UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA
La Universidad Católica de Loja
ÁREA ADMINISTRATIVA
TITULACIÓN DE ECONOMISTA
Incidencia de la desigualdad del ingreso en el bienestar social de las provincias
del Ecuador según el enfoque de Atkinson. 2003, 2007, 2011
TRABAJO DE FIN DE TITULACIÓN.
AUTOR: Songor Jaramillo, Ximena del Cisne
DIRECTOR: Ochoa Jiménez, Diego Alejandro, M.Sc.
LOJA
–
ECUADOR
ii CERTIFICACIÓN
Magíster
Diego Alejandro Ochoa Jiménez
DIRECTOR DEL TRABAJO DE FIN DE TITULACIÓN
C E R T I F I C A:
Que el presente trabajo, denominado: “Incidencia de la desigualdad del ingreso en el bienestar social de las provincias del Ecuador según el enfoque de Atkinson. 2003, 2007, 2011”, realizado por el profesional en formación: Songor Jaramillo Ximena del Cisne, cumple con los requisitos establecidos generales para la Graduación en la Universidad Técnica Particular de Loja, tanto en el aspecto de forma como en el contenido, por lo cual me permito autorizar su presentación para los fines pertinentes.
Loja, octubre de 2013
iii DECLARACIÓN DE AUTORÍA Y CESIÓN DE DERECHOS
“Yo, Songor Jaramillo Ximena del Cisne declaro ser autora del presente trabajo y eximo expresamente a la Universidad Técnica Particular de Loja y a sus representantes legales de posibles reclamos y acciones legales.
Adicionalmente declaro conocer y aceptar la disposición del Art. 67 del Estatuto Orgánico de la Universidad Técnica Particular de Loja que en su parte pertinente textualmente dice: “Forman parte del patrimonio de la Universidad la propiedad intelectual de investigaciones, trabajos científicos o técnicos y tesis de grado que se realicen a través, o con el apoyo financiero, académico o institucional (operativo) de la Universidad”
f) ……….
Autor: Songor Jaramillo Ximena del Cisne
iv DEDICATORIA
El presente trabajo lo dedico en primer lugar, a Dios por darme la lucidez y fuerza suficientes para concluirlo con éxito. A mi padre, por esa confianza que siempre ha tenido en mi capacidad; a mi adorada madre, por todo lo que hizo por ayudarme durante este proceso, por sus múltiples consejos, por tanto apoyo y por esos pequeños detalles que me permitieron seguir. Sin duda, son ustedes padres la bendición más grande que puedo tener. A mis hermanos y hermanas, por su apoyo incondicional y esa unión que pese a todo siempre han demostrado. De manera especial a ti María Fernanda, por la fuerza que inyectaste en mí siempre, por ser hermana y amiga a la vez, y por el ejemplo de fortaleza que para mí representas. A mi pequeño sobrino Pablo Andrés, por ser una de mis mayores alegrías que he podido tener. A mi cuñado, tíos, primos y mis amigos, por cada palabra de apoyo que sirvió de gran motivación para este trabajo.
Finalmente, quiero dedicar esta tesis a uno de los seres más importantes en mi vida, a usted abuelita Martha, por haber sido mi segunda madre y por enseñarme tanto. Para usted, que sé que desde el cielo sonríe junto a mí.
Con cariño,
Ximena
v AGRADECIMIENTO
Mi agradecimiento en primer lugar a la Universidad Técnica Particular de Loja por permitirme cursar y culminar con una de las carreras profesionales que se encuentran entre mis metas; a la Titulación de Economía y a cada uno de los docentes que la conforman, gracias por la formación académica que han impartido y que ha colaborado a la construcción de mis conocimientos como profesional. Mi profundo y sincero agradecimiento a mi tutor de tesis, el M.Sc. Diego Ochoa, quien fue la guía para la elaboración y culminación del trabajo de investigación. A su vez, presento un agradecimiento especial al Eco. Darío Veléz y al Eco. Rafael Alvarado, por los comentarios y la ayuda brindada a lo largo del desarrollo de la presente tesis.
Doy las gracias a mi familia, por todo el apoyo y la motivación incondicional brindada para concluir este trabajo. Gracias por ser el pilar fundamental en mi vida, por todo cuanto han hecho para que pueda llegar a la conclusión de esta meta.
Un inmenso agradecimiento a mis compañeros de aula, por tantos buenos momentos compartidos. De manera especial a mis amigas, gracias por sus consejos, por las largas charlas, por las risas, las lagrimas, las alegrías y tristezas, en fin por tantas anécdotas compartidas. Después de tanto esfuerzo, esta etapa culmina y la recompensa por la meta cumplida se encuentra muy cerca.
vi ÍNDICE DE CONTENIDOS
CERTIFICACIÓN ... ii
DECLARACIÓN DE AUTORÍA Y CESIÓN DE DERECHOS ... iii
DEDICATORIA ... iv
AGRADECIMIENTO ...v
ÍNDICE DE TABLAS ... viii
ÍNDICE DE FIGURAS ... viii
RESUMEN EJECUTIVO ... 1
ABSTRACT ... 2
INTRODUCCIÓN ... 3
CAPÍTULO I CONCEPCIONES TEÓRICAS SOBRE DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO,………….. DESIGUALDAD Y BIENESTAR SOCIAL ... 5
1.1
Introducción
... 6
1.2
Antecedentes teóricos sobre ingreso y bienestar
... 7
1.2.1 Enfoque utilitarista. ... 7
1.2.2 Criterios de Marshall y Pigou. ... 7
1.2.3 Enfoque de Rawls. ... 9
1.3
Desigualdad del ingreso y bienestar social
... 10
1.3.1 Medidas de distribución del ingreso y desigualdad. ... 11
1.3.2 Medidas de desigualdad basadas en funciones de bienestar social… ... Comparaciones interpersonales de utilidad. ... 13
1.4
Planteamiento de Atkinson para determinar la desigualdad de la distribución del ingreso
. 14
1.5De la desigualdad al bienestar
... 17
1.6
Evidencia empírica
... 18
1.7
Conclusiones
... 20
CAPÍTULO II DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y SU DESIGUALDAD EN ECUADOR ... 22
2.1
Introducción
... 23
2.2 Distribución del ingreso en el Ecuador.
... 24
2.3 Desigualdad de la distribución del ingreso en el Ecuador. 2000–2010
... 27
2.4 Causas de los cambios en la concentración del ingreso.
... 28
vii
b. Cambios de la estructura demográfica: en los hogares y consecuentemente ……...
en la oferta laboral. ... 30
c. Cambios en el empleo. ... 31
d. Aumento de la escolaridad de la Población Económicamente Activa. ... 31
e. Transferencias por parte de los gobiernos a los hogares pobres, y otros……… tipos de transferencias. ... 32
2.5
Conclusiones
... 35
CAPITULO III DESIGUALDAD DEL INGRESO Y BIENESTAR SOCIAL EN ECUADOR ... 37
3.1 Introducción
... 38
3.2 Aspectos metodológicos
... 38
3.3 Desigualdad del ingreso de las provincias del Ecuador
... 41
3.3.1 Ingreso medio. ... 41
3.3.2 Desigualdad del ingreso: Coeficiente de Gini (G). ... 42
3.3.3 Desigualdad del ingreso: Índice de Atkinson con aversiones entre 0.5, 1 y 2. ... 44
3.3.4 Desigualdad del ingreso: Índice de Atkinson con aversión igual al coeficiente…….. de Gini nacional. ... 47
3.4
Bienestar social de las provincias del Ecuador: comparación estática
... 49
3.5 Bienestar social de las provincias del Ecuador: comparación dinámica
... 54
3.6 Conclusiones
... 57
CONSIDERACIONES FINALES ... 59
RECOMENDACIONES ... 61
Recomendaciones de trabajos futuros
... 62
REFERENCIAS ... 64
viii ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 2.1. Distribución del ingreso en Ecuador (% de participación en el ingreso) ... 25
Tabla 2.3.a. Principales programas sociales ejecutados durante la última década. ... 33
Tabla 2.3.b. Principales programas sociales ejecutados durante la última década………... (continuación). ... 34
Tabla 2.3.c. Principales programas sociales ejecutados durante la última década……… (continuación). ... 35
Tabla 3.1 Información de los receptores del BDH y BJGL disponible en la ENEMDU ... 40
Tabla 3.2a Coeficiente de Gini del ingreso ... 42
Tabla 3.2.b Coeficiente de Gini del ingreso (continuación)... 43
Tabla 3.3 Índices de Atkinson. ... 45
Tabla 3.4 Índice de Atkinson ε = GNacional ... 48
ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1.1 Curva de Lorenz ... 11
Figura 2.1. Curvas de Lorenz de la distribución del ingreso individual total en Ecuador ... 25
Figura 2.2. Coeficiente de Gini del ingreso per cápita 2000-2010 ... 27
Figura 3.1 Indicador de bienestar (A(1)) ... 50
Figura 3.2 Indicador de bienestar (A(2)) ... 51
Figura 3.3 Indicador de bienestar (A(GNacional)) ... 53
1
RESUMEN EJECUTIVO
El presente trabajo de fin de carrera tiene como objetivo principal, determinar la relación existente entre la variación de la desigualdad del ingreso y el bienestar social de las provincias del Ecuador, considerando la teoría propuesta por Atkinson (1970), para cuantificar el porcentaje de renta “desaprovechada” por causa de la desigualdad existente y valorada en términos de una función de bienestar social. Partiendo de esto, y considerando que en Ecuador predominan disparidades en los niveles de vida generadas principalmente por la inequitativa distribución del ingreso, y la concentración de recursos, surge la necesidad de evaluar la relación existente entre estas dos variables para los años 2003, 2007 y 2011. Estimados los indicadores de desigualdad y bienestar respectivos, finalmente se verifica la relación que plantea la teoría: un incremento de la desigualdad de la distribución de los ingresos implica una reducción del bienestar social de las provincias ecuatorianas.
Palabras clave: índices de Atkinson, aversión a la desigualdad, desigualdad del ingreso, bienestar social, Ecuador.
2
ABSTRACT
This work has as main objective to determine the relationship between changes in income inequality and social welfare of the provinces of Ecuador, considering the theory proposed by Atkinson (1970) to quantify the percentage of income "wasted" as result of inequality, and valued in terms of a social welfare function. From this, and considering that in Ecuador predominate disparities in living standards arising mainly from the unequal distribution of income, and the concentration of resources, there is a need to assess the relationship between these two variables for the years 2003, 2007 and 2011. Once estimated inequality indicators and respective welfare, it confirmed the relationship posed theory: an increase in inequality of income distribution implies a deterioration of social welfare in the Ecuadorian provinces.
Keywords: income inequality, social welfare, Atkinson indices, inequality aversion, Ecuador
3
INTRODUCCIÓN
En los dos últimos siglos, la ampliación de las disparidades de ingreso entre regiones y naciones ha sido una característica de la economía mundial (Comisión Económica para América Latina y el Caribe –CEPAL–, 2002). Los territorios con menores niveles de desigualdad de la distribución del ingreso han obtenido mejoras en su nivel de desarrollo humano, considerando que una mayor proporción de su población ha incrementado su bienestar con menores niveles de pobreza, aumento de la esperanza de vida e incrementado el grado de alfabetización. No obstante, los beneficios de este crecimiento común no han sido compartidos de manera equitativa entre los países en desarrollo, persistiendo de este modo el grave problema social de desigualdad a nivel mundial (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD–, 2010).
El progreso de un país no se da por igual en los diferentes núcleos de la población que conforman el total de su territorio. Las desigualdades que se presentan –en diferentes sentidos– pueden ser consideradas factores determinantes del nivel de bienestar regional y nacional. El impulso para la discusión de aspectos distributivos se presenta en la década de los noventa, con el desarrollo de teorías y postulados que indican la importancia, principalmente, de la forma en que se distribuyen los ingresos entre la población, como medio para aminorar las brechas de inequidad social. Con ello, también surge la necesidad de implementar medidas orientadas a aminorar las desigualdades distributivas para la mejora del bienestar de la sociedad. Según estadísticas de la CEPAL (2010), la economía ecuatoriana se sitúa como un territorio de considerable inequidad del ingreso. Lo que ha conllevado a su vez, a generar disparidades en los niveles de vida predominantes en la nación.
4
Una manera usual de evaluar una economía es utilizando una función de bienestar social, la misma que agregue los niveles de vida individuales, usualmente aproximados mediante el ingreso familiar. Son diversas las funciones de bienestar social existentes. Entre ellas destaca la propuesta por Amartya Sen (1976) que incluye el coeficiente de Gini (G) y al índice de Atkinson (A) como indicadores de desigualdad del ingreso. Esta medida representa a su vez el inverso del índice de Atkinson, por lo que su utilización conlleva a la estimación del ingreso medio equivalente.
El presente documento parte de esta base teórica, para alcanzar el objetivo principal de la investigación que es determinar la relación existente entre la desigualdad del ingreso y el bienestar social de las provincias del Ecuador para los años 2003, 2007 y 2011. La hipótesis planteada: un incremento de la desigualdad de la distribución de los ingresos implica una reducción del bienestar social de las provincias del Ecuador al final del estudio es corroborada.
Para llegar a los resultados respectivos, primeramente, se determina el índice de Atkinson de desigualdad del ingreso total familiar y del ingreso sin transferencias públicas, para los niveles de aversión social a la desigualdad de 0.5, 1, 2 y el equivalente al coeficiente de Gini nacional. Luego se estima la función de bienestar social propuesta por Sen, que incluye el índice de Atkinson considerando los valores alternativos del parámetro de aversión a la desigualdad.
CAPÍTULO I
6 1.1 Introducción
El debate sobre las cuestiones distributivas cobra gran relevancia en la década de los noventa del siglo anterior, impulsado por el desarrollo de teorías y postulados que describen la importancia de la forma en que se distribuyen los ingresos entre la población, por las oportunidades que ésta brinda para la satisfacción de necesidades y mejora del bienestar. La evidencia indica que la brecha entre ricos y pobres continúa ampliándose, no sólo en los países en desarrollo, sino también en gran parte de las economías industrializadas (Gasparini, Marchionni y Sosa, 2000). Estas circunstancias han ampliado el acuerdo sobre la necesidad de implementar medidas orientadas a disminuir las desigualdades observadas, reduciendo una de las principales causas de “exclusión social”, esto con el fin último de mejorar el bienestar de la sociedad.
El objetivo de este capítulo es presentar una revisión teórica de los contenidos referentes a la incidencia de la desigualdad de la distribución del ingreso en el bienestar social. La misma que se consolide como el sustento medular y la base que requiere la investigación para realizarse. Así también, algunos de los estudios realizados para otras economías y que aquí se presentan como evidencia empírica, servirán de fundamento para la verificación o rechazo del cumplimiento de la relación desigualdad/bienestar en las provincias ecuatorianas.
7 1.2 Antecedentes teóricos sobre ingreso y bienestar
En las siguientes subsecciones se estudiarán algunos de los autores que han enfocado parte de su análisis a la distribución del ingreso y la generación de bienestar social, destacando: J. Bentham, A. Marshall, A. Pigou, y J. Rawls.
1.2.1 Enfoque utilitarista.
Los intentos de unificar la teoría y la política económica surgen de la publicación de An Introduction to the Principles of Morals and Legislation del inglés Jeremy Bentham (1789), quien se convirtió en el líder intelectual de un grupo de reformistas conocidos con el nombre de radicales filosóficos o utilitaristas. Este autor partió de la idea de que los individuos actúan movidos por dos deseos fervientes: lograr la felicidad y evitar el dolor. Bajo esta consideración, la mejor manera de medir estos deseos, era el patrón de medida del dinero1 (Landreth y
Colander, 2006, pp. 167-168).
Teniendo como base estos criterios, posteriormente el utilitarismo se ha considerado como la teoría de la economía del bienestar2. El supuesto implícito que plantea, es que la utilidad
personal depende del ingreso; por lo tanto, el bienestar está asociado con la maximización de la utilidad social, lo cual resulta de la simple adición de las utilidades individuales, independientemente de la forma en cómo éstas se distribuyan entre los miembros de la sociedad. De este modo, los utilitaristas no distinguen entre dos distribuciones que tengan la misma utilidad total ya que las dos se consideran equivalentes independientemente de las diferencias distributivas que estén implícitas (Amarante, 2006).
1.2.2 Criterios de Marshall y Pigou.
Las preocupaciones humanitarias de origen religioso de Marshall lo llevaron a pensar que la erradicación de la pobreza era la principal tarea de la economía. Este autor sostenía que las
1 El vínculo entre ingreso y felicidad/bienestar hizo posible la determinación de esta y otras filosofías morales. No obstante, Bentham tenía claro que las porciones de riqueza se expresan de manera muy imperfecta en porciones de felicidad; por lo que desafió a quienes no estuviesen satisfechos con su planteamiento, a buscar otro instrumento más exacto. En este contexto, pese a las limitaciones, la variable ingreso ha servido tradicionalmente de base para realizar estimaciones de utilidad/bienestar social.
8 teorías diseñadas por los economistas debían enfocarse en el análisis de la pobreza como limitante del desarrollo social. El principal objetivo de su investigación fue determinar las causas de la pobreza y la forma de erradicarla, con el fin de mejorar en forma significativa el bienestar de las clases trabajadoras primordialmente (Landreth y Colander, 2006, pp. 277-278). Marshall criticó a pensadores clásicos como Ricardo, dado el no reconocimiento de la pobreza como generadora de más pobreza, planteamiento presentado bajo el supuesto de que la ausencia de recursos monetarios suficientes impide a la población desprovista cubrir necesidades vitales para su bienestar.
Según Marshall (1961), los individuos desean mercancías por la utilidad (bienestar) que pueden obtener al consumirlas; la forma de la función de utilidad empleada por Marshall en su investigación, fue una función aditiva.
Pigou (1920), aprendiz y sucesor de Marshall, publicó su obra básica de economía política The Economics of Welfare, réplica de los Principles of Economic con un pronunciamiento no subordinado de la doctrina clásica. La teoría tradicional no era partidaria de la redistribución del dinero. Ésta afirmaba que al adquirir cantidades cada vez mayores de un producto dado, el individuo iría obteniendo de cada incremento una satisfacción cada vez menor, por otro lado, no podían manifestar que quien poseyera más, recibiera de cada incremento menos satisfacción que quien poseyera menos (Galbraith, 1994, pp. 231-232). De esta proposición la teoría dedujo, en términos estrictamente económicos, que no existía ninguna razón para transferir rentas de los ricos a los pobres.
9 1.2.3 Enfoque de Rawls.
En 1971, Rawls publica su obra Teoría de la justicia con el objeto de combatir y superar el utilitarismo. Para este autor, la característica más sorprendente y “reprochable” de la visión utilitarista de la justicia es “…que no importa, excepto de manera indirecta, cómo se distribuya
esta suma de satisfacciones entre los individuos” (Rawls, 1971, p. 44). Su criterio consideraba que los principios de justicia que son objeto de un acuerdo entre personas racionales, libres e iguales en una situación contractual justa, pueden contar con una validez universal e incondicional, un acuerdo al que llegarían personas libres y racionales interesadas en promover sus propios fines en una situación inicial de igualdad (González, 2011).
Para Elster (1995), la teoría de justicia social propuesta por Rawls regula el sistema de libertades y obligaciones y la distribución de los ingresos. Al hablar de la distribución de los ingresos, Elster hace referencia a la distribución directa de los impuestos, transferencias y subsidios, así como a la distribución de los ingresos que se generan por los recursos productivos o los que se generan por el consumo de artículos o bienes personales (bienes materiales, servicios, respeto por uno mismo, bienestar, conocimiento, salud, aptitudes mentales o físicas).
10 1.3 Desigualdad del ingreso y bienestar social
El ingreso generado al interior de una economía, se distribuye considerando la aportación de los agentes propietarios a los medios de producción. De este modo, una economía presenta estratos sociales diferentes que pueden jerarquizarse de acuerdo a su nivel de ingreso (Vargas, 2006, p. 22.1). Podría considerarse este comportamiento como distributivo del ingreso y una de las raíces de la desigualdad en su distribución.
La distribución del ingreso ha sido una variable fundamental en las ciencias económicas y sociales. Partiendo de un enfoque filosófico, varios autores han elaborado y desarrollado teorías de distribución, bienestar y justicia social. Según Amarante (2008), se podría decir que la teoría que cuenta con mayor aceptación –en la economía principalmente– es la utilitarista. Sin embargo, las limitaciones de ésta para realizar evaluaciones de bienestar, han sido señaladas principalmente por Rawls y Sen, por la no atención a la forma en que se distribuyen las utilidades individuales y además, por considerar al ingreso como única variable para medir la utilidad.
El ingreso puede interpretarse como un medio de gran importancia, por el hecho de ayudar a la persona a ejecutar acciones que en realidad valora y que las realiza con el fin de alcanzar estados de ser que desea. No obstante, las eventualidades conllevan a variaciones sistemáticas en la conversión de los ingresos en las diversas funcionalidades que un individuo puede lograr, lo cual afecta a su estilo de vida. Son cinco las fuentes importantes de variación que se plantean: Heterogeneidades personales, diversidades medioambientales, variaciones en el clima social, diferencias en las perspectivas relacionales y distribución dentro de la familia (Sen, 1997).
A pesar de las críticas al uso de la variable ingreso como medida de la utilidad de la sociedad, no son grandes lo avances logrados en el desarrollo de teorías alternativas que permitan cuantificar en su totalidad, las necesidades y deseos de los individuos. Esto explica –en cierta medida– que las evaluaciones se hayan limitado al área de los ingresos principalmente – aunque no en su totalidad– para realizar aproximaciones de bienestar social.
11 de medidas estadísticas de variación relativa de los ingresos; en segundo lugar, se encuentran también las medidas que buscan cuantificar la desigualdad en términos de alguna noción normativa de bienestar social. Éstas introducen la complicación de valorar cuestiones éticas, especificando más en lo que debería ser, que en aquello que en realidad es. En este contexto, no existe una línea definitoria clara para delimitar los dos enfoques (Gallo, 2002).
1.3.1 Medidas de distribución del ingreso y desigualdad.
Entre las medidas de desigualdad más comúnmente utilizadas para evaluar la distribución del ingreso y la desigualdad del mismo, se encuentran: la curva de Lorenz y el coeficiente de Gini.
La curva de Lorenz, introducida en 1905, es la representación grafica de la fracción acumulada de una variable aleatoria en contraste a la fracción acumulada de población receptora de esa variable repartida (Chaves, 2009). Marquillas (1980), define a la curva de Lorenz como el área geométrica de los puntos que relacionan el n-ésimo cuantil de la población con la participación del ingreso de ese grupo sobre el ingreso total, en el caso de distribuciones continuas, estos puntos dan lugar a una curva que puede ser representada en un cuadrado , que pasa por los puntos (0,0) y (1,1), esta curva, por definición, no puede pasar por encima de la diagonal que une los dos puntos extremos.
Figura 1.1 Curva de Lorenz
Fuente: Lorenz, 1905.
12 (1.1)
Puesto que es diferenciable,
Y, por lo tanto,
La renta media será:
Se denomina a la proporción de la renta total en manos de los individuos con renta no superior a , es decir,
(1.2)
De esta forma, la curva de Lorenz se define a través de las ecuaciones 1.1 y 1.2. Gastworth (1971) citado en Marquillas (1980), plantea la siguiente definición general para la curva de Lorenz. Considerando que la es monótona creciente, la función inversa existe y es:
Por lo tanto, la curva de Lorenz puede ser reescrita de forma compacta:
(1.3)
Es inmediato que y que .
Tradicionalmente, la diagonal es denominada línea de igualdad, puesto que coincidiría con la curva de Lorenz correspondiente a la distribución igualitaria de la renta. La línea de igualdad se define como:
13 Cuanto más cerca está de la línea de igualdad, se puede decir que, mejor está distribuida la renta.
Como se menciona, previamente, el coeficiente de Gini se estima a partir de la derivación de la curva de Lorenz; Gini (1912) define su medida de desigualdad en los términos siguientes:
(1.4)
En donde representa la media aritmética de las diferencias absolutas de las observaciones y es el valor máximo que asume cuando un individuo concentra todo el ingreso. En 1914 Gini propone un nuevo indicador de concentración que se define como 1 menos dos veces el área de la curva de Lorenz, demostrando la equivalencia del mismo con la medida que había presentado en su trabajo inicial (Medina, 2001).
1.3.2 Medidas de desigualdad basadas en funciones de bienestar social. Comparaciones interpersonales de utilidad.
Como menciona Galbraith (1994, p. 232), la teoría tradicional al afirmar –en su expresión más rigurosa– que un individuo al adquirir cantidades cada vez mayores de un producto dado, el usuario iría obteniendo de cada incremento, una satisfacción cada vez menor. Contrariamente, no podía afirmar que quien poseyera más recibiría de cada incremento menos satisfacción que quien poseyera menos. Bajo esta consideración, la teoría especificó que no se debía realizar comparaciones interpersonales de utilidad.
Marshall y Stuart Mill adoptan funciones de utilidad separables para cada unidad económica, excluyendo toda comparación interpersonal de utilidad; para éstos, el bienestar social de una comunidad es simplemente la suma de las funciones de utilidad de sus miembros, las que son estrictamente utilitaristas.
14 forma en que los recursos disponibles debían ser utilizados para lograr el máximo nivel de bienestar y las considerables mejoras que podrían lograse actuando sobre la distribución del ingreso; además de realizar un análisis del efecto de las externalidades sobre el bienestar y presentar algunos mecanismos de corrección partiendo de las transferencias posibles de renta desde los niveles ricos hacia los pobres. Algunos autores –entre ellos Robbins– criticaban las comparaciones interpersonales de utilidad por su inherente carácter normativo (Rodríguez, Becerra y Hernández. 2008).
Goerlich (1998) indica que los juicios de valor sobre la desigualdad, poseen explícita o implícitamente un contenido normativo; para muchos autores ha sido interpretada como una pérdida potencial en el bienestar colectivo a partir de una función de bienestar social, que refleje de forma explícita los juicios de valor acerca de la relación entre desigualdad y bienestar.
1.4 Planteamiento de Atkinson para determinar la desigualdad de la distribución del ingreso
Atkinson (1970), entre las medidas de desigualdad existentes, introduce el concepto de ingreso equivalente igualmente distribuido per cápita, el mismo que es equivalente al nivel de ingreso tal que si fuese recibido por cada miembro de la población generaría un nivel de bienestar social igual al nivel de bienestar social que genera la actual distribución. La familia de índices normativos que presenta este autor, es la más frecuentemente utilizada para evaluar el “coste” en términos de bienestar de la existencia de una renta inequitativamente distribuida (Goerlich, 1998).
Una de las características de la función de bienestar social plateada por este autor es la concavidad de la función, característica que permite estimar la pérdida de bienestar social generada por la pérdida en la distribución de la renta. La medida planteada por Atkinson representa el porcentaje de renta desaprovechada por la desigualdad existente y valorada a través de una función de bienestar social. El planteamiento de la medida de desigualdad de Atkinson es el siguiente:
15 En donde n representa el número de individuos, representa la renta media equivalente, y
comprende el vector de ingresos de la población.
Posteriormente, el índice de Atkinson se define como la diferencia entre 1 y la razón entre el ingreso equivalente igualmente distribuido per cápita y la media aritmética del ingreso:
(1.6)
Si disminuye, entonces la distribución ha llegado a ser más igualitaria, esto requeriría un mayor nivel de ingresos igualmente distribuidos (con respecto a la media) con el que se pueda alcanzar el mismo nivel de bienestar social que la distribución actual. Esta medida tiene la conveniente propiedad de extenderse entre 0 (completa igualdad) y 1 (completa desigualdad). Por otra parte, esta nueva medida tiene un atractivo intuitivo considerable. Debe especificarse: el concepto de renta equivalente igualmente distribuido está estrechamente relacionada con el de una prima de riesgo o ciertamente equivalente en la teoría de la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre. Así, es simplemente el análogo del equivalente de certeza y es igual a la prima de riesgo proporcional (Atkinson, 1970). La ecuación (1.5) representa el porcentaje de renta desaprovechada por la desigualdad existente y valorada en términos de una función de bienestar social (Tsakloglou, 1989).
Si el índice de Atkinson satisface el axioma de independencia de ingresos unitarios, la función de utilidad cóncava –que implica una distribución más igualitaria–, debe limitar la elasticidad constante de la utilidad marginal, de la forma:
(1.7)
16 Cuanto mayor sea mayor es la ponderación asignada a los ingresos más bajos; si es igual a 0, las ponderaciones se asignan al ingreso individual, mientras que si tiende al infinito, la función de bienestar social tiende a la función de bienestar social del tipo Rawlsiana que valora solamente el bienestar del individuo más pobre.
Combinando (1.5) y (1.7), es dado por:
(1.8)
Y el índice de desigual de Atkinson queda definido como:
(1.9)
Si , viola el axioma de transferencia –las transferencias no se ponderan por su posición en la escala de ingresos–, y no existe aversión social a la desigualdad , por lo que el valor social de la desigualdad es nulo independientemente de la distribución de la renta. Para y distribuciones continúas el índice varía entre 0 y 1.
Distintos son los juicios de valores que existen con respecto a cambios en el bienestar de los individuos, de este modo, si , el índice de Atkinson será igual a 0 (en este caso la función de bienestar social es lineal, como la propuesta originalmente por Bentham en 1907; a medida que tiende a uno, la función de bienestar social se vuelve más utilitarista y la desigualdad se vuelve irrelevante, mientras que a medida que a tiende a menos infinito, la función converge a una Rawlsiana donde sólo interesa el ingreso del individuo más pobre.
17 no obstante la determinación de esta aversión es un juicio de valor sujeto a criterios utilitaristas o rawlsianos.
1.5 De la desigualdad al bienestar
Una forma de realizar comparaciones de bienestar social a partir de la distribución personal de la renta, consiste en integrar diferentes argumentos representativos de la renta media y su distribución en una misma función (Ayala, Jurado y Pedraja, 2006). Estas funciones abreviadas de bienestar social, según Cowell (1998), permiten evaluar las mejoras en bienestar evaluando las ganancias medias de renta con criterios de equidad.
El cálculo del bienestar se puede abordar desde dos enfoques alternativos: el primero consiste en el cálculo de utilidades individuales de todos los miembros de la sociedad objeto de análisis y agregación de todas ellas para obtener el bienestar social. El segundo contempla la utilización de funciones abreviadas de bienestar social que calculan el bienestar directamente sin obtener previamente utilidades individuales (Badenes y Santín, 2006). Por simplicidad del cálculo, en el presente capítulo se describe el segundo método.
Según Foster y Sen (1997), para hacer comparaciones de bienestar, se puede asumir una transformación específica también vinculando medidas de desigualdad con el ingreso medio equivalente de la población . Si el índice de desigualdad toma valores entre 0 y 1, una clara alternativa es utilizar la inversa de la transformación propuesta por Atkinson (1970). De este modo, para una media independiente se podría obtener la función de bienestar linealmente homogénea:
Esta transformación es bastante natural; la función de bienestar resultante posee la interpretación intuitiva como el tamaño de un pastel , corregido hacia abajo por la extensión de la desigualdad .
18 indicador de la desigualdad en específico, sino que plantea la posibilidad de utilizar otros índices de desigualdad. Según Fracois y Rojas-Romagosa (2011), partiendo de las preferencias de aversión relativa a la desigualdadde las que parte el índice de desigualdad de Atkinson, éste se adapta naturalmente a la propuesta de función de bienestar social de Sen.
Partiendo de la función de bienestar social de Sen, que como se menciona, representa la inversa de la transformación propuesta por Atkinson (ver ecuación 1.6), se puede obtener el ingreso medio equivalente. Esta fórmula permite observar el grado en el que la desigualdad reduce el nivel de bienestar por debajo del nivel de ingresos medios. Al obtener la razón entre el ingreso medio equivalente y el ingreso medio, se podría obtener un indicador de bienestar.
1.6 Evidencia empírica
En este contexto, la desigualdad del ingreso más que un problema económico es un problema social que podría asociarse con desmejoras en los niveles de bienestar. La necesidad de conocer la relación entre estas variables ha motivado a algunos autores a realizar estimaciones para distintas economías. Estudios realizados para algunos países latinoamericanos analizan la relación existente entre desigualdad y bienestar social, es así que, considerando determinada similitud en las características de estas economías con la ecuatoriana, a continuación se describen las investigaciones más relevantes.
19 En general, todos los índices estimados en la investigación, muestran que durante el periodo 1984-2008 la desigualdad aumentó. Partiendo de estos resultados, los autores establecen dos criterios que explicitan diferentes propiedades de la desigualdad de las distribuciones del ingreso, y su impacto en el bienestar social; el primero de ellos es el orden parcial o dominancia relativa que determina qué porcentaje de la población controla qué parte del ingreso. El otro criterio es el de dominancia de segundo orden. Una vez realizadas las respectivas estimaciones, los resultados indican que el ingreso se encuentra más concentrado para todos y cada uno de los cuantiles de la distribución. Según el primer criterio 1992, 1994, 2000, 2002 y 2008 son años que reportan un nivel de bienestar social mayor. Con base en el otro criterio, en 1994 y 2008 el bienestar social fue mayor que en el resto de los años que comprende el periodo de análisis, en tanto que en 1996 y 1998 el bienestar social fue menor que en el resto de los años considerados en la muestra.
La conclusión final a la que llega el estudio sobre la incidencia de la desigualdad en el ingreso, indica que dicha relación depende del momento en que se realiza la observación. Si se analiza la dependencia en un punto en el tiempo, la relación es suficiente. Sin embargo, si se analiza la relación en el tiempo y considerando el problema de la inestabilidad del ingreso, la conexión entre las variables es limitada.
20 reducida; en contraste, las economías: brasileña, chilena y mexicana presentan incrementos en su bienestar social acordes a reducciones en la desigualdad del ingreso.
La aplicación empírica realizada por Gasparini et al. (2000) “La distribución del ingreso en Argentina y la provincia de buenos Aires 1980-1998” presenta un análisis minucioso de la distribución del ingreso en la provincia de Buenos Aires, determinando las causas del aumento de la desigualdad de los últimos años, así también se realizan estimaciones de bienestar para la economía Argentina. Primeramente, los autores realizan la estimación de la desigualdad del ingreso per cápita familiar mediante indicadores básicos de desigualdad: coeficiente de Gini, índice de Theil, índice de Atkinson con valores de aversión social de 1, 2 y 3. Los resultados de estos índices de manera general indican un aumento significativo de la desigualdad en la distribución del ingreso en el Aglomerado Gran Buenos Aires en el periodo 1992-1998. Con los resultados de los índices de desigualdad, la investigación estima el bienestar social de la provincia basándose en las funciones de bienestar social propuestas por Sen (utilizando Gini y Atkinson), Kakwani y Bentham.
Los resultados indican que el bienestar decrece considerablemente en 1980 y 1982 debido al aumento de la desigualdad, en contraste a ello, entre 1982 y 1986 el ingreso medio aumentó y la desigualdad se redujo. De este modo se verifica la relación negativa existente entre las variables desigualdad del ingreso y bienestar en la economía Argentina.
La presente investigación tendrá como base la teoría propuesta por Atkinson para determinar la desigualdad del ingreso de las provincias del Ecuador. Para determinar la incidencia de dicha desigualdad en el bienestar social, se utilizará la función propuesta por Sen utilizando la media de los ingresos y el índice de Atkinson.
1.7 Conclusiones
21 Rawls y Sen describen la relevancia no solo de la distribución de los ingresos, sino de la forma en que éstos se otorgan a la población. Son estos autores quienes basan el análisis de la incidencia de la desigualdad en la distribución del ingreso en el bienestar social de la población. Así también, la medida propuesta por Atkinson, partiendo de la determinación de una renta igualitaria equivalente, tiene como objetivo medir el porcentaje de renta desaprovechada en determinado sector, a causa de la desigualdad existente y valorada a través de una función de bienestar social. Para esto, considera el grado de aversión social a la desigualdad, el mismo que al introducirse como un juicio de valor, permite cuantificar la valoración que la población otorga a la desigualdad que presenta su entorno.
CAPÍTULO II
23 2.1 Introducción
La importancia de la reducción de la desigualdad se justifica con la relación que tiene este fenómeno con la pobreza y el crecimiento de una nación (Amarante, 2008). Históricamente América Latina ha sido la región del mundo que presenta la mayor proporción de disparidades sociales, sin ser necesariamente la más pobre. La región mantiene su categorización de elevada desigualdad pese a los evidentes e importantes logros sociales –atribuibles a mejoras en el Índice de Desarrollo Humano y el nivel de desigualdad de las naciones integrantes– presentados en la última década (PNUD, 2010). Este fenómeno dificulta la formación de capital humano y limita sus posibilidades de inserción en actividades productivas, es decir, limita las capacidades de amplios segmentos de la población; consecuentemente las naciones que la adolecen tienen menos oportunidades de crecimiento y desarrollo económico. Para Bourguignon, Ferreira y Walton (2007), al preservar aquellas instituciones que priorizan los intereses de los sectores dominantes, la desigualdad perpetúa una mayor acumulación relativa de riqueza en las proporciones más ricas de la sociedad.
En el capitulo anterior, en la sección 1.4, se definió el enfoque de Atkinson para medir la desigualdad en la distribución de ingreso; el presente, tiene como objetivo, en base a la evidencia del comportamiento de las variables que conforman este enfoque teórico, realizar un análisis descriptivo de variables como: ingreso de los hogares y coeficiente de Gini del ingreso durante la última década, para presentar conclusiones preliminares de la investigación.
El capítulo inicia con una descripción detallada de la evolución que ha tenido la distribución del ingreso individual total y del ingreso individual sin transferencias3. En la segunda sección se
realiza un análisis descriptivo de la desigualdad en la distribución del ingreso –representado por el coeficiente de Gini del ingreso– durante la década de 2000 a nivel nacional; en el siguiente apartado se analiza algunas de las posibles causas de la tendencia a la baja que presenta la inequidad en la distribución del ingreso durante la década; finalmente se incluyen algunas conclusiones generales del capítulo.
24 2.2 Distribución del ingreso en el Ecuador
Según el Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe (2010) presentado por el PNUD, Ecuador es uno de los países con el mayor grado de desigualdad social en toda la región. A continuación se realiza un análisis descriptivo de la evolución que ha tenido la distribución del Ingreso individual total y del Ingreso individual sin transferencias como el Bono de Desarrollo Humano BDH y el Bono Joaquín Gallegos Lara BJGL –sólo para 2011 en el caso de éste último–4, entre los deciles de la población.
En la Tabla 2.1 se muestran los valores de estas variables para los años 2003, 2007 y 2011, información que permite conocer el patrón de comportamiento existente en la distribución del ingreso entre la población ecuatoriana. Como se aprecia, durante el periodo, la proporción del ingreso individual total y la del ingreso sin transferencias presentan una tendencia similar. Desde el primer año hasta el tercero se observa una fuerte concentración del ingreso en el decil más rico de la población de aproximadamente 51%, y en el decil más pobre de solamente 1%.
En relación a la distribución del ingreso individual total, entre 2003 y 2007 se evidencia una desmejora de la participación en este tipo de ingreso. No en el caso del decil más rico que presenta una mejora en su participación. Entre 2007 y 2011 se hace notoria una mejora en la participación del ingreso en los deciles 1-9, no así en el decil 10, el mismo que presenta una reducción en el porcentaje de participación en el ingreso. Si se contrastan los resultados de 2003 y 2011, aunque en estos dos años existe una mejor condición evidente con respecto a 2006, es en 2003 cuando se presentan resultados sobresalientes en cuanto a la distribución del ingreso.
4 La descripción detallada de cómo se crean estas variables de ingreso se presentan en el Capítulo 3,
25
Tabla 2.1. Distribución del ingreso en Ecuador (% de participación en el ingreso)
Ingreso individual total
Deciles 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2003 1.26% 2.60% 3.85% 4.83% 5.68% 6.66% 7.72% 9.93% 13.18% 44.27%
2007 0.59% 1.30% 1.96% 2.62% 3.35% 4.61% 5.92% 8.16% 12.90% 58.61%
2011 0.86% 1.82% 2.73% 3.79% 4.62% 5.67% 7.17% 9.51% 12.25% 51.58%
Ingreso individual sin transferencias (BDH y BJGL)
Deciles 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2003 1.19% 2.52% 3.78% 4.80% 5.67% 6.67% 7.74% 9.96% 13.23% 44.45%
2007 0.53% 1.12% 1.84% 2.54% 3.31% 4.59% 5.92% 8.19% 12.97% 58.99%
2011 0.72% 1.65% 2.57% 3.70% 4.57% 5.64% 7.17% 9.55% 12.36% 52.07%
Fuente: Elaboración propia con datos de ENEMDU 2003, 2007 y 2011.
En los deciles más pobres (1 al 6), el ingreso individual total se encuentra “mejor” distribuido entre la población que el ingreso sin transferencias. Inversamente, entre los deciles más ricos (del 7 al 10), se aprecia una mayor participación en el ingreso individual sin transferencias que en el ingreso total.
En la Figura 2.1, se observan las curvas de Lorenz de la distribución del ingreso individual total, para los años 2003, 2007 y 2011.
Figura 2.1. Curvas de Lorenz de la distribución del ingreso individual total en Ecuador
Fuente: Elaboración propia con datos de ENEMDU 2003, 2007 y 2011.
0% 20% 40% 60% 80% 100%
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% d e p ar ti ci p aci ó n en l a d is tri b u ci on d e l in gre so
Deciles de la población
26 Según los datos, 2003 es el año en que la línea de la distribución del ingreso total individual de los ecuatorianos se encuentra más cercana a la línea de 45° que indica una perfecta igualdad de ingreso entre la población. Así también, en las distribuciones de 2007 y 2011 se aprecia una mayor distancia con respecto a la línea de equi-distribución.
Para CEPAL (2010), la evolución positiva de la distribución del ingreso que se presenta en economías latinoamericanas puede ser atribuible a la dinámica del mercado de trabajo, la tendencia de las variables demográficas y las transferencias recibidas por los hogares. En Ecuador, a lo largo de la última década, el mercado laboral presenta un leve decrecimiento de la tasa de desempleo, acompañada de un leve incremento de la tasa de subempleo (BCE 2010). Así también es evidente una recuperación del salario real desde septiembre de 2007; los ocupados plenos y los subocupados han constituido el mayor porcentaje de la PEA. Para 2011 se observa un decrecimiento de los subocupados (45.7%) y un aumento de los ocupados plenos (46.9%) (BCE, 2011). En lo referente a las transferencias que perciben los ecuatorianos, las remesas recibidas entre 2003 y 2007 evidencian un considerable crecimiento. No así entre 2007 y 2011, en donde la tendencia ha sido decreciente principalmente. De este modo, su participación en el PIB total también presenta un similar comportamiento. En el primer periodo las remesas recibidas representan un mayor porcentaje del PIB que entre 2007 y 2011 (BCE, 2012).
27 A partir de estos factores y de su comportamiento, se podría afirmar que los mismos han incidido, en cierta medida, en la evolución que ha tenido la distribución del ingreso en el Ecuador. Entre 2003 y 2007 se evidencia una desmejora en la participación de los deciles mas pobres en el ingreso –a diferencia del decil mas rico–, y hacia 2011 se perceptible una mejora en la participación del ingreso total en todos los deciles, a excepción del más rico. Estos resultados evidencian la fuerte concentración de recursos económicos en solamente el 10% más rico de la población.
2.3 Desigualdad de la distribución del ingreso en el Ecuador. 2000–2010
El análisis descriptivo de la evolución de la desigualdad en la distribución del ingreso en Ecuador, se realiza a nivel nacional y provincial. En el primer caso, el análisis es realizado durante la última década; la referencia provincial se presentará en el siguiente capítulo. El Coeficiente de Gini del ingreso per cápita, a lo largo de la década de 2000, se presenta en la Figura 2.2.
Se aprecia la tendencia decreciente que ha tenido el coeficiente de Gini del ingreso a lo largo de la década. Para inicios de la misma, el elevado nivel de desigualdad que se observa, podría asumirse como causa de los rezagos de la fuerte crisis financiera que en 1999 atravesó la economía ecuatoriana. Esto ocasionó un decrecimiento económico aproximado del 7% en términos per cápita y un estancamiento del desarrollo social, ya que no sólo se redujeron los ingresos y la capacidad de consumo de los hogares sino que se acentuaron las desigualdades entre ellos (León, 2001). El coeficiente de Gini promedio entre 2000 y 2005 es de 56.4%. Para 2006-2011 el índice promedio es de 52%.
Figura 2.2. Coeficiente de Gini del Ingreso per cápita 2000-2010
Fuente: (BCE, 2011).
0.56
0.59
0.56 0.56
0.55
0.54 0.55
0.51
0.5 0.5
28 Según el II Informe Nacional de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ODM (2007) hasta 2006, no se evidenciaban elementos reales que permitan proveer una reducción estructural de la desigualdad en el país y que conlleven a un cambio positivo en la distribución del ingreso y la riqueza. No obstante, desde finales de 2007, Ecuador amplió el objetivo 1 “Reducción de la extrema pobreza”, e incluyó como meta revertir la tendencia al incremento de la desigualdad observada en los últimos años. A partir de 2007 se observa una caída notoria de la desigualdad del ingreso explicada principalmente por mejoras en la equidad del gasto social, ampliación de las capacidades, programas de desarrollo infantil, educación básica universal y servicios de salud y la reforma al Bono de Desarrollo Humano, mejoras en el sistema de protección social, reforma tributaria, entre otros (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo SENPLADES, PNUD y Centro de Investigaciones Sociales del Milenio CISMIL, 2007).
La reducción aproximada de 4.4% del Gini nacional, desde la primera mitad de la década a la segunda, es atribuible al elevado gasto social y los programas focalizados, cuyo objetivo ha sido atender las necesidades emergentes de los sectores más vulnerables (Cely, 2011). Entre 2004 y 2007, el nivel de gasto social creció a una tasa promedio anual de 12,7%; entre 2007 y 2008 el crecimiento fue de 20,3% (Ochoa, 2010).
La inversión del gasto social direccionada a sectores como: Educación, Inclusión económica y social, Desarrollo urbano y vivienda, Salud, entre otros, tiene como objetivo principal atender a los sectores más vulnerables de la población; aproximadamente un 20% del gasto social se canaliza a través de programas sociales focalizados (Bellettini, 2012). De acuerdo a la información de la Encuesta de Condiciones de Vida realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos –INEC– (2006), el 40% de hogares ecuatorianos recibió algún tipo de apoyo gubernamental vía programas sociales. Según el informe “Panorama social de América Latina” presentado por la CEPAL (2011), la mejora en distribución del ingreso durante la última década, se debe principalmente al cambio del ingreso personal (laboral y no laboral o rentas).
2.4 Causas de los cambios en la concentración del ingreso
29 internacional; elevación de la productividad y de las remuneraciones; difusión del sistema educativo en una base social más amplia y más integrada, como requisito imprescindible para sostener la competitividad internacional, y, finalmente, difusión de la lógica industrial, tanto por vías formales como informales, al conjunto de la sociedad lo cual la hará más receptiva a absorber progreso técnico, factor que a su vez favorecerá la elevación de la productividad y, en esa medida, la difusión de los frutos del progreso técnico en forma más equitativa al conjunto de la sociedad”
Vargas (2006), afirma que la riqueza y el flujo de ingresos son los factores más importantes del nivel económicos de los individuos. Entre los factores que conducen a la desigualdad del ingreso se encuentran: las diferencias de capacidad y cualificación de trabajo, las diferencias de ocupación e intensidad de trabajo, las diferencias educativas, el acceso a oportunidades de trabajo, la discriminación y la exclusión, la situación del ciclo económico. A su vez, Ponce (2011), coincide con estos factores como determinantes de la desigualdad. Existe un vasto número de factores que conforman la distribución del ingreso de un país, cada uno de los cuales depende de las características que éste presente. Entre algunas de las principales causas de la desigualdad del ingreso en la economía ecuatoriana, se encuentran los siguientes factores:
a. Crecimiento económico y su calidad.
Para conocer el efecto del crecimiento de la economía en la distribución del ingreso, se contrasta el crecimiento promedio del PIB durante la primera mitad de la década (2000-2006) con la inequidad en distribución del ingreso durante estos años, se emplea el mismo proceso en la segunda mitad de la década. Entre el 2000 y el 2006, la economía crece a un promedio anual del 5%, en tanto, el coeficiente de Gini del ingreso presenta una reducción aproximada del 6%. Entre 2007 y 2010, el crecimiento promedio económico es de 3.3% y el coeficiente de Gini se reduce en 2 puntos porcentuales. Como se observa, la magnitud de la reducción en la desigualdad del ingreso, se presenta en la primera mitad de la década, en la que el crecimiento económico5 es elevado (BCE, 2010).
30 En lo referente a la calidad del crecimiento, según Ponce (2011), partiendo de un análisis de curvas de incidencia6–según el cual un crecimiento se puede definir como pro-pobre cuando la
tasa de crecimiento de los deciles más pobres es mayor a la tasa de los deciles más ricos y se denomina pro rico cuando el nivel de crecimiento del decil más pobre es inferior al de los demás deciles– en la primera mitad de la década, la economía ecuatoriana presenta un crecimiento pro-pobre, ya que los niveles de crecimiento de los deciles más pobres son mayores a los que presentan los deciles más ricos. El elevado crecimiento económico que se registra en esos años favoreció en mayor medida a los más pobres. En el caso de la segunda mitad de la década, se aprecia también un crecimiento pro-pobre; aunque los niveles de crecimiento no fueron muy altos –debido en gran medida a la crisis inmobiliaria del 2008–, una gran proporción del mismo se destinó al primer decil, con lo que fue evidente este tipo de crecimiento. Los resultados de la economía ecuatoriana demuestran que para mejorar la distribución del ingreso, no solo se requiere de un elevado crecimiento económico, sino que el mismo conlleve a cambios en la distribución del ingreso en favor de los deciles menos favorecidos.
b. Cambios de la estructura demográfica: en los hogares y consecuentemente en la oferta laboral.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo realizada por el INEC, a lo largo de la última década, en el área urbana se observa un incremento constante del porcentaje de personas entre 25 y 55 años de edad con respecto al total de miembros del hogar. La proporción de miembros en edad de trabajar se ha ido incrementando a lo largo de los años. Este fenómeno se evidencia prioritariamente en los deciles del 4 al 10, no así en los deciles más pobres, en los que no se observan menores cambios a lo largo del periodo7. Este
factor podría no catalogarse como un determinante de la concentración del ingreso, debido a que el incremento de la población en edad de trabajar se evidenció, de manera diferenciada, entre todos los deciles. Independientemente de la proporción de miembros del hogar que se encuentren en edad de trabajar, lo realmente importante es que éstos se encuentren ejerciendo una actividad que les proporcione un ingreso mínimo que les permita cubrir sus necesidades básicas.
6 Este análisis fue desarrollado por Ravallion y Chen (2003) para calcular la tasa de crecimiento del ingreso entre dos períodos de tiempo para los diferentes deciles (de acuerdo al ingreso per cápita del hogar).
31 c. Cambios en el empleo.
El empleo en términos de cantidad (número de horas promedio trabajadas a la semana) y calidad (proporción de ocupados en el sector moderno8) es un factor determinante en la
evolución de la desigualdad del ingreso. En relación a cantidad del empleo, durante la década de 2000, no existe evidencia de que las diferencias del ingreso entre deciles hayan sido ocasionadas por los cambios del empleo. Aunque en promedio los deciles más pobres trabajan menos horas que los más ricos, en todos se presenta una reducción del número de horas promedio trabajadas en la semana a lo largo de la década9.
Un mejor determinante de la concentración del ingreso es la calidad de empleo. Desde 2001 a 2010, es evidente la reducción del porcentaje de ocupados en el sector moderno en aproximadamente 5 puntos porcentuales, pasando del 53% al 48%. Los deciles más bajos presentan una proporción de ocupados en el sector moderno menor que la que se observa en los deciles más altos10.
La cantidad de empleo parece ser un factor poco relevante para explicar la desigualdad del ingreso durante la última década. En cuanto a la calidad de esta variable, desde la década anterior, se observa una tendencia estructural en la reducción del porcentaje de ocupados en el sector moderno de los deciles más pobres de la población, lo cual ha sido una presión hacia un aumento de la desigualdad. La fuerza de trabajo de los deciles más pobres se ubica en el sector informal, desarrollando actividades que requieren bajos estándares de cualificación, lo que conlleva también a ingresos más bajos. De esta forma, se concentra aun más la inequidad del ingreso entre los deciles más pobres Ponce (2011).
d. Aumento de la escolaridad de la Población Económicamente Activa –PEA–.
Se ha identificado la correlación positiva entre la mayor escolaridad de la PEA de un país y su productividad; consecuentemente, su población obtiene mejores ingresos y posiciones laborales (Ibarrola, 2009). En base a la relación anterior, un incremento de la escolaridad de la PEA
8 Se consideran como trabajadores del sector moderno a profesionales, científicos, intelectuales, técnicos de nivel medio y trabajadores que laboren en actividades consideradas como modernas
9Los datos del número de horas trabajadas a la semana en promedio por decil se presentan en Anexos:
Tabla C.
32 tendría efectos relevantes en la concentración del ingreso. Una oferta mayor de mano de obra calificada, conlleva a disminuir la brecha salarial entre personal calificado y no calificado, siempre que en el mercado de trabajo la demanda de mano de obra calificada sea menor a la oferta.
En base a los años de escolaridad de la PEA (para las personas de 25 a 55 años de edad) por decil de acuerdo al ingreso per cápita del hogar, durante la década de 2000 se observa un incremento permanente e importante de los años de escolaridad de la PEA en todos los deciles de la población. No obstante, es significativa la diferencia de años de escolaridad entre los deciles más ricos y los más pobres (Ver Anexos Tabla E).
En este contexto, se podría catalogar a esta variable como de efecto positivo en la reducción de la desigualdad del ingreso. Durante la década, se incrementa el número de años de escolaridad y el nivel de desigualdad del ingreso se reduce. La población que posee mejor preparación académica, como se menciona al inicio de este apartado, obtiene mayores oportunidades laborales que le generen ingresos más altos, reduciéndose así las inequidades existentes entre deciles.
e. Transferencias por parte de los gobiernos a los hogares pobres, y otros tipos de transferencias.
33 Los programas de transferencias públicas, específicamente desde 2006 hasta 2010, han tenido efectos visiblemente positivos en la redistribución del ingreso hacia los deciles más pobres, esto considerando que la significancia del monto percibido como renta social –en el caso de las transferencias monetarias– se ha ido incrementando (Cely, 2011). En la Tabla 2.3 se describen algunos de los programas de protección y apoyo social, emprendidos durante la década de 2000 y que han tenido influencia en la reducción de las disparidades sociales.
Tabla 2.3.a. Principales programas sociales ejecutados durante la última década Tipo de
Transferencia Nombre del Programa
Periodo de ejecución
Trans. Monetaria Bono de Desarrollo Humano Desde 1998
Trans. en especie
Programa de Desarrollo Infantil: Fondo de
Desarrollo Infantil FODI-PNN, Operación Rescate infantil ORI
Desde 2000-2010
Trans. en especie Atención infantil provista por las Unidades INNFA Desde 2000
Trans. en especie Programa Nacional de Alimentación y Nutrición
PANN 2000, SIAN Desde 2000-2010
Trans. en especie Programa de Alimentación Escolar PAE Desde 2000-2010
Trans. en especie Programa Aliméntate Ecuador Desde 2000-2008
Trans. en especie Programa de mejoramiento de la educación Básica Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de mejoramiento de la infraestructura
física Desde 2000-2006
Trans. en especie
Eje transversal de varios programas, el Consejo Nacional de la Mujer (CONAMU) vigila su aplicación en los programas.
Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa Ampliado de Inmunizaciones Desde 2000-2010
Trans. en especie Programa de Salud Sexual y Reproductiva
(LMGAI) Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de Aseguramiento de Salud (PAS y
PAP) Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de control, prevención y tratamiento del
VIH/SIDA Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de Prevención de Tuberculosis y
Paludismo Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de Reparación Ambiental Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa PRAGUAS Programa de Agua Potable y
Saneamiento Básico Rural Desde 2000-2010
34
Tabla 2.3.b. Principales programas sociales ejecutados durante la última década (continuación)
Tipo de
Transferencia Nombre del Programa
Periodo de ejecución
Trans. en especie Sistema de Vivienda de Interés Social Desde 2000-2006
Trans. en especie Programas: FISE y PRODER Desde 2000-2006
Trans. en especie Programa de maternidad gratuita Desde 2008
Trans. en especie Programa de apoyo al sector salud PASSE Desde 2008
Trans. en especie Bono de la Vivienda Desde 2008
Trans. en especie Programa para atención integral de las personas
por ciclos de vida Desde 2010
Trans. en especie Programa Mi Hospital Desde 2010
Trans. en especie Modelo de educación inclusiva Desde 2010
Trans. en especie Nuevo Bachillerato Ecuatoriano Desde 2010
Trans. en especie Nuevo modelo de gestión del sistema educativo Desde 2010 Trans. en especie Sistema integral de tecnologías para la escuela y
la comunidad
Desde 2010
Trans. en especie Fortalecimiento de la calidad educativa Desde 2010
Trans. en especie Sistema Nacional de desarrollo profesional SIPROFE
Desde 2010
Trans. en especie Educación inicial de calidad y con calidez Desde 2010
Trans. en especie Programa Socio vivienda II Desde 2010
Trans. en especie Programa de vivienda rural y urbano marginal Desde 2010
Trans. en especie Programa de intervención territorial integral Desde 2010
Trans. en especie Programa de mejoramiento de barrios PROMIB Desde 2010
Trans. en especie Proyecto de vivienda Manuela Espejo Desde 2009
Trans. monetaria Bono Joaquín Gallegos Lara Desde 2009
Trans. en especie Red de protección solidaria Desde 2010
Trans. en especie Protección alimentaria Desde 2010
Trans. en especie Programa alimentario nutricional integral Desde 2010
Trans. en especie y monetaria
Programa de atención integral del adulto mayor (pensión)
Desde 2010
Trans. en especie Red de casas en el exterior Desde 2010
Trans. en especie Repatriación de cadáveres Desde 2010
Trans. en especie Proyecto de fortalecimiento organización y construcción de redes sociales en el hecho migratorio FORES
Desde 2010
35
Tabla 2.3.c. Principales programas sociales ejecutados durante la última década (continuación) Tipo de
Transferencia Nombre del Programa
Periodo de ejecución
Trans. en especie Programa de comunicación y cultura: Fortaleciendo vínculos
Desde 2010
Trans. en especie Red Nacional de casas para personas migrantes en el Ecuador
Desde 2010
Trans. en especie Proyecto para la reducción acelerada de la malnutrición e Intervención nutricional territorial integral INTI
Desde 2010
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Naranjo (2008), Ministerio de Finanzas del Ecuador MF (2008) y Ministerio Coordinador de Desarrollo Social MCDS (2011).
En relación a las transferencias privadas, una de las más relevantes por su incidencia en la calidad de vida de la población que la percibe, es la proveniente de remesas enviadas del exterior. De acuerdo al estudio realizado por Olivié, Ponce y Onofa (2008), partiendo de la Encuesta de Condiciones de Vida (2006), existe una causalidad negativa de las remesas en la distribución del ingreso. Dicho planteamiento se evidencia en los primeros años de la década, en donde los principales receptores de remesas son los hogares más ricos. Sin embargo, la tendencia regresiva de este tipo de transferencias disminuye a lo largo de los años. A través del tiempo, es cada vez mayor la participación de la población de menores ingresos, en especial los deciles intermedios, en la recepción de remesas. Considerando el transcurso del tiempo, los autores afirman que el rol de las remesas se convirtió en progresivo.
Por lo anterior, se puede concluir que las transferencias monetarias públicas y privadas, a lo largo de la década, han contribuido a la reducción de la inequidad del ingreso. De manera concreta, durante la segunda mitad de la década, la principal razón radica en el incremento del monto otorgado por concepto de transferencias públicas –focalizadas y progresivas–, y de la canalización de las remesas recibidas hacia los hogares de menores ingresos.
2.5 Conclusiones