• No se han encontrado resultados

M1 Eje2 Un aula para pensar

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2019

Share "M1 Eje2 Un aula para pensar"

Copied!
6
0
0

Texto completo

(1)

Un aula para pensar Aprender y enseñar en una cultura de pensamiento Shari Tishman, David Perkins, Eileen Jay

El lenguaje de pensamiento

Lenguaje de pensamiento:

1. Las palabras de un idioma que se refieren a los procesos y productos mentales. 2. Las palabras que describen y evocan pensamiento.

¿Qué diferencia hay entre una risa y una sonrisa? ¿Entre una risa ahogada y una risa entre dientes' ¿Entre una carcajada y una risotada? El sonido de la diversión humana cobra muchas formas. Y aunque, en un sentido amplio, cada una de las ideas antes mencionadas es sinónimo de risa, es más preciso decir que cada una tiene su propio sentido, sus asociaciones únicas de sonidos y matices.

La risa es importante. La disfrutamos y, cuando otros ríen, puede resultar importante distinguir con precisión de qué tipo de risa se trata, porque la risa puede significar muchas cosas: placer, amor, amistad, malicia, diversión, nerviosismo y hasta dolor. Esto no significa que cada instancia individual de risa tenga múltiples significados. Por el contrario, nada es tan simple y placentero como una risa sincera. Pero cuando uno considera las variedades de risa en su totalidad (con todos sus diferentes sentidos e intencionalidades), el fenómeno de la risa humana se torna sorprendentemente complejo.

Cuando un fenómeno es complejo, tiende a tener muchas palabras para describirlo. Y así sucede con la risa. Otro fenómeno humano similar, incluso más complejo y con muchos nombres y palabras para designarlo, es el pensamiento.

El pensamiento. Es lo que uno hace en la cabeza, ¿no? Bueno, sí... Pero elegir las palabras para identificar con precisión qué tipo de pensamiento está realizando uno (o los demás) puede resultar un verdadero desafío. La lengua castellana contiene literalmente cientos de formas de nombrar y describir los diferentes tipos de pensamiento. Consideremos un instante el sentido de estas seis palabras:

adivinar conjeturar suponer

presumir creer especular

En un sentido amplio, todas estas palabras describen un tipo similar de proceso de pensamiento. Todas significan: formarse una opinión basándose en evidencias no concluyentes.

Pero, más estrictamente, cada una de ellas marca una diferencia sutil e importante con respecto a la relación entre las evidencias y la opinión. Por ejemplo, la palabra ad-vinar sugiere que no se tienen evidencias o que las evidencias disponibles son muy débiles, en tanto que la palabra

suponer sugiere una opinión basada en una moderada cantidad de evidencias. La palabra

(2)

Hay dos razones fundamentales para que existan tantas palabras que describen el pensamiento. En primer lugar, es importante que el lenguaje proporcione claves que nos indiquen cómo deben evaluarse e interpretarse las afirmaciones. Por ejemplo, si uno leeen una revista que el pan blanco provoca cáncer, y mientrastanto uno está comiendo un sándwich, sería útil que el texto de la revista incluyera también palabras que describan el pensamiento implícito

en la afirmación: palabras que indiquen, por ejemplo, si se trata de una especulación, de una hipótesis que se está investigando o de una deducción basada en evidencias cuidadosamente recogidas.

El segundo motivo por el que tenemos un rico vocabulario referido al pensamiento es que las palabras enseñan conceptos y crean así senderos para que el pensamiento los recorra. Si los alumnos conocen gran cantidad de formas de describir el pensamiento, tendrán mayor número de caminos posibles para dirigir sus ideas y reflexiones. Tener muchas palabras para describir las diferencias precisas entre las diversas formas de pensar permite, justamente, pensar con mayor precisión.

¿Qué es el lenguaje de pensamiento?

El lenguaje de pensamiento (o lenguaje propio del pensamiento) está constituido por todas las palabras y modos de comunicación que posee una lengua natural para referirse a los procesos y productos del pensamiento. Incluye palabras como pensar, creer, adivinar, conjetura, hipótesis, evidencia, razones, motivos, cálculos, sospecha, duda y teoría, por nombrar apenas algunas. (Un par de páginas más adelante, ofrecemos una lista más completa.) Estas palabras describen un tipo de actividad psíquica (por ejemplo: suponer, evaluar, teorizar) o un producto de la actividad psíquica (por ejemplo: suposición, evaluación, teoría).

Todos empleamos permanentemente términos de lenguaje de pensamiento; por ejemplo, cuando decimos cosas como: "Supongo que ése es su número de teléfono", "Creo que estamos en medio de grandes cambios en la política mundial", o "Es una conclusión interesante".

Un ámbito en el que es esperable oír mucho lenguaje de pensamiento es el aula escolar. Después de todo, la escuela es un lugar en ei que se puede esperar que haya mucho pensamiento. Y algunas aulas realmente parecen tener un rico lenguaje de pensamiento. Uno oye a docentes y alumnos usar muchas palabras intelectualmente evocativas, como razones, conclusión, evidencia y opinión. Pero en otras aulas el lenguaje de pensamiento es más escaso, y docentes y alumnos tienden a usar palabras más generales – como pensar, suponer y sentir – para cubrir un amplio espectro de procesos cognitivos más precisos.

El vocabulario de lenguaje de pensamiento

(3)

Vocabulario de lenguaje de pensamiento

acertar convencer disentir investigar

adelantar corroborar disputar justificar

adivinar creer dudar juzgar

afirmar criticar entender mantener

alegar cuestionar especular meditar

analizar decidir establecer musitar

apreciar declarar estimar negar

aprender deducir estudiar observar

aseverar definir evaluar opinar

atestiguar deliberar examinar parecer

barruntar demostrar explicar pensar

calcular desacreditar explorar percibir

comprender desautorizar garantizar plantear conceder desconocer hipotetizar ponderar

concluir descreer imaginar postular

confirmar desentrañar implicar presumir

conjeturar descubrir inducir probar

conocer detectar inferir procesar

considerar determinar inquirir profesar

contemplar dilucidar inspeccionar pronosticar contradecir discernir interpretar proponer

contravenir discriminar intuir razonar

rebatir resolver someter sugerir

reconocer revisar sondear suponer

recordar rumiar sopesar teorizar

reflexionar saber sospechar verificar

Es sorprendente ver la cantidad de verbos que existen para describir la vida de la mente, ¿verdad?

¿Por qué es importante un lenguaje de pensamiento?

(4)

partir de los cuales se construye ese concepto (es decir, el concepto de creencias verdaderas y falsas, y el concepto de razones que permiten creer algo).

¿Por qué es tan pobre el ámbito lingüístico de las escuelas. Quizás uno de los motivos sea un bienintencionado, pero mal encaminado, deseo de simplificar el aprendizaje. Los educadores y los autores de libros de texto tienden a simplificar el lenguaje para hacer que la presentación del material difícil resulte más atractiva y accesible para los niños. Sin embargo, esto impide que los alumnos reciban las importantes pautas lingüísticas que necesitan para poder dirigir y organizar su pro-pio pensamiento.

¿C6mo ayuda el lenguaje de pensamiento a los alumnos, precisa-mente, para que piensen mejor? Veamos dos maneras importantes en que lo hace.

1. El lenguaje de pensamiento ayuda a los alumnos a organizar y comunicar su propio pensamiento con mayor precisión e inteligencia. Las palabras son instrumentos de precisión. Crean categorías con las cuales pensar, categorías para aplicar no sólo a la información recibida sino también al propio pensamiento. Por ejemplo, hay un pequeño paso que va de aprender que las teorías de otros involucran afirmaciones y suposiciones (por ejemplo, las teorías de los científicos o historiadores), a tomar conciencia de que el pensamiento de uno mismo suele construir teorías, y requiere por lo tanto la búsqueda de evidencias y motivos.

2. El lenguaje de pensamiento comunica y refuerza las normas del pensamiento. Las palabras dicen qué tipos de pensamiento son adecuados y cuándo lo son. Por ejemplo, en la segunda versión del diálogo sobre Amelia Earhart, el docente usa la palabra "teoría” para comunicar que existen ciertas normas de pensamiento asociadas con la construcción de teorías, normas que incluyen la búsqueda de evidencias y de razones. El uso de ciertas palabras en el diálogo con los alumnos señala expectativas sobre lo que a veces se denomina "nivel del discurso”.

Veamos otro ejemplo. Supongamos que se está analizando Huc-kleberry Finn en una clase de literatura. Si uno simplemente pregunta a los alumnos por qué piensan que Huck huyó, probablemente obtenga una respuesta corta, de una sola oración (por ejemplo: "Porque le pegaban"). Pero si uno establece normas para las respuestas de los alumnos en la formulación de las preguntas (por ejemplo, pidiéndoles razones que apoyen sus puntos de vista, pidiéndoles que consideren interpretaciones alternativas, que analicen los motivos de Huck, etcétera), estará elevando el nivel del discurso, y es más probable que promueva así res-puestas más reflexivas y elaboradas.

Los principios: la incorporación de un lenguaje de pensamiento a la

cultura del aula

(5)

activo de buenas prácticas de pensamiento con otros integrantes de la comunidad. Y la

realimentación es la información que proporcionan otros miembros de la comunidad sobre

la exactitud y solidez de las prácticas de pensamiento.

Estas cuatro fuerzas culturales pueden ponerse en uso cultivando un lenguaje de pensamiento en el aula. Para empezar, modelar un lenguaje de pensamiento significa incorporar ejemplos y demostraciones de palabras y conceptos de lenguaje de pensamiento en las actividades habituales del aula. Por ejemplo, usar muchas palabras de lenguaje de pensamiento en la clase, y también señalarlas en periódicos y libros de texto son formas de modelar este tipo de lenguaje.

En segundo lugar, proporcionar explicaciones de un lenguaje de pensamiento significa enseñar directamente el significado de la terminología, junto con la enseñanza directa de su empleo. Así, por ejemplo, uno puede explicar a sus alumnos qué significa la palabra "conclusión" y explicar también cómo sacar adecuadamente las propias conclusiones e identificar las de otros.

En tercer lugar, la cultura es un fenómeno activo e interactivo. La enseñanza de un lenguaje de pensamiento involucra proporcionar muchas oportunidades para que los alumnos usen términos y conceptos de un lenguaje de pensamiento en sus interacciones cotidianas en el aula; Esto significa crear la expectativa de que los alumnos usen estos términos en su escritura, en su trabajo grupal con otros alumnos y en la conversación con el docente.

Finalmente, proporcionar realimentación en un lenguaje de pensamiento significa ofrecer a los alumnos estímulo y guía informativos con respecto a su empleo de términos y conceptos de un lenguaje propio del pensamiento. En gran medida, la realimentación se da de la misma forma que la realimentación en otro tipo de aprendizaje: a través de la reformulación del habla inexperta. Vimos esto en el diálogo sobre Amelia Earhart, cuando el docente reformulaba lo que decían sus alumnos para mostrar así conceptos de lenguaje de pensamiento más precisos. Otro ejemplo de esto puede aparecer cuando un alumno dice: “Pienso tal cosa", y el docente le responde: “Estás proponiendo una teoría muy interesante". La respuesta del docente implica realimentación porque está reconociendo el pensamiento del alumno y, mediante el empleo de la palabra teoría, está comunicando información sobre cómo reformular el pensamiento con mayor precisión. Otras formas de realimentación respecto de un lenguaje de pensamiento podrían ser las evaluaciones tradicionales del conocimiento de los alumnos sobre el vocabulario y los conceptos del lenguaje de pensamiento, bajo la forma de exámenes o cuestionarios.

Los puntos precedentes sobre la forma en que pueden ponerse en práctica las cuatro fuerzas culturales para cultivar un lenguaje de pensamiento en los alumnos son útiles como principios para guiarse, como puntos de referencia que los docentes pueden usar para asegurarse de que el lenguaje de pensamiento se esté incorporando en la cultura del aula. Éstas son las cuatro fuerzas, mencionadas explícitamente 'como principios. Como regla de oro, podemos decir que cualquier clase o actividad que roce al menos dos de estas fuerzas tendrá resultados útiles para los alumnos.

Para enseñar un lenguaje de pensamiento, los principios son:

1. Modele y ejemplifique. Use regularmente, en el discurso del aula, un rico lenguaje de

pensamiento que incluya mucho vocabulario de la lista que ofrecimos. En circunstancias normales, "regularmente" significa todos los días, en todas las áreas o asignaturas.

2. Proporcione explicaciones sobre los propósitos y el uso de términos y conceptos

(6)

pensamiento en todo tipo de material escrito y oral : en libros de texto, periódicos, conferencias, discursos, informes, afiches, artículos de revistas, etc. Aliente a sus alumnos para que observen ese lenguaje. (Por ejemplo, explique el propósito de la palabra afirmar

en un texto que dice: "Los testigos afirman haber visto a un hombre rubio alejándose velozmente de la escena del crimen".)

3. Fomente la interacción. Cuando sus alumnos estén escribiendo, con-testando

preguntas en el aula o hablando con usted o entre ellos mismos, insista en que traten de usar un lenguaje de pensamiento rico.

4. Asegúrese de proporcionar una realimentación informativa y estimulante. Apoye

Referencias

Documento similar

En cada antecedente debe considerarse como mínimo: Autor, Nombre de la Investigación, año de la investigación, objetivo, metodología de la investigación,

Volviendo a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia, conviene recor- dar que, con el tiempo, este órgano se vio en la necesidad de determinar si los actos de los Estados

En el presente informe se describen los resultados obtenidos durante la práctica realizada en el laboratorio de suelos para le determinación de las propiedades físicas del

Presencia, Participación y Progreso.  Presencia: Todos los alumnos deben estar presentes en todas las actividades de aprendizaje que tengan lugar dentro y fuera del aula.

Centro de Información y Evaluación de Medicamentos y Productos Sanitarios (CIEMPS) Servicio de Ordenación y Atención Farmacéutica. Dirección General de

Entre dichos cambios destacan, por su importancia, los siguientes: a) la implementación de nuevas y múltiples iniciativas integradoras (revitalización del proceso); b)

La vida real, no obstante, proporciona la certidumbre de que, en multitud de ocasiones, el interés de cada uno se satisface con el concurso propio y de otro u otros portadores

A ellos se refiere buena parte de las evocaciones que han comenzado este artículo, pero también son protagonistas de una realidad sociológica evidente y quizá anómala: ésta es