina, los hogares con

jefes mujeres enfrentan un riesgo mayor de ser pobres. Conclusiones similares se

obtuvieron al analizar las consecuencias de la jefatura femenina de hogar sobre el

bienestar infantil.

(16)

La situación de vulnerabilidad económica y social de los hogares con jefatura femenina

realizados por Buvinic, apuntan hacia tres grupos de factores: a)los asociados a la estructura

del hogar, b)los asociados al género de la familia, y c)los asociados a la condición de vida

de las jefas de hogar, de ser mujeres y constituir al mismo tiempo el principal sostén

económico de la familia:

0 aunque la familia puede tener un tamaño menor en los hogares con jefes mujeres, donde

la pareja masculina está temporal o permanentemente ausente del hogar, el número de

dependientes por trabajador(a) puede ser mayor e, incluso, puede darse la situación en

que la responsabilidad del mantenimiento del hogar recaiga enteramente en al mujer

jefa de hogar.

0 la mayor pobreza de los hogares con jefatura femenina esta asociada al género del jefe

de hogar. Las jefas en general tienen menos educación y acceso a recursos productivos

y, por lo tanto, obtienen menores ingresos.

la condición de ser jefas de hogar puede todavía imponer restricciones económicas

adicionales a las mujeres, ya sea porque enfrentan una mayor discriminación en el

mercado de trabajo o porque la responsabilidad del trabajo doméstico y el cuidado de

los hijos las obliga a escoger empleos más compatibles con esa responsabilidad pero de

menor remuneración (Acosta, Félix, 1995:551-552).

La investigación sobre la jefatura femenina de hogar en los contextos de la frontera norte de

México es escasa. Entre los estudios llevados a cabo sobresale el de Margulis y

Tuiran(l986) con una muestra de alrededor de 400 hogares de colonias populares de la

ciudad de Reynosa, Tamaulipas en 1980. En el se analizaron las estrategias de reproducción

de las unidades domésticas, los resultados fueron los siguientes:

1.

del total de la muestra 15.3% eran hogares con jefas mujeres

2. de éstos, 26.3% eran familias extensas

3. los hogares con jefes mujeres se encontraban en las etapas avanzadas del ciclo vital de

(17)

5. las mujeres que desempeñaban una doble jornada laboral en los hogares la mayor parte

pertenecían a hogares de los estratos socioeconómicos más bajos (Acosta, 1995552).

Félix Acosta llevó a cabo un análisis con datos de la Encuesta Nacional sobre Fecundidad

y Salud (ENFES) de la jefatura de hogar femenina en México, usando el concepto de

jefatura declarada. Los resultados obtenidos por el autor (1996) corroboraron la imagen

primera y generalizada que se tiene de los hogares con jefes mujeres y de las características

sociodemográficas y económicas de las jefas de hogar: las jefas de hogar tiene en general

más edad, tienen menores niveles de escolaridad, participan más en el mercado de trabajo y

obtienen menores ingresos, la mayor parte de los hogares de las jefas de hogar se encuentra

en las últimas etapas del ciclo vital, tienen menos tamaño y mayor prevalencia de tipos

extendidos cuando se les compara con los hogares de los jefes.

Otros dos trabajos de importancia fundamental en lo que se refiere a los núcleos familiares

con jefatura femenina son el de Silvia Chant y el realizado por Mercedes González de la

Rocha. Ambas exploran la relación entre la jefatura femenina de hogar y el bienestar de los

miembros del hogar en grupos urbanos de bajos ingresos. Pero su importancia radica en que

sus resultados son diferentes uno del otro.

El estudio de Chant(1988) está basado en 244 entrevistas realizadas a hogares de bajos

ingresos en Querétaro entre 1982 y 1983. En el diagnóstico la autora revisó aspectos como

los ingresos de los jefes de hogar , las contribuciones económicas de los distintos miembros

del hogar, los patrones de gasto, la organización del trabajo doméstico al interior de los

hogares, los patrones de autoridad y socialización, los factores que determinan la formación

de los hogares con jefatura femenina y los procesos de extensión de las familias. Los

resultados a los que llegó fueron:

a) la formación de una unidad doméstica encabezada por una mujer, puede producir

frecuentemente más seguridad y estabilidad a la familia en diferentes formas,

b) sus ingresos (bajos) se complementan con la cooperación económica de sus hijos,

c) aunque hay varias dificultades para desempeñar el papel de trabajadora y ama de casa a

la vez los hijos y las hijas ayudan en el quehacer doméstico,

(18)

d) la no existencia de violencia doméstica y del abuso d.e autoridad dentro de la familia,

provoca una mayor seguridad psicológica, y posiblemente una reducción del machismo

y la hostilidad entre el hombre y la mujer,

e ) aunque el hecho de las familias encabezadas por mujeres tienen más necesidad de

incorporar a sus parientes en sus hogares, el estudio muestra que ellas tienen muchos

elementos positivos en la lucha por la sobrevivencia. Finalmente señala que a pesar de

las restricciones estructurales de las posibilidades económicas y sociales de las familias

encabezadas por las mujeres, es muy frecuente que sobrevivan “mejor” que los hogares

con jefatura masculina.

La investigación de González de la Rocha( 1986,1988) esta basada en entrevistas realizadas,

entre 1982 y 1985, a 99 hogares. Para esta autora, los hogares con jefatura femenina

presentan niveles de bienestar menores que los observados en los hogares con jefes

hombres por tres razones: la ausencia de los ingresos del varón constituye una disminución

importante en los recursos internos de las unidades domésticas encabezadas por mujeres y

porque las contribuciones de los jefes varones al ingreso de la familia son mayores que los

de las jefas que trabajan. Además, de que la ausencia de estos ingresos no pueden ser

compensados por las contribuciones económicas de los hijos, la necesidad de las mujeres

jefas de hogar de dividir su tiempo entre el trabajo remunerado y las posibilidades

domésticas, somete a estas mujeres y a sus hogares a una situación de aislamiento social en

la que no es posible la construcción ni el mantenimiento de redes de relaciones sociales; en

la estrategia de generación de ingresos de los hogares encabezados por mujeres, se

incorpora al mercado de trabajo, en forma recurrente, la mano de obra de los hijos. La

incorporación de mano de obra de los hijos ocurre no sólo en la etapa consolida de los

hogares con jefatura femenina sino también en la etapa de expansión en la que los hijos son

aún pequeños. En resumen, para esta autora, los hogares encabezados por mujeres en los

sectores urbanos de bajos ingresos no constituyen unidades domésticas revolucionarias, en

el sentido de que estén revelándose contra los patrones tradicionales de autoridad

(19)

de la vida de estos hogares como son el consumo, la educación y la actividad social. La

mayor pobreza que se encuentra en estos hogares ésta en función de la limitación de carecer

del miembro (adulto varón) que ese capaz de devengar un salario mejor pagado en el

mercado de trabajo urbano.

Resumiendo podemos decir que Chant, resalta en su estudio, que los hogares de jefatura

femenina no están necesariamente en desventaja, especialmente cuando, además de los

ingresos totales y per cápitas, se analizan otros elementos de la vida cotidiana como la

violencia doméstica. Los estudios realizados en Guadalajara, por González de la Rocha,

arrojaron resultados ambivalentes. En polémica con Chant, se planteó que los hogares con

jefatura femenina era más pobres que los de jefatura masculina y que además eran

igualmente reproductores de la desigualdad entre los géneros. El Único elemento positivo

que se encontró tenía que ver con la menor violencia doméstica.

A manera de conclusión podemos decir que América Latina experimentó la crisis de la

deuda durante los ~ O ’ S , lo que produjo un íüerte deterioro de las economías y un cambio de

modelo económico. Estos procesos implicaron la participación masiva de las mujeres en

los empleos ofrecidos por las nuevas plantas industriales mientras que los hombres sufrían

las consecuencias del desempleo, la reducción de los ingresos reales, entre otras cosas.

Todo ello contribuyo a minar la capacidad de los hombres de cumplir con su papel de

proveedores, al mismo tiempo que las mujeres se convirtieron en cooprovedoras

imprescindibles. Por lo tanto el debilitamiento del rol masculino de proveedor principal

estuvo acompañado por el aumento del número de hogares de jefatura femenina.(González

de la Rocha: 1996)

Las evidencias muestran que las de los sectores pobres de la población son las que pagan el

costo más alto del “ajuste económico”. Ello debido a dos factores principales. Por una

parte, porque, puesto que la responsabilidad de las tareas relativas a la reproducción

cotidiana de los miembros del hogar recae principalmente sobre ellas, los efectos de la

crisis han significado más tiempo y energía dedicados al trabajo doméstico y a la

administración de recursos cada vez más escasos. Por la otra, porque como trabajadoras de

baja calificación impulsadas al mercado por necesidad, ellas Sufi-en las condiciones

(20)

impuestas por un mercado de trabajo segmentado donde ocupan los puestos más inestables

y peor remunerados.

La incorporación de la mujer a la actividad económica contienen motivaciones específicas y

expresa un movimiento de mujeres sociales muy diferentes entre sí: las mujeres con

familias pertenecientes a los sectores de bajos ingresos que se ven obligadas a trabajar para

garantizar la supervivencia familiar.

Así podemos decir que el modelo familiar, de padre de familia como eje del hogar ha

ocultado la presencia de otras formas de organización familiar que han existido

históricamente. Las familias con jefatura femenina se han hecho más visibles en años

recientes producto entre otros factores de la importancia social que adquirieron las

unidades domésticas en respuesta a las presiones económicas y sociales impuestas por la

última crisis económica en América Latina.

Es pues importante saber si los hogares con jefatura femenina son unidades domésticas

viables, conocer sus recursos y las bases sociales de su sobrevivencia y reproducción, el

análisis de este tipo de hogares es pertinente en una discusión como ésta porque constituye

las unidades en donde, precisamente, o bien la mujer dijo no a la autoridad masculina o bien

el hombre abandonó a la mujer y a los hijos ante la imposibilidad de cumplir con é1 papel

socialmente asignado pero, en cualquier caso, en donde el hombre proveedor no existe y las

(21)

ESTRATEGIAS FAMILIARES

DE

VIDA

b) Discusión sobre estrategias familiares de vida

A partir de finales de los 70‘s y principios de los 80’s hasta la fecha, en América Latina se

han venido realizando estudios enfocados a analizar las estrategias adoptadas por los

pobladores de los sectores populares a fin de comprender los mecanismos que éstos

emplean para reproducirse, ya que la sola situación ocupacional o el nivel de ingreso del

jefe del hogar no explica como puede ser la forma en que sobreviven, por ello es importante

y necesario indagar un poco sobre las investigaciones pioneras que sobre las estrategias

familiares de vida se han hecho, para reafirmar lo que el concepto implica y señalar las

dimensiones a las que alude.

Los estudios de los que hablo han permitido aclarar el concepto de estrategias, ya que por

necesidad de comprensión teórica y uso metodológico se han elaborado diversas

concepciones que involucran el quehacer cotidiano para la reproducción y producción de

los sectores populares.

Lo que se ha dicho acerca de las estrategias familiares de vida se remonta a la concepción

más general de Saénz y Di Paula, que contempla la utilización del concepto en todos los

sectores populares y no únicamente para los sectores de extrema pobreza. Para estos autores

es una categoría que debe ser utilizada en todo el ámbito de los sectores populares.

Para Saénz y Di Paula (1981: 151), las estrategias de existencia son “el conjunto de

actividades desarrolladas por los sectores populares para obtener su reproducción

ampliada”. Para estos autores, la reproducción ampliada involucra la actividad del

trabajador y su familia y no solamente la reproducción simple de la fuerza de trabajo

gastada, es decir, en donde se busca satisfacer todas las necesidades básicas de subsistencia

mediante la elección o elaboración de satisfactores.

(22)

Hay que tener en cuenta que para la satisfacción de necesidades hay que tomar en

consideración la disponibilidad o existencia de satisfactores, ya que los miembros de la

unidad familiar conscientemente o no, en forma planificada o no planificada, seleccionan

las alternativas disponibles, las que consideren las mas apropiadas para satisfacer sus

necesidades.

Tomando una perspectiva crítica, Susana Torrado( 198 1 :205),considera que el concepto de

estrategias de supervivencia familiares hace referencia “...al hecho de que las unidades

familiares pertenecientes a cada clase o estrato social, en base a las condiciones de vida que

se derivan de dicha pertenencia, desarrollan, deliberadamente o no, determinados

comportamientos encaminados a asegurar la reproducción material y biológica del grupo. A

la reproducción material

-

o sea, a la reproducción cotidiana de la energía gastada por los

integrantes del grupo en la reproducción económica y/o las tareas domésticas requeridas por

el consumo familiar

-

se asocian comportamientos conducentes a la adopción de

determinadas pautas de participación en la actividad económica por sexo y edad, así como

conductas migratorias tendientes a posibilitar el acceso a oportunidades de empleo que

proporcionen medios de subsistencia. A la reproducción biológica - o sea, a la creación,

supervivencia y desgaste de individuos miembros de la unidad familiar

-,

por su parte, se

asocian comportamientos demográficos tales como la formación y disolución de uniones, la

constitución de la descendencia (o comportamiento reproductivo) y mortalidad. Desde este

punto de vista las estrategias familiares de vida constituyen un aspecto fundamental de la

dinámica de la reproducción de las diferentes clases y estratos sociales en una sociedad

concreta”(Torrado, 198 1 : 343-350).

Sin embargo la autora le encuentra ventajas y desventajas al concepto. Las ventajas son que

se trata de un concepto susceptible de ser desarrollado dentro de un modelo teórico

aplicable al análisis de las sociedades globales, hecho que, al menos desde el ángulo

específico demográfico de la cuestión, constituye una virtud nada desdeñable; el concepto

(23)

usada en los estudios sociodemográficos, pasando de la unidad-individuo a la unidad-

familia. Los inconvenientes que encontró son el que los distintos estudios que lo utilizan

restringen a las unidades familiares pertenecientes a los grupos sociales más desfavorecidos

de la sociedad, y además que el término de estrategias connota la idea de que las unidades

familiares se enfrentan a opciones de vida entre las cuales puede elegir libremente, lo que

no es una realidad en la vida cotidiana de los sectores pobres de la sociedad (Ver Torrado,

Ibid.: 205-206). Por último, Torrado sugiere la conveniencia de profundizar más en el

análisis de las redes de relaciones que establecen las unidades familiares como parte de sus

estrategias de vida, ya que si se habla de estrategias de supervivencia familiar, ¿no se

limitaría al análisis exclusivamente a determinar el comportamiento de los miembros de la

familia nuclear, o del grupo de conveniencia; o el concepto se puede también aplicar a redes

de reciprocidad , ya sea de parentesco o vecindad?. Torrado, además, considera que este

concepto presenta problemas cuando se trata de determinar o evaluar hasta qué grado se

alcanzan los fines, las metas, los resultados que se han propuesto los actores involucrados.

Así, Torrado propone que para evitar confusiones en el uso y aplicación del término, es más

adecuado utilizar la expresión de “estrategias familiares de vida”, en lugar de estrategias de

supervivencia.

Por su parte Daniel Rodríguez(l98 1 :240), quien ha trabajado a distintos autores que

analizan este tema, considera que las estrategias de supervivencia se deben entender

como”.

..

los comportamientos o arreglos que se hacen en el ámbito de la familia para

enfrentar el problema de existir o vivir; fin que en muchos casos no pasa del nivel de

sobrevivir”. Rodriguez señala que este concepto debe ser analizado a partir del a unidad

familiar, debido a que es allí donde se organizan dichas estrategias.

Carlos Barsotti( 198 1 : 18 l), es otro autor que nos habla acerca del concepto de estrategias, éI

dice que”.

. .

hablar de estrategias de las unidades familiares significa que se da por sentada

la existencia de alguna forma de unidad de decisiones, de puntos de referencia, de

fundamentos para la orientación de las acciones”.

(24)

Otro autor que ha trabajado este tema es Omar Argiiello( 1981 : 196), quien define las

estrategias de supervivenvia como”.

.

. el conjunto de acciones económicas, sociales,

culturales y demográficas que realizan los estratos poblacionales que no poseen medios de

producción suficientes ni se incorporan ni se incorporan plenamente al mercado de trabajo”.

Para Argüello, las acciones se encaminan a la obtención de satisfactores o a cumplir

ciertas actividades que permitan la satisfacción de ciertas necesidades. Este autor define

claramente al sector social que está involucrado dentro del concepto de estrategias de

sobrevivencia y cuáles son las acciones que desarrollan. Tomando una posición más amplia,

reconoce que otros sectores sociales desarrollan acciones orientadas a su reproducción, pero

no pueden definirse como de supervivencia, ya que no responden a la carencia de medios de

producción y/o a la falta de empleo.

Revisando estos autores podemos decir que las condiciones materiales de existencia de la

población están basadas en el funcionamiento de una sociedad históricamente determinada.

El estilo de desarrollo , y más específicamente la produc,ción, proporcionan los bienes de

consumo, las formas de consumo, crea necesidades y los medios necesarios para su

satisfacción. En el nivel de la familia, los salarios bajos generan la búsqueda, elaboración o

elección de mecanismos que complementen los medios necesarios para la subsistencia.

Las estrategias familiares implican una configuración de diferentes “instancias” que son

actividades específicas asumidas por el agregado familiar para satisfacer las unidades

relativas, que buscan maximizar los egresos globales, así mismo, implica también acciones

llevadas a cabo por la unidad familiar para organizar las actividades que se requieren

realizar en la unidad doméstica, como lo son las tareas o labores domésticas, la toma de

decisiones, las relaciones de poder y de autoridad.

Los egresos comprenden los bienes, servicios y dinero que los actores dan en forma

(25)

El agregado familiar es el que afronta la acción de subsistencia como un conjunto,

entendiendo por unidad familiar al grupo habitacional que afronta conjuntamente la

reproducción al compartir total o parcialmente las instancias de ingreso-egreso necesarias

para la reproducción ampliada.

Entonces hablar de estrategias familiares de vida o de estrategias de las unidades familiares

implica plantear varios supuestos referidos a las unidades, los recursos con que cuentan, el

medio en que actúan , las acciones que emprenden, los objetivos que persiguen y una

racionalidad estratégica. Pero también implica un conjunto más amplio de relaciones

sociales y culturales implicadas en las estrategias familiares de vida.

Por lo tanto, hablar de estrategias de las unidades familiares significa que:

0 se da por sentada la existencia de alguna forma en que se tomaron las decisiones.

0 los recursos con que cuentan las unidades familiares son diversos: número de personas,

tiempo, ingresos, relaciones, trabajo, ocio, capacidad o incapacidad de postergar

gratificaciones, horizonte temporal, bienes, otras unidades sociales similares o

diferentes, etc.

Las unidades familiares, según su situación de clase o el medio en que están insertas,

movilizan y organizan sus recursos para el logro de ciertos objetivos referidos a la unidad o

a sus miembros, cualquiera que sea el grado de conciencia que estos tengan acerca de esa

organización y esos objetivos.

Se puede ver que según el autor de quién se trate, este concepto es denominado estrategias

de supervivencia, existencia, sobrevivencia o estrategias familiares de vida, sin embargo el

concepto que conduce este estudio es el de Susana Torrado sobre estrategias familiares de

vida que se propone como alternativa al de “sobrevivencia” que induce a pensar que la

unidad familiar se enfrenta a opciones de vida que se pueden elegir libremente mientras que

en la realidad no sucede así. Sin embargo, al concepto de Susana Torrado quisiera agregarle

el proceso de toma de decisiones, de relaciones de poder y de autoridad que son aspectos

que la autora no señala en profundidad.

(26)

Así pues, las estrategias familiares de vida son comportamientos encaminados a asegurar la reproducción material del grupo. El conjunto de acciones y comportamientos susceptibles

de ser considerados como parte de una estrategia familiar de vida, debe ser sistematizado en

algunas dimensiones relevantes y para ello se piensa en las instancias de lo económico y de

lo sociodemográfico y sociocultural.

~ ~~ ~

ESTRATEGIAS FAMILIARES DE VIDA

GENERACION DE INGRESOS

E CON~ MICA ORGANIZACIóN DEL CONSUMO FAMILIAR

D I V I S I ~ N FAMILIAR DEL TRABAJO

DIMENSIONES CICLO DE VIDA FAMILIAR SOCIODEMOGRÁFICA

SOCIALIZACIóN Y APRENDIZAJE

SOCIOCULTURAL ALLEGAMIENTO COHABITACIONAL

COOPERACCI~N EXTRAFAMILLAR

En lo económico están presentes aquellas actividades que se proponen obtener un ingreso

monetario, en especie o en forma susceptible de ser utilizado para la supervivencia. En está

dimensión se observan los niveles de ingreso y gasto y la división familiar del trabajo.

En lo sociodemomáfico están los aspectos o comportamientos demográficos que permiten

conocer la estructura de las unidades domésticas y las cuales forman parte de la estrategia

de supervivencia y acciones que obligan a ensayar estrategias particulares para la

(27)

rol de las mujeres y los hijos en la obtención de los recursos del grupo, la organización para

construcción de viviendas y para la obtención de mínimos servicios y de ayuda

mutua(redes sociales).

Estas tres dimensiones (económica, sociodemográfica y sociocultural) están compuestas por

los siguientes comportamientos básicos y que se pretenden analizar en las unidades

domésticas encabezadas por mujeres:

Socialización y aprendizaje: comportamientos relacionados con la crianza de los hijos,

la adquisición de aprendizajes básicos y la formación educacional.

Ciclo de vida familiar: comportamientos relacionados con el calendario de vida de la

familia nuclear: “etapas” por las que pasa la unidad familiar desde su constitución hasta

su disolución.

División familiar del trabajo(extradoméstico y doméstico): comportamientos relativos a

la asignación de la fuerza de trabajo disponible dentro de las unidades familiares, sean

actividades económicas que producen ingresos, sea al trabajo doméstico productor de

valores de uso que no son sufiagables con ingresos. El estudio del primer tipo de

asignación comporta aspectos tales como las pautas de participación por sexo y edad en

el mercado de trabajo; las características relativas a la ocupación principal, la doble

ocupación, etc. En lo que concierne al trabajo doméstico deben tenerse en cuenta

aspectos como la repartición de las tareas domésticas entre todos y cada uno de los

miembros que conforman el hogar.

Organización del consumo familiar: comportamientos relacionados con las formas de

satisfacción de las necesidades de consumo dentro de la unidad familiar: composición

cuantitativa y cualitativa de la canasta de consumo familiar; mecanismo de

adquisición(ahorro previo o endeudamiento) de los bienes de mercancía, especialmente

de los bienes de patrimoniales(vivienda, equipamiento).

Allegamiento cohabitacional: comportamientos relacionados con la extensión de la

familia nuclear incorporación a la unidad de habitación de parientes no nucleares y/o de

no parientes.

(28)

*:

* Cooperación extrafamiliar: comportamientos relacionados con la formación de redes de

cooperación más allá de los limites de la familia nuclear.

El estudio de las estrategias familiares de vida que desarrollan las unidades domésticas

encabezadas por una mujer, suponen por un lado, el conocimiento de los factores que

afectan la estructura sociodemogáfica(edad, sexo, número de personas) de la unidad, la cual

determina el nivel de necesidades a ser cubiertas y la cantidad de trabajadores disponibles

para realizar las actividades tendiente a la obtención de satisfactores; y por otro lado,

supone el conocimiento de las alternativas extradomésticas a lasque tienen acceso dichas

unidades para desplegar el conjunto de actividades productivas o estrategias que posibiliten

la reproducción del grupo.

A manera de conclusión es importante reiterar que a nivel de la familia, los salarios bajos y

la ausencia del jefe varón generan la búsqueda, elaboración o elección de mecanismos que

complementen los medios necesarios para la subsistencia.

c) Estrategias familiares de vida llevadas a cabo por algunas jefas de hogar

Las estrategias familiares de vida se llevan a cabo por distintos grupos sociales, es de

nuestro interés observarlas en las unidades domésticas encabezadas por mujeres de sectores

populares para más adelante poder comparar estás estrategias con las que realizan las jefas

de hogar de la colonia en la que se lleva a cabo la investigación, es por ello que consideró

importante señalar, en este apartado, las principales estrategias familiares de vida que llevan

a cabo algunas jefas de hogar de sectores populares que :han sido observadas por autoras y

autores que han abordado ésta problemática

Si se tiene en cuenta que lo que determina en gran medida la jefatura de hogar femenina es

la ausencia de la pareja , se puede afirmar que la incorporación de las mujeres jefas de

hogar al trabajo remunerado está estrechamente relacionada con la necesidad de asumir

(29)

induce a estrategias familiares más complejas, tanto en lo referido al trabajo doméstico

como al trabajo remunerado, al mismo tiempo que influye en una inserción laboral más

intensa en el sector informal y el servicio doméstico, con mayor precariedad y peores

remuneraciones. La jefatura de hogar femenina se expresa en una gran complejidad de

situaciones y arreglos familiares.

Mercedes González de la Rocha (1998:208), señala al respecto que:

". ..para contrarrestar su posición vulnerable, los hogares con mujeres jefas incorporan miembros que no son parte de la familia nuclear, es decir se extienden. Estos miembros pueden asalariarse y contribuir a la economía doméstica o bien encargarse de, ayudar en, la producción doméstica de bienes y servicios facilitando así el acceso al mercado laboral de la mujer jefa y/u otros integrantes de la unidad."( 1992: 164)

Por otro lado, tenemos que Tienda y Ortega( 1982) dicen lo siguiente:

". .. los hogares encabezados por mujeres responden adoptando estrategias que, si bien las mantienen sobreviviendo, no logran superar - ni palear - su mayor pobreza.

En primer lugar , se incorporan miembros que no son parte de l a familia nuclear.. .esto resulta de la necesidad de formar unidades domésticas extensas como una alternativa que haga viable económicamente a la unidad doméstica sin varón. Hay dos sentidos que vuelven importante la adición de los miembros que no forman parte de la unidad doméstica nuclear: ...p or las contribuciones en dinero que estos otros miembros pueden incorporar a la economía doméstica, a través de la obtención de salarios en el mercado de trabajo.. . [y] la producción de bienes y servicios que hace posible - o facilita - que la mujer jefa salga al mercado de trabajo.

Aparte, estos hogares incorporan de manera recurrente mano de obra infantil dentro de sus estrategias de generación de ingresos.. .

Como tercera respuesta ante su dificil situación económica, los hogares encabezados por mujeres presentan niveles más bajos de consumo que los hogares completos.

Félix Acosta y Marlene Solis (1988: 19) mencionan como principales estrategias de las

jefas de hogar, las siguientes:

". . . las redes sociales y familiares de apoyo constituyeron en la experiencia de vida de estas jefas de hogar uno de los elementos que hicieron posible la sobrevivencia inmediata y cotidiana de las jefas y sus hijos, a pesar de que las responsabilidades de la jefatura les imponen obviamente serias restricciones para su construcción y mantenimiento. En algunos casos, el regreso de la jefa de hogar a la casa paterno-materna fue decisiva para enfrentar inicialmente los problemas de la perdida o la ausencia de la pareja masculina; en otros casos, el apoyo familiar le facilitó a la jefa de hogar el establecimiento de un nuevo domicilio, de una nueva casa con todo lo que ello significa(vivienda, muebles, etc.); en otros casos, el apoyo de luna vecina hizo posible que la jefa descargara parte del tiempo requerido para el cuidado de los hijos y, de esa manera, poder salir a trabajar.

(30)

Finalmente Geldstein( 1994) manifiesta que las mujeres que son el principal sostén

económico:

las mujeres desarrollan variadas estrategias, las que fueron diferentes según el “capital humano” de cada entrevistada(educación, calificación laboral y acceso a recursos de diferente tipo), la etapa del ciclo de desarrollo familiar por el que atravesara . . . en este marco, la mayoría de las mujeres optaron por las siguientes estrategias: incorporarse o reincorporarse al mercado de trabajo; desempeñar más de una ocupación remunerada y10 tratar de obtener transferencias de programas sociales (subsidios, alimentos, etc.); aumentar las horas de trabajo; tratar de mantener un empleo estable o protegido.. . otras trataron de “acomodarse a la situación” restringiendo los gastos o modificando los hábitos, de consumo familiar( 100).

Así pues, lo que se concluye al observar las estrategias mencionadas en cada uno de los

autores y autoras es que las estrategias familiares de vida principales en las jefas de hogar

son:

1. El mandar más miembros al mercado de trabajo con el fin de aumentar los ingresos que

hagan más llevadera la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios, esto es la

intensificación del trabajo de las mujeres del hogar, y del trabajo de los jóvenes, o aún

niños.

2. Los cambios en la composición de los hogares, esto es extender su núcleo familiar para

recibir apoyo económico o doméstico por parte de las personas que se introducen en la

unidad doméstica tengan o no parentesco.

3. Las redes de ayuda mutua como un mecanismo que permite obtener ayuda económica,

fisica o moral por parte de los parientes y vecinos, compadres, amigos y compañeros de

trabajo.

4. Como cuarta estrategia está la modificación de los patrones y niveles de consumo, como

una medida posterior a las otras que, como hemos visto, están enfocadas a proteger el

(31)

CAPÍTULO 11

LOS HOGARES CON JEFAS MUJERES EN MÉXICO

Características que presentan las jefas de hogar a nivel nacional W d d k 9 3 ? " 2 ~ *

Las transformaciones en la estructura familiar de nuestra sociedad obligan a una mirada

más fina sobre lo que estos cambios han producido en el nivel de vida y bienestar de sus

miembros. Se asume que la familia nuclear completa es el prototipo, y como consecuencia

se constituye en el modelo a partir del cual se elaboran las políticas públicas. Las familias

con jefatura femenina se han hecho más visibles en años recientes producto, entre otros

factores, de la importancia social que adquirieron las unidades domésticas en respuesta a las

presiones económicas y sociales impuestas por la última crisis económica en América

Latina. Esta última junto a un proceso de cambio cultural, económico y social han

provocado un doble fenómeno: el aumento de los hogares y núcleos a cargo de una mujer y

el empobrecimiento de ellos. Autores dedicados a estudiar este tema (Buvinic, 1990)

plantean la creciente vulnerabilidad de este tipo de hogares, dadas las condiciones actuales

de los sistemas de seguridad social que carecen de mecanismos regulares y formales para

apoyar a la población que vive en esta situación, a demás de la mayor propensión de estas

unidades para transmitir generacionalmente la pobreza.

CUADRO 1

HOGARES Y P O B L A C I ~ N

Total Jefa

Hogares

3.5 4.6

Tamaño promedio del hogar

9949956 89815 012

Población

2869072 19440278

Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, 1994

El hecho de que los hogares con jefatura femenina sean considerados como grupos

potencialmente vulnerables es razón suficiente para incluir un capítulo con la revisión de

los principales rasgos de estas unidades; así pues, el capítulo proporciona un panorama

(32)

pretende es dar un perfil estadístico descriptivo de estos hogares, por lo cual se manejan

indicadores que nos muestran las características sociodemográficas de los jefas de hogar,

aspectos económicos y las condiciones de sus viviendas.

A continuación se detallan las condiciones que presentan en México los hogares con jefe

mujer:

CUADRO 2

CARACTER~STICAS DEMOGRÁFICAS DE LAS JEFAS DE HOGAR

El 15% de los hogares está dirigido por una mujer. De éstos el 97.9% carece de cónyuge en

el hogar, lo cual está relacionado principalmente con disoluciones. Destaca el hecho de que

la jefatura femenina se ha rejuvenecido, es decir, hoy día las jefas de hogar tienden a ser

más jóvenes que en el pasado reciente

.

Un hecho que explica esto es que cerca de la mitad

de las jefas son viudas (47.6%) y casi la cuarta parte son separadas y divorciadas(22.3%),

que en conjunto son el 69.9% de las jefas. Por otra parte, un 16.3% de las jefas son solteras

(33)

CUADRO 3

MIEMBROS QUE CONFORMAN LOS HOGARES

Fu

Presencia del

l . 1% Niños Hombres

I

Mujeres

Con Cónyuge cónyuge

Población por grupo

Población por sexo

21.1%

0.9

‘Yó

Adultos 65.7%

34.3% Sin Cónyuge

l . 1 % Jóvenes

~ 97.9%

0.4 % Ancianos

lente: INEGI. Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares, 1994

A pesar de este rejuvenecimiento, las presencia de hogares jefaturados por mujeres se

incrementa conforme aumenta la edad de éstas, lo que obliga a pensar que se encuentran en

la fase final del ciclo vital del hogar. Por otra parte, se debe hacer notar que la participación

económica de las jefas se reduce drásticamente después de los 49 años, descendiendo hasta

el 23.7% para las de 60 años y más; que las transferencias y los regalos son fuentes

importantes de ingresos( más del 25%) para los hogares dirigidos por una mujer y que un

15% de las jefas no percibe ingresos, por lo que se puede conjeturar que el sostenimiento de

las jefas de hogares

,

en general, debe ser precario y seguramente está basado en

transferencias, considerando su edad y su bajo nivel de instrucción.

CUADRO 4

HOGARES POR CLASE

Total

37.9 1 086 215

Extenso

42.6

1 222 657 Nuclear

100 2 869 072

Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, 1994

Los hogares con jefatura femenina son en su mayoría de tipo nuclear; sin embargo una

importante proporción está conformada por otros parientes y no parientes que se añaden a

la unidad doméstica, esto es que el 38% de los hogares dirigidos por una mujer es extenso,

lo que apoya la evidencia de que son ámbitos propicios para la presencia de los otros

parientes de la jefa; la importante presencia de este tipo de arreglos ha sido documentada

por diversos autores como estrategias de supervivencia que adoptan las familias y que

(34)

permiten maximizar la disponibilidad de recursos para la obtención de ingresos y para el

cumplimiento de las tareas domésticas relacionadas con la reproducción cotidiana de los

miembros de la unidad (Cuadro 4)

Por ocupación, las jefas se concentran en aquellas que no requieren calificación y son de

baja remuneración. Las Jefas que trabajan se desempeña principalmente en las siguientes

ocupaciones: trabajadoras en servicios domésticos; comerciantes y agentes de ventas; jefas

de departamento y personal de apoyo en la administración; y vendedoras ambulantes

(Cuadro 2). En estás ocupaciones se encuentra el 52.6% del total de las jefas ocupadas. El

56% de las jefas son asalariadas, pero hay una importante presencia de las que son

trabajadoras por cuenta propia(41%). Esto puede ser indicio tanto de que las jefas enfrentan

una mayor discriminación en el empleo, como de que al tener un trabajo por cuenta propia,

pueden combinarlo con las hnciones domésticas que deben cumplir. De las jefas ocupadas,

poco más de la tercera parte (39.2%) trabaja menos de 35 horas a la semana, mientras que

un 38.8% trabaja de 35 a 48 horas y el 22% trabaja 49 o más horas a la semana, es decir

que las jefas tienden a tener horarios de trabajos menos extensos debido a que realizan

actividades domésticas, que incluyen los quehaceres y el cuidado de los hijos. El 94% de

las jefas ocupadas trabaja y realiza quehaceres domésticos, lo cual implica una doble

jornada de trabajo para ellas. De cada cien jefas ocupadas, veintiocho tienen trabajos donde

laboran jornadas de menos de 25 horas a la semana, esto puede observarse en el siguiente

Figure

CUADRO 1  HOGARES  Y P O B L A C I ~ N   Total  Jefa  Hogares  3.5 4.6
CUADRO 4  INGRESO FAMILIAR  EN DINERO Y EN ESPECIE
CUADRO 10  EDAD DE SEPARACIóN
CUADRO 12  DISTRIBUCI~N  DE  INGRESOS  50  15  5  15  5  10  O  50  10  1 0 -   5  10  50  5 5 5 5  20 10 50  O O O 10 20 20 50 5 5 O O 20 20 50 O O 10 o O 20 70 O 20 o 10 o 20

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