Universidad Nacional de La Plata
I nstituto de
Relaciones I nternacionales
Departam ento de Medio Oriente
Título del Trabajo:
I RÁN ANTE EL NUEVO I RAQ
Y LA REDEFI NI CI ÓN DE MEDI O ORI ENTE
Autor:
Luciano Zaccara
Abstract de la Ponencia presentada en las
Quintas Jornadas de Medio Oriente
La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina
II Congreso en Relaciones Internacionales del IRI 10 de noviembre de 2004 - La Plata, Argentina
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Uno de los actores fundam entales en la redefinición regional de Medio Oriente tras la caída de Saddam Husein y la creación de un nuevo I raq es sin lugar a dudas I rán. Ha sido el estado que m ejor posicionado ha salido de las dos guerras que tuvieron lugar en Afganistán e I raq al m antener una actitud de neutralidad y colaboración expresa con Naciones Unidas, a pesar de que las m ism as se han desarrollado en sus propias fronteras. Lo paradójico de estas dos guerras ha sido que el enem igo declarado de la Revolución I slám ica, el “ Gran Satán” , Estados Unidos, ha sido quien ha elim inado a otros dos regím enes que tam bién eran considerados enem igos por parte de la República I slám ica, el Talibán y de Saddam Hussein. Sin em bargo esta resolución favorable de los conflictos regionales no significa que el revalorizado papel de I rán en la zona sea aceptado de buen grado por otros países, principalm ente Estados Unidos, quien sigue considerando que I rán es patrocinador del terrorism o internacional. Desde la ruptura de relaciones bilaterales a consecuencia de la tom a de la em bajada am ericana en Teherán el 5 de noviem bre de 1979, hubo apenas acercam iento entre am bos gobiernos. Solo la llegada al gobierno de Moham ed Jatam í significó cierto deshielo en 1997, que duró hasta la acuñación del “ eje del m al” por Bush en 2002.
Desde entonces I rán ha pretendido dem ostrar Estados Unidos y al resto de la com unidad internacional, que su participación es absolutam ente necesaria para m antener la estabilidad de tan conflictiva región.
El hecho de que I rán sea el único estado m usulm án cuya religión oficial es el shiísm o, y teniendo en cuenta la existencia de una estructura jerárquica en el clero shií que el sunnism o no posee, el régim en de los ayatollahs ostenta un papel prim ordial entre la población shií.
