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Formulación de Estrategias Emergentes como Parte de la Planeación Estratégica en una Institución Educativa de Educación Superior -Edición Única

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Monterrey, Nuevo León a

INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY P R E S E N T E .

-Por medio de la presente hago constar que soy autor y titular de la obra denominada

El Instituto se compromete a respetar en todo momento mi autoría y a otorgarme el crédito correspondiente en todas las actividades mencionadas anteriormente de la obra.

De la misma manera, manifiesto que el contenido académico, literario, la edición y en general cualquier parte de LA OBRA son de mi entera responsabilidad, por lo que deslindo a EL INSTITUTO por cualquier violación a los derechos de autor y/o propiedad intelectual y/o cualquier responsabilidad relacionada con la O B R A que cometa el suscrito frente a terceros.

AUTOR (A)

del 20

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Formulación de Estrategias Emergentes como Parte de la

Planeación Estratégica en una Institución Educativa de

Educación Superior -Edición Única

Title Formulación de Estrategias Emergentes como Parte de la Planeación Estratégica en una Institución Educativa de Educación Superior -Edición Única

Authors Dalia Itandehui Trujillo Suárez

Affiliation Tecnológico de Monterrey, Universidad Virtual

Issue Date 2011-05-01 Item type Tesis

Rights Open Access

Downloaded 18-Jan-2017 15:08:44

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Universidad Virtual

Escuela de Graduados en Educación – Tecnológico de Monterrey

Formulación de estrategias emergentes como parte de la Planeación

Estratégica en una Institución Educativa de Educación Superior

Tesis que para obtener el grado de:

Maestría en Administración de Instituciones Educativas con Acentuación en Educación Superior

Presenta:

Dalia Itandehui Trujillo Suárez

Asesor Tutor:

Mtra. Elizabeth Ivonne Cavazos Hernández

Asesor Titular:

Dr. Iván Hernández Romero

(4)

Resumen Ejecutivo

La presente investigación, bajo el enfoque de la planeación estratégica, aborda la línea de

administración y gestión del cambio educativo; cuyo objetivo es conocer el proceso de

formulación de estrategias emergentes en una institución pública de educación superior y

el nivel de aprendizaje que se obtiene de ello, derivado del proceso de planeación

institucional. Esto se plantea en el problema de investigación: ¿Cómo es el proceso de

formulación de estrategias emergentes en una institución pública de educación superior?;

al cual se le dio respuesta a través del enfoque cualitativo y el estudio de caso;

determinando los lineamientos para la recolección de datos, mediante la entrevista,

observación y revisión de documentos. Como principales hallazgos se encuentra el

reconocimiento de la planeación estratégica como guía para determinar el rumbo, a

través de la misión y visión de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales; la

importancia que tienen las estrategias, deliberadas y emergentes, en el desarrollo de la

institución educativa, al ser éstas, las que van a permitir encaminar los esfuerzos y

recursos para cumplir los objetivos planteados. Igualmente se identificó el grado de

participación de las autoridades y/o personal académico y administrativo en la generación

de estrategias, tanto deliberadas como emergentes, los recursos que se les proporciona,

así como la diferenciación en los mecanismos de seguimiento y evaluación que se

realizan a cada tipo de estrategias. Ésta investigación servirá de base y/o consulta para

futuras investigaciones, así como para lograr un acercamiento a la temática de estrategias

(5)

Tabla de Contenidos

Introducción ... 6

Capítulo 1. Planteamiento del problema ... 9

Antecedente del problema ... 10

Planteamiento del problema ... 13

Objetivos de investigación ... 15

Justificación ... 16

Limitaciones... 20

Capítulo 2. Marco teórico ... 22

¿Qué son las estrategias? ... 23

Estrategias emergentes y deliberadas ... 29

Formulación de estrategias ... 31

Modelos de Planeación en las Instituciones de Educación Superior ... 34

El aprendizaje organizacional y su relación con la formulación de estrategias emergentes ... 46

Capítulo 3.Metodología ... 53

Enfoque metodológico ... 53

Rol del investigador ... 56

Recolección de datos ... 58

Instrumentos ... 61

Plan de investigación ... 65

Análisis de datos ... 66

Capítulo 4.Análisis de Resultados ... 69

Planeación institucional ... 70

Participantes ... 71

Proceso de planeación ... 71

Documentación ... 73

(6)

Definición de programas y proyectos ... 75

Programas y proyectos implementados ... 81

Resultados de programas y proyectos ... 87

Definición de estrategias ... 91

Ejecución y/o Despliegue de estrategias... 93

Evaluación de estrategias ... 95

Capítulo 5. Discusiones ... 97

Discusión de los resultados ... 98

Validez interna y externa ... 102

Alcances y limitaciones ... 103

Sugerencias para estudios futuros ... 104

Conclusión General ... 105

Referencias ... 107

Apéndice A. Carta de consentimiento ... 111

Apéndice B. Guía de entrevista ... 112

Apéndice C. Guía de observación ... 113

Apéndice D. Guía para la revisión de documentos ... 114

Apéndice E. Entrevista Directivo 1 ... 115

Apéndice F. Entrevista Directivo 2 ... 121

Apéndice G. Entrevista Docente 1 ... 128

Apéndice H. Entrevista Docente 2 ... 134

Apéndice I. Entrevista Docente 3 ... 141

Apéndice J. Entrevista Docente 4 ... 147

Apéndice K. Entrevista Docente 5 ... 152

Apéndice L. Entrevista Alumno 1 ... 157

Apéndice M. Sesión de trabajo 1 ... 160

Apéndice N. Sesión de trabajo 2 ... 162

Apéndice Ñ. Revisión de documento 1 ... 165

Apéndice O. Revisión de documento 2 ... 167

(7)

Apéndice Q. Revisión de documento 4 ... 170

Apéndice R. Revisión de documento 5 ... 171

Apéndice S. Revisión de documento 6 ... 172

Apéndice T. Revisión de documento 7 ... 174

Apéndice U. Revisión de documento 8 ... 175

Apéndice V. Plan de Desarrollo de Entidades Académicas 2009-2013 ... 176

(8)

Introducción

En la actualidad, las Instituciones Educativas de Educación Superior, deben estar

conscientes de los constantes cambios que hay en su entorno, así como de los nuevos

retos educativos a los que hay que hacer frente, siempre con el compromiso de contribuir

en la mejora de la calidad educativa. Para ello, es necesaria la implementación de un

sistema de planeación estratégica, que establezca la identidad institucional mediante la

misión y visión, puntos que guiarán el rumbo de la institución y serán la base para el

desarrollo de estrategias que nos lleven a obtener los resultados deseados. Siendo las

estrategias aquellas herramientas que harán posible cumplir con los objetivos

institucionales, ya sean deliberadas o emergentes es importante conocer su proceso de

formulación. De lo anterior deriva el problema de investigación ¿Cómo es el proceso de

formulación de estrategias emergentes en una institución pública de educación superior?,

cuya respuesta se desarrolla a lo largo de cinco capítulos.

El primero, establece los antecedentes, planteamiento y justificación del

problema, así como los objetivos que persigue y las limitaciones de la investigación. El

objetivo general planteado en este proyecto, es conocer el proceso de formulación de

estrategias emergentes en una institución pública de educación superior y el nivel de

aprendizaje que se obtiene de ello, derivado del proceso de planeación institucional.

En el segundo capítulo se hace referencia al marco teórico, como fundamento para

dar respuesta al problema de investigación, se desarrolla, entre otros, el concepto y

formulación de estrategias, la diferenciación entre estrategias emergentes y deliberadas

(9)

El tercer capítulo explica y argumenta la metodología de investigación utilizada,

es decir, el enfoque cualitativo a través del estudio de caso; se establece el rol del

investigador; se determinan los lineamientos para la recolección de datos, a través del uso

de la entrevista, la observación y la revisión de documentos; por último se describe el

proceso a seguir en la organización, preparación y revisión de los datos obtenidos, donde

se transforma la información en un análisis que permite dar respuesta al problema de

investigación planteado inicialmente.

El cuarto capítulo, muestra el análisis de resultados que se realizó a partir del

desarrollo de interpretaciones sobre el significado de la información, identificando

categorías, de modo que se hizo una revisión de las relaciones entre datos, buscando

concordancia y consistencia mediante la triangulación de métodos. El capítulo se divide

en dos apartados principalmente; el primero es la descripción del proceso de planeación

institucional que se lleva a cabo en la Facultad para las Ciencias Sociales y

Administrativas (FCAS), identificando los participantes, el proceso y la documentación

correspondiente; el segundo apartado es el referente al análisis de datos, el cual inicia con

la presentación de las categorías, las subcategorías y las unidades de análisis. Dichas

categorías se plasman en seis puntos, cada de uno ellos desarrollados de acuerdo a la

información recolectada, las categorías son la definición de programas y proyectos,

programas y proyectos implementados, resultados de programas y proyectos, definición

de estrategias, ejecución y/o despliegue de estrategias, y por último, evaluación de

estrategias.

Por último, el quinto capítulo, parte de un recorrido que se hace al proceso de

(10)

teniendo como resultado una serie de hallazgos, que se plasman en un primer apartado

denominado discusión de los resultados, donde se analizan los resultados obtenidos con la

teoría y/o estudios realizados con anterioridad. Posteriormente se hace referencia al tema

de validez interna y externa, es decir, lo que le da respaldo a la investigación, siempre sin

olvidar los alcances y limitaciones, que se mencionan en el tercer apartado, a la que se

encuentra sujeta la investigación. Por otro lado, también se presentan algunas sugerencias

generales para realizar alguna mejora en los procedimientos ya existentes así como

también se propone la exploración de nuevas líneas de investigación; y por último, se

plasma una conclusión general como parte del aprendizaje adquirido en el proceso de

(11)

Capítulo 1. Planteamiento del Problema

En la actualidad, todas las instituciones educativas deben y necesitan estar

preparadas para enfrentar los diversos cambios a los que está expuesta en su entorno,

estos cambios contemplan situaciones económicas, sociales, políticas, tecnológicas,

educativas y ambientales a las que está expuesto el sistema educativo, donde por

supuesto, México no es la excepción, ya que se encuentra en un significativo proceso de

cambio (Galaz y Viloria, 2004). Por lo anterior, las Instituciones Educativas deben estar

comprometidas para coadyuvar a mejorar la calidad de la educación, tratando de

comprender, explicar y promover los nuevos perfiles de la educación. Básicamente,

deben de partir de la implementación adecuada de un sistema de planeación.

Por consiguiente, es importante conocer más a fondo lo relacionado con las

herramientas de planeación, elementos, procesos, actores y la formulación de estrategias

para lograr dar respuesta a todas las demandas sociales que enfrenta y enfrentará todo el

sistema educativo.

Es en este contexto que la presente investigación aborda la línea de administración

y gestión del cambio educativo, enfocada a la planeación estratégica de instituciones

educativas, específicamente al proceso que se sigue en la formulación de estrategias

emergentes, como parte de su proceso formal de planeación y el aprendizaje que se puede

(12)

Antecedente del problema

Al iniciar cualquier acción administrativa es esencial determinar los resultados

que se pretenden alcanzar, las condiciones futuras y los elementos necesarios para

obtenerlos, lo anterior a través de la planeación determinando el elemento riesgo y

minimizarlo.

Para lograr los resultados deseados hay que determinar los objetivos y elegir los

cursos de acción para lograrlos, con base en la investigación y elaboración de un esquema

detallado que habrá de realizarse en un futuro (Münch, 2007), a través de la planeación se

prevén las contingencias y cambios que puede deparar el futuro, y se establecen las

medidas necesarias para afrontarlas.

De lo anterior surge el concepto de Planeación Estratégica de Calidad, sistema de

planeación estructurado y flexible el cual permita a las instituciones actuar en su entorno,

donde se recomienda que los diferentes grupos de interés se involucren en forma total,

desde la definición del propósito de la institución, la implementación de directrices y/o

estrategias deliberadas o emergentes hasta llegar a la planeación operativa de la misma

(Ruiz, 2000).

Este sistema inicia con la planeación normativa conformada por la visión, misión

y valores de la institución, es decir, la definición de los ideales de la institución, para

lograr lo planteado ahí se necesita establecer una serie de estrategias, es decir, un

conjunto de acciones necesarias para lograr los objetivos planteados institucionalmente,

(13)

Este es el caso de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, identificada

con las siglas FCAS, mismas que se usarán a lo largo de ésta investigación; la cual

pertenece al área Económico-Administrativa de la Universidad Veracruzana, en lo

posterior UV. Dicha institución cuenta con un Plan de Desarrollo de Entidades

Académicas 2009-2013, documento que tiene como objetivo principal, guiar las

actividades académicas y administrativas de la FCAS durante el periodo arriba indicado,

de tal forma que tengan un impacto en su crecimiento y consolidación, coadyuvando al

fortalecimiento de la planta académica y al desarrollo de sus actividades sustantivas, así

como también, impulsar el desarrollo integral de los estudiantes de sus cuatro programas

educativos: Administración de Negocios Internacionales, Relaciones Industriales,

Publicidad y Relaciones Públicas y la maestría en Agronegocios Internacionales

(Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, 2009).

La FCAS es una de las entidades académicas más jóvenes de la Universidad

Veracruzana (UV), fue fundada en el año de 1996 ofreciendo planes de estudio flexibles

basados en un sistema de créditos, lo que hoy se conoce en la UV como Modelo

Educativo Integral y Flexible (MEIF), mismo que tiene dos componentes básicos: la

flexibilidad del currículum y el desarrollo integral del estudiante. Actualmente cuenta con

un promedio de 1000 estudiantes y aproximadamente 120 profesores, autoridades y

personal administrativo, todos comprometidos con el crecimiento de la institución

(FCAS, 2009). La misión de la FCAS se plasma en lo siguiente.

Somos una institución académica de la Universidad Veracruzana. Contamos con

personal docente calificado y ofrecemos programas educativos con pertinencia

(14)

integral del estudiante. Formamos profesionistas competentes en las áreas de las

Ciencias Administrativas y Sociales, abiertos a la diversidad multicultural, con

capacidades para desempeñarse con ética y valores que responden a las

necesidades de los diferentes sectores, lo que favorece al crecimiento de la región,

del estado y del país. (FCAS, 2009)

La visión de la FCAS de resume en:

Ser una entidad educativa que opera bajo los estándares de calidad de la

educación superior de México. Orientada a consolidar su liderazgo académico en

las área de las Ciencias Administrativas y Sociales, a través de acciones que

apoyan el fortalecimiento de la planta docente y de sus cuerpos académicos, la

formación integral de sus estudiantes, la distribución social del conocimiento, y la

vinculación con los diferentes sectores de la sociedad para responder con

pertinencia a sus demandas en la resolución de problemas y de formación de

recursos humanos. (FCAS,2009)

En este marco de planeación estratégica, la FCAS asume el reto de enfrentar las

demandas sociales de la educación, buscando consolidar sus fortalezas, desarrollar

programas que aprovechen sus áreas de oportunidad sin olvidar las oportunidades y

amenazas del entorno, lo anterior a través de un sistema de planeación estratégica

adecuado y eficiente. Para ello se necesita de una formulación de estrategias que lleven a

la institución al logro de los resultados deseados; ya sea que se establezcan de forma

intencional o surjan durante el proceso, no hay que olvidar que las estrategias son

(15)

consiguiente la presente investigación pretende contribuir, a través del desarrollo de un

trabajo de campo, con las herramientas que posibiliten la comprensión de la importancia

del proceso de formulación de estrategias y el aprendizaje que de éste se obtiene, lo

anterior desarrollado en el área de Administración de Negocios Internacionales, en lo

referente al ciclo escolar 2010-2011.

Planteamiento del problema

Tomando como referencia los antecedentes planteados y considerando el

compromiso que tienen las instituciones educativas a enfrentar los cambios y necesidades

de la educación superior, se hace presente la relevancia de conocer a fondo el sistema de

planeación estratégica que se lleva a cabo en ellas. En lo anterior radica la importancia de

las estrategias, aquellas que van a permitir encauzar los esfuerzos y recursos para lograr

cumplir con los objetivos deseados, mismas que nacen como una respuesta para afrontar

los retos que implica el entorno tan cambiante y facilitando a su vez la toma de decisiones

en las instituciones.

Existen diferentes acepciones de este término, por ejemplo, Ruiz (2000, p.53)

menciona que la estrategia es “la forma en particular en la que una institución responde a

su medio ambiente”. Ortega (citado en Ruiz, 2000) plantea que una estrategia se compone

por los modos específicos de definir el campo de acción, percibiendo e interpretando las

necesidades sociales. También se define como las acciones necesarias para lograr los

objetivos estratégicos, implicando la definición y priorización de los problemas a

(16)

de recursos para llevarlos a cabo y establecer la medición de avances, detectando

desviaciones para hacer correcciones (Hanel del Valle, citado en Ruíz, 2000).

Sin embargo, igualmente es de suma importancia que los administradores de las

instituciones educativas entiendan el concepto, la aplicación, el lenguaje y el proceso en

sí de la planeación estratégica, puesto que, como menciona Quinn (citado en Mintzberg,

Quinn y Voyer, 1997), es necesario considerar las decisiones estratégicas que se deben

tomar, las cuales establecen la orientación general de una empresa y su viabilidad,

considerando tanto los cambios predecibles como de los impredecibles.

Por consiguiente, al contar con un sistema de planeación estratégica, estructurado

y flexible, que debe hacer frente a su entorno, debe de existir un proceso de formulación

de estrategias, ya sean deliberadas o emergentes, las que se desarrollan de diversas

formas. Por ejemplo, al considerar la naturaleza compleja y dinámica del entorno, es

imposible poder concebir “todo” con antelación, esto imposibilita una totalidad de

planteamientos deliberados en los procesos de formulación de estrategias. Las estrategias

deliberadas, se refieren a pasar de la intención a la realización con escasas desviaciones o

ninguna, es decir, cumple con un plan, independientemente de lo que suceda sobre la

marcha, son manifestadas con antelación por los directivos; mientras que por otro lado las

estrategias emergentes son actos que no forman parte de las intenciones formales de la

institución, sin embargo, a pesar de ello se desarrollan, dan respuesta a una situación que

no se había considerado o no se tenía la intención de realizar, todo avalado por el

(17)

Por tanto, a partir de esto nace la inquietud de saber cómo las instituciones

educativas dan respuesta a esas situaciones sobre las que no existen estrategias

formuladas, cuestión de la que surge el problema de investigación, planteado de la

siguiente forma: ¿Cómo es el proceso de formulación de estrategias emergentes en una

institución pública de educación superior?

Considerando el problema planteado, se hizo necesario establecer un rumbo, esto

se realizó través de una serie de preguntas de investigación, por ejemplo, ¿Cuáles son los

proyectos y/o programas que surgieron fuera del proceso de planeación, y cómo se

llevaron a cabo?; ¿Cuál es el proceso que sigue la institución pública de educación

superior en la formulación de estrategias deliberadas y emergentes?

Indudablemente la respuesta a éste problema de investigación planteó una pauta

para considerar la importancia que tiene conocer el proceso de formulación de estrategias

emergentes así como las consecuencias que éste tiene en el aprendizaje de la planeación

institucional, en este caso de la FCAS.

Objetivos de la investigación

Objetivo General

El objetivo general planteado en este proyecto, es conocer el proceso de

formulación de estrategias emergentes en una institución pública de educación superior y

el nivel de aprendizaje que se obtiene de ello, derivado del proceso de planeación

(18)

Objetivos específicos

- Conocer el proceso general de planeación de la institución pública de educación

superior mediante entrevistas y análisis de las sesiones de planeación.

- Conocer las estrategias deliberadas y emergentes actuales que lleva a cabo la

institución a través de la observación.

- Conocer el proceso que sigue la institución pública de educación superior en la

formulación de estrategias deliberadas y emergentes a través del análisis de

documentos.

- Conocer el resultado de proyectos o programas implementados en la institución

pública de educación superior, a través de diversos medios, como entrevista,

observación y análisis de documentos.

- Determinar las razones por las que la institución no lleva a cabo proyectos y/o

programas que fueron contemplados en su proceso de planeación.

- Conocer los proyectos y/o programas que surgieron fuera del proceso de

planeación, analizando la fuente, proceso, factores y resultados de los mismos.

Justificación

La planeación es parte esencial para el óptimo funcionamiento de toda institución

educativa, en ella se determina la identidad y los resultados deseados, a través del análisis

del entorno para prever escenarios futuros, riesgos, oportunidades, recursos y alternativas

óptimas que se requieren, anticipando con esto posibles condiciones futuras y tal vez

(19)

Una vez que se establece y reconoce hacia donde se dirige la institución a través

de la visión y misión, se necesita la guía y responsabilidad de un liderazgo directivo

eficiente, el cual tome decisiones estratégicas, que encaminen los esfuerzos hacia el logro

de los objetivos institucionales mediante estrategias (Ruiz, 2000), independientemente

que hayan sido formuladas con intención (deliberadas) o sin ella (emergentes).

Las estrategias son importantes por la necesidad que se tiene de contar con un

instrumento de apoyo para hacer frente a los retos actuales, dada la creciente competencia

y la fuerte dinámica de cambio que se vive prácticamente en todos los ámbitos. Es un

proceso que implica un trabajo en equipo, desde la implementación de objetivos, así

como en ejecución y evaluación de los mismos.

Específicamente se justifica la importancia de conocer el proceso de formulación

de estrategias, puesto que éste conlleva un análisis de su entorno, detectando necesidades,

oportunidades y retos en los cuales puede dar respuesta y participar; además, lleva a cabo

una evaluación interna, definiendo fortalezas y debilidades; realiza una evaluación del

avance de planes y proyectos puestos en operación; parte de escenarios potenciales,

además de la visión y misión educativa; considera las experiencias pasadas; analiza las

posibles consecuencias en el momento de su aplicación; y al ser establecidas necesitan

auxiliarse de técnicas de investigación y planeación (Münch, 1990; Ruiz 2000).

Particularmente las estrategias incluyen consideraciones competitivas, su vigencia

está directamente vinculada a la del objetivo para la que fue diseñado originalmente; por

otro lado, debido a la dinámica del medio ambiente, las estrategias que en cierto

(20)

objetivo para las que fueron diseñadas, además que se establecen en los niveles

jerárquicos más altos (Münch, 1990).

Igual es importante resaltar que las estrategias son trascendentales, ya que la falta

de ellas puede ocasionar que no se logren los objetivos de la institución, al ser éstos los

lineamientos generales que permiten guiar la acción o acciones de la institución, es decir,

sirven como base para lograr los objetivos y ejecutar la decisión (Ruiz, 2000). También

facilitan la toma de decisiones al evaluar las alternativas, eligiendo aquella con la que se

esperan los mejores resultados; por tanto, establecen otras alternativas, como previsión

para el caso de posibles fallas en la estrategia seleccionada, propiciando con esto, un

desarrollo en la creatividad en la solución de problemas (Múnch, 1990).

Es en este contexto, donde aparece la necesidad de investigar sobre las estrategias

emergentes, aquellas que dan respuesta a esos “vacíos” en el proceso de planeación,

donde las estrategias formuladas deliberadamente no responden a las necesidades de la

institución en determinado momento, es ahí cuando se concibe la creación de estrategias

como un proceso emergente, creador de un proceso de aprendizaje (Mintzberg et al,

1997), necesitando conocer más a fondo dicho proceso por todos los involucrados en el

proceso.

Al existir un proceso emergente, las estrategias sufren una evolución cuando los

estrategas ya sea, individualmente o en colectividad, llegan a conocer el contexto y la

capacidad de su institución para enfrentarse a los retos. No hay que dejar de lado que en

ocasiones aunque el proceso de planeación se centre en un líder, lo ideal es que se

(21)

de aprendizaje. Por consiguiente se debe reconocer la existencia de muchos estrategas

potenciales en la mayoría de las instituciones educativas.

Es imprescindible recalcar que en este caso, el aprendizaje se desarrolla de una

forma emergente por medio de iniciativas estratégicas adoptadas en diferentes partes y/o

niveles de la institución educativa y en respuesta a factores externos, donde las estrategias

primeramente aparecen como patrones derivados del pasado, y sólo más tarde quizá como

planes deliberados para el futuro; y, finalmente, como perspectivas para guiar la conducta

general, es decir, las acciones convergen en patrones. El papel del líder o estratega no

consiste solo en desarrollar estrategias deliberadas, sino en dirigir un proceso de

aprendizaje estratégico, a través del cual pueden emerger las nuevas estrategias. Por

tanto, la administración estratégica debe conjugar las relaciones entre pensamiento y

acción, control y aprendizaje, estabilidad y cambio (Mintzberg et al, 1997).

Conocer el proceso de formulación de estrategias emergentes en una institución,

traerá consigo un enriquecimiento cognitivo en el modelo de planeación estratégica, al ser

ésta un apoyo determinante para la dirección estratégica junto a un liderazgo efectivo. Por

supuesto que no representa todo el proceso de la planeación estratégica sino que sólo es

un factor principal en la realización de ella, pero sí proporciona una guía incluyente de

todos los aspectos de la institución educativa ayudando a tomar decisiones para enfrentar

en un futuro.

Conocer el proceso de formulación de estrategias emergentes permitirá tener la

conciencia de revisar y ajustar sus estrategias para competir en forma satisfactoria, así

(22)

e incluso, ir un paso más allá al buscar cómo dar lugar a un futuro deseado y crear formas

innovadoras de acción.

Específicamente, en el ámbito institucional, la Facultad de Ciencias

Administrativas y Sociales perteneciente a las Universidad Veracruzana, institución en la

que está enfocada la presente investigación, tendrá la oportunidad de conocer e involucrar

a todos los participantes de la planeación en un proceso de aprendizaje sobre lo que hacen

y producen, conociendo de primera mano el análisis de su proceso de planeación, lo que

tendrá un impacto positivo en la visión que tienen de la ejecución de sus planes. Por otro

lado en el ámbito académico en general, el presente proyecto servirá de base y/o consulta

para futuras investigaciones, así como para lograr un acercamiento a la temática de

estrategias emergentes, misma que todavía se encuentra en un proceso de desarrollo

investigativo.

Lo anterior demuestra la importancia que tiene conocer el proceso de formulación

de estrategias emergentes una institución de educación superior, permitiendo así contar

con información que apoye a la administración estratégica y genere un aprendizaje.

Limitaciones

Este proyecto de investigación al estar enfocado a conocer el proceso de

planeación de una institución educativa, específicamente el proceso de formulación de

estrategias emergentes, las limitantes generales que se presentan son tres principalmente;

(23)

El tiempo, se refiere a lograr o no la sincronización entre el investigador y los

dirigentes y/o encargados del proceso de planeación; entre ellos académicos, directivos,

administrativos y alumnos. Sobre el acceso a la información el limitante es la

autorización de ello en su totalidad, así como una vez obtenida la autorización, es lograr

el cumplimiento de ésta a lo largo de todo el proyecto de investigación.

Por último, la cooperación de los participantes, hace referencia a la falta de

disponibilidad de proporcionar la información requerida, puesto que independientemente

de contar con la autorización de las autoridades institucionales, en ocasiones, los

elementos que cuentan con la información de primera mano no están dispuestos a

compartirla, ya sea por miedo a ser “evaluados” o por sentir que al proporcionarla

“pierden control” del proceso.

Por otro lado hay que mencionar que este proyecto de investigación, está

delimitado por la temática de planeación estratégica, específicamente sobre el proceso de

formulación de estrategias emergentes, lo anterior se desarrolló mediante el método

cualitativo. Abarca a la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales de la

Universidad Veracruzana, especialmente el área de Administración de Negocios

(24)

Capítulo 2. Marco Teórico

La presente investigación al tener como objetivo general el conocer el proceso de

formulación de estrategias emergentes en una institución pública de educación superior y

el nivel de aprendizaje que se obtiene de ello, derivado del proceso de planeación

institucional; es indispensable contar con una base teórica que permita realizar un análisis

adecuado de la línea de investigación abordada.

Un marco teórico que sirva como referencia debe contemplar un estudio de

diferentes autores y teorías referentes al tema, y a pesar que en muchas ocasiones puede

parecer complejo, extenso, meramente histórico y hasta en ocasiones innecesario; hay que

considerar que la comprensión e implementación de los fundamentos teóricos sólo es

posible mediante el conocimiento de los distintos enfoques, tipos, modelos, formulación,

tendencias y aplicación de la planeación y las estrategias. Son éstos conocimientos el

único camino para lograr una visión integral y el criterio ecléctico y flexible que se

necesita para el desarrollo de la investigación (Münch y García, 1990).

Considerando lo anterior en el presente capítulo se aborda primeramente el

concepto de estrategias, desde sus raíces militares hasta su aplicación administrativa, así

como su proceso de formulación y la división derivada de ésta en estrategias deliberadas

y estrategias emergentes; además del desarrollo de algunos de los modelos aplicables en

la planeación en las instituciones de educación superior y el aprendizaje que conlleva la

(25)

¿Qué son las estrategias?

Para poder abordar la definición de lo que son las estrategias hay que iniciar por

definir tres conceptos, visión, misión y valores, puesto que éstos son los que van a definir

el camino e ideal a seguir por la institución de educación superior; también hay que

considerar que el sistema de planeación debe estar integrado de forma que se obtengan

resultados positivos, es decir, efectividad institucional, donde se transformen los ideales

de la institución en planes de acción, tomando en cuenta que la visión se refiere a lo que

debería ser hecho, a donde se dirige la institución; la misión define la razón de ser de la

misma y los valores son la guía de conducta que sirven para dar cumplimiento a lo

planeado (Ruiz, 2000).

Entonces, el primer elemento a definir es la visión, Meade (citado en Ruiz, 2000)

explica que es la guía de la organización, por lo cual debe ser comunicada a los

involucrados; se considera que representa el estado perfecto, que en todo momento se

pretende alcanzar, o por menos en un determinado periodo (Ruiz, 2000; Valenzuela

2007).

En el mismo referente, la misión de acuerdo a Münch (2007, p. 33) “es la razón de

ser de la organización, su formulación es una etapa de las más importantes en el proceso

de planeación”; mientras que para Meade “es un enunciado general y duradero del

propósito de la institución que la distingue de otras de su misma naturaleza, la identifica

definiendo el espectro de sus operaciones en términos de su área de influenza y del valor

agregado que proporciona” (citado en Ruiz, 2000, p. 36). Por otro lado los valores de la

(26)

prevalezca (Ruíz y Aceves 2009), la cultura proporciona a los miembros de una

Institución un sentido de identidad organizacional y esto genera en ellos un compromiso

con las creencias y valores que son más grandes que ellos mismos. (Draft, 2007)

Una vez establecidos estos conceptos, se puede definir el término estrategia,

considerando que las estrategias son aquellas que van a permitir encauzar los esfuerzos y

recursos para lograr cumplir con la visión y misión de la Institución.

Existen diferentes acepciones de este término, por ejemplo, como se mencionó en

el capítulo anterior, Ruiz (2000, p.53) dice que la estrategia es “la forma en particular en

la que una institución responde a su medio ambiente” igualmente son las directrices

generales que guían a la organización para lograr alcanzar la misión o visión que se

plantean en un largo plazo (Ruiz, 2008). Ortega (citado en Ruiz, 2000) plantea que una

estrategia define el campo de acción de la institución, a través de maneras específicas

para percibir e interpretar las necesidades sociales. También se define como las acciones

para lograr objetivos de acuerdo a las principales problemáticas, recursos disponibles y

mecanismos de evaluación (Hanel del Valle, citado en Ruíz, 2000)

Por otro lado, Münch y García (1990, p.83) definen estrategias como “cursos de

acción o alternativas, que muestran la dirección y el empleo general de los recursos y

esfuerzos, para lograr los objetivos en las condiciones más ventajosas”. Draft (2007)

menciona que es un plan para interactuar con el entorno competitivo a fin de alcanzar las

metas organizacionales.

Específicamente, la esencia de la estrategia consiste en la elección de una

(27)

difíciles de igualar (Porter, 1996; Hill y Jones, 2005). En otras palabras, el propósito de la

estrategia es generar como consecuencia una meta particular o dominante: el logro de un

desempeño superior al de los competidores, el cual al ser alcanzado representa una

“ventaja competitiva” para la institución que lo ha logrado (Johnson, Scholes y

Whittington, 2006).

En este sentido, Henry Mintzberg, desarrolla un enfoque un tanto diferente del

concepto de estrategia, lo elabora sobre el contraste entre el análisis y la acción,

perfilándose sobre éste último, la define como “el patrón de una serie de acciones que

ocurren en el tiempo” (Mintzberg, Quinn y Voyer, 1997, p. 3). El aporte de Mintzberg en

el esclarecimiento del concepto de estrategia es uno de los más citados, señala que el

término estrategia ha sido definido de múltiples formas, pero casi siempre resulta común

en ellas, que es un conjunto consciente y deliberado de orientaciones las cuales

determinan decisiones hacia el futuro (Montoya, 2009).

Mintzberg et al (1997), maneja diferentes acepciones del término estrategias, lo

que permitirá comprender y manejar los procesos mediante los cuales se desarrollan las

estrategias. A continuación se presentan cinco definiciones de estrategia: como plan,

pauta de acción, patrón, posición y perspectiva.

La estrategia como plan, es un tipo de curso de acción, una guía general o

específica que aborda una situación determinada. Al considerarse como plan la estrategia

también puede ser una pauta de acción, es decir, una maniobra para ganar la partida al

(28)

flujo de acciones, donde los patrones pueden dar la impresión de surgir sin advertencia y

los planes pueden pasar desapercibidos (Mintzberg et al, 1997).

Si se etiqueta a la definición como plan como estrategia intencional y la de patrón

como estrategia elaborada, se podrá distinguir entre estrategias deliberadas, donde las

intenciones que existieron antes fueron conscientemente asumidas a partir de las

estrategias emergentes, las que en ausencia o presencia de la intencionalidad, se

[image:28.612.169.505.290.511.2]

desarrollaron los patrones, lo anterior se muestra en la Figura 1 (Mintzberg et al, 1997).

Figura 1. Estrategias deliberadas y emergentes

Algunas estrategias se acercan hacia un extremo (deliberadas) o al otro

(emergentes), sin embargo, la mayoría se ubican en un punto intermedio, a continuación

(29)
[image:29.612.101.545.79.622.2]

Tabla 1.

Tipos de estrategias

Tipo de estrategias Características principales

Planeada

Las intenciones precisas son formuladas y articuladas por un liderazgo central y se les da apoyo mediante controles formales para asegurar su implantación sin sorpresas, en un entorno que sea benigno, controlable o predecible (para asegurar que no hay distorsiones en cuanto a las intenciones); estas estrategias son muy deliberadas.

Empresarial

Las intenciones existen como una visión personal y desarticulada de un solo líder y son adaptables a las nuevas oportunidades; la organización está bajo el control personal del líder y se ubica en un nicho protegido por su entorno; estas

estrategias son relativamente deliberadas, aunque también pueden surgir de manera espontánea.

Ideológica

Las intenciones se dan o aparecen formando la visión colectiva de todos los miembros de la organización, se controlan a través de rígidas normas que todos acatan; por lo general la organización es proactiva frente a su entorno; estas estrategias son con mucho deliberadas.

De sombrilla

Un liderazgo en control parcial de las acciones de la organización es quien define los objetivos estratégicos o límites dentro de los cuales deberán actuar los demás; como resultado, las estrategias son parcialmente deliberadas (los límites) y parcialmente emergentes (los patrones dentro de ellas). Esta estrategia también puede considerarse deliberadamente emergente debido a que el liderazgo permite a otros, de modo intencional, la flexibilidad para maniobrar y desarrollar patrones dentro de los parámetros establecidos.

De proceso

El jefe controla cada uno de los aspectos del proceso estratégico, por ejemplo, quién es o será controlado, de tal manera que tiene la oportunidad de influir en la estrategia, dejando el contenido verdadero de la estrategia a otros; aquí las estrategias son de nuevo parcialmente deliberadas (en cuanto al proceso) y en parte emergentes (en cuanto a contenido), y deliberadamente emergentes.

Desarticulada

Los miembros o sub unidades no mantienen una cohesión real con el resto de la organización y generan patrones a partir de sus propias acciones en ausencia de, o en franca contradicción con las intenciones centrales o comunes de la

organización en general; las estrategias pueden ser en este momento deliberadas para aquellos que las hacen.

De consejo o consenso

A través de ajustes mutuos, varios miembros convergen en patrones que penetran la organización en ausencia de intenciones centrales o comunes; tales estrategias son en gran parte de naturaleza emergente o de surgimiento.

Impuesta

El entorno externo dicta los patrones de acción mediante imposiciones directas, o bien, por otro lado, a través de decisiones o disposiciones organizacionales implícitamente llevadas a cabo, éstas estrategias son emergentes en términos organizacionales, aun cuando puedan ser interiorizadas, y por ende, tomarse en forma deliberada.

La estrategia como posición se considera como un medio para ubicar a la

(30)

mediadora entre la institución y el medio ambiente, es decir, entre el contexto externo e

interno.

Al contrario de la anterior definición que ve hacia afuera buscando ubicar a la

institución en un entorno externo, la estrategia como perspectiva mira hacia el interior,

principalmente sobre los que encabezan la formulación de estrategias, con una visión más

amplia, donde la estrategia es una perspectiva y su contenido implica no solo la selección

de una posición, sino una manera específica de percibir el mundo; destaca que la

estrategia como perspectiva es compartida entre los miembros de una institución, ya sea a

través de sus intenciones y/o acciones, provocando el desarrollo de una mente colectiva,

individuos unidos por afinidades de pensamiento, comportamientos o ambos (Mintzberg

et al, 1997).

Por último, cabe mencionar que a pesar de haber diversas acepciones del término

estrategia, todas tienen implícitamente algo en común, todas van a existir en la “mente”

de la institución de donde surjan, nadie va a poder determinar la estrategia de otro si no

está inmerso en el contexto interno y externo de la institución, cada una de ellas será una

creación propia, ya sea que sean concebidas con alguna intención o situación en

particular, antes que tengan lugar o que sean conceptualizadas sobre la marcha.

No hay que olvidar que no importa como surgen las estrategias, sino el resultado

que se obtienen de ellas, sobre todo considerando que las estrategias representan un

elemento muy importante en el despliegue de la visión y misión organizacional, puesto

(31)

los objetivos institucionales, cuando una organización cuenta con estrategias claramente

definidas es más fácil que alcance sus objetivos.

Estrategias emergentes y deliberadas

Una vez que se tienen claros los diferentes conceptos de estrategia y tomando en

cuenta la naturaleza compleja y dinámica del entorno, se puede determinar que es

imposible poder concebir todo lo que puede o no puede pasar de forma adelantada, esto

genera que existan, entre otras, dos formas de formular las estrategias.

Por un lado está la formulación deliberada, es decir, aquellas formuladas en el

proceso formal de planeación de la institución, mismas que pasan de la simple intención a

la realización con escasas desviaciones o ninguna cumpliendo con un plan, con

independencia de lo que ocurra sobre la marcha, son manifestadas con anticipación por

los directivos. A la par está la formulación no intencionada, las estrategias emergentes,

aquellos actos que no forman parte de las intenciones formales de la institución, sin

embargo, se desarrollan y dan respuesta a una situación no considerada o que no se tenía

la intención de realizar, respondiendo a las necesidades de la institución en determinado

momento, obviamente a través del conocimiento y aprendizaje diario de la institución

(Mintzberg et al, 1997).

En este referente y como se mostró en el apartado anterior, Henry Mintzberg, es

uno de los autores que ha desarrollado más ampliamente el tema, se ha introducido en

éste al identificar la existencia de "estrategias deliberadas" y "estrategias emergentes"

“como puntos límites de un continuo a lo largo del cual se pueden encontrar las

(32)

conceptos y sus interrelaciones han llegado a ser temas centrales en diversos estudios,

sobre todo alrededor de cómo se forma una estrategia (Montoya, 2009).

En este punto es necesario señalar que Mintzberg y Waters (1985) emplean la

denominación de estrategia para dos fenómenos, tanto para estrategia intencionada como

para estrategia realizada, esto, con el propósito de ahondar en la formación de la

estrategia, de donde surgen las estrategias deliberadas y emergentes, sintetizándolas en lo

siguiente: las estrategias deliberadas son intencionadas y resultan realizadas; mientras que

las estrategias emergentes son realizadas pero no fueron intencionadas.

Siguiendo esta línea, para que una estrategia sea en realidad deliberada, o sea, que

se haya asumido un patrón tal cual como se planeó de forma consciente, invariablemente

tendría que venir de los altos mandos, además de manifestar las intenciones precisas con

antelación por los altos mandos, patrones que “tendrían que haber sido aceptados por

todos los demás y después asumidos sin interferencia alguna de las fuerzas externas del

mercado, de instancias tecnológicas, políticas u otras”. Igualmente una “verdadera

estrategia emergente implica una orden de los altos mandos, requiere consistencia en la

acción, sin intencionalidad alguna, puesto que la ausencia de consistencia significa la

ausencia de estrategia, o al menos, una estrategia no asumida conscientemente”

(Minztberg et al, 1997, p. 17).

Hay que destacar que una estrategia exclusivamente deliberada impide el

aprendizaje una vez que ha sido formulada; la estrategia emergente lo promueve y

estimula (Minztberg et al, 1997). En otras palabras, la diferencia radica en que las

(33)

de una organización, porque se hace de modo formal por parte de la alta dirección, se

emiten lineamientos a seguir por parte de cada una de las áreas funcionales de la misma,

y esto hace que sea asumida más como una obligación que como un marco de acción

necesario para llegar a los objetivos; mientras que por otra parte, por su carácter flexible

las estrategias emergentes promueven la participación de todos los miembros y así la

obtención de aprendizaje de los mismos.

Con lo anterior se infiere que en la práctica, el desarrollo de estrategias se realiza

sobre los dos enfoques, uno deliberado y el otro emergente, puesto que así como la

formulación de estrategias exclusivamente deliberadas impide el aprendizaje, así también

la formulación de estrategias exclusivamente emergentes impide el control, es necesario

no llevar ninguno de los dos enfoques al extremo, por el contrario, la clave está en

establecer un punto de convergencia que permita que al momento de elaborar una

estrategia, esta englobe tanto los aspectos formales propios de un proceso de planeación

como el aprendizaje organizacional propio de la percepción del recurso humano de los

niveles medios y operativos (Minztberg et al, 1997).

Formulación de estrategias

Una vez establecida la diferencia básica entre estrategias deliberadas y

emergentes, no hay que olvidar que el término es empleado para los dos comportamientos

indistintamente del proceso de su formulación.

Si bien es cierto que prácticamente todo lo que se ha estudiado sobre la

formulación de estrategias lo describe como un proceso totalmente deliberado e

(34)

desarrollarse por medio de los medios más inesperados, es decir, no existe un modo ideal

de formular estrategias, en ocasiones algunas de las estrategias más eficaces combinan la

deliberación y el control, con la flexibilidad y el aprendizaje organizativo (Mintzberg et

al, 1997; Mintzberg, 1991)

Con base en lo anterior es importante enfatizar que el uso de métodos

participativos durante la planeación y por ende en la formulación de estrategias, debe

emplearse no solo para facilitar los procesos, sino también en diagnósticos y resolución

de problemas, fundamentalmente porque el entorno que se presenta para las instituciones

educativas es cada vez más complejo y cambiante. Es importante subrayar la necesidad

de vislumbrar el panorama completo de un proceso de planeación para poder obtener el

resultado deseado, lo que permite optimizar tiempo y recursos.

Regularmente en las instituciones de educación superior, la elaboración y/o

supervisión de estrategias parte del rango jerárquico más elevado, siendo ésta una de las

actividades más importantes que hacen los directivos. En un sentido general, la

elaboración de estrategias se refiere a cómo el sistema colectivo, en este caso una

institución, establece y cambia su orientación básica cuando se hace necesario; la

elaboración de estrategias también se ocupa del complejo tema de la intención colectiva,

donde la elaboración de estrategias es algo más que un sencillo conjunto de recetas

llamado “planificación” con el cual generalmente se asocia (Mintzberg, 1991).

Prácticamente se puede resumir en algo engañosamente simple: “las estrategias

pueden formarse como pueden ser formuladas” (Mintzberg et al, 1997, p. 123). Una

(35)

puede provocar deliberadamente, por medio de un proceso de formulación seguido por su

puesta en práctica. Pero cuando estos proyectos planificados no producen las acciones

deseadas, las organizaciones se quedan con estrategias que no se realizan (Mintzberg et

al, 1997).

En este aspecto, en la teoría analizada se encontraron, dos formas de elaborar

estrategias, la primera es considerando el diseño de estrategias como un proceso

conceptual y la segunda en tomando como referencia la planificación de estrategias

como un proceso formal.

El diseño de estrategias parte del concepto básico que “una persona puede destilar

una cantidad importante de información para convertirla en el diseño conceptual fluido de

una estrategia” (Minztberg, 1990, p. 111). El diseño de estrategias es un proceso

intelectual de confirmar lo que una institución podría hacer de acuerdo a las

oportunidades del ambiente, de decidir lo que puede lograr de acuerdo a su capacidad y

poder logrando un equilibrio entre estos dos últimos. De acuerdo a este modelo, el

estratega efectúa un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas),

mediante el cual identifica los factores medulares para el éxito y obtiene un panorama de

las competencias distintivas de la institución, es en este proceso donde el estratega

incluye los factores de las responsabilidades sociales y los valores (Mintzberg et al,

1997).

La idea de donde surge que las estrategias se pueden diseñar parte de siete

premisas de acuerdo a Minztberg (et al, 1997). La primera se refiere a que la formulación

(36)

responsabilidad del control y la intención dependerá del ejecutivo de más alto rango, al

que se denominará estratega; la tercera menciona que el modelo debe ser sencillo e

informal; en la cuarta se enfatiza que las estrategias deben ser singulares y que las

mejores deben ser resultado de un proceso creativo de diseño; la quinta es conclusión de

las primeras cuatro, mencionando que las estrategias surgen en condición de plenitud de

el proceso de diseño; la sexta dice que las estrategias deben ser explícitas y articuladas,

por ende muy sencillas; y por último la séptima premisa dice que primero hay que

formular estrategias únicas, completas, explícitas y sencillas, y sólo después se podrán

poner en práctica.

En este enfoque racional se divide la acción y formulación de la implantación, es

esta dicotomía del enfoque de diseño la que impide el aprendizaje, como señala

Minztberg (1997), frecuentemente los fracasos de las estrategias deliberadas son

achacados a la mala implantación, pero la culpa tal vez no radique en esto, sino en la

separación de la formulación e implementación que impide el proceso natural de

aprendizaje de las personas.

La planificación de estrategias como un proceso formal es casi tan antiguo como

la corriente del diseño, sin embargo su influencia ha disminuido por su estancamiento,

pese que la literatura sobre planeación estratégica se desarrolló mucho cuantitativamente,

en el aspecto cualitativo no sucedió lo mismo, todo giró en la repetición de una serie

básica de ideas (Minztberg, 1990). De hecho las premisas de esta corriente solo se

diferencian de la corriente de diseño en dos puntos: el primero es que se abandona el

modelo sencillo e informal y se adopta un conjunto de procedimientos, donde cada uno

(37)

radica en la importancia de contar ya con planificadores especializados (Minztberg et al,

1997).

Al ser la planificación estratégica un proceso analítico formal, hace énfasis en la

división, se presta mucha atención a técnicas operativas como la calendarización,

programación y presupuestos, convirtiendo a la planificación a un enfoque numérico, en

razón del enfoque de descomposición las estrategias creadas tienen a ser segmentadas

(Minztberg et al, 1997).

En síntesis, Mintzberg (et al, 1997) menciona los supuestos básicos del

procedimiento de planificación: primero, el proceso de formulación de estrategias debe

ser controlado, consciente y formal, conformado por pasos delineados en razón de listas

de verificación y apoyados por técnicas; segundo, la responsabilidad del proceso en

general recae en el ejecutivo de mayor rango, pero la responsabilidad en su ejecución, es

decir, en la práctica, depende de los planificadores del equipo; y tercero, las estrategias

surgen completas del proceso.

Alrededor de la planificación estratégica existen principalmente cuatro falacias.

Primero la idea de predeterminación, que dice que los planificadores pueden predecir el

futuro formalmente; la segunda es la separación, no se puede separar la administración

estratégica de la administración de operaciones; la tercera es la formalización, el hecho de

descomponer el proceso en pasos formales y lo obtenido de ello, no dará como resultado

la creación de una nueva estrategia; y la cuarta falacia es la suma de las anteriores,

(38)

administración es una actividad sintética, pero la planificación es una actividad analítica

que no puede crear estrategias (Mintzberg et al, 1997).

Sin embargo, de acuerdo a la teoría, las estrategias para que sean eficaces deben

contemplar, como mínimo elementos estructurales básicos como lo son: partir de

objetivos claros y decisivos; conservar la iniciativa; concentración; flexibilidad; liderazgo

coordinado y comprometido; sorpresa y seguridad (Mintzberg et al, 1997).

También cabe complementar con tres modelos que Mintzberg (et al, 1997)

identificó para la creación de estrategias; el empresarial, el planificador y el adaptativo.

En el empresarial el poder está centralizado en manos del director, que siempre está en

búsqueda de oportunidades. El de la planificación se caracteriza por la importancia que

da al análisis, con un papel central para el equipo y que intenta integrar las estrategias

globales diseñadas para alcanzar la eficiencia y crecimiento. Por último, en el modelo

adaptativo el poder se divide entre los componentes de la empresa, las metas son

indefinidas y la empresa reacciona frente a los problemas mediante decisiones

desarticuladas e incrementales.

Para Mintzberg y Waters (1985), la elaboración de estrategias ha sido abordada

como un proceso analítico que se inicia con una formulación y una posterior

implementación, sin embargo para ellos es una concepción limitante y no evolutiva. El

proceso requiere ser visto desde una perspectiva en la que se consideren las diversas

formas que conlleva una estrategia.

En apoyo a lo anterior, Tsoukas y Knudsen (2002) hacen énfasis en la falta de

(39)

actuar que presenta el modelo de estrategia formal, mencionan que los investigadores

necesitan comprometerse con nuevo modos de investigación, donde adopten formas

novedosas y consideren lo situacional de la elaboración de la estrategia. Para ellos, se

requieren teorías de acción creativa en las organizaciones, en particular, sugieren

reflexionar sobre cómo emergen nuevas acciones y cómo se hacen coherentes para

constituir un patrón.

De acuerdo a Gavetti y Levinthal (2000), el proceso de formulación de estrategias

se vincula con la acumulación de experiencias, en un sentido de aprendizaje pasado, y

con la generación de expectativas, vistas como posibilidades en un futuro, la estrategia

permite que la institución se adapte al entorno y pueda evolucionar. En este sentido la

estrategia en sí misma tiene la posibilidad de evolucionar, en tanto la regularidad en la

toma de decisiones, provocando ciclos que permiten la actualización constante. La idea

de ciclo permite combinar experiencia con expectativas y ofrece una respuesta inicial

para explicar el proceso de formación de la estrategia.

La relación existente entre la estrategia realizada hoy y la estrategia pretendida en

un periodo posterior da pie a una de las ideas más cercanas a la presencia de ciclos en la

formulación de estrategias, ésta idea se vincula con la existencia de retroalimentaciones

generadoras de procesos cognitivos y de aprendizaje. En general, la inclusión de éstos

términos (retroalimentación positiva y negativa) en diversas disciplinas ha estado

presente desde los cincuentas y sesentas, y ha fructificado en la posibilidad de enfoques

evolutivos y procesos de aprendizaje (Senge, 1990). Por ejemplo, Mintzberg (1997)

sugiere que la noción de estrategia emergente está relacionada con lo expresado por

(40)

caracteriza la elaboración de la estrategia tanto como un aprendizaje como un proceso de

maniobra.

Por otro lado Braybrooke y Lindblom (1963) hacen especial énfasis en el papel

del liderazgo formal, al que reemplazan con ciertos ajustes mutuos en retroalimentaciones

entre múltiples actores, y difiriendo de Cyert y March (1963), quienes observan la

emergencia de regularidades y consistencias en el rol de liderazgo y en el proceso de

adaptación de las estrategias y el cambio que traen como consecuencia en las

instituciones.

En general, se ve al estratega como un planificador o un visionario, que dicta

estrategias brillantes para que los demás las pongan en práctica, sin embargo, a pesar de

la reconocida importancia que tiene meditar por adelantado y especialmente la necesidad

de contar con una visión creativa, se necesita proponer otra visión del estratega, verlo

como una persona que reconoce patrones, como un aprendiz en constante proceso de

aprendizaje que dirige un proceso en el cual las estrategias pueden emerger así como ser

deliberadamente concebidas (Mintzberg et al, 1991).

Por último, cabe resaltar que el verdadero reto en las instituciones de educación

superior, está en detectar esas sutiles pero importantes omisiones y/o vacíos que pudieran

debilitar la institución en un futuro, donde para eso no hay ninguna técnica o programa

capaz de enfrentarlo, solo una mente aguda y armonizada con los patrones existentes será

capaz de darle solución a esas situaciones inesperadas e irregulares, fundamentalmente

sin precedentes, a través de la formulación de estrategias adecuadas.

(41)

Modelos de Planeación en las Instituciones de Educación Superior

Toda institución educativa debe considerar en su operación la incorporación de un

sistema de planeación estructurado y flexible que permita actuar ante el entorno, en

donde los diferentes grupos de interés se involucren en forma total, desde la definición

del propósito de la institución, pasando por la implementación de directrices hasta llegar

a la planeación operativa de la misma (Ruiz, 2000). Para dar inicio a este proceso de

planeación hay que contemplar los diferentes grupos de interés existentes, por ejemplo,

padres de familia, personal de la institución, alumnos, sector productivo y comunidad.

A continuación se describen de forma muy general lo referente a la planeación

estratégica, así como dos modelos y/o metodologías para llevar a cabo adecuadamente la

planeación estratégica en instituciones de educación superior, éstas son, la planeación por

escenarios y el Balanced Scorecard (BSC) o también llamado Cuadro de Mando Integral.

Planeación estratégica

Básicamente un sistema de planeación estratégica de calidad está conformado por

la planeación normativa, planeación estratégica y planeación operativa. La planeación

estratégica se puede definir como el conjunto de acciones que en el presente toman los

decisores, encaminadas al logro de resultados a futuro, que le permitirán tomar decisiones

con la mayor certidumbre posible, organizando eficaz y eficientemente los esfuerzos

necesarios para ejecutar esas decisiones y darles el seguimiento correspondiente, todo

ello en el marco de las contingencias por las que pueda atravesar la organización en el

(42)

La planeación normativa está constituida por tres dimensiones, la visión, la misión

y los valores de la institución (Ruiz, 2000).

La planeación estratégica ha de responder a un proceso integral, considerando los

aspectos de la planeación normativa como eje fundamental para el desarrollo de las

estrategias. En este sentido el proceso de planeación estratégica se define según Rowley,

Lujan y Dolence (citados por Ruiz, 2000, p. 55) como “un proceso enfocado a apoyar a la

institución identificando los elementos relevantes de su contexto”.

La planeación operativa es la implantación, o ejecución del plan estratégico

institucional que debe considerar las responsabilidades, recursos y funciones, todo acorde

a las metas, planes y/o proyectos. Al respecto Ruiz (2000) menciona que está compuesta

particularmente por la definición de objetivos y planes de acción o proyectos; la

asignación de un responsable o coordinador del proyecto; y la asignación particular de los

recursos necesarios para cada proyecto.

Modelos de planeación

Una de las metodologías y/o modelos existentes para llevar a cabo una adecuada

planificación y gestión es el Balanced Scorecard (BSC) o también llamado Cuadro de

Mando Integral. De acuerdo a Fernández (2001, p. 32), el Balanced Scorecard es un

“modelo de gestión que traduce la estrategia en objetivos relacionados, medidos a través

de indicadores y ligados a unos planes de acción que permiten alinear el comportamiento

de los miembros de la organización”, mediante un sistema coherente de elementos como

(43)

Los elementos del BSC se pueden enlistar como se muestra a continuación (Fernández, 2001).

1. Visión, misión y valores. Se inicia con la definición de estos elementos que delimitan el rumbo a seguir de la institución.

2. Perspectivas, mapas estratégicos y objetivos. Los mapas estratégicos son el

conjunto de objetivos estratégicos que se conectan a través de relaciones causales, visualizando gráficamente las estrategias, englobando y priorizando los objetivos. Las perspectivas son las dimensiones críticas en la organización, principalmente la financiera, del cliente, interna y la de aprendizaje y crecimiento.

3. Propuesta de valor al cliente. La diferencia que ofrece la institución ante los clientes sobre otras instituciones.

4. Indicadores y sus metas. Los indicadores permiten visualizar si se está

cumpliendo con los objetivos estratégicos, por ejemplo, a través de dos tipos de indicadores, los de resultado o efecto que miden la consecución del objetivo; y los de causa o inductores, que miden el resultado de las acciones que permiten su consecución. Para cada indicador se deben fijar metas ambiciosas pero posibles.

5. Iniciativas estratégicas. Son las acciones en las que la institución se va a centrar para el logro de los objetivos estratégicos, priorizando su ejecución.

6. Responsables y recursos. Para cada objetivo, indicador e iniciativa, debe haber un responsable, es decir, una persona que esté a cargo de su cumplimiento así como del control de los recursos asignados.

7. Evaluación subjetiva. Independientemente de los indicadores se debe de dotar al

modelo de evaluación de cierta flexibilidad para realizar los ajustes necesarios.

El BSC gira en torno a cuatro perspectivas, descritas a continuación de acuerdo a

(44)

La perspectiva financiera indica si la estrategia de una empresa, su puesta en

práctica y ejecución, están contribuyendo a la obtención de mejores resultados. Se

relaciona con la rentabilidad, el crecimiento de las ventas o la generación de un flujo de

caja apropiado.

La perspectiva del cliente identifica los segmentos de clientes y de mercado,

generalmente incluye la satisfacción, retención, adquisición y la rentabilidad del cliente,

así como la cuota de mercado en los segmentos seleccionados.

La perspectiva del proceso interno identifica los procesos críticos internos en los

que la organización debe ser excelente, centrándose en aquellos que tendrán mayor

impacto en la satisfacción del cliente y en la consecución de los objetivos financieros de

la organización.

La perspectiva de aprendizaje y crecimiento procede de tres fuentes principales:

las personas, los sistemas y los procedimientos. Las medidas basadas en los empleados

incluyen una mezcla de indicadores de resultados genéricos como satisfacción, retención,

capacitación y habilidades de los empleados.

Para la implementación del modelo BSC, hay algunos factores y/o estrategias que

lo facilitan, Fernández (2001) menciona, por ejemplo, hacer del modelo algo simple,

simplificando la gestión centrándose en aquello que es importante; el utilizar un lenguaje

común; igual es importante entender el modelo, teniendo claro los elementos que lo

integran así como las adaptaciones que se realicen; debe haber liderazgo, la implantación

debe ser liderada en el máximo nivel de la institución; igualmente para que sea aceptado

Figure

Figura 1. Estrategias deliberadas y emergentes
Tabla 1. Tipos de estrategias
Figura 2. Desarrollo de ejes y programas
Figura 3. Desarrollo del Eje 1 y sus programas
+6

Referencias

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