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Circulating levels of prostate specific antigen (PSA) in women with idiopathic hirsutism (IH)

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Resumen

El PSA es una serina proteasa de 33 kDa producida en el hombre por la próstata y constituye el mejor mar-cador bioquímico de diagnóstico y evolución del tratamiento del cáncer de próstata. En la mujer se demostró que la mama, ovario y endometrio producen PSA en muy baja concentración. El gen que codifica el PSA se encuentra regulado por andrógenos, glucocorticoides y progestinas. En un trabajo previo comunicamos nive-les incrementados de PSA en mujeres con manifestaciones de hiperandrogenismo (hirsutismo y /o acné) El ob-jetivo del presente trabajo fue estudiar los niveles de andrógenos y PSA en mujeres con HI (ciclos menstruales ovulatorios y andrógenos normales) a los efectos de tratar de esclarecer parcialmente la fisiopatología del de-sarrollo de vello con niveles androgénicos normales.

En 28 mujeres hirsutas con ciclos ovulatorios, [progesterona (P4) > de 7.0 ng/ml en la fase lútea], BMI nor-mal y niveles nornor-males de DHEA(s) y Testosterona biodisponible (T bio), se evaluó PSA por un método IM-MULITE de tercera generación con una sensibilidad analítica de 2 pg/ml. El mismo protocolo se realizó en 21 mujeres normales En todos los casos se determinó A2G para evaluar la producción periférica de andrógenos. La DHEAs, A2G y P4 se determinaron por RIE y la T bio por un método previamente publicado por nuestro laboratorio.

El máximo valor de PSA obtenido en el grupo control fue de 8.4 pg/ml y el valor de corte 10.9 pg/ml que representa 3 DS de la media del grupo control. En 17 de las 26 mujeres con HI se obtuvieron valores aumen-tados de PSA (rango entre 11.0 y 136.0 ng/ml). Se observó una diferencia significativa en el PSA de las muje-res con HI (p< 0.05). En 11 de las 17 pacientes con HI y PSA aumentado también se encontraron aumentados

Dirección Postal:Hugo E. Scaglia. Calle 59 # 969 (1900) La Plata. E-mail: iabe@speedy.com.ar

Palabras clave:Antígeno prostático específico. Hirsutismo Idiopático. Glucuronidato de androstanodiol.

Key words: Prostate Specific Antigen. Idiopathic Hirsutism. Androstanediol glucuronide.

Recibido: octubre 2005

TRABAJO ORIGINAL

Niveles circulantes de Antígeno Específico de Próstata

(PSA) en mujeres con hirsutismo idiopático (HI).

Premio mejor trabajo clínico, XIV Congreso SAEM 2005.

Circulating levels of prostate specific antigen (PSA) in women with idiopathic

hirsutism (IH).

Riesco, O.; Storani, María Elena; Blaustein, C.; Aquilano, D.R.; Scaglia, J.; Scaglia, H.E.

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los niveles de A2G. En los otros 6 casos con PSA aumentado los niveles de A2G fueron normales. En el resto de las mujeres con HI ambos parámetros fueron normales. Dado que todas tenían BMI normal se descartó que el aumento de PSA pudiera deberse a la obesidad de las mismas. El incremento de PSA se originó indepen-dientermente de los andrógenos circulantes dado que por definición del grupo de pacientes a estudiar, éstos fueron normales. Sin embargo es posible que en aquellas con A2G aumentado se produzca un incremento de los andrógenos in situ debido a un aumento de la actividad 5 α reductasa local. Estos resultados demuestran que en un subgrupo de HI hay una sobreexpresión del PSA con niveles circulantes de andrógenos normales o aumentados, indicando que esa proteína podría ser utilizada como un marcador del hiperandrogenismo. Es po-sible que el incremento del PSA disminuya la actividad de las IGFBPs aumentando la IGF 1 libre. Este factor de crecimiento podría amplificar la actividad de los andrógenos aun en concentraciones normales induciendo la producción de queratinas favoreciendo el desarrollo del vello. Estos resultados no descartan que otros fac-tores pudieran estar involucrados en el hirsutismo con niveles androgénicos normales.

(Rev Argent Endocrinol Metab 42:137-147, 2005)

Abstract

PSA, a 33 kD serine-protease produced in men by the prostate, is the best biochemical marker for diagnosis and treatment follow-up of prostate cancer. It has been demonstrated that in women, mammary gland, ovary and endometrium produce very low concentrations of PSA. The PSA’s encoding gene is regulated by androgens, progestins and glucocorticoids. In a previous study, we reported that women with signs of hiperandrogenism (hirsutism and/or acne) had increased PSA levels. The aim of the present work was to measure the levels of androgens and PSA in women with IH (ovulatory menstrual cycles and normal androgen levels) in order to partially clarify the physiopathology of hair growth with normal levels of circulating androgens. Levels of PSA were measured by 3rd generation IMMULITE with 2 pg/ml sensitivity in 28 hirsute women with ovulatory menstrual cycles (luteal phase progesterone (P4) > 7 ng/ml), normal BMI, and normal levels of bioavailable testosterone (BioT) and DHEAs. Same protocol was performed with 21 normal women. Androstanediol glu-curonide (A2G) was measured in all cases to evaluate peripheral androgen production. DHEAs, A2G and P4 were measured by RIA. BioT was calculated mathematically using the equation of Sörensen. The highest PSA value in the control group was 8.4 pg/ml with a cut value = 10.9 pg/ml, which represents 3 SD of control group mean. Increased PSA levels were found in 17 of the 28 hirsute women (range 11.0-136.0 pg/ml). Eleven women with high PSA had also increased A2G levels. Since all IH women had normal BMI, the increased PSA levels found could not be ascribed to obesity. These levels were neither related to increased circulating androgens since only norm-androgenic women were studied. However, it is possible that in those patients with higher A2G levels, an in situandrogen production was taking place due to an increased local 5α reductase activity. These results demonstrate that in a sub-group of IH there is an over expression of PSA with normal or elevat-ed circulating androgen levels. It is possible to speculate that a rise in PSA could decrease IGFBPs activities increasing in turn the levels of free IGF I. As a consequence, this growth factor could amplify androgen activ-ity even under normal concentrations, inducing production of keratins that favor hair development. However, these results do not exclude the action of other factors that could be helping this process.

(Rev Argent Endocrinol Metab 42:137-147, 2005)

tituyendo una de las más comunes alteraciones en-dócrinas de la mujer en esa etapa de la vida (1-3). El

hiperandrogenismo en la mujer se expresa en forma variada pudiendo aparecer sólo o en conjunto, in-Introducción

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cons-duciendo hirsutismo, alopecía, acné, disfunción ovulatoria y en situaciones extremas virilización y masculinización.

Azziz y col. (4)proponen que el exceso de

andró-genos resulta en algunas patologías de inclusión o de exclusión. Las primeras específicamente identifi-cables como hiperplasia adrenal no clásica, neoplas-mas secretores de andrógenos e hiperandrogenismo con resistencia a la insulina y acantosis nígrica (sín-drome de HAIRAN). Las segundas, corresponden al exceso funcional de andrógenos, como el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), hiperandrogenismo más hirsutismo y el hirsutismo idiopático (HI).

Desde el punto de vista clínico el cuadro más re-conocido del exceso de andrógenos es el hirsutis-mo. El hirsutismo es el crecimiento exagerado del pelo en la mujer en áreas andrógenodependientes. Ciertos folículos pilosos responden a los andróge-nos. Los mismos se encuentran localizados en dis-tintas áreas del cuerpo como axila, región púbica, bigote, mentón, región mamaria, abdomen, línea media, antebrazo, muslos, espalda y glúteos. Esto permitió establecer un score en las distintas áreas, y definir un valor de corte por encima del cual se con-sidera a la paciente con hirsutismo (5).

El vello en estas regiones se transforma en pelo terminal bajo la influencia de andrógenos, los cua-les requieren la presencia de un receptor de andró-genos funcional, como queda evidenciado porque pacientes con insensibilidad total a los andrógenos no desarrollan vello.

A pesar de esta clara asociación entre hiperan-drogenismo e hirsutismo ha sido demostrado que no todas las pacientes con hirsutismo presentan au-mento de andrógenos. Algunas de estas pacientes son consideradas como hirsutas idiopáticas por pre-sentar ciclos menstruales ovulatorios (6).

En los últimos años se han realizado numerosos esfuerzos tratando de determinar marcadores de la acción androgénica en pacientes con HI.

El antígeno prostático específico (PSA) es una se-rina - proteasa de 33 kDa cuya producción había si-do originalmente atribuida en exclusividad a la próstata (7,8)y por ende utilizada como un

importan-te marcador del cáncer de próstata (9). Sin embargo,

se demostró, mediante técnicas inmunohistoquími-cas, que el PSA se sintetiza también en la glándula periuretral de la mujer (10,11).

Con el advenimiento de técnicas ultrasensibles que permiten detectar entre 1 y 10 pg/ml se demos-tró la presencia de PSA circulante en la mayoría de las mujeres (12). Estos valores varían durante el ciclo

menstrual y bajo la administración de diversos este-roides. Para una revisión consultar cita 13.

Con la aplicación de esta metodología se ha de-mostrado la producción de PSA en diversos tejidos femeninos, entre otros la leche materna, líquido am-niótico, endometrio, glándulas salivales, placenta y más notablemente en tejido mamario (14-21),

demos-trándose además que el ARN mensajero obtenido de estos tejidos es idéntico al de la próstata (22).

El PSA se encuentra muy relacionado a las kali-creínas humanas, siendo el uso conjunto de estos dos marcadores de utilidad en la diferenciación del cáncer prostático de la hiperplasia benigna (23).

Da-do que la expresión de estas Da-dos substancias se en-cuentran reguladas por los andrógenos, Obiezu y col. demostraron que la valoración de los mismos en la orina de pacientes con SOP pueden ser utili-zados como marcadores de hiperandrogenismo en dicha patología(24).

Se han comunicado numerosos trabajos em-pleando el PSA como marcador en pacientes con hi-perandrogenismo, SOP (25-28) e HI (29-31) con

resulta-dos disímiles.

La testosterona (T) y su producto de conversión periférica por la acción de la 5 alfa reductasa, la di-hidro - Testosterona (DHT) se unen al mismo recep-tor pero con diferentes constantes de afinidad y efi-cacia para estabilizar al receptor. En efecto, la DHT unida al receptor de andrógenos se une al elemen-to de respuesta del recepelemen-tor de andrógenos que ac-túa como un factor de transcripción activando la ex-presión de genes como no lo hace la T (32). La DHT

es metabolizada in situa glucuronidato de 3 alfa an-drostanodiol (A2G) por lo cual este metabolito ha si-do considerasi-do un marcasi-dor periférico de la activi-dad 5 alfa reductasa (33, 34). En una comunicación

previa demostramos que en las pacientes con HI los niveles de A2G pueden estar normales o aumenta-dos, constituyendo este último grupo un exceso de andrógenos de origen periférico (35).

Dado que en los trabajos que evaluaron el PSA en mujeres con HI (29-31) no relacionaron los niveles

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exceso local de andrógenos que podría sobreexpre-sar el PSA.

El objetivo del presente estudio fue correlacionar los niveles de PSA en mujeres con HI con los de A2G a los efectos de demostrar que el PSA podría ser uti-lizado como un marcador del exceso local de an-drógenos en esta patología y lograr un mejor en-tendimiento de la problemática del crecimiento del vello con niveles circulantes normales de andrógenos.

Material y métodos

Selección de pacientes

Este estudio fue realizado en el Hospital Munici-pal de San Isidro en pacientes que consultaron por hirsutismo las cuales fueron atendidas en los servi-cios de Endocrinología y Dermatología. El hirsutis-mo fue definido por la presencia de excesivo pelo corporal en áreas andrógeno dependientes evalua-das en 9 zonas del cuerpo según lo descripto por Ferriman - Gallway (5). Clínicamente presentaban

signos de hiperandrogenismo como hirsutismo y en algunas pacientes acné. Estas pacientes tenían un score de hirsutismo igual o mayor de 9.

Se seleccionaron 28 pacientes entre 18 y 42 años de edad, con diagnóstico de HI por presentar ciclos menstruales regulares ovulatorios con valores nor-males de testosterona biodisponible (T-bio) y dehi-droepiandrosterona sulfato (DHEAs) en fase folicu-lar temprana, y progesterona (P4) superior a 7.0 ng/ml en una ó dos muestras de sangre obtenida en la fase lútea del mismo ciclo(6).

En todos los casos presentaron entre los días 3 al 5 del ciclo menstrual niveles normales de 17 hidro-xiprogesterona (17OHP4) LH, FSH, Prolactina (PRL), cortisol, T4 y TSH, descartándose clínica y bioquími-camente alteraciones de los distintos ejes endocrino-lógicos como hiperplasia adrenal no clásica, hiper-prolactinemia, Síndrome de Cushing, enfermedades tiroideas, así como cualquier otra patología aparen-te. El BMI en todos los casos fue inferior a 30 kg/m2.

Ninguno de las pacientes se encontraba bajo al-gún tipo de tratamiento, incluyendo anticoncepción hormonal, por lo menos durante los últimos 6 me-ses previos a este estudio.

Se estudiaron 21 mujeres normales entre 20 y 40 años de edad, consideradas como grupo control, las

que se incluyeron con los mismos criterios que las pacientes con HI, excepto por el hirsutismo.

En las pacientes con HI y en las del grupo con-trol se determinaron en fase folicular temprana los niveles circulantes de PSA y A2G.

Métodos

La determinación de PSA se realizó por un mé-todo quimioluminiscente ultrasensible (IMMULITE de tercera generación, DPC). La sensibilidad analíti-ca fue de 2.0 pg/ml. Los coeficientes de variación intra e inter ensayo acorde a los establecido en el in-serto determinadas a 4 concentraciones de PSA fue-ron para 3, 12, 26 y 500 pg/ml: 20.0 y 21.0 %, 13.0 y 14.0 %, 7.7 y 7.7 % y 3.4 y 4.0 %, respectivamen-te. En general los resultados en nuestro laboratorio del perfil de precisión del método fueron semejan-tes a los estipulados en el kit, excepto el coeficien-te de variación incoeficien-terensayo para 3.0 pg/ml que fue de 39.0 % (n:5) En dicho instructivo no se estable-cen valores para mujeres normales.

El A2G se realizó por un radioinmunoensayo (RIE) empleando un kit comercial de los Laborato-rios DSL. Los coeficientes de variación intra e inter ensayo acorde a los establecido en el inserto fueron determinadas a 3 concentraciones de A2G: 0.39, 2.8 y 9.5 ng/ml y los resultados fueron 7.6 y 8.1 %, 8.2 y 10 % y 4.2 y 4.5 %, respectivamente. En dicho ins-tructivo los valores para mujeres normales premeno-páusicas fueron, media ± DS: 2.5 ± 1.3 ng/ml; ran-go: 0.5-5.4 ng/ml.

Las determinaciones de DHEAs, T4, P4 y 17OHP4 se realizaron por RIE de tubo recubierto (DPC), las de PRL, LH, FSH y TSH por IRMA de tubo recubier-to (DPC). La T-bio y el Cortisol se determinaron se-gún métodos desarrollados en nuestro Laboratorio

(36). Los controles de calidad de estos métodos y los

valores normales fueron previamente publicados (36).

El estudio estadístico se realizó empleando el test “T” de Student. Se consideró una diferencia es-tadísticamente significativa un valor de p < 0.05.

Resultados

(5)

gru-pos se obtuvieron valores detectables de PSA supe-riores a la sensibilidad analítica del método emplea-do. La media ± DS del PSA en las mujeres sin hirsu-tismo (grupo control) fue de 5.5 ± 1.8 pg/ml con un rango entre 2.0 y 8.4 pg/ml. Se tomó como valor de corte 10.9 pg/ml lo que representa 3 DS de la media del grupo control. En el grupo de pacientes con HI en 11 casos se encontraron valores normales y en los restantes 17 niveles superiores al valor de corte. La fig. 2 muestra la media ± DS de los valores de PSA en las mujeres con HI (28.5 ± 5.9 pg/ml, con un rango entre 2.0 y 136 pg/ml) comparativamente con las del grupo control. Los valores de PSA en las pa-cientes con HI resultaron significativamente mayores (p< 0.05) que las mujeres sin hirsutismo (control).

Los valores de A2G en las pacientes con HI (n: 28) fue de 3.28 ± 2.55 ng/ml los cuales fueron ma-yores que los del grupo control (n: 21), 2.55 ± 1.50 ng/ml. De las pacientes con HI, 11 presentaron va-lores superiores al grupo control. La fig. 3 muestra la correlación entre los niveles circulantes de PSA y

A2G en las mujeres con HI. Como puede verse las pacientes pueden clasificarse en 3 grupos; A: con ambos normales (n: 11), B: con PSA aumentado y A2G normal (n: 6), y C: con ambos aumentados (n: 11).

Discusión

En este estudio demostramos que utilizando un método ultrasensible para la determinación de PSA (IMMULITE) se detectaron niveles superiores al lími-te de sensibilidad analítico en todas las mujeres tan-to del grupo control como en las pacientes con HI. Nuestros resultados confirman estudios previos de Ferguson y col. (37)quienes en un primer estudio

re-conocen niveles de PSA menores a 0.25 ng/litro en plasma seminal purificado utilizando un método fluorométrico de tiempo resuelto. Luego modifican el punto final de la reacción valorando la fosfatasa alcalina con un método de detección por quimiolu-miniscencia (IMMULITE). Estos autores comunican

Figura 1.Valores individuales de PSA en pacientes con Hirsutismo Idiopático (HI) y en mujeres normales (Grupo control). Ambos gru-pos no presentaron diferencias significativas en la edad y en BMI.

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niveles detectables en mujeres normales con una media ± DS de 2.0 ± 2.1 pg/ml. Resultados similares empleando este tipo de metodología han sido publi-cados por otros autores (25-27). Nuestros datos

corro-borativos de los previos de la literatura apoyan el punto de vista de que el PSA es un constituyente normal en el suero de las mujeres.

Galadari y col. (29) encuentran niveles detectable

de PSA sólo en 3 de 20 pacientes hirsutas y en nin-guna de las mujeres controles. La diferencia entre estos resultados podría ser debida a la diferente me-todología utilizada por estos autores (AxSYM).

Nuestros resultados demuestran que los niveles de PSA en las mujeres con HI resultaron significati-vamente superiores a las del grupo control. Sin em-bargo en base a los niveles de corte de los contro-les es posible que las pacientes con HI pudieran presentarse como 2 grupos: 1) con valores normales de PSA (n: 11) y 2) con valores aumentados de PSA (n: 17). Todas las pacientes con PSA normal presen-taron niveles normales de A2G. En las pacientes con

PSA aumentado los niveles de A2G se encontraron normales o aumentados, constituyendo así 2 sub-grupos de estas pacientes.

No ha sido demostrado claramente que las mu-jeres obesas presenten niveles superiores de PSA con respecto a las de normo peso, aunque existe una tendencia no significativa en este sentido (25).

Dado que todas las mujeres estudiadas por noso-tros, tanto el grupo control como las pacientes hir-sutas tenían un BMI inferior a 30 kg/m2de

superfi-cie corporal, los resultados obtenidos no se encuen-tran influenciados por la obesidad, si es que esta condición pudiera influir sobre los mismos.

El PSA ha sido considerado como un marcador de hiperandrogenismo en mujeres con hirsutismo y niveles de andrógenos aumentados con o sin SOP o exceso funcional de andrógenos ováricos o adrena-les (25-27, 30,31, 38-40). En todos estos trabajos claramente

se demuestra que el PSA está aumentado en pacien-tes con exceso de andrógenos guardando una corre-lación entre los niveles de los mismos.

Trabajos previos han demostrado que los niveles de PSA en pacientes con HI resultaron significativa-mente superiores que los obtenidos en mujeres nor-males (26,30,31) y significativamente menores que las

hirsutas con SOP (30,31). En estos estudios no se

rrelacionan los niveles de PSA con los de A2G co-mo posible causa de hiperandrogenisco-mo periférico. En conclusión, confirmando estudios previos, nuestros resultados demuestran que como grupo, las pacientes con HI presentan niveles circulantes de PSA significativamente superiores a las mujeres controles.

Comparando los valores circulantes de PSA con los de A2G entre las pacientes con HI y el grupo control podemos clasificar a las pacientes en 3 grupos:

1. Ambos parámetros normales 2. Incremento de ambos parámetros

3. Incremento de PSA con niveles normales de A2G Por definición estas pacientes presentan niveles circulantes de Tbio o libre y DHEAs normales y, considerando que el crecimiento del vello se produ-jo en áreas corporales sensibles a los andrógenos, resulta difícil de interpretar el hirsutismo con nive-les androgénicos normanive-les.

Es posible especular algunas alternativas que pudie-ran explicar estas situaciones, las cuales serán objeto de próximas investigaciones en nuestro laboratorio.

Con niveles circulantes normales de andrógenos,

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de PSA (proteína que se expresa regulada por ac-ción local de los andrógenos) y de A2G (metabolito periférico de la DHT) (grupo 1), el crecimiento del vello podría deberse a factores locales y sistémicos que estarían afectando el crecimiento del pelo. Es un hecho debidamente demostrado que la unidad pilosebácea se encuentra en íntima conexión con la dermis y la epidermis cuyos componentes celulares, particularmente los keratinocitos y melanocitos pro-ducen substancias que podrían actuar en forma pa-racrina en el folículo piloso. Además, por los neuro-transmisores de las terminales nerviosas de la piel o los productos que sistémicamente confluyen en la mismas, podrían inducir el crecimiento del pelo in-dependientemente de los andrógenos (41).

La posibilidad de interesantes estudios futuros está fundamentada en hallazgos experimentales que demuestran que la parathormona (PTH) y péptidos relacionados a la hormona paratiroidea (PTHrP) causaron una inhibición de la proliferación de kera-tinocitos humanos en cultivo empleando agonistas del receptor de la PTHrP. La coincubación con

anta-gonistas restableció su proliferación. Similares resul-tados se obtuvieron in vivoen roedores con aplica-ciones tópicas de agonistas y antagonistas produ-ciendo la caída del pelo y su crecimiento, respecti-vamente (42).

Ha sido demostrada la producción in situ de di-ferentes factores de crecimiento, entre otros de la in-sulina símil tipo-1 (IGF-1) (43). Ha sido demostrado

que la hormona de crecimiento (GH), posiblemente mediada su acción por la IGF-1 alteran el crecimiento del pelo modificando la relación anagen-telogen (44).

Con respecto al grupo 2, la expresión del PSA po-dría deberse al efecto androgénico del incremento lo-cal de la DHT por sobreexpresión de la 5 αreductasa. En cuanto al grupo 3, una posible explicación sería que a niveles normales circulantes y locales de andrógenos, estos interaccionarían con un receptor hiper activo, asociado a variaciones genéticas del mismo, aumentando la sensibilidad periférica de los andrógenos induciendo en consecuencia la expre-sión del gen del PSA.

Un ejemplo de esta variación genética se

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ce en el número de repeticiones del trinucleótido CAG del exón 1 del gen del receptor que codifica para glutamina en la región amino del dominio de transactivación del mismo. Esta repetición resulta muy variada pero en el rango de 21 ± 3 repeticiones no induce cambios en la expresión de los andrógenos

(45), considerada como un polimorfismo silente.

Ha sido demostrada una contracción en el núme-ro de repeticiones (17 ± 3) en mujeres hirsutas (46)

vinculando esta variante genética a la expresión de un receptor hiperactivo, como ha sido demostrado en pacientes con cáncer de próstata (47). Se han

co-municado trabajos que apoyan este concepto(48)así

como otros que no encuentran diferencias entre mujeres hirsutas y normales(49).

De los resultados obtenidos es posible concluir que el incremento de PSA constituye un marcador de hiperandrogenismo por aumento local de DHT o por la posible variante de un receptor de andróge-nos hiperactivo. El crecimiento del pelo pudiera de-berse a estas circunstancias, no pudiendo

descartar-se la descartar-segunda posibilidad como causa del hirsutismo en el grupo 1 de las pacientes con HI.

Además, es posible que el incremento del PSA contribuya al crecimiento del pelo independiente-mente de la acción de los andrógenos, posiblemen-te regulando la concentración local de IGF-1 por su acción de proteasa sobre las IGFBPs. Ha sido de-mostrado que la IGF-1 o diferentes factores de cre-cimiento incrementan la síntesis de stromilisina, una metalloproteinasa que actúa en la papila dérmica acelerando su crecimiento (50). Las fig. 4 y 5

mutran un posible esquema que trata de interpretar es-tos resultados.

La futuras investigaciones posiblemente se orien-ten entre otros aspectos a estudiar otros metabolitos 5 alfa reducidos que provengan de la T y DHT así como a la búsqueda de otros marcadores de hipe-randrogenismo y la evaluación de factores periféri-cos que pudieran estar involucrados en el desarro-llo del pelo los cuales puedan ser dependientes o no de la acción de los andrógenos.

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III SIMPOSIO INTERNACIONAL DE BIOQUÍMICA ENDOCRINOLÓGICA

3 y 4 de agosto de 2006

Hotel Sheraton Libertador, Buenos Aires, Argentina

INVITADOSEXTRANJEROS:

Dra. Amanda Adler(Reino Unido)

• Modificaciones en los marcadores bioquímicos asociados a alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono. Experiencia del UKPDS. • Microalbuminuria como predictor de eventos

cardiovasculares

Dr. Philippe Boudou(Francia)

• Influencia de las distintas metodologías de medición de testosterona en la práctica diaria.

• Sensibilidad diagnóstica de los ensayos de PTH en hiperparatiroidismo primario.

SIMPOSIOS:

• Los andrógenos y su nuevo rol en las terapias de reemplazo.

• Otros participantes del Síndrome metabólico: ~ Lipoproteína (a) y APO B

~ Proteína C reactiva

• Importancia de la etapa preanalítica y analítica en el laboratorio endocrinológico.

• Una nueva perspectiva : la variabilidad biológica

TALLERES CON DISCUSIÓN DE CASOS CLÍNICOS EN: • Síndrome Metabólico

• Tiroides

• Rol de la PTH en el diagnóstico

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Figura 2. Media ± DS de los niveles circulantes de PSA en pacien-
Figura 5. Esquema de la posible inter-

Referencias

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